[Encuentro] ¿Quién es mi bichito azul favorito?

[Soul Artist]

—Es guapa, ¿eh? —comenté en voz baja al bichito azul mientras Dejay se acercaba lentamente a nosotros y él abría el libro—. Tú disimula y mira cómo se trata a una dama. Quién sabe, igual tú también así puedes aprender a cortejar a las féminas de tu planeta. Atiende bien, no pierdas detalle.

¡Qué bien disimulaba aquel pequeño alien! Estaba seguro de que miraba de reojo por encima de su libro, dispuesto a aprender de un gran maestro como yo en estas técnicas. Por supuesto, no era tan buen actor como un servidor, pero el pobre hacía todo lo que podía. Ya le enseñaría yo mismo.

—¡Bueeenos días Kit, azulado! Por casualidad, ¿habéis visto por aquí un maestro bajito y rubio?


Le dediqué una delicada sonrisa a la dama. Casi se me borró al ver a su compañero acercándose, pero me centré en mi papel: era importante que el bichito azul aprendiese de mí a cortejar damas. Era por su futuro, debía hacer ese bien; por supuesto, para que me admirase más. Todo por interés propio, como debía ser.

—Buenos días a usted también, dulce dama —saludé, presentando mis respetos con una reverencia y tomando su mano para darle un pequeño beso en ella—. Hace dos días que no le veo. ¿Le ha ido bien? ¿Ha entrenado?

Me incorporé nuevamente y puse mis dedos sobre mi barbilla, colocando una pose de pensador e interesante.

—Por la descripción, busca al Maestro Akio, ¿verdad? Pero témome que no le he visto hoy. Igual se encuentra indispuesto, lo que le da el día libre a usted y su... —miré de reojo al otro chico, con algo de desprecio oculto—... Compañero.

[Hitori]

Hitori observó los alrededores, buscando a su maestro con la vista, tal como le había pedido su compañera que hiciera. Después de echar un pequeño vistazo, sin encontrar al joven rubio, se dispuso a informar a Dejay, pero ésta había desaparecido de su lado y se encontraba caminando en dirección al otro joven y al extraterrestre azul. Hitori supuso que eran amigos de la chica y los observó en la distancia, hasta que vio que su compañera le hacía señales para que se acercase. Con paso lento y un tanto indeciso, se aproximó al pequeño grupo, con la cabeza baja.

Mientras Dejay era adulada por el otro joven, Hitori les observó detenidamente, intentando que no se percatasen. El extraterrestre azul no levantaba la vista de su libro, que era casi tan grande como él, y no prestaba mucha atención a lo que hacían los demás. "Debe de ser una criatura muy inteligente", pensó Hitori, esbozando una ligera sonrisa. "No deja de leer, y ese libro es bastante complicado". Hitori lo sabía, debido a que él también había recibido una copia. Sin embargo, sólo le había echado una ojeada.

Acto seguido, miró al otro joven. Debía de tener más o menos su edad, y parecía todo un galán, conversando con su compañera como todo un señor. Hitori pensó que era un chico bastante atractivo, incluso teniendo gafas. Pero pronto desechó estos pensamientos de su cabeza. "¿En qué estoy pensando? Seguro que Dejay y él tienen algo... No puedo pensar cosas raras". Se percató de que el chico de lentes le miraba fijamente, con un deje de desprecio, o eso imaginó Hitori, que bajó la cabeza rápidamente.

[Deja]

¿Dí-día libre? Aquello significaba que no íbamos a entrenarnos. Akio en mal estado, vaya faena... Al final el día sería mucho peor de lo que pensaba, muchísimo peor. Akio indispuesto, día libre para mí y para Hitori. Al ver que Kit se agachaba para besar mi mano cedí un poco, hasta que hubo acabado de hablar y alcé la mano invocando con un gran y deslumbrante esplendor. Me giré y me dirigí hacia Hitori, que tenía la cabeza gacha, quizás había oído la cortés voz de Kit y le decepcionaba no tener entrenamiento. Para asegurarme, se lo comenté con un tono triste y susurrando.


-No tenemos entrenamiento Hitori. Al parecer Akio está indispuesto y no puede acudir.


