[Coliseo del Olimpo] Copa Ares

Encuentro entre Light y Ragun

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Re: [Coliseo del Olimpo] Copa Ares

Notapor Sombra » Lun Jul 07, 2014 5:38 pm

Light corrió hacia Zack con su llave espada en mano dispuesto a acabar con él de una vez por todas, sin embargo la sorpresa vino cuando nuestro contrincante esquivó una, dos y hasta tres veces las poderosas estocadas y cortes que el aprendiz de Tierra de Partida hacía. El guerrero tampoco se quedó quieto tras evitar los golpes de Light, sino que él también golpeó a mi compañero provocando un corte en su pecho para apartarlo de una patada que lo tiró al suelo.

¡Impulso Tenebroso! ―exclamé activando una de las habilidades que había desarrollado cuando todavía era un novato en Tierra de Partida.

Una bola de oscuridad que rezumaba una densa niebla salió despedida hacia el frente, empecé a correr tras ella siendo ocultado en la penumbra. Zack hizo algo predecible y aquello fue un error fatal. En cuanto partió a la mitad la Flama Tenebrosa la niebla se expandió ligeramente impidiendo ver venir el espadazo que le propiné y lo lanzó contra el suelo de la arena.

El gladiador soltó un rugido dolorido, no era capaz de seguir luchando, pero seguía consciente.

¡Demonios! ¡He perdido! ―soltó una queja mientras yo sonreía recibiendo las felicitaciones por parte de todos los espectadores.

Light se puso en pie como pudo y también sonriendo saludó al público contento por nuestra victoria.

Solo queda uno más ―me rasqué la nariz algo avergonzado por toda la gente que nos estaba mirando.

Es hora de medirte con ellos, Hércules.

***



Tras un descanso de diez minutos donde recuperamos nuestras fuerzas gracias a varias pociones y éters la ronda final dio comienzo.

¡Os deseo suerte!

Al otro lado del cuadrilátero estaba Hércules, no estaba seguro de quien era, aunque por lo que Phil había contado durante la Copa con ese mismo nombre era un héroe, al igual que Lyn. Mis piernas temblaron ligeramente nervioso.

Y el combate comenzó.

En cuanto el cuerno dio la señal Hércules se lanzó contra nosotros a una extraordinaria velocidad. No pude hacer absolutamente nada para evitar que Light recibiese dos potentes puñetazos que hicieron volar por los aires al aprendiz como un muñeco de trapo hasta acabar chocando contra la barrera. Tragué saliba y no me hice esperar utilizando una Estocada Oscura contra él, mi ataque más poderoso. Sin embargo, pobre de mí Hércules simplemente detuvo mi ataque agarrando el filo de mi llave espada sin apenas esfuerzo.

¿¡Qué demonios!? ―exclamé antes de ser golpeado en la cara con una monstruosa fuerza. No me dio tiempo a incorporarme, otro más y acabé en el suelo.

El pelirrojo dejó de prestarme atención cuando Light se acercó por su espalda intentando golpearle, pero con una insultante facilidad Hércules evadió el filo de la espada y con un último golpe dejó a mi compañero completamente fuera de combate.

Rugí por lo bajo y empecé a correr hacia él, el Héroe de Tebas levantó su puño y también empezó a correr, pero aquello solo fue parte de mi plan, empecé a hundirme en el suelo activando la Evasión Sombría... Pero no pude completarla.

Cuando estaba a medio camino de fundirme con el suelo una mano agarró mi hombro y tan solo tuvo que tirar para sacarme de aquel pozo de oscuridad e interrumpir mi habilidad. Un cabezazo fue lo último que pude recordar antes de perder la consciencia.

Habíamos perdido. ¿Tanta diferencia de poder había?
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Re: [Coliseo del Olimpo] Copa Ares

Notapor Light » Dom Jul 13, 2014 3:19 pm

Cuando Light se despertó, la cabeza le daba vueltas y se resintió de la espalda. Se llevó la mano a la nariz y comprobó que bajo una tirita alguien había untado una especie de ungüento —a saber de qué estaba hecho—. Los remedios curativos no eran tan modernos como los que conocía en Villa Crepúsculo, después de todo.

El resto de sus músculos estaban más o menos bien. Hércules solo le había golpeado en el estómago y en el rostro, así que podía moverse perfectamente.

Se encontraban en el templo donde los habitantes de Tebas acudían cuando necesitaban cuidados médicos. Light vio a un sacerdote equipado con un báculo practicar la magia curativa con los pacientes. Podía suponer que habían hecho lo mismo con él.

Miró su reflejo en uno de los espejos de la habitación y retiró un momento la tirita para comprobar el estado de su nariz, hinchada y rojiza. Al menos, seguía en su sitio.

Así que ya despiertas.

Vio por el reflejo del espejo que su compañero, situado en la cama contigua, se comenzaba a levantar.

Se acabó el torneo, qué se le va a hacer —dijo Light, dibujando una mueca en su rostro—. Ni entre los dos pudimos con él. Era como si no fuera humano…

Hércules. No olvidaría su nombre tan fácilmente.

Quería conseguir esa katana a toda costa. Mi madre era Portadora, ¿recuerdas? Pues ella blandía katanas como aquella —le explicó a Ragun las razones que le impulsaron a acompañarle en aquel torneo—. Obviamente, también me hubiera gustado ganar el mismo torneo que ganó ella en su día, pero ya veo que todavía no estoy a su altura.

>>¿Y tú? ¿Tenías alguna razón especial?

Tras escuchar a Ragun, ambos aprendices escucharon un grito que procedía del exterior de su habitación. El jaleo que se estaba produciendo era notorio y de ninguna manera podía pasar desapercibido. Light no pudo evitar saciar su curiosidad y se aproximó a la puerta para abrirla y comprobar qué estaba sucediendo al otro lado.

Gente herida e incluso muerta, en un estado deplorable. Todos ellos estaban arrojados sobre el vestíbulo del templo. Prácticamente todos los sacerdotes del templo se encontraban allí, atendiendo a aquellas personas que necesitaban urgentemente cuidados médicos. Desgraciadamente, eran demasiados y no daban abasto.

La gente se moría y no sabían la razón. Light se acercó rápidamente a un grupo de ciudadanos heridos que conversaba en voz alta mientras arrastraba a uno de los heridos más críticos a una de las habitaciones. Las heridas de estas personas eran mínimas y apenas requerían de cuidados, así que intentaban ayudar a otros que estuvieran más graves.

La conversación efímera bastó para que Light se diera cuenta de todo.

… Al principio eran pocas, pero nadie pudo hacerlas frente y en cuanto empezaron a asesinar su número aumentó mucho. Ahora hay sombras mucho más grandes y lo están destruyendo todo.

En efecto, sus oídos no le habían engañado. Había dicho “sombras”. El estremecimiento fue inmediato y una sensación parecida al vacío afloró en su estómago. El sentimiento de la culpa. Sus extremidades, tanto brazos como piernas, temblaron; mientras que su corazón parecía estar a punto de salir de su pecho.

Negó con la cabeza lentamente, deseando que todo fuera irreal. Que la tierra le tragara.

Si no se hubiera celebrado la Copa Ares esto no habría pasado. ¿Y dónde están los héroes cuando se les necesita? ¿Dónde está Hércules?

¡Eso me estoy preguntando yo! ¡Por todos los Dioses, alguien tiene que parar a esas criaturas!

Light corrió como alma que llevaba el diablo, esquivando con cuidado los cuerpos arrojados en el suelo del templo, algunos inertes y con los ojos vacíos. No intercambió palabras con Ragun ni con nadie más: simplemente corrió, sin decir a dónde se dirigía.

***


Se maldijo una y mil veces por todo lo que había pasado. Porque se había marchado del ágora para participar en el torneo, porque había decidido ser egoísta e irresponsable. Los Maestros se lo dijeron: la aparición de los Sincorazón había aumentado en el ágora y se requería de vigilancia. Dejar a Gaomon allí no había sido una buena idea en absoluto, él no tenía Llave Espada, por lo que le costaría mucho esfuerzo erradicarlos.

Por su culpa, los Sincorazón se habían multiplicado a base de devorar corazones de inocentes.

Parecía que Light corría sin rumbo, pero en realidad se estaba dirigiendo hacia el centro de toda la oscuridad y los problemas, donde la destrucción había comenzado: el ágora, donde debía estar esperándole Gaomon. Aunque no conocía toda la ciudad, bastaba con levantar la mirada para localizar a un Sincorazón gigante, situado en el ojo del huracán.

Podía escuchar gritos y explosiones: definitivamente, el caos reinaba en Tebas aquella noche. Los Sincorazón, quienes habían acampado a sus anchas por las calles de Tebas, atacaban sin piedad a hombres, mujeres y niños. Muchos se dedicaban a arrastrar a sus seres queridos para llevarles al Templo de Esculapio, aunque no todos lo conseguían con éxito. Otros morían bajo los edificios, los cuales se venían a bajo por culpa de los gigantes Sincorazón que dominaban el poder del fuego y las explosiones.

