[Tierra de Partida] Amigas

Encuentro entre Fátima y Celeste

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Re: [Tierra de Partida] Amigas

Notapor Suzume Mizuno » Mar Jul 31, 2018 8:51 pm

Eres tan valiente.—Aquellas palabras resonaron en ella. Había nacido como lo había hecho. ¿Cuánto tiempo le llevó a ella aceptarlo? ¿Lo llegó a hacer alguna vez?—. Quizá. Pero ella era tu madre. Tampoco hay que restarle su responsabilidad. Además… Ya no importa. Sé que es imposible decírtelo, pero no tienes que atormentarte. De verdad, Celeste. No lo hagas.

Su padre biológico. A Fátima se le hizo extraña la idea, porque eso implicaba tener otro padre y ella jamás había imaginado la posibilidad, aunque entendía que fuera posible.

¿Así que es él quien te ha buscado?—preguntó con curiosidad—. Si quieres estar con él, entonces adelante. Mientras no sea por culpabilidad o porque sientas que es una oportunidad que debes forzarte a aceptar, claro.—Le sonrió y le apretó una mano—. Con suerte, saldrá bien.

Ella, desde luego, no se atrevería a hablar con sus padres. No creía que les sentara muy bien su repentino cambio mágico. La verdad, no tenía muy claro qué les traumatizaría más, si saber que su benjamín era una mujer, una maga o una Caballero que viajaba entre mundos. Por algún motivo, tenía la sensación de que sería la primera opción.

¿Por qué te fuiste tú? —Fátima juntó los dedos de los pies y los movió dentro de los calcetines—. ¿Adónde...? Espera, ¿estuviste sola?

No tuve tiempo. Vaan iba a unirse al ejército y yo… Yo estaba cansada de mi vida en casa. Vaan me animó a marcharme. Pensé en irme a otro país, ir a alguna escuela o… cualquier cosa. Lo que fuera con tal de no vivir en mi pueblo. El barco se hundió porque había un Sincorazón y entonces me reclutó, un poco a la fuerza, Nanashi.—Fátima miró de reojo a Celeste y se retorció de nuevo un mechón de pelo—. Me fui porque mi familia no me habría aceptado, excepto Vaan. Porque…—Respiró hondo. Todavía dolía a veces, incluso cuando tenía problemas mucho más inmediatos—.Nací como un hombre. Mi nombre de nacimiento es Marko, y lo odio. Elegí Fátima porque me gustaban mucho los cuentos de oriente.—Soltó una risita nerviosa y miró a su amiga a la cara—. Ya ves. No somos tan diferentes.

El corazón le latía tan fuerte que casi le hacía daño.
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Re: [Tierra de Partida] Amigas

Notapor Denna » Mar Jul 31, 2018 8:52 pm

¿Así que es él quien te ha buscado?

Fruncí los labios. Aquella era una pregunta complicada.

Algo así, sí. Digamos que fue una sorpresa para los dos encontrar al otro. —La palabra «sorpresa» se quedaba demasiado corta.

Si quieres estar con él, entonces adelante. Mientras no sea por culpabilidad o porque sientas que es una oportunidad que debes forzarte a aceptar, claro.—Sonreí y le apreté las manos de vuelta. Sí. Era una segunda oportunidad para hacer las cosas bien—. Con suerte, saldrá bien.

Gracias. Cuando el ambiente se calme un poco, si quieres, os presentaré. Te caerá bien.

Movida por la curiosidad, le pregunté entonces por sus motivos a la hora de marcharse, y si había tenido que quedarse sola.

No tuve tiempo —respondió Fátima—. Vaan iba a unirse al ejército y yo… Yo estaba cansada de mi vida en casa. Vaan me animó a marcharme. Pensé en irme a otro país, ir a alguna escuela o… cualquier cosa. Lo que fuera con tal de no vivir en mi pueblo.

Otro país. Aquello iba un poco más allá que irse de casa. No me imaginaba a mí misma abandonando París, ni entonces ni en ningún... Bueno, en ningún momento que no implicara unirse a una Orden de Caballeros. ¿Qué habría sido de mi vida si lo hubiera hecho?

¿Pero?

El barco se hundió porque había un Sincorazón y entonces me reclutó, un poco a la fuerza, Nanashi. —Asentí. Conocía esta parte de la historia—. Me fui porque mi familia no me habría aceptado, excepto Vaan. Porque… Nací como un hombre.

Aflojé, por la sorpresa, el agarre sobre sus manos. Como un... ¿qué? ¿Cómo...? ¿Fátima?

Mi nombre de nacimiento es Marko, y lo odio. Elegí Fátima porque me gustaban mucho los cuentos de oriente. —Tragué saliva al oír esa risita, cargada de nervios y tensión, y volví a apretarle las manos con suavidad. No me moví—. Ya ves. No somos tan diferentes.

En... ese caso...

Me aclaré la garganta y, con una pequeña y temblorosa sonrisa, incliné la cabeza:

Amélie. No recuerdo qué nombre tenía de chico. Y tampoco sé muy bien a qué vino el de Celeste. Supongo que surgió sin más. —Respiré hondo—. No me extraña que lo odies, por cierto. Fátima es un nombre mil veces más bonito.

Para mis adentros, casi me salía humo de la cabeza. Una confesión así era... ¿La verdad? Lo último que esperaba oír. ¡Y pensar que nos habíamos tenido la una a la otra durante tantos años! ¿Cómo no había podido darme cuenta? ¿Cómo no había podido darse cuenta? Era... era casi absurdo.

V-vale. Ahm. Tengo que preguntártelo. Porque ya no eres... Quiero decir, has tenido a Atiya y a Kris, y son claramente tuyos y de Malik. ¿Cómo cambiaste? ¿Y cuándo? ¿Ibas disfrazada de mujer cuando te conocí?

