Re: [Especial libre] El laberinto de los corazones
Publicado: Sab Dic 20, 2014 2:02 am
Al final, de las 6 personas que habíamos llegado por el portal, tan solo una de las aprendizas que no conocía tomó la misma dirección que yo; algo era algo a fin de cuentas.
—¿Cómo te llamas? —pregunté a la chica desconocida mientras avanzábamos— Yo soy Saito, vale la pena presentarse si seremos compañeros de laberinto —dije sonriendo.
Finalmente llegamos a una sala que de distinguía claramente del resto: esta parecía ser algún tipo de lugar donde descansar, ya que había sillones y una chimenea funcionando a toda máquina. Pero realmente aún no era momento para ello, ¿acaso no quedaba claro que la prioridad era llegar antes que nadie hasta el tesoro? Por muy tentador que fuese, pararse no era una opción.
Sin contar aquella mini paradita de descanso, había tres caminos por los que podíamos ir: dos puertas abiertas que se encontraban una a cada lado del gran aparato de calor — y que por algún extraño motivo me parecía que conducían al mismo sitio ambas — o siempre quedaba la opción de seguir avanzando hacia el este, pero en algún momento acabaría por toparme con el borde del laberinto si es que este tenía una estructura normal.
Con cuidado y en estado de alerta, busqué algún objeto que pudiese servir para el viaje en aquella sala — nunca se sabía que podía encontrar — pero en caso de no encontrar nada me dirigiría a la que ahora era mi nueva compañera temporal:
—¿Qué te parece si avanzamos hacia el Norte? No creo que en el Este podamos encontrar mucho más... —añadiría pensativo, mirando las puertas que tenía frente a mí con curiosidad. ¿Había alguna especie de trampa acaso?— Parece que esas dos puertas conducen al mismo sitio, ¿tiramos por la de la derecha mismo?
Era hora de seguir avanzando en aquel juego de los tesoros, estaba definitivamente emocionado por el hecho de no saber lo que me podía deparar el futuro. ¿Encontraría yo la Llave Espada Definitiva primero? El único modo de saberlo, era continuar avanzando.
Esperaría a que mi compañera dijese algo, pero de todas formas prepararía un hechizo Electro en mi mano por si las moscas, y avanzaría por la puerta del Norte. Naturalmente el hechizo tan solo lo llevaba como medida preventiva ya que no sabía que podía esperarme de aquel lugar, pero no lo usaría a no ser que la situación lo requiriese.
—¿Cómo te llamas? —pregunté a la chica desconocida mientras avanzábamos— Yo soy Saito, vale la pena presentarse si seremos compañeros de laberinto —dije sonriendo.
Finalmente llegamos a una sala que de distinguía claramente del resto: esta parecía ser algún tipo de lugar donde descansar, ya que había sillones y una chimenea funcionando a toda máquina. Pero realmente aún no era momento para ello, ¿acaso no quedaba claro que la prioridad era llegar antes que nadie hasta el tesoro? Por muy tentador que fuese, pararse no era una opción.
Sin contar aquella mini paradita de descanso, había tres caminos por los que podíamos ir: dos puertas abiertas que se encontraban una a cada lado del gran aparato de calor — y que por algún extraño motivo me parecía que conducían al mismo sitio ambas — o siempre quedaba la opción de seguir avanzando hacia el este, pero en algún momento acabaría por toparme con el borde del laberinto si es que este tenía una estructura normal.
Con cuidado y en estado de alerta, busqué algún objeto que pudiese servir para el viaje en aquella sala — nunca se sabía que podía encontrar — pero en caso de no encontrar nada me dirigiría a la que ahora era mi nueva compañera temporal:
—¿Qué te parece si avanzamos hacia el Norte? No creo que en el Este podamos encontrar mucho más... —añadiría pensativo, mirando las puertas que tenía frente a mí con curiosidad. ¿Había alguna especie de trampa acaso?— Parece que esas dos puertas conducen al mismo sitio, ¿tiramos por la de la derecha mismo?
Era hora de seguir avanzando en aquel juego de los tesoros, estaba definitivamente emocionado por el hecho de no saber lo que me podía deparar el futuro. ¿Encontraría yo la Llave Espada Definitiva primero? El único modo de saberlo, era continuar avanzando.
Esperaría a que mi compañera dijese algo, pero de todas formas prepararía un hechizo Electro en mi mano por si las moscas, y avanzaría por la puerta del Norte. Naturalmente el hechizo tan solo lo llevaba como medida preventiva ya que no sabía que podía esperarme de aquel lugar, pero no lo usaría a no ser que la situación lo requiriese.
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