[Tierra de Partida] Novata

[Aru]

Bavol se alegró mucho al oír que lucharía con él y mostró demasiada emoción al saber que consiguió lo que quería. Puede que no le gustaba que le tratasen como un niño, pero a fin de cuentas, lo era, lo cual era muy mono a ojos de Aru.

—Muy bien, te dejaré diez minutos, pero el resto del trato se queda igual.

Cuando Bavol se iba a poner en posición de lucha, le note haberse reído por algo que no entendía, pero me gustaba saber que le había complacido.
—En cuanto pierdas te tocará seguir mi entrenamiento y no te valdrán las excusas —dijo Bavol poniéndose en guardia con su Llave Espada —. Cuando quieras…

Bavol estaba sonriendo y eso que muy pocas veces lo había hecho antes y ahora de repente estaba sonriendo como un loco. Era muy mono, hasta se me quitaban las ganas de querer golpearle fuerte en su cabeza por haberme hecho hacer flexiones sin sentido.

—Intentaré no darte en esa boca tan risueña y bonita —dijo Aru intentando poner nervioso al niño.

Entonces, Aru se lanzó directa a intentar golpearle en el pie.

[Tidus Cloud]

Había conseguido lo que quería, ahora tan sólo tenía que hacer todo tal y como lo había planeado y esa chiquilla tendría que hacer su entrenamiento durante el resto de la semana.

—Intentaré no darte en esa boca tan risueña y bonita.

Bavol se rió ante el comentario de Aru, que parecía muy segura de sí misma; sin embargo, la pobre no podía ver que había caído justo en su trampa. Si quería ponerle nervioso, había fracasado estrepitosamente porque el niño sí que conocía la forma de alterarla a ella. Simplemente en el último momento hizo desaparecer su Llave Espada como si le quisiese indicar que no le haría falta.

La chavala se lanzó como una tonta corriendo dispuesta a golpearle. Bavol solamente tuvo que levantar las manos como si no quisiera pelear para después conjurar:

—Calma.

Finalmente, Bavol pudo emplear su hechizo favorito. Enseguida, el pequeño niño emitiría una invisible onda de luz que llegaría hasta el corazón de la muchacha perdiendo al instante las ganas de pelear y deteniendo su ataque.

—Eso no te lo esperabas, eh… —bromeó Bavol para después comenzar a cantar muy contento ante la mirada de su nueva aprendiza— ¡Gané, gané, gané! ¡Y tú no y tú no!

[Aru]

Bavol me paró con un hechizo, ‘’Calma’’ si no recordaba mal. Aru se sintió como si Bavol hubiera hecho trampas, aun así no había pasado ni un minuto y ya la había derrotado, sí, muy humillante.

—Eso no te lo esperabas eh… —dijo Bavol comenzando luego a cantar muy contento ante la mirada de Aru—. ¡Gané, gané, gané! ¡Y tú no y tú no!

Aru se sintió un poco mal, pues no tuvo ni la oportunidad de intentar mejorar, que era el motivo por el cual había aceptado luchar, y ahora encima tendría que aguantar lo que Bavol le mandará durante una semana.

—Sí, te felicito, has ganado a una novata que lleva solo tres días con su llave espada y no se sabe casi ni defender —dijo Aru mirando hacia un lado molesta—. Es un gran logro el engañar a una pobre joven novata —continuó balbuceando mientras termino mirando a Bavol.

Sin duda, Aru odiaba perder, pero ahora mismo lo que más odiaba era el simple hecho de que tendría que obedecer a Bavol, ¡toda una semana!

—¿Y bien? ¿Qué haremos ahora? —dijo Aru aún poco molesta mientras se levantaba del suelo y se sacudía la ropa.

[Tidus Cloud]

Mientras Bavol aún celebraba triunfante su aplastante victoria sobre su aprendiza, lo que la obligaba a obedecerle, ella se molestaba por haber perdido de una forma tan humillante.

—Sí, te felicito, has ganado a una novata que lleva solo tres días con su llave espada y no se sabe casi ni defender. Es un gran logro el engañar a una pobre joven novata.