Seguramente tenía la cabeza gacha por eso, pobre Hitori. Esperé unos segundos a que asimilara la información. Habría que pasar la mañana haciendo otras cosas, iba ser una mañana muy larga y aburrida. "Presentaré a Hitori y a Kit, en un futuro serán buenos amigos"


-Bueno, ya que estamos —dije girando, para tener a los dos a la vista—. Kit, Hitori. Hitori, Kit. Ojalá en un futuro seáis buenos amigos. Kit, Hitori es mi compañero, compartimos tanto Maestro como entrenamientos. Hitori, Kit es un amigo, junto con el misterioso y desconocido ser sin nombre.


Y sin previo aviso, me acerqué a paso rápido al ser azul. Le arrebaté el libro de las manos sin demasiado esfuerzo y comencé por la portada negra y dura. Los mundos oscuros. "Tss vaya una pérdida de tiempo". La oscuridad, los sincorazón... Serían los temas tratados en aquel libro. Para que leerlo si íbamos luchar contra ellos, de que serviría leer un poco de su historia, qué hacen, incluso por qué lo hacen. Cuestión de tiempo, ya lo dirán los maestros. Es su función, apenas había llegado a aquel pequeño mundo llamado Tierra de Partida y ya controlaba bastante bien la espada, ¿qué más esperaban de nosotros los maestros? Era hora de hacer conocer mis opiniones, y estábamos en el mejor momento. Todos me prestaban atención.


-A ver, ya que tenemos toda la mañana libre todos —dije esto mirando con cara de ironía mirando a Kit y al azulado—. Os quería hablar de un tema común, los Maestros. Hemos venido para luchar contra el mal, los sincorazón y tantas otras cosas que han aparecido de la oscuridad de otros mundos. Pero, ¿cuándo? Ya sé que no llevamos mucho tiempo entrenando, pero creo que por lo menos los aquí presente saben manejar su Llave Espada —hice una pausa—. Kit, azulado. ¿Se puede saber que hacéis leyendo el mismo libro? Caso aparte, os gusta leer, comprendo...


Tragué saliva y esperé alguna respuesta en los presentes, pero nada. Es igual, proseguí con mi discurso. Estaba harta de los maestros, se creían listos, inteligentes, superiores. Que lo demostrasen, apenas había visto a Akio empuñar su Llave Espada una o dos veces.


-¿Hoy no entrenas? —pregunté a Kit, que proseguía con su cara pensativa—.


A ver que opinaban del tema. El azulado me daba un poco igual, demasiado infantil. Kit e Hitori, de ellos esperaba una buena respuesta. En aquel momento me fijé en lo que eramos... Dos hombres mas o menos de la misma edad, un ser azul, bajo, infantil e irritante y yo. Una joven un poco más pequeña que ellos. "Si hace nada estaba robando manzanas en Agrabah"

[Final Fan]

Había llegado a uno de los últimos capítulos mientras los demás hablaban. El decimotercero: "Nacimiento y Multiplicación". El proceso de formación de un sincorazón era, cuando menos, aterrador. Según la introducción del episodio: "Los seres que caen en la Oscuridad son poco a poco consumidos por ella y, llegados a un punto crítico, su corazón se se separa de su cuerpo y nace un sincorazón. Estas manifestaciones físicas de la Oscuridad pura se multiplican alimentándose de la Oscuridad de los corazones de otros seres... e incluso de los mundos."

"¿Los corazones de los mundos?" me extrañé.

Revisé de nuevo el índice para ver el nombre de los dos capítulos que me faltaban. El decimocuarto capítulo: "Los Corazones de los Mundos"... debía ser en el que explicaban ese concepto que todavía me estaba velado. Sin embargo, el último episodio del libro tenía un título que me resultaba más alentador todavía: "Kingdom Hearts".

Gracias a las múltiples visitas externas que teníamos en la nave de Espacio Profundo, nuestra política de educación se basaba en la unidad de conocimiento de los mundos. Por ello, se nos eran enseñados muchos idiomas diferentes... "Kingdom Hearts", por lo que sabía, podría significar... "Los Corazones del Reino". O... quizás "El Reino de los Corazones". No estaba seguro... aquel lenguaje era bastante ambiguo. Así, volví a la parte del libro en la que estaba para apresurarme a acabarla y llegar cuanto antes a aquel episodio. Mi ritmo de lectura era "frenético", según lo había descrito Kazuki. Aún así, la impaciencia por conocer todo lo que "Los Mundos Oscuros" tenía que ofrecerme me podía... por muy rápido que leyese, no era suficiente. Sin embargo, mientras pasaba las páginas para llegar a la que tenía marcada, el tomo salió volando de mis manos.

—¡Oye!

