[Especial libre] El laberinto de los corazones

por **H.S Sora** » Sab Dic 20, 2014 3:58 pm

¿Habré dicho algo malo?

Aquella era la sensación que me había quedado en el cuerpo al dejar la instancia de la chimenea sin la compañía femenina que me había seguido en un principio. No sabía si era por el hecho de que a ella si que le apetecía descansar o por cualquier otra cosa, pero no podía pararme a pensar demasiado en ello.

Avancé con precaución por un pasillo oscuro durante un largo rato, hasta llegar a otra peculiar sala: pero esta era bastante diferente a la que me había encontrado antes dado que no poseía ningún tipo de decoración ni muebles, ni nada que pudiese coger a fin de cuentas. Pero aquello no era lo más “llamativo” ni mucho menos; lo que realmente hacía que te llegase a doler la vista era el color chicle que poseía aquella sala rectangular: el suelo, las paredes e incluso el techo... ¿quién diablos había decorado aquello?

De nuevo habían aparecido varias opciones ante mí, haciéndome dudar de que era lo que debía hacer en aquella nueva situación: una puerta sin abrir, y dos caminos que no me parecían exactamente iguales si no estuviesen colocados en posiciones diferentes.

Medité un par de segundos por la instancia “chicle”, y me acerqué de nuevo — con un Electro preparado— a la puerta misteriosa la cual traté de abrir lo más silencioso posible con la otra mano, pues no sabía si podía o no haber algo o alguien dentro.

Entraría dentro con cuidado y tan solo usaría el Electro en caso de que algo tratase de atacarme, pero si no se daba el caso no sería necesario utilizarlo y continuaría avanzando hasta encontrarme de nuevo con otra de aquellas bifurcaciones; cabe decir que por el camino trataría de encontrar algo útil que pudiese llevarme, de la misma manera que había aparecido aquella brújula en mi bolsillo quién sabía si podía encontrar más cosas útiles por el camino.

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por **Mentos** » Sab Dic 20, 2014 4:20 pm

Siguieron el camino y acabaron en un callejón sin salida. Algo decepcionada, pudo comprobar al final un cofre que contenía dos vales, uno para cada uno.

<<Algo es algo>>.

—¿Ves como te dije que tenía suerte? —respondió el chico mientras guiñaba su ojo—. Volvamos atrás.

—Sí, bueno... ya hemos contemplado este muro demasiado para mi gusto.

Volvieron sobre sus pasos para llegar de nuevo a la bifurcación anterior. Debían tomar un camino otra vez, ignorando ahora el este pues no llevaba a ningún sitio.

—Mmm, creo que deberíamos seguir recto, es lo que me dice el instinto—Bavol se giró para mostrar el vale a Coli, intentando sugerirle algo—. Ya ves que no suelo equivocarme.

—No hay que jugar demasiado con el fuego... pero bueno, el plan era que Nico y yo nos dividíamos para tener más posibilidades y tú estás siendo un fantástico amuleto de la suerte —comentó de forma sincera.

>>Así que tú ganas, puedes seguir contando con mi linda presencia.

Tomaron el camino del norte que resultó en otra elección para ellos: mediante un túnel hacia el norte o un camino aparentemente corriente que también se dirigía hacia la misma dirección. El túnel no le inspiraba demasiada confianza a Coli y considerando que Bavol no lo tomó tampoco, decidió seguirle por el camino normal dirección al norte del laberinto.

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por **Sombra** » Sab Dic 20, 2014 5:03 pm

Abrí la puerta con cautela y me alejé unos pasos hacia atrás por precaución. De aquel lugar que parecía un cuarto de limpieza salió salió una paloma que dejó caer dos vales de descuento para la tienda moguri. Alec y yo nos repartimos el botín.

—Brujo prevenido vale por dos —recitó el aprendiz un (supuse) dicho popular de su mundo —. Seguro que los Moguris de Ciudad de Paso se alegran de ver uno de estos… si podemos volver a Ciudad de Paso claro.

—Tiene que haber una salida, estoy seguro —comenté—. Nuestra única pista es llegar al centro, pero no sabemos si es una trampa.

De hecho... ¿Era real aquel lugar? ¿No podía ser todo un mero sueño?

El brujo barajó sus cartas y sacó una al azar. Levanté una ceja preguntándome que estaba haciendo, yo no quería jugar al póker ahora.

—Siete de Corazones, tocará ir hacia el este —decidió el joven brujo— ¿Quieres que sigamos juntos o vas a intentar cubrir más terreno yendo por el sur?

