[Agrabah] Entre Hielo, Aqua y arena

[Mogu]

La chica no pudo darse cuenta del rápido actuar del hombre del abrigo negro; Pocos segundos atrás estaba frente a el con una cara de pocos amigos y en un solo pestañeo estaba siendo fuertemente abrazada por este como si se conocieran de toda la vida. Aquello hizo mostrar en el rostro de Fuyu un pequeño rubor rojo en sus mejillas, y que con una mirada algo confundida levanto su rostro para observar al hombre que le veía con una sonrisa en su rostro.

—¡Jaja, hermana mía, conque aquí estabas! No te me vuelvas a escapar así, ¿vale?...

-"¡¿H-Hermana!?"- Al escuchar las palabras de este se dio un grito mentalmente, cesando sus intentos de zafarse del abrazo y no solo por la fuerza que empleaba para no dejarla ir, si no también por la sorpresa que le ocasiono aquellas palabras. Quedándose en silencio sin prestarle mayor atención a lo que seguía hablando el hombre con el niño o lo que decía la gente de alrededor, seguía debatiendo para si y convenciéndose de que jamás en su vida sus padres le habían mencionado sobre un posible “hermano” .-¿Pero entonces porque dijo aquello?.- Levanto nuevamente su mirada esta vez decidida a que le diesen alguna explicación, encontrándose de frente con el niño rubio quien le murmuraba algunas palabras en su oído.

Sin poder oponerse ante poder seguirles o no, por el hecho de que aun el hombre robusto la tenia atrapada entre sus brazos, obligada camino tras de ellos en silencio por varias calles que al igual que el resto de la ciudad, estaban cubiertas de arena, aunque algunas con mas que otras. Se metieron en cual camino podían y pasando por lugares que aun Fuyu no conocía detalladamente, parando finalmente en un callejón oscuro. La chica se le quedo mirando a ambos algo confundida y enojada al ser traída a la fuerza hasta allí y al sentir que el peli negro le daba una vuelta con un giro de brazo, se dio cuenta de que la placa ya no estaba en su mano.-“¿en que momento lo habían tomado?”.

Se les quedo mirando con su mano libre estirada a un lado de su cuerpo por si intentaban hacer algo sospechoso, pero al dirigirle nuevamente la palabra a Fuyu, esta quedo mas confundida de lo que ya estaba.- ¿De que botón hablas? –Alcanzo ha comentar notando que había sido ignorada por el niño quien arrogantemente se refería a ella como si fuera una clase de “especie” inferior.

-¡¿Disculpa!?- Sin esperar a que la soltaran fuertemente agito sus brazos en un intento de soltarse del agarre del compañero del niño rubio, poniéndose un poco más cerca de este.- ¿Y tu quien te crees para referirte ha si de las demás personas?- Trato de sonar lo mas tranquila que podía intentando no perder la cordura.-Para que sepas no me gusta meterme con las cosas que no son mías, por eso ni interés me dio tu famosísimo objeto por el cual armaron tanto lio.-Dio un largo suspiro y cruzándose de brazos desvió su mirada de la del niño.- Al menos podrían tener la decencia de decirme el porque me jalaron hasta aquí.- Dijo casi en murmullo un poco mas relajada, dejando caer ambos brazos a cada lado de su cuerpo, dándose vuelta para mirar tanto al hombre como al niño.- Si ya tienen lo que quieren y verificaron que no lo he tocado, supongo que ya me puedo ir ¿no?

[Zee]

Pese a que la chica atacó al desconocido y prepotente niño con las palabras más duras que se le ocurrieron, aunque intentando, en vano, mantener la calma. Aunque las palabras de Akio la habían ofendido, éste no pareció tener interés alguno en su reacción, pues fingió estar más interesado en la arena que se le había metido en sus uñas.

