Una tormenta de nieve asolaba la montaña helada donde lo que quedaba de la antigua China se escondía de las fuerzas del Emperador Dark Light.
Se trataba de un asentamiento que aprovechaba un intrincado sistema de cuevas que desembocaban en un gran valle oculto, perfectamente rodeado por enormes montañas con paredes verticales insalvables con la tecnología de aquel mundo. Allí era donde habían construido una aldea que había sido segura… Hasta ahora.
Un águila sincorazón, perteneciente al ejército conformado por varios millares de Hunos había sobrevolado el valle hacía un par de días… Y, poco después, a los pies de la montaña pudieron comprobar como sus enemigos acampaban y se preparaban para escalar la montaña en busca de la cueva que les llevaría a aquella aldea oculta.
Mulán había dado el aviso a La Orden mientras se preparaban para combatir al enemigo, el problema era que los Hunos eran muchos más y ellos eran solo unos pocos cientos de soldados y otros tantos cientos de civiles, y aunque tenían ventaja en cuanto al terreno… Lo cierto era que teniendo en cuenta los poderes que ahora poseían sus enemigos no tenían demasiadas posibilidades.
Hiro, conocido por la falsa identidad Ho-Chan había sido convocado pocas horas antes por la estratega Mulán para hablar con ella sobre la preparación de los cañones y explosivos para causar avalanchas con las que mermar en gran medida el número de enemigos.
La reunión se estaba llevando a cabo junto a un par de artificieros y artilleros más, Shang también se encontraba allí escuchando en silencio. Él se encargaba de entrenar a los soldados, pero era tarea de Mulán posicionarlos. En la sala había un gran mural donde estaba dibujado un mapa bastante acertado del valle y la cadena montañosa que había alrededor.
—...Estos puntos tienen terreno más inestable, por lo que si colocamos en esa zona trampas explosivas que se activen cuando pasen podríamos cortar el camino, como último recurso se volará la entrada a la cueva. Debemos impedir que entren a toda costa. —Explicaba la mujer con una calma antinatural, era normal que estuviera nerviosa, aunque intentaba ocultarlo. No solo la vida de los ciudadanos que vivían allí corría peligro, también su esposo Shang y su hijo Daliao—. ¿Podrás encargarte, Ho-Chan? —preguntó.
En ese instante, un portal de Luz se abrió en mitad de la sala. De él surgió una mujer ataviada en una armadura pesada, se trataba de Lyn. Una Maestra de la Llave Espada que Hiro pudo reconocer… Aunque la mujer había crecido y sorprendentemente sus rasgos de licántropo no eran visibles. ¿Había aprendido a controlar esos cambios en esos cuatro años?
No tardaron en aparecer otras personas: Fátima encabezó el grupo junto a Maya y Daian, la incorpóreo de Nadhia.
Shang se levantó e hizo una reverencia mostrando sus respetos, el resto de presentes, incluyendo Mulán lo imitaron.
—Es un honor teneros otra vez entre nosotros, Caballeros de la Llave Espada —saludó el hombre, que se dio el placer de dedicarle una sonrisa afable a Fátima.
—Estábamos terminando la reunión de estrategia para retener a los Hunos el mayor tiempo posible. —Tomó la palabra Mulán—. Maestra Lyn, ¿te importaría dejar que los aldeanos evacuen el valle y se refugien en Tierra de Partida?
Lyn afirmó con la cabeza. Una pequeña sonrisa surcó los labios de la estratega, agradecida, probablemente pensando en su hijo Daliao, que debía estar siendo cuidado por alguna de las ancianas que vivían en la aldea.
—Nuestros espías nos informaron de que la mayor parte del ejército Huno ha abandonado la Ciudad Imperial y se encuentran a los pies de esta montaña. Cuentan con al menos veinte Bégimos, cien Noctámbulos y otros cien Centauros Fatales, eso sin contar que hay al menos dos mil Hunos que en menos de un día llegarán a nuestra posición si no los detenemos —informó Shang.
—¿Está Dark Light entre ellos? —preguntó Lyn.
Shang meneó la cabeza de forma negativa.
—El usurpador no ha abandonado el Palacio en ningún momento, aunque se le ha visto en los terrenos que rodean el castillo como si buscase algo.
Lyn intercambió miradas con Fátima con un deje de preocupación.
—¿Y las puertas del palacio? ¿Cómo entramos? La última vez comprobamos que las Llaves Espada no pueden abrirla y que tiene una barrera que repele la magia, necesitaríamos algún explosivo.
Mulán se mordió el labio inferior y se llevó la mano al mentón, se paseó por la sala y observó a todos los presentes, hasta que sus ojos terminaron sobre Ho-Chan.
