[Coliseo del Olimpo] Copa Phil

[Final Fan]

—¡Sí! —respondí a Zack— Esperamos... ¡espero estar a la altura!

Miré al chico a los ojos y apreté el puño con fuerza, aceptando el sano desafío. El corto pero extraño monólogo de aquella chica me había dejado un tanto descolocado... sabía que no podía juzgar a ninguna persona por hablar con ella dos veces, aunque no podía dejar de sentir cierto desasosiego cuando estaba cerca.

—Será un combate interesante —dijo Ragun, en respuesta a Zack también.

—¿Y cuándo no lo es, eh? —añadí, sonriente.

[Soul Artist]

Zack sonrió ampliamente a los dos aprendices, contento de que ellos también tuviesen ganas de aquel combate. Un grito llamó su atención y levantó la vista hacia la entrada, donde Phil parecía estar señalándole que fuese hacia la zona de combate.

—¡Zack Fair! ¡Se convoca a Zack Fair!

—¡Deseadme suerte, chicos! Después vais vosotros, así que me temo que no nos cruzaremos. ¡Pero os espero para cuando vosotros terminéis vuestra Ronda aquí! ¡No me falléis!

El joven de pelo negro corrió hacia la puerta, agarrando el mango de su espada a la espalda del joven. Parecía estar hiperactivo, con ilusión y ganas de entrar en combate para poder enfrentarse contra sus nuevos amigos pronto. Zack debía ser un ejemplo a seguir para los chicos: con su ilusión, no podían permitirse perder la siguiente ronda.

La sala ya no estaba tan llena de luchadores como antes. Inevitablemente en el ambiente seguía latente un fuerte olor a sudor, pero mucho menos ahora.

No había mucho que hacer allí. Quizá se les pasase por la cabeza mirar el combate de Zack, pero una criatura mitad caballo y mitad hombre tapaba toda la entrada, observando atentamente el combate y soltando alguna risa tonta mientras lo hacía. No solo acaparaba toda la visión de la batalla, sino que, además, el olor a sudor más fuerte venía claramente de él: hacía mucho tiempo que no se duchaba. Tanto, que igual los jóvenes podían sospechar que quizás su color azul mugriento no era natural.

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Ignorad a Megara... Tuve que coger yo mismo la imagen de la película, debido a que no había en la red xD

[Sombra]

Zack fue llamado al interior de la arena por lo que salió corriendo con todas las ganas del mundo mientras se despedía de nosotros energicamente.

Los minutos fueron pasando lentos, no había mucho que hacer salvo observar a la gente que quedaba allí dentro, que no eran tantos como al principio por lo que el olor a sudor se había visto notablemente reducido, a pesar de que aún se podía sentir aquel asqueroso aroma en el aire.

—Fyk, ¿quieres mirar el combate? Quizás sea bueno saber el estilo de pelea de Zack para poder enfrentarnos a él— pregunté mientras señalaba la puerta que llevaba a la arena del coliseo.

Estuve a punto de dirigirme a mirar cuando me di cuenta de que una criatura de color azul, como Fyk pero de un mayor tamaño y con una forma que recordaba a la de Phil (a pesar de que su tamaño era mucho mayor) bloqueaba la vista. Al acercarme pude sentir que gran parte del naseabundo olor que había en aquella sala de espera venía de él. Contuve mi respiración.

—Disculpa ¿Puedes apartarte? No puedo ver el combate— pedí sin llegar a sonar maleducado o impertinente.

[Final Fan]

─¡Suerte, Zack! ─exclamé mientras se alejaba, con la ligera sensación de que no me había oído.

Todo parecía haberse calmado un poco tras la primera ronda, aunque el ambiente seguía algo cargado.

—Fyk, ¿quieres mirar el combate? Quizás sea bueno saber el estilo de pelea de Zack para poder enfrentarnos a él— me propuso Ragun.

─¡Sí, sí! ─accedí─ ¡Qué nervios!

