[Tierra de Partida] Curso de cocina básica

[Zodiark]

Después de las indicaciones que el chef Higashizawa dio para que sus alumnos hicieran el segundo plato, Xefil me hizo un gesto, gracias al que fácilmente pude interpretar que quería que le ayudase. Sonreí y me acerqué a él para ayudarle en lo que necesitara, pero en aquel momento Higashizawa se colocó tras él y le llamó la atención. Xefil se giró, nervioso, para mirarle.

—¿S-Sí... se-señor...?

Higashizawa pasó la mano por encima del hombro de Xefil y cambió los tomates que allí había por un bote de cartón.

—Los moguris se han confundido. Puré de tomate es lo que necesitas. ¡A trabajar, veloz como la cebolla friéndose en la sartén!

No pude evitar reírme, pero conseguí contener la risa tapándome la boca con las manos. Higashizawa daba un poco de miedo, pero era gracioso ver cómo a Xefil le incomodaba su presencia. No obstante, preferí no mantener contacto visual con el chef, o se me quitarían las ganas de reír y acabaría igual de nervioso que mi compañero.

—¡Como la cebolla en la sartén, señor! —repitió Xefil con un tono de voz que delataba sus nervios y que me hizo soltar una pequeña carcajada.

Cuando me serené un poco, el chico me miró y me hizo una señal con la mano para que le pasara un cuchillo. Asentí con la cabeza y cogí uno de los cuchillos que había por allí y me dediqué a mirar cómo cocinaba su plato.

—Si necesitas ayuda con algo más sólo dímelo. ¡Pero luego tendrás que ayudarme tú con el mío, eh!

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No he aportado nada D: pero es que si no no llegaremos al mínimo de posts

[RedXIII]

Cuando vio que ya estaba lo suficientemente caliente hecho la cebolla picada, con el cuchillo, delicadamente, iba empujando la cebolla, vigilando que no saliera ninguna gota inesperada de aceite fuera de la olla, y el cubito de caldo. Fue removiendo un poco hasta que apareció el maestro Higashizawa y de reojo vio lo que hacia.

—Sí añades el arroz ahora, evitaras que se "pase" a la hora de hervir y ademas le impregnara el sabor de la cebolla y el caldo — Le dijo a Hiro, llamándole un poco la atención mientras le alcanzaba el arroz con su gran mano.


-Gracias- Le contesto Hiro, el cual siguió su consejo, cogió el arroz y lo vertió en la olla, mezclando todo.

Una vez quedo todo doradito, el maestro Higashizawa le señalo el agua, con la intención de que le echara al menos un baso de este, Hiro, en cambio, añadió dos, no era demasiado importante si ponía uno o dos, pero tardaría un poco mas en hervir, puso la tapa de la olla y la aparto a los fogones de atrás, que encendió previamente a fuego medio, para que pudiera ir preparando, de mientras, el jamón dulce. Cogió la sartén, que había elegido previamente de entre el montón de sartenes que tenia el maestro en un armario, anti-adherente y la puso en el segundo fogón, a fuego medio.

—Recuerda que tienes que poner la sartén a fuego medio y mirar el jamón dulce, cuando deje de desprender agua estará apunto para mezclar con el arroz — Le explico a Hiro, el cual ya lo había echado y controlaba, como le había dicho, el agua que desprendía.

Después de unos minutos el jamón estaba listo, levanto la sartén y lo puso en un bol, a continuación, rompió los dos huevos y los vertió en un bol, el cual tuvo que ir a buscar, y los batió hasta que quedaron revueltos, lo añadió a la sartén y empezó a transmitir un fuerte ruido, la sartén se había calentado demasiado y el huevo se estaba quemando un poco -¡Ah, mierda!- Exclamo al sentir aquel ruido tan fuerte.

—En la cocina, paz y amor, no te pongas nervioso, mueve el huevo para que no se pegue y vierte un poco de aceite para que se haga un poco — El maestro Higashizawa parecía algo contento mientras veía como Hiro se "equivoca" al intentar hacer una tortilla, tal vez era porque así aprendía un poco más. Por suerte la tortilla no salio muy quemada y no había ningún problema, la dejo en un plato y lo demás lo dejo en el fregadero, quedándose únicamente con la olla, aun hirviendo, el bol con el jamón, el plato con la tortilla y un bol grande para echarlo todo.

