[Bosque de los Cien Acres] El camino de la magia

Encuentro de Alec y Albert

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Re: [Bosque de los Cien Acres] El camino de la magia

Notapor LightHelco » Lun Ene 26, 2015 12:11 am

Cham, esa es realmente una buena pregunta, cham —. Se paró el panda tras que Albert le hablase —. A ver… recuerdo que siempre he estado aquí, cham, pero tampoco se que he hecho aquí, cham.

No entendiendo muy bien a que se refería el animal, y aprovechando a que delante nuestro había un río con unas pequeñas placas de hielo que iban a necesitar algo de magia para serme útiles, me dirigí hacia Yancham para intentar entender su respuesta.

¿Acaso tienes amnesia, Yancham?

¡No, cham! Si tuviese amnesia estaría intentando recordar cosas, cham —respondió bruscamente el animal cruzándose de brazos —. Lo que pasa es que un día estaba de pie en el bosque y nada más, cham. Como si antes de eso no hubiese existido nada, cham. Lo único que tenía eran estas ganas de ser mas fuerte, cham, algo que me gusta a decir verdad, cham.

No, nadie iba a discutirle esa parte, pero lo que contaba Yancham era bastante extraño. Alguien que había aparecido en el bosque y no sabía que hacía en él… quizás fuese por-

Bueno, cham ¿quieres que te ayude a pasar o no, cham? —me habló de golpe el panda sacándome de mis pensamientos.

Si, si. Voy a congelar un poco más el agua. Alber, echame una mano con esto, ando bastante al limite de mis energias —expliqué acercándome al agua y apuntando con mi mano hacia ella —. Hielo.

Imaginé que Albert me ayudaría, por lo que entre los dos pudimos crear un solido puente de hielo que no iba a romperse incluso aunque pasáramos los cuatro a la vez. Avanzando con cuídado y bajo la vigilancia del oso panda para no caérme, crucé al otro lado y esperé a que la otra pareja llegara antes de seguir avanzando.

Creo que sé lo que le ocurre a Yancham —le susurré a Albert colocándome al lado de él para que ninguno de los osos nos escuchase — ¿Recuerdas que esto es un libro, verdad? Hay páginas en blanco para ir llenándolas con el avance del paso del tiempo en este mundo, pero ¿y si alguien intentara escribir en esas paginas? —. Dejé la pregunta en el aire para que Albert entendiese a donde quería llegar —. Posiblemente algún aprendiz o moguri despistado, quizá hasta la Maestra Yami, cogiesen un día y escribieran en el libro sobre la existencia de Yancham, por eso ha estado siempre aquí, pero no sabe el que hace aquí.

Siguiendo por el camino, fuimos poco a poco acercándonos a la salida. Pero claro, no podía ser un viaje fácil, no, tenía que aparecer un último obstáculo. Frente a nosotros y obstruyendo totalmente la salida al túnel se había formado una capa de hielo que no se iba a derretir por mucho que se lo dijéramos. Fui a lanzar un hechizo Piro para ver si así desaparecía, pero lo único que sentí salir por mi mano fue un ligero cosquilleo y unas chispitas que dejaron ver que había alcanzado mi límite de energía.

Ni que esto fuera un problema, cham —se apresuró a decir el osito blanco y negro chocando sus puños y dando unos pasos —. En esta zona por alguna razón, cham, se suele formar hielo al final del día, cham, nada que mis puños y yo no podamos cargarnos, ¡cham!

Yancham se dispuso entonces a golpear la helada pared, pero antes de que lo hiciera grité para que se detuviese y me dirigí a Albert.

Creo que este es buen momento para cumplir lo prometido. Albert, hoy vas a aprender a usar Piro —declaré sonriente —. No tienes que preocuparte de nada, simplemente ponte delante del hielo y relájate —. Le empujaría si era necesario y me quedaría a su lado para que se calmara —. Bien, concéntrate en el muro y levanta tu mano hacia él. Ahora piensa en cosas ardientes, hogueras, antorchas, creé incluso que tienes el fuego en tus manos —. Pausadamente le iría dando las instrucciones para que realizara el conjuro —. Envía tu magia hacia tus dedos, siempre sintiendo como si en tus venas no hubiese sangre si no fuego. Con tranquilidad crea la esfera y libérala.
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Re: [Bosque de los Cien Acres] El camino de la magia

Notapor Leechanchun » Lun Ene 26, 2015 1:59 am

El avance por la cueva estaba siendo algo lento por la lesión de Alec, pero Yancham era una criatura muy enérgica y le ayudaba sin muchos problemas.

