[Reino Encantado] Locura y Sangre

Encuentro Xefil vs Ragun

¡Pásate por aquí para encontrarte con todo aquello relacionado con el rol y que no encontrarás en el resto de subforos! Libres, Eventos, Eventos Globales... ¡Pásate, rolea y échate unas risas!

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro

[Reino Encantado] Locura y Sangre

Notapor Zee » Mar Feb 18, 2014 7:43 pm

Imagen

Imagen

SFX

La quemadura que ahora lucía en mi costado izquierdo escocía como mil demonios. Como si mi cuerpo no creyera lo que mis ojos veían, inconscientemente llevé mi mano derecha a la herida y la toqué con la palma, haciéndome más daño todavía. Ahogué un gemido, mordiéndome el labio, mientras contemplaba cómo mis dedos se pintaban de color rojo y negro.

Sangre y ceniza.

Me quejé por lo bajo, apartando la mirada de la herida. Aunque era superficial, pues el ataque apenas me había rozado, se había chamuscado gran parte de mi caja costal en la zona bajo el brazo. Y aquello, evidentemente, no era algo agradable de ver. Maldije entre dientes, limpiándome la suciedad de la mano para poder envolver la empuñadura de mi Llave-Espada en un agarre apropiado.

Volví a mirar al frente tras lo que pareció un breve instante de tregua. Los segundos suficientes para recuperar una fracción de nuestro aliento y hacer un superficial reconocimiento de nuestras heridas y nuestra fatiga. Con mis ojos rubíes se toparon su par de iris amarillos, y por un instante ambos reconocimos el peligro que el otro significaba.

Él era más fuerte que yo, sin duda. Aun así me las arreglaba para estar a su altura y devolverle los golpes suficientes. Me movía como una flecha, de un lado a otro, procurando que sus ataques no me alcanzaran, demostrando superioridad en cuanto a velocidad se refería. Pero al fin y al cabo, ninguno podía declarar la victoria sobre el otro.

¿Has tenido suficiente? —preguntó, a manera de desafío. Aunque no podía verla bajo su media máscara, sabía que portaba, como de costumbre, una sonrisa chueca, algo orgullosa y algo burlona a partes iguales.

¿De qué me hablas? —cuestioné yo entonces, sabiendo que no podía permitirle tener la última palabra—. Pensé que apenas estábamos estirándonos…

>>...Ragun.
—You're like that coffee machine: from bean to cup, you fuck up—

~Dondequiera que el arte de la medicina es amado,
también hay un amor a la humanidad~


Imagen
Avatar de Usuario
Zee
Miembro del Hall de la Fama
Miembro del Hall de la Fama
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 3280
Registrado: Mié Mar 04, 2009 1:37 am
Dinero: 213,288.72
Banco: 15,374.00
Ubicación: .mx
Sexo: Masculino
Clan: Bohemia Lectura
Facebook: Pregunta por MP
Estantería de objetos
Karma: 36

Re: [???] Locura y Sangre

Notapor Sombra » Mar Feb 18, 2014 8:42 pm

Imagen

Aquel líquido carmesí que salía desde el corte en mi ceja impedía que pudiese ver por el ojo derecho, me limpié como pude la sangre y observé con odio a mi enemigo en aquellos momentos en los que ninguno de los dos era capaz de atacar.

Él también estaba en malas condiciones. Su ropa mostraba diversos cortes y quemaduras, al igual que la mía y podían verse numerosos moratones y heridas abiertas por todo su cuerpo.

No podía verme a mí mismo, pero suponía que yo estaba igual que él, siendo sincero apenas notaba las heridas a causa de la enorme cantidad de adrenalina que mi cuerpo estaba segregando a cada segundo.

Aunque se notaba que yo era superior a él en muchos sentidos no podía negarlo, era bueno y no podía dar ningún paso en falso o podría esperarme la muerte. Su velocidad era algo digna de temer y sus reflejos aún más, sin embargo en lo que a fuerza y técnica de combate se refería no era un rival extremadamente poderoso. Se podía decir que lo que a mí me faltaba lo tenía él y viceversa.

Nos encontrábamos en un mundo extraño, desconocido para mí, al borde de un enorme acantilado. Todo parecía muerto a nuestro alrededor, como si aquel extraño y tenebroso castillo que se alzaba en el centro de aquel vacío, sobre un peñasco solitario hubiese lanzado una maldición sobre la zona que impedía a cualquier forma de vida crecer con libertad.

¿Has tenido suficiente? —le grité al joven de cabello castaño que se alzaba con un porte noble, a pesar de todo. No podía negarlo, tenía bastante aguante incluso estando bastante herido.

¿De qué me hablas? —contestó con chulería—. Pensé que apenas estábamos estirándonos…

>>...Ragun.


Y decir que todo había acabado así…
Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Sombra
149. Lingering Sentiment
149. Lingering Sentiment
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 4720
Registrado: Mar Mar 31, 2009 9:01 pm
Dinero: 27,410.40
Banco: 0.00
Ubicación: Behind in the musgo
Sexo: Mucho, gracias por preguntar
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 23

Cometa

Notapor Zee » Mar Feb 18, 2014 9:42 pm

Imagen
The Lanes Between


Bastión Hueco.

Jamás lo había visto de aquella manera. Desde el exterior, desde el refugio del frío y vacío intersticio; rodeado por aquel peligroso e impenetrable cinturón de Sincorazón y cubierto por su atmósfera de penumbras, invisible pero perceptible ante el corazón. El mundo, previamente prohibido, desde arriba se veía como cualquier otro: un refugio de vida flotando en la inmensidad del espacio.

Pero sabía que era uno de los más peligrosos en el intersticio. Sólo había estado en él una vez y aquello me había bastado para no querer volver nunca más. Y eso que no me había topado con ni un solo Sincorazón; en cambio, me había enfrentado a uno de los antiguos Maestros y la mía propia me había abandonado para apoyar el bando de Bastión Hueco. Sí, más que nada, eran los asuntos sentimentales los que me habían ahuyentado de aquel mundo.

Y eran asuntos sentimentales los que me traían de vuelta…

Diana Thorn…

No podía saber si aquello era realmente una buena idea. Intentaba convencerme de que la verdadera razón por la que había acudido allí era para asegurarme de que se hallaba bien. Según las terribles noticias que había recibido en Tierra de Partida (las cuales me hicieron estallar y gritarles tanto a Kazuki como a Ronin), Diana había tenido que volver a su mundo por sí sola, todavía herida por el fatal corte que Seymour le había hecho con una daga.

Pero, en el fondo, tenía algo más que me había llevado hasta allí.La última vez que nos habíamos visto, habíamos decidido… O bueno, ella había decidido que no tenía sentido ocultar el interés que teníamos en el otro y que lo mejor para ambos era, tal vez, ignorar el hecho de que entrenábamos bajo bandos contrarios y empezar a conocernos. A salir. Como... una especie de preámbulo a... bueno, a ser algo.

Digo que la decisión había corrido por su cuenta, pero la verdad era que se había esforzado para darme unos momentos de claridad mientras yo pensaba en mi respuesta. Sin estar hechizado bajo sus encantos, aun así me encontraba bajo mucha presión y tal vez la decisión había sido algo apresurada.

Pero no podía quejarme. No tenía la mente clara todavía… pero no me hacía daño decidirme mientras descubría más y más sobre ella. En realidad, aquello debía ayudarme todavía más. Porque ella me intrigaba. Tenía esta corrupta necesidad de saber más sobre su historia, su origen, su pasado, sus ideales, sus sueños… Todo, absolutamente todo sobre ella.

Sin embargo, y aunque estoy seguro que los he descrito de una manera similar, aquellos sentimientos eran muy diferentes a los que experimentaba con Nadhia. Porque no podía negar que mi afecto por ella superaba cualquier cosa; a tal grado, incluso, que había sido la defensa perfecta contra el poder de Diana en una ocasión. No, a Nadhia la quería; y demasiado, estaba seguro. Y no me arrepentía de lo que acababa de vivir con ella en Villa Crepúsculo.

En realidad, el interés por Diana era casi… mecánico. Como quien desarma un reloj para conocer su funcionamiento o como quien diseca un animal. Quería comprender todo sobre ella porque tenía… sed de conocimiento. Para mí, ella se había convertido en un misterio que valía la pena resolver. Un libro que necesitaba leer. Una pequeña diosa que tenía que descomponer pieza por pieza.

Nadhia Hoghes me enamoraba; a Diana Thorn necesitaba comprenderla.

Aquellas eran mis dos razones. Saber si se encontraba bien y… aprovechar mi oportunidad de conocerla mucho más.


Imagen
Doctor Who - Time of the Doctor: New Regeneration Cycle


Y sin embargo… allí me encontraba, volando en amplísimos círculos alrededor del mundo prohibido, sin saber muy bien cuál sería mi próxima acción. Tenía que haberlo pensado mejor, estaba seguro. ¿Ahora cómo pretendía evadir las centenas de Sincorazón que rodeaban el mundo, descender sin ser detectado, pasar por la ciudad abandonada hasta el castillo sin que los Maestros me viesen en su tablero, encontrar a Diana, conversar con ella y volver a recorrer el trayecto de salida?