El gitano soltó una risa cuando la chica le soltaba aquellos comentarios de una manera tan graciosa. Bavol se acercó rápidamente hacia ella y estirando la mano comenzó a revolverle el pelo.

—¿Quién es la niña pequeña ahora? Tú, sí tú. —bromeó mientras una reconfortante sensación de pequeña venganza le inundaba en el interior—. No tengas tan mal perder. Si no hubieras dudado de mí como Maestro, no tendría que haber montado todo este lío.

—¿Y bien? ¿Qué haremos ahora?

Bavol notó el tono de molestia que seguía impregnado en las palabras de Aru. Ahora estaba obligada a hacerle caso durante toda aquella semana sin rechistar; sin embargo, quizás tampoco era necesario abusar de ese privilegio. El gitano se encogió de hombros, en cierta manera entendía que a lo mejor había abusado un poco de la muchacha y que ella no tenía ninguna culpa de ser nueva.

—Anda, te dejo descansar. Es que estos novatos sois así… —respondió Bavol intentando aparentar dureza—. Creo que has aprendido que no deberías dudar de un niño. La gente duda de los cachorritos, pero nosotros también sabemos morder.

Bavol se llevó las dos manos a la parte trasera de su cabeza y alzó la vista hacia el cielo, por el momento no tenía pensado hacerle nada más a la nueva, ya había sido suficiente por hoy. Quizás lo que tenía que hacer ahora era buscar una forma de reconciliarse un poco por todo lo sucedido… Puede que si compartía un poco de su experiencia como Caballero, la chavala no se sintiera tan engañada.

—Ese hechizo no es ninguna trampa. Ahí fuera en las misiones te vas a encontrar todo tipo de situaciones. Una vez, hace ya tiempo, estuvimos luchando contra un tipo muy malo en otro mundo. Al final, yo conseguí vencerle, pero otro de nuestros enemigos nos impidió que acabáramos con él usando un hechizo parecido a Calma. —le contó Bavol recordando lo sucedido con DarkLight y aquel aprendiz de Bastión Hueco—. Tienes que estar preparada para todo, Aru.

[Aru]

—Anda, te dejo descansar. Es que estos novatos sois así… —respondió el niño intentando parecer duro —. Creo que has aprendido que no deberías dudar de un niño. La gente duda de los cachorritos, pero nosotros también sabemos morder.

La verdad es que Bavol tenía razón, le había subestimado solo por su edad, pero como decía mi madre, los mejores perfumes vienen en frascos pequeños… Me pasó muchas cosas por la cabeza, por ejemplo, que como sería Bavol de mayor… si ya tenía carácter no podría imaginarlo cuando tuviera mi misma edad, daría mucho miedo.

—Ese hechizo no es ninguna trampa. Ahí fuera en las misiones te vas a encontrar todo tipo de situaciones. Una vez, hace ya tiempo, estuvimos luchando contra un tipo muy malo en otro mundo. Al final, yo conseguí vencerle, pero otro de nuestros enemigos nos impidió que acabáramos con él usando un hechizo parecido a Calma. — dijo el niño contándome lo sucedido con un enemigo—. Tienes que estar preparada para todo, Aru.

Bavol parecía bastante feliz al compartir sus historias conmigo, aunque fuese un niño demostraba mucha valentía y rebosaba pasión con todo lo que decía.

—Me pareces muy valiente, Bavol, aunque por fuera pareces un niño, por dentro creo que eres mucho más grande que yo…Te pido perdón por haberte tratado como un niño pequeño.

[Tidus Cloud]

Bavol se sonrojó ante las amables palabras de la muchacha. Le había pedido perdón por el injusto trato que le había dado y además le había dicho que era muy valiente, así que ya no tenía ningún motivo para ensañarse con la muchacha. Quizás él también debería disculparse por haber sido un tanto duro…

—Bueno… eh… gracias… Yo también quiero pedirte perdón por si te has molestado mucho antes por algo que te haya dicho. —se disculpó el gitano, aunque en el fondo tampoco es que se arrepintiera demasiado por lo ocurrido—. Pero era por tu bien. Los de Bastión Hueco no tendrán piedad contigo porque seas una novata.