Me dirigí hacia la puerta, pero parecía que había varias personas taponándola, así que me metí entre sus piernas para ver si lograba ver algo al otro lado.

—Disculpa, ¿puedes apartarte? No puedo ver el combate— dijo Ragun.

Me extrañé un poco. ¿Estaba hablando en singular? Miré hacia arriba y vi que, en efecto, estaba debajo de un único individuo... con cuatro piernas. Claro, por eso me parecían varias personas. Empecé a sudar un poco mientras me retiraba de debajo de él.

─Eh... p-perdón ─musité, un tanto intimidado por el aspecto de aquella mole─. Pensaba que... eh... queríamos... ver el combate y...

Qué torpe era a veces.

[Soul Artist]

El centauro azul se giró hacia los dos jóvenes y les observó. Sacaba por lo menos un metro más a Ragun de altura, por lo que se imponía muchísimo al pobre Fyk. Echó una potente carcajada al aire, tapando la entrada todavía, y clavó su mirada en ellos.

—¡Ja, ja, ja! ¿Queréis mirar el combate? ¿Para qué? ¡No estáis aquí para disfrutar de ello!

Dirigió su mirada hacia el pequeño extraterrestre y se acicaló la extensa perilla negra que le caía de su barbilla. Cerró ligeramente los ojos, probablemente pensando y analizando al niño a fondo.

—Vaya, vaya... Tú debes ser Blue Kid, ¿eh? Hades ya me ha hablado de ti... Nos enfrentamos en la próxima ronda. Sabes lo que toca, ¿eh, bebé? ¡Ja, ja, ja!

El centauro empujó con fuerza al chico mientras seguía riéndose, tirándolo al suelo de la enorme fuerza que contenían sus musculosos brazos. Aquella criatura estaba siendo muy desagradable.

[Sombra]

—¡Ja, ja, ja! ¿Queréis mirar el combate? ¿Para qué? ¡No estáis aquí para disfrutar de ello! —contestó a mi petición casi como una burla. No me molesté en responder, sino que decidí no desafiarle. Si estaba allí, como nosotros significaba que sería un posible rival, cualquier problema que tuviese con él podría solucionarlo en la arena de combate.


─Eh... p-perdón ─se disculpó Fyk, el cual se había metido bajo aquella especie de hombre-caballo─. Pensaba que... eh... queríamos... ver el combate y...

—Vaya, vaya... Tú debes ser Blue Kid, ¿eh? Hades ya me ha hablado de ti... Nos enfrentamos en la próxima ronda. Sabes lo que toca, ¿eh, bebé? ¡Ja, ja, ja!

El hombre-caballo empujó con fuerza a mi compañero haciendo que este cayese al suelo con bastante fuerza. Me puse entre los dos mirando a los ojos de aquel tipo con furia. Sentía que la sangre me hervía, tenía ganas de atacarle con todas mis ganas, sacarle las entrañas, arrancarle los ojos, despellejarle, partir sus extremidades. Un odio que jamás había sentido por nadie.

─Vuelve a tocarle y será lo último que hagas, inferior ─amenacé, aquellas palabras que no parecían propias de mí salieron sin más de mi boca. Mis ojos, de color entre verdes y amarillos se volvieron de un color más cercano a este último, un color que me hacía aparentar ser cruel. Apunté con mi llave espada a su cuello impulsado por una fuerza desconocida que me obligaba a hacerlo, mejor dicho. Sentía la necesidad de hacerlo─. Juro que te mataré sin dudarlo ni un momento.

Baje el arma tras aquellas palabras, me sentí mareado durante unos instantes aunque me repuse rapidamente ¿Qué me había pasado?

[Final Fan]

—¡Ja, ja, ja! ¿Queréis mirar el combate? ¿Para qué? ¡No estáis aquí para disfrutar de ello!

—¿Que no estamos...? ¿Eh? —ladeé la cabeza, sin comprender.

—Vaya, vaya... Tú debes ser Blue Kid, ¿eh? Hades ya me ha hablado de ti... Nos enfrentamos en la próxima ronda. Sabes lo que toca, ¿eh, bebé? ¡Ja, ja, ja!