No... Era de locos. Tierra de Partida gozaba de tan poca seguridad comparada con el antiguo Vergel Radiante. Eso porque los Maestros no temían mantener sus puertas abiertas ante el enemigo, como si supiesen perfectamente que Bastión Hueco no se atrevería a hacer ningún movimiento estúpido.

Por un breve instante, medité por qué no había elegido a Bastión Hueco, con tal de tener la vía libre. Por supuesto, no lo pensé en serio.

Okay... Un plan de locos para un loco.

Alejé el Glider un par de millas y observé la alarmante cantidad de Sincorazón que rodeaban la atmósfera, cuestionándome qué los mantenía en aquel sitio. ¿Por qué no se dispersaban? ¿No podían entrar, como lo hacían los Portadores de la Llave-Espada? De cualquier manera, estaba claro que aquella era la mejor línea de defensa que la fortaleza tenía.

Ay, madre. Y yo me disponía a atravesarla.

Aceleré tan rápido como mi transporte podía permitírselo, dejando tras de mí una estela verde brillante. Recorrí el espacio que había puesto entre los Sincorazón y yo en cuestión de segundos, veloz como una flecha surcando el aire. Salí disparado hacia el primer posible hueco que pude encontrar, aunque pronto las bestias se encargaron de bloquear todas mis posibilidades.

Podía hacerlo. Estaba seguro. Tendría que empujarme hasta mis límites y exigirme todavía más que eso, pero podría lograrlo. Debía excederme. De lo contrario, aquellos Sincorazón me rodearían y estaría acabado. Oh, ahora ya no sonaba tan plausible...

El muro de sombras se alzó frente a mí, preparado a detenerme en mi camino. Aceleré todavía más, pero mi Glider ya iba a máxima velocidad. De cualquier manera, no me detuve ni disminuí mi carrera, pues bien sabía que ya no había vuelta atrás.

Mano al frente, para una correcta canalización del flujo de magia. Punto focal visualizado. Cubo de espacio virtual delineado. Intersección de los ejes colocada en el centro del campo visual. Aristas equidistantes en relación a la fóvea.

Y luego un disparo en el momento preciso. El intersticio se arrugó y dobló a mi alrededor, mientras yo me dispersé en millones de retazos de luz verde. En un instante, salté de un sitio a otro completamente nuevo; está vez, más allá del primer grupo de Sincorazón. Luego vino el segundo, al cual evadí de la misma forma. Luego el tercero, y después el cuarto. Cada guiño era más amplio que el anterior, e igualmente más complicado y fatigante. Mi usual límite de
cinco metros quedó olvidado tras varios saltos con los que recorrí varias decenas, al menos.

Era la velocidad. Volaba como un cometa, dejando mi incontinua estela detrás de mí. Y se sentía tan... Fantástico. Y liberador.

Era una maldita estrella fugaz, cayendo a Bastión Hueco. Y era la mejor sensación de mi vida.
—You're like that coffee machine: from bean to cup, you fuck up—

~Dondequiera que el arte de la medicina es amado,
también hay un amor a la humanidad~


Imagen
Avatar de Usuario
Zee
Miembro del Hall de la Fama
Miembro del Hall de la Fama
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 3280
Registrado: Mié Mar 04, 2009 1:37 am
Dinero: 213,288.72
Banco: 15,374.00
Ubicación: .mx
Sexo: Masculino
Clan: Bohemia Lectura
Facebook: Pregunta por MP
Estantería de objetos
Karma: 36

Re: [???] Locura y Sangre

Notapor Sombra » Mar Feb 18, 2014 10:15 pm

Imagen


La solitaria terraza del castillo de Bastión Hueco era el lugar ideal para tomar el aire. Aquel lugar, donde se había decidido colocar el El Gremio, donde se colgaban las misiones que cualquier habitante del castillo podía realizar además de alguna que otra noticia de interés que se publicaba cada cierto tiempo.

El Gremio servía además como cafetería y era sin duda mucho más relajante que quedarse a descansar en el comedor y no tenía el ambiente cargado de los infinitos -y laberínticos- pasillos, ni aquel feo aroma que los viejos libros de la biblioteca desprendían e impregnaba toda la planta baja hasta casi los elevadores.

Y sin mencionar ese horrible olor a cloacas y a humedad de las mazmorras

Me serví un café de la cafetera que cualquiera podía utilizar en todo momento y me dirigí al balcón posando mi brazo sobre la barandilla cogí la taza tras unos momentos y di un sorbo de aquella amarga bebida.

El cielo nocturno estaba completamente despejado y la luz que las estrellas emitían permitían visualizar la tenebrosa silueta de una ciudad muerta y desolada que en el pasado probablemente había sido hermosa.

Cientos de puntos amarillos parecían observar el enorme edificio donde viviamos, como si estuviesen a la espera. Naturalmente, no nos atacaban estando dentro de los límites del castillo, pero era imposible negar sentir cierta inquietud al estar acostumbrado a ser atacado por ellos sin ningún miramiento.

¿Y si algún día todos los sincorazones que aquel mundo albergaba se ponían en nuestra contra?

Por unos instantes imaginé una horda de millares de aquellos monstruos nacidos de la oscuridad persiguiendonos, dándonos caza y arrebatando con sus frías garras nuestros corazones, devorándolos en un desesperado intento por crear más miembros para aquel ejército, ¿o tal vez para sentirse vivos por unos instantes?

Un escalofrío recorrió mi espalda y agité la cabeza un poco tratando de dejar de pensar en ello.

Sería lo mejor.

En aquel momento fue cuando una luz llamó mi atención. Alcé mi vista un poco.

¿Qué es eso?

Se trataba de una estrella fugaz, o tal vez un cometa. Al menos eso pensé al principio por lo que no le presté más atención de la necesaria pues no era algo extremadamente raro de ver.

Seguí apoyando en la barandilla, observando aquel espectáculo de luz que la naturaleza estaba ofreciéndome en aquel momento a la par que disfrutaba del café al cual poco le quedaba para ser completamente engullido por mí.
Imagen


Poco a poco pude ir distinguiendo como parecía acercarse, algo que con un cometa o una estrella fugaz no podría pasar, eso quería decir solo una cosa. Aquello era algo que desconocía, un peligro potencial por tanto y por la velocidad que llevaba no me podría dar tiempo a avisar a alguien más, tendría en un principio que ir yo mismo a comprobar de qué se trataba.

Invoqué mi llave espada, que surgió de una bruma de oscuridad y la lancé hacia el cielo haciendo que su forma cambiase a la de una especie de tabla de windsurf de color negra y azul.

En cierto modo aquellos colores parecían ser similares a los que predominaban en la ciudad infinita, en el conocido como Mundo Inexistente. Algo similar le había pasado a Nadhia con el suyo, puesto que su glider tenía la misma forma y había adquirido los colores anaranjados del típico crepúsculo de su mundo natal.

Pulsé el botón de mi cinturón activando la armadura para protegerme en caso de peligro y esperé unos momentos a que la tabla aterrizase a mi lado, aunque aterrizar no era la palabra apropiada puesto que simplemente se había quedado levitando a escasos diez centímetros del suelo.

Salté sobre el aparato volador y me coloqué para poder mantener el equilibrio a la perfección, agarré el controlador del vehículo, que estaba en la vela y empecé a elevar el morro de la tabla para ascender y dirigirme contra aquel cuerpo brillante y verdoso.

Fue algo difícil puesto que todavía no me había acostumbrado a controlar el Glider con una mano, pero al menos ya no era como cuando había conocido a aquella aprendiza de Tierra de Partida. Fuese lo que fuese, sentía algo en él que no me gustaba. Era como si supiese que aquello poseía vida, o más bien como si en medio de aquel resplandor hubiese alguien o algo.

Cogí velocidad haciendo que la capa a mi espalda ondease por la fuerza del viento y todo mi cabello se echó hacia atrás. Hacía bastante frío y aquello se notaba más al moverme a tal velocidad por el cielo nocturno.

Fue entonces cuando me di cuenta de que aquella cosa iba demasiado rápido en el interior de la atmósfera del mundo, además de que parecía moverse a “saltos”, como si desapareciera por un segundo y apareciese un poco más adelante.

Ir a tal velocidad en el interior del mundo tenía que tener algún efecto negativo, sin duda. ¡Incluso podía escuchar como la barrera del sonido era rasgada por aquella cosa!

Fuese lo que fuese parecía dirigirse a la ciudad, de frente al castillo y era posible que aquello que sentía “vivo” pudiese acabar muerto al tocar tierra y no por las hordas de sincorazón que tenían libre albedrío por las ruinas de la antaño magnífica urbe.

Seguí la luz como pude aumentando la velocidad del glider a una que fuese capaz de al menos no perder de vista aquella cosa. No podía permitir que huyese y a pesar de que aquel vehículo llevaba una velocidad que por desgracia no podía alcanzar (puesto que resultaba imposible ser más veloz en tan poco tiempo y más estando dentro de un mundo)

Cada vez, aquella luz iba bajando más y más estando ya más próximo de los tejados de los edificios más altos y fue dirigiéndose al castillo. Mi corazón palpitó como loco, nervioso. ¿Que era aquella cosa?