Entonces, Bavol se percató de un pequeño detalle. Aquella aprendiza acababa de llegar a Tierra de Partida, así que no estaría al corriente de todo lo sucedido con el bando contrario. Era muy urgente que Aru fuera informada de inmediato de aquella situación y además era la oportunidad perfecta para darle su primera clase teórica a su nueva aprendiza.

—Dime, Aru, ¿qué sabes sobre Bastión Hueco y la guerra?

[Aru]

Bavol, al igual que yo se había disculpado por su comportamiento, pero al parecer lo hizo para ayudarme para cuando tuviese que enfrentarme contra los de Bastión Hueco… No tenía ni idea de quiénes eran, pero solo por el hecho de que Bavol me hubiera hecho entrenar tan duramente tendrían que ser una manada de gente peligrosa.

—Dime, Aru, ¿qué sabes sobre Bastión Hueco y la guerra?

Negué con la cabeza en forma de no, y a su vez esperé a que Bavol me contase algo que presentía que no me iba a gustar.

Antes de que Bavol abriese la boca, le dije:

—Bavol, después de contarme sobre los de Bastión Hueco… ¿Como te convertiste en portador?

[Tidus Cloud]

La aprendiza negó con la cabeza ante la pregunta del gitano. Nada que no pudiese imaginarse teniendo en cuenta que era una recién llegada a Tierra de Partida, al final tendría que hacer lo mismo que hizo Mei con él, aunque Bavol estaba convencido de que sabría llevar aquella conversación mucho mejor de cómo lo hizo su antigua compañera.

Lo que no se esperaba es que Aru le preguntase una cosa así antes de comenzar a explicar algo tan importante:

—Bavol, después de contarme sobre los de Bastión Hueco… ¿Cómo te convertiste en portador?

—Deberías estar más atenta a lo que te voy a explicar, novata. Es algo muy importante. —le cortó Bavol dándole un suavísimo toque con su Llave Espada en la cabeza de la chica—. Te contestaré, pero primero deberías escuchar bien lo que te voy a contar.

» Hace mucho tiempo, unos Maestros muy malos de Tierra de Partida se fueron a otro mundo creando otro bando y traicionandonos. Algunos Aprendices de los nuestros se fueron con ellos y a otros simplemente los reclutaron después de la traición. Son nuestros peores enemigos, quieren acabar con la Luz y defender la Oscuridad.

» Después de una misión, el gran Maestro Ronin consiguió...eh… derrotar al malvado líder de Bastión Hueco—era la forma más sencilla para hacérselo entender. Si le hubiera dicho cómo fue exactamente, quizás no hubiera entendido bien la situación—. Pero ellos no se rindieron y decidieron declararnos la guerra. —el gitano hizo una pausa antes de seguir hablando. No era fácil hablar de esto, pero tenía que contarlo si quería que Aru viera lo grave de la situación—. Tuve un amigo que fue engañado por ellos y se fue a su bando… Y se murió. Por culpa de todo lo que hicieron ellos, se murió. ¿Entiendes lo peligroso que es Bastión Hueco y por qué tienes que estar preparada?

Bavol no quitó ojo a la chica durante toda la historia, la miraba fijamente analizando cada uno de sus gestos esperando que entendiera a la perfección la historia y comprendiese la maldad del bando contrario. Por último, esperó algún gesto que le indicase que le había comprendido a la perfección y asintió complacido.

—Y sobre cómo me convertí en Portador… —comenzó diciendo para captar la atención de la muchacha—. Yo vengo de un mundo llamado La Cité des Cloches. Allí a mi gente nos perseguían todos los días y teníamos que vivir en unas sucias catacumbas, no era un buen lugar para vivir para la gente como yo. Sin embargo, un día, mientras me perseguían unos matones, el gran Maestro Ronin apareció y me rescató de esos niños. Más tarde, aparecieron los sincorazón y me volvió a salvar. Después de eso, mientras me acompañaba a casa, me propuso venir aquí y, bueno, más o menos esa es la historia.