Dejay se había acercado y lo había cogido como quien coge un harapo. Observó brevemente su portada y lo apartó de su vista, que mostraba un desprecio evidente. Ya eran dos las veces que me habían quitado el libro aquella mañana. Suspiré.

—Kit, azulado. ¿Se puede saber que hacéis leyendo el mismo libro? Caso aparte, os gusta leer, comprendo...

—Mi nombre es Fyk... —aproveché para decir, desganado— Fykhjaal H'Gaajk.

Ella no me hizo demasiado caso (me había rendido en mi personal cruzada porque alguien lo hiciese), pero vi que otro chico que no conocía había llegado con ella. Al incorporarme de rodillas sobre el banco y apoyarme con los brazos en el respaldo, me fijé un poco más en su aspecto. Sus atrevidos ropajes, además de su pendiente y el estilo de su pelo, largo y con el flequillo largo, hacían que sorprendiese el hecho de que era un chico de lo más tímido a simple vista. Su cabizbajo porte hacía que casi pasase desapercibido al lado de Dejay e Ivan, los atrae-atenciones profesionales. Y sus ojos, aunque no eran fáciles de ver mientras mantenía la cabeza gacha, se movían mucho. Parecía que estaba pensando constantemente.

Saludé a aquel chico aprovechando que los otros dos no me hacían caso, levantando la mano y esperando que se diese cuenta. Tras ello, miré a Dejay para pedirle que me devolviese el libro, al igual que había hecho con Kit hacía un rato. Sin embargo, ella estaba demasiado ocupada preguntándole a Ivan por su entrenamiento, así que no tuve más remedio que levantarme de mi asiento, acercarme, y quitárselo de las manos. Al fin y al cabo, no lo agarraba con demasiada fuerza... parecía no importarle demasiado la integridad del tomo.

Con el libro ya recuperado, me dirigí de nuevo al banco, a seguir leyendo. Me empezaba a poner de los nervios.

[Soul Artist]

—Bueno, ya que estamos —anunció la rubia, dirigiéndome la mirada a mí y a su poco interesante compañero—. Kit, Hitori. Hitori, Kit. Ojalá en un futuro seáis buenos amigos. Kit, Hitori es mi compañero, compartimos tanto Maestro como entrenamientos. Hitori, Kit es un amigo, junto con el misterioso y desconocido ser sin nombre.

Aparté mi atención de la mujer y de mi azulado bichito para dedicar una falsa sonrisa al llamado Hitori. Observándolo de arriba a abajo, sentencié que no tenía nada de interés para alguien como yo; un muchacho aburrido, aparentemente no demasiado inteligente, callado... Ni siquiera merecía mi deprecio, solo mi indiferencia. Pero era mejor colocarle en su sitio, demostrar quién mandaba allí.

—Así que eres compañero de Dejay, ¿eh? —comenté—. Bueno, estaba claro que no todos los aprendices íbamos a ser interesantes, inteligentes, guapos o fuertes. Algunos tenemos todas las características, como yo; pero estaba claro que algunos no tenéis ninguna de ellas... Como se puede deducir viéndote.

Eché una pequeña risita para mí mismo. Seguro que le había acobardado más y sería incapaz de contestar; simplemente, ignoré todo cuanto tenía que contarme, dándole la espalda y dirigiéndome hacia Dejay y Flup.

—A ver, ya que tenemos toda la mañana libre todos. Os quería hablar de un tema común, los Maestros. Hemos venido para luchar contra el mal, los sincorazón y tantas otras cosas que han aparecido de la oscuridad de otros mundos. Pero, ¿cuándo? Ya sé que no llevamos mucho tiempo entrenando, pero creo que por lo menos los aquí presente saben manejar su Llave Espada.

—Debemos estar más preparados, según ellos. Somos novicios, y a sus ojos, estúpidos. Pero en mi opinión, ya somos mejores que algunos de ellos. ¿Habéis visto alguna vez a la Maestra Yami? Es tan tontita que no sé cómo la aceptaron como Maestra. Creo que al menos yo y tú, querida Dejay, podríamos derrotarla conuna mano atada a la espalda.

—Kit, azulado. ¿Se puede saber que hacéis leyendo el mismo libro? Caso aparte, os gusta leer, comprendo...

No contesté; simplemente, vi cómo el bichito azul recuperaba su libro de manos de la mujer, enfurruñado. Qué mono era.

—Mi nombre es Fyk... Fykhjaal H'Gaajk.

