Akio se cruzó de brazos y bufó, como si fuera obvia la respuesta. Y pareció susurrar para sí algo así como: “
Siempre novatos…”, pero Dejay no llegó a oírlo con claridad.
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La Llave Espada es el arma que poseo, que sirve para luchar contra los sincorazón, porque la temen y, por eso al mismo tiempo, buscan destruirla —explicó pacientemente—.
Pues eso mismo. Los sincorazón no sólo están en Agrabah, sino por todas partes. Ellos también han buscado sus propias formas de viajar por los mundos.Tantas preguntas parecieron importunar a Akio, que empezó a mirarse las uñas como si no fuera con él la cosa. Sólo cuando intuyó el tono de sarcasmo, levantó la cabeza y miró fijamente a Dejay, aburrido.
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No, a por la cena, no, sin duda. Venía a por el emocionante relato de una víctima de los sincorazón, pero sólo me he encontrado con una mentirosa que no tiene dónde caerse muerta. Bueno, sí, aquí —extendió los brazos refiriéndose a toda la casa—,
pero es demasiado deprimente como para mencionarlo en voz alta. Pero mira, ya que estoy aquí, no me quiero ir con las manos vacías. ¿Tienes esperanzas de salir de esta pocilga y ser algo más en la vida, algo útil?Akio extendió el brazo, y de él apareció de repente un arma con forma de llave con aspecto de golosina, un tanto chistosa, pero a juzgar por la seriedad de la situación y del muchacho, quizá no era un buen momento para hacer referencia a su aspecto gracioso.
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Soy un Maestro de la Llave Espada. Lucho contra los sincorazón y mantengo el equilibrio del universo —se presentó oficialmente, respondiendo a todas las preguntas a la vez—.
Tú, que eres tan ingenua como para pensar que cualquiera es lo suficientemente fuerte como para enfrentarse a la oscuridad personificada, enfréntate a la prueba que te ofrezco. ¿Quieres saber que hay más allá? ¿Quieres salir de este pequeño mundo? ¿Quieres descubrir la verdad? Me da igual tu motivo. Si quieres cambiar tu vida por una mejor, te ofrezco la posibilidad. Te mostraré lo diferente que es el universo que no conoces.Y le tendió el mango de la Llave Espada, sin darle ninguna explicación más.