—¿Explicaciones? Te las daría, pero esta horrible sequedad en la garganta me pone de nervios. Es como si me hubiera tragado un vaso de sucia tierra. Ugh, detesto este mundo —se quejó, pateando el suelo con enfado—: ¿No te dan ganas de salir de aquí? Ahora que lo pienso, con esos ánimos tuyos podrías servir de algo.

—Oh, no... —murmuró el otro; Simon, aparentemente, mientras apartaba a Fuyu con sutileza—. Nononono, ¡no! ¡La entregáis con demasiada facilidad!

—Oh, alguien está celoso —Akio sonrió satisfecho—. Oye, tú; las ladronas que recojo siempre resultan tener talento. ¿Qué dices, te saco de este arenero?

[Mogu]

Definitivamente aquella actitud prepotente del niño cada minuto que pasaban, hacia que le agradara menos y más cuando este demostraba poco interés en sus palabras ignorándola. Cruzándose de brazos nuevamente le miro arqueando una ceja ante el comentario sobre el mundo en que ahora se encontraban, dando un pequeño gruñido para si apesar de que en cierta forma estaba de acuerdo con este. Claro, había sido su decisión el haberse venido con su tía a Ágrabah mas que nada para poder concretar su “entrenamiento”, pero con el paso de los meses, el calor abrumador en el día, el frio intenso por la noche y encontrarse con arena hasta en su almohada, rápidamente hicieron que en una parte se arrepintiese de haber venido a este mundo, pese a que con Kori había progresado bastante. Ante las palabras del chico, en un principio no mostro interés pero luego de escuchar que podía sacarla de este mundo hizo que su rostro cambiase a uno de sorpresa dejando caer sus brazos a cada lado y fijando su mirada hacia el niño rubio. Había logrado llamar su atención.

Pese a las protestas del hombre del abrigo y que este apartaba con sutileza a Fuyu, esta intento apartarse un poco de el para poder estar mas de frente ante el chico; en si, todo esto le daba la sensación de que en cierta forma no era una buena idea aceptar su oferta, y en cierto modo no conocía nada de sobre estos dos ¿Qué tal si eran traficantes o comerciantes de personas? Mas sus ropas afirmaban que ellos no eran de este mundo lo cual hizo que más dudara ante su decisión.

-Primero agradecería que no me llamaras ladrona, si no por mi nombre Fuyu- Hablo con un tono de voz serio ya una vez el chico había terminado con su comentario; dándole mayor énfasis a la palabra ladrona refiriéndose a aquel “apodo” como algo molesto.-Y en segunda ni se quienes son o en que trabajan-Continuo esta vez mirando al uno y después al otro.-No acepto nada a lo que antes no me hallan explicado.- Dijo finalmente negando con la cabeza y sin dejar esta vez, de mirar fijamente al chico.

[Zee]

—Ah, muy interesada no ha de estar —expresó Akio, encogiéndose de hombros. Distraído y distante, jugó un poco con la placa de metal que le había quitado a su compañero a la par que decía—: Si yo viviera en este arenero seguro que me largaría a la mínima.

—Normal... —escupió Simon, dando una patada al suelo y levantando una nube de polvo y arena, ante lo que el otro se quejó de inmediato:

—¡Eh, para eso, mastodonte!

Fuyu notó fuego en los ojos del hombre mientras le respondía:

—Cojones, niño; es lo que te falta. Madura y endurécete —dio una nueva patada, ésta total y evidentemente a propósito—. Podrás tener tu magnífica Llave con la que dices salvar incontables mundos, pero...

—¡Pero te daría tres vueltas en combate, inútil cerdo de dos patas!

Habían comenzado a discutir por una soberana tontería, aunque revelando datos cuanto menos interesantes. ¿Debería Fuyu irse de allí?

