[Monstruo] Dulces olores

[Nell]

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Nombre: Dulces olores.
Solicitante: Igo Defrut
Descripción: ¡Es terrible! ¡Esa maldita ballena se ha comido mi mercancia! Sólo soy un pobre mercader de Ciudad de Paso. Sin esas inversiones, ¡estoy arruinado! Recuperadlo, ¡por favor! Incluso si, para eso, tenéis que introduciros dentro...
Reconoceréis fácilmente la caja: tiene el logotipo de un delfín al que le falta un ojo. ¡Y no lo abráis! Es mercancia muy valiosa y podría romperse. Os estaré esperando en Ciudad de Paso.
Mundo: Monstruo.
Requisitos:
- Mínimo nivel 5.
- 2-3 participantes.
Recompensa:
- 15 PX + 10 PX por interpretación y desarrollo.
- 500 platines.
Interesados: Sombra, Saxor.

Nell entrará como MG cuando vayáis a devolver el paquete.

Había mucho tipos de misiones en el Tablón: desde capturas de ladrones de calzoncillos hasta tareas de limpieza de las que otro se quería librar. Y, sin embargo, había una en particular, que podría catalogarse como la más asquerosa y repulsiva de todas ellas, sin lugar a dudas, incluyendo la anterior de los gayumbos. Dicha misión trataba de colarse en el interior de una ballena para buscar no se qué caja. Escalofriante.

¿Qué loco quería verse envuelto en semejante trabajo sucio?

En este caso, tuvieron que coincidir dos: Saxor (o Xayim) y Ragun. A saber en qué pensarían cuando decidieron aceptarla. Quizá algún documental sobre "El Cuerpo Humano" les había dado una falsa imagen de los misterios que habitaban en el interior de un ser. O puede que simplemente tuvieran curiosidad por si era verdad lo que decían de que había una gigantesca ballena surcando el espacio (¿cómo diablos sobrevivía ese bicho por ahí?).

En cualquier caso, Igo Defrut esperaba su paquete. Saxor y Ragun podían ponerse en marcha en cuando quisieran para recuperarlo y llevárselo.

[Sombra]

El viaje fue algo agotador, a pesar de tener una serie de coordenadas, aquella cosa se suponía que podía moverse por el intersticio de los mundos sin acabar mal. En realidad, no tenía idea de por que podía sobrevivir, ¿acaso había oxigeno en el espacio? ¿Era mentira aquello de que era peligroso ir sin armadura?

Prefería no arriesgarme... por ahora.

—¡Grrrraaaaaaaahhhhhhhhhwwwwrrrrr!

Aquel fuerte rugido me puso en alerta al instante e incluso hizo que se me erizaran los pelos de los brazos.

—¿Ves algo? —pregunté a mi compañero con un tono algo tenso, no era miedo, pero aún así no quería ponerme en peligro.

Pero antes de que pudiesemos reaccionar, notamos que "algo" nos seguía de cerca, a nuestras espaldas.

Giré la cabeza antes de ver una enorme dentadura cernirse sobre nosotros, intenté acelerar, pero ya era muy tarde, aquel Monstruo era enorme, y muy rápido, quería comernos, masticarnos, triturarnos... El Glider reaccionó empezando a moverse, pero en frente a mí, una hilera blanca de lo que supuse que eran dientes se cerraron. Sin que pudiese apenas darme cuenta ya estaba dentro de aquella cosa.

Abrí los ojos, estaba en un lugar extraño, había un ligero tufillo que no podía identificar, pero que recordaba a pescado mezclado con muchas otras cosas, hacia atrás había una serie de dientes fuertemente cerrados impidiendo así cualquier posibilidad de huida, hacia delante tenía lo que parecía ser una serie de construcciones antiguas, algunas medio derruidas, varios bloques gumis rotos, barriles flotando sobre una parte de la boca llena de agua... (intenté descartar que fuese saliva por no sentirme asqueado ya que tenía mis botas dentro de aquel líquido medio espeso)

El suelo era blando, como si caminase sobre una especie de colchón.

Busqué a mi compañero con la mirada por los alrededores. Si había acabado siendo tragado por aquella cosa, no podía andar muy lejos.

