[Nunca Jamás] Música en Londres

En el que Fátima Laforet le da una paliza a Ban Oswald

¡Pásate por aquí para encontrarte con todo aquello relacionado con el rol y que no encontrarás en el resto de subforos! Libres, Eventos, Eventos Globales... ¡Pásate, rolea y échate unas risas!

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro

Re: [Nunca Jamás] Música en Londres

Notapor Suzume Mizuno » Mar Ene 20, 2015 1:05 am

No lo sé.—Oswald observó la ciudad, silencioso, hasta que dijo—: Es una vista perfecta del plano de la ciudad. Útil para mapas. Incluso para espiar con la herramienta adecuada. Hace frío. Eso es lo que siento.

Fátima frunció el ceño, irritada. Habían subido hasta allí arriba por él. ¿No podía tener un poco más de tacto?

Todo era cosa de John, sí, pero Oswald siempre podría haberse negado a hacer nada si realmente le hubiera molestado que el anciano lo arrastrara de un lado para otro. Al aceptar acompañarlos, Fátima asumía que él había decidido intentar esforzarse por poco que fuera por… Encontrar eso que estaban buscando.

Cuando vio la mirada decepcionada de John se le encogió el corazón y se encaró a Oswald con los labios apretados. ¿Qué le pasaba? ¿Nadie le había enseñado un poco de educación?

Se ve que eres un caso complicado—rió entonces John.

«Más que complicado, casi parece que esté esperando a ver cómo reaccionamos».

Entendía que Oswald estuviera cansado y quisiera marcharse. Pero entonces podría haber dado una excusa. John habría insistido —seguro—, pero todo habría terminado ahí. En cambio, el chico les había acompañado. Habían subido el maldito Big Ben. ¿Y ni siquiera era capaz de mentir? Si al menos se hubiera mostrado triste o incómodo por no ser capaz de encontrar «la chispa» o… ¡O simplemente reconocer que no tenía ni la más mínima sensibilidad para la música o el arte! ¡Entonces se lo habría podido perdonar!

Apenas conocía a John de unas horas y al principio se había sentido algo incómoda por la familiaridad con la que éste se había dirigido a ella, si bien muy pronto se percató de que se encontraba a gusto con él. Le habría encantado tener un abuelo como él.

Así que le sentó bastante mal el comportamiento de Oswald. Aun así se contuvo como pudo, esforzándose por sonreír.

Si tienes frío quizás deberías bajar. No te vayas a resfriar.—Y que se fuera a dibujar un mapa donde le apeteciera. Se puso delante de John y dijo con más naturalidad—. ¿Se ve desde aquí su casa?

John alternó la mirada entre ambos, sin duda ponderando si debía intentar rebajar la tensión o no, y al final se asomó por uno de los arcos y empezó a buscarla con la mirada. Fátima aprovechó para decirle a Ban en voz baja:

Debe ser muy molesto para ti que te hayamos hecho subir hasta aquí. Lo siento mucho. Aprovecha para marcharte ahora.—Pensó en añadir un «si quieres», pero al final decidió no hacerlo. Todavía le escocían un poco los músculos de las piernas por la subida—. A menos que quieras hacer un mapa o poner algo de tu parte en esto, claro.

Estaba claro por qué alguien como él nunca podría tocar una pieza con sentimiento.

Le dio la espalda y se acercó a John, asomándose por otra de las arcadas para seguir la dirección de su dedo y tratar de localizar su casa, de la cual parloteaba con entusiasmo, recordando cómo la había comprado y cuánto le había costado convencer a los vecinos para que pudieran pintar la fachada de un color más alegre que ese grisáceo tan desagradable que tenían tantos edificios.
Imagen

¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Suzume Mizuno
63. Komory Bat
63. Komory Bat
 
Mensajes: 1883
Registrado: Vie Mar 02, 2012 9:52 pm
Dinero: 1,462,577.72
Sexo: Femenino
Karma: 6

Ronda #9 - Música en Londres

Notapor Astro » Mar Ene 20, 2015 1:06 am

Se ve que eres un caso complicado—comentó el anciano entre risas.

Observando los rostros de ambos, podría decirse que mientras John parecía decepcionado, Fátima mostraba signos de enfado. Interesante. Había decidido fingir que seguía sin encontrar esa famosa "esencia", pasión, o como quisieran llamarla. Estaba claro que no la encontraría con el pecho hueco, y tampoco me preocupaba. Seguir rodeado de estos dos para descubrir más detalles parecía una buena idea en mi cabeza, pero notaba que empezaba a dar vueltas en círculos.

¿Qué podría hacer...?

Si tienes frío quizás deberías bajar. No te vayas a resfriar—me dijo Fátima, mirándome con cara de pocos amigos.

Sobreviviré —me limité a responder, encogiéndome de hombros.

Debe ser muy molesto para ti que te hayamos hecho subir hasta aquí. Lo siento mucho. Aprovecha para marcharte ahora.—Enarqué una ceja, sorprendido por su reacción. ¿Por qué reaccionaba así?—. A menos que quieras hacer un mapa o poner algo de tu parte en esto, claro.

Por algún motivo, se había enfadado conmigo. ¿Por no encontrar la dichosa esencia? Los humanos eran tan impredecibles... Sobre todo las mujeres. Se dejaban guiar por el corazón, y eso les hacía estúpidos. Y débiles.

Pero, si quería que pusiera algo de mi parte, no dudaría en concedérselo.

Vale. Si quieres que aporte algo, ésto es lo que me hace sentir de verdad.

Me dejé llevar por la idea. Fue casi instantánea: Fátima le había propuesto a John que buscaran su casa desde allí, y el hombre estaba inclinado intentando encontrarla. La posición perfecta.