Pronto lo sabría.
Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Sombra
149. Lingering Sentiment
149. Lingering Sentiment
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 4720
Registrado: Mar Mar 31, 2009 9:01 pm
Dinero: 27,410.40
Banco: 0.00
Ubicación: Behind in the musgo
Sexo: Mucho, gracias por preguntar
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 23

Meteoro

Notapor Zee » Mié Feb 19, 2014 1:09 am

Imagen
Doctor Who - Time of the Doctor: New Regeneration Cycle


¡Maldita sea!

Aquella aceleración no había estado dentro de mis cálculos. La caída a través de la atmósfera del mundo había añadido velocidad a mi recorrido; mucha más de la que mi Glider podía adquirir por cuenta propia. No sólo eso, sino que las continuas desapariciones tenían un efecto curioso sobre mi rapidez: como si viajara a través de un embudo, aquellos guiños parecían acelerarme todavía más y más.

Pronto me fue imposible detenerme. Antes de que me diera cuenta, ya estaba dentro del mundo, cruzando su cielo como una saeta. ¡Menos mal que iba a ser sutil! Si no me habían detectado todavía, seguramente era por un milagro. Y aun así terminarían por hacerlo dentro de un momento, indudablemente. O si no, lo harían los Sincorazón.

¡Maldita sea, maldita sea, maldita sea!

Sin saber muy bien qué hacer, apoyé todo mi peso en el Glider y me giré hasta que éste quedó recostado, enfrentándose al aire en lugar de cortarlo. Al instante sentí el tremendo golpe de mi caída disminuyendo, pero desgraciadamente no me pareció suficiente para poder aterrizar con seguridad.

Intenté imitar el efecto de cañón en sentido contrario, retrocediendo varios pies cada vez que me teletransportaba, pero la velocidad una vez más demostró ser más de la que podía controlar. Incluso con la armadura puesta, una caída así me haría pasta. Tenía que encontrar la forma de frenar, y rápido, puesto que las torres del castillo se hallaban ya bastante cerca.

¡Ah! ¡Las torres!

Poseído por una nueva onda de inspiración, me giré en dirección a la primera que encontré a mi paso, la cual se hallaba doblada como si un gigante la hubiera retorcido con sus manos.

¡Perfecto! Si conseguía deslizarme sin perder el equilibrio, como si estuviese haciendo una especie de grinding, tal vez pudiese frenarme lo suficiente para…

¡Maldi--! ¿¡Quién es ésa!?

Alguien me seguía. Una figura montada en su Glider propio, a varios metros detrás de mí. Sin duda había decidido seguirme el paso, pero lo había encontrado imposible. Y no lo culpaba, no con el ritmo al que iba.

¡Agh!

Irremediablemente me distraje, por lo que mi tabla se estrelló contra el metal de la torre antes de lo que esperaba. Descendí por un par de metros, tambaleándome de un lado hacia otro, hasta que finalmente perdí el equilibrio y el Glider salió disparado a medio camino. Caí sobre mi espalda y seguí bajando a aquella peligrosa velocidad, protegido por el acero de mi Armadura. Como si fuera un tobogán, continué descendiendo por aquella espiral que giraba alrededor de una de las torres principales.

¡Maldita sea, maldita sea!

Tanto como aquella se estuviese convirtiendo en mi expresión del día, tenía que admitir que aquel plan parecía estar funcionando. La fricción de la Armadura contra la torre comenzó a frenar mi trayectoria más y más… y más y más… hasta que…

Imagen
Hollow Bastion EN Remix - EN


Caí. Por lo menos unos seis metros, cuando la torre finalmente logró enderezarze y mi improvisado tobogán se convirtió en un muro como debía haberlo sido desde un principio. Agité mis extremidades en el aire, sin saber muy bien qué hacer durante unos instantes, hasta que mis reflejos tomaron las riendas por mí y acomodaron mi cuerpo en la posición correcta para resistir el aterrizaje. No sin antes rodearme por mi confiable MicroGrav, me estrellé en el suelo con apenas las puntas de mis dedos, para luego dar una voltereta apenas tuve la oportunidad.

Terminé de espaldas en un suelo de losas, en algún balcón del castillo, respirando unas cien veces por minuto. En el interior de mi casco, tenía el cabello empapado en sudor y el visor empañado por mi aliento. Y, desafortunadamente, estaba seguro de que sentía la piedra en mi espalda, directamente contra la tela de mi ropa. Tampoco sentía una de las alas.

Parecía que mi Armadura se había roto. Le tomaría un rato a la magia repararse por sí misma.

Así que, en un destello de luz, decidí quitármela. Ya me pararía de allí donde estaba, antes de que me encontraran.

Sí, en cualquier momento. En cualquier momento.

Allí.

Bueno, no, en un poco más. Sí, en un poco más.
—You're like that coffee machine: from bean to cup, you fuck up—

~Dondequiera que el arte de la medicina es amado,
también hay un amor a la humanidad~


Imagen
Avatar de Usuario
Zee
Miembro del Hall de la Fama
Miembro del Hall de la Fama
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 3280
Registrado: Mié Mar 04, 2009 1:37 am
Dinero: 213,288.72
Banco: 15,374.00
Ubicación: .mx
Sexo: Masculino
Clan: Bohemia Lectura
Facebook: Pregunta por MP
Estantería de objetos
Karma: 36

Re: [???] Locura y Sangre

Notapor Sombra » Mié Feb 19, 2014 2:21 am

Imagen


De pronto, el haz verde que iba más rápido que una bala se empotró contra una de las torres del castillo haciendo un ruido enorme. Al haberme alejado tanto fui incapaz de ver que era, pero pronto lo descubriría, estaba seguro.

Me acerqué un poco logrando distinguir a una persona vestido por una armadura deslizándose a una velocidad frenética que probablemente lo mataría… Y más cuando se precipitó hacia el vacío. Sin embargo no fue así.

Aquella persona dio una voltereta y cayó sobre uno de los balcones del castillo.

Si llevaba una armadura así solo podía significar una cosa.

Un enemigo o un aliado.

Y no creía que fuese un aliado ya que nosotros conocíamos la forma de atravesar el casi impenetrable muro de sincorazón que esperaban rodeando el planeta sin tener que luchar por nuestras vidas. Algo así como un “camino seguro”.

Un destello de luz envolvió a la destrozada armadura del desconocido. Contuve la respiración unos instantes, atento para poder ver su rostro y en cierto sentido con miedo de que fuese un Maestro o lo que era lo mismo, un enemigo que no podía vencer. ¿Y si era Ronin? ¿Cómo podría contenerme?

Ronin era uno de mis objetivos a largo plazo. No podía simplemente tenerle delante sin que mi instinto desease su sangre.

Sin embargo, un alivio enorme me envolvió al reconocer a aquella persona, el aprendiz de la llave espada, Xefil. Pero pronto dejé de sentir eso al ver en la situación en la que el aprendiz se encontraba. Se había metido en la boca del lobo de lleno y había aterrizado en el mismísimo castillo, donde al menos una docena de aprendices entrenaban junto a Wix y varios maestros que controlaban todo desde el plano holográfico del mundo. ¿Acaso Ryota no le había advertido de ello cuando estuvo curando sus heridas en el castillo tras los sucesos con Gárland? No debían venir bajo ningún concepto.

Salté de mi Glider cayendo de pie al borde del balcón e hice desaparecer el vehículo. En ningún momento retiré mi armadura, tratando así que no me reconociera, cosa que era una tontería pues el aprendiz conocía de sobra que ya no tenía uno de mis brazos y mi armadura se había adaptado a ello retirando la manga izquierda de aquel mágico objeto, simplemente le observé unos instantes.

No deberías estar aquí —fue lo primero que le dije—. Márchate. ¿O tal vez es que vas a abandonar Tierra de Partida y unirtenos?

Escuché su respuesta, fuera cual fuera. Caminé hacia él unos pasos e hice aparecer mi Llave Espada Oscura la cual apunté hacia él con tono amenazador.

Monarca de la locura, ya entiendo el porqué de ese nombre. Estás loco, o simplemente eres un iluso. ¿O tal vez estás cometiendo un suicidio? Sea como sea, si no te marchas voluntariamente me veré obligado a hacerte daño —amenacé poniendo una pose de combate, pero sin llegar a lanzarme a por él, al menos no si no me atacaba—. Pronto vendrá un Maestro u otros aprendices que no dudarán en capturarte e interrogarte, yo que tú obedecería a lo que te he dicho y me iría sin causar problemas. No tienes posibilidades tu solo.
Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Sombra
149. Lingering Sentiment
149. Lingering Sentiment
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 4720
Registrado: Mar Mar 31, 2009 9:01 pm
Dinero: 27,410.40
Banco: 0.00
Ubicación: Behind in the musgo
Sexo: Mucho, gracias por preguntar
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 23

Bienvenido

Notapor Zee » Mié Feb 19, 2014 2:53 am

Imagen
Hollow Bastion EN Remix - EN


Sí, en cualquier minuto...

No deberías estar aquí.

Abrí los ojos de inmediato tras escuchar aquella voz, claramente dirigida hacia mí. Aunque mis sentidos se activaron al instante, mi cuerpo no respondió de la misma manera. Y es que me encontraba exhausto: había saltado de un lado a otro sin medirme en lo más mínimo y, para ser justos, acababa de caerme de una torre. Nadie me culparía por tener tantas ganas de arrojarme a una cama, incluso si ésta se encontraba en los calabozos de Bastión Hueco.