Al llegar al río interior de la cueva Alec le pidió ayuda a Albert, pues la energía mágica del primero estaba apunto de agotarse. Si ningún reparo dudó en ayudarle. Soltó momentáneamente a Pooh y conjuró junto a su compañero de Tierra de Partida un hechizo de Hielo. Una gran plataforma de hielo se formó ante ellos, con lo que cruzar sería mucho menos arriesgado que antes.

Alec debió, mientras invocaban la plataforma, pensar una teoría sobre el hecho de que Yancham estuviera en el Bosque de los 100 Acres y no tuviera unos recuerdos anteriores: alguien debió escribir sobre él en el libro, sin darle más sentido que su apariencia y personalidad.

El planteamiento de Alec sobre el origen de Yancham le parecía sorprendente a Albert. No había pensado que este libro fuera como el resto de los libros, pues imaginaba que solo se narraba lo que allí se vivía a base de la experiencias de sus residentes y visitantes, pero el hecho de que al escribir en sus páginas pudieran surgir nuevas vidas, nuevas historias… Ello le planteaba varias preguntas que dejaría para otra ocasión, ya que ese no era el momento.

Yancham estaba a punto de golpear el hielo, cuando Alec le paró. Iba a enseñar a Albert a conjurar Piro.

Creo que este es buen momento para cumplir lo prometido. Albert, hoy vas a aprender a usar Piro —dijo sonriente —. No tienes que preocuparte de nada, simplemente ponte delante del hielo y relájate.

Albert avanzó hacia el hielo y se puso al lado de Alec.

Bien, concéntrate en el muro y levanta tu mano hacia él. Ahora piensa en cosas ardientes, hogueras, antorchas, cree incluso que tienes el fuego en tus manos.

Albert hizo lo que Alec le fue indicando poco a poco. La idea de aprender un nuevo hechizo le emocionaba, pero hacerlo directamente con las manos, cuando aún no lo hacía del todo bien con el único conjuro que conocía, le ponía nervioso. Aunque estaba decidido a hacerlo. No había viajado lejos de su hogar para nada. Le gustaba la magia y todo lo que ello significaba, pero sus miedos eran tan agobiantes que ni se había dado cuenta, hasta escasos minutos antes, de que estaba en un libro mágico. Tenía que ser más decidido: Conjuraría Piro aunque se quemase las manos.

Envía tu magia hacia tus dedos, siempre sintiendo como si en tus venas no hubiese sangre si no fuego. Con tranquilidad crea la esfera y libérala.

Vale.

Albert comenzó a concentrarse, respirando con calma, y materializó en su mente cosas ardientes. Dejó que la energía fluyera a su ritmo propio, dejando que llegase a sus manos, donde empezó a sentir un cosquilleo cálido. Eso le hizo temblar brevemente, pero ya no había vuelta atrás, aunque hiciese una llama más pequeña que la de una cerilla, lanzaría un hechizo de Piro. Acercó sus manos y fue dando forma de esfera, tal y como le había dicho Alec, a la energía. Cuando sintió el fuego, separó su mano derecha de la izquierda y apuntó con la primera al hielo. Una bola de fuego de aceptable tamaño salió disparada e impactó con el hielo, provocando que el choque de temperatura hiciera que hielo comenzase a derretirse.

¿Qué tal lo he hecho?
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Re: [Bosque de los Cien Acres] El camino de la magia

Notapor LightHelco » Lun Ene 26, 2015 9:18 pm

¿Qué tal lo he hecho?

Me quedé mirando el derretido hielo con una sonrisa en la cara. El chico aprendía muy rápido, de casi no saber lanzar un hechizo a poder usar el del elemento contrario, tenía a un aprendiz con mucho potencial a mi lado.

Has sacado la mejor nota, mira que cuando te encontré no podías siquiera lanzar magia sin usar la Llave —le felicité al chico retomando la marcha —. Venga, que ya debemos estar casi fuera.

Cham… Yo podría haberlo hecho mejor de un puñetazo, cham —se quejó el animalillo por lo bajo.

Seguimos durante un rato más hasta que finalmente pudimos ver la salida de la cueva con la luz del atardecer entrando por ella. No había ya nada que nos impidiese escapar al fin de la caverna, por lo que me relajé y avancé algo más despacio para no forzar la herida, estaba empezando a escocer más de lo normal.