—¿Conoces a Hades? ¡Qué casualidad, yo...!

El empujón del centauro me dejó sin aliento un momento, obligándome a dejar de hablar. Me caí al suelo sin poder evitarlo, aunque mientras me precipitaba hacia el suelo me volvió a pasar aquello...

Volví a a estar agarrado a una afilada mano que esta vez veía más nítida. A pesar de su terrorífico aspecto, a mí no me provocaba miedo... más bien nostalgia. Quise mirar hacia arriba para ver de una vez por todas quién era quien me agarraba...

"¡¡Rakulia-mo, Fykhjaal!!"

Quise gritar, pero ningún sonido salió de mi garganta, y el enorme sincorazón de forma indefinida que perseguía a la nave esta a punto de chocar contra ella...

¡¡¡PUM!!!

Me caí al suelo de culo, de una forma un tanto torpe. Ragun se había puesto delante de mí.

─Vuelve a tocarle y será lo último que hagas, inferior. Juro que te mataré sin dudarlo ni un momento ─decía.

La voz de Ragun sonaba más grave de lo normal, y... ¿sus ojos habían cambiado por un momento? Me dio bastante miedo verlo así de descontrolado.

─Eh, o-oye, es igual ─le dije, tirándole del pantalón─. Venga, no pasa nada. S-siento haberle molestado, señor. Nos veremos en el ring.

No todos los habitantes de aquel mundo parecían tan simpáticos como Zack o Hades... había que andarse con ojo. Me froté el trasero, todavía un poco dolorido.

[Soul Artist]

—¿Cómo dices, bicho raro?

El centauro azul había quedado enmudecido durante un segundo ante la amenaza de Ragun, ligeramente perplejo de sus palabras, pero rápidamente avanzó con sus patas hacia él y se mostró desafiante con el rostro dibujado de furia. Cargó sus brazos con fuerza, preparado para dar comienzo a un enfrentamiento allí mismo, pero las disculpas de Fyk le hicieron relajarse ligeramente.

—¡Al menos el bebé sabe comportarse ante su trabajo! —gritó contentó, dirigiendo una mirada de reojo al chico—. Veo que el combate ha terminado. ¡Es mi hora, ja, ja, ja!

El centauro atravesó la puerta sin ningún tipo de aviso por parte de nadie, con aire de superioridad a cada paso que daba. Y debía tener razón, pues no tardó en aparecer por el marco Phil para observar un pergamino y gritar:

—¡Blue Kid y su compañero Scarf Man!

Era hora de pasar a las gradas. Pero en cuanto pasasen por la puerta, alquien les estaría esperando pegada a la pared y con los brazos cruzados; la niña misteriosa mantenía los ojos cerrados, escuchando sus pasos acercarse. En cuanto estuvieran cerca, les diría:

—Cuidado cuando parezca que se prepara para correr. Es muy rápido, pero podéis sacar provecho a la situación —acto seguido, se giró y entró a la sala, esperando respuestas. Le dijeran lo que le dijeran, contestó a su modo—. No quiero agradecimientos, solo ver esa Llave Espada en un combate en condiciones... Y de primera mano.

[Sombra]

Mi conciencia parecía ir a saltos, aunque desde fuera no se notara. Percibía algunas cosas, pero muy borrosas. Aquel centauro parecía como si fuese a atacarme, sin embargo, cuando Fyk se ¿disculpó? pareció tranquilizarse. Era extraño, todo se veía como si solo percibiese unos pocos fotogramas de la realidad. Pero de súbito volvió a lanormalidad cuando apareció el Hombre-cabra, Phil. No supe muy bien que había pasado en aquellos momentos, pero ya daba igual puesto que parecía como si no fuese a ocurrir en un buen rato.

—¡Blue Kid y su compañero Scarf Man!