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Light en aquel momento decidió ser egoísta. Otra vez. Su mirada estaba fija hacia delante mientras corría y no se desvió en ningún momento. Ignoró a cualquier habitante de Tebas que estuviera en peligro: únicamente pudo desearles suerte. Algunos de los guerreros con los que había competido en la Copa Ares se encontraban en las calles luchando contra los Sincorazón, así que con suerte ellos les protegerían.

No tenía tiempo que perder. Gaomon le estaba esperando en el ágora, después de todo.

Múltiples Sincorazón de varios tipos se interpusieron en su camino. No se entretuvo con los más pequeños y se limitó a apartarlos de su camino con contundentes golpes de Llave Espada.

Oh, su Llave Espada. Light se quedó mirando fijamente el mango de su arma mientras corría, el arma por el que juró sus deberes de Portador. No merecía esgrimirla.

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Finalmente, llegó a la plaza de la ciudad, el famoso ágora. Múltiples Sombras y Neosombras acechaban por ésta, y en el centro, la sombra más grande y aterradora de todas. Su anatomía era comparable con la de un ser humano, uno gigantesco. Aparte de su tamaño, otra cosa que llamó su atención fue el impresionante boquete abierto en su tronco, en forma de corazón.

¿Cómo se suponía que iban a tumbar a esa cosa?

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Presa del miedo, sus piernas temblaban de nuevo. Era horrible, no debería existir algo como eso. El miedo paralizaba su cuerpo y su mente. Ese ser colosal le mataría, lo sabía. Si avanzaba hacia el centro de la plaza, las sombras y aquel gigante de oscuridad le destruirían. Al lado de él, Light se sentía cómo un diminuto insecto, destinado a una muerte más que inmediata.

Sintió el deseo de volver por donde había venido, pero sus piernas estaban clavadas en el suelo. Si Ragun hablaba con él y le sugería empezar a luchar, Light no le contestaría. Permanecería mirando fijamente al Lado Oscuro, sin pestañear y con la boca medio abierta. Gaomon, Zack Y Spartacus estaban luchando en el centro de la plaza contra las sombras más pequeñas, pero Light hizo como si no los hubiera visto e ignoró el hecho de que se encontraran en apuros. Había regresado para asegurarse de que su compañero estaba bien; y se alivió al comprobar que así era, pero ahora que había llegado no se atrevía a reunirse con él ni dirigirle la palabra después de lo que le había hecho.

En el caso de que Ragun insistiera para unirse a ellos, Light le acabaría respondiendo:

Es tarde —en ese momento se dejó caer de rodillas, derrotado y cabizbajo, incapaz de cargar el peso de la culpa—. No podremos ganar, no podemos hacer nada —tragó saliva—. Por mi culpa.

Toda su determinación se había venido abajo, y ahora solo quedaba miedo. Y es que no se atrevía a mirarles a la cara, ni a Ragun ni a nadie.
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Re: [Coliseo del Olimpo] Copa Ares

Notapor Sombra » Mar Jul 15, 2014 1:20 am

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Me movía a toda velocidad por las calles de aquella ciudad sumida en una perpetua noche. Podía notarlo, no muy lejos alguien vivo había llegado al mundo. Mis zarpas tan negras como la oscuridad parecían quemarme la piel, aquel dolor solo podía ser calmado con sangre.

Mi cuerpo ansiaba ver quien era aquella persona, aquel que se convertiría en mi alimento. La lluvia repiqueteaba contra el suelo y me empapaba, pero aquello no me resultaba molesto. Ni siquiera la notaba en aquel momento, estaba demasiado concentrado en aquel que podía oler cada vez más cerca.

Atravesé un callejón, y otro. Muchos otros que eran como yo también se habían visto atraídos por su esencia, era un imán para todos los que le habíamos notado.

Y allí estaba, en el centro de una gran plaza frente a un rascacielos: Un muchacho que sonreía mientras eliminaba a mis hermanos, uno tras otro. Sorprendentemente nosotros no estábamos siendo los cazadores, éramos la presa, su presa. Un escalofrío recorrió mi espina dorsal en cuanto vi lo que llevaba en su mano. No sabía si había visto o no un arma como aquella, pero casi como si estuviese grabado a fuego en mi cuerpo pude notar el peligro de su espada. Tenía miedo, pero también un deseo superior a lo normal de devorar el corazón de aquel humano.

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Sin embargo, algo hizo que me mantuviese quieto mientras decenas de los míos se lanzaban sin más contra él. ¿Conciencia? ¿Interés? No tenía conocimiento de tales términos, pero tal vez eran las únicas palabras capaces de acercarse a la perturbación que me corroía por dentro.

Lo vigilé durante horas, no me acerqué a él pero el hambre se acrecentaba a cada minuto que pasaba. Era desesperante.

He acabado con todos los sincorazón de la zona y he acumulado su energía. Vuelvo a casa —dijo con sequedad a un aparato que llevaba encima. No tenía conocimiento de idiomas ni la capacidad de aprender algo así. Fue como un galimatías inconexo y sinsentido, un montón de gruñidos desde mi punto de vista.

No pude controlarme más. Aquella persona había bajado la guardia por completo e incluso había hecho desaparecer su arma. Salí de mi escondrijo, entre las sombras del suelo y atravesé el corazón de aquel humano desde su espalda. Saqué mi zarpa de la herida y un chorro de sangre salpicó todo, el humano se giró hacia mí y sus ojos amarillos se cruzaron con los míos. Una sonrisa surcaba su rostro mientras caía al suelo muerto.

Un corazón negro y sin brillo abandonó aquel cuerpo y empezó a ascender hacia los cielos, pero yo fui más rápido y lo atrapé como si fuese lo más valioso que hubiese visto en toda mi existencia. Podía verlo claramente, aquel corazón sumido en oscuridad ocultaba algo que brillaba mucho más que cualquier otro que hubiese devorado. El cabello de aquella persona empezó a cambiar a blanco mientras su cuerpo muerto se desvanecía como si nunca hubiese estado allí.

Una extraña sensación bañó mis sentidos y un latido de corazón dentro de mí hizo que vibrasen cientos de sentimientos desde lo más profundo de mi alma. Por primera vez estaba sintiendo y ni siquiera lo sabía.

***


Abrí los ojos con brusquedad sintiendo que había tenido una pesadilla que no lograba recordad con la nitidez con la que la había vivido, aunque sabía de sobra que había ocurrido en él. Mi cuerpo medio desnudo en aquel momento se encontraba sudoroso por culpa de aquel sueño sobre mi pasado yo. Pronto me di cuenta por la decoración que me encontraba en un lugar en el que ya había estado hospitalizado una vez, el Hospital de Paracelmo (o templo, si me lo paraba a pensar) seguía igual que la última vez, recordaba con total claridad como había llegado a parar allí la última vez.

<<Me duele hasta respirar>>

Dejé salir un par de gruñidos molesto. No solo me dolían las costillas, sino que además el penetrante olor del incienso y los unguentos que habían aplicado en mí soltaban un tufo que llegaba a ser verdaderamente vomitivo.

Así que ya despiertas.

Eso parece —me llevé la manta a la cara limpiando el molesto sudor que descendía por mis mejillas. Acto seguido salí de entre mis sábanas levantándome con bastante esfuerzo.

Se acabó el torneo, qué se le va a hacer —soltó de pronto haciendo que en mi cerebro se repitiese lo último que recordaba antes de perder la consciencia, una aplastante derrota a manos del héroe de Tebas—. Ni entre los dos pudimos con él. Era como si no fuera humano…

Bueno, por lo que Phil me contó la vez pasada ese Hércules es el hijo de Zeus: El dios de los dioses —expliqué —. Supongo que si eso es cierto él es algo superior a un humano.

Quería conseguir esa katana a toda costa. Mi madre era Portadora, ¿recuerdas? Pues ella blandía katanas como aquella.

No hice comentarios al respecto mientras hablaba, aunque empezaba a entender algunas cosas del aprendiz. Buscaba seguir los pasos de sus padres, ambos portadores y seguramente muertos. Él los veía como desaparecido, pero si no tenía pistas a pesar de vivir en Tierra de Partida y todo el tiempo que llevaba siendo él mismo portador... Light no quería ver la verdad, probablemente ahora eran pasto de algún sincorazón, igual que Alexander.

Obviamente, también me hubiera gustado ganar el mismo torneo que ganó ella en su día, pero ya veo que todavía no estoy a su altura.

>>¿Y tú? ¿Tenías alguna razón especial?

No, ninguna. Solo quería ver cuánto había mejorado en estos años, pero ya veo que por ahora estoy lejos de ser un Maestro —suspiré resignado.

Justo en el momento en el que dejé de hablar un grito llegó hasta nosotros dos. Nos miramos al unísono y nos acercamos a la puerta para saber que estaba ocurriendo fuera de nuestra habitación.

Varias decenas de personas heridas estaban inundando el templo, algunos de ellos estaban completamente muertos. Los lloros de la gente que entraba en masa eran desgarradores.