Una vez el arroz quedo hervido, Hiro lo saco y lo puso en el bol grande, mezclando el jamón y la tortilla, troceada con las tijeras, dentro. Aun habiendo terminado el plato, Hiro seguía añorando uno o dos ingredientes -Maestro, aun habiendo terminado el plato, echo de menos algún ingrediente-

El maestro no dijo nada, solo alargo su brazo hasta el hombro de Hiro y le miro a los ojos. Tal vez era una indirecta o confiaba en que Hiro lo entendiera, entonces recordó que al principio de la clase dijo "podéis pensar un poco fuera de la sartén si os sentís creativos", rápidamente Hiro fue a por dos ingredientes mas, uno no fue nada difícil de encontrar, el segundo le costo algo mas, pero pudo encontrarlo, una lata de atún y un bote de judías blancas. Primero escurrió el bote de judías blancas en el fregadero y a continuación las añadió junto al arroz, después, con una uña, agujereó la tapa del atún y lo abrió y, como con las judías, escurrió el aceite en el fregadero y lo puso con el arroz, lo mezclo todo con delicadeza y lo dejo preparado.

-Ahora si esta completo- Añadió mientras se secaba el sudor de la frente -¡Maestro, ya he terminado!- Le grito al maestro, el cual le respondió que dejara espacio para que sus compañeros pudieran trabajar.

[Zee]

—¡Maestro, ya he terminado! —escuché que Hiro exclamaba, atrayendo varios pares de ojos. Había sido el único al que le había parecido una buena idea expresar su victoria sobre su bol de arroz. Le dirigí una leve mirada desaprobatoria y continué cortando el pollo en tiras con el cuchillos.

—Eso pone toda la atención en mi plato, ahora... —me dije, mientras detenía mi tarea por unos instantes para tomar un bol de plástico y para pasárselo a Maya, a la par que Higashizawa repetía algunas instrucciones a un equipo de Aprendices. Parando oreja, tomé con rapidez un huevo, leche y la maicena, y los deslicé hasta que quedaron a un lado de Maya.

>>Lo que dijo él —le dije a la niña, señalando a Higashizawa con la cabeza mientras continuaba con mi tarea de partir el pollo—. Mezcla todo excepto la clara del huevo. Supongo que podemos meterle sal y pimienta, o algo..

—...y en otro recipiente debéis preparar la salsa — decía el Maestro Chef; resoplando, terminé finalmente con el pollo y me pasé a otro bol, donde metí el puré de tomate y lo mezclé con salsa de soya, azúcar y vinagre. Con la idea de que podría acentuar el sabor, robé un poco de saborizante de pollo y lo añadí a la mezcla. Cuando casi estaba lista, puse también unos trocitos de piña en el interior.

—Maya, una vez termines con eso, ¿podrías ayudarme a ponérsela a los trozos de pollo? La salsa tiene que calentarse... —pedí, mientras vertía la salsa en una sartén y la ponía sobre el fuego. Con suerte, teniendo dos personas trabajando, en lugar de una, las cosas saldrían con mayor rapidez y calidad.

[Zodiark]

—¡Maestro, ya he terminado! —exclamó Hiro.

Al escucharle, dirigí mi mirada al chico-perro, pero pronto volví a estar atenta al plato que estaba cocinando Xefil.

Mientras Higashizawa daba instrucciones a unos aprendices, Xefil me pasó un bol, y acto seguido me dio la leche, la maicena y un huevo.

—Lo que dijo él —me dijo Xefil mientras movía la cabeza para señalar con ella al cocinero—. Mezcla todo excepto la clara del huevo. Supongo que podemos meterle sal y pimienta, o algo..

Seguí sus indicaciones y separé la yema de la clara para mezclarla con maicena y un poco de leche. Mientras, Xefil seguía cocinando su parte, preparando la salsa.

—Maya, una vez termines con eso, ¿podrías ayudarme a ponérsela a los trozos de pollo? La salsa tiene que calentarse... —me pidió mientras vertía la salsa en la sartén para calentarla.

