[El Mundo Inexistente] El último atardecer
Publicado: Sab Ago 02, 2014 3:06 pm
[El Mundo Inexistente] El último atardecer
Participantes:
Hikaru Akarui
Bavol Trené
Cronología:
Hikaru: Evento Global “Datastream” >Este encuentro
Bavol: Evento Global “Datastream” > Este encuentro > Trama “¡Sigamos esa senda!”
Sólo habían pasado unos días desde los hechos ocurridos en “Datastream” pero Hikaru aún seguía teniendo pesadillas con aquel evento. El joven proveniente de Villa Crepúsculo veía en sus sueños aquella escena en la que el Maestro Ryota era atacado y acababa desangrado en el suelo. Además, no podía evitar sentir la impotencia que sintió durante aquella batalla.
Lo recordaba aún muy bien. El joven estaba bastante apartado de la acción, mientras se dedicaba a hacer Cura a los demás aprendices, mientras estos arriesgaban su vida para asegurar el futuro de la Orden de la Llave-Espada. Se sintió como si no valiera nada. Era irónico que él, que trataba de ayudar a los demás, fuera el primero en quedarse apartado de la batalla mientras no sólo su futuro, sino el de todo el mundo, estaba en juego. Aquello le dolía mucho. Y le había hecho replantearse si de verdad merecería ser Caballero de la Llave-Espada.
¿Lo merecía? Era su gran duda, la duda que le acudía a su cabeza en aquellas últimas noches. Quizás después de todo, él no valía como Caballero. A pesar de todo, necesitaba encontrar una respuesta. Pero… ¿por dónde empezar? ¿Cómo buscarla? ¿Qué era lo que debía hacer?
Se levantó de la cama y se dirigió al mirador del castillo. Por el camino, suspiró varias veces. No se encontró con nadie con el que poder hablar de aquello. Se preguntaba cuál sería la reacción de su ex-Maestra en Tierra de Partida si supiera las dudas que estaba teniendo. Recordó cuando Simon la criticó por su manera de elegir a los aprendices en aquella ocasión que les escuchó a escondidas en la Torre del Reloj de Villa Crepúsculo. ¿Y si el piloto de la nave gummi había intuido que Hikaru no tenía madera de portador? Podría ser, desde luego. El hombre estaba algo molesto con la idea.
Una vez llegó al mirador del castillo, observó el cielo estrellado que había. Aún era de noche y los sincorazón seguían por las calles. De modo que no podía salir a dar una vuelta por la ciudad. ¿Qué podía hacer?
―¡Claro! Seré idiota...― Dijo el joven. Invocó su Llave-Espada para acto seguido lanzarla al cielo e invocar su Glider. No solo eso, sino que además invocó su armadura, pues era necesaria para los viajes en el intersticio entre los mundos. Sólo quedaba pensar a donde se iba a dirigir.
Participantes:
Hikaru Akarui
Bavol Trené
Cronología:
Hikaru: Evento Global “Datastream” >Este encuentro
Bavol: Evento Global “Datastream” > Este encuentro > Trama “¡Sigamos esa senda!”
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Sólo habían pasado unos días desde los hechos ocurridos en “Datastream” pero Hikaru aún seguía teniendo pesadillas con aquel evento. El joven proveniente de Villa Crepúsculo veía en sus sueños aquella escena en la que el Maestro Ryota era atacado y acababa desangrado en el suelo. Además, no podía evitar sentir la impotencia que sintió durante aquella batalla.
Lo recordaba aún muy bien. El joven estaba bastante apartado de la acción, mientras se dedicaba a hacer Cura a los demás aprendices, mientras estos arriesgaban su vida para asegurar el futuro de la Orden de la Llave-Espada. Se sintió como si no valiera nada. Era irónico que él, que trataba de ayudar a los demás, fuera el primero en quedarse apartado de la batalla mientras no sólo su futuro, sino el de todo el mundo, estaba en juego. Aquello le dolía mucho. Y le había hecho replantearse si de verdad merecería ser Caballero de la Llave-Espada.
¿Lo merecía? Era su gran duda, la duda que le acudía a su cabeza en aquellas últimas noches. Quizás después de todo, él no valía como Caballero. A pesar de todo, necesitaba encontrar una respuesta. Pero… ¿por dónde empezar? ¿Cómo buscarla? ¿Qué era lo que debía hacer?
Se levantó de la cama y se dirigió al mirador del castillo. Por el camino, suspiró varias veces. No se encontró con nadie con el que poder hablar de aquello. Se preguntaba cuál sería la reacción de su ex-Maestra en Tierra de Partida si supiera las dudas que estaba teniendo. Recordó cuando Simon la criticó por su manera de elegir a los aprendices en aquella ocasión que les escuchó a escondidas en la Torre del Reloj de Villa Crepúsculo. ¿Y si el piloto de la nave gummi había intuido que Hikaru no tenía madera de portador? Podría ser, desde luego. El hombre estaba algo molesto con la idea.
Una vez llegó al mirador del castillo, observó el cielo estrellado que había. Aún era de noche y los sincorazón seguían por las calles. De modo que no podía salir a dar una vuelta por la ciudad. ¿Qué podía hacer?
―¡Claro! Seré idiota...― Dijo el joven. Invocó su Llave-Espada para acto seguido lanzarla al cielo e invocar su Glider. No solo eso, sino que además invocó su armadura, pues era necesaria para los viajes en el intersticio entre los mundos. Sólo quedaba pensar a donde se iba a dirigir.