[Saxor]

Más de media hora surcando el espacio, buscando un ser viviente que viajaba alrededor de unas coordenadas bastante amplias. Aquella misión asquerosa la había aceptado por la recompensa, pero no sabía si exigir algo más por la caja. En realidad, Xayim no se preguntaba cómo podía vivir una ballena gigante en el espacio... pues ya lo sabía.

—¡Grrrraaaaaaaahhhhhhhhhwwwwrrrrr!

Un potente rugido proveniente de algún lado interrumpió sus pensamientos. Entonces, empezó buscar aquel rugido, que era probable que fuera de su destino.

—¿Ves algo?

Xayim no le escuchaba, seguía buscando el origen del rugido. Miró a su espalda, para ver una ballena inmensa abriendo su boca, para zamparse a los dos aprendices, y acabar con sus tristes vidas.

─Parece que viene nuestro objetivo...

Ragun se giró y, al ver a Monstruo intentar comerles, se intentó largar corriendo. Sin embargo, Xayim se quedó quieto. Si intentaba huir, había posibilidades de que sus dientes coincidiesen con su alimento. Cuando le atravesó, empezó a acelerar para tener la suficiente velocidad como para que no acabara directamente en su estómago. Cuando alcanzó la velocidad suficiente, aterrizó en la placa de madera más cercana, justo en el momento en el que se cerraba la boca.

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El aterrizaje fue algo brusco, pero la armadura lo amortiguó. Se levantó y, tras quitarse la armadura, observó alrededor. La boca de Monstruo era bastante tranquila cuando se igualaba la velocidad... pero apestaba. Se tapó fuertemente la nariz, para luego respirar por la boca. Se encontraba en los restos de lo que había sido una vez un barco de madera, bastante pequeño. Se rió por lo bajo, pensando en los pobres inquilinos que a aquellas alturas habrían sido digeridos por la ballena. Encontró a Ragun cerca de la dentadura de la ballena, observando alrededor.

─ ¡Ragun!─Gritó, con la voz de Saxor, mientras alzaba la mano.─ ¡Date prisa y ven!

[Sombra]

─¡Ragun!─me llamó Saxor desde un pequeño navío que estaba casi al fondo de la mandíbula del cetáceo gigante─.¡Date prisa y ven!

Me acerqué hacia aquel barco y salté a su interior, justo donde él estaba.

─Parece que este lugar estuvo habitado en algún momento ─comenté observando las cosas de las que disponía aquel sitio, que pese a notarse desierto desde hacía tiempo, seguía teniendo cosas suficientes para sobrevivir una corta temporada─. Deberíamos hacer de este sitio un punto de referencia en caso de que nos separemos por el camino, una especie de base, si prefieres llamarlo así.

Dicho eso, me di cuenta de que había una especie de dos aperturas en la boca, la primera estaba al fondo de la mandíbula, en una enorme pared de carne y huesos, la otra estaba en el mismo sitio... Pero a unos cinco metros de altura. Supuse que arriba no encontraríamos nada ya que las cosas que aquella monstruosidad comía deberían ir por el conducto inferior, la garganta.

─Creo que deberíamos ir por abajo. No creo que lo que buscamos pueda llegar hasta ahí arriba ─señalé a la parte superior de aquel extraño lugar.

Al menos era la opción más lógica y como decía el dicho de la Navaja de Ockham "La solución más sencilla suele ser la más acertada."

Salté por la borda del barco cayendo en el mullido y en cierto modo esponjoso suelo. Era algo molesto caminar allí, parecía como si estuviese intentando caminar sobre arena... Al menos esa era la comparación más aproximada que se me ocurría.

Invoqué mi llave espada que apareció entre su típica bruma negra antes de atravesar el conducto que conectaba con... Con a saber qué. De todos modos, aquel olor era nauseabundo, teníamos que acabar rapidamente la misión si no queríamos volver oliendo a algo peor que una alcantarilla.

─Ten preparada tu arma en todo momento, no sabemos que puede esperarnos más adelante ─recomendé al muchacho antes de continuar hacia el desconocido camino. ¿Qué deparaba al otro lado? Ahora lo descubriríamos.