… Al principio eran pocas, pero nadie pudo hacerlas frente y en cuanto empezaron a asesinar su número aumentó mucho. Ahora hay sombras mucho más grandes y lo están destruyendo todo —relataba uno de los heridos menos graves mientras ayudaba a otro que tenía un enorme golpe en la cabeza del que salía una gran cantidad de sangre.

No hacía falta más explicaciones para entender quien era el causante del ataque.

Si no se hubiera celebrado la Copa Ares esto no habría pasado. ¿Y dónde están los héroes cuando se les necesita? ¿Dónde está Hércules?

¡Eso me estoy preguntando yo! ¡Por todos los Dioses, alguien tiene que parar a esas criaturas!

El aprendiz de Tierra de Partida empezó a correr como si su vida dependiese de ello. Lo quisiese o no era mi deber ayudar en aquel momento, no podía hacer nada por aquellas personas que entraban en el Hospital de Paracelmo, pero podía salvar a los sincorazón de su propio sufrimiento. Tenía que ayudar a esas sombras, a los que eran como yo.

***


Aunque era de noche los incendios y explosiones que había por toda la ciudad dejaban ver todo como si fuese de día. Varios sincorazón atacaban a la población, pero era a Light a quien seguía en aquel momento. No sabía que pretendía, pero parecía saber donde estaba el foco de aquel repentino ataque de sincorazón.

<<Si eliminamos el foco de estos sincorazón deberían ir deteniendo el ataque>>

Si Light pretendía eso no me quedaba más remedio que ayudarle y por tanto, seguirle era mi deber. Como portador, como sincorazón y como humano. Los sincorazón no éramos asesinos, había una razón detrás de todo... ¿verdad? Tenía que haber una razón justificada por lo que necesitásemos corazones.

Tebas era un campo de batalla, los guerreros enfrentaban a las bestias de la noche arriesgando todo. Ni siquiera podían matar sincorazón con sus armas, pero al menos podían derrotarles y ganar tiempo para que los ciudadanos pudiesen escapar. Esquivamos varios sincorazón "menores" centrándonos un destino y por la ruta que estábamos siguiendo acabé deduciendo que nos acercábamos al Ágora. No tardamos en llegar y en ver el centro de todo aquel caos, la fuente de todo lo que estaba ocurriendo.



Decenas de sombras y neosombras pululaban a sus anchas por toda la zona y en el centro había un sincorazón que jamás había visto antes. Era muy parecido a un ser humano, pero medía al menos cinco metros de altura y en su pecho había abierto un enorme agujero con forma de corazón que le atravesaba de lado a lado.

Había estudiado siendo novato los sincorazón purasangre ya que a penas había cosas sobre los sincorazón emblema en aquel momento por lo tanto reconocía como se denominaba a aquel colosal, pero era mucho más impresionante verlo que leer descripciones.

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Es... ¡Es enorme! —exclamé sorprendido—. ¿Cómo es posible? Se supone que los Lado Oscuro son extremadamente raros.

No solo era enorme, mi propio instinto me decía que no era un enemigo que pudiese vencer solo. Era demasiado poderoso para unos simples aprendices como nosotros. Pero teníamos que hacer algo.

¡Zack, Spartacus! —me di cuenta de que ambos guerreros estaban enfrentándose en el centro del ágora contra las sombras y neosombras, pero eran demasiadas para ellos y ni siquiera se habían dado cuenta de que estábamos allí, estaban demasiado inmersos en el combate. Si nadie hacía nada sus corazones se verían arrastrados a la oscuridad sin ninguna posibilidad de escapar—. Tenemos que ayudarlos. —apresuré a Light, pero simplemente estaba parado boquiabierto. Su mascota, que estaba a su lado no dijo nada tampoco.

Es tarde —cayó de rodillas mientras temblaba como un flan. Toda la valentía que parecía llevar encima siempre se había convertido en debilidad en aquel mismo instante—. No podremos ganar, no podemos hacer nada. Por mi culpa.

¿Es así? —pregunté rabioso ante la respuesta pesimista del aprendiz. Sin mediar más palabra descargué en su cara un puñetazo tirándolo contra el suelo. Agité mi mano dolorida por el golpe que acababa de darle a Light—. Si no vas a hacer nada quédate ahí y muere como un cobarde. Conviértete en comida para los sincorazón. ¿Lo sabías? Los portadores somos los que tenemos corazones más apetitosos. Vendrán en manada para desgarrar tu tórax y arrancarte los órganos uno a uno.

>>Pero si todavía quieres encontrar a tus padres y seguir sus pasos levántate y demuestra que no eres un imbécil que se derrumba a la primera de cambio.

Con eso dicho dejé a Light atrás. Él era el único que podía decidir en aquel momento qué hacer y yo no me iba a quedar quieto viendo como Zack y Spartacus podían morir en cualquier momento.

<<Perdonadme. No es nada personal>>

Cogí por el cuello a una de las sombras que intentaron atacarme y la mordí arrancando su yugular y absorbiendo el resto de su cuerpo como si se tratase de alimento. Un aura de oscuridad empezó a rodear mi cuerpo y sin detenerme repetí el proceso varias veces más. El aura se hizo mucho más densa y podía sentir que mis poderes se estaban incrementado. Mis ojos brillaron como dos faros amarillos como respuesta a tal cantidad de oscuridad que estaba pasando por todo mi ser. Empecé a correr con la llave espada oscura en mano y avancé a una velocidad muy superior a lo que mi cuerpo me permitía, varias heridas se abrieron en mi cara y las pocas ropas que tenía puestas en aquel momento empezaron a tener cortes por culpa de aquello. Mi objetivo era el sincorazón gigante.

¡¡¡Estocada Oscura!!! —grité perforando la piel de una de las piernas de aquella criatura de oscuridad.

Levanté mi mirada triunfante tratando de ver la "cara" de aquel coloso. No había reacción que indicase que le hubiese llegado a dañar. Sentí entonces el efecto secundario de utilizar aquel poder del que disponía. No podía mover mis músculos ya que acababa de someterlos a una enorme presión y tampoco había derrotado a aquella cosa. Estaba indefenso a cualquier cosa que el titán hiciese en aquel momento. Había confiado en que utilizando mi habilidad para Devorar sincorazón purasangre ganase el suficiente poder para derrotar al sincorazón, pero me equivocaba.

El Lado Oscuro levantó su puño y me observó. Yo era su objetivo.

<<¡No!>>
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El Sincorazón que habló.

Notapor Light » Dom Jul 20, 2014 3:23 pm

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¿Es así?

Light se dispuso a levantarse cuando, de repente, un Ragun enfadado descargó un puñetazo en la mandíbula del aprendiz compungido. La fuerza del golpe echó al joven para atrás, provocando que cayera sobre el suelo. El puñetazo le había devuelto en parte a la realidad, pero no era suficiente.

Si no vas a hacer nada quédate ahí y muere como un cobarde. Conviértete en comida para los sincorazón. ¿Lo sabías? Los portadores somos los que tenemos corazones más apetitosos. Vendrán en manada para desgarrar tu tórax y arrancarte los órganos uno a uno.

Light desvió la vista y la clavó en el suelo, todavía incapaz de mirarle a Ragun a los ojos.

Meterle miedo no le ayudaría a reaccionar. Aún no.

Pero si todavía quieres encontrar a tus padres y seguir sus pasos levántate y demuestra que no eres un imbécil que se derrumba a la primera de cambio.

Las últimas palabras de Ragun le recordaron a su antigua Maestra inevitablemente, su abuela. Cuando cualquier cosa no le salía bien, ella siempre le decía que no se ahogara en un vaso de agua ni se rindiera.

Siempre hay un camino, siempre hay una manera de derrotar a tu enemigo. Si algún día te encuentras en una batalla que te parezca imposible... ¡nunca debes rendirte! Observa a tu enemigo y el escenario que te rodea. Crea una estrategia, e intenta anticiparte a tu enemigo, por muy poderoso que sea. Si piensas que la fuerza bruta te va a sacar de todos los apuros, estas muy equivocado... ¿¡Me estas escuchando!?

Light finalmente levantó la mirada y observó a Ragun, quien finalmente se había adelantado para ayudar a Gaomon y los demás. La situación seguía siendo crítica a simple vista: el número de Sincorazón era alarmante y seguía aumentando. El temible Lado Oscuro también era el problema: difícilmente podrían tumbar a aquel monstruo sin resultar pulverizados.

No existía ninguna estrategia que les permitiera salir del atolladero. Y aunque existiera, su cerebro sería incapaz de procesarla. Los remordimientos incesantes por haber condenado a Tebas le impedían pensar con claridad.

¿Qué está haciendo?

En ese momento presenció algo que hubiera deseado no ver. Ragun cogió a una de las sombras que pululaban por la plaza y sin más dilación… comenzó a devorarla. Light abrió los ojos como platos, se llevó la mano a la boca y manifestó una arcada; deseó no haber visto aquello y también se replanteó la posibilidad de que todo aquello fuera una pesadilla. Ojala lo fuera.