¿Y tú qué sabrás…? —murmuré, alzando la mirada hasta donde se encontraba aquel individuo. De pie en el borde de la barandilla, observándome a través del cristal de su Armadura, se hallaba otro Portador de la Llave-Espada. Desgraciadamente, no uno que hubiese visto antes. Ese diseño… bien podría ser cualquiera.

Márchate. ¿O tal vez es que vas a abandonar Tierra de Partida y unirtenos?

Y esa actitud tan prepotente... Otro que iba de chulito, ¡cómo si no tuviéramos ya suficientes!

¿Y qué harías si fuese así? —cuestioné igualmente altanero, poniéndome de pie con algo de esfuerzo y clavando mis ojos en su visor. Esta vez de manera consciente, los hice iluminar con el color de los rubíes.

No pareció muy contento con mi actitud. Eso era, o se comenzaba a impacientar por mi presencia. En una pequeña nube de penumbras, materializó su propia Llave-Espada. Una forjada en metal negro, con una empuñadora carmesí y una punta amenazante… fue imposible no reconocerla al instante.

Y a su dueño, igual.

Monarca de la locura, ya entiendo el porqué de ese nombre —expresó, apuntándome con su arma—. Estás loco, o simplemente eres un iluso. ¿O tal vez estás cometiendo un suicidio? Sea como sea, si no te marchas voluntariamente me veré obligado a hacerte daño —¿de verdad pretendía amenazarme para que me fuera? ¡Seguramente! Con lo que me había costado entrar, no estaba dispuesto a salir tan pronto, ¡no, señor!. No sin terminar los asuntos por los que había decidido darles aquella visitas—. Pronto vendrá un Maestro u otros aprendices que no dudarán en capturarte e interrogarte, yo que tú obedecería a lo que te he dicho y me iría sin causar problemas. No tienes posibilidades tu solo.

¿Por qué esperar a qué venga alguien más por mí, Ragun? —pregunté, intentando mantenerlo un poco más en su sito, conmigo. Mientras se me ocurría algo para salir de aquel embrollo, por lo menos. Sería todo un problema si se cumplía su vaticinio e iba a avisar a algún Maestro. Afortunadamente se trataba de alguien que conocía, por lo que tenía de dónde sujetarme—. ¿Por qué no quedarte con el honor y el placer de haberme atrapado tú mismo? —me burlé luego, pese a que mi tono de voz y mi leve sonrisa no denotaban ironía alguna—. Aunque para ser justos, estoy tan agotado que probablemente no habría nada honorable en ello.

>>Estoy aquí para ver a…
—me detuve. ¿Qué iba a decirle? Se suponía que lo mío con Diana era un secreto. Ahora que mi plan de escabullirme sin ser visto se había arruinado, no podía permitirme que alguien atara cabos y la relacionara a ella conmigo—. Axel —mentí—. No lo he visto desde lo de Wix. ¿Te acuerdas de él? ¿O es que aquí tampoco tienes amigos?
—You're like that coffee machine: from bean to cup, you fuck up—

~Dondequiera que el arte de la medicina es amado,
también hay un amor a la humanidad~


Imagen
Avatar de Usuario
Zee
Miembro del Hall de la Fama
Miembro del Hall de la Fama
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 3280
Registrado: Mié Mar 04, 2009 1:37 am
Dinero: 213,288.72
Banco: 15,374.00
Ubicación: .mx
Sexo: Masculino
Clan: Bohemia Lectura
Facebook: Pregunta por MP
Estantería de objetos
Karma: 36

Re: [???] Locura y Sangre

Notapor Sombra » Mié Feb 19, 2014 3:02 am

Imagen


¿Por qué esperar a qué venga alguien más por mí, Ragun? —levanté una ceja dudodo. No entendí bien a que se refería. ¿Acaso no prefería marcharse? Era muy probable que cualquier otro viniese a encargarse de él y con intenciones muchísimo más hostiles que las mías—. ¿Por qué no quedarte con el honor y el placer de haberme atrapado tú mismo? —me burlé luego, pese a que mi tono de voz y mi leve sonrisa no denotaban ironía alguna—. Aunque para ser justos, estoy tan agotado que probablemente no habría nada honorable en ello.

Desmaterialicé mi armadura y me acerqué al joven, en aquel momento ni siquiera parecía una amenaza. Probablemente un Iniciado en la senda de la Llave Espada tuviese más probabilidades de hacerme daño que él.

Confiado —tal vez demasiado— posé mi mano en su hombro y clavé mis ojos en los suyos.

El honor es innecesario, Xefil, y esto no me produce ninguna clase de placer. Al final, da igual lo que uno haga. Todo es inútil —respondí sin un ápice de duda en mis palabras—. Si de verdad quisiese algo como el honor habría continuado en Tierra de Partida, pero no es así. No quiero poder, ni conocimiento. Solo hay una cosa que me interesa…

>> Y ahora responde, ¿qué haces aquí?


Estoy aquí para ver a… —el Monarca de la Locura se mantuvo unos instantes pensativo—. Axel —continuó al final—. No lo he visto desde lo de Wix. ¿Te acuerdas de él? ¿O es que aquí tampoco tienes amigos?

¿Que tiene que ver tener amigos con que lo conozca? —dudé unos instantes crédulo de mí, que no había entendido aquella especie de burla—. No lo veo desde hace meses. Tampoco es que tuviese mucho contacto con él ya de base, sin embargo ni siquiera hemos coincidido en los almuerzos. Desconozco por completo su paradero, quizás haya muerto o haya abandonado Bastión Hueco. Puedo descubrir para ti esa información, pero eso no quita que debas marcharte ahora, puedo hacerte llegar lo que sepan de él por una carta.


Me moví a un lado dejándole a Xefil suficiente espacio para dejarle invocar su Glider y por tanto que pudiese marchar sin más problema. No le quité ni un ojo de encima en todo momento, confiaba en que fuese incapaz de tener la iniciativa como para empezar un combate en un territorio enemigo, más aún si se trataba de un lugar donde le habían tratado bastante bien y además era probable que ya supiera alguien más de su allanamiento. No solo eso, sino que después de su caída parecía altamente cansado. Tal vez demasiado como para conseguir atravesar el escudo de sincorazón con vida y no podía revelar como superar la barrera de sincorazón facilmente.

No, aquel no era mi problema. Fruncí el ceño. En el fondo, muy en el fondo me sentiría culpable si le pasaba algo a Xefil, al fin y al cabo él me había salvado la vida. Se lo debía y aunque estaba pareciendo cruel y prepotente era mi forma de protegerlo. Tenía que hacer que se fuera, o al menos aparentar que quería que se marcharse.

Una última cosa, Xefil. ¿Que tal está Fyk?¿Y Nadhia? Si lo sabes, claro —salió casi sin pensarlo de mi boca.

Fue mi manera de dejarle tiempo para que se recuperase y le fuese posible salir con vida del mundo. Quizás no entendía lo que quería hacer, que sería lo normal ya que no podía leer mi mente, sin embargo. Teniendo en cuenta que él no quería irse —o al menos se iría a regañadientes— supuse que mi acto funcionase y de alguna forma le ayudase a sobrevivir.
Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Sombra
149. Lingering Sentiment
149. Lingering Sentiment
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 4720
Registrado: Mar Mar 31, 2009 9:01 pm
Dinero: 27,410.40
Banco: 0.00
Ubicación: Behind in the musgo
Sexo: Mucho, gracias por preguntar
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 23

Por los viejos tiempos

Notapor Zee » Mié Feb 19, 2014 4:26 am

Imagen
Hollow Bastion EN Remix - EN


Mientras Ragun hablaba, me permití sacudirme con mayor exhaustividad. Al examinarme, noté que no había salido ileso de aquella pequeña proeza. Había llevado puesta la Armadura, sí, pero mi piel había chocado contra ella desde el interior. Moretones me quedarían, pero era mejor que estar lleno de magulladuras o tener algún hueso roto.

Podría salir de allí… Pero con la Armadura rota, tendría que esperar un buen rato. Y Ragun parecía no tener suficiente paciencia.

Una última cosa, Xefil. ¿Que tal está Fyk? ¿Y Nadhia? Si lo sabes, claro…

Mis ojos se encendieron mientras volvían a mirar a Ragun. ¿Qué estaba pensando, diciendo aquello tan despreocupadamente? ¿Fingiendo que le interesaban sus antiguos compañeros? Sus palabras me hicieron hervir la sangre, sabiendo perfectamente por parte de Nadhia que él mismo había estado a punto de matarla. Su hipocresía irremediablemente me hizo estallar:

¡Oooh! —exclamé, para luego reír para evidenciar mi molestia ante su pregunta—. No soy amigo de Fyk, pero como ambos entrenamos con Kazuki… sé que se ha ido —me crucé de brazos—. Ido, no muerto. Al menos eso es un alivio.

>>Y en cuanto a…
—me di la vuelta, para contemplar la torre que se alzaba frente a mis ojos. Era una altura considerable, sin duda— En cuanto a Nadhiami Nadhia, pensé egoístamente—, se encuentra perfectamente. Se vuelve más fuerte cada día; no sólo físicamente —no pude evitar pensar en ella y en la elegante manera en la que controlaba a su Ángel Forjado, en la precisión de sus conjuros y su habilidad con el arco. Pero sobre todo eso, la determinación y valentía que poco a poco luchaban por salir a flote—. Ella es… fantástica —declaré sin pensarlo, con una leve sonrisa en mi rostro. Sin embargo, pronto recordé con quién estaba hablando y corregí—: Está fantásticamente.