[Mogu]

La pequeña parte que quería quedarse en Agrabah seguía discutiendo internamente con la parte de aceptar la invitación que el niño le había ofrecido. A pesar que este no le agradaba para nada, había algo en el que le hacia confiar un poco en que no tramaba algo malo y que probablemente seria beneficioso para ella. Ante su situación no pudo evitar emitir un gruñido de frustración y con su mano derecha comenzó a revolverse un lado de su cabello, en un intento de poder alivianarse de la presión que ella misma se ejercía. Levanto un poco su mirada hacia donde estaban ambos individuos, para notar que el hombre robusto pateaba el suelo levantando una nube de arena haciendo que su acompañante se enojase por aquella acción, aumentando más su enojo al ver que el del abrigo negro repetía la misma acción intencionalmente.

Se les quedo atentamente mirando mientras discutían por algo que a su parecer era realmente ridículo, pero que a su vez hizo que sacasen un poco de información que el niño no había sido capaz de decirle. Sin saber porque, aquella escena le empezó hacerse graciosa causando que comenzara a reírse sin preocuparse si la escuchaban o no.- Perdón por eso...- Comento en voz alta entre risa que iba de a poco desvaneciéndose, para luego dirigirse nuevamente hacia el niño rubio.- Tu eras Akio ¿no?- Pregunto algo dudosa al no acordarse quien era quien y sin esperar respuesta continuo hablando.-Supongo que estaría bien salir de este “arenero” como tu dices, así que, creo que acepto tu invitación.-¿Estaría haciendo lo correcto? Se preguntaba ante su decisión y que rápidamente sacudiendo suavemente su cabeza, la alejo de su mente. Claro, extrañaría a su tía, que ha sido su única pariente, familia y mentora pero ella ya le había dicho que lo que le quedaba por aprender, era ya por cuenta de Fuyu. Además ya no le quedaba pendientes y ya estaba lo bastante grandecita como para decidir por si misma. Miro nuevamente al niño esperando alguna respuesta de parte de el o de su compañero.

[Zee]

—Tú eras Akio, ¿no? Supongo que estaría bien salir de este “arenero” como tu dices, así que, creo que acepto tu invitación.

La discusión no se detuvo mientras Fuyu se reía, puesto que ambos individuos no parecían prestarle realmente atención. Cuando la chica dijo el nombre del rubio, sin embargo, ambos compañeros pararon sus ataques y se giraron hacia la chica, algo sorprendidos porque siguiera allí.

—¿No me has escuchado? ¡El Gran Maestro Akio! —"corrigió" el niño, con un porte orgulloso. Su compañero resopló y, apático, se sentó contra la pared del callejón. Sarcástico, declaró:

—Amo la sutileza de estos tipos...

—No hay necesidad de sutileza si todo va de acuerdo al plan —replicó Akio, prepotente. Luego, con una sonrisa orgullosa en el rostro, se giró a Fuyu y añadió—: Así que al final te vienes con nosotros, ¿eh? ¿Sabes pelear; defenderte? ¿O tendré que enseñarte todo desde el principio?

—Y supongo que no sabes nada de los Sincorazón...—agregó Simon, descuidado, mientras se metía a la boca un caramelo de color rosa.

[Mogu]

Ante la presentación que el mismo chico se daba, Fuyu no pudo evitar rodar sus ojos y cruzarse de brazos por la forma de actuar que tenía Akio, tanto como para auto referirse como para los demás. Sin embargo este al mencionarle si sabia pelear o defenderse, cambio completamente su rostro a uno de duda, y sin esperar más, intentaba recordar si es que alguna vez Kori le había enseñado sobre aquello, comenzando a meditar a ojos cerrados por unos segundos, viniéndose a la mente que esta le había enseñado casi una pincelada, de como esquivar y lanzar sus “ataques”, pero como en aquel entonces no lo encontraba tan necesario, no lo practico lo suficiente.

-La verdad casi nada sé sobre ello.-Comento un tanto avergonzada por su respuesta y mirando a ambos con una sonrisa nerviosa y más al sentir que mientras mas información le daban, menos entendía.- ¿Sinsuque?- Pregunto ya mas confundida que antes, por el comentario del de abrigo negro sobre aquello que acababa de mencionar, apenas había terminado el chico.