[Saxor]

Ragun oyó a Xayim, que seguía creyendo que era Saxor, y empezó a avanzar por aquella asquerosa boca. Al menos, a diferencia de él, Xayim no había tocado nada viscoso... aún. Tras llegar al barco, Ragun empezó a mirarlo.

─Parece que este lugar estuvo habitado en algún momento. Deberíamos hacer de este sitio un punto de referencia en caso de que nos separemos por el camino, una especie de base, si prefieres llamarlo así.

Le escuchó, pero le ignoró unos segundos para mirar la entrada a la garganta. Según la anatomía, el estómago estaba en la parte de arriba, pero... era muy alto. Miró los alrededores, descubriendo que con saltos de altura y planear un poco podrían llegar, con un poco de esfuerzo.

─Creo que deberíamos ir por abajo. No creo que lo que buscamos pueda llegar hasta ahí arriba

Aunque en el hábitat normal de una ballena sí pudiera llegar ahí arriba, había que reconocer que no, así que dejó de pensar en llegar arriba, y saltó después que Ragun. Cuando aterrizó en la esponjosa carne, se empezó a sentir asqueado, así que decidió no pensar en aquello y empezar a caminar.

De la mano de Ragun salió humo, para avisar de la llegada de la Llave Espada Oscura. Aquel llavero del que tan mal hablaban los mitos. Si lo que decían era cierto, tenía que conseguirla, y por eso mantenía (aunque con dificultades) el comportamiento de Saxor delante de Ragun.

─Ten preparada tu arma en todo momento, no sabemos que puede esperarnos más adelante.─Aconsejó su compañero. Tras asentir con la cabeza, hizo aparecer su Llave Espada en la mano. La horrorosa Cadena del Reino que tenía era porque Saxor no la había cambiado antes, y no había tenido tiempo para cambiarla luego, pero tenía ganas de cambiarla.

Cuando entraron, se encontraron en una cavidad que no parecía un órgano definido. Las paredes eran moradas, don manchas por todos lados. Aparte de la entrada, había dos agujeros a ras del ''suelo'' y otro algo más arriba. Encima de una parte elevada, Xayim pudo ver una caja de madera, de tamaño medianamente grande, con una imagen de un delfín sin un ojo pintado en cada lado.

─Al fin. Ha sido más fácil de lo que cre... ¡Eh!

Xayim miró con los ojos como platos cómo un sincorazón agarraba la caja con sus zarpas y se la llevaba por uno de los agujeros.

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─¡Vuelve con eso, miserable!─ Gritó Xayim al ver cómo se les escapaba su objetivo.─Sigámosle.─ Le ordenó a Ragun mientras subía a la zona elevada para perseguir al sincorazón.

[Sombra]

¿Qué coño era aquel lugar? Tanto el suelo como las paredes (así como el techo) estaban echas de carne, claro que era obvio estando dentro de un ser vivo pero aún así, que fuesen de color púrpuras, moradas y colores de esos matices era algo... ¿Raro? No, más raro es que pudiésemos ver allí dentro. ¿Acaso había algún foco que produjese luz allí? Si lo había, yo no podía verlo.

Me fijé en Saxor, que miraba a un lugar en concreto. Miré en la misma dirección que él para toparme con una caja más o menos grande con el logo de un delfín.

─Al fin. Ha sido más fácil de lo que cre... ¡Eh! ─nos habíamos confiado.

Un sincorazón agarró la caja con sus punzantes y peligrosas garras y se la llevó con él perdiéndose de vista por uno de aquellos conductos circulares.

─¡Vuelve con eso, miserable!─gritó enfadado mi compañero─.Sigámosle─ordenó. No estaba por la labor de desobedecer.

─¡Vamos! ─ exclamé mientras utilizaba Doble Salto para llegar hasta aquella altura más facilmente adelantando a Saxor.

En cuanto estuve allí empecé a correr hacia el otro lado del conducto llegando a una zona bastante amplia y sin posibles escondites... Pero aquel sincorazón era muy rápido. Ahora que lo recordaba, me había enfrentado a aquel tipo de Soldado, se llamaban Desertor (nombre que Ivan Kit les había puesto durante aquella noche en Ciudad de Paso junto con Nadhia)

¿Dónde estaba?

