Se quedó con otro importante detalle. Él estaba allí de forma temporal. En otras palabras, que su enemigo tomaría tarde o temprano su cuerpo. Sin duda debían huir antes de que eso sucediera.
" Si he tenido que confiar en ti puedo confiar en él".
Recordó de nuevo las palabras de Malik, aunque no les dio demasiada importancia. Estaba ya más que acostumbrado a los reproches después de dos años. Solo esperaba que no pusiera en peligro la misión.
Light, quien apretó con fuerza su llave, se temió lo peor cuando Gabriel se encogió y manifestó dolor, pero no ocurrió nada (¿o sí?). Seguía siendo él… aparentemente, y a saber por cuánto tiempo. Tenían que apresurarse.
—Llevadme… a la torre de la campana, tocadla, escapad y dejadme allí. Así cuando despierte no sabrá que he hablado con vosotros. Por favor, rápido…
Seguía sin confiar plenamente en él, pero a medida que le escuchaba se creía su historia. Hacerle caso quizás fuera lo mejor… ¿No?
Entonces, los tres percibieron los sonidos de una batalla. ¿Serían Ragun y los demás? De inmediato, se adelantó y se asomó por la trampilla para comprobar la situación en el exterior mientras seguía escuchando a Gabriel. Su comportamiento actual resultaba demasiado extraño, sin duda, pero como estaba más atento a lo que pasaba en el exterior no le prestó atención.
—Lo noto. Es Andrei. Está aquí. Pero ¿por qué no ha tocado ya la campana…? Tenéis que ofrecerme de intercambio. Cogedme como si me hubierais capturado y ofrecedme a cambio de que os deje escapar. Lo hará. Estará más preocupado porque vuelva Xihn y escapar de este lugar que para perseguiros. Y tenéis que decirle a Nithael que busque la Llave Espada de Oscuridad. Él sabrá lo que es. Si Xihn la consigue antes que vosotros, no tendréis forma de matarla sin que destruya el equilibrio. Tenéis que liberarla con la Llave Espada correcta. Solo así su corazón se fundirá con el Reino de la Oscuridad.
Demasiada información y todavía había sospechas. Y en cuanto a su plan… no sonaba mal, podían utilizarle para abrirse una vía de escape. Gabriel estaba acabado de igual manera, porque Xihn volvería a tomar el control de un momento a otro.
La cuestión era… ¿Cuándo lo tomaría? ¿Cuánto tiempo les quedaba? Debían escapar antes de que aquel loco les matara. Aquella era una misión de infiltración, no lo olvidaba; y tampoco olvidaba que estaban en territorio enemigo, ni se replanteaba la posibilidad de intentar matarle allí. No era tan estúpido. Y además, había que considerar lo que acababa de decirles Gabriel: la Llave Espada de Oscuridad.
—¿Un intercambio? Si estamos muy jodidos puede funcionar. —No puso pegas, aunque él al menos no iba a ponerse a negociar con un ejército de fantasmas persiguiéndoles. Antes había que detenerlos—. Pero primero hay que hacer algo con esa campana.
Estuvo a punto de decirle a Malik que se encargara de vigilarle mientras luchaban, pero no lo hizo. Que hiciera con Gabriel lo que quisiera, si tanto confiaba en él que le hiciera caso y le propusiera a Andrei el intercambio. O le dejara por ahí. Tampoco le apetecía dirigirle la palabra y tampoco era un Maestro que tuviera que dar órdenes.
Bebería un éter, saldría finalmente al exterior, con o sin ellos, y correría hacia las criaturas que estaban atacando a Ragun. Les propinaría hasta dos Aturdidores y varios golpes normales. No pensaba perder mucho tiempo con ellas a la vista de la situación.
—¿Todavía no habéis preparado el punto protegido? —No tenía ni idea de lo que estaba sucediendo con el badajo—. ¡Haced lo que tengáis que hacer mientras protejo la campana, daos prisa!
Subiría a la torre de la campana —emplearía un Movimiento instantáneo para llegar cuanto antes, y además un Doble Salto si resultaba necesario— y a continuación se enfrentaría a los enemigos voladores que intentaran dañarla. Para ello usaría la habilidad Latigazo, que le permitía transformar brevemente su Llave Espada en un látigo y golpear a varios enemigos a la vez de manera consecutiva. Utilizaría la habilidad el número de veces y se llevaría todos los golpes que hicieran falta hasta que sus compañeros prepararan el punto protegido. Se protegería con Fortaleza para reducir el daño recibido.
Si algún fantasma presentaba especial resistencia a sus ataques, y por tanto Latigazo no servía para alejarle de la campana, daría un gran salto y seguidamente le atacaría con un Período del Huracán, con cuidado de no caerse de la torre. Si había riesgo de caída, volvería a la torre con un Planeador nada más finalizar la ejecución de la habilidad. Y si se caía y sobrevivía volvería a subir a la torre.
En el caso de que alguno de sus compañeros le pasara el badajo, intentaría colocarlo él mismo, aunque tendrían que cubrirle.
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