Re: [Atlántica] Panteón Marino
Publicado: Sab Ene 27, 2018 2:47 am
Pronto se dio cuenta de que habría sido una mala idea coger el alga porque Ariel la detuvo antes de que pudiera hacerlo. Todas las algas estaban arraigadas a la tierra y al arrancarla, habría muerto. ¿Cómo no lo había pensado antes? Quizá tenía demasiadas cosas en la cabeza como para pensar en algo tan básico como eso.
Por otra parte, Dos se estaba transformando lentamente en humana y si no hacían algo, sería fatal para la pobre robot. Pero Ryota les ordenó que no hicieran ruido, al parecer tenía un plan.
—Si no tenéis intención de negociar, creo que la princesa podría dejar de apuntarme con ese Tridente de una vez. No he hecho nada ilegal, ¿no es cierto? Solo soy una vieja marchita que quiere estar tranquila…
Todo pasó demasiado deprisa. Fátima lanzó un hechizo congelante, pero a Kairi no le dio tiempo ni a invocar su Llave Espada porque justo después hubo un fuerte estruendo al que Ariel respondió con un hechizo del Tridente. Se cubrió lo mejor que pudo, pero la cueva estalló.
* * *
Kairi despertó y lo primero que vio fue a Miki nadando lo mejor que podía alrededor creando una especie de barrera con su varita. A su lado estaban Daian y Celeste. Se incorporó y notó su cola ligeramente distinta. Pero no se fijó demasiado porque vio algo más perturbador. Enormes torbellinos se elevaban desde el fondo hasta la superficie y levantaban demasiado polvo para ver nada más.
—¿Estais todos bi... ¡AH!
Se cayó de repente y se tapó la boca con las manos. ¡Tenía voz de hombre! ¡Y sus manos también! Se miró el resto del cuerpo, tocándose por todas partes. Su larga melena había desaparecido y ahora tenía el pelo corto. Y le faltaba algo en el pecho. A su lado había un par de conchas con una cuerda rota... que ahora no tenían nada que tapar.
—¿¡Qué es esto!? ¡Es muy raro!— exclamó sorprendiéndose de su propia voz y de su torso de hombre algo musculado. Se había convertido en un tritón. Y pensaba que Daian y Celeste estaban bien, pero comprobó que a ellas también les había pasado algo. Habían intercambiado sus cuerpos. ¿Y los demás donde estaban?
—¿Ka... Kairi? ¿Eres tú? ¿Dónde... dónde están los demás?
—¡Sí, soy yo! Y tú eres... ¿Daian? Entonces la otra debe de ser...—preguntó mientras se tapaba el pecho por acto reflejo, aunque luego se daba cuenta de que era absurdo. Por suerte tenía cola de pez y no piernas, qué violento habría sido—No me acostumbro a esto.
—¡Por fin despertáis! Creía que no lo haríais nunca. No es el momento para volverse locos, ¿de acuerdo? Hasta donde he podido ver a Kairi… ¿A vosotras también? Bueno, calma, calma. Creo que es el efecto del Caos. ¿Visteis la figura que salió de la cueva de Úrsula? ¿Creéis que podría haber sido la persona a la que estabais buscando?
Kairi no había visto a nadie salir de la cueva, o al menos no recordaba nada de eso. Pero muy probablemente podría tratarse de Xihn. Es más, estaba segura.
—La princesa y Ryota fueron detrás de la figura que se escondía. Sobre los otros, no tengo ni idea de qué sucedió. Os saqué con un hechizo de teletransporte y traté de coger a los demás pero no llegué a tiempo. Mirad, no queda nada de la guarida.
El enorme agujero por el que descendían los torbellinos fue antes la guarida de Úrsula. No había ni rastro de ella, ni de Ryota o los demás. Se preguntó si estarían bien.
—Creo que la bruja estaba… intentando avisarnos. Creo que no hablaba de Aurora, sino de…
Entonces Miki miró en dirección al palacio de Atlántica, que desde allí no podían ver. Un destello de luz provenía de algún sitio. Se oyó una explosión y vieron a alguien azul combatiendo con algo con muchos tentáculos. ¿Sería Úrsula? El hombre trataba de empujarla hacia el acantilado.
—Esa mujer es la única que podría ayudarnos con la poción pero…
Tal vez aún tuvieran una oportunidad. Si Úrsula decidía colaborar...
—Gracias. Ha sido un milagro tenerte a nuestro lado. Esté donde esté, Fátima querría que nos mantuviéramos unidas. Pero Ariel...
—Ese hombre... tritón... lo que sea, podría ayudarnos. Parece ser también enemigo de Úrsula—comentó Kairi, aún sobresaltada por su voz.
—Miki, quizás puedas comunicarte con esa criatura. Si está luchando contra Úrsula, es posible que esté de nuestro lado. Habría que asegurarse, ¿podrías? Tranquilo, te cubriríamos las espaldas. Kairi... no quiero asociarte ningún deber. Si han ido tras Xihn... sólo puede esperarse lo peor. Nosotras podemos ir tras Ariel y Ryota, o quedarnos con Miki. No sé cuál de los dos lados será más seguro, pero... sabíamos desde el principio que esto era peligroso.
—No te preocupes, si nos mantenemos unidas nada podrá derrotarnos.
—Lo siento. Necesito ayuda. No puedo tomar este tipo de decisiones yo sola.
—Por ahora deberíamos centrarnos en Úrsula porque no tenemos ninguna pista de a dónde han podido ir los demás. Y Ryota y Ariel sabrán arreglárselas solos. Bueno... eso pienso yo—a Kairi tampoco se le daba bien hacer de líder porque nunca había estado realmente segura de nada y temía tomar malas decisiones.