Cuando salimos fuera no pude contener las ganas de estirar los brazos y tomar una gran bocanada de aire fresco, ¡que ganas de estar fuera! Aunque tendría que ser por poco tiempo, el que el sol se estuviese ocultando tras los altos arboles del bosque nos dejaba bastante claro a Albert y a mí que era la hora de volver al castillo. Me preguntaba si el Moguri encargado de hacerme llevar los libros estaba preocupado por mí.

Supongo que debo daros las gracias a los dos, Pooh y Yancham —me dirigí hacia los ositos recibiendo diferentes reacciones por parte de los dos, serían el mismo animal, pero no se parecían en nada —. Estaría bien pasar un rato hablando con vosotros y viendo si descubrimos algo sobre Yancham, pero algo me dice que la gente con la que vivimos va a estar algo preocupada de nosotros, así que es hora de despedirse.

El panda me miró con cara de pocos amigos, la que tenía normalmente vaya.

Normal que se preocupen de un fideo como tú, cham, a ver si entrenas un poco para no llorar con la primera piedrecita que se te cae encima, cham —. Eso era una despedida que no me esperaba, pero le pegaba al osito —. Si no encuentras nadie que te ayude, cham, ¡el gran Yancham siempre estará disponible para convertirte en todo un oso, cham!

Me pensaré la oferta, gracias —le respondí al panda entre risas antes de volverme hacia Pooh —. Bueno, esta claro que eres un imán para las abejas, no hemos parado de encontrarnos con ellas. Aunque tampoco es que vaya a quejarme, ha sido divertido salvarte la cola de sus aguijones, Pooh y te agradezco que hayas ido a buscar a Albert —le extendí la mano esperando que el oso la cogiera —. Un placer haberte conocido, a ver si para la siguiente podemos andar más tranquilos.

Despedidas terminadas tanto por mi parte como por la de Albert, aunque si este tardaba mucho empezaría a empujarle para que nos fuésemos, después de todo íbamos a tardar un buen rato en encontrar la salida del bosque. Y así fue prácticamente, estuvimos como un cuarto de hora recorriendo el bosque de lado a en busca de una posible salida.

Quizás le debimos haber preguntado a esos dos por donde se salía de aquí —suspiré agotado, ¿este día iba a acabar alguna vez? —. Umm… ¿Esta zona del bosque no esta un poco blanca?

No me había dado cuenta, pero en ese momento estábamos andando sobre una superficie blanca como el papel, mejor dicho, estábamos andando sobre papel. No fue difícil descubrirlo cuando mirando hacia atrás me encontré con un dibujo del bosque en el que habíamos estado hasta ahora y un poco más lejos el de la cueva.

Esto es como moverse por intersticio entre mundos —. Fue la primera comparación que se me ocurrió al ver el lugar lleno de dibujos de diferentes localizaciones —. Veamos si este sitio tiene algo que funcione de salida.

Encontrarlo no nos llevó nada de tiempo, no muy lejos de donde nos encontrábamos se hallaba un círculo de luz verdosa que chocaba con todo lo demás que hubiese en la zona. Importándome bastante poco si aquello me iba a mandar de vuelta al bosque, a la biblioteca o al mismo infierno, me adentré en la luz de cabeza. Cuando lo hice esta me cegó momentáneamente y una extraña sensación pasó por todo mi cuerpo.

Al acabar, abrí los ojos y una sonrisa apareció en mi cara. Habíamos vuelto al fin a la biblioteca.
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Re: [Bosque de los Cien Acres] El camino de la magia

Notapor Leechanchun » Vie Ene 30, 2015 3:32 pm

Alec le felicitó por su por su actuación. La verdad es que Albert internamente estaba sorprendido de lo que había hecho y se preguntaba si lo podría volver a repetir con esa facilidad con la que había conjurado Piro. Pero no era momento para dudas, pues tenían que salir pronto de la gruta como le había indicando Alec.

No tardaron mucho en salir y pudieron respirar de nuevo aire fresco. Aunque no tenían mucho tiempo para descansar, ya habían pasado muchas horas desde que entraron en el libro y no tenían ni una pista de cómo salir, pero estaba claro que nadie de allí debía de saberlo. Tendrían que buscar la forma de volver a la biblioteca por ellos mismos. Había llegado el momento de despedirse.

Muchas gracias Yancham por haber ayudado a Alec, sin tí no podríamos haber avanzado tan bien por la cueva —Alec había apuntado que no tenían tiempo de averiguar el origen de Yancham, pero Albert añadió: —Si en algún momento descubrimos algo, te prometo que volveré al libro y te buscaré para contártelo. Ha sido un placer conocerte.

