Conseguí abrir la puerta sin dificultad, y tras pasar, la volví a cerrar tal y como estaba. Supuse que me encontraba en esa ocasión en el mencionado Distrito 2, que a diferencia del anterior, era más oscuro y tenebroso. No había nadie, excepto algunas tiendas abiertas y que de hecho, estaban cerrando ya.
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¡Espere por favor! —Grité al hombre que estaba sacando la llave de su bolsillo para cerrar, me fijé por encima que era la única tienda de ropa del lugar, por lo tanto, mi última esperanza
—Oh, ¿un cliente a estas horas? Qué va, qué va. Tenemos que volver a nuestras casas antes de que sea demasiado peligroso. Tú también deberías volver, este sitio no es seguro.
Me eché para atrás, sin saber qué decir o cómo reaccionar. El hombre estaba empeñado en irse de allí cuanto antes por culpa de los Sincorazón, o eso imaginaba, pero era una de las pocas tiendas que quedaban abiertas.
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Por favor, le daré los platines que hagan falta. Es urgente, he venido simplemente para eso. No puedo perder el viaje.—¿Y no pudiste venir antes, muchacha? —El tipo suspiró, y tras pensarlo mejor, volvió a abrir la tienda. Me sentí afortunada— Vamos entra, pero rápido. No más de cinco minutos.
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Por supuesto. —Le hablé con toda la educación posible para que me dejase entrar. Una vez dentro y con las luces encendidas, le eché un vistazo a las camisas de las estanterías, ninguna me convencía—
¿No tiene algo oscuro? Me gustarían motivos siniestros.El hombre me miró de arriba a abajo, analizándome. Acto seguido, se acercó a mí.
—Mmm, ¿eres gótica acaso? No, no, ese estilo no encaja contigo. Mira ven tengo algo idóneo para ti.
Dejé las camisas en su sitio y lo seguí, curiosa por saber qué pasaba por su cabeza.
* * *Tres Sincorazón aparecieron frente a Saxor, deseosos de engullir su corazón. Llegado un punto del combate, uno de estos, en lugar de saltar hacia el aprendiz, se abalanzó sobre su mascota. Sin embargo, el ataque nunca llegó.
Una enorme espada, de dimensiones impresionantes, abatió al Sincorazón de un solo golpe. Un corazón se elevó en el cielo hasta desaparecer. El origen de la espada pudo abrumar a Saxor en un primer momento, se trataba de un hombre corpulento y enorme. Podía notar que bastante mayor, rondaría al menos los cincuenta años, o se acercaría a ellos. Vestía unas botas oscuras y un traje de lujo imponente, con guantes blancos y limpios. Lo más característico de su cabello eran las numerosas canas bien peinadas.
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No bajes la guardia, vienen más. —El hombre realizó un gesto con su Llave Espada, y aparentemente, las fuerzas y las energías, tanto de Saxor como de Guilmon, se vieron incrementadas exponencialmente
Esta vez, junto a Saxor, se materializaron cuatro Bolas Oscuras, deseosas de devorarlo a él primero. Pero... ¿cómo es que aquel hombre tenía una Llave Espada?