Cuando la conocí... Oh. En Castillo de Bestia, sí. Iba disfrazada de hombre ese día, en realidad; ¿o era que no iba disfrazada?

Si no se me fundía la cabeza antes del amanecer, sería un milagro.
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Re: [Tierra de Partida] Amigas

Notapor Suzume Mizuno » Mar Jul 31, 2018 8:55 pm

En... ese caso...—Cuando Celeste le dedicó una temblorosa sonrisa, Fátima supo que iba a salir bien. El vacío que se había abierto bajo sus pies se alejó—Amélie. No recuerdo qué nombre tenía de chico. Y tampoco sé muy bien a qué vino el de Celeste. Supongo que surgió sin más.. No me extraña que lo odies, por cierto. Fátima es un nombre mil veces más bonito.

Fátima se cubrió la boca con una mano y rompió a reír a la vez que se le humedecían los ojos. Buscó los dedos de Celeste y le dio un apretón de agradecimiento, demasiado agitada y acalorada para decir nada en voz alta.

Estuvo así un rato, casi sin hacer ruido. Era una técnica que había desarrollado con Malik desde que descubrieron lo ligero que era el sueño de Kris, siempre dispuesta a abrir un ojo en el momento más inesperado y romper a llorar para despertar a Atiya.

En cuanto se calmó un poco, se secó los ojos y dijo:

Muchas gracias. Se lo dije varias veces a mis hermanos, pero solo coincidían en que era un nombre que iba poco conmigo. Nunca fui muy varonil, que digamos. Amélie suena precioso, pero me gusta más Celeste.
V-vale. Ahm. Tengo que preguntártelo. Porque ya no eres... Quiero decir, has tenido a Atiya y a Kris, y son claramente tuyos y de Malik. ¿Cómo cambiaste? ¿Y cuándo? ¿Ibas disfrazada de mujer cuando te conocí?

Fátima sonrió. Hacía tanto de eso.

Sí. Lo pasé muy mal porque nos tocó dormir en una misma cama y temía que notaras algo extraño.—Meneó la cabeza, divertida—. Para entonces ya sabía que la gente solo ve lo que quiere ver, pero estaba creciendo y jamás me fié ni me sentí cómoda de cómo se me veía cuando yo no estaba… atenta. Para asegurarme de que daba la impresión que tenía que ofrecer como chica. No sé si se entiende.—Unió los dedos de las manos y dijo—: Pues… Fue hace cuatro años. Puede parecerte absurdo, pero pensé que podíamos morir en cualquier momento y que, si era así, quería que fuera como mujer completa. Al menos no tenía miedo de que pudieran descubrir algo por mi cadáver.—Se encogió de hombros—. Llevaba mucho tiempo investigando para crear a las esencias y me dije que, si había magia que podía cambiar el aspecto de la gente, ¿por qué no trabajar en ello? Sería complicado, porque debía ser permanente, pero empecé por curiosidad y sin atreverme a esperar nada y luego se convirtió en una obsesión. No era por Malik. Siempre me ha aceptado tal y como soy y ha sido tremendamente paciente conmigo. Pero yo no me sentía bien. Incluso si él me hacía olvidarme a veces, se ofrecía a todo y disfrutábamos quería… Quería poder irme a dormir con él sabiendo que no le pediría apagar las luces. Quería que, cuando nos abrazáramos, no tuviera que mirarme con ese aire interrogante, viendo si ese día podía soportarlo mejor o no.

Se dio cuenta de que nunca había hablado de aquello con nadie y se sintió un poco incómoda. Todos aquellos problemas parecían tan nimios ahora, pero entonces suponían un mundo. Ya era suficiente duro levantarse por las mañanas como para no poder pasar una noche completamente en paz.

Al final encontré la forma e hice el cambio. Fue un poco peligroso, me dejó en cama varios días, pero al final… Funcionó. Y perdí unos centímetros de altura y un par de kilos—rio al recordar su primera experiencia frente al espejo y todas las veces que volvió a medirse, a pesarse en la báscula, a repasar su nuevo cuerpo. Muchos días se palpaba para confirmar que no era un sueño y que la magia no se estaba desvaneciendo—. Creí que fue un cambio superficial, pero entonces… Bueno, parece que no solo fue un cambio interno, sino que era fértil. Ni Malik ni yo nos lo esperábamos—reconoció—. No pretendíamos adoptar, ni tener hijos. No con la guerra sobre nuestras cabezas.—La miró de reojo—. Y pasé de dormir incómoda a no dormir porque ya sabes que, cuando se despierta uno, también lo hace el otro.

¿Mamá? ¿Estás despierta? Hola Celeste.

Fátima se volvió hacia el cuarto de los niños. Idris se asomaba con el delicado pelo tan revuelto que parecía una nubecilla espumosa. Hizo un gesto de disculpa a Celeste y fue a atenderlo.

¿Qué pasa? ¿Quieres un poco de leche?—Idris asintió, mirándose los pies, y Fátima lo llevó a la pequeña cocinita a servirle un poco—.Papá no está roncando, ¿no?

No, todavía no.—Idris sonrió y tomó el vaso. Fátima le limpió con un dedo el bigotillo blanco que se le formó—. ¿Puedo quedarme con vosotras un rato?

Fátima valoró sus ojos legañosos y se dijo que no tardaría mucho en caer rendido. Así que lo cogió en brazos y lo acomodó en su regazo en cuanto se sentó en el sofá. Idris se le abrazó y apoyó la cara contra su pecho. Fátima le acarició el pelo.

Lo siento—le dijo a Celeste—,estoy casi todo el tiempo fuera y también lo echo de menos.

Idris no tardó en empezar a relajarse en sus brazos, así que le preguntó a Celeste.

