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—¡Prepárate tú!

Con estas palabras, Light se lanzo contra el moguri llave espada en mano y empezó a dar estocadas a diestro y siniestro. Preferí no intervenir en aquel duelo en el que Mogrey esquivaba sin problemas los ataques del chico. Noté que mi compañero se estaba cansando demasiado deprisa con esos ataques a lo loco, por lo que fui a echarle una mano, pero Light cambió su forma de atacar a una más rápida y precisa me vi obligado a alejarme un poco, ya que una de aquellas estocadas casi se había llevado mi sombrero por el camino.

Uno de aquellos golpes consiguió finalmente acertar en la pequeña criatura que se alejo de nosotros y volvió a elevarse para intentar huir de nosotros y esconderse en su madriguera.

—¡¡Quiere huir!! —me gritó el joven corriendo hacia la entrada de la pequeña cueva para impedirle el paso a Mogrey—. ¡Yo guardaré la entrada de la caverna para que no escape!

Asintiendo y agarrando con fuerza la llave espada corrí a donde el moguri que volaba lentamente hasta su escondrijo. Aquella era nuestra oportunidad, pero el pequeño fugitivo estaba a demasiada altura para que yo pudiese alanzarlo. Saqué una carta y la lance con fuerza contra el moguri que se giró al notarla e hizo que descendiera un poco. En ese momento salté y atrapé uno de los pies del animalillo consiguiendo que los dos cayéramos al suelo, desmaterialice mi arma para sujetar al moguri con más facilidad, pero este ya tenía sus dientes preparados, los cuales consiguieron acertar en mi hombro.

Aguanté soltar un grito de dolor apretando los dientes con fuerza, lo único que me faltaba era hacer pensar a Light que no aguantaba ningun ataque. Cogí al moguri de la cabeza para apartar sus dientes de mi hombro, pero lo único que conseguí fue que se soltara de mi agarre y volviera a donde Light. Me levante rápidamente y lancé un segundo Piro, consiguiendo en esta ocasión dar en la espalda de Mogrey, que cayó cerca de la posición del otro elegido.

—¡Ahora, agárralo fuerte! —le avisé rápidamente a Light para que cogiera al moguri, mientras yo me acercaba también a donde la criatura con el sombrero en la mano —. Yo le pondré el sombrero en la cabeza para impedir que de otro bocado mas.

El brujo no se retrasó un segundo en actuar, pues la presa estaba acorralada, lista para ser cazada. Alec consiguió que descendiera del aire, utilizando uno de sus naipes como arma arrojadiza. El adorable Mogrey terminó por estamparse contra el suelo, junto a Alec, que le había agarrado de las patas para conseguirlo.

El joven mago retiró su llave espada para intentar agarrar mejor a su presa, pero no tardó en recibir uno de sus voraces mordiscos. Si Alec cedía por un instante, el Moguri se escaparía. Light no dudó en acercarse a Alec para ayudarle a mantener a raya a la criatura, pero no hizo falta, el joven brujo soportó la mordedura perfectamente.

—Para la boca pequeña que tiene no se corta un pelo... —añadió mientras visualizaba como su compañero se quitaba de encima a la bestia mordedora. Después, consiguió acertarle con un piro a la espalda, y le dejó caer al lado del joven Light.

—¡Ahora, agárralo fuerte! Yo le pondré el sombrero en la cabeza para impedir que de otro bocado mas.

—¡No hace falta que me lo digas! ¡Allá voy! —exclamó Light, sin pensárselo dos veces, se lanzó a capturar al debilitado Mogrey. En cuando notó que alguien le estaba agarrando, éste empezó a menearse como si de un animal salvaje desesperado se tratara. Apretó al moguri con aún más intensidad, en ese instante estaba totalmente atrapado entre las palmas del joven aprendiz. Asomaba un rostro de desesperación y miedo hacia Alec.

—¡Sois unos mata-moguris, kupó!

—¿Mata-moguris? Que va... —respondía con tono irónico el que le apresaba, sin ceder ni un instante, tendiéndole la pequeña criatura a su compañero.

Si el plan de Alec surtía efecto, ya no tendrían nada que temer. Gracias al sombrero no podría morderles y tampoco podría ver nada, y por tanto, la presa estaría desorientada e incapacitada para defenderse. Era perfecto.

—¡No hace falta que me lo digas! ¡Allá voy! —exclamó Light atrapando al moguri en el momento.