Di una zancada y, sin cortarme un pelo, golpeé la espalda de John con una patada, empujándole al vacío.

Buen viaje.
Imagen
Spoiler: Mostrar
Imagen

Imagen

Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Avatar de Usuario
Astro
57. Ferrocustodio I
57. Ferrocustodio I
 
Mensajes: 1689
Registrado: Jue Sep 06, 2012 12:49 pm
Dinero: 598,528.05
Banco: 15,646.59
Sexo: Masculino
Estantería de objetos
Karma: 7

Re: [Nunca Jamás] Música en Londres

Notapor Suzume Mizuno » Mar Ene 20, 2015 1:08 am

Vale. Si quieres que aporte algo, ésto es lo que me hace sentir de verdad.

Fátima arrugó el entrecejo, pero John estaba contándole algo acerca de cómo el primer hijo que tuvo con Amelia y no quería ser grosera dejando de prestarle atención.

Entonces fue cuando el cuerpo John se asomó demasiado por la ventana. No fue lo suficientemente rápida. No hasta que el rostro del anciano se desencajó en un grito de horror y cayó a plomo.

Buen viaje.

El vértigo la invadió y, durante un instante, no supo reaccionar. Sus pies se clavaron al suelo y la sangre se le congeló en las venas. Dejó de respirar.

Luego cogió impulso y saltó detrás de él. Invocó la Llave Espada y la arrojó al cielo. Tuvo una milésima de segundo para desear que nadie les viera o captara su resplandor. El aire le rugía en los oídos, la torre pasaba a toda velocidad a su lado, con la pálida luz del sol deslumbrándola por el reflejo de las ventanas.

Y John caía por delante de ella. Fátima maldijo con todas sus fuerzas, invocó una Serpe acuática y la lanzó al frente, atrapando al hombre por el tobillo. Tiró y se impulsó hacia él, para cogerlo por la cintura.

Justo en ese momento, la Llave Espada volvió a ella, convertida en glider. Frenó con toda la suavidad que fue capaz, luchando por poner a John contra el manillar, intentando reprimir las ganas de vomitar. Estaba a la altura del techo del palacio. Fátima no se lo pensó y se precipitó contra una ventana. Hizo desaparecer el glider en el último segundo y se precipitó contra el batiente con todo el peso de John. Por suerte para ella, las ventanas no estaban cerradas con candado y, aunque el cristal se resquebrajó, rodaron por un pasillo cubierto por una gruesa alfombra antes de chocar contra una mesa. Fátima se sentó a tiempo para impedir que un jarrón se estrellara contra el suelo.

Jadeando y temblando de pies a cabeza, dejó la pieza en el suelo y se apresuró a comprobar el pulso de John, que yacía exánime y con los ojos cerrados. Dejó escapar un sollozo de alivio cuando notó que todavía le latía el corazón. Se limpió las lágrimas, aunque estuvo a punto de meterse un dedo en el ojo porque no podía controlar los temblores, y se incorporó como pudo.

«¡Lo ha tirado!» pensó, tan abrumada que sólo ahora comenzaba a asimilar lo que había sucedido.

¡Lo había tirado!

¡Ese grandísimo hijo de puta…!

Ni siquiera pensó que media ciudad podía haberla visto invocar el glider. Y aunque vinieran guardias o sirvientes atraídos por el ruido, no creía que fueran a hacer daño a John. Por ello salió disparada por el pasillo, hacia la torre, sin otro pensamiento en mente que romperle los huesos a aquel cabrón.
Imagen

¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Suzume Mizuno
63. Komory Bat
63. Komory Bat
 
Mensajes: 1883
Registrado: Vie Mar 02, 2012 9:52 pm
Dinero: 1,462,577.72
Sexo: Femenino
Karma: 6

Ronda #10 - Música en Londres

Notapor Astro » Mar Ene 20, 2015 1:11 am

John cayó al vacío, incapaz de sujetarse tras mi empujón. Una sonrisa de satisfacción recorrió mis labios, mientras observaba al viejo agitar los brazos con desesperación. Como si pudiera salvarse...

"¡¿Qué demonios?!"

Casi no me había dado cuenta, pero Fátima había saltado tras él. ¿Se acababa de suicidar? Para mi desgracia, no. Porque la sorpresa fue todavía mayor cuando la chica invocó una Llave espada y la utilizó para invocar un glider.

Una aprendiza. De Tierra de Partida, posiblemente. De haber sido del bastión, le habría sonado su cara... Aquello no estaba en mis planes.

Pero lo mejoraba todo.

Contemplé, con decepción, cómo conseguía agarrar a John y aterrizaban a duras penas en el interior del palacio. ¿Habría sobrevivido el abuelo a tal experiencia? Con un poco de suerte, su corazón habría estallado durante la caída.

Con una mano en la barbilla, pensativo, descendí por las escaleras directo hacia abajo del todo. Si había caído dentro del palacio, era posible encontrarme con ella si volvía a buscarme para vengarse. Si se atrevía, claro.

No debía confiarme. No conocía su nivel de poder, así que iría con cuidado. Aunque sinceramente, parecía una debilucha. Y de las lloronas, seguro.

Por si fuera poco, contaba con una ventaja: ella no sabía que yo pertenecía a Bastión Hueco. Ni lo que era.