Albert se volvió a Pooh, que nuevamente volvía a mirarse su tripa, seguramente la miel que había comido unas horas antes ya habían tocado fin y volvía a tener hambre.

Pooh, me ha gustado mucho haberte conocido, eres sin duda peculiar —dijo el sastre riéndose y rascándole la tripita—. Espero volver un día y que sigamos jugando en el Bosque de los 100 Acres, de verdad que me lo he pasado bien contigo.

Yo también me lo he pasado bien —dejó de mirarse la tripa y se puso en pie—. Siempre estaré aquí, con mi miel, por si quieres volver de visita.

Albert se agachó y abrazó a Pooh. Sin dudarlo se decidió en volver y coser un peluche del osito para tenerlo siempre con él en su habitación.

Muchas gracias por todo a los dos. ¡Espero volver a veros pronto!

Alec y Albert se pusieron a caminar en una dirección concreta, alejándose de los dos ositos. Tras un rato de paseo, parecían estar algo perdidos. El bosque poco a poco se difuminaba y se transformaba en un espacio blanco.

Quizás le debimos haber preguntado a esos dos por donde se salía de aquí. Umm… ¿Esta zona del bosque no esta un poco blanca?

Es cierto, es como si el bosque terminase aquí…

Esto es como moverse por intersticio entre mundos. Veamos si este sitio tiene algo que funcione de salida.

Alec se movió rápido un poco tiempo encontró un halo verdoso y sin dudarlo lo cruzó.

¡Alec!

Albert se quedó un momento en silencio. Seguramente esa era la salida y por ello Alec había saltado a ella sin dudarlo. Antes de seguir a su compañero echó una última mirada atrás, observando a lo lejos el Bosque.

No ha estado tan mal después de todo… ¡Volveré, Pooh! —seguidamente entró en el círculo de luz y poco a poco la visión del libro fue distorsionándose hasta que lo siguiente que vio fue el pasillo de la biblioteca.

Junto a Albert, yacía en el suelo el libro sin cubierta que le había absorbido. Lo cogió y echó un vistazo rápido en él. Las páginas que estaban en blanco que le habían hecho entrar, ahora estaban llenas de color y texto.

¡Alec, mira somos nosotros con Pooh y Yancham!

Tras mostrarle a Alec el libro. Albert fue hacia la entrada de la biblioteca, seguramente acompañado de Alec.

Alec, muchas gracias por ayudarme y enseñarme a usar magia sin la Llave Espada… ¡Ah! Y a conjurar Piro, es muy útil —Albert le tendió la mano en señal de amistad— Tengo que seguir un encargo importante, debería irme… Ha sido un placer haberte conocido, espero que nos veamos más por aquí.

Cuando terminase de despedirse, Albert pondría rumbo a su habitación, pues tenía mucho que coser. No solo el vestido que Malik le había encargado para Fátima, además tenía un encargo personal, un osito adorable, tierno y gracioso al que jamás olvidaría.

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Este es mi último post, siento la tardanza entre post y post, he tenido dificultades y algunos problemas personales, pero al menos ya está acabado ^^
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Re: [Bosque de los Cien Acres] El camino de la magia

Notapor LightHelco » Vie Ene 30, 2015 6:59 pm

¡Alec, mira somos nosotros con Pooh y Yancham! —me llamó Albert recogiendo el libro del suelo y señalando una pagina en la que aparecía un colorido dibujos de nosotros cuatro.

Supongo que ahora tenemos un capitulo de la historia del libro para nosotros solos —comenté leyendo por encima la narración al lado del dibujo —. Aunque mejor dejar el libro en su sitio, no sea que se vuelva a activar.

Depositado el libro en su sitio, fuimos hasta la salida juntos recibiendo una mirada extraña por parte del moguri bibliotecario. ¿Cuánto tiempo llevaríamos fuera? Tampoco era un gran problema, ni que hubiese tenido algo mejor que hacer en todo el día como devolver libros a la biblioteca y dejar que un moguri me mangonease.

Alec, muchas gracias por ayudarme y enseñarme a usar magia sin la Llave Espada… ¡Ah! Y a conjurar Piro, es muy útil —me agradeció fuera de la biblioteca el aprendiz

No hay de que, Albert, sabiendo que los Maestros dedicados a la magia no son muy dados a hacer entrenamientos personales es lógico que los magos nos acabemos ayudando entre nosotros —respondí intentando no darle tanta importancia al hecho de que le había ayudado sin razón lógica alguna salvo la de ser un buen compañero —. Además, te atreviste a entrar a una cueva llena de trampas para salvarme el pellejo, supongo que podemos decir que había que pagar de alguna forma el favor.