—Yo iré con Miki a hablar con la criatura.
A pesar de estar rota la cuerda, recogió las dos conchas para llevarlas consigo para cuando recuperara su cuerpo de mujer... en un futuro cercano.
Por otra parte, Dos se estaba transformando lentamente en humana y si no hacían algo, sería fatal para la pobre robot. Pero Ryota les ordenó que no hicieran ruido, al parecer tenía un plan.
—Si no tenéis intención de negociar, creo que la princesa podría dejar de apuntarme con ese Tridente de una vez. No he hecho nada ilegal, ¿no es cierto? Solo soy una vieja marchita que quiere estar tranquila…
Todo pasó demasiado deprisa. Fátima lanzó un hechizo congelante, pero a Kairi no le dio tiempo ni a invocar su Llave Espada porque justo después hubo un fuerte estruendo al que Ariel respondió con un hechizo del Tridente. Se cubrió lo mejor que pudo, pero la cueva estalló.
Kairi despertó y lo primero que vio fue a Miki nadando lo mejor que podía alrededor creando una especie de barrera con su varita. A su lado estaban Daian y Celeste. Se incorporó y notó su cola ligeramente distinta. Pero no se fijó demasiado porque vio algo más perturbador. Enormes torbellinos se elevaban desde el fondo hasta la superficie y levantaban demasiado polvo para ver nada más.
—¿Estais todos bi... ¡AH!
Se cayó de repente y se tapó la boca con las manos. ¡Tenía voz de hombre! ¡Y sus manos también! Se miró el resto del cuerpo, tocándose por todas partes. Su larga melena había desaparecido y ahora tenía el pelo corto. Y le faltaba algo en el pecho. A su lado había un par de conchas con una cuerda rota... que ahora no tenían nada que tapar.
—¿¡Qué es esto!? ¡Es muy raro!— exclamó sorprendiéndose de su propia voz y de su torso de hombre algo musculado. Se había convertido en un tritón. Y pensaba que Daian y Celeste estaban bien, pero comprobó que a ellas también les había pasado algo. Habían intercambiado sus cuerpos. ¿Y los demás donde estaban?
—¿Ka... Kairi? ¿Eres tú? ¿Dónde... dónde están los demás?
—¡Sí, soy yo! Y tú eres... ¿Daian? Entonces la otra debe de ser...—preguntó mientras se tapaba el pecho por acto reflejo, aunque luego se daba cuenta de que era absurdo. Por suerte tenía cola de pez y no piernas, qué violento habría sido—No me acostumbro a esto.
—¡Por fin despertáis! Creía que no lo haríais nunca. No es el momento para volverse locos, ¿de acuerdo? Hasta donde he podido ver a Kairi… ¿A vosotras también? Bueno, calma, calma. Creo que es el efecto del Caos. ¿Visteis la figura que salió de la cueva de Úrsula? ¿Creéis que podría haber sido la persona a la que estabais buscando?
Kairi no había visto a nadie salir de la cueva, o al menos no recordaba nada de eso. Pero muy probablemente podría tratarse de Xihn. Es más, estaba segura.
—La princesa y Ryota fueron detrás de la figura que se escondía. Sobre los otros, no tengo ni idea de qué sucedió. Os saqué con un hechizo de teletransporte y traté de coger a los demás pero no llegué a tiempo. Mirad, no queda nada de la guarida.
El enorme agujero por el que descendían los torbellinos fue antes la guarida de Úrsula. No había ni rastro de ella, ni de Ryota o los demás. Se preguntó si estarían bien.
—Creo que la bruja estaba… intentando avisarnos. Creo que no hablaba de Aurora, sino de…
Entonces Miki miró en dirección al palacio de Atlántica, que desde allí no podían ver. Un destello de luz provenía de algún sitio. Se oyó una explosión y vieron a alguien azul combatiendo con algo con muchos tentáculos. ¿Sería Úrsula? El hombre trataba de empujarla hacia el acantilado.
—Esa mujer es la única que podría ayudarnos con la poción pero…
Tal vez aún tuvieran una oportunidad. Si Úrsula decidía colaborar...
—Gracias. Ha sido un milagro tenerte a nuestro lado. Esté donde esté, Fátima querría que nos mantuviéramos unidas. Pero Ariel...
—Ese hombre... tritón... lo que sea, podría ayudarnos. Parece ser también enemigo de Úrsula—comentó Kairi, aún sobresaltada por su voz.
—Miki, quizás puedas comunicarte con esa criatura. Si está luchando contra Úrsula, es posible que esté de nuestro lado. Habría que asegurarse, ¿podrías? Tranquilo, te cubriríamos las espaldas. Kairi... no quiero asociarte ningún deber. Si han ido tras Xihn... sólo puede esperarse lo peor. Nosotras podemos ir tras Ariel y Ryota, o quedarnos con Miki. No sé cuál de los dos lados será más seguro, pero... sabíamos desde el principio que esto era peligroso.
—No te preocupes, si nos mantenemos unidas nada podrá derrotarnos.
—Lo siento. Necesito ayuda. No puedo tomar este tipo de decisiones yo sola.
—Por ahora deberíamos centrarnos en Úrsula porque no tenemos ninguna pista de a dónde han podido ir los demás. Y Ryota y Ariel sabrán arreglárselas solos. Bueno... eso pienso yo—a Kairi tampoco se le daba bien hacer de líder porque nunca había estado realmente segura de nada y temía tomar malas decisiones.
—Yo iré con Miki a hablar con la criatura.
A pesar de estar rota la cuerda, recogió las dos conchas para llevarlas consigo para cuando recuperara su cuerpo de mujer... en un futuro cercano.