[Zee]

—Sincorazón —repitió Akio, no muy molesto ante la ignorancia de Fuyu—. Aparecen de vez en cuando por aquí y hacen más desastre que una tormenta de arena.

—Se roban los corazones de las personas... literal —señaló Simon, quien todavía se hallaba recargado sobre la pared, con el rostro oculto bajo su sombrero. No se dignó a mirar a Fuyu ni un instante; simplemente, a masticar su chicle y hacer bombas con él de vez en cuando.

—No soy un Príncipe. Soy un Maestro. ¿Sabes por qué soy llamado así? —quiso confirmar Akio, alzando la barbilla con orgullo. Simon dijo algo por lo bajo, pero nadie pudo escucharlo—: Porque yo me encargo de salvar a las debiluchas como tú de los Sincorazón. Con esto:

El muchacho llevó una mano al frente, como sosteniendo algo invisible. Al instante, un destello cegador la envolvió como un manto, durante unos pocos momentos; para después desaparecer y, tras de sí, dejar una curiosa arma en su lugar. Tenía una apariencia muy curiosa, pues ni siquiera filo tenía y estaba adornada con muchísimas franjas rosadas y blancas. ¿Con aquello se luchaba contra los Sincorazón?

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—Fuyu... —llamó de pronto Simon, todavía con la cabeza oculta—: Si la tomas, ella puede aceptarte. Y pasarás a ser como Akio, uno de los suyos. Pero eso implica muchas responsabilidades; piénsalo bien.

—¡Sé cómo hacer mi trabajo, gracias! Gorila... —aclaró el niño, sarcástico. Resopló y se giró de nuevo hacia Fuyu, a quien, con mala gana, le dijo en voz baja—: Sí, eso que dijo Simon...

[Mogu]

Fuyu no tardo en mostrar un rostro de sorpresa y algo de curiosidad al escuchar el nombre de aquellas criaturas, sintiendo algo de temor a su vez, al como se referían ambos sobre ellas.
Ignorando el actuar del de abrigo negro, la chica fijo toda su atención en Akio, quien este al auto preguntarse el porque lo denominaban “maestro”; ella solo asintió con la cabeza sin emitir palabra alguna, limitándose a ver el accionar del chico. Al ver que este llevaba una mano al frente como si estuviese agarrando algo, arqueo una de sus cejas acercando un poco su rostro a sus manos como para ver si había algo allí o no, y en cuestión de segundos un destello le envolvió haciendo que Fuyu diese un pequeño salto hacia atrás poniendo un brazo delante de sus ojos.- ¿Qué fue eso?- Pregunto al instante que la luminosidad había desaparecido viendo que entre la mano de Akio se encontraba una extraña arma que antes no traía con el.-¿Esa es tu arma?-Se detuvo unos momentos para observar esta que había aparecido algo extrañada por la forma y porque no poseía filo, notando que tenia un estilo…navideño “Para ser un arma esta muy bonita”.-Pensó emitiendo una pequeña sonrisa.
Sin embargo las palabras del hombre del abrigo habían hecho que se girase hacia sus espaldas para poder observarle, a pesar que este traía aun cubierto su rostro. Ante las palabras de este, dio nuevamente un suspiro ante el pensamiento de que se vería quizás “obligada” a entrar en peleas que a ella desde un principio no le gustaba, pero si aquellos seres eran capaces de “robar” los corazones de las personas ¿Quién sabe cuanto tiempo tarden en aparecer en Agrabah? ¿O en otros mundos? A toda costa defendería a los suyos y si eso significa blandir un arma lo haría.