Me iba a divertir mucho cuando la encontrara. Fátima.
Imagen
Spoiler: Mostrar
Imagen

Imagen

Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Avatar de Usuario
Astro
57. Ferrocustodio I
57. Ferrocustodio I
 
Mensajes: 1689
Registrado: Jue Sep 06, 2012 12:49 pm
Dinero: 598,528.05
Banco: 15,646.59
Sexo: Masculino
Estantería de objetos
Karma: 7

Re: [Nunca Jamás] Música en Londres

Notapor Suzume Mizuno » Mar Ene 20, 2015 1:14 am

Los músculos de las piernas le ardían y se estremecían bajo latigazos de dolor cada vez que saltaba varios escalones de golpe y se obligaba a continuar corriendo sin bajar el ritmo. Sólo podía pensar en John, yaciendo lánguido en el suelo. En que podría no haber llegado a tiempo.

En que Oswald lo había empujado.

No entendía nada. Nada de nada. Pero tampoco importaba, porque iba a sacarle la verdad a golpes.

Entonces escuchó las pisadas. Resollando, frenó en seco y miró hacia lo alto de las escaleras. Como bajaban en recodos todavía no podía saber quién estaba bajando. Pero no se iba a arriesgar. Se recogió el vestido. Pocas veces había querido unos pantalones tanto como en ese momento, pero se conformó con hacerse un nudo en un costado para permitirse mover bien las piernas. Invocó la Llave Espada y la apretó con furia.

Oswald apareció con parsimonia en lo alto de los escalones.

Fátima rechinó los dientes.

¡Pedazo de hijo de puta! ¡Te voy a dejar tan hecho papilla que vas a suplicar que te tire yo por la torre—gritó.

Estaba decidido. Primero lo machacaría hasta el punto de que no pudiera mover ni un dedo. Y luego le preguntaría de qué manicomio lo habían sacado para devolverlo de cabeza.

Avanzó hacia él con pasos firmes y decididos, dispuesta a estamparle la Llave Espada contra la cara bonita y dejarle sin un par de dientes.

En ningún momento se le pasó por la cabeza que pudiera contrarrestar su ataque, siendo tan poca cosa y con un aspecto tan delicado.
Imagen

¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Suzume Mizuno
63. Komory Bat
63. Komory Bat
 
Mensajes: 1883
Registrado: Vie Mar 02, 2012 9:52 pm
Dinero: 1,462,577.72
Sexo: Femenino
Karma: 6

Ronda #11 - Música en Londres

Notapor Astro » Mar Ene 20, 2015 1:15 am

Todavía no había llegado al final cuando me encontré, de pronto, con Fátima en medio de ellas. Jadeaba, con el vestido recogido, con la cara marcada en lo que me pareció ser pura ira. Por supuesto, tenía la Llave Espada en la mano.

Ella sola se desvelaba. Así les instruían en Tierra de Partida.

¡Pedazo de hijo de puta! ¡Te voy a dejar tan hecho papilla que vas a suplicar que te tire yo por la torre —me amenazó a gritos.

Oh, así no tiene que hablar una señorita de Londres —comenté.

Poco tiempo tuve para decir más. Fátima se abalanzó sobre mí, furiosa, y con la llave en alto con la clara intención de golpearme en la cabeza.

De un rápido movimiento, invoqué mi estoque, bloqueando su ataque con naturalidad.

Pero tú no eres de este mundo, ¿me equivoco? —le pregunté, acercando mi cara a la suya con una siniestra sonrisa, aprovechando el choque de espadas.

Sin perder ni un segundo ni darle oportunidad de réplica, cargué energía en mi espada y liberé un Golpe temporal contra ella, empujándola escaleras abajo con violencia.

Tierra de Partida, debí haberlo sospechado —dije, una vez se hubiera recuperado—. Los aprendices siempre tan imprudentes. ¿Nunca te han dicho que no debes usar la Llave Espada delante de otras personas?

Me mantuve alerta, consciente de que si estaba tan enfadado sus actos podían ser impredecibles y demasiado emocionales. Lo que, por otra parte, me daría ventaja sobre ella.

Oh, ¿está bien el viejales? Me partiría el corazón saber que ha muerto en la caída...

»Si tuviera uno, claro.

Me coloqué en guardia, desafiándola para que atacara. Tenía la altura como ventaja, y aprovecharía sus emociones contra ella.

¡Luchemos!
Imagen
Spoiler: Mostrar
Imagen

Imagen

Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Avatar de Usuario
Astro
57. Ferrocustodio I
57. Ferrocustodio I
 
Mensajes: 1689
Registrado: Jue Sep 06, 2012 12:49 pm
Dinero: 598,528.05
Banco: 15,646.59
Sexo: Masculino
Estantería de objetos
Karma: 7

Re: [Nunca Jamás] Música en Londres

Notapor Suzume Mizuno » Mar Ene 20, 2015 1:19 am

Oh, así no tiene que hablar una señorita de Londres.

No esperó una respuesta tan veloz y bien coordinada. Y menos que una espada apareciera de la nada e interrumpiera la trayectoria de su propia arma. Oswald dibujó una sonrisa escalofriante y se acercó a ella para decir:

Pero tú no eres de este mundo, ¿me equivoco?

Antes de que pudiera ni pensar una contestación, Oswald le asestó un golpe con la espada que le arrancó el aliento y cayó por las escaleras como un saco de patatas. Una vez abajo se encogió y apretó la mano libre contra su pecho, rechinando los dientes y gruñendo para contener un grito de dolor. Con la cabeza y el costado latiéndole de dolor, se incorporó como pudo y levantó la cabeza para ver al muchacho plantado en lo alto de las escaleras con seguridad.

Tierra de Partida, debí haberlo sospechado. Los aprendices siempre tan imprudentes. ¿Nunca te han dicho que no debes usar la Llave Espada delante de otras personas?

Fátima sintió cómo se le congelaba la sangre en las venas. ¿Cómo lo…? Abrió la boca y luego la cerró de golpe al comprender.