¿Y tu familia de verdad? ¿Sabían algo?
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Re: [Tierra de Partida] Amigas

Notapor Denna » Mar Jul 31, 2018 8:57 pm

—contestó Fátima a mi pregunta—. Lo pasé muy mal porque nos tocó dormir en una misma cama y temía que notaras algo extraño.

Me acuerdo de eso. —Reí por lo bajo—. Pobre.

Para entonces ya sabía que la gente solo ve lo que quiere ver, pero estaba creciendo y jamás me fié ni me sentí cómoda de cómo se me veía cuando yo no estaba… atenta. Para asegurarme de que daba la impresión que tenía que ofrecer como chica. No sé si se entiende.

Ladeé la cabeza.

Sí, creo que sí. Yo nunca sospeché nada —en realidad, ni siquiera pensaba que pudiera existir esa posibilidad—, pero supongo que es un miedo que siempre se lleva dentro. B-bueno, siempre hasta que… hicieras el gran cambio, ¿no?

Pues… Fue hace cuatro años. Puede parecerte absurdo, pero pensé que podíamos morir en cualquier momento y que, si era así, quería que fuera como mujer completa. Al menos no tenía miedo de que pudieran descubrir algo por mi cadáver —explicó, y me estremecí. ¡Vaya forma de plantearlo!—. Llevaba mucho tiempo investigando para crear a las esencias y me dije que, si había magia que podía cambiar el aspecto de la gente, ¿por qué no trabajar en ello?

Oh. Claro.

Sería complicado, porque debía ser permanente, pero empecé por curiosidad y sin atreverme a esperar nada y luego se convirtió en una obsesión. No era por Malik. Siempre me ha aceptado tal y como soy y ha sido tremendamente paciente conmigo. —Sonreí.Ni se me había pasado por la cabeza que no lo supiera, y mucho menos que no lo aceptara. Bendito Malik—. Pero yo no me sentía bien. Incluso si él me hacía olvidarme a veces, se ofrecía a todo y disfrutábamos quería… Quería poder irme a dormir con él sabiendo que no le pediría apagar las luces. Quería que, cuando nos abrazáramos, no tuviera que mirarme con ese aire interrogante, viendo si ese día podía soportarlo mejor o no.

Asentí en silencio, invitándola a continuar. Aquel era un terreno muy delicado, y no me atrevía a ir más allá. Pero, claro, en una relación íntima… Dudaba que todo el mundo fuera a aceptar algo así tan bien como Malik. ¿Tendría que afrontar algo así yo también algún día?

«Mejor céntrate en no morir, por ahora…»

Al final encontré la forma e hice el cambio. Fue un poco peligroso, me dejó en cama varios días, pero al final… Funcionó. Y perdí unos centímetros de altura y un par de kilos

Reprimí una protesta.

¡Podría haberte pasado cualquier cosa! Aunque, si funcionó… —Fruncí los labios—. Qué locura. Verte en el espejo tuvo que ser… una experiencia.

Creí que fue un cambio superficial, pero entonces… Bueno, parece que no solo fue un cambio interno, sino que era fértil. Ni Malik ni yo nos lo esperábamos. No pretendíamos adoptar, ni tener hijos. No con la guerra sobre nuestras cabezas. Y pasé de dormir incómoda a no dormir porque ya sabes que, cuando se despierta uno, también lo hace el otro.

Niños, ¿eh?

¿Mamá? ¿Estás despierta? Hola Celeste..

Giré la cabeza, casi asustada por oír una tercera voz. Idris, somnoliento, asomaba la cabeza desde su habitación.

Hola, cariño. No te habremos despertado, espero —musité, sonriendo a modo de disculpa.

Fátima acompañó a su hijo a la cocina. Cambié de postura —Dios, el tiempo volaba cuando te sentabas a compartir secretos en mitad de la noche—, y esperé a que volvieran. Volví a sonreír y sacudí la cabeza. Si no había pensado en parejas, los niños eran un mundo aparte. Y así seguirían siéndolo, al menos durante unos años más. Con mi historial, dudaba que fuera a ser nada remotamente parecido a una buena madre, o a ningún modelo a seguir, en realidad. Recordé China, Bai Hu y, sobre todo, a Bolin. ¿Qué habría sido de él? Andaría metido en algún lío con los generales, seguro… Pero era mejor dejarle hacer, mantener las distancias. No quería que pensara que había cambiado de idea en cuanto a lo de traerle a la Orden.


«Tampoco es como si fuera más seguro ir a China que a París…»

Lo siento, estoy casi todo el tiempo fuera y también lo echo de menos.

Fátima volvía, con Idris abrazado a ella y a punto de caer rendido. Le resté importancia con un gesto.

Está bien, pobrecito. Tampoco quiero robarte mucho tiempo más. Debes estar cansada.

Le retiré un mechón de pelo a Idris de la cara. Ya casi estaba dormido otra vez.

¿Y tu familia de verdad? ¿Sabían algo?

Sí, todos. Mis padres me encontraron unas horas después de irme; una niña pequeña con vestido caro, vagabundeando sola y medio muerta de frío… Muy lista no fui. No sé cómo no me robaron. —Resoplé—. Me salvaron, y he estado con ellos desde entonces. Nunca hemos hablado del tema, en realidad, sobre todo porque yo, hasta que no vi a mi hermano y a mi hermana, pensaba que era perfectamente normal. Imagina mi cara, ¡las dudas! Sólo te digo que, cuando Jaelle sangró por primera vez, me puse a llorar pensando que se iba a morir.

Todo eso con… poco menos de quince años. Qué adorable y tonta era.

Eso fue lo que me hizo preguntar. Pero, de todos modos, no es algo sobre lo que se deba hacer ruido, no en París. No era un tabú hablarlo con, por ejemplo, mi madre, pero… cuanto menos se comentara, mejor. Es comprensible, en cierto modo.