En realidad, había más detalles, como Chloé, la conversión de los matones en sincorazón, el hecho de que no se despidió de los gitanos; no obstante, no es algo que ella necesitara saber por el momento, además tampoco tenía tanta confianza en ella como para concretar ese tipo de detalles.

—¿Y tú cómo te hiciste Aprendiza? Todavía no hemos tenido reunión de Maestros y Kazuki no nos ha contado cómo te reclutó. —preguntó Bavol sintiendo curiosidad de dónde habría salido una chiquilla como esa.

[Aru]

Bavol comenzó a contarme la historia de un traidor de Tierra de Partida y de al parecer un amigo suyo que murió por culpa de tal guerra. La verdad es que era difícil de asumir, ya que no había escuchado nunca una historia tan horrible (que fuese verdad)...

—No había nunca imaginado que Tierra de Partida tuviera un pasado tan oscuro… —dije agachando mi cabeza y acurrucandome.

—Y sobre cómo me convertí en Portador… —dijo Bavol dando a comenzar su historia—. Yo vengo de un mundo llamado La Cité des Cloches. Allí a mi gente nos perseguían todos los días y teníamos que vivir en unas sucias catacumbas, no era un buen lugar para vivir para la gente como yo. Sin embargo, un día, mientras me perseguían unos matones, el gran Maestro Ronin apareció y me rescató de esos niños. Más tarde, aparecieron los sincorazón y me volvió a salvar. Después de eso, mientras me acompañaba a casa, me propuso venir aquí y, bueno, más o menos esa es la historia.

Vaya… La Cité des Cloches era el mundo de donde provenía Bavol, sabía que había más mundos pero siempre llamaba la atención conocer otros mundos que no fuesen el mío, Ciudad de Paso. No era uno de los peores mundos, sin embargo, siempre había querido averiguar más acerca de otros lares.

—¿Y tú cómo te hiciste Aprendiza? Todavía no hemos tenido reunión de Maestros y Kazuki no nos ha contado cómo te reclutó. —dijo Bavol formulando una pregunta.

Cierto, él me había contado su historia, yo también debía contarle acerca de la mía.

—Como ya te he mencionado, vengo de un mundo llamado Ciudad de Paso, es un mundo donde siempre se ven extranjeros y gente muy diferente a nosotros, sus ciudadanos. Yo y mis padres éramos simples mercaderes. Esa misma tarde mi padre me mandó a recoger la mercancía que había pedido, y escuché a algunos habitantes borrachos de un bar criticar a los portadores de la llave espada. Decían que era culpa de ellos que la Ciudad se hubiese llenado de sincorazón… Pero yo nunca hice caso a semejantes tonterías, así que continué.

Cuando ya tenía todo de la tienda… Una manada de sincorazones nos atacaron, solo recuerdo gritos y gente llorando junto a los cadáveres de lo que parecían ser sus familiares… Entonces el alcalde apareció y le echó cara a un hombre demoníaco que pedía que le trajeran a un hombre llamado ‘’Cloud Strife’’ o algo parecido. Cuando se fue, corrí hacia el alcalde a ver si estaba bien, pero me rechazó e ignoró de mala manera…Después de eso, un tal León pidió a los habitantes que evacuaran la zona, pero de pronto apareció un gigantesco sincorazón. Él me pidió que me fuera con los demás pero me quedé a ayudarle, y cuando casi muero aplastada por idiota, Kazuki me salvó.

Sin continuar la historia, me levanté y estiré los brazos… y dije:

—Lo demás, como se dice, es innecesario. —dije sonriendo a Bavol.

Me acerqué, me senté cerca de él y agaché la cabeza. Recordar cómo dejé a mis padres atrás me ponía triste, pero aun así no podía ya arrepentirme pues era algo que en un futuro me beneficiaría.

—Bavol, nunca olvides hacer lo que quieras por miedo o por falta de confianza, es mejor hacer algo y arrepentirse que no tener la oportunidad de arrepentirse —le dije finalizando la frase con otra sonrisa.