-Si…resulta que esta arma me “acepta” ¿tendré que luchar contra estos “sincorazones” verdad?-Fijo su mirada hacia el rostro de Akio, mirándole ya mas con una sonrisa confiada.-Mientras pueda venir de visita de vez en cuando, no veo el problema en cumplir aquellas “responsabilidades”.-Desvió nuevamente su mirada hacia la mano del chico que sostenía su arma.-Entonces ¿solo debo tomarla o hay algún otro truco antes?

[Zee]

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¡Perdona la tardanza! ¡En serio, en serio, en serio perdona! Sucede que estoy por entrar a estudiar a la uni, pero en otra ciudad, entonces apenas tengo tiempo para pasarme por el foro por culpa de todo el rollo de "Inscríbite aquí, paga acá, vuélvete a inscribir aquí, vuelve a pagar, habla con el director, habla con el secretario, ve a buscar departamento, revisa los departamentos, busca un roomie, revisa el contrato, paga el departamento, lleva muebles...". En fin, que espero que entiendas que esta semana ha sido un poco agitada :_D

No volverá a suceder. Y perdona que el post sea tan corto; no hay mucho que decir. Ya casi terminamos.

—Sí, lucharás contra ellos y defenderás a los inútiles que no saben ni levantar un palo. Como tú ahora —coincidió Akio con frialdad, provocando que Simon, en el fondo, soltara una risita por lo bajo—. Y sí, puedes volver cuando quieras, pero primero debo asegurarme que no eres ninguna debilucha. Supongo que te tomará meses enteros ganarte mi permiso para salir de Tierra de Partida... —el chico se encogió de hombros y luego, volvió a extender la llave hacia la muchacha.

—Sólo tómala. Lo que importa es su opinión, no la mía ni la de Akio —agregó Simon, poniéndose de pie para observar mejor el espectáculo que se le presentaría.

¿Debería tomarla entre sus manos? Por lo que Simon y Akio decían, aceptar ser entrenada bajo su tutela conllevaba más consecuencias de las que podía imaginar en ese momento. A cambio de poder, tenía que aceptar una responsabilidad que a muchos se les antojaría imposible para un humano. Y sin embargo, de una u otra manera, allí estaba Akio: un niño que no llegaría ni a los 12 años de edad y que, decía, viajaba de un mundo a otro para defenderlos de aquellos supuestos Sincorazón.

¿Quería Fuyu luchar?

[Mogu]

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Descuida no hay apuros, prefiero demorar ha después sentirme en parte culpable que no hallas realizado los tramites que correspondían para la u xD

A pesar que en un principio se hubiera molestado por el comentario de Akio, ya a medida que pasaba el tiempo con el, extrañamente comenzaba a acostumbrarse a la actitud fastidiosa del niño, dando un largo suspiro al escuchar la pequeña risa que soltó el compañero de este un tanto mas lejos de ellos. Probablemente era por que en cierto modo tenia algo de verdad aquellas palabras, lo que le hizo pensar si ella podría volverse fuerte.

-Yo…quiero volverme fuerte…- Se dijo casi en murmullo, mientras nuevamente fijaba su vista hacia el arma colorida de Akio.- …Aunque me tome meses, se que lo podre lograr.-Comento un tanto mas contenta asomándose un pequeño rubor en sus mejillas. No solo quería fortalecerse en lo que era ataque o la defensa, sino también en su forma de ser y en su intelecto. Y claro, una vez que lo lograse compartirlo con sus cercanos para que ellos también puedan lograr sus metas. Ser fuerte para tener la capacidad de proteger a sus cercanos, amigos y familiares. A pesar del sacrificio que eso significaría para ella.-Solo, necesitaras algo de paciencia conmigo.-Bufo un poco ya mas segura de lo que debía hacer.

Tomo un poco de aire ya mas decidida y acercando su mano derecha con lentitud, tomo el arma empuñándola entre su mano dejándola caer al contacto pero sin soltarla; y no por el echo de que estuviese pesada, al contrario era mucho mas liviana de como se la imaginaba, nada más aquel cambio de masa que había imaginado, le había sorprendido. Fuyu la tomo nuevamente y la elevo un poco para poder contemplarla mejor, esbozando una gran sonrisa en su rostro y dispuesta a lo que se viniese más adelante. Ya no había vuelta atrás.