Miré alrededor, no estaba. Así de simple. Lo peor era que teníamos varios caminos posibles. Me llevé la mano a la frente. ¿Cómo podría saber por dónde había ido?

Si pudiese sentir su presencia...

─Oh... Sabes que puedes sentir su presencia.

Como contestando a mis deseos, "ello" habló dentro de mi cabeza.

─¿Qué quieres decir? ─interrogué con mi mente. Sabía que "ello" podía escucharme de aquella manera.

─Fácil. Yo podría controlarle para hacerle venir. ¿Qué me dices? Prestame tu cuerpo. Al fin y al cabo, es algo que me pertenece por derecho.

Suspiré. Odiaba a aquel ser que habitaba dentro de mí. ¿Un sincorazón? ¿Oscuridad pura? No sabía que era él, a pesar de que tenía que ver con mi pasado... Solo sabía tres cosas de él. Era mucho más fuerte que yo y controlaba la oscuridad a su antojo, quería mi cuerpo y por último, buscaba el hundimiento de los mundos en la oscuridad.

Aquello era suficiente motivo para no dejar que me controlase, ya lo había hecho contra Purplecat, era la única explicación que tenía para que pudiese ganar aquel duelo.

─Por cierto... Tu querido Saxor... Parece que su Oscuridad se ha incrementado mucho también. ¿Qué me dices si le hacemos nuestro súbdito? Siempre es interesante tener subordinados que sepan controlar la Oscuridad.

"Ello" por un segundo logró controlarme. En aquel segundo miró a Saxor con una pícara sonrisa, una fría, cruel y pícara sonrisa llena de intenciones ocultas. En aquel segundo, los ojos empezaron a escocerme... Sí, habían vuelto a volverse de un brillante amarillo... Los ojos de un sincorazón.

En aquel segundo, sentí odio, rabia... Como si aquel ser que habitaba dentro de mí afectase a mi forma de ser... Me hiciese más despiadado... Un asesino... Como aquella vez, en Coliseo del Olimpo.

Mis ojos volvieron a la normalidad... Dentro de lo que cabía. A pesar de que antes éran verdes se habían vuelto amarillos desde mi pelea contra Nadhia, aunque por supuesto, no cubrían mis ojos por completo como pasaba cuando "ello" aparecía.

─Elige por donde ir ─dije con un tono bastante hostil. Siempre que Ello aparecía era como si mi personalidad cambiase radicalmente... aunque fuese un corto rato.

[Saxor]

Ragun adelantó a Xayim de un doble salto, para llegar algo antes. Cuando llegó, Ragun estaba mirando a ningún punto en particular, y parecía algo nervioso. ¿En qué estaría pensando? Se había olvidado que su objetivo era que encontraran aquella caja que se llevó el sincorazón.

Entonces, Ragun pareció distinto por unos instantes, confirmándolo unos segundos después, cuando miró a Xayim. Aquella sonrisa era muy similar a la que había Xayim a Saxor alguna vez cuando él era el dueño del cuerpo. Esa pícara sonrisa la siguió un cambio de ojos, en el que los ojos amarillos de Ragun empezaron a convertirse en unos ojos que Xayim había visto alguna vez: los suyos cuando poseía a Saxor.

Xayim recordaba perfectamente cuando el mismo controló ligeramente a Saxor, sin que se diera cuenta, para que matase a Hikaru. Los ojos en los que se tornaron eran iguales a los que Saxor había poseído en aquella pelea. Aquello no querría decir... ¿Que él también poseía...?

No lo podía creer. Igual que Xayim, también podría haber alguien como él en el interior del cuerpo de Ragun. Un ser oscuro habitando en su interior... posiblemente el mismo que Xayim. Sin embargo, él no se había manifestado por completo, aún. Aunque, había que reconocer, que a uno le miraran con la misma sonrisa que él había mirado a todo el mundo, era cuanto menos inquietante.

─Elige por donde ir─ Ordenó Ragun, con un tono que Xayim sospechó que se debían a unos efectos secundarios similares a los que Saxor sintió cuando Xayim le poseyó parcialmente.