Yo, una novata, le estaba dando un consejo a alguien con más experiencia que yo. Sabía que lo que Bavol haría a continuación sería echarme una charla sobre que eso debería decírmelo él a mí o algo parecido, así que simplemente apoyé mi cabeza en su hombro esperando una colleja.

[Tidus Cloud]

Aru había escuchado atentamente la historia de Bastión Hueco y parecía que había entendido la seriedad del asunto (a diferencia de otros Aprendices), así que Bavol hizo lo propio con la historia de la chiquilla sobre cómo había llegado a Tierra de Partida. Al parecer la situación en Ciudad de Paso era bastante grave, si había sincorazón de por medio, probablemente tendrían que intervenir; no obstante, prefirió no preocupar innecesariamente a la muchacha más de lo que ya estaba.

—Lo demás, como se dice, es innecesario.

La chica se acercó hasta él y se sentó a su lado ante la atenta mirada de Bavol. El gitano se encogió de hombros al no entender el extraño acercamiento de la joven y decidió hacer lo mismo sentándose a su lado.

—Bavol, nunca olvides hacer lo que quieras por miedo o por falta de confianza, es mejor hacer algo y arrepentirse que no tener la oportunidad de arrepentirse.

Bavol se sonrojó ante la sonrisa de la hermosa chica, la verdad es que no paraba de sonreírle. Iba a responder al atrevido consejo que le había dado Aru, sin embargo, la repentina confianza de la nueva le había dejado un tanto aturdido. De pronto, una idea le surcó por la mente y la cara de Bavol enrojeció aún más si era posible…

¡No, eso no podía ser posible! Él era su Maestro y ella era su Aprendiza… Bueno, en realidad, no lo era de verdad, pero Aru creía que era así. Aquello era tan inesperado, pero si él ni siquiera estaba seguro de que él sintiese lo mismo, aunque la verdad es que la chica era muy guapa…

¡No, definitivamente no podía hacerlo y tenía una buena razón!

—Eh… Aru… yo no… —comenzó a decir dubitativo—. Yo creo que es mejor que no...eh… No puede ser, lo siento. Mira, es que yo ya tengo novia y creo que no se lo tomaría muy bien. Además yo soy tu Maestro y...eh...creo que El Capitán no se lo tomaría muy bien.

Con la cara cada vez más roja, Bavol comenzó a retroceder unos pasos hacia atrás y sin saber muy bien adónde mirar. Qué situación tan incómoda.

—Pero podemos seguir entrenando otro día y eso. Tú me avisas… —dijo Bavol nerviosamente, aunque enseguida se dio cuenta de que esa oferta no le venía bien, tendría a la chica persiguiéndolo todo el día—. ¡No, mejor te aviso yo a ti! ¡Sí, así mejor! Y...eh...tranquila, es normal lo que sientes, muchas veces mi madre me ha dicho que soy muy guapo, pero ya… ya se te irá, supongo.

[Aru]

—Eh… Aru… yo no… —dijo tartamudeando Bavol—. Yo creo que es mejor que no...eh… No puede ser, lo siento. Mira, es que yo ya tengo novia y creo que no se lo tomaría muy bien. Además yo soy tu Maestro y...eh...creo que El Capitán no se lo tomaría muy bien.

Al parecer Bavol malentendió el consejo que le había dado, al parecer él creía que estaba diciendole indirectamente que me gustaba, cuando la intención del consejo era para todo en general…

—Bavol, creo que no me has entendido verás… —dije, pero entonces me interrumpió muy sonrojado el pequeño. Creo que nunca debí haberle dicho nada a ese pobre niño...

—Pero podemos seguir entrenando otro día y eso. Tú me avisas… —dijo Bavol nerviosamente—. ¡No, mejor te aviso yo a ti! ¡Sí, así mejor! Y...eh...tranquila, es normal lo que sientes, muchas veces mi madre me ha dicho que soy muy guapo, pero ya… ya se te irá, supongo.