No comprendía como un humano —Light desconocía que Ragun fuera un Sincorazón— podía pasar de ser presa a depredador y devorar a los Sincorazón de aquella manera. Le parecía repulsivo en sobremanera, al mismo tiempo que absurdo.

Está mal de la cabeza” concluyó.

Pero al menos está intentando hacer algo para salvar la ciudad. A mí, en cambio, el miedo me paraliza y no puedo hacer nada”.

No dejes que el miedo te paralice

De nuevo, escuchó en su cabeza las palabras sabias de su abuela.

El miedo te debe despertar, te debe hacer más fuerte

Rápidamente, echó la mirada hacia adelante y se preguntó cómo podría despertar y unirse a la lucha. Siempre había luchado porque quería seguir los pasos de sus padres, pero ni había sido capaz de ganar la Copa Ares ni había podido defender la ciudad. No había podido hacer nada.

¿Mamá? ¿Papá?

Algo llamó su atención en ese preciso momento. Buscó la procedencia de la voz y terminó encontrando a un niño de Tebas que intentaba hablar con dos Sincorazón Soldado. De piel aceitunada, bajito y con una túnica blanca, aquel chico no debía llegar a los diez años.

Aquel chaval parecía convencido de que aquellos dos eran sus padres, ¿acaso se habrían convertido en…?

Uno de los Sincorazón se dispuso a atacarle con un zarpazo. El zagal lo esquivó por los pelos, pero cayó al suelo, a merced de sus depredadores.

En aquel instante, sintió la necesidad de hacer algo. Finalmente reaccionaba, despertaba. Light corrió hasta interponerse entre el joven y las criaturas. Fulminó a las dos criaturas con su mirada y puso fin a sus míseras vidas con un potente Latigazo. Cuando desaparecieron y sus corazones se elevaron hacia el oscuro cielo, el niño soltó un grito ahogado.

¡No eran tus padres! —exclamó Light—. ¡Huye, aléjate de aquí y ponte a salvo!

El chico, con ojos vidriosos, vaciló durante los primeros segundos pero finalmente asintió y se marchó corriendo.

Por mi culpa” si Light hubiera protegido a la ciudad desde el principio, puede que los padres de aquel chico siguieran vivos. Ahora ese chico tendría que aprender a vivir sin sus padres.

Del mismo modo que Light había vivido todos estos años.

Sabía que los Portadores tenían una importante responsabilidad, pero hasta ese momento no lo había aprendido en carne propia.

Fuego, algo se había encendido dentro de su ser, una motivación. Aunque había fallado a sus padres, a todos los Portadores de Tierra de Partida y a Tebas, tenía que seguir luchando para evitar que más niños tuviesen que perder a sus padres por culpa de los Sincorazón, para que aquel mundo no terminara como su antiguo hogar, Vergel Radiante.

Observó al imponente Lado Oscuro, el enemigo que debían batir para salvar Tebas. Ragun acababa de atacar y se encontraba quieto, y el puño del Lado Oscuro se aproximaba peligrosamente hacia él…

No podía salvarle. Él no era fuerte y no era capaz de vencer a todos aquellos Sincorazón.

Soy Nad. ¡La Guedrera que lucha pol el amol y la justicia! ¡Y en nombre de la Luna...! ¡Te castigaré!

Pero con la ayuda de su amiga sí que podía.

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¡Nadhia! ¡Dame tu poder!

El nexo se activó sin más dilación y el símbolo de su espalda brilló con fuerza. Su físico no cambió como ocurrió con Ragun cuando utilizó este mismo nexo, pero por dentro podía sentir una reconfortante energía que le llenaba por completo y eliminaba parte del miedo.

Light hizo lo primero que le vino a la cabeza para evitar que Ragun fuera masacrado. Materializó una cadena de luz en su pierna y le arrastró hacia él. Aquel hechizo de luz le dolería sin duda, pero era la única manera de retirarle a tiempo de la trayectoria del ataque de Lado Oscuro.

Desactivó Destino Enlazado para liberar al aprendiz de Bastión Hueco. Gaomon se percató en aquel momento de su presencia y se acercó a éste rápidamente.

Quise avisarte —dijo el eidolon primer lugar. Lleno de magulladuras y heridas, estaba en un estado lamentable—. Pero mientras estoy materializado no puedo comunicarme telepáticamente. Y no podía dejar el ágora…

Déjalo, la culpa es mía, pero ahora tenemos que tumbar a esa cosa. Vosotros luchad contra los más pequeños —recomendó serio. Light finalmente había tenido el valor suficiente de mirar a su compañero.

¿Pero tendría el valor suficiente para encarar a Lado Oscuro?

Light echó a andar hacia el gigante. Los ojos despiadados y amarillos de la intimidante criatura le apuntaron a partir de aquel momento y no se desviaron de él. ¿Se dispondría a atacarle?

Apretó sus puños para intentar disimular el temblor de sus brazos; no quería que Ragun le viera temblar de nuevo. Aunque había recuperado parte de su confianza y el miedo ya no le paralizaba, aquella criatura gigante seguía inspirándole un temor que jamás había experimentado.

ERES TÚ… TE BUSCAMOS...

Light giró la cabeza hacia la derecha y hacia la izquierda. Juraría que había oído una voz grave y nauseabunda, apenas clara. Sacudió la cabeza y supuso que simplemente se lo había imaginado.

LIGHT, VEN CON NOSOTROS. LIGHT, VEN CON NOSOTROS...

Light abrió los ojos como platos cuando se percató de que se trataba del Lado Oscuro y tragó saliva. Se quedó mirando fijamente al Sincorazón, en shock. Un Sincorazón estaba hablándole. Y le estaba buscando. A él.

La voz procedía de aquel titán, eso estaba seguro. Pero que un Sincorazón hablara no tenía ningún sentido: se suponía que eran criaturas primitivas sin inteligencia alguna que se guiaban exclusivamente por su instinto de devorar corazones. No tenían la capacidad de hablar.

Aquello cada vez se alejaba más de la realidad y empezaba a parecer un mal sueño, uno del que deseaba despertar. El Sincorazón siguió repitiendo su mensaje varias veces, dejándole claro que en efecto le estaban buscando. Su voz era grave y era complicado entenderle, pero a raíz de la repetición del mensaje terminarían comprendiéndole.

¿¡Por qué me buscáis!?

Aquí viene”.

El Sincorazón gigante levantó el puño y Light se preparó inmediatamente para evadirlo.

Dos alas de luz se materializaron en su espalda y se alzó rápidamente para esquivar el puñetazo. Acto seguido, voló rápidamente hacia su cabeza con el arma imbuida de luz: la Ira de Lucifer característica de su amiga Nadhia. La luz de su amiga en aquellos momentos le protegía; por un momento, le pareció posible la posibilidad de derrotar al Lado Oscuro.

Light asestó el golpe en el rostro de aquel ser y descargó una gran cantidad de energía luminosa, pero obviamente no fue suficiente. El Sincorazón no mostró signo de dolor y sin previo aviso atrapó a Light con su mano derecha.

La mano del Sincorazón le constreñía hasta el punto de que el aprendiz empezó a gritar, incapaz de soportar esa enorme presión. Ni Ragun ni Gaomon podrían liberarle de aquel poderoso ser; el segundo contemplaba aterrado desde el suelo como su amigo estaba siendo aplastado. Light estaba tan lejos que su mascota tenía que limitarse a disparar láseres de luz, pero la mayoría de estos fallaban y los pocos que acertaban en la mano no hacían ceder al Lado Oscuro. Los ataques que Ragun enviara tampoco funcionarían.

Light deseó que le liberara, que le lanzara lejos o incluso que le aplastara contra el suelo. Cualquier cosa sería mejor que aquella presión capaz de romper todos sus huesos.

No obstante, y por muy absurdo que sonara, el Lado Oscuro no quería asesinarlo ni devorar su corazón, lo quería vivo. Y no lo soltaría por nada del mundo a menos que alguien lo suficientemente poderoso para salvar a Light apareciera.
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Re: El Sincorazón que habló.

Notapor Sombra » Dom Jul 20, 2014 5:23 pm



El enorme puño del Lado Oscuro se cargó de energía oscura y empezó a descender impasible, a punto de aplastarme como una simple hormiga. Toda posibilidad de escapar de aquello se había esfumado tras utilizar la Estocada Oscura, mi más poderosa habilidad en aquel momento, pero también con una gran desventaja.

No quería morir, pero estaba a punto de hacerlo. Desde que había recuperado mis recuerdos como sincorazón Alexander no había vuelto a revelarse para controlarme, desconocía si aquel otro yo ya no podía controlarme o si simplemente no veía necesario hacerlo. Si tan solo tuviese todos sus poderes... Pero era tarde, yo ya estaba muerto. En cuanto aquel puño bajase del todo yo no sería más que un montón de carne y huesos desperdigados por el suelo de piedra.

Pero algo me salvó en el último momento al envolverse alrededor de mi pierna. Era una sensación desagradable y que hizo que a penas notase el dolor de la caída cuando golpeé mi cara contra el suelo rompiéndome la nariz (o eso supuse por el sonido de mi hueso), pero fuese lo que fuese me había salvado la vida. El enorme puño se estrelló en el suelo y se hundió en él abriendo un foso de oscuridad del que empezaron a emerger sombras.