Más que la magia, para algunos. Al menos, con la tontería me había podido olvidar de pensar en más matrimonios.

¿Sabes a quién se lo conté, aparte de a ellos y ahora a ti? —Se me escapó una risita nerviosa—. A Nanashi. Hace un tiempo, mi salud empezó a ir a peor y… Es algo que ya me advirtieron los médicos en su día. Alguien como yo no vive mucho tiempo. Creo que si he aguantado tanto tiempo ha sido por estar expuesta a la magia y por usar pociones y cosas de esas. Pero cuando me quedé un tiempo en París y me alejé de todo eso… Fue una caída en picado. —Bajé la mirada. Una caída en más de un aspecto. Recurrir a Nanashi entonces había sido una decisión muy difícil, y todavía ahora me costaba pensar en esa época—. Con el miedo que me ha dado Nanashi siempre, fue terrible. Pero es la mejor sanadora que tenemos, y no me atrevía a hablar con Nithael por… por lo de Reino Encantado, todavía, sí.

Distraída, me retorcí un mechón de pelo.

No es que no confiara en nadie más, pero… Si alguien iba a rechazarme por ello, prefería que fuera Nanashi. Habría sido un golpe muy duro, pero mejor ella que… alguien más cercano. De todos modos, me alegro de que no lo hiciera.
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Re: [Tierra de Partida] Amigas

Notapor Suzume Mizuno » Mar Jul 31, 2018 9:00 pm

Fátima sonrió mientras Celeste se preocupaba por ella, pero rápidamente desvió la conversación. Suficientes regañinas tuvo en su día con Malik.

Abrió los ojos con sorpresa al enterarse de que la familia de Celeste lo sabía todo. A la vez, se mordió los labios para no preguntar cuál era exactamente su condición, porque resultaba evidente que no era sin más un hombre. ¿Quizá algo intermedio? No sabía. En cualquier caso, Celeste decía que era una mujer… Así que no pretendía, ni por asomo, ponerlo en duda.

Como tenía a Idris durmiendo encima, no pudo moverse para tocarla cuando le habló de la regla. En su lugar extendió un pie para cubrir el de ella con una mueca de comprensión. Ella se pasó la vida deseando tenerla y cuando, por fin, después de Atiya y Kris empezó a hacer su aparición, no conectó ideas y pensó que estaba herida.

¿A Nanashi?—repitió Fátima con incredulidad—. ¿En serio?—Frunció el ceño y se calló para no preguntarle por qué no le contó nada acerca de su salud. Ahora ya lo sabía. Besó a Idris entre los suaves bucles y su hijo se acurrucó contra ella. Le acarició una mejilla e Idris suspiró—. ¿Cómo se lo tomó? Quiero decir, mal es evidente que no pero… Siendo ella, casi me la imagino encogiéndose de hombros y preguntándote por tu salud. —Fátima sonrió, curiosa.
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Re: [Tierra de Partida] Amigas

Notapor Denna » Mar Jul 31, 2018 9:04 pm

¿A Nanashi? —Asentí, llevándome una mano a la nuca y sonriendo—. ¿En serio? ¿Cómo se lo tomó? Quiero decir, mal es evidente que no pero… Siendo ella, casi me la imagino encogiéndose de hombros y preguntándote por tu salud.

Pues fue justo así, en realidad. Muy típico de Nanashi. Pero me parece la mejor reacción. Quiero decir... Lo último que buscaba era que me tratara de forma distinta. Sigo siendo la misma persona de siempre, ni un bicho raro ni una pobre damisela en apuros que necesita cuidados especiales —dije, quizás con demasiada agresividad. Bajé todavía más la voz, aunque no había dejado de susurrar, preocupada por Idris—. De todos modos, tenía miedo de contárselo todo, así que al principio traté de ocultarle algunas cosas... más allá de la salud. Creo que eso la molestó un poco, porque era cuestión de tiempo que, teniéndome en observación, se diera cuenta de que no soy una mujer. Y como todo viene de ahí, pues...

Hice una mueca. Por suerte, no era difícil comprender por qué había querido esconderlo y... y se trataba de Nanashi, demonios. No iba a darle más importancia de la necesaria.

Pero, por lo demás, ningún problema. Ni siquiera cuando le pedí por favor que no se lo contara a los demás Maestros. —Sonreí a modo de disculpa—. No la veo cotilleando, pero no quería que lo supiera ni Ryota. Ya había destapado el secreto, en cierto modo, pero todavía no estaba preparada para irlo diciendo por ahí. No sé si a ti te habrá pasado lo mismo alguna vez.

Hablar de algo que guardabas tan en el fondo era... agotador. Demasiadas emociones. Con alguien como Nanashi, al dar casi por sentado que no iba a juzgarme, había tenido suerte, pero aún así. Tras hablar con ella había regresado a mi habitación de inmediato y me había metido en la cama, respirando con dificultad.

Me metí la mano en la camisa y extraje un colgante con una piedra verde.

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Esto es lo que me fabricó —expliqué—. Me cura de forma constante por dentro. Nada lo bastante fuerte; no puede protegerme de heridas en una batalla, por ejemplo, pero sí que me mantiene estable como para poder pelear o evitar que me rompa algún hueso si me caigo.

Sobre todo en París. Por suerte, lo más grave que había sufrido era un tobillo torcido un par de veces cuando era pequeña. Y algún que otro puñetazo siendo mayor, pero por aquel entonces ya sabía magia.

Contemplé la piedrecita. ¿Quién iba a pensar que le acabaría debiendo tanto a Nanashi, que tanto miedo me daba en su día...?