¡Eres de Bastión Hueco!

Pero aquello la desconcertó todavía más. ¿Qué hacía alguien de Bastión Hueco intentando asesinar a ancianos? ¿Por qué atacaban a gente que no tenía nada que ver con la guerra? ¿Y qué se suponía que…?

Oh, ¿está bien el viejales? Me partiría el corazón saber que ha muerto en la caída...Si tuviera uno, claro.

En ese momento, Fátima desterró cualquier pregunta de su mente. Las dejaría para luego, para cuando se hubiera quedado satisfecha y le hubiera roto unos cuantos huesos a aquel monstruito.

Estás muerto—dijo con voz grave, apuntándole con su Llave Espada—. Antes podría haberme pensado dos veces si reventarte, pero ahora que sé que eres mi enemigo y que Bastión Hueco recluta psicópatas que hacen daño a inocentes…

Invocó un Electro y lo disparó contra Oswald. Entonces Fátima probó a correr contra él, esta vez consciente de que a quién se estaba enfrentando y preparó una Serpe acuática. Estaba furiosa, pero el dolor de la caída le recordaba que tenía que andarse con cuidado. Debía descubrir de qué tipo era Oswald. Probablemente un mago, pero antes tenía que saber si tenía posibilidades de acabar con él.

¡Vamos! ¿Es que esto es todo lo que sabes hacer? ¿O es que si no se trata de tirar a ancianos por las ventanas no tienes cojones? —rugió, arrojando la Serpe acuática, una serpiente de dos metros de largo que persiguió a Oswald hasta estamparlo violentamente contra una pared.

Fátima no atacó, sino que abrió la guardia para comprobar qué haría Oswald; si trataría de contraatacar y con qué.
Imagen

¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Suzume Mizuno
63. Komory Bat
63. Komory Bat
 
Mensajes: 1883
Registrado: Vie Mar 02, 2012 9:52 pm
Dinero: 1,462,577.72
Sexo: Femenino
Karma: 6

Ronda #12 - Música en Londres

Notapor Astro » Mar Ene 20, 2015 1:20 am

¡Eres de Bastión Hueco! —me acusó tras el primer golpe, atando cabos.

Algo así —respondí, encogiéndome de hombros.

Estás muerto. —Solté una sonora carcajada, mientras ella me apuntaba con su arma mágica—. Antes podría haberme pensado dos veces si reventarte, pero ahora que sé que eres mi enemigo y que Bastión Hueco recluta psicópatas que hacen daño a inocentes…

No soy exactamente un... —intenté decir, pero no tuve la ocasión.

Fátima se había lanzado al ataque, disparando un Electro que pude esquivar sin demasiados problemas. Me coloqué en posición, con la espada en alto, preparado para rechazarla con facilidad (supuse) cuando llegara a mi posición. Tenía la altura, tenía la ventaja.

O eso creía.

¡Vamos! ¿Es que esto es todo lo que sabes hacer? ¿O es que si no se trata de tirar a ancianos por las ventanas no tienes cojones?

No me esperé lo que pasó a continuación: me lanzó un gran hechizo de agua, que tomó la forma de una larga serpiente e impactó sobre mí con fuerza, empujándome y estampándome contra la pared con violencia. Apreté los dientes, aguantando el dolor y apresurándome a encontrar a Fátima con la mirada.

Se había quedado quieta, observándome, esperando mi reacción. Me dio la oportunidad de levantarme con cuidado, haciendo leves muecas de dolor sobre todo en la espalda, mientras analizaba mis posibilidades.

La señorita tiene más trucos de lo que imaginaba —comenté, dando un par de pasos hacia atrás con cautela—. Y es una malhablada...

La verdad, una leve chispa de preocupación se encendió en mi cabeza. Ese hechizo había sido fuerte, y cabía la posibilidad de que pudiese hacer más cosas de esa potencia o incluso más. Si era una maga, su aspecto habría podido engañarme perfectamente.

En un intercambio de hechizos en un espacio tan cerrado tenía muchas posibilidades de perder. Debía cambiar de terreno y recuperar la ventaja.

¿Quieres matarme? ¿Hacer honra a tu bando de lucecitas? —sin previo aviso disparé un Asynchro contra ella, moviéndome—. ¡Pues vamos! ¡Imitemos a John el muerto!

Aproveché el momento para correr hasta la ventana más cercana y, sin pensarlo ni un segundo, salté por ella.

Por supuesto, invoqué mi tabla voladora al instante, recuperando altura y alejándome de la ventana. Observé con cautela los ventanales de la torre, esperando una reacción de mi enemiga.

¿Fátima se atrevería a hacer lo mismo? ¿Su rabia la empujaría a participar en una pelea aérea...?
Imagen
Spoiler: Mostrar
Imagen

Imagen

Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Avatar de Usuario
Astro
57. Ferrocustodio I
57. Ferrocustodio I
 
Mensajes: 1689
Registrado: Jue Sep 06, 2012 12:49 pm
Dinero: 598,528.05
Banco: 15,646.59
Sexo: Masculino
Estantería de objetos
Karma: 7

Re: [Nunca Jamás] Música en Londres

Notapor Suzume Mizuno » Mar Ene 20, 2015 1:23 am

La señorita tiene más trucos de lo que imaginaba —dijo Oswald, retrocediendo en una actitud claramente defensiva. Pero Fátima no se confió, o al menos trató de controlarse. Le hormigueaban las plantas de los pies de pura y tenía que hacer un inmenso esfuerzo por no abalanzarse sobre él—. Y es una malhablada...