—Será más sensato cubrir más terreno, así que iré por el sur —informé—. Si pasa cualquier cosa vuelve sobre tus pasos e intenta encontrarme. No sabemos lo que nos espera.

Dicho eso me dirigí hacia el camino que había decidido tomar.

—Buena suerte, Alec —acabé despidiéndome.

Saqué la brújula de mi bolsillo y el bloc de notas e hice un rápido mapa de las zonas que había visitado y sus posibles rutas. Simplemente para saber si en algún momento acababa dando vueltas en círculos.

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por **Myxa** » Sab Dic 20, 2014 5:28 pm

Myxa optó al principio por pasarse un buen rato reconociendo la sala nueva donde se encontraba, lo cual resultó ser una mala idea. Básicamente porque no encontró nada. Es más, empezó a distraerse con la gran chimenea de la habitación, cuya llama la dejó imnotizada, ignorando todo a su alrededor. Pobre de Saito, intentó hablar con ella cuando estaba totalmente ensimismada, y, como era obvio, no hubo respuesta alguna.

Cuando entró en sí se encontraba sola. Quién sabía cuanto tiempo había pasado ahí parada.

—En fin, hora de moverse —se dijo a si misma mientras miraba las dos opciones que quedaba —Un momento, ¿no había alguien más por aquí?

Miró a todos lados, pero no encontró a nadie. Ladeó la cabeza y se encogió de hombros quizás se lo había imaginado. Como si fuese la primera vez que se imaginaba algo así.

Finalmente terminó por decidir continuar la misma dirección que había escogido al principio. En su cabeza no paraba de repetirse la misma frase: "Vamos hacia el Este". Agitó violentamente la cabeza, intentando que aquella vocecita parase de una maldita vez.

por **Zodiark** » Sab Dic 20, 2014 5:49 pm

Al llegar al final del angosto túnel, con algunas dificultades (y menos mal que mi cuerpo era pequeño, ¡no me quería imaginar a Higashizawa atravesando ese lugar!) comprobé que había vuelto a los pasillos. Frente a mí, se encontraban los demás, de los que me había separado.

—¡Eh! A ti te gusta el riesgo, ¿verdad? Ya te vale... —me sermoneó Light, aunque parecía aliviado de verme sana y a salvo.

—Jeje, lo siento —contesté rascándome la mejilla con el dedo índice en un intento de gesto de niñita inocente—. Me pudo la curiosidad, pero parece que ambos caminos llevaban al mismo lugar...

—En fin. Parece que toca volver a elegir…

Una vez más, esperé a que Light escogiese una ruta antes de tomar mi decisión. Con el túnel me había podido la curiosidad, y total, ¿para qué? Si había acabado en el mismo lugar... Pero lo mejor iba a ser no separarme más de él, y seguir con mi idea inicial de avanzar juntos por seguridad.

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por **15nuxalxv** » Sab Dic 20, 2014 5:56 pm

Irónicamente, Maya (que había optado por el túnel) y nosotros tres terminamos en la misma habitación. Ahora habían tres caminos: dos al sur y uno al oeste. Los otros tres aprendices siguieron por el Oeste, y yo, encogiéndome de hombros, les seguí. No quería estar sola si se me presentaba alguna prueba.

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por **Astro** » Sab Dic 20, 2014 6:40 pm

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Hana
Avanzó hacia el este, hasta encontrarse con el origen de aquellas chispas de luz: en una pared había una gran puerta blanca, brillante y reluciente, con dos grandes cerraduras a cada lado. Un pequeño letrero a su lado rezaba:

"Las cerraduras deben abrirse al mismo tiempo."

Hana podría usar su llave espada para abrir una, pero sin un compañero no podría avanzar por allí. Por lo tanto, no le quedó otra que continuar el camino, ignorando el portón, que acababa descendiendo hacia el sur.

Poco tardó en encontrarse una nueva bifurcación: un camino que se dirigía al este, y otro que seguía hacia el sur. Desde este último, el que bajaba hacia abajo, podía escucharse una musiquita si se guardaba silencio.

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Light, Simbad, Maya & Jeanne
En el oeste, avanzando por un pasillo, llegaron a una pequeña habitación rectangular, de la que salía un único camino hacia el sur. Pero una puerta, en la parte norte de la estancia, esperaba por si alguno se atrevía a abrirla.

En la madera de la puerta había escrito un mensaje con pintura roja (¿seguro que era pintura?): NO ENTRAR.