<<¿Está creado un portal de oscuridad para atraer sincorazón?>>

De ser así luchar contra los sincorazón pequeños era una pérdida de tiempo, tan solo importaba eliminar al grande. De una vez por todas. Luchar contra las Sombras solo acabaría en una batalla de desgaste. Pronto me di cuenta de que una cadena dorada que Light había conjurado era lo que lograra salvar mi vida. A pesar de ser desagradable aquella sensación podía notar "cariño" venir de ellas. Aquella magia era inconfundible, Nadhia me había salvado la vida de forma indirecta.

Asentí hacia el aprendiz de Tierra de Partida dándole las gracias de forma silenciosa. Gaomón, la mascota de Light se acercó hasta él.

Quise avisarte —explicó—. Pero mientras estoy materializado no puedo comunicarme telepáticamente. Y no podía dejar el ágora…

Déjalo, la culpa es mía, pero ahora tenemos que tumbar a esa cosa. Vosotros luchad contra los más pequeños —dijo completamente en serio. Parecía que por fin había logrado hacerle frente a su miedo.

Light empezó a caminar hacia el coloso, no tenía sentido. ¿No veía que si yo no había podido hacer nada contra él tampoco el aprendiz podría? Ya no se trataba de un simple sincorazón. Dudaba que incluso colaborando pudiésemos vencer a aquel Lado Oscuro.

ERES TÚ… TE BUSCAMOS...

¿Que ha sido eso? —mis ojos se clavaron en el enorme sincorazón. Estaba seguro de que había sido él el que había dicho eso, pero era imposible. Los sincorazón que mantenían su forma no poseían "conciencia" de sí mismos, yo mismo había vivido de esa forma por lo que cualquier tipo de comunicación era imposible. ¿Era aquel especial?

LIGHT, VEN CON NOSOTROS. LIGHT, VEN CON NOSOTROS...

Observé al aprendiz y alterné la vista con el titán con los ojos abiertos. ¿Cómo sabía el nombre de Light? Tenían que estar siendo controlados por otra persona, no le encontraba otra explicación. ¿Pero quién? ¿Y por qué querrían a Light Hikari?

¿¡Por qué me buscáis!? —gritó como respuesta.

El Lado Oscuro descargó un puñetazo como el que había intentado acabar con mi vida, Light no dudó ni un instante en materializar un par de alas que lo elevaron en el aire esquivando el demoledor ataque y pude ver al aprendiz soltando un luminoso ataque contra su cara. La luz llamó la atención de Zack y Spartacus, quienes por un instante dejaron de luchar solo para ver aquello antes de bloquear el ataque de unos Soldados que iban a por ellos.

Pero ni siquiera cuando advertí del peligro al aprendiz éste pudo esquivar lo siguiente. La mano del sincorazón se cerró en torno a Light con fuerza suficiente como para que le fuese imposible escapar. Invoqué en ese momento mis alas de oscuridad y disparé una Flama Tenebrosa + que estalló contra la mano del monstruo, pero ni de cerca aquello pareció afectarle si antes mi Estocada Oscura tampoco había hecho efecto. Golpeé con mi llave espada la mano del monstruo una y otra vez, pero ni así pude hacer nada. Gaomón intentaba también liberar a su amo haciendo todo lo posible, pero era imposible. Éramos débiles.

Solo me quedaba una opción.

Recargué toda mi magia utilizando Éter Sangriento, noté un repentino mareo ante la pérdida de la sangre que se había transformado en energía mágica, pero aquello era suficiente para lo que pretendía hacer. Como un águila descendí sobre los sincorazón pequeños y utilicé Devorar para que su poder fuese mío, poco a poco fui ganando más poder, mucho más que antes.

Antes de que mis alas desapareciesen ascendí en el aire a mucha altura y cuando desaparecieron me dejé caer con la llave espada delante impulsandome con la Estocada Oscura para ganar mucha más velocidad en la caída y perforar su cabeza. Mi arma se hundió bajo la piel del Lado Oscuro haciendo que éste gritase, pero hubo un problema.

<<¡No puedo sacar mi arma!>>

Mi espada se había quedado atrapada en su cabeza y cuando traté de retirarla noté su mano apretándome. Me había agarrado, pero al contrario que Light no me mantuvo sino que me lanzó contra el suelo dejándome completamente inmóvil. Sentí como varias costillas se me rompían por el impacto y la dificultad que tenía para respirar lo hacía todo más difícil, me resultaba imposible levantarme.

Alguien... —susurré buscando una ayuda que sabía que nunca llegaría.

Era el fin.
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Re: [Coliseo del Olimpo] Copa Ares

Notapor Nell » Lun Jul 21, 2014 1:24 am

Después de pelear durante todo el día en una Copa cuyo vencedor no podían ganar, se habían metido de lleno en un combate en el que tampoco podían aspirar a la victoria. El Lado Oscuro oprimía a Light en su mano; Ragun, en cambio, era rodeado por sus vasallos sincorazón.

Entonces, cuando todo parecía perdido (como les suele suceder a quienes viven para contarlo), Light vio pasar una sombra por el rabillo del ojo. Y, al instante siguiente, el apretón que le oprimía se aligeró lo suficiente para volver a estirar los brazos. Estaba liberado, y logró comprender enseguida por qué: dónde antes había un alargado brazo de sincorazón hacia el aprendiz, ahora la parte extrema caía junto a él hacia el suelo.

La culpable del desmembramiento del sincorazón estaba a unos metros de él: Lyn. Sin dedicarle ni una mirada, desapareció de su vista y reapareció sobre la cabeza del sincorazón (¿habría volado? ¿o sobre qué había saltado?). Volviendo a hacer gala de su insensibilidad, arrancó de un golpe la llave espada de Ragun, provocando que el Lado Oscuro se revolviera de dolor.

Mientras tanto, Light caía al vacío. Se habría dado un tortazo tan bueno como el de Ragun si no fuera porque unos brazos le cogieron al aire. Se encontró con la sonrisa de Ronin cuando se giró para ver quién era.

¡Menuda paliza os han dado! ―se cachondeó el Maestro, soltándole en el suelo sin contemplaciones―. ¿Cómo no se te ha ocurrido llamar a algún aprendiz más cuando has visto la diversión? ¡Tenemos para aburrir!

¡Ronin! ¡Deja de hacer el tonto y acaba de una vez! ―se impacientó Lyn, cruzada de brazos sobre el Lado Oscuro―. ¡La ciudad aún está sufriendo el ataque!

Ya va, ya va… Es un juego de niños.

Levantó una mano y chasqueó los dedos.

Todo lo que Light y Ragun vieron fue luz. Un espeso manto de luz cubrió todo, impidiéndoles ver nada más allá. ¿Era un hechizo? ¿O se estaba sucediendo la acción más allá de sus ojos? En cualquier caso, el fulgor desaparecería y contemplarían que todos los sincorazón de la plaza habían desaparecido por completo. Del Lado Oscuro aún quedaba un rastro de oscuridad que no tardó en desvanecerse.

Lyn se encaminó hacia ellos. Aparentemente, se habría bajado antes de que el Lado Oscuro la diñara.

Te has pasado ―le recriminó―. ¿Qué hacemos si de camino nos encontramos con diez Bégimos, catorce Invisibles y seis Armadura? Eres un irresponsable.

¡No te cebes así conmigo, mujer!

La Maestra suspiró y lanzó la llave de Ragun hacia su dueño, la cual patinó sobre el suelo hasta quedar a su alcance. Viendo el gesto, Ronin pareció recordar algo y le aplicó un potente Cura a ambos chicos para que se restablecieran.

¿A él también? No es nuestro…

Lo fue. ¡Y no voy a dejar al chico desangrándose en la calle! Sé que bajo ese frío corazón, tú tampoco lo harías.

Cállate ―refunfuñó, pillada.

Ronin volvió a reír y se dirigió a ambos.

Venía a buscarte. Tardabas demasiado y, ya sabes, Higashizawa no guarda muchas sobras porque prefiere cocina fresca, así que te habrías quedado sin cena ―explicó brevemente―. Me crucé con Lyn y quiso venir en cuanto le dije a qué mundo iba…

¡Eso es mentira!

… y acabamos de llegar. ¿Queréis explicarme lo que ha ocurrido o es un secreto entre machos? ―les miró alternativamente con gesto amistoso. Algunas veces, no parecía reparar en que había aprendices suyos, y otros que no lo eran.
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Re: [Coliseo del Olimpo] Copa Ares

Notapor Light » Vie Jul 25, 2014 12:10 am

En aquellos momentos Ragun era el único que podía encarar al gigante de oscuridad. Utilizó unas alas oscuras análogas a las de Nadhia para ascender e intentó herir al Sincorazón ensartando su arma en la cabeza del monstruo. La criatura en principio gritó, una posible buena señal.