Oh, si él supiera. Siempre había sido la más educada de todos sus hermanos. Y también la menos violenta. Pero participar en una guerra e incluso torturar a alguien no eran cosas que se pudieran olvidar o dejar de lado. Hacía tiempo que había traspasado la línea y tenía muy claro que era capaz de hacer mucho daño. Y pensaba demostrárselo.

¿Quieres matarme? ¿Hacer honra a tu bando de lucecitas?

Fátima iba a responder, pero no tuvo tiempo, pues tuvo que arrojarse a un lado para evitar el ataque del muchacho. Sólo en el último segundo se dio cuenta de que podría haberlo rechazo fácilmente con un escudo. Para entonces, el chico gritaba mientras se precipitaba hacia una ventana:

¡Pues vamos! ¡Imitemos a John el muerto!

El corazón de Fátima dio un vuelco cuando le vio saltar y se arrojó hacia el alféizar. Lo vio invocar su glider y alejarse rápidamente. Fátima rechinó los dientes, y ni siquiera titubeó. Se subió al vano, invocó su glider y salió disparada detrás de él, cubriéndose rápidamente con la armadura. Si había algo que tenía claro era que resultaba fácil adivinar los movimientos del enemigo por sus expresiones, y no pensaba darle esa oportunidad a Oswald.

Además, y no pudo evitar paladear un regusto a venganza, acababa de comprobar que tampoco tenía las mejores habilidades mágicas del mundo. Y a menos que fuera un gran volador… Acababa de deshacerse de su propia Llave Espada. Lo que significaba que Fátima tenía vía libre para descargar su magia.

¡Ahora veremos si realmente quieres imitar a John, pedazo de hijo de puta!—rugió Fátima, al mismo tiempo que extendía una mano al frente e invocaba un Electro +. Probablemente lo esquivaría, o no le daría de lleno, pero al menos sí lo ralentizaría o incluso era posible que cayera unos cuantos metros en picado. Y Fátima aprovecharía para acercarse y gritar—: ¡No entiendo qué demonios pasa contigo! ¡Con todos vosotros, joder! ¿Es que no os importan las malditas reglas? ¿Tan poco os importa la vida de la gente corriente?—No podía dejar de recordar cómo Andrei había provocado la guerra, cómo había arrastrado a la muerte a tantísimos soldados, de ambos bandos. ¡Y Ryota, cuando quiso matarles a todos!

¡¿Qué pasaba con la gente de Bastión Hueco?!
Imagen

¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Suzume Mizuno
63. Komory Bat
63. Komory Bat
 
Mensajes: 1883
Registrado: Vie Mar 02, 2012 9:52 pm
Dinero: 1,462,577.72
Sexo: Femenino
Karma: 6

Ronda #13 - Música en Londres

Notapor Astro » Mar Ene 20, 2015 1:24 am

Pues sí, lo hizo. Predecibles humanos.

Fátima transformó su llave en glider, montándose en un salto, y se acercó a toda velocidad hacia mí. Estaba preparado: había invocado mi pistola, completamente cargada, y sabía que, si mantenía la distancia, sólo dependería de hechizos para alcanzarme.

¡Ahora veremos si realmente quieres imitar a John, pedazo de hijo de puta!

Disparó un hechizo eléctrico, bastante poderoso, que pude esquivar por los pelos girando con violencia la tabla.

¡Esa boca! —grité, entre carcajadas.

¡No entiendo qué demonios pasa contigo! ¡Con todos vosotros, joder! ¿Es que no os importan las malditas reglas? ¿Tan poco os importa la vida de la gente corriente?

¿Importarme? Oh, querida, ¿es que no has prestado atención? —señalé mi pecho con la pistola, antes de volver a apuntar hacia ella—. ¡No tengo corazón, no entiendo de esas cosas! ¿Sabes lo que significa?

»¡Soy un incorpóreo!

Sin dejar de moverme para evitar que se me acercara demasiado, disparé un par de veces contra ella con la pistola, riendo. Tarde o temprano se le acabarían las reservas de magia, y entonces sería vulnerable.

Sólo un poquito más.
Imagen
Spoiler: Mostrar
Imagen

Imagen

Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Avatar de Usuario
Astro
57. Ferrocustodio I
57. Ferrocustodio I
 
Mensajes: 1689
Registrado: Jue Sep 06, 2012 12:49 pm
Dinero: 598,528.05
Banco: 15,646.59
Sexo: Masculino
Estantería de objetos
Karma: 7

Re: [Nunca Jamás] Música en Londres

Notapor Suzume Mizuno » Mar Ene 20, 2015 1:27 am

¡Una pistola! ¡Tenía una maldita pistola! Fátima maldijo todo lo habido y por haber; tendría que haber contado con la capacidad de los aprendices de invocar armas, pero no estaba pensando con responsabilidad. Y, demasiado tarde, comenzaba a darse cuenta de que podía pagarlo caro.

Sobre todo porque, por muchas ganas que tuviera de partirle el cuello, sabía que no iba a matarlo.

Él, en cambio…

¿Importarme? Oh, querida, ¿es que no has prestado atención?¡No tengo corazón, no entiendo de esas cosas! ¿Sabes lo que significa?¡Soy un incorpóreo!

Fátima desperdició unos preciosos segundos por culpa de la sorpresa. Después lo primero que se le vino a la cabeza fueron Wix… Y Andrei. Pensó en la expresión vacía, perdida, de ese cabronazo y lo débil y desamparado que parecía. Luego miró a Oswald con horror.

¿Eso era lo que significaba no tener corazón? ¿Qué te volvías un desalmado asesino?