No necesitaba saberlo. Y de todas maneras, no era como si Nadhia y yo lo gritáramos a los cuatro vientos.

Me giré de nuevo hacia Ragun y contemplé los cambios por los que había pasado durante aquellos últimos meses. Algo en lo que no había reparado durante nuestra última misión, cuando había perdido su brazo entero. Sus ojos tenían un tono distintivo y diferente, con brillo curioso que no se veía en un guerrero normal; tal vez producto de su oscuridad, no lo sabía. Se veía más musculoso, probablemente por la cantidad de entrenamiento que les ofrecían en Bastión Hueco. Su cabello también se veía más largo y descuidado; y su expresión se había vuelto más tosca, pero serena.

Si esperas que me vaya cuanto antes, agradezco el gesto —sentencié, aventurándome a adivinar la razón por la cual no había vuelto a levantar su arma contra mí—. Pero mi Armadura está rota. Tardará un poco en repararse y no puedo salir al Intersticio con ella en este estado.

>>Supongo que no estarías dispuesto a prestarme tu Nave Gummi, ¿no?
—cuestioné despreocupado—. Por los viejos tiempos, ya sabes.
—You're like that coffee machine: from bean to cup, you fuck up—

~Dondequiera que el arte de la medicina es amado,
también hay un amor a la humanidad~


Imagen
Avatar de Usuario
Zee
Miembro del Hall de la Fama
Miembro del Hall de la Fama
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 3280
Registrado: Mié Mar 04, 2009 1:37 am
Dinero: 213,288.72
Banco: 15,374.00
Ubicación: .mx
Sexo: Masculino
Clan: Bohemia Lectura
Facebook: Pregunta por MP
Estantería de objetos
Karma: 36

Re: [???] Locura y Sangre

Notapor Sombra » Mié Feb 19, 2014 4:40 am

Imagen


¡Oooh! —exclamó haciendo que me sobresaltase, extrañado por su reacción—. No soy amigo de Fyk, pero como ambos entrenamos con Kazuki… sé que se ha ido.

¿Ido? —pregunté pensando lo peor. ¿Acaso había muerto? No, no podía ser… Él era muy poderoso incluso siendo tan joven.

Pero incluso los más fuertes pueden perecer.

Ido, no muerto. Al menos eso es un alivio —mi preocupación se fue casi al momento con aquellas palabras.

Pero aún así, me pregunté que es lo que había pasado para que él abandonase Tierra de Partida. Bajé la mirada encontrándose con mis botas

Sí, que lo es…

¿Tenía algo que ver con que fuese conocido como El Engaño Azul? ¿Aquel triste apodo que se había ganado tras la Copa Phil?

Y en cuanto a… —interesado, clavé mis ojos en su espalda esperando que continuase— En cuanto a Nadhia, se encuentra perfectamente. Se vuelve más fuerte cada día; no sólo físicamente —puntualizó.

No supe qué decir tras aquello, me mantuve en silencio. Aunque lo sabía, ella se había vuelto muy fuerte. Yo ya sabía que Nadhia estaba bien, la propia Fátima que había conocido apenas un día atrás me lo había dicho. Pero Xefil parecía no conocer de su pequeño secreto, aquel que la aprendiz de la Maestra Lyn me había revelado.

Fátima, una chica encantadora sin duda.

Obsesionada con encontrarte —contestó con un tono algo seco—. No piensa en otra cosa, incluso está dispuesta a aprender cosas que no debería sobre la magia… —levanté la vista clavando mis ojos en la chica esperando que continuase—. Dice que eso puede ayudarte, aunque no se exactamente por qué. Pero el caso es que acabará por meterse en problemas.

>>—Se nota que te valora mucho


Pero era cierto, Nadhia era fuerte. De hecho, ya había sido derrotado por ella. Aquel día en las islas del Destino, cuando nos dimos cuenta de que todo había cambiado entre nosotros.

Ella es… fantástica —añadió de pronto—. Está fantásticamente.

Seguí observando en silencio a Xefil. Sumido en mis pensamientos, recordé aquella noche, la última vez que la vi. Recordaba todo, incluso aquel beso. La parte que me pertenecía, o la que creía que me pertenecía de mi corazón se sentía muy culpable por todo lo que le había hecho pasar. Ella lo había comprendido y me había aceptado igualmente, me había perdonado por todo el daño que le había causado. Tanto mi lado indeseable como yo mismo. Sin pensarlo, me llevé la mano a la boca y rocé con la yema de mis dedos mis labios recordando aquella suavidad que tenían los suyos.

Pero aquello era lo único. Tras tanto tiempo en sociedad había aprendido mucho, entre aquellas cosas se encontraba el significado de un beso. Se suponía que sólo se debía besar a quien quisiese una persona. Y sí, quería a Nadhia, pero no de aquella forma. Quizás, para mí era más bien como una especie de hermana, o algo así.

Ni siquiera tengo hermanos.

Al menos, creía saber como era tener uno gracias a Dan y Nadhia.

Si esperas que me vaya cuanto antes, agradezco el gesto —continuó hablando sacándome de mis pensamientos—. Pero mi Armadura está rota. Tardará un poco en repararse y no puedo salir al Intersticio con ella en este estado —asentí comprendiendo que, muy a mi pesar tendría que continuar allí un rato más vigilando al Monarca de la Locura.

Que fastidio...

Supongo que no estarías dispuesto a prestarme tu Nave Gummi, ¿no? Por los viejos tiempos, ya sabes.

No me apetece que mi nave acabe empotrada en un asteroide ―respondí de con una leve sonrisa.

Si en aquel momento Ello tomase “parte del control” de mi mente (o mi alma) probablemente nada más verle no habría dudado en atacarle. Era una suerte para él que estuviese completamente consciente de mis actos aquellos últimos días.

Allí nadie le defendería, se encontraba rodeado de enemigos. Si no era yo, lo sería cualquier otro aprendiz y todavía estaban los sincorazón, eso sin contar a Wix y a los maestros que probablemente acabarían apareciendo tarde o temprano.

Nos quedaremos aquí hasta que puedas marcharte ―sentencié severamente―. No creo que tarde mucho en repararse. Y te recomiendo que no hagas nada raro. Aquí no tienes a Lyn ni a Ronin para defenderte ―le recordé. No me importaba mucho que se lo tomase como una amenaza, poco haría de todos modos mientras que no se sintiese atacado.

En Tierra de Partida parecía que a la mayoría les faltaban pelotas. Por eso se les había escapado el payaso y aunque lo hubiesen compensado capturando a aquel maldito pijo eso no quitaba que hubiesen perdido a su prisionero.
Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Sombra
149. Lingering Sentiment
149. Lingering Sentiment
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 4720
Registrado: Mar Mar 31, 2009 9:01 pm
Dinero: 27,410.40
Banco: 0.00
Ubicación: Behind in the musgo
Sexo: Mucho, gracias por preguntar
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 23

Edge of Madness

Notapor Zee » Mié Feb 19, 2014 5:09 am

No me apetece que mi nave acabe empotrada en un asteroide ―me contestó Ragun, entre bromista y sarcástico. Borré mi sonrisa burlona y miré hacia otro sitio, algo cansado de estar jugando al tú por tú y a ver quién podía insultar más de manera “sutil” (resalto el entrecomillado) al otro. Advertí al alejar la mirada que el cielo de Bastión Hueco se veía diferente al de Tierra de Partida, con una luz extraña de color violeta y lleno de nubes rosadas provenientes de la maquinaria del castillo.

El clima también era diferente. Se sentía más… árido y seco. Su aire también podía describirse como viciado y sucio, privado de todo aroma. Nada comparado con la humedad y la calidez que se apreciaba en Tierra de Partida, sin duda. ¿Era aquello natural en aquel mundo vacío y abandonado? No podía ver ni un solo arbusto desde aquel mirador, así que podía asumir que sus condiciones habían cambiado desde su caída, no desde antes. Me cuestioné, sin embargo, cómo habría sido previo a ésta.

Nos quedaremos aquí hasta que puedas marcharte ―declaró Ragun, tan seco como el aire que nos rodeaba. Simplemente lo miré de lado, sin responder―. No creo que tarde mucho en repararse. Y te recomiendo que no hagas nada raro. Aquí no tienes a Lyn ni a Ronin para defenderte ―agregó después, evidentemente intentando provocarme. ¿Como si necesitara a Lyn o a Ronin para protegerme?

Bueno, sí… a veces… ¡P-pero no en aquel momento!

E incluso sin ellos no te atreverías a ponerme un dedo encima ―declaré, convencido de ello. Volví a cruzarme de brazos y me di la media vuelta, sin saber muy bien exactamente de qué manera pasar el rato.

¿Conversar? Uh-uh, no más; ya sabía en qué terminaríamos. ¿Tal vez continuar con mi diario, añadiendo los acontecimientos de aquel día? Sin embargo, nunca lo sacaba de mi habitación y no llevaba ni un solo trozo de papel donde tomar notas. ¿Recitar adivinanzas, tararear una canción, hacer figuras con sombras, tiro al blanco con escupitajos? Esperar a la reparación de una Armadura era tan aburrido, especialmente en un ambiente tan hostil y…

Imagen
Persona 4 - Edge of Madness


¿¡Qué demonios te ocurre ahora!?