El Sincorazón no cedió de todas maneras. Además, Ragun se quedó sin su propia arma. Aunque Light estaba ocupado intentando soportar la fuerza que el Lado Oscuro ejercía en él, fue testigo del momento en el que el aprendiz del bando contrario era atrapado y se precipitaba sobre el suelo. Considerando la altura de aquel Sincorazón y su enorme fuerza, no iba mal encaminado si daba por hecho que estaba muerto.

A él tampoco le quedaría mucho, ¿no? Aunque, ¿por qué estaba tardando tanto en acabar con él? ¿Porque le quería vivo?

¿Eh?” a través del rabillo del ojo no divisó más que una sombra que se movía muy rápido. Puede que incluso fuera su propia imaginación.

De repente, toda la fuerza que le oprimía se extinguía y sentía que podía volver a respirar. Que era libre.

No podía creerlo pero era libre. Y la responsable de su liberad no era otra que Lyn, la Maestra de Tierra de Partida que tanto admiraba. La mujer animal se las había arreglado para arrancar su extremidad.

No tuvo tiempo para recapacitar ni para disfrutar de su libertad porque la fuerza de la gravedad comenzó a atraerle hacia el suelo. La caída sería dolorosa, sin duda; pero prefería caer a seguir siendo presa de aquella nauseabunda criatura.

Afortunadamente, alguien amortiguó su caída con sus brazos. Light vio de quien se trataba y se le iluminó ligeramente el rostro. Era Ronin, y había acudido con Lyn a aquel mundo para salvarles el trasero.

¿Maestro? ―balbuceó sorprendido.

¡Menuda paliza os han dado! ―sin miramientos, dejó que cayera sobre el suelo mientras se burlaba de él―. ¿Cómo no se te ha ocurrido llamar a algún aprendiz más cuando has visto la diversión? ¡Tenemos para aburrir!

Gracias por venir...

¡Ronin! ¡Deja de hacer el tonto y acaba de una vez! ―exigió Lyn―. ¡La ciudad aún está sufriendo el ataque!

Ya va, ya va… Es un juego de niños.

En ese momento Ronin decidió utilizar una magia que desconocían. Invocó una cortina de luz que les rodeó, extinguiendo de algún modo a todos los Sincorazón del lugar. La lógica de aquel hechizo todopoderoso se escapa a su comprensión. ¿Sería su abuela, una antigua Maestra, capaz de realizar hechizos tan descomunales como ése?

Te has pasado ―le echó en cara―. ¿Qué hacemos si de camino nos encontramos con diez Bégimos, catorce Invisibles y seis Armadura? Eres un irresponsable.

¡No te cebes así conmigo, mujer!

Incluso el Lado Oscuro había caído: no quedaba ni una sola de aquellas criaturas. El ágora estaba completamente a salvo y podía suponer que ya solo quedaban pequeños grupos de Sincorazón repartidos por la ciudad, o quizás estos también habían sido eliminados por el fulgor del Maestro de Maestros. Era inconsciente de los límites de aquella magia, después de todo.

Light todavía yacía de rodillas sobre el suelo, con los músculos doloridos y fatigados. Podía levantarse y mantenerse de pie, pero aquel día había sido tan intenso que sentía que se desmayaría al mínimo esfuerzo físico. Cabía destacar que hace una hora estuvo inconsciente en la cama del hospital, por lo que no estaba en su mejor forma en aquellos momentos.

¿Y ahora qué?” se preguntaba mientras su Maestro le aplicaba el hechizo curativo. Si en parte no le hacía gracia que los Maestros estuvieran aquí, era porque le pedirían una explicación de todo lo sucedido y se vería obligado a confesar. No les había reportado sobre la aparición masiva de los Sincorazón, después de todo. Y no era algo precisamente que ocurriera todos los días.

Ronin también se preocupó por el aprendiz de Bastión Hueco y se preparó para sanarle con el mismo hechizo curativo.

¿A él también? No es nuestro…

Lo fue. ¡Y no voy a dejar al chico desangrándose en la calle! Sé que bajo ese frío corazón, tú tampoco lo harías.

Cállate.

Ronin echó una de sus características carcajadas ante la reacción de Lyn. Light normalmente le habría reído la gracia, pero en aquella ocasión no estaba de humor. No después de haber ignorado por completo su misión para participar en un estúpido torneo, dejando indefensa Tebas. Se le caería la cara de vergüenza si le tocaba confesarlo… Definitivamente no se veía capaz de hacerlo.

Venía a buscarte. Tardabas demasiado y, ya sabes, Higashizawa no guarda muchas sobras porque prefiere cocina fresca, así que te habrías quedado sin cena ―comentó. Ahora que lo pensaba, no se había llevado nada al estómago durante ese día y estaba famélico―. Me crucé con Lyn y quiso venir en cuanto le dije a qué mundo iba…

¡Eso es mentira!

… y acabamos de llegar. ¿Queréis explicarme lo que ha ocurrido o es un secreto entre machos? ―intercambió miradas entre los dos aprendices. Su Maestro no inspiraba temor, sino todo lo contrario; incluso no les obligaría a confesar si no querían.

Podía negarse a dar explicaciones y no confesar que había abandonado la ciudad para participar en el coliseo. Los Maestros nunca se enterarían de su error garrafal y se aseguraría de no recibir ninguna reprimenda ―o algún golpe por parte de la bruta de Lyn―.

La posibilidad de que Lyn limpiara el suelo del ágora con su cara le impulsó a dar la siguiente respuesta:

No hay nada interesante que contar ―contestaba, intentando aparentar normalidad, mientras miraba a Ragun por el rabillo del ojo―. Bueno, los Sincorazón se asentaron rapidísimo, puede que alguien los estuviera controlando hábilmente para atacar la ciudad por algún motivo, no sé. Pensaba que podríamos controlar la situación pero al final hemos necesitado vuestra ayuda.

>>En fin, supongo que todavía nos queda mucho por mejorar ―se dirigió a Ragun, encogiéndose de hombros.

Light esperaba que Ragun no confesara que aquel Lado Oscuro había hablado y había pronunciado su nombre: lo último que quería es que los Maestros se preocuparan aún más. Ignoraba por completo el motivo por el que se había dirigido a él, pero prefería no pensar en ello. Los remordimientos aumentarían aún más si se llegaba a enterar de que todo aquel ataque Sincorazón se había materializado porque le estaban buscando.

Si el aprendiz de Bastión Hueco se disponía a hablar sobre la Copa Ares o sobre el Lado Oscuro, fulminaría a Ragun con la mirada para que parara en seco, con el rostro tenso, difícil de disimular.

¡Lyn! ¡Lyn! ―Zack, el gladiador con el que habían combatido previamente, se dirigió corriendo hasta acercarse a Lyn, con una amplia sonrisa dibujada en el rostro. Cogió las manos de su heroína y sin más preámbulo empezó a hablar con ella, entusiasmado―. ¿Tú has hecho eso, verdad? ¡Has eliminado a todos esos monstruos! ―no era consciente de que el responsable había sido Ronin―. ¡Has salvado Tebas de nuevo! ¡Eres…Eres la chica de mi vida!

Light se mantuvo al margen y se limitó a ser un mero espectador.

Lyn era conocida en Tierra de Partida por tener un carácter extremadamente fuerte y por su violencia. Además, no parecía la clase de chica que uno se pudiera ganar a base de piropos...

¡Por favor, sal conmigo y tengamos una cita!

Se le veía tan ilusionado...

***


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Unas cuantas horas antes...


Escasos minutos habían transcurrido desde que Light y Ragun perdieron el combate. Hércules se había encargado de llevar a los dos chicos al templo de Esculapio para que recibieran cuidados médicos.

Tras descender del coliseo, comprobó que la gente de Tebas había entrado en estado pánico y huía de unas criaturas amenazantes. Muchas hormigas de oscuridad perseguían a la población, sedientas de los corazones que ellos carecían. Hércules tenía claro que debía ayudar a la ciudad a superar aquella crisis, pero antes de nada tenía que dejar a sus oponentes en el hospital: no podía dejarles allí, a merced de las sombras.

Y así hizo. Corrió velozmente para llegar al templo cuanto antes, y una vez dentro, bajó a los aprendices de sus hombros y les dejó sobre la cama de una de las salas del recinto. No intercambió palabras con nadie y abandonó el templo lo más rápido posible, determinado a eliminar a cada una de las criaturas que amenazaban su querida Tebas.

¡Ayúdanos, por favor!

No tardó en encontrarse con una persona que necesitaba ayuda. Una madre le rogó entre chillidos que la ayudara a proteger a sus retoños. Madre e hijos estaban siendo acorralados por unos Sincorazón que se asemejaban a dragones.

El hijo de Zeus no lo pensó dos veces y se lanzó a por las dos criaturas. Cogió a uno de los dragones por la cola y sacudió al segundo dragón con el cuerpo del primero, sin miramiento alguno. Tras machacarles con unos cuantos golpes más, los dos monstruos se desvanecieron.

La progenitora de los dos infantes resolló aliviada. Curiosamente seguía allí: no había aprovechado la aparición del héroe para salir huyendo.