Miré a mi azulado compañero y le dediqué una media sonrisa. Pasé por el pasillo que llevaba a la arena cuando me di cuenta de algo. Una niña, la misma que había tratado de coger mi Llave Espada minutos atrás esperaba apoyada contra una pared como si estuviese esperando por nosotros.

—Cuidado cuando parezca que se prepara para correr. Es muy rápido, pero podéis sacar provecho a la situación —se giró y comenzó a alejarse por el pasillo hacia la sala de espera.

—¿Por qué nos ayudas? —desconfié.

—No quiero agradecimientos, solo ver esa Llave Espada en un combate en condiciones... Y de primera mano —se marchó.

Me quedé parado unos segundos ¿Sabía sobre las Llaves Espada? Eso confirmaba que también conocía sobre la existencia de otros mundos. Ya imaginaba que no pegaba con aquel mundo, sin duda era de otro pero, ¿quién era?

Caminé hacia la arena metido en las preguntas que yo mismo me formulaba.

[Final Fan]

El centauro se dirigía ya hacia el ring cuando Fil nos llamó a Ragun y a mí. Me hacían un poco de gracia aquellos motes que Hades me había puesto... me preguntaba de dónde salía lo de Scarf Man, sin embargo.

—Cuidado cuando parezca que se prepara para correr. Es muy rápido, pero podéis sacar provecho a la situación.

—¿Qué? ¿Eh?

La chica de siempre nos volvía a dirigir la palabra. Esta vez nos estaba dando consejos... ¿había juzgado sus acciones precipitadamente? Pero aquellos luchadores que se convirtieron en sincorazón... ¿Entonces por qué...?

—¿Por qué nos ayudas? —preguntó Ragun, casi leyéndome el pensamiento.

La chica respondió a su pregunta alegando que "quería ver la Llave Espada en acción" o algo así. ¿Qué sabía ella de la Llave Espada? Las incógnitas eran cada vez más, y ningún factor nos ayudaba a despejarlas...

No pude hacer más que seguir a Ragun hasta el ring de combate. Algo que me decía que yo no era el único que estaba sopesando la escena que acababa de ocurrir. Sin embargo, tenía que hacer algo para que se concentrase. ¡No podíamos luchar contra aquella mole con la cabeza en las nubes!

—Si lo que dice la chica es cierto... —dije, rompiendo el silencio— quizá podamos sacar partido de su propia velocidad. A lo mejor podemos dejar que se dé él solito contra las gradas, ¿sabes?

Le susurraba todo aquello a Ragun intentando evitar que nadie más me oyese, aunque sería difícil en el abarrotado y tumultuoso coliseo.

[Soul Artist]

Una vez en el centro del campo, se activaron las barreras mágicas entre los cuatro pilares que formaban el ring. Si Fyk esperaba poder chocar al rival a las gradas, lo tendría difícil; aquellas barreras repelían el paso de cualquiera, como no como una pared contra la que chocar, sino como barrera que simplemente no permitía avanzar a pesar de moverse hacia ella. Era lógica la existencia de dichas barreras, pues había que proteger a la audiencia de posibles ataques.

—¡Ronda 2! ¡Blue Kid y Scarf Man contra Neso, guardián del río!

El anuncio de Phil provocó un gran número de abucheos al oír el nombre del centauro, el cual levantó sus musculosos brazos hacia el cielo para recibir a aquella gente que claramente no le quería allí. Con una potente carcajada mostró su indiferencia a lo que opinasen y se dirigió hacia sus contrincantes.

—¡Sabéis lo que os toca! —gritó la criatura—. No opongáis demasiada resistencia. ¡Sobre todo tú, el de la bufanda!

Con aquello dicho, el centauro cogió carrerilla arrastrando una de sus patas por el suelo y se lanzó contra Ragun con su brazo derecho plegado hacia él, de modo que le golpearía con todas sus fuerzas. Con su velocidad, no podría esquivarlo en principio.

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Turnos de siempre. Neso -> Fyk -> Ragun

[Final Fan]

Mi improvisada estrategia se fue al garete en cuanto el combate dio comienzo--- aquellas barreras infranqueables se habían encargado de ello.

