Cronología:
Watson: [Encuentro] Dos velas para el diablo > este encuentro
Makoto: Prólogo > Este encuentro
Era algo enganchado al móvil, no lo desmentiría. Me gustaba, no sabía bien cómo, cotillear que hacían otros conocidos por Tuipper. Tras leer el último mensaje de Aru, apagué la pantalla y salí de la biblioteca del castillo. Era mi lugar favorito para los días libres. No era sólo por mi placer a la lectura, era por no ir a Ciudad de Paso. Simple razón, no era bienvenido al ser portador. Me cagaba en quien pariera al alcalde nuevo. Parecía más tirano que democrático.
He de admitir que al poco de salir casi, y no tan casi, me comí la puerta. Nunca miraba por dónde caminaba. Y con lo alto que era, me alegraba de no haber llegado a comerme el marco de las puertas. ¿Quién me mandó crecer hasta casi dos metros? Había, de oídas, algún aprendiz novato. Según alguna gente. No me acordaba ni cuándo lo escuché. ¿Quizá por esta semana? ¿Quizá ayer? Como que pasaba del tema, en el fondo. Sólo tenía que actuar como si me resultara interesante lo que decía la gente, luego me iba.
Entonces levanté la mirada del teléfono, de nuevo. Para ver por ahí a alguien. Un niño, creía, no presté mucha atención. No le conocía, quizá era algún aprendiz por ahí que no me cruzara. No me parecía reconocible muy de vista, ¿era el nuevo? Apoyé mi espalda a la pared más cercana y me puse auriculares. Con música baja, y esperando a que pasara…
Y al pasar quizá, una zancadilla amable. No había alguien para regañarme… Así que podía regocijarme con meterme con el nuevo. Al menos un poco.