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—¡Eh, hola! ¡Mi nombre es Zack, y espero un gran combate con vosotros hoy!
Su contrincante esta vez se trataba de un joven espadachín, aparentemente jovial, y carismático. Por las constantes ovaciones del público, Zack parecía ser bastante popular en el lugar; al contrario que el pestoso de Neso, que espantaba a la audiencia con el veneno de su sudor.
—¡Lo mismo digo!
Aquí viene.
Sin esperar más, Zack desenvainó su arma. Light también se colocó en posición de combate, preparado para bloquear cualquier estocada suya.
—¡En guardia!
Atacó de improvisto con una bola de fuego, la cual fue dirigida inevitablemente hacia Tandy, achicharrándole y derribándole por el impacto. Mientras Nadhia se encargaba de curarle, Light les cubriría mientras sostenía a Teluria con ambas manos y observaba sin pestañear los movimientos de su rival, preparado para bloquear los futuros ataques que su contrincante pudiera efectuar.
—¡Maldito seas, kupó! ¡¡Ashsk kupó, lhdslkfh, tan, tan, dshajksdh..!!
¿Qué… acaba de decir?
—¡¡Jajajaj, kupó, vas a ser vencido de la forma más estúpida posible, tan, tan, taaaaaaan!! —vociferaba, mientras sotenía una bola de luz que… indudablemente reconocería Light—. ¡¡Atracción, kupó!!
¿¡Atracción!?
Con un rápido movimiento lateral de piernas, Light se apartó de la trayectoria del conjuro. Inevitablemente, recordó aquel día.
“Te amo”
“¡¡Nadhia!! ¡¡Vuelve conmigo, y no te escondas más!! ¡¡Te amo y te necesito!! Yo… ¡¡Sin ti no soy nada en este mundo y la vida no tiene ningún significado para mí!!”
“¡¡Tocaré las campanas en tu honor!!”
No pudo evitar ruborizarse tras recordarlo. Tragó saliva también.
Atracción Fatal: aquella aventura de Ciudad de Paso que comenzó con una simple locura de Tandy, y que terminó en… una pesadilla; una que nunca podría olvidar, de ninguna manera. Ocurrieron tantas cosas...
Pero no era ni el momento ni el lugar para rememorarlas todas.
—¡¡Zack, mírame!! —propuso Nadhia al espadachín. Si en verdad el conjuro había acertado en Zack, se encontraría en esos momentos con la guardia baja.
Aunque conocía las verdaderas intenciones de la muchacha, Light no pudo aguantarse las ganas de reír, así que soltó una pequeña carcajada. Acababa de presenciar una de las facetas de Nadhia que jamás habría esperado ver con sus propios ojos.
Sí, la mismísima Nadhia que en Villa Crepúsculo prefería pasar desapercibida, únicamente acompañada por miles de libros con historias fantásticas con las que soñar.
Su acto de ridiculez no podría ser en vano; tendrían que aprovecharse de la situación. Light se giró hacia la posición de Zack y alzó con decisión su Llave Espada, sacudiéndola inmediatamente después y liberando así una Onda Lunar.
Sentía un poco de lástima por Zack, ¿para qué negarlo? Después de todo, él también había sido víctima del amor y de sus infortunios…