Al parecer, aquel centauro se llamaba Neso, y no parecía muy querido en aquel lugar.

"Casi no me extraña", pensé, sorprendiéndome a mí mismo.

Pero no tuve mucho más tiempo para seguir cavilando. Aquella bestia era rapidísima, seguramente fruto de su condición cuadrúpeda. Se dirigía directísimo hacia Ragun, que no sería capaz de esquivarlo si seguía así, y yo no lograría pararlo al ritmo que iba.

—¡Esquívalo, Ragun! —exclamé, un tanto impotente— ¡Rapidez, rapidez, Celeridad, vamos, vamos!

Me sentí un poco más ligero de repente cuando pronuncié esas palabras, y noté cómo mis reflejos se agudizaban levemente. Supuse que había ocurrido algo parecido a aquella vez contra la Armadura Potente...

"¿Apoyo, eh?", pensé, comprendiendo al fin mi afinidad mágica.

Fuese como fuese, no sabía si aquella pequeña mejora sería suficiente para que Ragun pudiese actuar a tiempo...

[Sombra]

Noté que se me la sangre se me congelaba durante un momento cuando aquella mole se dirigió corriendo hacia mí con todas sus ganas. Sería imposible que pudiese esquivarlo.

Y entonces lo sentí, Fyk, mi compañero había usado una especie de magia en mí. Mis sentidos se agudizaron ligeramente, como si mis reflejos hubiesen aumentado junto a la velocidad que tenía.

Esperé un solo segundo, el momento exacto en el que sus patas traseras estaban levantadas y sus delanteras eran las de apoyo, lugar donde ejercía todo su peso. Corrí hacia él con la llave espada en mano y me lancé al suelo deslizándome con la pierna dirigida a su pata derecha para meterle la zancadilla justo cuando estaba a pocos centímetros de mí. Antes de ver mi resultado, mientras me deslizaba por el suelo bajo sus piernas apunté hacia lo que serían las costillas en un caballo normal.

—Razia Tenebrosa.

[Soul Artist]

El hechizo de Fyk hubiese ayudado fácilmente a Ragun a esquivar el ataque del centauro. Sin embargo, había optado por otra estrategia.

El joven corrió hacia su contrincante sin tener en cuenta que este ya llevaba una gran velocidad hacia él. Quizá, si lo hubiese pensado, no le habría sucedido la desgracia que le venía encima; el joven muchacho intentó ponerle la zancadilla, pero el hombre caballo ignoró su arma. Simplemente pasó por encima de él, aplastándole y machacándole con los cascos. Tal fue la fuerza con que lo hizo que no pudo realizar ningún hechizo como pretendía, y tardaría unos cuantos segundos en recuperarse. El ataque había debilitado muchísimo al aprendiz.

Neso siguió avanzando hasta alcanzar el otro lado del campo, donde se detuvo y expulsó una potente carcajada al ver cómo había dejado a Ragun. Dirigió su mirada hacia Fyk y sonrió con fuerza, clavándole como objetivo.

—¡Es tu turno, bebé! Ya sabes qué tienes que hacer —la criatura guiñó un ojo al extraterrestre.

Neso cogió carrerilla. Se iba a lanzar en cualquier momento a por el niño.

[Final Fan]

—¡Es tu turno, bebé! Ya sabes qué tienes que hacer

—¡¿Yo qué voy a saber?! —exclamé.

Ragun estaba casi sin energías y yo tenía delante a aquella mole de una tonelada cogiendo carrerilla para embestirme. ¡Yo que estaba esperando el momento oportuno para analizar sus puntos débiles!

—¡Hakuu'jorr! —gemí, comenzando a botar de un lado a otro.

Para tener algo de ventaja debía utilizar el pequeño impulso que la Celeridad había ejercido sobre mí a mi favor. Correría lo más rápido que pudiese para colocarme detrás de Neso, saltarle encima y agarrarme con fuerza a su cabeza, tapándole los ojos.

¿Qué podía salir mal?

...