Mientras se alejaba, noté cómo mi respeto hacia él ganaba un par de puntitos. Era tontito, era alienígena, era pequeño y azul; pero algo de agallas y amor por la lectura tenía, y no me había delatado como que le estaba enseñando a cortejar a una dama. Sonreí ligeramente.

—¿Hoy no entrenas? —me preguntó Dejay, distrayéndome de mis pensamientos hacia Fyk.

—En absoluto, señorita. Hoy mi Maestro también está indispuesto, y he aprovechado para dedicar un día completo a la lectura. Ya sabe... Crecimiento intelectual personal.

[Hitori]

—Bueno, ya que estamos —Dejay se giró, mirando a ambos chicos—. Kit, Hitori. Hitori, Kit. Ojalá en un futuro seáis buenos amigos. Kit, Hitori es mi compañero, compartimos tanto Maestro como entrenamientos. Hitori, Kit es un amigo, junto con el misterioso y desconocido ser sin nombre.

Hitori hizo un ademán para estrecharle la mano al llamado Kit, pero ante la fría mirada crítica de éste, bajó la mano, intentando que el otro no viese el gesto. Inmediatamente dirigió la mirada al suelo.

—Así que eres compañero de Dejay, ¿eh? —comentó Kit—. Bueno, estaba claro que no todos los aprendices íbamos a ser interesantes, inteligentes, guapos o fuertes. Algunos tenemos todas las características, como yo; pero estaba claro que algunos no tenéis ninguna de ellas... Como se puede deducir viéndote.

Aquellas palabras ofendieron al joven, pero no mostró ningún signo de ello. Tan sólo continuó mirando al suelo. Tampoco le sorprendía aquella reacción; estaba acostumbrado a ser menospreciado por alguna gente de su propio mundo. Hitori tenía claro desde el principio que esa situación se repetiría tarde o temprano, pero ya no le importaba. Sólo él se conocía lo suficiente como para saber juzgar sus defectos y virtudes. "Y Ben, supongo", pensó, fugazmente.

No prestó mucha más atención a la conversación entre los demás. Escuchó por encima alguna frase de Dejay inquiriendo la opinión de sus compañeros acerca de su tarea, así como a Kit alardeando de su supuesta capacidad para vencer a cualquier enemigo. Lo próximo que escuchó con atención fue al pequeño extraterrestre anunciar su nombre, con un tono que denotaba un ligero enfado.

—Mi nombre es Fyk... Fykhjaal H'Gaajk.

"¿Fykjal... Gaak?" Dijo Hitori para sí, preguntándose cómo se pronunciaba aquel nombre digno de un extraterrestre. "Supongo que le llamaré Fyk y ya está..."

Hitori levantó la vista momentáneamente y advirtió que el pequeño extraterrestre le saludaba con la mano, sonriente, cosa que le sorprendió ligeramente. En aquel sitio parecía haber más gente agradable de lo que Hitori pensaba. Sonrojándose, sonrió ligeramente y movió la mano tímidamente en señal de saludo.

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Edito para cambiar el color de la letra y un pequeño fallo al copypastear un diálogo

[Deja]

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Ha habido un lapsus temporal, intento corregirlo. Al parecer, Narrador tu introducción debía ir después de mi comentario. No importa. ^^

Entre murmullos, y antes de que soltara mi discursillo llegó a mis oídos un comentario lleno de desprecio de la boca de Kit. Al parecer su ego asumía mucho para él.


—Así que eres compañero de Dejay, ¿eh? —comentó Kit—. Bueno, estaba claro que no todos los aprendices íbamos a ser interesantes, inteligentes, guapos o fuertes. Algunos tenemos todas las características, como yo; pero estaba claro que algunos no tenéis ninguna de ellas... Como se puede deducir viéndote.


Eso era un gran insulto hacia Hitori. "A ver que le suelta ahora él" pensé mientras cambiaba mi rostro. Al parecer Hitori le había tendido la mano como signo de amistad pero Kit la rechazara. Kit, Kit no había recibido respuesta en forma de palabras de Hitori. Lo único un gesto de sumisión, bajó la mirada y se apartó para acercarse a Fyk, el azulado. Vaya agallas tiene Ivan Kit... Decidí no intervenir por el momento, pero por dentro sentí desprecio por Kit.


Poco después de soltar mis opiniones y conclusiones, Fyk y Hitori habían entablado una conversación paralela haciendo caso omiso a lo que había planteado. De Fyk no esperaba mucho, pero sí una respuesta de Hitori, aunque fuera una mínima opinión. A este punto apareció la voz de Ivan Kit que me sacó de mis pensamientos internos.