¡Muchas gracias! De no ser por ti habría sido nuestro fin. Ahora necesito que me hagas otro favor…

>>Duerme.

Antes de extrañarse por su segundo favor, su cabeza comenzó a dar vueltas y notó cómo todo lo que le rodeaba se oscurecía. Víctima del conjuro Morfeo, se precipitó sobre el suelo y no se volvió a levantar hasta que pasaran unas cuantas horas. Se encontraba totalmente inconsciente.

La madre chasqueó los dedos y el manto de ilusión que la envolvía a ella y a sus hijos se desvaneció, revelando su verdadera apariencia.

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No puedo dejar que me detengas, lo siento ―pronunció con un hilillo de voz―. Al menos no te quitaré la vida ―añadió, a pesar de que se encontraba dormido y no podía escucharla. Con Hércules fuera de juego, la ciudad estaba condenada y nadie sería capaz de salvarla. Su ejército no caería de ninguna de las maneras y se seguiría expandiendo; terminaría localizándole a él, la persona que más ansiaba encontrar: Light Hikari. Era solo cuestión de tiempo―. Esto es algo que tengo que hacer.

Estaba convencida de que protegería a su madre si lo lograba.

***


Que te vaya bien. Saluda a Saxor de mi parte ―aquello fue lo último que le dijo a Ragun antes de abandonar Tebas.

Hace unos minutos no se habría imaginado la remota posibilidad de regresar a Tierra de Partida, pero allí se encontraba, de una pieza. Se moría por llenar su estómago, por no decir que necesitaba descansar.

Todavía seguía pensando en lo sucedido en Tebas, no podía quitárselo de la cabeza. No había tenido el valor de confesarles a los Maestros la verdad sobre lo ocurrido; en especial a Lyn. La prometió que le ayudaría a destruir la armadura de Gárland para proteger aquel mundo. También la prometió que la ayudaría a derrotar al Villano Final para salvaguardar el orden de los mundos.

¿Qué sería de su promesa si ahora confesaba haber abandonado Tebas a su suerte? No, no y no, no podía decírselo a ella. Pero, en cambio, sintió que podía compartirlo con Ronin. Por nada del mundo quería su decepción, pero él le había encomendado aquella misión y al menos merecía saber la verdad.

Light y los Maestros estaban a punto de entrar en el castillo cuando, repentinamente, el aprendiz se detuvo en seco.

¡Esperad! Maestro Ronin, ¿podemos hablar los dos… a solas? ―miró a Lyn y asomó por su rostro una débil y nerviosa sonrisa mientras se rascaba la nuca―. Es… un asunto de machos, ya sabes… ―improvisó, deseando que Lyn se alejara nada más escuchar eso. Por nada del mundo quería decepcionarla y convertirse en su saco de arena.

¡Vete! ¡Venga!” exclamó mentalmente.

En cuanto la Maestra se alejó de ellos, resoplaría y Ronin podría darse cuenta de su alivio.

Tenía que confesarte algo ―Light cogió como asiento uno de los escalones de la escalinata que ascendía hasta la puerta del castillo―. Es sobre la misión de hoy, no os he contado toda la verdad.

Si no lo soltaba iba a reventar. Tenía que decirlo ya, no sabía cómo iba a hacerlo pero debía confesar. Comenzó a contarlo todo muy rápido, sin hacer apenas pausas para respirar.

No la he llevado a cabo. Vino Ragun y a cambio de dinero me pidió que fuera su pareja… de combate, me refiero ―aclaró, recordando aquel momento vergonzoso―. Me habló de un torneo en el que podría conseguir el suficiente dinero para comprar la espada que quería y naturalmente me interesó. Dejé a mi mascota al cuidado de la ciudad suponiendo que no pasaría nada y me fui de Tebas para participar en el torneo. Hércules me tumbó de dos golpes, perdimos la final y cuando me desperté en el hospital tras el último combate, me enteré de que la ciudad estaba siendo arrasada por un grupo de Sincorazón. Escuché que al principio fueron pocos, pero que crecieron progresivamente. Todo por mi culpa...

Light se llevó las palmas de las manos al rostro para ocultar sus ojos vidriosos. Confesar no había resultado tan difícil al final, pero los remordimientos seguían ahí.

El aprendiz no se imaginaba la reacción del jocoso de Ronin, ¿se lo tomaría a guasa o se pillaría un cabreo tremendo? Si se daba la primera posibilidad, Light retiraría las manos de su cara y se quedaría mirando a Ronin con una cara de incomprensión, como si hubiera visto un fantasma.

Pero…

Meneó la cabeza, incapaz de comprender la reacción de Ronin. Cogió aire y siguió hablando.

Cuando acepté la Llave Espada y me convertí en tu aprendiz, sabía que se trataba de una gran responsabilidad. Pero hasta hoy, hasta después de dos años… no me he dado cuenta de todo lo que conlleva. No me imaginé que sería tan duro portar esto.

Light levantó su Llave Espada para apreciarla mejor. Ronin posiblemente se sorprendería al verla; después de todo, aunque Light no era consciente de aquello, su Maestro conocía aquella Llave Espada muy bien, pues había pertenecido a un viejo amigo suyo.

Tú siempre le pones buena cara a todo, pero yo no puedo ―indicó, enarcando una ceja―. ¿Cómo lo consigues? Actualmente estamos en guerra con Bastión Hueco. Tú tienes allí amigos, ¿no? Por ejemplo, Ryota ―aquello lo había descubierto tras su desagradable aventura en Bastión Hueco―. ¿Cómo puedes luchar con esa presión? ¿No te echa para atrás la idea de luchar contra él? ¿Acaso serías capaz de matarlo? ―en caso de que se negara, lanzó otra cuestión―. Entonces, ¿por qué planeaste utilizar la armadura de Gárland como invocación en la guerra? Porque estabas dispuesto a destruir a tu amigo y al resto del bando contrario con ese poder, ¿no?

Esperaba comprender mejor a su Maestro tras aquella conversación. Puede que le viniera bien conocer su punto de vista, aunque dudaba mucho que cambiara el suyo propio tras escucharle.

Tras escuchar su respuesta, Light concluyó aquella conversación por su parte.

Ojala hubiera una manera de olvidar todas las penas. Olvidarme de mis responsabilidades de Caballero y de la guerra por un momento.

Cuando Light salió de la Villa Crepúsculo pensó que todo sería perfecto, que viajaría por los mundos para buscar a sus padres y que se limitaría a deshacerse de Sincorazón.

Pero esos dos años no habían sido en absoluto perfectos. Durante este tiempo no encontró pista alguna de la localización de sus padres. Conoció el lado más oscuro de los Portadores en Bastión Hueco y se enfrentó a la banda de villanos conocida como Villanos Finales. También había tenido que encarar la muerte y la traición de alguno de sus amigos, como Zeix y Axel. El fracaso había constado en su historial en múltiples ocasiones y sentía que no había logrado seguir los pasos de sus padres.

Puede que después de todo no fuera ningún Portador prodigio o talentoso al ser hijo de Portadores, aunque no le importaba en absoluto. Ni era fuerte, ni era apuesto ni era inteligente. Nunca se había considerado especial.

Aquel día se dio cuenta de que jamás sería como sus padres. Por mucho que su abuela le insistiera para que fuera como ellos, nunca lo sería, aquella era la realidad.

Él simplemente sería Light.

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¡Fin!

Pues este encuentro que en principio iba a ser express e improvisado al final se alargó y terminó convirtiéndose en esto xD! Siento todos los retrasos causados y gracias a Sombra por su paciencia y a Nell por controlar a los Maestros ñ_ñ

Un placer y nos leemos~
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Re: [Coliseo del Olimpo] Copa Ares

Notapor Sombra » Sab Jul 26, 2014 4:40 pm

Podía sentir el aliento de la muerte tras la oreja, esperando a que diese un último aliento, a que cerrase los ojos. Sabía que estaba ahí observando con paciencia a que mis fuerzas flaquearan.

<<No, no puedo morir>>

<<Sí, vas a m̻̠̥͕̚o̧̱̥̱͛r̶̸̮̬͓͉͕̥ͯ̌ͅį͔̼̙̙̮͔̜̗̯͗ͮ̅̈ͪ͒̚͝ŗ̧̗̗̱͈͍̒͂͐̅̔ͫͪ̈>>

Pero así era, estaba en las últimas. Mis costillas estaban rotas y probablemente se habían clavado en algún lugar vital. ¿Los pulmones tal vez? No tenía posibilidades. Solté un intento de risa sarcástica que no pasó de un ahogado sonido indescifrable.

No pude escuchar que decían unas voces en la lejanía. ¿Eran las ilusiones de un moribundo? ¿Un mero espejismo ante la desesperación?

Y entonces una luz envolvió todo. Fue una sensación extremadamente desagradable, como si estuviesen despellejando toda mi piel en un solo instante y luego me hubiesen echado alcohol por encima.