—Sí —respondí mientras seguía mezclando con cuidado de no pasarme y derramar la mezcla—. Creo que esto ya casi está —le comenté al chico al ver que la mezcla era ya bastante homogénea.

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Vale, tantos días para esto... Lo siento

[RedXIII]

Parecía que Xefil no estaba demasiado de acuerdo con la exclamación de Hiro, en respuesta le mando una especie de mirada extraña ¿Tenia un tic nervioso o algo? por si acaso, el le mostró su lengua.

Pensó que no era precisamente una persona demasiad amigable, así que decidió no acercarse demasiado a el, no le gustaba ese tipo de gente.

-Con todos los grupos que habían- Susurro para si mismo mientras se apoyaba en el borde de una encimera de la cocina, ya que había terminado poco tenía que hacer y no se atrevía a preguntarle al maestro si le permitía salir de allí para tomar el aire, así que decidió revisar su diario, hojas y mas hojas sin demasiada información importante, trivialidades, recordatorios o cosas sin sentido adornaban las paginas en blanco de aquel diario casi vació que apenas usaba para poner si día precisamente.

[Zee]

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¿Xefil poco amigable? No me salgas con mamadas de esa clase, lol xD

—Mientras la salsa se calienta, aprovechad el tiempo para rebozar el pollo. Calentad un poco de aceite, también —siguiendo las instrucciones de mi Maestro, prácticamente arrojé la sartén con la salsa en el fuego, esperando que no necesitase de mucha de mi atención.

Maya me mostró el rebozado, señalando que ya parecía estar listo. Asentí con la cabeza cuando vi que la mezcla no tenía grumos ni nada y me estiré para alcanzar el pollo que ya había cortado previamente. Tomé dos por el borde y, con cuidado, los fui sumergiendo poco a poco; una vez quedaron completamente cubiertos, los regresé a la tabla de cortar, queriendo no ensuciar otro plato.

Y con Maya asistiéndome, finalmente rebocé el pollo en su totalidad. Apresurado, apagué el fuego de la salsa tras revolverla un poco y, tras advertir que el aceite ya parecía estar bastante caliente, puse varios trozos en la sartén, esperando no quemarme con las burbujas.

—No olvidéis darles la vuelta de vez en cuando. Que un compañero comience a preparar los vegetales: zanahorias, judías verdes, cebollas y maíz dulce.

Con una sonrisa nerviosa, me volví hacia a Maya. Me encogí de hombros y apunté con la cabeza en dirección a las verduras, esperando que pudiese leer el "Por favoooooor~~" en mi semblante.

—En aceite —señalé—. Cuando estén listos les echas la salsa encima, y luego yo pondré el pollo, ¿de acuerdo? Después de eso lo dejamos calentar un poco y terminamos... creo.

Miré en dirección a Higashizawa, pero se hallaba ocupado con otros Aprendices.

—¡Oh, y si puedes, añade esto a la salsa! —y guiñándole el ojo a la niña, le pasé un plato de gajos de naranja partidos por la mitad. Yo también había pensado, sólo un poquito, "fuera de la sartén".

[RedXIII]

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Si Hiro no te conoce ¿como va a saber que eres un tío majo si le vas lanzando miradas "desaprobatorias"? -_-

PD: Zodiar, postea de una vez.

Hiro se aburría demasiado, sin que nadie le necesitara y nada que hacer poco podía divertirse en aquella cocina. Cogió su pequeño lápiz y en una de las hojas del diario hizo un dibujo de alguien, en unos poco segundos lo tenía dibujado y "coloreado", ya que no era ninguno de los dos su fuerte, a continuación se acercó a Maya y le enseño su dibujo.

—Mira que dibuje — Le dijo Hiro con una sonrisa algo "exagerada", mientras con las dos manos le enseñaba el dibujo a Maya.

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Su dibujo, falto de talento alguno, se notaba que era Xefil, aunque no era demasiado "fiel" a la realidad.

—Le he puesto un delantal verde porque le queda bien, y quería ponerle barba pero no me gustaba como quedaba — Comentó.

[Zodiark]

Xefil seguía cocinando su plato mientras yo miraba con atención para ir aprendiendo por si algún día tenía que hacerlo yo. Por suerte, con mi ayuda, no tardó mucho en acabar de rebozar el pollo.