─¿Y ese tono?─ Preguntó, con su auténtica voz, mientras le respondía con la misma sonrisa, pícara e inquietante. Guiñó uno de sus ojos que, tras el guiño, se volvió igual de amarillo como lo había tenido Ragun hace unos segundos. Volvió a guiñar el ojo, para volver a mostrar sus ojos de un color morado.

Miró el escenario en el que estaban. Era muy difícil adivinar por dónde se había ido el sincorazón con la caja. Si liberase parte de su sello, podría intentar sentir su presencia, pero no era ni conveniente ni posible. Suspiró de nuevo. Tal vez... Sacó su teléfono móvil roto. Aún no lo había mandado a arreglar, ni tenía ganas de hacerlo.

─Guilmon, ¿puedes salir un segundo?─ preguntó al móvil, de nuevo con el tono de Saxor, pero Guilmon no respondía. Pensó que sería inutil cuando un brillo salió del destrozado móvil, haciendo aparecer una bola de luz de la que salió el dinosaurio rojo.

─¿Qué pasa, Saxor?─ Preguntó, justo antes de llevarse las garras a la nariz. Sus ojos daban vueltas. Era obvio que no conseguirían nada con aquel olor pestilente, pero... ¿no era cierto que nunca le había negado nada? A ver si lo conseguía.

─Escucha, necesito que busques a un sincorazón con forma de Soldado. ¿Te acuerdas cómo olían?

─Sí, pero hay demasiada peste para que Guilmon trabaje.─ Decía Guilmon. Gruñí por lo bajo. Entonces se le ocurrió algo.

─Te compraré pan a la vuelta.─ Le dijo, y entonces Guilmon empezó a olisquear todo, luego de empezar a correr hacia uno de los caminos.

─Creo que por ahí.─Dijo, con tono algo sarcástico, mientras se ponía a correr.

[Sombra]

─¿Y ese tono?─interrogó con una voz diferente a la del usual Saxor. No pude evitar sentirme curioso por ello... Y por su sonrisa enigmática e inquietante. Sus ojos por un segundo se volvieron amarillos...

Me mantuve en silencio. ¿Había intentado decirme algo con aquello? No quería desconfiar de Saxor... Pero era como... Como si no fuese el único con algo dentro...

─Guilmon, ¿puedes salir un segundo? ─preguntó hacia el móvil que se le había roto durante la batalla contra Wix con su voz habitual. Tras unos largos segundos una especie de lagarto rojo salió de una luz rojiza.

─¿Qué pasa, Saxor? ─pidió saber el motivo por el que su amo le había llamado antes de que llevase sus garras a la nariz, seguramente para evitar aquel desagradable olor.

─Escucha, necesito que busques a un sincorazón con forma de Soldado. ¿Te acuerdas cómo olían?

─Sí, pero hay demasiada peste para que Guilmon trabaje.─respondió. Tenía sentido, entre tanto olor fuerte como aquel que venía de la vilis y otras substancias encontrar el aroma de un sincorazón, que no tenía tanto olor... Tenía que ser muy complicado.

─Te compraré pan a la vuelta.─sobornó el aprendiz haciendo que su mascota obedeciese al momento olisqueando todo a su alrededor hasta que finalmente pareció decantarse por uno de los caminos que posiblemente contenía el rastro de nuestro enemigo.

─Creo que por ahí─echó a correr en la dirección que había tomado su mascota. No me quedó más remedio que seguir a la pareja y atravesar aquel camino... Bueno, en realidad atravesamos bastantes bifurcaciones...

Los caminos eran estrechos, y a menudo teníamos que saltar plataformas o atravesar líquidos corrosivos con la ayuda de trozos de carne que hicieron de puente, caminamos media hora por lo menos...

...Hasta que una duda empezó a rondarme en la cabeza.

─Saxor, ¿seguro que tu mascota es fiable? ─ arqueé una ceja dudando de la eficacia de la nariz de aquella criatura dado que... ¡Estábamos perdidos!

Quizás estaba siguiendo bien a aquel sincorazón, pero al menos yo no había prestado atención a los caminos que tomábamos y nos habíamos internado mucho, eso era seguro. Deseaba que mi compañero hubiese memorizado la ruta porque sinceramente, yo no tenía idea de como volver.