Sí, definitivamente Bavol había entendido mal a Aru… ¿Cómo decirle ahora a Bavol que estaba equivocado sobre lo que Aru decía? El pobre parecía estar sufriendo, y era lo último que Aru quería. Entonces, a Aru se ocurrió una pequeña venganza por todo lo que Bavol le había obligado a hacer, así que le agarró de la mano y dijo:

—No me importa nada lo que digan los demás o incluso tu novia, tú eres mi maestro y yo tu aprendiza, yo te pertenezco como superior mío, por lo tanto, soy tuya Bavol —dije mientras le miraba a los ojos seriamente. No sabía si se había pasado pero no podía desaprovechar esta oportunidad—.Sé que no me ves con esos ojos, pero yo no pienso rendirme, es tarde así que debemos irnos —dije con una sonrisa.

—Ven, acompáñame a mi cuarto —y acabando esta frase cogí a Bavol de la mano dispuesta a llevarlo a mi cuarto para continuar la inocentada.

[Tidus Cloud]

Creía que unas simples palabras bastarían para aclarar la relación entre los dos, sin embargo, el gitano había subestimado su atractivo y parecía que su “aprendiza” no se iba a rendir tan fácilmente, quien mirandole muy seriamente le declaró:

—No me importa nada lo que digan los demás o incluso tu novia, tú eres mi maestro y yo tu aprendiza, yo te pertenezco como superior mío, por lo tanto, soy tuya, Bavol.

—¡¿QUÉ?! —chilló Bavol ante aquella repentina de declaración de amor y sumisión—. Ay, pero qué estás diciendo...

—Sé que no me ves con esos ojos, pero yo no pienso rendirme, es tarde así que debemos irnos. Ven, acompáñame a mi cuarto.

La atrevida Aru le agarró la mano a un atónito Bavol cada vez más sonrojado que no podía creerse que la peliazul estuviese a punto de llevárselo a su habitación. ¿Pero para qué diantres quería que la acompañase hasta su cuarto después de haberle dicho semejantes cosas? A lo mejor es que quería darle un beso en un sitio en que nadie pudiera verlos, quizás porque la chica era muy tímida o a lo mejor para mantener en secreto su amor prohibido. O puede que…

Bavol se dio cuenta de algo terrible. Aru era mayor que él y quizás la hermosa joven conocía la secreta actividad con la que se divertían los mayores. Bavol no era para nada tonto ni tan ingenuo como los otros chavales, él sabía perfectamente de qué se trataba aquello. Sí, a los adultos les encantaba aquella actividad: el baile.

No sabía mucho sobre el tema de ese baile. Al parecer era un baile muy divertido, muy privado (nunca había visto a nadie bailarlo en público) y secreto para los que no eran mayores. Bavol ya había bailado alguna cancioncilla alguna vez, pero nada que pudiera provocar tanto interés entre los adultos, ¿qué clase de baile sería?

Quizás gracias a Aru pudiera descubrirlo, pero una extraña sensación le recorrió el cuerpo. Esa pobre chica estaba locamente enamorada de él y tampoco había que hacerle ilusiones, además no estaba seguro de querer bailar por primera vez aquella danza con ella. El gitano no sabía cómo escaparse educadamente de aquella situación y los nervios cada vez podían más con él, así que finalmente se dejó llevar por las emociones.

—¡No, suéltame, déjame de una vez! —comenzó gritando Bavol—. ¡No, yo no quiero bailar contigo! ¡Soy cojo, no sé dar ni un sólo paso bien, búscate uno que sepa bailar mejor! ¡No, por favor!

Sin embargo, pese a sus numerosas súplicas, Aru le continuó arrastrando hacia la salida de los jardines mientras Bavol observaba temeroso cómo le llevaba a un futuro incierto.

—¡Que me dejes, novata! Que yo no soy tan importante como te crees, ni tan guapo. Hay uno que se llama Neru que si que es guapo, deberías ir a buscarle a él y dejarme en paz. ¡Por favor, déjame!

Parecía que la chica sólo tenía ojos para él y que prometerle otro aprendiz no había servido de mucho. Ya sólo le quedaba una opción, aunque no fuera de su gusto. Ella le había dicho que le pertenecía porque él era su Maestro, ¡pero en realidad no lo era! Así que a lo mejor podía librarse por ahí.