Súbitamente, Ragun me había obligado a darme la vuelta con un tirón en mi hombro. Con frustración e ira reflejados en sus ojos amarillos, envolvió sus dedos alrededor del cuello de mi camisa e hizo fuerza en ella hasta que me vi obligado a ponerme de pie sobre mis puntas.

La verdad era que no esperaba que Ragun atacara. No estaba en ninguno de los escenarios que había visualizado en mi mente. Tras nuestra reunión en Coliseo del Olimpo, sabía que siempre terminaría por finalmente contenerse (incluso si todavía planeaba vengarse por haberlo estrellado contra una pared). Pero aquello… no, aquello no entraba en ninguna de las posibilidades. ¿Era algo que había dicho? No, cada palabra había estado perfectamente planeada para tener la pizca perfecta de burla en ella, pero sin impulsar a Ragun a tomar acciones al respecto. ¿Entonces qué…?

Las palabras que me dedicó sonaron diferentes a lo que jamás había escuchado salir de su boca. Pero su voz sonaba extrañamente familiar, con una característica distorsión que sólo había oído una vez, hacía mucho tiempo en Castillo de los Sueños. El sonido de la Oscuridad, si aquello tenía algún sentido.

Entonces el suelo bajo mis pies desapareció. Al instante experimenté la opresiva sensación de la oscuridad rodeándome, mientras una particular fragancia a peligro llenaba mis sentidos. Las penumbras comenzaron a alzarse debajo de mí, como un vapor tóxico formando figuras imaginarias frente a mis ojos, para luego dispersarse y desaparecer en el cielo violeta de Bastión Hueco.

¿¡Un portal!? ¿¡Cómo!? ¡Tú no tienes la fuerza suficiente! ¡Y estás demente si piensas tirarme, ni siquiera sabes a dónde--!

Sin aviso alguno, Ragun simplemente me soltó.

Contemplé el castillo desaparecer al final de un túnel, mientras un gigantesco muro de penumbras comenzaba a alzarse a mi alrededor. Un vacío tremendo oprimió mi pecho mientras extendía la mano en dirección a los amarillos ojos de Ragun, que poco a poco se hacían más pequeños en la distancia.

Antes de caer por completo por el portal de oscuridad, susurré el “Hielo” que muy pronto obligaría a Ragun a seguirme a mi fatal destino.

Imagen
—You're like that coffee machine: from bean to cup, you fuck up—

~Dondequiera que el arte de la medicina es amado,
también hay un amor a la humanidad~


Imagen
Avatar de Usuario
Zee
Miembro del Hall de la Fama
Miembro del Hall de la Fama
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 3280
Registrado: Mié Mar 04, 2009 1:37 am
Dinero: 213,288.72
Banco: 15,374.00
Ubicación: .mx
Sexo: Masculino
Clan: Bohemia Lectura
Facebook: Pregunta por MP
Estantería de objetos
Karma: 36

Re: [Reino Encantado] Locura y Sangre

Notapor Sombra » Mié Feb 19, 2014 2:29 pm

Imagen


E incluso sin ellos no te atreverías a ponerme un dedo encima.

¿Que no me atrevería?

Que equivocado estaba. No sabía absolutamente nada de mí y había supuesto eso por el hecho de ser precavido y tratar de evitar peleas innecesarias. Consideraba que tenía paciencia, pero por desgracia ya se estaba agotando.

Acabaré con él. Nadie osa desafiarme.

Di unos pasos hacia Xefil lleno de ira. Levanté mi mano y agarré su hombro obligándole a que se girase. Ello había despertado al haber sido provocado. Pero no entendía por qué contra él sí aparecía, pero no había aparecido contra Gárland.

No quiero luchar contra él, ¡basta!

¿¡Qué demonios te ocurre ahora!?

Mi respuesta fueron hechos. Apreté su cuello y lo levanté ligeramente en el aire obligándole a ponerse de puntillas. Yo era poderoso, muy poderoso. Clavé mis ojos en el aprendiz sin una pizca de piedad ni de simpatía hacia el que había acabado siendo mi salvador.

Odio.

Oh, sí. El Odio engendraba poder, por supuesto. Eso quería decir una cosa. Tenía que odiar más y más hasta que todo me perteneciese. El poseer todo era mi derecho y mi deber.

¿Cómo te atreves a hablarme tan irrespetuosamente? En MI castillo, en MI mundo, en MI universo ―solté. Tras aquellas palabras apreté los dientes rabioso.

Una pequeña porción del suelo se tiñó de negro creando un vacío que parecía conectar con algún otro lugar. Aquello era sin duda un Portal de Oscuridad.

Pero yo no conocía aquella magia. Es más, ¿tan fácil era conjurarla? Era como si mi cabeza estuviese llena de fórmulas mágicas, hechizos poderosos, maldiciones letales. ¿Cómo era posible todo aquello? Normalmente ni siquiera era consciente cuando Ello tomaba el control de mi cuerpo, pero esta vez… Era como si viese por sus ojos y pensase lo que él.

¿¡Un portal!? ¿¡Cómo!? ¡Tú no tienes la fuerza suficiente! ¡Y estás demente si piensas tirarme, ni siquiera sabes a dónde--!

¿Quién te dijo que haya mostrado todo mi poder alguna vez? Es más divertido contenerse. Además, no es mi problema en donde vayas a acabar. Bueno, que disfrutes el viaje ―sonrió Ello utilizando mi rostro―. Probablemente sea el último que hagas.

Y es que había altas probabilidades de que acabase en el medio del Intersticio, donde la oscuridad se haría con su cuerpo para siempre.

Le solté, o más bien quien controlaba mi cuerpo lo hizo. Aquella forma de dejarlo caer fue despreciable, era como si hubiese arrojado una bolsa de basura en un contenedor. Dejé que su cuerpo se precipitase al interior de la oscuridad que inundaba el portal. Me sentí satisfecho ante aquello, aunque poco duró.

Había bajado la guardia creyendo que no podría hacer nada, pero un Hielo chocó contra mi pierna haciendo que ésta resbalara hacia el portal.

Si acababa en el intersticio, simplemente tenía que activar la armadura. Pasase lo que pasase yo iba a sobrevivir. Pero yo no quería eso, no podía dejar que Xefil, que había vuelto mientras los otros habían huido muriese por mis manos.

Pero, no hizo falta ninguna protección ya que estábamos en un mundo, uno muy extraño de hecho. Me incorporé con agilidad todabía controlado por aquella cosa.

Había aparecido cerca de un acantilado, en una zona donde todo parecía muerto. En la distancia se alzaba un castillo ruinoso al cual solo se podía acceder por un desfiladero de apariencia peligrosa en el centro de aquel acantilado tan profundo que parecía no tener fin. Aquel lugar desconocido parecía Bastión Hueco. Era como si aquella zona estuviese repleta de oscuridad… O más bien, como si estuviese bajo el efecto de algún poderoso maleficio, era algo palpable en el ambiente.

Imagen


No había estrellas ni luna en el cielo, pues este estaba cubierto por densas nubes de tormenta incluso si no había tormenta alguna o indicios de esta. Era tétrico.

Pero poco más me fijé en el terreno salvo que estábamos en una especie de campo abierto cuyo suelo era tierra polvorienta de un gris marchito y de apariencia infértil. Con razón no había ni un hierbajo. En quien centré la vista fue en Xefil, que también se encontraba en aquel lugar.

Tu… ―miró Ello a Xefil con desprecio.

En aquel momento me di cuenta de que todas aquellas fórmulas mágicas que habían pasado por mi cabeza se habían ido tal como habían venido. Era como si simplemente no hubiesen estado ahí. Pero aquellos conjuros me resultaban tan familiares...

Ni siquiera recordaba como había abierto el Portal de Oscuridad. Solo sabía que el esfuerzo mágico era muy pequeño, aunque era muy complicado de conjurar para un Aprendiz, de eso estaba seguro. Con razón el Monarca de la Locura se había sorprendido al ver que yo había abierto uno sin apenas esfuerzo.

¿Quién coño eres realmente, Ello? ¿Quién coño soy?

Pero no era tiempo de pensar en aquellas cosas. Invoqué mi Llave Espada y le apunté de forma amenazadora.

Luchemos ―ya no había vuelta atrás. Era obvio que como había actuado momentos antes era imposible evitar un enfrentamiento en aquel momento ya que él no dudaría en atacar dada la situación. Incluso si Ello me devolvía el control de mi cuerpo.

¿Cómo podría explicarle a Xefil algo así? Ni siquiera me creería.

Ello quería ver la sangre de mi enemigo. Ver como suplicaba por su vida, desesperanzarlo hasta que él mismo desease su muerte.

¿Cruel? Aquella palabra ni siquiera podía definir a aquella cosa que moraba en lo más profundo de mí. Era inhumanamente retorcido.

Y empezó a correr hacia el Monarca de la Locura. Sin dudarlo ni un momento levantó mi llave espada y la bajó con toda la fuerza que mi cuerpo disponía tratando de alcanzar su cabeza. De la punta de mi llave espada salió un Láser Oscuro que si no le daría de lleno al menos le rozaría.