—Debemos estar más preparados, según ellos. Somos novicios, y a sus ojos, estúpidos. Pero en mi opinión, ya somos mejores que algunos de ellos. ¿Habéis visto alguna vez a la Maestra Yami? Es tan tontita que no sé cómo la aceptaron como Maestra. Creo que al menos yo y tú, querida Dejay, podríamos derrotarla con una mano atada a la espalda.

-Quizás sí, quizás no. Yo me creo preparada, y no es ninguna broma —dije evaluando la figura de Kit pensativo ante mí. Me giré para ver a Fyk y a Hitori—. Cualquiera de nosotros sabría valerse por sí mismo. Cada uno tiene sus puntos fuertes y sus puntos débiles, ¿no? —escruté con la mirada a Kit, que anteriormente había insultado a Hitori por su forma física. Hice una pequeña pausa antes de seguir—. Mi punto fuerte es la fuerza física, aunque no lo parezca soy veloz y resistente. Al parecer tú y Fyk dedicáis tiempo de vuestro entrenamiento a la lectura. Y en cuanto a Hitori, no conozco su estilo de lucha...


Intenté usar un tono un tanto reivindicativo. Y, llamar la atención de Fyk y Hitori. Fyk, apenas lo conocía y lo incluí en mi descripción por no discriminar. A lo mejor hasta nos sorprendía y sabía hacer buenos trucos con su arma. "Después de todo, si lo han elegido como aprendiz será por algo" Quería verlo. Quería conocer los secretos de la lucha de cada uno.


—En absoluto, señorita. Hoy mi Maestro también está indispuesto, y he aprovechado para dedicar un día completo a la lectura. Ya sabe... Crecimiento intelectual personal.


Me había respondido Kit. Día libre para todos menos para Fyk, que su lectura era obligatoria. "Perfecto, prepararemos algunos combates. A ver que les parece."

-Así que día libre... —concluí con la mirada. Observando a Kit con una cara pensativa lancé mi propuesta—. Sabíais que se puede hacer Magia con esto de la Llave Espada. Pero es un tipo de magia limitada, yo por ejemplo la puedo usar una vez durante no sé cuánto tiempo...—invoqué mi Llave Espada y mostré una pequeña demostración de la Magia "Electro" contra el aire. De repente surgió un trueno eléctrico de la nada y golpeó con fuerza el firme suelo—.¿Sorprendidos? Me lo enseñó Akio en nuestro último entrenamiento.


Esperando una respuesta, o un signo de sorpresa en sus caras sentí un tipo de satisfacción personal. Había tornado la atención sobre mí. Me sentía superior, aunque en el fondo esperaba que ellos también supieran hacer ese tipo de magias.
"Quizá sepan, ahora lo sabré..."

-Día libre, que os parece una lucha como calentamiento. Una lucha entre nosotros por supuesto.

[Soul Artist]

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Maldita sea. Siento el lío temporal establecido con las conversaciones. Gracias, Dejay, por saber lidiarlo.

—Cualquiera de nosotros sabría valerse por sí mismo. Cada uno tiene sus puntos fuertes y sus puntos débiles, ¿no? Mi punto fuerte es la fuerza física, aunque no lo parezca soy veloz y resistente. Al parecer tú y Fyk dedicáis tiempo de vuestro entrenamiento a la lectura. Y en cuanto a Hitori, no conozco su estilo de lucha...

—Ni hace falta que lo conozcas —murmuré para mí mismo de forma que nadie excepto el chico de camisa gris me escuchara. Me divertía que no replicara ninguno de mis comentarios.

—¿Sabíais que se puede hacer Magia con esto de la Llave Espada? Pero es un tipo de magia limitada, yo por ejemplo la puedo usar una vez durante no sé cuánto tiempo...

Bla, bla, bla. Suspiré mirando hacia otro lado, dándome cuenta de que lo que aquella mujer quería era un día de entrenamiento y no acercarse conmigo a mi habitación con la excusa de enseñarle "trucos nuevos". Claro que sabíamos lo de la magia, ¿quién no? Bueno, quizás el inútil de Hitori. Pero el bichito azul y yo teníamos esos conocimientos, y de sobra.

Un pequeño rayo cayó cerca de mí por sorpresa y me pilló por sorpresa, obligándome a pegar un pequeño salto pensando que me alcanzaría. La mujer lo había invocado y debí estar más atento: ahora parecería tonto.