[Zee]

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Una vez más, espero que me disculpes. Las cosas no van tan bien como esperaba.

Fuyu tuvo que tomar aire una vez más antes de llevar su mano a la curiosa arma que Akio le tendía, empuñadura al frente, y sostenerla entre sus dedos. No tuvo que agarrarla por más de unas milésimas para sentir un calor casi humano brotando de ella, recorriendo su cuerpo entero y concentrándose en su pecho, cerca de su corazón.

—Ésa es una Llave-Espada, por si no te ha quedado claro...

Tal vez la chica quisiese examinarla desde ángulos diferentes, moverla un poco, o inclusive probarla con algunos movimientos básicos (que Akio se ocuparía de criticar luego). Pero en cuanto terminara con ella, ésta desaparecería en un destello y volvería a materializarse en las manos de su antiguo Maestro. Fuyu sabría, sin embargo, que la Llave volvería a ella cada vez que la necesitara.

—Y una vez más... —se quejaría Simon por lo bajo.

—Ve y despídete de quien sea necesario. Nos vamos de este arenero —Akio dio varias patadas al suelo por enésima vez— en veinte minutos o menos. Pero recuerda que para todos, salvo nosotros, la existencia de otros mundos no es más que un cuento de críos.

[Mogu]

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Descuida, no hay apuro :3

-¿Una Llave-Espada?- Repitió un poco curiosa, fijando nuevamente su vista en el arma que aun poseía en sus manos. Era un sentimiento extraño pero a la vez se podía sentir una calidez que emanaba de esta, como si estuviese con vida.
Intentando examinarla nuevamente, la empuño un poco más fuerte con su mano derecha y comenzó a dar estocadas medias torpes al principio, al nunca haber tomado ni utilizado un arma, que luego de unas cuantas repeticiones lograba tomarle de a poco el ritmo. Se encontraba un tanto concentrada que solo se dio cuenta de que Akio le hablaba ya por la mitad de la oración, pero fue suficiente para entender lo que tenia que hacer; y apenas relajo el brazo que traía la Llave-Espada, esta desapareció envuelta en una luz muy parecida con la que Akio la había llamado; dejándole desarmada, pero sintiendo que si la llamase de nuevo, esta volvería.

Sin esperar más, Fuyu comenzó a correr en camino contrario en donde se había juntado con ambos chicos, regresando por el mismo camino en el que había sido traía hacia el callejón. Ya estando unos pocos metros cerca de su hogar, comenzó a disminuir el paso pensando en que le iba a decir a Kori para que esta la dejase partir. Pensando y descartando varias alternativas se vio de frente ya en la puerta de su casa, un tanto sorprendida de que inconscientemente hubiese llegado a su destino.

-¿Y tu donde has estado?- Apenas al asomarse la voz de Kori resonó en sus oídos, encontrándose con la figura de la mujer mayor un tanto enojada y cruzada de brazos en el medio de la sala.-Te desapareciste casi todo el día, espero y no hallas causado ningún problema ¿eh?- Siguió hablando a la espera que Fuyu dijese algo como respuesta, la cual se encontraba aun en silencios y con la cabeza agachada mirando hacia el piso. No era que no supiese que decir, si no que aun seguía pensando en que excusa decir para poder explicarle sobre lo de marcharse con Akio.

-Vete a lavar las manos que la comida ya va estar lista.- Al ver que la menor seguía en silencio, dio un largo suspiro resignada y comenzó a dirigirse hacia donde se encontraba la cocina para terminar lo que estaba haciendo. Sin embargo pudo sentir que algo le había detenido y sin esperar se dio la vuelta viendo que Fuyu le había tomado de la muñeca mencionando algo que no pudo entender correctamente.- ¿Qué?