Te has pasado ―pude distinguir una voz femenina, a mis oídos la conversación que parecía estar llevándose a cabo eran simples balbuceos inconexos―. ¿Qué hacemos si de camino nos encontramos con diez Bégimos, catorce Invisibles y seis Armadura? Eres un irresponsable.

¡No te cebes así conmigo, mujer!

En ese momento todo mi cuerpo dejó de doler, vi un rastro de magia verdosa que rodeó mi cuerpo sanando todas mis heridas. Alguien había utilizado un Cura muy poderoso sobre mí. ¿Pero quién?

¿A él también? No es nuestro…

Levanté la mirada.

Lo fue. ¡Y no voy a dejar al chico desangrándose en la calle! Sé que bajo ese frío corazón, tú tampoco lo harías.

<<¡R̨͍̟̤̗̜̜̈͛ȍ̶͈̝̣̆͛͋̀̃͛n̼̫̪̄̈̚i̶̗̳̖̞̇̅̽̊ṅ͟!>>

Apreté los dientes sintiéndome humillado. Había sido salvado por el enemigo, aún peor, por aquel por el que había ido al Inframundo, el culpable de que mis esfuerzos para derrotar a la Armadura de Gárland en la Copa Phil se viesen reducidos a nada y de forma indirecta el que me había arrebatado mi brazo.

Cállate.

Me puse en pie en completo silencio y recogí la llave espada que sin darme cuenta habían lanzado a mi lado. Ignoré por completo la carcajada que Ronin estaba soltando para clavar mis ojos en él. Habría preferido morir antes que ser curado por él.

Venía a buscarte. Tardabas demasiado y, ya sabes, Higashizawa no guarda muchas sobras porque prefiere cocina fresca, así que te habrías quedado sin cena ―se refirió a Light―. Me crucé con Lyn y quiso venir en cuanto le dije a qué mundo iba…

¡Eso es mentira!

… y acabamos de llegar. ¿Queréis explicarme lo que ha ocurrido o es un secreto entre machos?

No hay nada interesante que contar ―noté como Light me miraba con cierto nerviosismo―. Bueno, los Sincorazón se asentaron rapidísimo, puede que alguien los estuviera controlando hábilmente para atacar la ciudad por algún motivo, no sé. Pensaba que podríamos controlar la situación pero al final hemos necesitado vuestra ayuda.

>>En fin, supongo que todavía nos queda mucho por mejorar.

No hizo falta que yo hablase, cosa que agradecí. No tenía nada que decirle al tuerto ni a sus secuaces y si Light no mencionaba al sincorazón parlante mejor para mí ya que esas cosas entraban en la naturaleza de ciertos asuntos que estaba tratando de investigar.

¡Lyn! ¡Lyn! ―por supuesto, el guerrero (que había estado luchando en otra zona del Ágora junto a Spartacus) vino corriendo a junto Lyn cuando se dio cuenta de que su heroína estaba presente―. ¿Tú has hecho eso, verdad? ¡Has eliminado a todos esos monstruos! ―en ese momento pude darme cuenta de que no había visto como todos los sincorazón habían desaparecido―. ¡Has salvado Tebas de nuevo! ¡Eres…Eres la chica de mi vida!

Sin prestar atención a Zack medité un instante. Tenía que haber sido aquella luz, algo que podría haberme matado en otras circunstancias aunque tal vez tener un corazón me permitía cierta invulnerabilidad a sistemas anti-sincorazón. Por eso podía entrar en Tierra de Partida sin morir (aunque tenía aquella sensación constante de incomodidad) o ir a Villa Crepúsculo, por el corazón que poseía y que me hacía ver como humano. ¿Pero cual era el límite que tenía aquella inmunidad de resistir sistemas aniquiladores de sincorazón? Por lo que podía comprobar había un cierto efecto en mi cuerpo cuando me encontraba bajo esa clase de magias como si provocasen una reacción alérgica (aunque sonaba un poco tonto)

Tendría que tener cuidado, incluso si no era letal para mí posiblemente fuese peligroso.

Que te vaya bien. Saluda a Saxor de mi parte

¿Eh? ―respondí despistado―. Y tú a Nadhia ―levanté la mano para despedirme y me di la vuelta. Quería comprobar que no quedasen grupos sincorazón atacando personas por Tebas por lo que apuré el paso vigilante.

Sin embargo, no había ninguno. ¿Hasta que punto podía aquella luz eliminar sincorazón? Tenía que tener una desventaja, como que no liberase los corazones o algo así. Si era una magia tan poderosa debería tener un gran punto flaco. Dibujé una sonrisa pícara. ¿Y si yo era el punto flaco de esa habilidad? La "gente" como yo, mejor dicho. Sincorazón con corazón humano asimilado hasta el punto de poder tener un cuerpo sincorazón y los sentidos e inteligencia de una persona.

¿Eso nos hacía superiores en la escala evolutiva?

Con ese pensamiento invoqué mi Glider y volví a Bastión Hueco. Poco a poco iba siendo consciente de las cosas que podría llegar a hacer si conseguía dominar todos mis poderes latentes, era cuestión de tiempo y entrenamiento, por supuesto.

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¡Sanseacabó! Pues muchas gracias por este encuentro, Laito. La verdad es que fue muy divertido xDDDD ¡La siguiente Copa la ganamos! ¿Eh? (?????)
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Re: [Coliseo del Olimpo] Copa Ares

Notapor Nell » Mié Jul 30, 2014 4:33 am

Por supuesto, Lyn reaccionó de una manera inesperada, completamente cogida por sorpresa:

¿La chica de tu vidaaaaa...? ―se escandalizó, retirando las manos―. ¡No, de ninguna manera! ¡Tengo demasiadas responsabilidades para tener una cita! ¡Y no funcionaría! ―aunque era obvio que se sentía halagada―. Me tengo que ir... YA... Tengo una cita, pero NO de ese tipo, algo... bah.

Salió, literalmente, corriendo como si de verdad tuviera prisa.

Al pobre Zack le rompieron el corazón. ¿O no?

¡Ella sí es una heroína! ¡Anteponiendo los demás a sus deseos! ―supuso, encantado― Creo que ahora estoy más enamorado. ¡Algún día espero convertirme también en un héroe!

Y se marchó contento con el rechazo.


---


Como Lyn ya había aprovechado para marcharse precipitadamente, Light no tuvo que suplicarle a Ronin para esa "charla de machos". Por el contrario, el Maestro parecía encantado.

¡Di!

Escuchó atentamente toda la explicación de lo que había sucedido de verdad a lo largo del día, de cómo Light había faltado a su misión y ahora veía las consecuencias de ello. Solo le interrumpió cuando comentó los resultados del torneo en el que habían participado.

¡Estos jóvenes de hoy en día! Ven una falda o una espada y se van detrás de ella. Y encima, ¡a luchar contra Hércules! ¡Seréis burros! ―se carcajeó.

Sin embargo, cuanto más profundizaba Light en el tema y más preguntas le cuestionaba, Ronin iba perdiendo su siempre buen humor para sustituirlo por la seriedad que pedía la situación. Se inclinó sobre su aprendiz y le puso una mano en el hombro.

Light, tal y como notáis todos, lucho contra esa presión y duda con optimismo. Las cosas no están tan negras como crees. Sí, tengo amigos allí. A pesar de lo que hagan, no pretendo matarlos, del mismo modo que tú tampoco harás con Ragun. Aunque tú mismo has comprobado hoy que los deseos no van siempre ligados a lo que uno debe hacer... Espero a que llegue el día en el que podamos entendernos, abrirles los ojos y volvamos a confiar los unos en los otros ―le confió―. Entiendo cómo te sientes. Es uno de los sino del guerrero y de nuestra profesión. Sin embargo, ¡alguien tiene que asumirla! ―sonrió―. Distraerse de vez en cuando no está tan mal. Ven a participar a más torneos o encuentra otro hobby. ¿Sabes? Hay una taberna en Port Royal en la que sirven una cerveza que...

Le dio toda una serie de instrucciones de cómo era y cómo llegar, además de muchas buenas razones para olvidarse de todo con la bebida (todo mentira). Cuando terminó se irguió de nuevo, se estiró y miró en la dirección por la que se había marchado la Maestra.

¿Qué? ¿Te apetece ir a buscar a Lyn? Te apuesto 100 platines a que estará como un tomate. ―terminó con un guiño.


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¡Fin del Encuentro!

No comento mucho porque es mu tarde y no sé qué poner, salvo que mil peldones si algo de Ronin y Lyn no gusta a alguien por cómo los he llevado (al primero hace tiempo que no le cojo y a la segunda casi na). Y bueno, que aun os queda para soñar con luchar contra Hércules, novatos (?)

Light, 30 PX. No tengo quejas ni sugerencias. Voy a perder la fama >:
Subes un nivelillo.

Sombra, 26 PX. Repetición de palabras en el mismo párrafo (como "tener", verbos frecuentes pero sustituibles si te pispas), problemillas con las tildes (como y cómo no es lo mismo) y algunas expresiones rarunas.
Subes un nivelón.
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Awards 2010-2011, 2012, 2013, 2014 y 2015
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