Nanashi dijo que yo no era ni un hombre ni una mujer. Por fuera, claro —murmuré—. Supongo que tiene sentido, ¿no?
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Re: [Tierra de Partida] Amigas

Notapor Suzume Mizuno » Mar Jul 31, 2018 9:06 pm

No me extraña que le molestara. No puedes pedirle a un médico que ayuda sin ser sincero. Podría acabar haciéndote más daño—dijo Fátima con suavidad. Luego añadió—: Nanashi es perfecta para tratar a todo el mundo por igual, desde luego. Fue una buena elección. Aunque creo que Nithael tampoco te habría dicho nada.

Con cuidado para no despertar a Idris, se inclinó hacia delante y contempló con verdadero interés el amuleto que había fabricado Nanashi para Celeste. Le costó reprimir un silbido de admiración. Podía notar el vago efecto de la magia, constante pero no agresivo. Tenía que haberle llevado mucho tallar algo así e imbuirlo de la suficiente magia para que funcionara de forma fluida.

¿Tan grave es tu condición?—murmuró al escuchar los peligros a los que se exponía Celeste, con el ceño fruncido—. Ojalá supiera más de esto, pero nunca me he especializado en sanación. Solo investigué para lo que me interesaba respecto a cómo funciona el cuerpo humano…—Miró a su amiga de reojo y se mordió el labio inferior. No eran situaciones tan equivalentes como creyó al principio—. Celeste, no pretendo dudar del talento de Nanashi. Jamás le rozaré los talones. Pero… si quisieras, podría intentar… —Se señaló con un gesto—. Solo si quisieras, por supuesto. No creo que le exterior defina qué eres. Hombre o mujer, tanto da. Yo sabía que era una mujer. Lo he sabido desde muy pequeña, pero no tuve nadie con quien hablar, ni con quien aclararme y entiendo que las circunstancias deben ser diferentes para cada persona. Ahora miro atrás y me pregunto si no me precipité, pero soy feliz con mi cuerpo. Nunca estuve satisfecha con él. No sé hasta qué punto es tu caso.

»Pero tú estás… sufriendo. Si perdieras alguna vez el colgante… Bien, Nanashi te puede preparar otro, por supuesto. Es solo que, si quieres, yo puedo…
—Frustrada, murmuró—. Espero no ofenderte. Me siento bastante violenta con estos temas.
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Re: [Tierra de Partida] Amigas

Notapor Denna » Mar Jul 31, 2018 9:07 pm

No me extraña que le molestara. No puedes pedirle a un médico que ayuda sin ser sincero. Podría acabar haciéndote más daño.

Ya, bueno...

Nanashi es perfecta para tratar a todo el mundo por igual, desde luego. Fue una buena elección. Aunque creo que Nithael tampoco te habría dicho nada.

Suspiré. No, claro que no. Nithael se habría preocupado, incluso, pero... mejor ir poco a poco. Habérselo contado a una persona —ahora dos— no significaba empezar a decírselo a todo el mundo. Sí, Nanashi era objetiva y veía la situación desde el punto de vista de un médico, y Fátima lo entendía a la perfección porque había vivido algo muy parecido. Pero ¿y los demás? ¿Qué me aseguraba que Alanna, Saito o literalmente cualquier persona, amiga mía o no, no fuera a comportarse de forma distinta conmigo?

Miré a Fátima. Yo misma estaba harta de mantenerlo en secreto, y no quería obligarla a mentir por mí. Pero esperaba de corazón que no pensara que, por habérselo contado, estaba dispuesta a hacer de ello un anuncio.

No estaba preparada. Todavía no. Puede que ni siquiera tuviera que estarlo nunca, que... que lo fuera compartiendo poquito a poco con la gente que me quería.

¿Tan grave es tu condición?

Pestañeé ante la pregunta, precipitándome de vuelta a la tierra.

¿Eh?

Ojalá supiera más de esto, pero nunca me he especializado en sanación. Solo investigué para lo que me interesaba respecto a cómo funciona el cuerpo humano…—Fátima se mordió el labio—. Celeste, no pretendo dudar del talento de Nanashi. Jamás le rozaré los talones. Pero… si quisieras, podría intentar…

Se señaló. Mi corazón se detuvo.

¿Insinúas que... cambie yo también?

Apenas me salía la voz.

Solo si quisieras, por supuesto —se apresuró a decir—. No creo que el exterior defina qué eres. Hombre o mujer, tanto da. Yo sabía que era una mujer. Lo he sabido desde muy pequeña, pero no tuve nadie con quien hablar, ni con quien aclararme y entiendo que las circunstancias deben ser diferentes para cada persona. Ahora miro atrás y me pregunto si no me precipité, pero soy feliz con mi cuerpo. Nunca estuve satisfecha con él. No sé hasta qué punto es tu caso.

Yo...

«¿Yo qué?»

Esa era la parte en la que saltaba y exclamaba: «¡sí, por supuesto!». La parte en la que me liberaba de años de miedo y de dudas, incluso de dolor. Podría dejar de recurrir a la magia para mantenerme en pie, luchar con valentía como los demás, sin temor a que la más leve caída fuera a dejarme fuera de combate.

Podría ser una heroína de verdad. París. Podría...

Apreté los labios. Podría, podría, podría. Los límites desaparecían y surgían un millar de oportunidades. Pero era incapaz de algo tan sencillo como asentir.

¿Por qué?

Pero tú estás… sufriendo. Si perdieras alguna vez el colgante… Bien, Nanashi te puede preparar otro, por supuesto. Es solo que, si quieres, yo puedo…—Frustrada, murmuró—. Espero no ofenderte. Me siento bastante violenta con estos temas.

Es... Está bien —le aseguré. Dios, no me había dado cuenta de que llevaba callada tanto rato—. Es que yo... N-no estoy segura. No quiero precipitarme con algo así, incluso aunque duela a veces y sea agotador. Yo...

