Se dio cuenta de que Bavol había empezado a llorar y no supo qué decir ni qué hacer en un primer momento. ¿Había hecho algo para que el niño se pusiera así?
—¡Eh! ¿Qué pasa? —le interrogó, alarmado.
—A-aquí fue donde se murió mi amigo Hikaru —pronunció con dificultad—. Y-yo sólo quería salvarlo, quería hacer que volviera a casa y... y no pude.
En ese preciso momento, el helado de Bavol cayó en picado y se estrelló contra el suelo. Adiós helado.
«Mierda».
Había escogido un lugar genial para comer aquel helado, irónicamente hablando.
Cuando salió del aturdimiento, le rodeó con el brazo y empezó a darle palmaditas en el hombro mientras superaba la llantina.
«Es demasiado joven. Alguien de su edad no debería estar metido en esta locura».
¿Qué podía decirle para consolarle? Tenía que tener mucho cuidado al escoger las palabras, pues solo era un niño. Había pasado por unas experiencias muy duras y necesitaba apoyarse en alguien como un hermano mayor, ¿y quién mejor que Light, que había vivido algo similar?
—Un amigo mío también murió, víctima de la oscuridad. —Se refería a Zeix—. Antes de morir me dijo que luchara siempre por la luz para vencer a la oscuridad. Nunca lo olvidaré.
»Lo que te quiero decir es que… no olvides tú tampoco a tu amigo. Pero tampoco te obsesiones con su muerte, tenemos que superarlo. Debemos vivir por ellos.
Entonces se dio cuenta de que tampoco podía obsesionarse con la muerte de Wix. Lo que tenía que hacer es salvar a Iwashi simplemente, no había más.
Light decidió realizar su primer acto como hermano mayor: no se terminó su helado y lo guardó para Bavol. Si el chico no era muy escrupuloso, podría probarlo al menos.
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