Ronda 6
Publicado: Sab Feb 07, 2015 11:08 pm
Un milagro, hubiese apostado por ello. Desperté lentamente, abatida y claramente aturdida, la cabeza me daba vueltas y sentía que no podía siquiera levantarme del suelo.
―Saek-, tenemos que hu-
Escuchaba voces en la lejanía, pero no era capaz de distinguir de quién provenía… ¿Y si había sido todo un mal sueño y me encontraba en mi cama, por la mañana, y ya había pasado la hora del desayuno y llegaba tarde a clase? Deseé con todas mis fuerzas que así fuese, aunque la maestra Ariasu me castigara, prefería eso que estar en el mundo digital, miles de veces…
―Rápid- ya vienen.
Intenté moverme como pude, la oscuridad pronto se fue despejando.
…
Entonces lo vi claramente, se trataba de Gengar quien me hablaba, y por nuestras apariencias, no…
―No, no ha sido un mal sueño.
―¿Saeko, qué estás diciendo? ¡Nos van a capturar!
Me puse rígida al instante, estaba rodeada por numerosos guardias del PCM, no había manera de escapar y… Thunder ya no estaba con nosotros. Cierto, el Sincorazón me había dado un fuerte cañonazo en aquel puente, ¿significaría eso que no podría volver a escapar de ese infierno de datos? ¡No! ¡Me negaba a aceptarlo!
―¡Maldita sea! ¡¿Por qué a mí?! ―Chillé desesperada.
―Alto, identificación.
Y antes de levantarme por completo, me vi amenazada por numerosas lanzas eléctricas. Chasqueé con la lengua, resignada. Aunque quizás hubiese una manera de escapar con vida.
―Antivirus Saeko-40K. ―Respondí sin dudar, seguro que me reconocerían, me temerían y me dejarían escapar. Libre.
Sin embargo no fue así… el guardia analizó en lo que supuse que era la base de datos del sistema del PCM, puede que buscando mi identificación.
―¡Traidora! ―Abrí los ojos con asombro, aterrorizada por sus palabras. No tendrían piedad. Gengar elevó sus manos al cielo, a modo de rendición; “pobrecillo”, pensé― Iréis de inmediato a los juegos para vuestra definitiva eliminación, adelante.
Y me golpearon con varias lanzas eléctricas a la vez, no supe si Gengar sufrió mi mismo destino pues perdí la consciencia al instante.
…
―Sois vosot- los artífices de q- haya acabad- -n este mundo, ¿-dad?
Un fuerte dolor recorría mi cabeza, intenté levantarme como pude, tenía que hacerlo si quería sobrevivir.
―¡Ah!
Tras un esfuerzo impresionante, lo logré. Me senté en el suelo, aun aturdida. Por lo poco que podía vislumbrar supuse que me encontraba en la Rejilla. Gengar estaba tirado a un lado, inconsciente. Le habían hecho lo mismo que a mí. Lo más importante es que no me hallaba sola en aquel lugar tan paranoico. A mi lado estaba otro programa esposado, y…
―¡¿Xayim?! ―Eso pensé, pues la mascota era la misma, aunque notaba algo diferente en él― ¿Es que acaso no tuviste suficiente con lo de las terrazas y has venido hasta aquí para perseguirme? Lo tuyo es grave.
Debía de estar muy desesperado para seguir mis pasos hasta la Rejilla de Juegos, pero no me iba a dejar engañar por él.
Lo preocupante era mi situación, me debatía de nuevo entre la vida y la muerte, tenía que escapar de allí como fuese. A escondidas busqué mi espada de luz, afortunadamente estaba, así como mi disco de identificación. Me mantuve alejada en la medida de lo posible de los otros sujetos, esperando con ansias a que Gengar despertase.
―Saek-, tenemos que hu-
Escuchaba voces en la lejanía, pero no era capaz de distinguir de quién provenía… ¿Y si había sido todo un mal sueño y me encontraba en mi cama, por la mañana, y ya había pasado la hora del desayuno y llegaba tarde a clase? Deseé con todas mis fuerzas que así fuese, aunque la maestra Ariasu me castigara, prefería eso que estar en el mundo digital, miles de veces…
―Rápid- ya vienen.
Intenté moverme como pude, la oscuridad pronto se fue despejando.
Entonces lo vi claramente, se trataba de Gengar quien me hablaba, y por nuestras apariencias, no…
―No, no ha sido un mal sueño.
―¿Saeko, qué estás diciendo? ¡Nos van a capturar!
Me puse rígida al instante, estaba rodeada por numerosos guardias del PCM, no había manera de escapar y… Thunder ya no estaba con nosotros. Cierto, el Sincorazón me había dado un fuerte cañonazo en aquel puente, ¿significaría eso que no podría volver a escapar de ese infierno de datos? ¡No! ¡Me negaba a aceptarlo!
―¡Maldita sea! ¡¿Por qué a mí?! ―Chillé desesperada.
―Alto, identificación.
Y antes de levantarme por completo, me vi amenazada por numerosas lanzas eléctricas. Chasqueé con la lengua, resignada. Aunque quizás hubiese una manera de escapar con vida.
―Antivirus Saeko-40K. ―Respondí sin dudar, seguro que me reconocerían, me temerían y me dejarían escapar. Libre.
Sin embargo no fue así… el guardia analizó en lo que supuse que era la base de datos del sistema del PCM, puede que buscando mi identificación.
―¡Traidora! ―Abrí los ojos con asombro, aterrorizada por sus palabras. No tendrían piedad. Gengar elevó sus manos al cielo, a modo de rendición; “pobrecillo”, pensé― Iréis de inmediato a los juegos para vuestra definitiva eliminación, adelante.
Y me golpearon con varias lanzas eléctricas a la vez, no supe si Gengar sufrió mi mismo destino pues perdí la consciencia al instante.
―Sois vosot- los artífices de q- haya acabad- -n este mundo, ¿-dad?
Un fuerte dolor recorría mi cabeza, intenté levantarme como pude, tenía que hacerlo si quería sobrevivir.
―¡Ah!
Tras un esfuerzo impresionante, lo logré. Me senté en el suelo, aun aturdida. Por lo poco que podía vislumbrar supuse que me encontraba en la Rejilla. Gengar estaba tirado a un lado, inconsciente. Le habían hecho lo mismo que a mí. Lo más importante es que no me hallaba sola en aquel lugar tan paranoico. A mi lado estaba otro programa esposado, y…
―¡¿Xayim?! ―Eso pensé, pues la mascota era la misma, aunque notaba algo diferente en él― ¿Es que acaso no tuviste suficiente con lo de las terrazas y has venido hasta aquí para perseguirme? Lo tuyo es grave.
Debía de estar muy desesperado para seguir mis pasos hasta la Rejilla de Juegos, pero no me iba a dejar engañar por él.
Lo preocupante era mi situación, me debatía de nuevo entre la vida y la muerte, tenía que escapar de allí como fuese. A escondidas busqué mi espada de luz, afortunadamente estaba, así como mi disco de identificación. Me mantuve alejada en la medida de lo posible de los otros sujetos, esperando con ansias a que Gengar despertase.