Yo tampoco estaba satisfecha con mi cuerpo. Era tan frágil y débil. Pero es que ese era el problema, ¿no? Deshacerme de las partes más... masculinas, si acaso, sonaba tentador, pero... pero no sonaba bien. Era algo más que miedo a la transformación. Era renunciar a una parte de mí misma.

Y, si creía a Nanashi, ni siquiera se trataba de un «lado masculino». No tenía de eso. Era mi cuerpo, lo que era diferente, pero eso no tenía por qué estar mal, sólo...

Lo pensaré. Ahora mismo me es imposible, y tengo que reflexionar bien sobre ello. Todavía hay demasiadas cosas que no entiendo, y ya es hora de que deje de huir de mí misma. Pero gracias. Gracias por ofrecérmelo, de verdad. Espero que algún día pueda sentirme tan bien conmigo misma como tú ahora, Fátima. De un modo u otro.
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Re: [Tierra de Partida] Amigas

Notapor Suzume Mizuno » Mar Jul 31, 2018 9:12 pm

Fátima, un poco avergonzada, asintió con la cabeza. Lo comprendía.

Ojalá hubiera podido aceptarme como tú—dijo con un pequeño suspiro. Besó la cabecita de Idris y se levantó con cuidado. Quizá si hubieran hablado antes. O puede que no. Quién sabía—. Voy a acostarlo y vuelvo en un periquete.

Idris se acurrucó bajo las mantas en cuanto lo dejó en su cama y Fátima le dio un último beso. Se asomó a las cunas de los niños —sonrió al ver que Malik había vuelto a dejar dormir a Atiya en la cuna de Kris. Se estaban dando la manita. A veces se preguntaba para qué habrían preparado dos cunas—, les acarició el pelo y luego salió de puntillas. Malik seguía dormido. Debía estar agotado.

Ya está.—Cerró la puerta con cuidado y fue a sentarse a su lado. Le cogió las manos—. Lo siento si te he hecho sentir incómoda. Sobre todo… Después de que hayas sido sincera conmigo. La verdad es que me siento horrible. Tras el cambio quise hacer como que esa etapa nunca había existido, como si nada hubiera cambiado. A la vez, no sabía si sentirme indignada o no porque nadie había notado el cambio.—Rio, mordiéndose el labio inferior—. Gracias. Sé lo mucho que asusta pensar… Pensar que si dices la verdad ya no… te mirarán igual. Ni te tratarán igual. Que algo se romperá. Para siempre—la voz de Fátima se convirtió en un susurro y apretó las manos de su amiga—. Supongo que, en parte por eso, dejé de pensar en ello.—Ladeó un poco la cabeza—. Aunque es difícil viendo a Clío. Siempre me ha irritado muchísimo su…—Dibujó curvas en el aire—. Es decir es tan… ¿Lo que me habría gustado ser?—Se le ensombreció la expresión—. Y lo peor es que Andrei lo sabía y por eso la hizo así.

Fátima apretó los labios. Era increíble que, después de tantos años, no pudiera olvidarlo. Luz, si solo pudiera encontrarlo y estamparle un puño en la boca para que no volviera a sonreír jamás.

De pronto se dio cuenta de que había empezado a hablar sin pensar y, avergonzada, murmuró:

Lo siento. No es algo de lo que… haya podido hablar con nadie. Ni siquiera con Malik. Prefiero que no sospeche.
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Re: [Tierra de Partida] Amigas

Notapor Denna » Mar Jul 31, 2018 9:16 pm

Recosté la espalda en el sofá mientras Fátima acostaba a Idris.

Ya está. Lo siento si te he hecho sentir incómoda. Sobre todo... Después de que hayas sido sincera conmigo.

Negué enérgicamente con la cabeza.

¡Claro que no! Es sólo que... la propuesta me ha... sorprendido —repuse. No sonaba muy convencida.

La verdad es que me siento horrible. Tras el cambio quise hacer como que esa etapa nunca había existido, como si nada hubiera cambiado. A la vez, no sabía si sentirme indignada o no porque nadie había notado el cambio. —Ahogué una risita. Seguro que era frustrante—. Gracias. Sé lo mucho que asusta pensar... Pensar que si dices la verdad ya no... te mirarán igual. Ni te tratarán igual. Que algo se romperá. Para siempre.

Porque, al fin y al cabo, has estado mintiendo todo este tiempo —completé—. Y sobre algo tan importante como tu identidad. Es casi como una traición.

Suspiré, pensativa. Dios, ¡cuánto me alegraba de saber que podía contar con ella!

Supongo que, en parte por eso, dejé de pensar en ello. Aunque es difícil viendo a Clío. Siempre me ha irritado muchísimo su...

Enarqué las cejas, sin comprender.

Es decir es tan... ¿Lo que me habría gustado ser? Y lo peor es que Andrei lo sabía y por eso la hizo así.

¿Hizo...?

Lo siento. No es algo de lo que... haya podido hablar con nadie. Ni siquiera con Malik. Prefiero que no sospeche.

Sin pensarlo, le solté las manos, horrorizada al comprender lo que decía. Sabía poco acerca de ese juego que Andrei había orquestado en un mundo virtual; había llegado a la Orden mucho más tarde y a nadie le gustaba rememorarlo, pero...

Entendí de golpe que Clío no era la hermana de Fátima ni nada parecido, como había creído el día de la boda. Me entraron ganas de darme de cabezazos. De gritar. O, mejor aún, de atropellar al cerdo de Andrei con una nave a toda velocidad, ya que seguro que para eso no hacía falta ningún tipo de poder.

Pero, en lugar de todo eso, la abracé con fuerza. No podía abrazar a Clío, pero sólo imaginarme en la situación de Fátima bastaba para que me temblaran las manos. Era horrible en todos los sentidos.