Y ellos habían perdido a Andrei. Si ya estando normal había impulsado una guerra, ¿qué no haría ahora que ni siquiera tendría escrúpulos? Fátima apretó las mandíbulas. Desde luego, en Bastión Hueco había algo que estaba mal. No podía dejar que un monstruo como Oswald quedara suelto. Y menos de intentar atentar contra la vida de una persona. De todas formas, ¿no estaban en guerra? ¿No se suponía que su deber era defenderse y acabar con sus enemigos?

Liberó una mano y masculló:


Si todos los Incorpóreos son como tú, entonces no hay que tener piedad con vosotros.

Él no la había tenido con John.

No se la jugó más. No iba a arriesgarse a recibir un balazo. Dos grandes anillos de agua surgieron a su alrededor, girando a toda velocidad. Pegó un acelerón y a la vez manipuló uno de los brazos de agua para golpear con todas sus fuerzas a Oswald en un costado mientras que con el otro se protegía de un posible disparo. Cuando estuvo a menos de dos metros de distancia embistió al muchacho con su propio glider, bastante más grande y potente que su tabla y empleó el otro anillo de agua: esta vez lo dirigió contra el mismo cuerpo del joven. A tan poca distancia era prácticamente imposible evitar que lo lanzara por los aires.

Entonces Fátima se precipitó sobre él para aferrarlo y evitar que cayera en picado. Pero, en vez de frenar, aceleró y descendió a toda velocidad hacia el Támesis, alejándose del centro de la ciudad. Con suerte, su pelea se había desarrollado a tal altura que nadie los habría visto. Esperó a encontrar alguna zona con árboles, aunque sin reducir el ritmo, y sólo entonces descendió y lanzó a Oswald hacia el agua, que no debía ser muy profunda. Probablemente sólo le llegara en ese tramo por las rodillas. El brazo le latía de soportar tanto peso y lo tenía adormecido, pero no le importó. Desmontó del glider, invocando la Llave Espada, y se acercó con cuidado a Oswald. No sabía si el golpe lo habría dejado aturdido o inconsciente. En cualquier caso, no se fiaba un pelo de él.
Imagen

¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Suzume Mizuno
63. Komory Bat
63. Komory Bat
 
Mensajes: 1883
Registrado: Vie Mar 02, 2012 9:52 pm
Dinero: 1,462,577.72
Sexo: Femenino
Karma: 6

Ronda #14 - Música en Londres

Notapor Astro » Mar Ene 20, 2015 1:29 am

Fátima guardó unos instantes de silencio, asimilando la noticia. ¿Sería yo el primer incorpóreo con el que se encontraba? Por su reacción, tal vez no.

Si todos los Incorpóreos son como tú, entonces no hay que tener piedad con vosotros.

¿De verdad? —solté una carcajada—. Enhorabuena, ¡me haces reír!

Confiado, cargué de nuevo la pistola y disparé dos veces hacia Fátima. Pero ella estaba preparada... Demasiado preparada. Bloqueó las balas con un largo tentáculo de agua, conjurado por ella, mientras que con otro igual me golpeó en el costado. Conseguí mantener el equilibrio a duras penas, intentando recuperar la compostura para volver a disparar, pero fue demasiado tarde.

Fátima embistió con su glider a toda velocidad, golpeando una vez más con uno de esos tentáculos. No pude apartarme a tiempo, y mucho menos bloquearlo. Me había pillado completamente desprotegido. Caí cual peso muerto, aturdido por los golpes, y casi no pude darme cuenta de que me había agarrado y me arrastraba por el aire.

¿Qué pretendía...?

Cuando me soltó, acabé chocando con un árbol, dolorido. No estaba seguro de cuánto me había movido, ahora nos encontrábamos en la orilla del gran río que atravesaba Londres. Fátima había vuelto a invocar su llave espada, ya sin glider, y avanzaba con cuidado hacia mí.

Había sido un idiota, una vez más. ¿Cómo no había podido ver el peligro de su magia? Toda la ventaja que pude tener, perdida. Ahora la iniciativa era toda suya, y si no conseguía darle la vuelta... Podría acabar mal.

Necesitaba otra táctica.

¿Así crees que eres mejor que yo? —le pregunté, levantándome con cuidado—. ¿Mejor que Bastión Hueco? Claro, pero no te acuerdas que lo que hizo Ronin en la Red, ¿no? Vosotros iniciasteis esto, Fátima, no lo olvides.

»¡Vosotros sois los asesinos!
Imagen
Spoiler: Mostrar
Imagen

Imagen

Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Avatar de Usuario
Astro
57. Ferrocustodio I
57. Ferrocustodio I
 
Mensajes: 1689
Registrado: Jue Sep 06, 2012 12:49 pm
Dinero: 598,528.05
Banco: 15,646.59
Sexo: Masculino
Estantería de objetos
Karma: 7

Re: [Nunca Jamás] Música en Londres

Notapor Suzume Mizuno » Mar Ene 20, 2015 1:31 am

¡Vosotros sois los asesinos!

Fátima se detuvo en seco y se quedó mirando fijamente a Oswald. Todo su interior era pura tensión. Hasta ese momento había sentido que explotaría, que necesitaba descargar toda su furia contra él a patadas y golpes.

Pero aquellas palabras le sentaron como si le hubieran vertido un jarro de agua helada encima.

Tan fría que quemaba.

Cuando quiso darse cuenta se había pegado a Oswald y lo había empotrado contra el árbol, cogiéndole por el cuello de la ropa y apuntándole con la Llave Espada con la mano libre para que no intentara hacer ninguna idiotez.