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Saeko
En cuanto al aprendiza de Bastión Hueco llegó a la mitad de la sala, las luces se iluminaron. ¡Y menudo susto se llevó el pobre Hongo Negro, que estaba tan tranquilo jugando a Mintendogs en su videoconsola!

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El sincorazón chilló como una nena, y le lanzó la consola a la cabeza de Saeko. La joven, por supuesto, contraatacó con un espadazo... Fue lo peor que pudo hacer.

El hongo liberó una nube de veneno en toda la sala, antes de desaparecer en un portal de oscuridad propio de los sincorazón. Saeko no podría evitar aspirar el humo verde, por mucha prisa que se diera en salir de allí.

Estaba envenenada, y encima no había encontrado ni un mísero tesoro. Volvía a tener las mismas opciones que antes para avanzar... Salvo que no tenía demasiado tiempo.

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Fátima & Malik
La parejita se encontró con unas escaleras que ascendían hasta lo que más bien parecía un antiguo calabozo. ¡Hasta tenía un esqueleto encadenado a la pared! Y un par de ratas dando vueltas por allí.

En una esquina, había un cofre. Dentro, encontraron un premio ponzoñoso para cada uno:

¡Fátima encuentra Veneno soporífero!
¡Malik encuentra Veneno soporífero!

No había salidas por allí, así que tocaba volver a salir y optar por seguir el camino de la chica pelivioleta.

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Xefil, Lyon, Nikolai & Neru
Si el monarca de la locura quería ir solito, no tuvo nada de suerte. No solo el mismo compañero al que había ¿ordenado? que no le siguiera también fue al norte, además Nikolai y Neru también se unieron al grupo tras salir de la otra puerta.

Tuvieron que cruzar una puerta de mármol pesada, hasta encontrarse con una bifurcación: girar al oeste, o tomar un camino hacia el noreste, donde parecían haber unas grandes puertas.

¡A elegir!

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Alec
Tras un pasillo, llegó un nuevo y dichoso cruce de caminos. Frente a Alec había una puerta a abrir, hacia el sur se alargaba un camino, y en dirección norte había un gran portón dorado con dos cerraduras y un cartel al lado que decía:

"Las cerraduras deben abrirse al mismo tiempo."

Ese camino, estando solo, quedaba descartado. Quedaban dos opciones, y una elección.

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Nicoxa
Mira tú por donde, Nicoxa volvió a encontrarse con tres caminos a seguir. Norte, este y oeste. Éste último parecía llevar a una oscura habitación, mientras que los demás eran largos pasillos.

En el suelo, había un bonito dibujo de dos perros (uno parecía un vagabundo y otro un perro de raza) besándose. Qué cuqui.

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Keiko, Bavol & Colibritany
Bavol y Colibritany alcanzaron pronto a Keiko, y los tres optaron por seguir al norte sin internarse en el túnel. Subieron, giraron levemente hacia el noreste... y bajaron hacia el sureste, hasta encontrarse con una larga sala de color rosa chillón. Nada más llegar verían una puerta, en la que parecía que acababa de entrar alguien.

Las opciones para seguir avanzando, además de probar suerte en la puerta, era un camino que se dirigía hacia el noreste u otro que bajaba al sur. Ellos decidían.

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Saito
Una pequeña habitación, oscura y lúgubre, fue lo que el aprendiz de Bastión Hueco encontró. Había un viejo y mohoso colchón en el suelo, y varias latas de comida tiradas por el suelo. Parecía más un refugio que otra cosa.

No había cofres ni tesoros, nada útil, ni siquiera un nuevo camino. Pero Saito sí que pudo encontrar, encima de una mesa, un viejo diario. Estaba muy sucio y dañado, y sólo pudo encontrar una frase que todavía pudiera leerse:

"El moguri mintió."

Tarde o temprano, tendría que volver a la sala rosa y elegir de nuevo.

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Ragun
Al poco de avanzar solo, el medio sincorazón llegó a una bifurcación: podía seguir bajando al sur, o girar al este. Ambas opciones seguían siendo pasillos largos, y nada parecía diferenciarlos a simple vista.

¿Abajo o derecha?

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Saxor
Llegó a una sala larga, rectangular, con un enorme pozo (sin fondo a la vista) en el centro. Si le apetecía podía tirarse, pero no parecía muy aconsejable.

Para continuar, podía optar por ir al norte, bajar al sur, o continuar hacia el oeste por dos caminos igual que antes: uno más arriba y otro más abajo.