—No olvidéis darles la vuelta de vez en cuando. Que un compañero comience a preparar los vegetales: zanahorias, judías verdes, cebollas y maíz dulce. —ordenó Higashizawa.

Xefil se giró hacia mí y me señaló, con la cabeza, el lugar donde estaban las verduras. Asentí con la cabeza y comencé a mirar lo que había por allí.

—En aceite. Cuando estén listos les echas la salsa encima, y luego yo pondré el pollo, ¿de acuerdo? Después de eso lo dejamos calentar un poco y terminamos... creo.

Cuando estaba a punto de ponerme a preparar las verduras, Xefil me pasó un plato con gajos de naranja partidos.

—¡Oh, y si puedes, añade esto a la salsa!

—De acuerdo —respondí mientras me giraba hacia el lugar donde iba a preparar las verduras y me llevaba un gajo de naranja a la boca tan pronto como Xefil dejó de mirarme.

Mientras estaba preparando las verduras, Hiro se acercó a mí para enseñarme un dibujo que acababa de hacer.

—Mira qué dibujé.

—Esto... Es... ¿Es... Xefil? —pregunté mirando algo extrañada el dibujo.

La verdad es que yo tampoco era muy buena dibujando, pero aquel Xefil que había dibujado Hiro era bastante "peculiar", incluso comparándolo con cualquier dibujo mío.

—En vez de cocinando parece que esté a punto de echarse a dormir...

—Le he puesto un delantal verde porque le queda bien, y quería ponerle barba pero no me gustaba como quedaba

—S-sí, hubiese quedado un poco raro... —le contesté mientras volvía a mis verduras—. Enséñaselo a él, seguro que le gusta —le dije a Hiro, riendo por lo bajo.

[Zee]

—No te he visto... —murmuré sarcásticamente después de ver, aunque sólo de reojo, cómo Maya se llevaba un poco de naranja a la boca. No hacía ningún daño, pero con lo poco que la conocía podía decir seguramente la niña creía que había cometido la travesura más grande del mundo.

Sonriendo un poco, volví a la sartén, donde hacía lo posible para que el pollo no se quemara. De vez en cuando intentaba darles la vuelta, pero los resbaladizos traviesos escapaban fuera de mi alcance, allá en el borde del recipiente donde darles la vuelta sin lanzarlos fuera sería toda una hazaña. Tuve que arreglármelas al hacerlos saltar un poco, moviendo la sartén de arriba a abajo; varias gotas de aceite me quemaron el brazo, pero... pero quedó bien.

Saca trozo. Mete trozo. Voltea. Saca trozo. Mete trozo. Voltea. Saca trozo. Haciendo esta rutina para cada bocado de pollo, individualmente, al final logré freír todo lo que antes me parecía una eternidad. Apagué el fuego y aparté la sartén caliente hasta el fondo, mientras con la otra mano tomaba el plato de pollo preparado. Me acerqué donde Maya y Hiro, notando de reojo que se divertían dibujando.

—Has puesto la salsa en la sartén, ¿verdad, Maya? —pregunté, sabiendo perfectamente que no lo había hecho. Volví a sonreír, más para mí que para el par. ¿Qué se le iba a hacer? Así era como eran, después de todo. Tomé la sartén de Maya y vertí todo lo necesario en ella—. Así sólo tendrá que calentarse antes de servirlo. Supongo que en cuanto el Maestro Chef esté listo, podremos comenzar con tu postre. Gracias por tu ayuda.

>>Oh, y Hiro... ¿Puedo ver tu dibujo? No lo habrás hecho sobre una servilleta, ¿verdad?

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El pobre Soda ha de estar ya desesperado. Perdón por tardar tanto con lo mío >_<

[RedXIII]

—S-sí, hubiese quedado un poco raro... — Contesto —. Enséñaselo a él, seguro que le gusta — Parecia reirse un poco por lo bajo.

>>Oh, y Hiro... ¿Puedo ver tu dibujo? No lo habrás hecho sobre una servilleta, ¿verdad?[/b][/color]

Hiro no le dio apenas importancia a aquel comentario y se lo enseñó como le pregunto.