-¡Q-que tengo algo que decirte!- Menciono casi en un grito, pero aun así sonaba temblorosa por los nervios que sentía en el momento. Al encontrar que había logrado la atención de Kori esta le soltó y jugando con sus manos intento seguir hablando al ver que la mayor se había quedado en silencio.-Yo…um…m-me iré de viaje…-Balbuceo unos segundos y al sentir que no lograba seguir con la oración, dio un largo suspiro y apretando fuertemente sus manos en forma de puño, fijo su vista hacia los ojos de su tía y prosiguió sin esperar a que esta contestase antes.-…Me iré de viaje un tiempo, para poder mejorar en mi magia…no se cuanto me tarde ni si podre volver a casa…-Lo ultimo menciono en voz baja pero audible, tomando ambas manos de Kori con las suyas.- Pero es algo que debo y quiero hacer…por favor, solo confía en mi ¿si?- Ambas se quedaron en silencio por unos segundos y en la misma posición de hace un rato atrás, siendo la mayor la que rompiese el silencio intentando comprimir la risa que sin embargo, fue inútil.-¿Y que es lo tan gracioso se podría saber?- Pregunto Fuyu algo enojada, soltando ambas manos de su familiar.

-Lo siento pequeña, ¿es que tanto nerviosismo para decirme eso?- A pesar que la menor aun seguía enojada y desviando un poco su mirada, esta puso una mano sobre su cabeza y comenzó a desordenarle el cabello, lo que ocasiono que la chica se apartase y se sonrojara por el acto.-Como tutora te diría que “No”, el desierto es demasiado grande y probablemente termines perdida y cuando te encuentre, estarías muerta.-Esto desilusiono un tanto a Fuyu, pero al ver que Kori tomaba aire para seguir, la miro curiosa nuevamente.- Pero, como tu “maestra” me enorgullece saber que estas empezando a tomar tus propios caminos para poder mejorar en tus propias “artes”.- Al finalizar Fuyu sonrió lo mas que pudo y sin esperar se lanzo a darle un fuerte abrazo a Kori quien la recibió con los brazos abiertos.- Solo procura no excederte demasiado y cuando puedas, escríbeme.-Su tono de voz fue mas suave dándole una sonrisa algo triste en el fondo, lo cual la chica en sus brazos solo puso asentir ante la petición.

Pasado un rato y ya preparado lo que necesitaba en un bolso que le cruzaba alrededor del pecho, se despidió de Kori nuevamente con un abrazo y sin esperar otro segundo, se hecho a correr nuevamente en dirección hacia aquel callejón en donde suponía estaban ambos chicos. No sabía cuanto tiempo había transcurrido desde que se fue, o si ya habían pasado los veinte minutos, por lo cual a pesar que le comenzaba a faltar el aliento por la corrida, siguió con la misma acción hasta que su vista pudo divisar entremedio de los callejones, el sector en donde antes había estado.

-Ya…estoy aquí…-Apoyando una de sus manos en su pecho he hincándose un poco hacia delante, intento regular nuevamente su respiración; incorporándose nuevamente para poder mirar a ambos.

[Zee]

Para su sorpresa, Simon y Akio se hallaban donde mismo, esperándola pacientemente. Con "pacientemente" se busca decir, además, "aburridos", sin tener nada más que hacer sino dibujar en la arena o intentar hacer, en vano, estructuras con el material seco. ¿Era ella lo suficientemente importante para que ellos pudiesen aguantar más tiempo del que tenían planeado en aquel "arenero", como lo consideraban?

—Ah, ya era hora... —pronunció Simon, evidentemente desesperado. Apenas apareció la figura de Fuyu por el callejón, se puso de pie, se sacudió la arena y luego, con una mueca de ligero enfado, le lanzó un objeto a la chica, esperando que lo atrapara en el aire.