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Myxa
Tras un rato de ausencia, Myxa finalmente decidió continuar su viaje al este. Llegó a una nueva sala larga, bastante parecida a la anterior, en la que destacaba un gran portón dorado con dos cerraduras a cada lado. A su lado, un letrero decía:

"Las cerraduras deben abrirse al mismo tiempo."

Con solo una llave espada no podría abrirlo, así que tendría que continuar avanzando hacia la derecha, la única vía libre que quedaba.

La salida de la sala era un túnel, de dudoso aspecto, en el que al poco de avanzar se dividía en dos caminos: uno subía hacia el norte, y otro continuaba hacia el este. ¿Cuál seguiría?

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Aru
Aru no avanzó en esta ocasión.

MAPA:

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Fecha límite: Domingo 21 a las 0:00

Recordad que podéis mandarme un MP si os pilla mal de tiempo.

por **Light** » Sab Dic 20, 2014 6:51 pm

Parecía que finalmente todos habían decidido seguirle, y eso que todas las rutas a la vista eran igual de válidas aparentemente. De ser ellos, Light hubiera optado por la separación para encontrar aquella llave por su cuenta, ya que se trataba de una competición después de todo.

No criticó la decisión que habían tomado, ni siquiera se giró hacia ellos para saber que le estaban siguiendo. Las pisadas que sonaban tras él bastaron para dejarle claro que habían optado por ir con él. Él no tenía ningún problema, no le estorbaban —de momento, hasta que encontraran aquella llave de los corazones—.

Pero Jeanne y su amigo sí que lo tenían en el caso de que no fueran capaces de defenderse por ellos mismos. De Maya no tenía por qué preocuparse, pues habían sido compañeros de misión múltiples veces y era consciente de que se podía defender muy bien.

Todos los aprendices terminaron llegando a una sala rectangular. Mientras caminaba hacia la única puerta a la vista, leyó el mensaje que les advertía que no pasaran.

—Pues yo no seré quién entre por aquí —se encogió de hombros y dio media vuelta. La verdad es que tenía mucha curiosidad, muchísima, eso no podía negarlo... Pero prefirió no arriesgarse. Demasiado mal rollo para su gusto.

Así que tomó el camino que iba hacia el sur.

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por **James Bond** » Sab Dic 20, 2014 6:58 pm

La joven aprendiza recién llegada a Tierra de Partida siguió su camino y pronto la alcanzaron dos figuras: una era la del joven de piel morena, y la segunda chica extraña. Parecía que el camino que habían tomado era un callejón sin salida, bueno, al menos ya sabía por donde no ir.

Tras varios giros, el trio llegó a una estancia rosa. En dicha estancia, se hallaba una puerta, el camino por el que habían venido, y otros dos caminos más.

Keiko se movió hacia el camino del noroeste.

por **15nuxalxv** » Sab Dic 20, 2014 6:59 pm

Los cuatro juntos llegaron a una nueva sala. Esta desembocaba a un camino hacia el sur y una enigmática puerta. No es que tuviera nada extraño en sí, era su mensaje.

No entrar, leí para mí misma. Estaba pintado en un color rojo poco tranquilizador.

Miré a mis compañeros, dubitativa. No tenía muchas ganas de arriesgarme, y daba muy mala espina. Pero era una persona curiosa, y no podía evitar preguntarme si era un engaño. Miré a Simbad y le pregunté:

—¿Qué opinas? —Señalé a la puerta—. Yo creo que iré por el pasillo de allá.

De cualquier modo, respondiese lo que fuera, me decantaría por el pasillo al Sur. Parecía más seguro, y Light (así se llamaba) ya había optado por él.

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por **Tidus Cloud** » Sab Dic 20, 2014 7:10 pm

Colibritany aceptó su invitación para que le acompañara y además le denominó amuleto de la suerte, lo cual despertó una sonrisa en el pequeño gitano.

—Gracias, Colibritany. Vamos a seguir.

Finalmente, los dos acabaron por reunirse con otra de las chicas con las que antes habían estado en una llamativa sala de color rosa. En esta ocasión, había tres salidas: una puerta, una hacia el norte y otra hacia el sur. Esto de recorrer el laberinto se estaba volviendo demasiado tedioso, puesto que estaban todo el rato pasando de una sala a otra sin encontrarse con algo lo suficientemente interesante.

—Uf, qué aburrimiento, yo sigo hacia adelante —les comentó Bavol a sus dos compañeros.