Pagará por ello. Por todo. Lo hará.

Pestañeé, intentando que las lágrimas no se me escaparan otra vez. Se me ocurrió preguntarle cómo lo había averiguado Andrei, pero ningún escenario era agradable y supuse que no querría hablar de ello.

Ahora ya no puede usar ese secreto contra ti —dije—. Y Clío es libre y está fuera de su alcance. Ya es un gran paso. Es... Seguro que... Una vez logremos sacarle de París, no tendrá nada que hacer.

La voz se me cortó, y volví a tragarme las lágrimas.

Algún día...
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Re: [Tierra de Partida] Amigas

Notapor Suzume Mizuno » Mar Jul 31, 2018 9:18 pm

Vio cómo el rostro de Celeste se transformaba al comprender y se sintió un poco miserable por no haber sido capaz de callárselo. Ya había pasado el suficiente tiempo, debería haberse…

Acostumbrado…

Pero ahora que lo había dicho en voz alta, dolía y escocía como si fuera una herida reciente.

Celeste le soltó las manos y Fátima no supo bien qué hacer con ellas, así que las cruzó sobre su regazo. Intentó encontrar algo que decir, pero Celeste no le dio tiempo y la abrazó de forma tan repentina que se quedó sin aliento.

Pagará por ello. Por todo. Lo hará.

A Fátima se le saltaron las lágrimas. Envolvió a Celeste con sus brazos y enterró la cara contra su hombro. Tantos, tantos años y cuando creía que estaba bien, de pronto no era capaz de contenerse. Lloró en silencio, apretando las mandíbulas para que no se le escapara ningún sollozo traidor.

Ahora ya no puede usar ese secreto contra ti —Fátima se estremeció un poco. Era increíble lo rápido que Celeste lo había comprendido todo, como al hablar de las mentiras. Se cubrió la boca con una mano para contenerse—. Y Clío es libre y está fuera de su alcance. Ya es un gran paso. Es... Seguro que... Una vez logremos sacarle de París, no tendrá nada que hacer.

Fátima asintió, aferrándose a sus palabras con toda su alma. La pesadilla tenía que acabarse del todo.

Debía hacerlo.

*



Lo siento—dijo en cuanto se calmó y se secó las lágrimas. Sonrió, algo avergonzada—. Habíamos venido a hablar de ti y has acabado consolándome a mí.—Le cogió una mano y se la acarició—.Gracias. No sabía cuánto lo necesitaba. Ojalá… ojalá hubiéramos hablado mucho antes. —Le recogió el abundante cabello tras una oreja—. Y ojalá tuviéramos más tiempo para charlas como esta. Me siento… ¿nueva? Con Malik estoy de maravilla, perfecta, pero compartir esto con alguien más es tan… refrescante. Tan liberador. Así que gracias, Celeste.

Fátima se incorporó con lentitud y comprobó la hora. Se llevó una mano a la boca. En el fondo no estaba sorprendida, pero pensar que en un par de horas amanecería…

¿Quieres dormir aquí? Solo puedo ofrecerte el sofá, pero… Puedo preparar el desayuno. Eso sí, habrá mucho alboroto.
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Re: [Tierra de Partida] Amigas

Notapor Denna » Mar Jul 31, 2018 9:21 pm

Lo siento. Habíamos venido a hablar de ti y has acabado consolándome a mí.

No pasa nada —le aseguré—. Yo ya he hablado mucho y... Dios, si tan sólo hubiese podido imaginarlo...

No supe cómo terminar la frase. Imaginé que ella estaba pensando justo lo mismo, porque enseguida añadió:

Gracias. No sabía cuánto lo necesitaba. Ojalá... ojalá hubiésemos hablado mucho antes. Y ojalá tuviéramos más tiempo para charlas como esta. Me siento... ¿nueva?

¿Verdad?

Con Malik estoy de maravilla, perfecta, pero compartir esto con alguien más es tan... refrescante. Tan liberador. Así que gracias, Celeste.

Reí por lo bajo.

No hay por qué darlas. Gracias a ti, de hecho.

Al menos nos habíamos asegurado de que no terminaba en una celda en París. Estuve cerca de decir ese comentario, pero lo dejé estar en el último momento. En su lugar, agregué:

En realidad tiene sentido. Hay cosas que sólo puede entender alguien que ha vivido lo mismo. Pobre Malik. Y mira que estoy convencida de que se esfuerza.

Sonreí. A pesar de lo ocurrido esta noche, me alegraba de ver a Fátima feliz. Era mi amiga, y ahora podía empezar a comprender hasta qué punto se merecía descansar y disfrutar de su vida, de su familia y de ella misma. Me froté los ojos, temiendo que el cansancio y la emoción me traicionaran, y le apreté la mano. Eso lo expresaba todo.

¿Quieres dormir aquí? Sólo puedo ofrecerte el sofá, pero... Puedo preparar el desayuno. Eso sí, habrá mucho alboroto.

Por favor. El sofá es perfecto. Tengo la sensación de que voy a quedarme dormida en las escaleras, si me voy.

Y quien decía las escaleras, decía la puerta. De pronto, empezaba a notar todo el cansancio de varias semanas.

Reprimí un bostezo mientras ayudaba a Fátima a preparar el sofá. Al poner la cabeza sobre la almohada, caí rendida, pero tuve tiempo para un último pensamiento: aquella vez que habíamos compartido habitación en Castillo de Bestia, y cuando ocurrió lo de Miki y nos encogimos. Mira que habíamos tenido oportunidades. Qué tontas.

* * *


A pesar de lo tarde que me había acostado, me desperté la primera y llena de energía. Por tanto, decidí adelantarme a Fátima y preparar yo el desayuno. Las tortitas eran fáciles y aptas para todos los gustos. Ella y Malik podrían ocuparse de los bebés.