No respondo por Ronin. Pero si él hirió a Ryota, ¿qué pasa con vosotros? ¿Qué pasa con la gente que murió en China por culpa de Andrei?—La voz se le quebró al pensar en Mulán—.¿Dónde estabais vosotros para impedirlo? ¿Qué pasó cuando Ryota intentó matarnos a todos los que no nos unimos a su bando? ¿Y qué pasa contigo, cabronazo, que quieres hacerme sentir culpable por algo que yo no hice cuando has lanzado por una torre a un anciano al que no habías visto en tu puta vida? ¿EH?

Le importaba una mierda que Tierra de Partida fuera peor o no que Bastión Hueco. Lo que tenía claro era que ellos decían que respetaban las reglas, y eran los primeros en romperlas.

Pero Oswald tenía razón en una cosa.

Ella sí que era una asesina. No creía que jamás pudiera olvidar que ese huno se había convertido en Sincorazón por su culpa. No tenía excusa. Sonrió con amargura y masculló:

¿Y te daría miedo que te llevara a las manos de esos asesinos? Porque no sé qué harían contigo.

Ni ella tampoco, la verdad. Aquello le dejó un mal sabor de boca. ¿Y qué iba a hacer con él? ¿Responsabilizarse? ¿Olvidarse? Casi había matado a John. Podría hacer lo mismo con otras personas. Era un Incorpóreo. No tenía ningún concepto de la moralidad.

Titubeó. Sólo un instante. Sabía que, si se esforzaba, podría con él. Quizás no le costaría dejarlo inconsciente y advertir a Tierra de Partida. Esperar órdenes.

¿Y entonces… qué?

Pasara lo que pasara, seguiría siendo su responsabilidad. Y no quería que le dieran esa orden concreta. No quería rebajarse al nivel que Oswald había afirmado que tenían. No quería volver a esconderse detrás de la máscara de un soldado y decir que habían sido órdenes, porque eso no la ayudaría a aligerar su conciencia.

¿Qué debía hacer?

¿Por qué tenía que habérselo encontrado, joder?
Imagen

¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Suzume Mizuno
63. Komory Bat
63. Komory Bat
 
Mensajes: 1883
Registrado: Vie Mar 02, 2012 9:52 pm
Dinero: 1,462,577.72
Sexo: Femenino
Karma: 6

Ronda #15 - Música en Londres

Notapor Astro » Mar Ene 20, 2015 1:33 am

Mis palabras la dejaron desconcertada, resultaba evidente. Pero no tanto como me habría gustado. Me empujó contra el árbol con una fuerza sorprendente, amenazándome con la llave espada para que no me moviera.

No respondo por Ronin. Pero si él hirió a Ryota, ¿qué pasa con vosotros? ¿Qué pasa con la gente que murió en China por culpa de Andrei? ¿Dónde estabais vosotros para impedirlo? —Enarqué una ceja, confundido. No tenía ni idea de qué estaba hablando, pero sonaba a algo que Saavedra haría—. ¿Qué pasó cuando Ryota intentó matarnos a todos los que no nos unimos a su bando? ¿Y qué pasa contigo, cabronazo, que quieres hacerme sentir culpable por algo que yo no hice cuando has lanzado por una torre a un anciano al que no habías visto en tu puta vida? ¿EH?

Me pedisteis que mostrara sentimientos. —Me encogí de hombros—. Fue lo más pasional que se me ocurrió.

¿Y te daría miedo que te llevara a las manos de esos asesinos? Porque no sé qué harían contigo.

Dímelo tú, señorita —respondí, clavando mis ojos en los suyos.

Volvió a dudar. Justo lo que necesitaba. Aproveché el momento para darle una patada en el pecho, disparando un asynchro contra ella para asegurarme de que se quitaba de encima el tiempo suficiente para poder usar Tenue sobre mí.

Invisible, di un Doble salto para alejarme lo máximo posible sin dejar rastro de agua y que no pudiera seguirme.

No miré atrás. Simplemente, corrí. Había gastado mucha energía y Fátima había mostrado ser más fuerte de lo que jamás podría haber previsto. Una lección aprendida a la fuerza.

Que no sería olvidada.
Imagen
Spoiler: Mostrar
Imagen

Imagen

Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Avatar de Usuario
Astro
57. Ferrocustodio I
57. Ferrocustodio I
 
Mensajes: 1689
Registrado: Jue Sep 06, 2012 12:49 pm
Dinero: 598,528.05
Banco: 15,646.59
Sexo: Masculino
Estantería de objetos
Karma: 7

Re: [Nunca Jamás] Música en Londres

Notapor Suzume Mizuno » Mar Ene 20, 2015 1:37 am

La patada la dejó sin respiración. Pero se la había visto venir. Por eso pudo reaccionar a tiempo. O habría sido capaz de hacerlo si el chico no hubiera aprovechado para lanzarle algo que la lanzó por los aires. Otra vez. Fátima cayó pesadamente de espaldas y emitió un resoplido, con la impresión de que se le había aplastado el pecho y que no podía aspirar ni una bocanada de aire.

Con los ojos lagrimeando, se puso de lado y trató de disparar un Piro. Oswald, sin embargo, se desvaneció ante sus ojos. Y Fátima perdió un precioso instante en comprender que aquello era magia y que la vista no le había engañado. Fátima emitió un grito de rabia, que le salió bastante débil porque apenas sí podía respirar, y se obligó a ponerse en pie, forzando sus piernas, para arrojarse contra el árbol.

Pero Oswald ya no estaba allí.

****


John abrió los ojos con lentitud y su mirada se quedó desenfocada un rato, hasta que, por fin, reconoció a Fátima, que aferraba su mano con ansiedad.

John, ¿está usted bien?

El hombre frunció el ceño. Luego movió los pies, los dedos de las manos, se llevó una mano al pecho y sonrió, tembloroso.