Dicho esto, Bavol decidió continuar su camino por la puerta del noreste.

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por **Sito** » Sab Dic 20, 2014 7:15 pm

Nicoxa seguía caminando por el camino que conducía al norte cuando, de nuevo, el camino se dividía en tres posibilidades. Se estaba poniendo de los nervios al no encontrar nada más que caminos y caminos vacíos.

«Qué esperabas, estás en un laberinto guapa.»

Por lo menos en el suelo había algo distinto esta vez: un dibujo de dos perros besándose. Sonrió al pensar que había cosas bonitas por el laberinto después de todo.

Volvió a centrarse en sus posibilidades: al norte y al este más pasillos interminables. Al oeste sin embargo había una especie de habitación oscura. No le daba buena espina, pero si se quejaba de que sólo había visto pasillos sería desperdiciar una oportunidad si no echaba ni siquiera un vistazo. Se armó de valor y, dando cada paso con extremo cuidado por si había algún agujero, fue hacia allí.

«Tendré que iluminar esa habitación con mi belleza.»

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por **Darkness Seeker** » Sab Dic 20, 2014 7:48 pm

Continuando mi camino, llegué a una nueva bifurcación. Para mi sorpresa, el resto de chicos del principio estaban allí, aunque parecían algo dañados. ¿Habrían entrado en la puerta de los sonidos?

Una vez más, teníamos varias posibilidades entre las que elegir. O un pasillo o... Una gran Puerta. La Puerta era realmente grande, casi como para que un gigante pudiera pasar a través. Dirigí súbitamente hacia el pasillo, la otra opción, pero en ella no había nada de nada.

Finalmente, inspiré y me dirigí hacia la gigantesca puerta que estaba frente a mí.

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por **LightHelco** » Sab Dic 20, 2014 8:13 pm

—Parece que por aquí no voy a poder seguir —comenté viendo que la puerta requería de dos llaves.

Sabiendo eso me quedé observando las dos únicas opciones que me quedaban, una nueva puerta que seguramente diese a otro cobertizo o un pasillo hacia el sur. Realmente la puerta no me daba muy buena espina y ahora no tenía a nadie que pudiese comerse la trampa antes que yo ni ganas de ir usando mi magia con cada puerta cerrada que encontrase.

—Supongo que entonces solo queda una opción, esta vez no vais a tener que guiarme —volví a hablar en alto golpeandome el bolsillo donde estaban las cartas y avanzando por el pasillo.

Aunque antes de entrar del todo desenfundé la Falcoespada intentando marcar el suelo del laberinto, al menos así si regresaba a esa estancia lo sabría.

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por **Tsuna** » Sab Dic 20, 2014 8:28 pm

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Nada más entrar en la habitación una fuerte luz me dejó completamente cegada, obligándome a taparme los ojos como acto reflejo con mi mano libre. Gruñí al principio, molesta por aquello, pero más tarde me quedé perpleja al contemplar aquel Sincorazón con aspecto de hongo jugando a... ¿una videoconsola? ¿Los sonidos acaso provenían... del aparato?

¿Pero qué demonios es esto?

Incrédula ante lo que estaba viendo, tuve que esperar a que el monstruo de oscuridad gritara y me lanzara la consola a la cabeza, haciéndome daño, para poder volver al mundo real, si es que aquello no era un sueño. No lo pensé dos veces, me lancé a por él decidida con espada en mano y le propiné un fuerte golpe con todas mis fuerzas, lo que ocasionó que la criatura expulsase un gas verde que me puso en alerta de inmediato.

—¡Ah, no!

Me tapé la boca como pude y salí de allí a toda prisa. Una vez en el pasillo desmaterialicé mi arma, todavía confusa por lo que había sucedido ahí dentro. Me llevé ambas manos al pecho, sintiendo en mi interior los efectos del gas extendiéndose lentamente por mi cuerpo, e intentando todavía asimilar lo que aquello significaba.

Si no me daba prisa, terminaría eliminada en algún rincón del laberinto. Pero tenía tiempo, estaba segura de que todavía me quedaban fuerzas para encontrar algo. Y por supuesto, me negaba a pedirles ayuda a los de Tierra de Partida, que ni se le ocurriese a Light aparecer con un Antídoto por la siguiente esquina.

—Pues venga. —me dije a mí misma con firmeza

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Me adentré en la otra sala oscura, preparada ya para cualquier cosa. Estaba segura de que nada malo podría haber en dos habitaciones contiguas nada más comenzar el laberinto... ¿Cierto?

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