—Es un retrato hecho con plastidecor — Comento Hiro mientras sujetaba el dibujo. Unos segundos después cerró el cuaderno y se lo guardo en el bolsillo, volviéndose a quedar a un lado de la encimera, apoyado, mientras, observaba como seguían "cocinando" Xefil y Maya.

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No estaré esta semana, así que id hablando vosotros y así vais mas rápido

[Zodiark]

Con Hiro enseñándome su dibujo, me estaba distrayendo de la tarea que me había pedido Xefil que realizase, que era preparar las verduras y verter la salsa. Por suerte, Xefil había acabado con lo suyo y se acercó para ocuparse él mismo.

—Has puesto la salsa en la sartén, ¿verdad, Maya?

—Uh... lo olvidé —respondí mientras me rascaba la nuca con un poco vergüenza.

Con la interrupción de Hiro para enseñarme su dibujo de Xefil se me había pasado por alto, pero el propio Xefil cogió la sartén y continuó él mismo.

—Así sólo tendrá que calentarse antes de servirlo. Supongo que en cuanto el Maestro Chef esté listo, podremos comenzar con tu postre. Gracias por tu ayuda.

—De nada —dije mientras ponía una pose de superioridad, orgullosa de haberle ayudado.

Acto seguido, comencé a pasear por la cocina para ir viendo cómo les iba a los demás grupos y haciendo tiempo hasta que Higashizawa comenzase a explicarnos qué postre hacer.

Mientras observaba con curiosidad un juego de cuchillos que había sobre una de las encimeras, Higashizawa comenzó a hablar.

—Bien, creo que ya podemos comenzar a preparar el postre. Tenéis que cocinar un postre sencillo pero muy sabroso: un bizcocho de chocolate.

Al escuchar la palabra chocolate, mi cuerpo, por impulso, corrió a toda velocidad hacia el lugar en el que estaban los miembros de mi grupo, preparado para comenzar a cocinar.

—En primer lugar, coged los boles y buscad los ingredientes que hay frente a vosotros. Necesitaréis chocolate, mantequilla, huevos, harina, levadura y, si queréis, nueces y nata para acabar de ponerle la guinda final a vuestro plato.

Rápidamente comencé a buscar los ingredientes necesarios entre los que había. No había muchos ingredientes, así que encontrarlos todos fue bastante fácil y rápido. El último ingrediente que cogí fue el chocolate, y pensé en comer un poco, pero era necesario para mi postre y lo mejor era esperar, ya que iba a preparar un postre de chocolate y seguramente quedaría bastante rico.

—Muy bien, lo primero de todo será fundir el chocolate con la mantequilla al baño maría.

Higashizawa había preparado un par de cazos para preparar el baño maría, así que llené el más grande de agua y lo coloqué sobre el fogón, y acto seguido metí la mantequilla y el chocolate en el otro. Esperé a que el agua se calentase e introduje el cazo con el chocolate y la mantequilla en ella.

—Espero no quemarme... —murmuré al recordar que era la primera vez que hacía algo así y sabiendo lo muy patosa que podía llegar a ser a veces.

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Le di a editar este post para copiar el code del color de Higashizawa y sin querer copié el último post aquí, en vez de enviar un nuevo post, por eso aparece que he editado, pero ya está arreglado.

[Zee]

¿Ése era yo?

Bueno, el dibujo de Hiro sí tenía cierto parecido, como el color de mis ojos y de, alguna manera, mi peinado... Oh, ¿de verdad luce así? Inconscientemente, sostuve uno o dos mechones entre mis dedos y medí su longitud estirándolos tan lejos como podía. Bueno, también eran marrones, así que un punto más para el artista.

Pero, de una u otra manera, era algo interesante y divertido verme plasmado en un trozo de papel. Con una sonrisa tímida, inquirí:

—Erm... ¿No te importa si me lo quedo?

Mientras tanto, Maya se esforzaba por conseguir los ingredientes para su platillo. Con tanta energía y entusiasmo, acumulados por ser la última, parecía no tener problemas en llevar a cabo la tarea por sí misma, pero de todas maneras pregunté:

—¿No necesitarás ayuda? Hiro y yo seguimos aquí, después de todo...

Sonreí. Por lo menos en romper o batir podríamos ayudar. Claro que, con tanta energía, era posible que Maya quisiese trabajar sola. Si fuese así, entonces observar también sería una buena forma de aprender. Eso o, tal vez, dibujar un poco.