—Necesitaréis alguien que sepa utilizar explosivos —señaló al hombre—. Los acompañarás en su misión, llevarás la Dinamita Especial y te encargarás de abrirles paso al interior del palacio.
—Es demasiado peligroso llevar a uno de tus soldados con nosotros —reprochó Lyn.
—Es el único con suficientes conocimientos sobre explosivos —replicó con suspicacia.
Lyn no pareció conforme.
—¿Qué opinas, Fátima?
La licántropo escuchó lo que Fátima tenía que decir y suspiró resignada.
—Está bien —Lyn se acercó a Ho-Chan—. Pero con una condición. Te mantendrás detrás de Maya y Daian en todo momento y harás caso a lo que digamos. Necesitamos trabajar unidos si queremos seguir vivos mañana.
En ese momento, la mujer lobo frunció el ceño y se acercó bruscamente al hombre, al cual olisqueó.
—Tu olor me resulta familiar, ¿nos hemos conocido antes? —Sin embargo, Lyn retrocedió y se cruzó de brazos momentos después restándole importancia—. Será por la pólvora. Hueles muy fuerte a ella. Uno de nuestros desertores olía así también. Soy la Maestra Lyn, estas son la Maestra Fátima y las aprendizas Maya y Daian.
»Muy bien, abriré un Portal de Luz para aparecer en el bosque de bambú que hay a pocos kilómetros de la ciudad en cuanto haya evacuado a los civiles. Fátima, abre tú otro portal que conecte con ese lugar y esperadme ahí. Os alcanzaré enseguida.
Lyn se fue corriendo hacia el exterior de la cueva, Ho-Chan tuvo que esperar a que uno de los artificieros le entregase una mochila de tela con varias cargas de aquel explosivo. Podía provocar con aquello tres explosiones capaces de derribar un muro o una puerta reforzada que la magia no podía dañar, debía tener cuidado de utilizarla solo cuando hiciera falta o la misión fracasaría por completo.
Una vez que Hiro cogiese la “Dinamita Especial” Fátima podría abrir un portal que les llevase al bosque de bambú.
Llovía, y aunque según sus relojes todavía era temprano, el cielo era de un intenso negro que recordaba al de El Mundo Inexistente. Las nubes se arremolinaban y conformaban una espiral cuyo epicentro se encontraba justo sobre la ciudad, en concreto sobre el palacio… Casi como si les llamase, como si indicase a dónde tenían que ir… Y dónde estaba él. Dark Light, aquel que se hacía llamar a sí mismo Emperador.
Tuvieron que esperar a Lyn durante casi media hora hasta que apareció por un portal que se materializó cerca del grupo. En ese tiempo, los portadores y el soldado Chino pudieron hablar de lo que quisieran.
—No me gusta decirlo, pero siento que estamos utilizando a La Resistencia como cebo —comentó no muy orgullosa.
La mujer de la armadura pesada dejó que un par de orejas lupinas asomasen sobre su cabeza, probablemente para poder escuchar con más nitidez cualquier cosa indeseada.
—Daian, Maya. Os encargo mantener a salvo a Ho-Chan, es de vital importancia para la misión.
»El plan es el siguiente: Atravesaremos la capital con sigilo. Los ciudadanos podrían delatarnos ya que son recompensados si encuentran un espía… Además, muchos están corrompidos por la oscuridad y son capaces de llamar a los sincorazón a voluntad, aunque no puedan controlarlos. Luego, están los Hunos… Sus mentes pertenecen a Dark Light y pueden controlar a los sincorazón, no intentéis hablar con ellos, tampoco os esperéis piedad o que se rindan si los derrotáis, pelearán hasta la muerte. Nos mantendremos en contacto con los que se fueron a la Cité y a Castillo de los Sueños, por lo que es posible que algunos de los que fueron a esos otros dos mundos vengan si necesitan algo… O viceversa. Tal vez alguno de nosotros tenga que irse a algún otro mundo. No podemos descartar nada. ¿Alguna pregunta?
Sabían que los Hunos eran prácticamente zombies que eran controlados por aquella oscuridad que generaba Dark Light desde el palacio, por lo que si era derrotado o abandonaba el mundo los Hunos perderían su capacidad de controlar sincorazón y volverían a tener su propia mente de vuelta, seguramente recordarían todo lo que les había hecho Dark Light, así que abandonarían el asalto a la Aldea Secreta para buscar su venganza (aunque tarde)... Y también estaban los soldados chinos que estaban siendo controlados, por supuesto. ¿Era posible que el pueblo Huno y Chino firmasen una tregua para proteger su mundo y dejar de lado la guerra pasada? Aquello era un misterio.
Fecha límite: miércoles 11 de octubre