—¿Sorprendidos? Me lo enseñó Akio en nuestro último entrenamiento.

—Por supuesto que...

Estuve a punto de soltar una bordería como consecuencia de aquella humillación, pero recordé entonces las lecciones de mi padre. A una dama siempre, siempre se le debía tratar como una reina: jamás debe uno mostrarse superior a ella. Tragué saliva, recogiendo fuerzas para hacer lo que iba a hacer.

—¡... Que sí! Ese rayo ha sido potente y cargado de mucha fuerza. Para haberlo aprendido tan recientemente, hay que felicitárselo...

Era una mierda de rayo, la verdad, pero así se contentaría. La cara de la mujer se llenó de satisfacción personal, probablemente por mi comentario; bueno, parecía haber funcionado.

—Día libre, que os parece una lucha como calentamiento. Una lucha entre nosotros por supuesto.

Oh, no. Odiaba los combates físicos, y mi poder actual solo me permitía hacer uso de una magia en concreto. La verdad es que, contra ella, estaría absolutamente perdido. Maldita sea, ¿por qué no había comprado Éter antes de irme de Ciudad de Paso?

Solo no podía vencer. Pero en compañía...

—Me parece una excelente idea. Un combate de dos contra dos, en igualdad de condiciones. Usted y yo contra Hitori y Fyk; excelente idea, ¿verdad?

[Final Fan]

Había acabado. Al fin. Y no había sido en balde. Los Mundos Oscuros había sido la mejor obra que había leído en toda mi vida sobre el tema que trataba.
...
Vale, que había sido el primero que había leído, pero aún así estaba seguro de que pocos podrían superar la calidad con la que estaba estructurado, la especificidad de cada hecho, de cada cita... No me había sentido tan instruido desde que papá me enseñó cómo funcionaban todos los botones del mando de mi televisión. "Kingdom Hearts"... era algo interesante. Mucho. No veía el momento de hablarle al Maestro Kazuki sobre el contenido de todo aquel tomo.
Así, cerré el libro con un sonoro golpe.

ZAM

—¡Leñe, qué susto! —no pude evitar exclamar.

Al cerrar el libro, había hecho un ruido de lo más inesperado, como si hubiese caído un rayo... o quizá no. Al mirar a mi alrededor, vi que la fuente de aquel sonido había sido un pequeño rayo invocado por Dejay para llamar nuestra atención, con el fin de comenzar lo que ella decía que era... ¿una lucha de calentamiento? ¿En serio?

—Eh... no creo que se una buena idea —opiné—. Los Maestros están siempre muy implicados en nuestra seguridad... no creo que les haga demasiada gracia que...

—Me parece una excelente idea —me interrumpió Ivan—. Un combate de dos contra dos, en igualdad de condiciones. Usted y yo contra Hitori y Fyk; excelente idea, ¿verdad?

—¡Oye! —repliqué.

Tras un profundo suspiro, preferí no hacerme de rogar y dejar el libro acabado sobre el banco, bien cerrado. Me levanté y me fundí con el variopinto grupo, esperando a que concretasen los detalles de la pequeña contienda.

—Aviso de que todavía no sé invocar magia y de que no tengo verdadera experiencia en combate —anuncié—, así que... pues eso.

Ivan había elegido bien a su compañera, al fin y al cabo. Eso se le daba bien: tornar la situación a su favor. Por mi parte, no estaba nada de acuerdo con aquel jueguecito... pero ya había acabado la tarea que me había encomendado Kazuki y no tenía ganas de quedarme sentado sin hacer nada.

[Hitori]

Mientras Dejay y Kit conversaban, Hitori se limitó a obsevar silenciosamente cómo el pequeño extraterrestre azul, Fyk, devoraba a un rápido ritmo todas las páginas de su libro de oscuras tapas, absorto en la lectura y sin atender lo que sus compañeros decían. "Sin duda, debe de tener una inteligencia asombrosa", pensó Hitori, recordando al instante que ya había pensado algo similar con anterioridad. Pero no por ninguna razón; aquel ser, aún siendo tan pequeño e infantil en sus actos, demostraba una capacidad intelectual bastante grande, al menos, en la opinión de Hitori.