[Zodiark]

—¿No necesitarás ayuda? Hiro y yo seguimos aquí, después de todo... —propuso Xefil.

—Tamiza la harina y la levadura, por favor —le pedí al mientras seguía concentrada en el chocolate.

Aunque no sabía mucho de cocina, ayudé una vez a mi madre a preparar un pastel, así que conocía cosas como lo que era tamizar, y sabía que iba a ser mejor hacerlo para preparar el bizcocho que echar la harina y la levadura directamente.

Una vez el chocolate se hubo fundido del todo, me acerqué a Xefil para ver si estaba haciendo lo que le había pedido, pero antes de llegar el cocinero comenzó a hablar.

—Cuando el chocolate esté fundido del todo, coged el bol, romped tres huevos y echad una pizca de azúcar. A continuación tenéis que batirlo hasta que quede bien mezclado. Mientras, algún otro miembro del equipo debería precalentar el horno. Igual que los huevos, tenéis que trabajar en equipo para ser una mezcla homogénea.

—Hiro, ¿podrías ocuparte tú, por favor? —le pedí esta vez al chico-perro.

Me acerqué al bol y rompí los tres huevos con cuidado de no causar un estropicio, y cuando ya estaban los tres dentro, cogí un tenedor y comencé a batir. No era muy buena batiendo, pero me las pude apañar lo suficientemente bien. Cuando los tres huevos estaban más o menos mezclados, eché una cucharada de azúcar y seguí batiendo.

[RedXIII]

—Cuando el chocolate esté fundido del todo, coged el bol, romped tres huevos y echad una pizca de azúcar. A continuación tenéis que batirlo hasta que quede bien mezclado. Mientras, algún otro miembro del equipo debería precalentar el horno. Igual que los huevos, tenéis que trabajar en equipo para ser una mezcla homogénea.—

—Hiro, ¿podrías ocuparte tú, por favor? — Pidió a Hiro.

Mientras ella preparaba aquella mezcla de chocolate y huevos, Hiro se peleo con el horno para ver que tenía que hacer más o menos.

—Dichosos hornos ¿A que temperatura lo tengo que poner? — Pregunto Hiro.

—La aguja un cuarto debe marcar para los bizcochos no quemar— Dijo el maestro Higashizawa mientras estaba con ellos.

No entendía demasiado sobre hornos, así que como le dijo el maestro, lo puso a "un cuarto" para que se fuera calentando —Ya esta, supongo — Nunca cocinaba con horno, es más, nunca ha usado uno, así que lo máximo que sabia era abrirlo y cerrarlo.

[Zee]

—Tamiza la harina y la levadura, por favor —me pidió Maya sin apenas mirarme, concentrada totalmente en el postre que ahora quedaba a su cargo. No levantaba la atención del bol en el cual el chocolate se estaba fundiendo, así que, aparentemente, me hallaba a solas con Hiro.

—¿Qué significa "tamizar"...? —murmuré. Aunque tardé no más de unos segundos en encontrar lo necesario, ahora no tenía ni la menor idea de qué hacer. Miré al chico-perro de reojo, pero se hallaba ocupado encendiendo el horno. Y por "ocupado" quiero decir "teniendo varios problemas".

Sin duda alguna, no había estado de más que me informase sobre aquellas "estufas de gas". La tecnología no dejaba de sorprendernos, no, no.

Así que levanté la mirada y observé a otros equipos. Todos estaban echando la harina directamente... ¿Entonces qué debía hacer yo? Me llevé la mano al cabello, meditativo... Leliana solía hacer pasteles con mi madre de vez en cuando, pero... ¿Qué era lo que hacían con...?

—¡Ah! —exclamé, recordando de pronto. No sabía si eso era "tamizar", pero me sonaba como un buena idea. Me agaché y abrí por enésima vez las puertecillas de madera, buscando la herramienta que necesitaba. No fue difícil: una red de laminilla para pasar la harina y la levadura y deshacerse de los grumos. ¡Perfecto!

Así que, mientras Maya y Hiro se ocupaban en lo suyo propio, comencé a preparar lo que la niña me había pedido. Y una vez terminé, le pasé las dos tazas, satisfecho.