[Saxor]

Xayim y Ragun empezaron a seguir al dinosaurio rojo, recorriendo "caminos" muy extraños y repulsivos. Algunas veces, a Guilmon se le ponía la cara verde, de la peste que echaba el lugar. Estuvieron recorriendo durante media hora (extrañamente, aún sin llegar a ni un solo órgano) hasta que Ragun le habló a Xayim.

─ Saxor, ¿seguro que tu mascota es fiable?─ Preguntó, arqueando la ceja, mientras llegaban a una sala ligeramente amplia, en donde Guilmon se detuvo, para desmayarse por el olor. Rastrear un olor tan débil entre tanta peste era un trabajo muy duro, y también muy peligrosa para su nariz... pero Xayim sólo veía a un dinosaurio inútil.

─ Genial.─ Comentó, sarcásticamente, mientras veía a un desmayado Guilmon. Tras un suspiro, sacó su móvil de nuevo.─Entra de una vez─ Ordenó, para que se introdujera el móvil del mismo modo como entró. Y sí, había que reconocer que estaban perdidos, ya que ni sabían si habían ido por el camino correcto.

Sin embargo, desconocían que un poco más atrás de donde se encontraban, un hombre les estaba observando, con una malévola sonrisa en su rostro. Se tocaba algo que tenía en la cabeza, que no paraba de girar. Y tras un ligero "click"...

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Unas cuantas esferas oscuras aparecieron por doquier, vaticinando la llegada de lo que sin duda eran sincorazón. Entre los sincorazón se encontraban dos fantasmas, que parecían zombies flotantes, y tenían un ojo colgando; tres criaturas muy pequeñas, de distintos tonos de azul, que tenían unas larguísimas orejas colgando, y... un Soldado.

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Inmediatamente, Xayim reaccionó, invocando su Llave Espada, y prepararse para atacar. Observó a los sincorazón. Parecía que sí que le había sido fiel... pero parecía haber olido el rastro equivocado.

[Sombra]

Sin previo aviso, el "dragón" o lo que fuese que acompañaba a Saxor cayó redondo al suelo, y es que el olor era tan fuerte que el pobre "animal" no pudo evitar perder la consciencia.

─Genial ─dijo con un tono sarcástico a la par que sacaba su teléfono móvil─.Entra de una vez ─apuntó con el teléfono hacia aquel ser para que se metiese dentro de nuevo.

Bien, estábamos perdidos, no podíamos negar eso. Pero tenía que existir alguna forma de volver a narices. ¿Por dónde nos habíamos metido? Era imposible que lo recordase, había tantos lugares parecidos que resultaba una tarea complicada el poder orientarse.

Pero antes de que pudiésemos hacer gran cosa, varios órbes de oscuridad nos rodearon lo cual solo quería decir una cosa...

Exacto, sincorazón. No había visto al primer tipo en mi vida, una especie de espectro que esperaría encontrar en Ciudad de Halloween más que en el interior de aquel monstruo gigante, también estaba el "cono" azul que a pesar de su apariencia parecía peligroso y obviamente, también estaba el ya clásico Soldado, un sincorazón típico allí donde fuese.

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Ambos invocamos nuestras Llaves Espadas a la vez, listos para una "guerra" sin cuartel.

El primero en lanzarse contra nosotros fue el soldado, que se dirigió contra mí mientras que uno de los fantasmas iba contra Saxor.

Bloqueé facilmente al soldado y contesté con un rápido golpe vertical que lo lanzó contra una de las paredes de las tripas de aquel Monstruo en el que nos encontrábamos.

Sí, se notaba a la legua mi aumento de poder desde que había empezado a entrenar en Bastión Hueco.

─Flama Tenebrosa ─nombré el hechizo apuntando hacia el Soldado el cual se vio instantaneamente borrado de la faz del universo ante aquel ataque─. ¿Quién sigue?

Me fijé en el otro "Espectro" que se estaba dirigiendo hacia mí al igual que uno de aquellos "Conos Azules".

Lancé otra Flama Tenebrosa y acto seguido me impulsé tras esta utilizando así Impulso Tenebroso. La Flama chocó contra el Espectro y acto seguido le di un espadazo que no le eliminó, pero que lo dejó un poco atontado, más bien sorprendido.