Buenos días —saludé, y levanté la sartén para que Fátima viera el contenido—. Son para celebrar la amistad y las malas decisiones que terminan ocupándonos toda la noche. Espero que tengáis hambre.
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Re: [Tierra de Partida] Amigas

Notapor Suzume Mizuno » Mar Jul 31, 2018 9:22 pm

Idris se despertó poco después de que Celeste empezara a trajinar en la cocina. Fátima la había escuchado en ese desvelo que tienen los padres con hijos pequeños antes de darse la vuelta e intentar raspar unos minutos más al sueño. Su hijo mayor soltó una exclamación de alegría poco después:

¡Tortitas!

Fátima sonrió y se enterró un poco más en la almohada. Solo unos minutos más, se prometió. Hacía tiempo que no dormía tan bien y quería aprovecharlo todo lo posible, acurrucada contra el pecho de Malik y acariciando el fuerte brazo que le envolvía la cintura.

Pero en cuanto Kris —porque no podía ser otra— empezó a llorar, Atiya la siguió con ímpetu. Fátima besó a Malik en la mejilla y le dijo que podía seguir durmiendo un poco más. Saludando a sus niños con voz aguda hasta que los hizo reír, los cambió con manos hábiles a los mellizos, les metió el chupete en la boca y los levantó a cada uno con un brazo.

El olor a tortitas lo invadió todo y le gruñó el estómago de hambre. Idris, sentado en la mesa, balanceaba las piernas mientras atacaba lo que parecía ser su segundo plato. Tenía un precioso bigote de nata y chocolate. Fátima rio, dejo a los niños en sus tronas y besó los rizos plateados de Idris antes de sentarse a su lado y dar unos golpecitos a la mesa con los puños cerrados.

¡Tortitas, tortitas, tortitas!

Idris casi se atragantó con su desayuno, pero imitó a su madre entre risotadas. Sin dejar de reír, al final Fátima se levantó y fue a preparar los biberones para las criaturas. Al lado de Celeste, buscó la leche, la puso a calentar y encendió la radio para que una música alegre acompañara su trajinar.

La alegría fue tan abrasadora que casi se le anegaron los ojos. Nunca habría soñado con poder cocinar junto a una amiga que lo supiera de todo y pudiera sonreír sin asco.

Apoyó la cabeza contra su hombro —¡tan alta!— por un breve momento y dijo:

Te quiero mucho. Solo quería que lo supieras. No podría tener una mejor amiga.

Spoiler: Mostrar
Y aquí se acaba. Gracias por hacer este encuentro conmigo, Denna. Tenía una espinita clavada sobre la amistad de Fátima y Celeste y me ha encantado poder llevarla a su mejor estado.
Gracias por todos estos años <3.
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Re: [Tierra de Partida] Amigas

Notapor Denna » Mar Jul 31, 2018 9:25 pm

¡Tortitas!

Sonreí ante el entusiasmo de Idris. Había sido el primero en despertarse y había corrido hacia la cocina de inmediato. Me llevé un dedo a los labios y le indiqué que se sentara con un susurro:

Si consigues no despertar a tus hermanitos, pondré una tortita extra en tu plato —prometí—. Aunque quizás a tus padres no les haga mucha gracia. Tendremos que hacerlo rápido.

Sin embargo, uno de los pequeños —era incapaz de reconocer cuál— empezó a bramar desde la habitación. Suspiré al ver la cara de culpabilidad de Idris y, sin decir nada, añadí dos tortitas más en su plato y las bañé con chocolate y un buen chorro de nata. Las devoró encantado.

«Está en edad de crecer,» me dije con convicción. ¡Ya me habría gustado a mí haber tenido algo así a su edad!

Y para qué mentir: malcriar a los hijos de los demás siempre era divertido.

Los demás no tardaron en levantarse y reunirse en la cocina. Les di los buenos días y bufé cuando Fátima empezó a dar golpes en la mesa.

¡Vaya un ejemplo! ¿Y yo era la que se comportaba como una niña pequeña?

Por supuesto, tuve que «perdonarla» en cuanto puso la música. El ambiente se encendió, y hasta los mellizos parecieron animarse, a pesar de que tenían hambre, y sus risitas gorgoteaban a medida que abrían y cerraban las manos en dirección a Fátima y a Malik.

No recordaba haberme sentido tan ridículamente feliz en mucho tiempo. Algo en aquella casa, el aroma a tortitas y la música y la alegría hacían que todo lo malo quedara reducido a una pesadilla. Y a pesar de que una parte de mí insistía en sentirse culpable por estar bien, era una parte muy pequeña, y apenas podía oírla por encima de la canción.

¿Eh? ¿Va todo bien?

Habría jurado que Fátima lloraba.

Te quiero mucho. Solo quería que lo supieras. No podría tener una mejor amiga.

Mi sonrisa se ensanchó, y habría jurado que algo se me había metido en el ojo a mí también. Dejé la espátula a un lado y la abracé con fuerza.

Tú también eres mi mejor amiga. No volveré a ocultarte nada, nunca más. Te lo prometo.

Me sequé las lágrimas, recordando que estaba en una cocina, con el fuego encendido y niños especialmente hambrientos que todavía no entendían qué pasaba. Era mejor que siguieran así, al menos unos años más. Preservar esa alegría.

Y, de paso, asegurar la nuestra. Ahora sí.

Spoiler: Mostrar
No estoy llorando, tú estás llorando(?)

Gracias, Suzu, por este último encuentro <3. Ha sido una amistad y una evolución muy bonitas las que han tenido nuestras niñas, y me alegro de que, al menos, tengan este final feliz asegurado (y tortitas). ¡Ahora a por el gran, gran final!
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