Fátima experimentó un pequeño pinchazo de rencor contra ella, pero se dijo que no debía ser tan idiota y que si Nadhia estaba de mal humor, tenía derecho a que la dejaran tranquila. Así que se centró en pensar en qué le llevaría a Ivan, algo que no le hiciera daño a su estómago y que fuera nutritivo. Luego se preguntó si tendría fuerzas para invocar a Ondina aunque sólo fuera unos minutos. Sería un poco estúpido ir a hablarle del resultado de su investigación sin que… Bueno, sin mostrárselo.
Aunque quizás eso le hiciera sentir mal. Quizás eso le hiciera pensar que no se había centrado en investigar sobre su enfermedad, por mucho que hubiera estado leyendo en vano.
Se mordió la lengua y hundió los hombros.
Se veía que era incapaz de hacer las cosas bien.
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Eso es, muy bien.Fátima miraba con interés la espada de Ondina. Parecía que la sacaba de su propio cuerpo y era capaz de crear más armas si se las mostraba, pero la chica se había encaprichado con la espada, que tenía cierto aire a la Llave Espada de Fátima.
Lyn había aceptado que Fátima pasara la mañana entrenando a Ondina —aunque por la tarde no se libraría de un repaso intensivo. Últimamente Lyn era cada vez más dura con los entrenamientos y Fátima creía sospechar el motivo, que no le hacía nada de gracia— así que estaba con ella en una parte abierta de los jardines enseñándole los movimientos básicos.
Era la tercera vez que la invocaba y todavía dolía, pero empezaba a notar cierta mejoría. Quizás se debiera también a que Ondina empezaba a acostumbrarse a estar en aquel plano. Fátima se quedó mirando sus fluidos movimientos con admiración. ¡Era tan bonita y elegante!
Notando sus pensamientos, Ondina volvió la cara hacia ella y ensayó una sonrisa. Fátima deseó poder abrazarla.
En su lugar miró en derredor y frunció el ceño. Se suponía que Nadhia iba a pasarse a entrenar con Lyn pero no la veía por ninguna parte. Suspiró. Necesitaría más tiempo.
Pero ¿cuánto? ¿No se suponía que iba a intentar que los demás no la dejaran atrás?
Entonces Ondina se acercó, ladeando la cabeza a modo de pregunta.
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¡No, no te preocupes! Vamos a seguir, que lo estás haciendo muy bien.Tenía que aprovechar todo el tiempo que pudiera con la pequeña. Sonrió y le mostró un nuevo movimiento.
Ondina lo imitó sin problemas.
¡Pues final por mi parte! Aunque hemos tardado lo que no está escrito, al final lo hemos conseguido. ¡Gracias por hacer el encuentro conmigo, Espe! Y gracias de antemano al GM que nos puntúe.