Parece que lo importante sigue en su sitio, pero tengo la impresión de que me han sacudido bastante.

Fátima no contestó. Se limitó a apretar su mano y a reprimir las ganas de llorar. Le explicó que estaban en el hospital. De repente se había mareado al ir bajando las escaleras del Big Ben y con la ayuda de un hombre, lo habían llevado a toda velocidad al hospital más cercano. Oswald se había marchado poco después porque lo esperaban en casa, añadió con hosquedad y paladeando su furia.

John le restó importancia con un gesto y se acomodó sobre los almohadones.

Lamento haberte causado tantas molestias. Y no haber podido despedirme del chico. Es una pena. Tanto talento…

Fátima respiró hondo y se mordió la lengua con tanta intensidad que por un momento creyó que se haría sangre. Se obligó a sonreír y le pidió la dirección para poder avisar a su familia y que vinieran a buscarle. La anotó en un papelito y cuando iba a incorporarse, John la cogió de la mano.

Estoy segura de que mi esposa te obligará a venir a comer un día de estos como agradecimiento. Y a mí me encantaría volver a verte. Y quizás tocar un poco—añadió, guiñándole un ojo.

John logró que olvidara que, si no fuera porque había reaccionado rápido, ahora mismo estaría muerto y se encontró sonriendo. No entendía cómo nadie podía querer hacer daño a una persona tan amable. Dio un suave apretón a la nudosa mano del anciano y asintió con solemnidad.

Me encantará, John. Pero ahora debería darme prisa. Es de noche y tu esposa debe estar a punto de sufrir un infarto.

¿Es de noche?—preguntó, alarmado. Se pasó una mano por la barbita y rió, nervioso, por lo bajo—. Me parece que debería fingir estar un poco más débil. Quizás así le dé pena y no amenace demasiado con estrangularme.

¡Entonces mejor me doy prisa!

Se despidió con un gesto y echó a andar a buen paso por el pasillo. Cuando dejó atrás el hospital, se le hundieron los hombros. Empezaba a notar un desagradable zumbido que prometía desembocar en una migraña y estaba exhausta, tanto que no podía erguir los hombros y que los pies le protestaban a gritos, reclamando un descanso después de tanto ir para arriba y abajo.

Pero lo que más necesitaba era echar una cabezada. Después de perder a Oswald había vuelto a la carrera a por John, que todavía no se había despertado y estaba rodeado de guardias. La gente estaba como loca, hablando de un ataque contra la monarquía y exageraciones varias, pero gracias a la ayuda de un par de criados, consiguió sacar al pobre John de allí: nadie estaba dispuesto a creer que un anciano frágil podía haber tenido nada que ver con aquello. Cuando nadie miraba, le aplicó un breve Cura. Después tuvo que mentir, afirmando que era su nieta, y le tocó esperar en el hospital durante horas interminables a que John despertara.

Por lo menos, había tenido tiempo para pensar. Para controlar la frustración y las ganas de arremeter contra todo lo que se moviera por su propia ineptitud. ¡Todo, todo le estaba saliendo mal! ¡Y cómo había podido dejarlo escapar después de haber roto una de las reglas más básicas! Es más, ¡cómo había podido dudar…!

Al final, cuando llegó al paroxismo de la rabia contra sí misma, consiguió reconocer que había cometido errores, y que ya no podía hacer nada por enmendarlos. Su primera idea fue desaparecer una vez comprobar que John estaba bien. Pero luego pensó en Oswald. Y se preguntó si no sería capaz de volver a por él. Se dio cuenta de que no podría dormir tranquila si no mantenía un ojo sobre el anciano y el agradecimiento sincero se mezcló con la satisfacción cuando John le ofreció visitar su casa.

Ahora, por la calle, Fátima se apresuraba, esquivando a los hombres que regresaban del trabajo, mientras sus pensamientos derivaban hacia Oswald. Era de Bastión Hueco. Sin duda, volvería a encontrárselo.

Pero, ¿qué iba a hacer entonces? ¿Machacarlo? ¿Y de qué serviría? Y si lo llevaba a Tierra de Partida…

Como en la otra ocasión, no logró encontrar una respuesta y el dolor de cabeza se agravó tanto que decidió dejarlo para más tarde. Tenía que hablarlo con alguien. Con Malik. Sí, él podría aconsejarle qué hacer.

Lo único que tenía claro era que no quería ser responsable de una muerte. De ninguna. Le entraban ganas de vomitar de sólo pensarlo.

Cuando alcanzó la dirección que le había indicado John, recordó lo que le había dicho nada más levantarse.

«Es una pena. Tanto talento…»

Fátima torció la boca, pero, en el fondo, no pudo más que darle la razón. Un Incorpóreo, ¿eh? Se preguntó cómo habría acabado así. Qué habría sucedido. Y si había sido su culpa… ¡No! Sacudió la cabeza. Daba igual cómo. Lo importante era lo que había hecho.

Y que no pensaba perdonárselo.

Respiró hondo y subió por las escaleritas que llevaban a la entrada de una bonita casa de dos pisos. Tenía una noticia que dar.


Spoiler: Mostrar
Y fin por mi parte. Me ha encantado rolear con Ban (lástima que ya no vaya a poder más ;w;). Gracias de antemano a quien puntúe~
Imagen

¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Suzume Mizuno
63. Komory Bat
63. Komory Bat
 
Mensajes: 1883
Registrado: Vie Mar 02, 2012 9:52 pm
Dinero: 1,462,577.72
Sexo: Femenino
Karma: 6

AnteriorSiguiente

Volver a Otros temas

¿Quién está conectado?

Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 1 invitado