Un fuerte destello, seguido de un estruendo, le sacó de sus pensamientos. Dejay acababa de invocar la magia Electro, casi alcanzando a Kit. Hitori esbozó una media sonrisa ante la situación, pero la borró inmediatamente de su rostro. "No está bien reírse de esas cosas", se dijo.
El rayo en sí, por otro lado, no había sorprendido a Hitori en absoluto. Él, a pesar de no tener grandes aptitudes físicas, dominaba tres tipos de magia básica: Hielo, Piro y Electro. Sin embargo, no le gustaba la idea de alardear de sus habilidades, por lo que permaneció en silencio.

Dejay sugirió, entonces, hacer una pequeña lucha para calentar. Kit accedió encantado, autoproclamándose compañero de la chica, y obligando así a Hitori y Fyk a que hicieran un equipo. Hitori observó al extraterrestre, que se quejaba de la situación, alegando que no tenía demasiada experiencia. El chico se acercó a Fyk.

—No te preocupes —le dijo, casi susurrando—. Sólo es un calentamiento... y te ayudaré en todo lo posible.

Hitori miró entonces a los otros dos, y asintió levemente con la cabeza en señal de su acuerdo para iniciar el combate.

[Deja]

Había calado el combate en ellos. Auténtica valía la de Kit al responder tan enérgicamente y dirigiendo cómo iban ser los grupos y el desarrollo de la batalla. En un principio había pensado en no hacer grupos, pero al parecer sería mejor así. "Yo y Kit, Kit y yo, suena bien. Tenemos la victoria en la palma de la mano". Fyk... Fyk iba ser un peso muerto para Hitori. Aunque al parecer por lo menos Fyk no sabía hacer magia. Kit había mostrado mucha sorpresa, pero no había dicho que la desconocía por palabras. Hitori no había mostrado apenas sorpresa.


Hitori era mi enemigo. "Quizás lo consideren como un calentamiento o un entrenamiento, pero esto para mi supone mucho. Nunca olvidaré la forma de luchar de cada uno, es una buena información". Concluí mientras dirigía con los brazos las posiciones de batalla.


-En iguales condiciones —repetí las palabras de Kit mientras le guiñaba un ojo. A parte de un buen calentamiento podía servir para reforzar amistades. Poco después ya estábamos en posición. Yo cruzaba mirada con Fyk a unos diez pasos. A cinco pasos de mi derecha se encontraba Kit. Y a diez en frente de este Hitori—. ¿Preparados? ¡A combatir!


Formábamos un rectángulo. Nos habíamos alejado un poco del banco y había suficiente espacio para hacer las acciones oportunas. Teníamos la victoria asegurada.

-Si no os importa, ¡comienzo yo! —apenas me importaba la respuesta de los demás. A sí que sin más dilación y sin invocar la Llave Espada pronuncié Electro y una suave pero electrizante corriente de electricidad fluyó de mis dedos y fue en cruz en busca de Hitori—. Electro

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Solicito supervisión de un Mod ya que Narrador no lo puede hacer.
Programa de turnos:
-Dejay
-Fyk
-Kit
-Hitori
El escenario es espacioso y sin obstáculos. Posiciones iniciales, las indicadas arriba. Formando un rectángulo.

[Final Fan]

Dejay nos guió hasta nuestras respectivas posiciones. Su alianza con Ivan me olía demasiado mal como para no tomármela en serio, pero aún así no me preocupé demasiado. Al fin y al cabo, no tenía nada que demostrar. Personalmente, no me importaba ganar o perder... pero lo sentía por Hitori. No me gustaría arrastrarlo a la derrota.

La batalla comenzó casi sin previo aviso. Dejay convocó una magia Electro hacia Hitori. No sabía si lograría darle, pero ya tenía clara una cosa: la chica iba a por Yagari. No tenía muy claro si el hechizo eléctrico sería invocado justo encima de Hitori (con lo que no tendría problemas para que no me diese) o brotaría de los dedos de la chica e iría como un rayo hacia él (en cuyo caso podría pasarle por debajo). Fuere como fuere, me ajusté bien los guantes de combate y me dirigí corriendo hacia Ivan Kit. Me pondría a su espalda pasando bajo sus piernas y me encaramaría a su espalda, apretando sus brazos contra su propio cuerpo para que así no lograse apoyar a Dejay en combate desde la distancia.

[Soul Artist]

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Que conste que me guiaré por nuestras estadísticas.

El combate de entrenamiento había dado inicio. Dejay se había lanzado directa hacia Hitori, sin apenas dudarlo; aquello me dio una idea sobre cómo desarrollar el combate. Mi mente generó rápidamente una estrategia por partes, primero de forma caótica y poco a poco de forma más clara.