Albert me tendió entonces la mano como gesto amigable, sin darle muchas vueltas se la estreché aceptando el agradecimiento. Inmediatamente, el chico empezó a caminar algo más deprisa permitiéndome ver que debía irse.

Tengo que seguir un encargo importante, debería irme… Ha sido un placer haberte conocido, espero que nos veamos más por aquí.

Lo mismo digo, Albert, a ver si la próxima vez puede ser en un sitio con menos abejas —bromeé despidiéndome del chico —. Cuidate y descansa, al menos es lo que yo voy a tener que hacer durante un par de días.

Tras que el chico desapareciera por el pasillo, yo seguí al paso que la pierna me permitía hasta llegar a mi habitación. Antes de entrar en ella, apoyé la cabeza sobre la puerta para comproba si el moguri seguía allí dentro o no. Mala suerte, el animal seguía dentro y maldiciendo a toda mi estirpe con su agudita voz.

Suspirando, vi que no tenía mejor opción que entrar y dar una explicación al respecto.

Tardes.

Cosmog no tardó nada en saltar sobre mí y empezar a revolotear delante de mi cara furioso.

¡KUPO! ¡¿Se puede saber donde te habías metido, kupo?! ¡Es imposible que se pueda tardar cuatro horas en devolver unos kupostupidos libros, kupo!

Entiendo tu enfado, Cosmog, pero tampoco es que haya podido regresar antes —. Me aparté un poco del moguri para no estar aplastado contra la puerta por él —. Además, en estos momentos prefiero tener que hablar con Mogara que contigo —. El animal casi se me lanzó al cuello cuando dije aquello, pero al ver la pierna que me estaba dedicando a señalar pareció entender la situación —. Creo que esto no se va a curar solo.

* * *


Aquella noche no se había quedado rezagado ningún aprendiz en la biblioteca y tampoco parecía que alguno estuviese interesado a quedarse a leer toda la noche, por lo que Mogrey podía aprovechar a cerrar aquel sitio e irse a descansar antes. Ah, descansar, algo que tanto le gusta al moguri y nunca le permitían hacer. Que kupoinjusticia.

Pero esta noche sería totalmente de descanso, si señor. O al menos eso creía el moguri, porque no muy lejos de donde estaba, un extraño libro se abría de par en par sin ayuda de nadie. Un libro mágico que albergaba un mundo en su interior y que los aprendices visitaban a menudo viviendo mil y una aventuras. ¿Pero qué pasaría en el caso de que un habitante de ese pintoresco mundo decidiera hacerles una visita a los aprendices?

Cham cham cham —gruñó el animal tras bajar del atril donde estaba depositado el animal —. Este sitio esta muy oscuro, cham. Pero no es que me importe, ¡cham!, no es que el gran y valeroso Yancham le tenga miedo a algo, ¡cham!

El panda empezó a reírse en alto alertando finalmente al moguri que pudo descubrirlo. Pero bueno, ya no solo era que los aprendices se quedaban hasta tarde para fastidiarle, ahora además se olvidaban allí sus mascotas para que lo estropearan todo. Quizás Mogrey no fuese muy activo, pero como pillase al graciosillo al que pertenecía el osito panda le dejaría toda la marca de su dentadura en la cara. Kupopalabra de Moguri.

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Pues listo, ha sido un placer hacer el encuentro contigo Lee aun con los parones y eso, me he divertido bastante roleando contigo y tu personaje.

A ver si para la proxima estas un poquito menos liado con todo ^^
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Re: [Bosque de los Cien Acres] El camino de la magia

Notapor Tanis » Lun Feb 02, 2015 4:39 pm

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Fin del encuentro.

Voy a ser rápida con esto para evitar demasiado lío. El encuentro ha estado bien, ni muy malo ni muy bueno, una cosa intermedia, quizá por el mundo, quizá por las acciones y la trama del mismo. No me ha entusiasmado particularmente, pero tampoco me ha repelido. Los aspectos técnicos no tienen nada malo, nada reseñable que comentar.

Lo único que sí quiero comentar es que ya sea un comportamiento u otro, deberíais haberos puesto de acuerdo en cómo manejar a Pooh, porque descoloca un poco ver cambiada su forma de ser de un post a otro. Nada más que añadir.

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