Obviamente, lo reconoció de inmediato. El accesorio de placas de metal que le habían acusado de haber robado.

—Ésa es tu Armadura. Sólo... póntela donde se te antoje y presiona el botón —señaló Akio. Sin embargo, no le mostró a la chica como hacerlo—. No la usaremos para viajar hoy. El gordito éste tiene una nave consigo.

El niño invocó su Llave-Espada y, sin decir nada al respecto, la lanzó al cielo (no sin algo de dificultad, por lo estrecho del callejón). Si Fuyu era capaz de resistir el brillante sol al mirar arriba, observaría como la Llave se vería envuelta por un destello y, mientras bajaba, adoptaba una forma completamente diferente: un vehículo que levitaba por medios que a la chica le parecerían mágicos.

—Y éste es un Glider. Invoca el tuyo por... tonterías estándar y tal. Además, quedarías como la ingenua e inútil novata que eres si no sabes usarlo.

[Mogu]

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Perdón la demora, andaba fuera de casita este fin de semana <3

Al ver que aun seguían ambos esperando dio un pequeño suspiro de alivio y dando unos pasos mas cerca de ellos; tubo que detenerse al ver que el de abrigo negro le había lanzado un objeto a su dirección, lo que hizo que rápidamente alzara sus brazos hacia adelante, dando movimientos torpes con las manos hasta que por fin pudo agarrarlo sin que este hubiese tocado el suelo. Curiosa por el “regalo” pudo notar que aquello era la misma placa que se había encontrado y por la cual había comenzado todo este suceso.

En sus manos seguía inspeccionándolo dándole vuelta de lado a lado para no perder detalle alguno del objeto, sintiéndose finalmente atraída con el botón que se ubicaba en el centro y por el que había entendido por Akio, era el que accionaba la armadura.-Entonces…solo me lo pongo aquí y… ¿no se sale?- Buscando un lugar cómodo en donde situarlo finalmente decidió dejárselo a la altura de su hombro derecho, aferrándose en este a pesar del fuerte movimiento que comenzaba a realizar con su brazo a modo de prueba.-Supongo que con el tiempo aprenderé a usar esto.

Sin hacerse esperar Akio siguió con su explicación, invocando nuevamente su Llave-Espada y que sin decir nada lanzo hacia el aire, lo que hizo que Fuyu siguiese con la mirada algo confundida por la acción, llevándose una de sus manos sobre sus ojos para poder tener una mejor vista por los rayos de sol que se reflejaban en el cielo; percatándose que el arma le había envuelto una luz brillante volviéndola en una especie de vehículo que levitaba a un lado del peli rubio.- ¡Wow, súper! – Exclamo sorprendida y algo emocionada, tornándose luego estas emociones a una sonrisa nerviosa al escuchar que tenia que realizar la misma acción. Asintiendo se puso un poco mas adelante donde estaba Akio, donde no estuviese tan estrecho a pesar que era algo inevitable debido a que se encontraban en un callejón.

Tomando un poco de aire eleve su mano derecha, intentando imitar el mismo movimiento que había realizado el peli rubio, y en el aire ubico sus dedos como si la estuviese agarrando el arma con ella, apareciendo instantáneamente en un destello de luz una Llave-Espada que a pesar que no era la misma a la que tenia Akio, si uno una con detalles mas simples, sentía la misma sensación de calor, como la primera vez que la había sostenido. Ahora venia la parte nueva que aprender; intentando no chocar contra las paredes del callejón y que la Llave-Espada fuese derecho hacia arriba, la giro en su mano para darle un poco de velocidad y dirección elevándose en el aire, y al igual como había pasado con el chico, una luz envolvió el arma transformándola mientras decencia en un Glider un poco distinto al de Akio, siendo este de color blanco.

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-¡Genial, lo hice!- Satisfecha consigo misma se dio vuelta hacia donde estaban ambos chicos a la espera de ver que era lo que seguía.