—¡Que no soy tu Maestro, te mentí! ¡Sólo quería practicar un poco con una novata para cuando lo fuera! —confesó Bavol desesperado, ya no sabía qué más decir.

[Aru]

Tras varios intentos de escapar de Bavol, al final pronunció algo bastante interesante para ella:

—¡Que no soy tu Maestro, te mentí! ¡Sólo quería practicar un poco con una novata para cuando lo fuera! —confesó.

Sí, Bavol había mentido a Aru sobre lo que realmente era, siguió su mentira hasta cuando Aru le preguntó personalmente, que hiciera eso fue realmente como si le hubieran dado una patada en los sentimientos a aquella chiquilla.

—… ¿Me has mentido? —dijo la muchacha soltando al niño con una cara apagada.

Para Aru que le mintieran era mortal, más y cuando aquel niño era el único al que podría haber llamado su primer amigo, realmente para ella fue horrible.
—¡¿Cómo pudiste hacerlo?! —dijo Aru gritando y dejando caer alguna que otra lágrima tras mencionar aquellas palabras.

Creía que eran amigos, pero al parecer Bavol solo quería usarla como un muñeco de entrenamiento o es lo que Aru había entendido. No podía pensar con claridad, sus emociones estaban jugando tanto en su cabeza como en su corazón… y lo único que hizo fue actuar sin pensar, mediante un impulso… Entonces, Aru le dio una cachetada a Bavol, mientras a su vez rompía a llorar.

[Nell]

―¡Ajá!

Alguien más apareció en escena, y no era otro que un nuevo niño, dirigiéndose con una sonrisa maliciosa hacia ellos y un dedo acusador en dirección a Bavol. Se le notaba mayor que el aprendiz, pero tampoco demasiado.

―Así que haciendo llorar a novatas, ¿eh? ―dijo, cuando estuvo lo suficiente cerca para ponerle el dedo sobre el pecho, dejando a un lado a Aru―. Eso está muy, muy mal. Nadie en mis narices va a quitarme ese privilegio. Y encima haciéndote pasar por un Maestro ―se frotó las manos―. Justamente iba necesitando a alguien para que ayudara a Higashizawa en la cocina. Ya lo veras, te vas a divertir.

Acto seguido, y demostrando que no se había olvidado de ella, el niño se giró hacia Aru.

―Si le cuento la historia al resto de Maestros, no me dejarán castigarte; pero anda que tú también, mira que tragarte esas pamplinas de que un novato como él pueda ser un Maestro. Obviamente, a los de verdad se nos distingue por nuestro porte y experiencia desde lejos ―se echó unas pocas flores―. Como ese golpe me ha hecho gracia, te dejo darme una idea de su castigo, por si Higashizawa no quiere que toque ni una patata.

Y una vez Aru le diera la idea, agarraría a Bavol de los hombros y se lo llevaría consigo, a cumplir su aciago destino por la broma mañanera a la novata que se le había ocurrido.

[Aru]

Cuando me había dado cuenta, Bavol fue regañado por un chico aparentemente mayor que él, pero se lo merecía por haber jugado conmigo, sí.

—Como ese golpe me ha hecho gracia, te dejo darme una idea de su castigo, por si Higashizawa no quiere que toque ni una patata —.dijo el chico mientras me observaba con atención

¿Un castigo eh? Vaya, vaya el pobre Bavol iba a ser víctima de cualquier castigo que Aru eligiese, ¿cual podría ser? ¿Limpiar el baño de los maestros por un mes?, ¿lavar los calzoncillos sucios de los maestros? Aru tenía tantas cosas que le gustaría ver a hacer a Bavol que no podía decidirse.

—Señor, creo que sé un buen castigo para este niño rebelde —dije mientras me salía una risilla malévola.

Y entonces, intenté aguantar la risa y hablar con un tono serio:

—¿Qué le parecería ver a Bavol limpiar los suelos de todas las salas con un cepillo de dientes? —dije mientras explotaba de risa a más no poder.