No pienso dejar con vida a nadie que se atreva a mancillar mis dominios.
Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Sombra
149. Lingering Sentiment
149. Lingering Sentiment
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 4720
Registrado: Mar Mar 31, 2009 9:01 pm
Dinero: 27,410.40
Banco: 0.00
Ubicación: Behind in the musgo
Sexo: Mucho, gracias por preguntar
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 23

Clash

Notapor Zee » Mié Feb 26, 2014 4:41 pm

Imagen
Doctor Who - The Waters of Mars: Time Lord Victorious


La cantidad de tiempo que pasé en el interior de aquel infernal suplicio fue en realidad menos de la que en ese momento pensé. La oscuridad a mi alrededor casi al instante me arrebató la respiración y el miedo a quedarme atrapado allí para siempre al instante se apoderó de mi persona. Continué cayendo por unos cuantos segundos hasta que, sin previo aviso, el eje de gravedad cambió y caí de bruces sobre algo sólido, invisible detrás de la oscuridad.

Sentí a aquella energía trepar por mis dedos y subir por mi brazo, buscando una grieta en mi persona para colarse en mi corazón. O tal vez simplemente lo imaginé, poseído por el terror. Me puse de pie de un salto y me sacudí frenéticamente, como si de pronto me hubiese llenado de sucios insectos o de alguna sustancia tóxica. Giré varias veces sobre mi eje, atacando exaltadamente al aire a mi alrededor, intentando apartar aquel vapor purpúreo que me rodeaba. Comencé a toser como si hubiese inhalado humo y eché a correr, sin saber por qué dirección del pasillo había llegado, cubriéndome mi rostro con el brazo y agitando con mi mano libre lo que tenía al frente.

Y de pronto, sencillamente una puerta se abrió frente a mí. La oscuridad se disipó y, como si hubiese decidido rendirse, simplemente me dejó salir. Debido a la carrera que había llevado, escapé del portal con tal velocidad que no pude ver mis alrededores hasta que fue demasiado tarde. Irremediablemente tropecé en un suelo demasiado suelto y caí de frente; intenté frenar mi caída con las manos, pero sólo logré hacerme daño en ellas y rodar otro metro y poco más por la árida tierra.

Menudo hijo de… ―gruñí, intentando levantarme. Aunque mis manos comenzaban a quejarse con aquellos raspones, me preocupaba más saber dónde me encontraba en aquel momento. La última vez que había cruzado un portal de oscuridad, incluso sintiéndome seguro al verme acompañado por otra decena de Aprendices, había tenido uno de los días más desagradables en mi vida.

Al levantarme, descubrí que el portal no había desaparecido. Flotaba a unos palmos sobre el suelo, sólo los suficientes para haberme hecho caer. Qué sorpresa. De su interior salió despedido Ragun, que al igual que yo tuvo que tomarse unos instantes para recuperar el equilibrio y mirar a nuestro alrededor.

Un aura tenebrosa nos rodeaba, cubriendo todo con un gas fétido que parecía venir de las profundidades y que oscurecía el cielo. El portal nos había llevado al borde de un acantilado sin ninguna clase de vegetación, compuesto por rocas y tierras tan grises que asemejaban ceniza. A un costado nuestro se encontraba el fin de aquel despeñadero, tan profundo que no podía verse el fondo, y un castillo suspendido precariamente sobre una columna de roca.

Lo reconocí al instante… Nos encontrábamos en la Montaña Prohibida. El hogar de la bruja de las leyendas. No… no Némesis, no la Bruja Eterna. Sino una presencia más tangible y, por lo tanto, más malévola.

El castillo de la Emperatriz del Mal, la bruja que había irrumpido en el nacimiento de la princesa Aurora.

Miré al horizonte, del lado contrario, más allá de los confines del bosque. Y sí, aunque sólo podía distinguirse una silueta desenfocada, era inconfundible…

Aquello era Reino Encantado.

Tragué saliva. Estaba… en casa.


Tú…

Me giré de nuevo hacia Ragun. No sabía si sentirme aliviado de saber que mi estrategia había salido mejor de lo planeado y había terminado por arrastrarlo conmigo… o sentirme nervioso por saber que ocultaba un poder terrible, ahora visible en sus ojos.

Nadhia me había advertido sobre él; sin saber que ya lo conocía de antemano. Tristemente, debía admitir que tenía razón: Ragun había cambiado. No era el mismo chico amable, aunque silencioso, que me había acompañado a Espacio Profundo. Ahora no mostraba más sentimiento que rencor y no paraba de querer mostrarse superior. Y no sólo eso… aquella habilidad de abrir un Portal de Oscuridad sin esfuerzo, un hechizo que supuestamente debía estar al nivel de un Maestro…

Pero si lo que dijo el otro Ragun es cierto… que la oscuridad de su corazón se esté haciendo demasiado fuerte... y que le esté consumiendo poco a poco.

No sólo la oscuridad en él se va haciendo más fuerte… —pensé, mientras Ragun materializaba su Llave-Espada y me apuntaba con ella directamente— También Ragun —añadí, contemplando cómo el Portal de Oscuridad finalmente se disipaba.

Luchemos ―ordenó. Ah, ahora sí quería luchar. Muy apropiado, Ragun, muy apropiado.

¡Ragun, no entiendes, éste es mi…! ―intenté explicar, llevándome una mano al pecho y apuntando con la otra al castillo Sin embargo, el joven no tenía intención de detenerse. Se lanzó a toda velocidad hacia mí, con su Llave-Espada en alto.

“A toda velocidad” siendo poco para mí, por supuesto. Contemplé a Ragun como si se moviese en cámara lenta.

¡Reacciona, demente!

Por un instante, sentí el frío tacto de un grillete en mi muñeca. Una cadena invisible tiró de ella y me levantó el brazo contra mi voluntad, a la par que una salpicadura de sangre provenía del vacío y tomaba la silueta de un arma.

La Danza de la Demencia se cruzó con la Llave-Espada Oscura.

No pienso dejar con vida a nadie que se atreva a mancillar mis dominios.

¿¡Tus!? ―reclamé. Pronto descubrí que la fuerza de Ragun era demasiado para intentar hacerle rival, por lo que tuve que desviar el golpe de su Llave en lugar de recibirlo de lleno. Di un grácil giro a la derecha para esquivar su próximo hechizo, pero éste se las arregló de cualquier manera para quemarme el antebrazo izquierdo―. ¿¡Tienes idea de dónde estás parado, imbécil!? ¿¡Tus dominios!?

Me sujeté la herida con la mano libre, sintiendo el escozor limitando mis movimientos. ¿Cómo podía haber usado la oscuridad de una manera tan precisa y tan destructiva? Aquello no había sido una Flama, sin duda.

Mis ojos brillaron con un color violeta a la par que alzaba mi mano y la extendía al frente, con la palma hacia abajo. Los guijarros a mi alrededor comenzaron a estremecerse y a temblar en el suelo, mientras mi cabello y mi ropa comenzaban a flotar como si el viento estuviese golpeándoles desde abajo.

Pronto la energía que me rodeó fue demasiada y los objetos a mi alrededor no pudieron resistirlo. Comenzaron a levitar y después, siguiendo mis órdenes, a girar salvajemente en tres órbitas diferentes a mi alrededor, como decenas de satélites circulando a un planeta.

Magnetokinesis. No quieres luchar conmigo, Ragun ―amenacé.
—You're like that coffee machine: from bean to cup, you fuck up—

~Dondequiera que el arte de la medicina es amado,
también hay un amor a la humanidad~


Imagen
Avatar de Usuario
Zee
Miembro del Hall de la Fama
Miembro del Hall de la Fama
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 3280
Registrado: Mié Mar 04, 2009 1:37 am
Dinero: 213,288.72
Banco: 15,374.00
Ubicación: .mx
Sexo: Masculino
Clan: Bohemia Lectura
Facebook: Pregunta por MP
Estantería de objetos
Karma: 36

Re: [Reino Encantado] Locura y Sangre

Notapor Sombra » Mié Feb 26, 2014 5:16 pm

Imagen


El muchacho de cabellos castaños bloqueó mi ataque magníficamente. Noté como cedía ligeramente, pero su manejo de la llave espada de tonos tan rojos como la sangre derramada fue suficiente para desviar mi ataque. En ese momento, viendo que nada conseguiría con ese ataque lancé un Láser Oscuro que si no golpeó de lleno al menos logró acertar en su antebrazo.

Ambos quedamos frente a frente después de que él retrocediera unos pasos.

¿¡Tienes idea de dónde estás parado, imbécil!? ¿¡Tus dominios!?

¿Acaso necesito saberlo para reclamarlo como mío? ―respondió desinteresado.

En ese instante, Xefil desató sus poderes. Sus ojos resplandecieron de un tono violeta y abrió la palma de su mano hacia el suelo. Cuando vi que las piedras del suelo empezaban a moverse y a temblar levemente se me pasó por la mente que fuese magia afín a Tierra. Un poder al que no estaba acostumbrado a enfrentarme.

Magnetokinesis. No quieres luchar conmigo, Ragun.

Y tenía razón, no quería pelear contra él. Pero yo no era el que estaba controlando mi cuerpo en aquel momento. Mi consciencia empezó a nublarse dejando paso lentamente a que la mente de aquel despreciable ser me dominase, hiciese que me perdiese a mí mismo.

