―De nada―le respondí sincero ―Oye... ¿Qué te parece si intentamos investigar más con estos libros? Puede que haya algo más de información sobre Bastión Hueco o el pasado de la Orden…
La chica asintió y se dispuso a continuar leyendo el libro que yo había leído con anterioridad. Yo hice lo mismo, volviendo a mirar el índice del libro que Jeanne había usado como almohada hacía un rato:
J.D. escribió:ÌNDICE:
~ Introducción~
~CAP I: Mentalidad del Corazón ~
~ CAP II: Descenso del Corazón ~
~ CAP III: Poderes del Corazón ~
~ CAP IV: Afinidades y Representaciones Naturales ~
~ CAP V: Cristales Elementales ~
~ CAP VI: Corazón Mortal ~
~ CAP VII: Pensamientos Finales ~
“Mentalidad del Corazón”, “Descenso del Corazón”... Parecía que gran parte de las ideas iban a ser una repetición del anterior libro, o sino un repaso de lo que ya sabía. Lamentablemente, por el nombre de los diversos capítulos no parecía haber ninguno relacionado con el “hechizo ultrapoderoso” que el autor del post-it buscaba aquí. Sin embargo, entre los diferentes capítulos encontré uno que me llamó la atención, porque lo abrí y comencé a leerlo atentamente:
J.D. escribió:~ Afinidades y Representaciones Naturales ~
“Las “afinidades” afloran en lo más profundo de nuestro corazón, recogiendo la esencia de nuestra alma y nuestra propia mente, moldeando el poder de nuestro corazón en una nueva clase de energía, que de una manera u otra, se canaliza creando lo que comúnmente conocemos como “magias” o “hechizos”.”
Ésta, es la teoría básica que todo aprendiz de la Orden recibe a poco de llegar. Sin embargo, muchos de ellos olvidan estos detalles de extrema importancia sobre las afinidades, provocando que algunos de ellos lleguen a ver sus habilidades mermadas al utilizar energías elementales no-afines a su corazón o incluso que éstas queden bloqueadas de por vida.
Sin embargo, ¿Por qué un sujeto suele canalizar su afinidad en un tipo específico de elemento? ¿Dos aprendices que provengan de un mismo mundo compartirán también su afinidad? Todo esto tiene que ver con el propio sujeto. Existen ciertas afinidades que tienden a aparecer en sujetos que cumplen algunas características. Por ejemplo, aquellos de corazón puro, bondadoso y misericordioso acabarán normalmente canalizando una energía similar a la de la luz pura; mientras que alguien que ha sufrido en su vida cosas como: la pérdida de alguien muy querido, el odio, la ira o la desazón, acabarán canalizando su afinidad en una oscura y peligrosa, pero de igual poder a la luz.
Pese a eso, esto no es del todo exacto. El propio mundo puede jugar un papel importante en la afinidad que conseguirá un individuo. ¿Cómo? Los propios Mundos también influyen de diversa forma. El clima del mundo, la ubicación de ese mundo, la naturaleza de la sociedad de la misma… Todo influye en el corazón de sus habitantes.
De hecho, en muchos mundos quedan restos de la “energía canalizada” que el propio mundo emana. Esta energía se puede encontrar por ejemplo, de forma geológica, en las zonas más profundas del mundo. Muchos de estos materiales se utilizan en los procesos orfébres, debido a sus poderes internos, de lo cuál hablaré con detenimiento más adelante…
[...]
―Mhm…
―¿Has encontrado algo?
―Mhm… No tiene que ver con lo que buscaba en principio pero…―le comenté todavía asimilando la lectura ― Es algo ciertamente interesante. ¿Sabías que el propio mundo puede cambiar la afinidad de uno mismo?
Volviendo a pasar una vista rápida a la página, añadí:
―Al parecer... incluso hay “fósiles” de esa energía que se utilizan para crear armas u objetos, como las pociones o algunos llaveros de llaves espada…