Spoiler: Mostrar
Spoiler: Mostrar
Dos corazones muy diferentes atañen a esta historia. Uno, nacido en las sombras; otro, atraído a ellas. Y ninguno con posibilidad de escapar de allí. Sí… de aquel sitio. Un mundo vacío, de altos rascacielos y calles entrecruzadas. Donde nadie habitaba. Donde nadie se cruzaba. Salvo aquellos que, por azares del destino, en él se perdieron.
¿Y quién dijo alguna vez que dos personas tan distintas no se podían encontrar?
Por un lado, Paul, sobreviviendo desde su más tierna infancia en aquel inhóspito lugar. Por otro, Rhía, a quien habían llevado a la fuerza cuando era pequeña. Ninguno se conocía, pero sus patrones de vida no eran muy distantes. Ambos veían, cada mañana al levantarse, el imponente castillo blanco que, misteriosamente, apareció un día en el cielo, sin ningún tipo de acceso, como si siempre hubiese estado ahí. Los dos, también, habían tenido que comenzar a huir de los sincorazón, que poblaban las calles como los nuevos señores del lugar. Y, si habían intentado alguna vez enfrentarse a ellos, sabrían que no eran rivales para dichas criaturas.
En cualquier caso, un nuevo día comenzaba para ambos. Normal al principio, raro al final. Pero lo iremos contando poco a poco.
Allí no había sol, pues la noche era eterna, pero es de suponer que, incluso así, tendrían algún tipo de horario de sueño.