[Cambio de narrativa al desaparecer Ragun como consciencia]

Imagen


Las piedras empezaron a levitar formando anillos similares a órbitas planetarias alrededor del Noble las cuales giraban a gran velocidad. La forma de aquella magia, su geometría era hermosa y refinada. Justo el tipo de habilidades que alguien de alta cuna gustaría de aprender para un combate.

Magia de Espacio. Increíbles poderes, sin duda.

Ah, por supuesto que me llamas de esa forma tan… ridícula―puso énfasis en la última palabra de aquella frase―. Alexander, Alexander Fürst von Wiedererinnerung. Príncipe heredero de El Imperio.

Aquel que aparentaba ser Ragun sonrió con cierto orgullo mientras hacía una pequeña y irrespetuosa reverencia. Ello dio varios pasos al frente mientras observaba minuciosamente la habilidad del aprendiz conjurando lentamente el efecto de Mímico

Imagen

Oh, Xefil. Pero yo amo los duelos. ¿Nunca has participado en uno? Son muy emocionantes. Quizás al que llamas “Ragun” no le gustasen, pero a mí me encantan.

>¡Magnetokinesis!

En cuanto pronunció el nombre del hechizo empezó a copiar los movimientos de Xefil. Todos y cada uno de ellos perfectamente copiados e incluso a la misma velocidad. La tierra y la arena empezaron a moverse levemente antes de lanzarse hacia el aire formando tres anillos de tierra y piedras que era casi igual que el de Xefil.

El joven de ojos amarillos le dedicó una sonrisa chulesca.

Lo olvidaba. Que despistado soy, no te he dicho aún que puedo aprender cualquier magia de mis enemigos con solo un vistazo, ¿no?

Aquello no era del todo cierto, puesto que simplemente había copiado su habilidad, pero se permitió crear la duda en su contrincante.

Alzó su llave espada apuntando hacia el aprendiz y uno de los anillos que habían estado orbitando a su alrededor se lanzó contra Xefil.

Ello se lanzó al instante mientras arrastraba la Llave Espada Oscura por el suelo. Una polvareda empezó a levantarse y rodeó su cuerpo unos instantes antes de lanzarse contra la cara de Xefil.

No se fijó en si había funcionado o no dado que la habilidad magnética ya estaba empezando a perder su efecto.

Se lanzó contra el joven de cabello castaño para dar un tajo horizontal con el que podría rasgar su piel. Era una táctica asquerosa y tramposa.
Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Sombra
149. Lingering Sentiment
149. Lingering Sentiment
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 4720
Registrado: Mar Mar 31, 2009 9:01 pm
Dinero: 27,410.40
Banco: 0.00
Ubicación: Behind in the musgo
Sexo: Mucho, gracias por preguntar
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 23

Alexander

Notapor Zee » Mié Feb 26, 2014 7:02 pm

Imagen
Xefil's Battle Theme
(A Light in the Darkness ~P~ - HalcyonicFalconX)


Ah, por supuesto que me llamas de esa forma tan… ridícula.

Gruñí desesperado al sentir el ardor en mi antebrazo izquierdo. Aquel dolor no era normal en una quemadura como aquella, que muy apenas podía considerarse de segundo grado. Escocía como si algún ácido me hubiese caído encima y no pudiese removerlo; tenía una casi irresistible necesidad de rascarme hasta quitarme la piel de encima.

A partir de ese momento, odiaría a la Oscuridad tanto como Light si eso evitaba que volviesen a tocarme con algo como aquel hechizo.

Alexander, Alexander Fürst von Wiedererinnerung. Príncipe heredero de El Imperio.

Las palabras de Ragun cada vez cobraban menos y menos sentido. Ahora, aparentemente, se creía un maldito príncipe. Sus nuevos aires de grandeza me molestaban sobremanera, algo que había descubierto desde nuestra misión en el Coliseo. Aquella sonrisa burlona y orgullosa me provocaba cierto desprecio, una sensación fastidiosa que se arrastraba por la parte trasera de mi mente y me incitaba a golpearlo en la cara o estrellarlo contra un muro.

Era como… instinto. Después de todo, tiene que haber una razón por la que todos inconscientemente tememos a la oscuridad.

Oh, Xefil. Pero yo amo los duelos. ¿Nunca has participado en uno? ―preguntó de pronto el chico, fingiendo desinterés. No le respondí―. Son muy emocionantes. Quizás al que llamas “Ragun” no le gustasen, pero a mí me encantan.

>¡Magnetokinesis!

Aquello me puso los pelos de punta. Que Ragun hubiese pronunciado aquellas palabras y comenzara a replicar mis movimientos con precisión y maestría… bueno, sencillamente era imposible. Jamás me había topado con nadie que usara el Espacio de la misma manera que yo; y aunque sabía que la Maestra Iwashi y Aleixs tenían la misma afinidad, simplemente no había comparación entre nuestros estilos.

“Estilo”. Ésa era la palabra clave, puesto que Ragun no estaba solamente demostrando ser capaz de hacer lo mismo que yo. Me estaba copiando, paso por paso, milímetro por milímetro… Aquellos eran mis movimientos, no los de un hechicero cualquiera. Estaban ‘repletos de mí’, se viera por donde se viera.

Las rocas a su alrededor también se elevaron, y comenzaron a girar de la misma manera en la que mis propios cinturones lo hacían. Incluso en aquello me había imitado perfectamente, cuando la habilidad no estaba limitada a ese uso.

Lo olvidaba. Que despistado soy, no te he dicho aún que puedo aprender cualquier magia de mis enemigos con solo un vistazo, ¿no?

¿Aprender? ―respondí, desafiante―. No has aprendido nada, sólo has--

Me detuve cuando una de las órbitas de Ragun salió disparada hacia mí como una metralla en miniatura. Justo lo que yo había tenido en mente hacía sólo unos segundos. Gruñí por lo bajo y me hice a un lado con una amplia vuelta sobre mi eje, para después contemplar cómo Ragun volvía a embestir contra mí. Raspó el suelo con su Llave-Espada, levantando una polvareda que mantuvo en su sitio con nuestra habilidad.

...puedo aprender cualquier magia de mis enemigos con solo un vistazo...

Su intención era tan transparente.Por supuesto, Ragun pretendía cegarme con aquella cortina de tierra. Lo que el joven no se esperaba era que aquella jugarreta funcionaba en ambos sentidos: si yo no podía verlo, tampoco él a mí. Y mientras no pudiese verme, no podía imitarme.

Elusión.

La verdad era que no tenía idea de dónde sacaba energías para pronunciar aquellos hechizos. Hacía unos quince minutos, en Bastión Hueco, me había sentido incapaz de hacer nada. ¿Era la adrenalina? ¿Era aquella pelea, de alguna manera, más excitante que mi caída por las torres? ¿Tal vez… me sentía más asustado peleando con Ragun, con ese tal ‘Alexander’, que cuando me había estrellado con el Glider?

De cualquier manera, el hecho de que logré sacar maná hasta de las rocas era innegable. Con un chasquido inconfundible, desaparecí por completo mientras la Llave Oscura de Ragun no cortaba nada más que aire. Tanto sus cinturones como los míos cayeron al suelo en cuanto la magia se terminó, provocando que aquella cortina se disipara. Ragun se encontró con que había aprovechado su estrategia para desaparecer.

Saboreé su frustración por un momento, regocijándome en silencio mientras lo contemplaba desde las alturas, de pie sobre un arco de piedra que marcaba el inicio del camino hacia el castillo de la Emperatriz.

Si había una cosa que nos diferenciaba, era que yo aprovechaba el elemento sorpresa. No necesitaba demostrar mi fuerza con algún comentario astuto… no cuando no me estaban viendo, al menos. Sin soltar siquiera un gemido, separé mi Llave en dos dagas y bajé de un salto del arco de piedra, directamente sobre Ragun, dispuesto a clavarle mis armas.

El joven, no obstante, ya se esperaba con seguridad un ataque por la espalda tras haberme visto (o no visto, más bien) desaparecer. En el momento preciso, Ragun decidió darse la vuelta y no logré hacerle más que dos cortes superficiales en la espalda antes de caer justo frente a él… y frente a su Llave-Espada.

¡MicroGrav! ―solté apresuradamente, mientras aceptaba irremediablemente el contraataque de Ragun, alzando los brazos para intentar protegerme el rostro. El golpe, incluso con el hechizo, fue tremendo y me hizo retroceder medio paso, amenazándome con hacerme perder el equilibrio. Mi antebrazo herido se quejó todavía más al recibir el metal de Ragun.
—You're like that coffee machine: from bean to cup, you fuck up—

~Dondequiera que el arte de la medicina es amado,
también hay un amor a la humanidad~


Imagen
Avatar de Usuario
Zee
Miembro del Hall de la Fama
Miembro del Hall de la Fama
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 3280
Registrado: Mié Mar 04, 2009 1:37 am
Dinero: 213,288.72
Banco: 15,374.00
Ubicación: .mx
Sexo: Masculino
Clan: Bohemia Lectura
Facebook: Pregunta por MP
Estantería de objetos
Karma: 36

Siguiente

Volver a Otros temas

¿Quién está conectado?

Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 1 invitado