Este no se rindió y empezó a moverse de forma frenética para liberarse, aun así, lo único que consiguió fue que mi compañero lo apretara con mas fuerza. Mientras me acercaba con el sombrero listo, pude ver la cara de desesperación de la criatura, habíamos ganado y él lo sabía.

—¡Sois unos mata-moguris, kupó! —chilló a la desesperada Mogrey conocedor de su destino.

—¿Mata-moguris? Que va... —le respondió Light de forma irónica tendiéndome al animal.

—Preferiría que mantuvieses tú al pequeño hasta que lleguemos a donde su jefe y que allí ya se encarguen los suyos de él —le dije al chico rechazando al moguri y colocándole finalmente el sombrero sobre su pequeña cabecilla por lo que quedaba totalmente cubierta y sin posibilidad de poder mordernos, aun así esperaba que al monstruíto no le diese por romperlo a bocados —. No perdamos mas el tiempo y bajemos al castillo, no creo que puedas aguantarlo en tus brazos todo el día ni tampoco quiero montar una escena para cualquiera que suba aquí.

Me había fijado que aun con el sombrero puesto, el moguri seguía gritando y nombrándonos a partir de diferentes adjetivos calificativos no muy agradables para nuestros oídos, por lo que era mejor que desapareciéramos de la colina antes de que cualquiera llegase y pudiese imaginarse su propia escena. Empecé a andar colina abajo dando por hecho de que Light me seguiría llevando al moguri, en cuanto lo soltáramos delante de Mog, aquella misión quedaría finalizada.

—Preferiría que mantuvieses tú al pequeño hasta que lleguemos a donde su jefe y que allí ya se encarguen los suyos de él —le decía Alec a Light, no parecía tener muchas ganas de cargar con la criatura.

—Claro claro, yo lo llevo, pero ponle el sombrero ya... —le rogaba, tendiéndole el moguri para que le colocara el sombrero.

—¡No, kupó! Por favor kupopó, no volveré a hacer el vago, os lo juro kupó...

—No perdamos más el tiempo y bajemos al castillo —recomendaba su compañero de misión, Alec, que depositó su sombrero en la cabeza del moguri. No se apiadó de los ruegos de éste, por muchos "kupós" que soltara—. No creo que puedas aguantarlo en tus brazos todo el día ni tampoco quiero montar una escena para cualquiera que suba aquí.

—¡Kupó! Sois malos kupó... malvados... ruines... kupó... no veo nada, quitadme el sombrero por favor...

Light arrojó una mirada de odio hacia la criatura encapuchada, no iba a sentir pena por un trabajador perezoso como aquel.

—Callaté, ó te quitaré el sombrero... pero para arrancarte el pompón de cuajo —le amenazaba mientras echaba a andar hacia su compañero, Alec, que ya se iba del lugar. Lo del pompón obviamente no lo decía en serio, solo quería que el bicho se callara... aunque consiguió todo lo contrario.

—¡Cara duendes! ¡Cabeza bégimo! ¡Hijos de lilith! Me vengaré por esto, kupó... lo juro... —gemía mientras intentaba liberarse inútilmente.

El moguri parecía furioso, seguía vociferando insultos no muy comunes para Light. Desagradables, pero no significaban nada por él. Hizo caso omiso a sus comentarios y siguió andando hacia el castillo, agarrando al moguri con ambas extremidades, con fuerza y tesón.

Consiguieron llevar a Mogrey sin problemas al castillo, éste no logró escaparse de los fuertes brazos de su captor. Allí les esperaría Mog, el líder de los moguris. La misión fue un completo éxito, pero Light no dejaba de hacerse múltiples preguntas. ¿Era tan débil? Había dependido tanto de Alec durante la misión que se sentía bastante inútil. ¿Serían las próximas misiones mucho más complicadas que ésta? El moguri no les había puesto las cosas fáciles, de hecho se les podía haber escapado en múltiples ocasiones. Como aprendiz de la llave espada que era, tenía que dar todo lo mejor de sí en futuras misiones.

—He perdido la batalla... kupó, pero no la guerra kupó. Volveremos a combatir y ganaré, kupó... —les advertía el moguri entre sollozos y rabietas antes de entrar al castillo, donde Mog no le esperaría con los brazos abiertos precisamente.

—No pienso volver a enfrentarme a una criatura tan molesta como tú en mi vida...

Cuan equivocado estaba Light...