Si algo se me daba bien, era crear estrategias de combate. Estaba claro: quizá no era muy fuerte, quizá no era muy resistente. Pero si me colocaba a la retaguardia, podría arreglármelas. Solo tenía que hacer entender mi estrategia a mi compañera y voilà.

Dirigí mi mirada contra mi pequeño y azulado contrincante. Era más débil que yo incluso a simple vista, pero su pequeño tamaño me dejaba algo claro: debía ser horriblemente rápido, rápido y con mucha capacidad de movimiento para esquivar ataques. Por suerte, el plan ofensivo no era mi idea.

—Fyk, me caes bien, pero no tienes nada que hacer contra mí. Intenta no estorbarme, ¿eh?

El bichito azul pasó de mi comentario y se dirigió corriendo hacia mí. Como imaginaba, era rápido, muy rápido. Tanto, que apenas pude reaccionar antes de que pasara por debajo de mis piernas y se lanzara a mi espalda, reteniéndome.

Era más fuerte que yo también. Su pequeño tamaño me había engañado por completo; me estaba costando librarme de él.

—¡Esto me pasa por subestimar a mis enemigos! —grité apretando los dientes, incapaz de librarme de él. No, no, aquello no entraba dentro de mi estrategia. No podía permitir que me retuviese de ese modo, tenía que librarme de él.

Observé a mi espalda y vi mi oportunidad de librarme de él. Di un salto hacia atrás y choqué con el banco en el que Fyk había estado leyendo Los Mundos Oscuros minutos antes; el golpe era inevitable. Me haría daño a mí mismo, pero también se lo haría al condenado bicho azul y, más importante, me libraría de él para salir corriendo en dirección contraria mientras se recuperara del golpe.

[Hitori]

—Electro —había murmurado la joven Dejay, lanzando un rápido rayo que fluía desde sus dedos en dirección a Hitori. Éste advirtió el rayo inmediatamente, pero aún con todo su esfuerzo, no logró esquivar el rayo del todo.

A pesar de la afinidad a la electricidad del joven, el rayo de Dejay era poderoso, por lo que Hitori dedujo que ella también era afín a la electricidad. "Debo tener cuidado y no usar electro", pensó, mientras se recuperaba. Pocos segundos tras el impacto, Hitori invocó su Llave Espada y se lanzó raudo hacia la joven.

Acto seguido, el chico intentaría enzarzarse en una batalla de espadas con su rival, aprovechando sus nuevas experiencias en el uso del arma blanca. Su prioridad sería lograr ponerse tras la chica para atacar por la espalda; tarea difícil, por otro lado, debido a que Dejay parecía ser más rápida que él. Hitori empleó toda su fuerza y velocidad en una fuerte estocada directa a la joven.

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Edito para corregir un fallo.
Reitero.

[Deja]

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Sistema de combate:
Los puntos de resistencia son los puntos de vida de cada uno.

Un ataque mágico quita el poder mágico dividido entre tres. Es decir yo tengo 3 puntos de poder mágico, ataco a death y acierto. Esto es que le quito un punto de vida de los 3 que tiene. Esto es, queda con 2 puntos de vida.

En cuanto a los ataques físicos se suma los puntos de fuerza más ataque con arma blanca/ataque cuerpo a cuerpo y se divide entre 6 porque actúan dos factores. Alguna duda PM a Narrador.

La lista queda así:
Dejay: 4
Kit: 1,5
Hitori: 2
Fyk 2,25

Fyk había agarrado rápidamente a Kit. Su superioridad de fuerza y velocidad se veía claramente pero la mente de Kit recurrió a un plan un tanto raro. Sin ofrecer resistencia lo único que hizo fue chocar contra el banco... A falta de fuerza valía la maña. En cuanto a Hitori le había acertado directamente mi electro causando leves heridas pero sin paralizarlo. El chico se había llenado de ira y venía hacia mi portando su Llave Espada. Estocada directa.

Deje que me diera para poder actuar con más margen. Al chocar conmigo la espada noté un poco de dolor. "Normal" pensé. Seguía igual, tampoco sentía tanto dolor, nada importante. Agarré con la mano izquierda el brazo con el que sujetaba la Llave Espada, no me resultó difícil. Con la otra le pegué e inmovilizado lo sujeté un buen rato para esperar alguna reacción de mi compañero o de él mismo. No paré de atacar hasta ver la reacción de Kit.