El cono aprovechó que acababa de bajar un poco la guardia para darme un golpe con una de sus orejas... o lo que fuesen. Fue doloroso, pero no lo suficiente como para hacerme caer.

─Estos sincorazón son demasiado débiles ─rugí.

[Saxor]

Uno de los fantasmas con forma de farol se acercó a Xayim, para atacarle, mientras su ojo colgante se iluminaba como si de un faro se tratase, dando un zarpazo, que Xayim bloqueó sin problemas, y de un tajo horizontal desvió el sincorazón. Se tambaleó en el aire por el golpe, pero se recuperó con daños leves. Entonces, el sincorazón fue rodeado por una esfera marrón y púrpura, tras lo que desapareció para, segundos más tarde, aparecer a espaldas de Xayim e intentar levantarle, mientras sentía una ligera pérdida de energías. Sin embargo, Xayim reaccionó, dirigiendo su mano derecha a la cabeza del sincorazón, para invocar la Espada Mediana de Saxor, con la punta en el interior de la boca del sincorazón.

─ Piro Oscuro─ Pronunció Xayim, para que una nube oscura de humo invadiera la sala. Xayim no podía ver en la oscuridad, pero sabía que el fantasma estaba a su lado, y de un tajo vertical acabó con su vida.

[Sombra]

Un golpe bastante fuerte por la espalda hizo que me alertase casi al momento de nuevo. Había sido un descuido muy grande el que hubiese bajado la guardia aunque fuese por un instante.

Había todavía tres sincorazón. Me encaré al que acababa de atacarme con la espada en vertical para esperar su nuevo ataque.

El sincorazón cogió un poco de impulso para saltar sobre mí, aunque esperaba eso, por supuesto. Bloqueé el choque frontal desequilibrando al monstruo a lo que acabé con su vida dando un salto sobre él y cayendo con la punta de la llave espada ensartándolo. Sin embargo no fue eliminado, aunque estaba muy débil sin duda.

─Muere ─solté lanzando una última estocada que acabó partiendo en dos la criatura. Del interior de este salió como era propio de los Sincorazón Emblema una especie de cristal rosado en forma de corazón que todo elegido reconocía al instante.

[Saxor]

Tras unos segundos, el humo negro se disipó, para que Xayim pudiera ver la situación. Quedaban tres sincorazón, hasta que vio cómo Ragun acababa con otro de ellos. Vale, quedaban dos: Un Fantasma Farol, y uno de esos conejos. Xayim miró al fantasma, que parecía débil, con aire de superioridad... hasta que los dos sincorazón atacaron a la vez. El fantasma atacó con sus zarpas, por encima de la cabeza, mientras que el conejo atacaba a las piernas.

Xayim, con un suspiro, decidió acabar rápido. Tras bloquear el fantasma, clavó su llave espada en el suelo, deteniendo el giro del sincorazón, junto con un temblor: la ballena se había enfadado. Sin embargo, no le importó. Con un tajo vertical, hizo que el fantasma cayera al suelo, desapareciendo en un corazón azul, debido a que atacó con la Espada Mediana. Justo después, el sincorazón conejil golpeó a Xayim, causándole algo de dolor. Se estaba enfadando de verdad, y lo iba a remediar. Sacó su llave espada y, de inmediato, realizó una Doble Hélicé, que golpeó al sincorazón sucesivas veces... tenía su propia medicina. Por suerte, aquella vez no se mareó, y, con un tajo horizontal, acabó con el último sincorazón.

Unas palmadas, como un aplauso sarcástico, sonaron a sus espaldas.

─ Una pelea espléndida... sujeto 13.

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Xayim no pudo evitar girarse, extrañado de cómo lo había llamado. Pudo ver a un hombre alto. Tanto su piel como su vestimenta estaban llenas de suturas, que consistían en unos pantalones grises, un jersey, con varios tonos de grises para cada trozo, y una bata blanca de laboratorio. Llevaba jafas, tenía el pelo gris y... un enorme tornillo le taladraba la cabeza de un lado a otro. Este no paraba de girarlo, sonando un número indefinido de clics. Su mirada, de ojos amarillos, era temiblemente inquietante...

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─ ¿Perdón?─ Preguntó, extrañado. Era la primera vez que veía a esa persona... o eso creía él.

─ ¿No me recuerdas? Soy tu amigo Damon Frankenstein... pasamos muy buenos ratos en la sala de experimentos.

¿Experimentos? No, no podía ser, era imposible... ¿Qué hacía él allí y por qué Saxor no tenía memoria de él?

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EDIT: Imagen que no hay manera de poner, solucionado

[Sombra]

Saxor acabó finalmente con los dos sincorazón que quedaban de un par de golpes, uno de ellos con una especie de habilidad que parecía ser bastante útil.

De pronto, una sucesión de aplausos lentos y pronunciados se escucharon por todo el lugar.

Unas palmadas, como un aplauso sarcástico, sonaron a sus espaldas.

─ Una pelea espléndida... sujeto 13.

Tanto Saxor como yo nos giramos ante aquel sujeto. Por algún motivo su apariencia me resultaba un tanto sospechosa.
Lo primero que me llamó su atención fue que a pesar de no parecer demasiado viejo su pelo era de un color completamente gris a causa de las canas (¿O tal vez era ese su color natural?) En su cara se podía ver una enorme cicatriz que recorría su frente pasando por su tabique nasal hasta desaparecer por la zona de la oreja, bajo su cabello. Unas enormes gafas redondas y unas ropas llenas de parches y similares. ¿Hacía cuánto que no se cambiaba aquel tipo?

Finalmente, algo que tampoco se me pasó por alto fue un enorme tornillo en su cabeza que el hombre giraba haciendo un sonido de lo más extraño. ¿Por qué no estaba muerto? ¿Era un simple adorno? No podía estar atravesado con un tornillo y continuar con vida. Sería demasiado raro.

Su cara, por algún motivo parecía carente de emoción. ¿Me estaba hablando a mí?

─¿Perdón? ─cuestionó Saxor por los dos. Me estaba haciendo la misma pregunta.

─¿No me recuerdas? Soy tu amigo Damon Frankenstein... pasamos muy buenos ratos en la sala de experimentos ─contestó simplemente.

Deduje que Saxor le conocía de algo, quizás de alguna misión pasada con los de Tierra de Partida, al fin y al cabo él era uno de los más viejos aprendices del Reclutamiento Masivo.

─¿Has tenido algo que ver con la aparición esos sincorazón? ─interrogué sin cortarme un pelo. Su aparición había sido demasiado oportuna como para considerarlo una coincidencia.

Además, no sería tan raro ver a alguien con control sobre los sincorazón. Los propios Maestros de Bastión Hueco poseían aquel poder.

[Saxor]

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El extraño hombre cada vez ponía más tenso a Xayim. Sin dejar de mover su tornillo, empezaba a mirar a Xayim de arriba a abajo, mientras el cigarrillo de su boca se consumía poco a poco. Eso, a Xayim, te tensó bastante, por no decir demasiado.

─¿Has tenido algo que ver con la aparición esos sincorazón?─ Preguntó, entonces Ragun. Para sorpresa de Xayim, el hombre pareció como si se acabara de dar cuenta de que Ragun se encontraba en ese lugar. Sin mover otra parte de su cuerpo que la cabeza, miró, con la cabeza casi en horizontal al que le acababa de preguntar.

─¿Y tú quién eres?─ Preguntó, con una cara de indiferencia y somnolencia.─ Curioso... una fuerte oscuridad emana de ti... y esa llave espada...─Comentó, sin cambiar su cara somnolienta que podía casi superar a la del Maestro Kazuki. Xayim, extrañado porque conociera la existencia de la llave espada, vio cómo volvía a girar su tornillo, dejando un ambiente de tenso silencio, que no parecía romperse nunca. Xayim cada vez se impacientaba más, pensando qué diantres hacían los tres ahí, quietos, cuando pareció querer responder a Ragun. La oscuridad es una aliada muy útil... Tanto para probar como para experimentar.

¿Experimentar? Ese hombre parecía un auténtico maníaco... Y eso causaba algo que Xayim no podía definir. Era una incómoda sensación que se expandía por todo el lugar... Incluso la ballena parecía más tensa de lo normal.

¿Quién era ese hombre?