Fue delicioso.
El sabor que inundó su boca estaba más allá de lo inenarrable. Era dulce, muy muy dulce, justo en el borde de lo empalagoso pero sin llegar serlo. E incluso aunque lo hubiese sido, pronto habría sido eclipsado por el agradable regusto picante y fresco que dejaba tras bajar por su garganta. La consistencia espesa y viscosa del jugo lo volvía todo mucho mejor, también: era como estar bebiendo jarabe. Jarabe de caramelos de menta. Era vigorizante y… casi reparador.
La cáscara se había resistido un poco. En retrospectiva, había sido la peor parte de morder la fruta. Era delgada pero muy dura, además de rasposa y… bueno, peluda. Casi como si hubiera intentado comerse un kiwi sin pelarlo antes. Pero, asombrosamente, pronto se desvaneció en su boca en cuanto la masticó y la mezcló con la pulpa. Constituida por fibras y repleta de ese jugo mentolado, era muy fácil de morder y de tragar, aunque el inconveniente era que no dejaba de mancharse los labios y mejillas.
Probablemente terminaría muy pegajoso. Ojalá no se le quedara alguna mosca allí adherida o algo, sería muy desagradable.
Comerse la gigantesca fruta morada había sido una buena decisión. ¡Qué demonios! Para eso estaban las frutas, ¿no? ¡Evolución! Árbol hace fruta, árbol pone semilla en fruta, animal come fruta, animal come semilla, animal excreta semilla, bebé crece. ¡Sí, preservación de la especie en su máximo esplendor! Pero él no podría tragarse una semilla de ese tamaño. Era todo un hueso, en realidad, tan grande como su puño. Y si llegaba a hacerlo en algún descuido, sacarlo sería muchísimo más complicado. Y doloroso.
Igualmente Sorkas dejó el festín a la mitad. Era demasiado para él. Ya llegaría algún otro animal y se la llevaría lejos, continuando con el ciclo de la vida. Ahora lo mejor que podía hacer era recostarse en la frondosa canopia y… digerir. Tal vez echarte un sueñito, también. Al fin y al cabo, ya iban cuatro Portadores (dos Maestras incluidas) además de él, ¿qué tan importante sería su ausencia?
Ya estaba a punto de caer dormido y vivir aventuras sin igual en el mundo de los sueños cuando…
Aparecieron. Docenas y docenas de ellos cruzaron las ramas y el follaje que cubrían una de las entradas al refugio de Sorkas. Para sus gigantescos cuerpos, no fue problema alguno quitarse de encima la vegetación. Avanzaron todos juntos como un gran grupo hacia el enorme árbol bajo el que Sorkas descansaba, lenta y majestuosamente.
Gorilas.
No notaron su presencia. Se había disfrazado contra la canopia al echarse sobre ella, y ahora se encontraba cubierto por los trozos de corteza y hojas que la componían. Algunos de los que pasaron por allí, especialmente el líder, olisquearon el aire a su alrededor con curiosidad. Ninguno fue capaz de encontrarlo ni miró en su dirección. Podía sentirse aliviado. Sólo tenía que esperar a que se fueran, entonces podría levantarse e irse de allí. Ya sólo quedaban unos cuantos...
¿Pero qué era ese ruido?
—Huele curioso, ¿eh? ¿No te parece?
—Seh, bastante dulce y... ¡puf! ¡Pica! ¿Qué demonios es eso?
Oh, pero si eran sólo un grupo de gorilas adolescentes conversando, nada de que preocuparse.
...
...un momento, ¿cómo...?
—Es la fruta ésa fea de allí, ¿que no la veis, cegatones? Algún babuino demente le habrá dado unas mordidas.
¿...los gorilas... hablando...?
—¿Pero de qué estás hablando, Kortuk? ¿Esa ciruelilla de allí? No me digas que-- Oooooh, rayos.
—¿Qué, qué?
Sorkas se había vuelto loco. Loco por insolación.
—¿No lo sabes? ¡Los bonobos lo estaban comentando el día de la catarata!
—¡Sólo suéltalo!
—¡Es una de las frutas de La, sus sirvientes las estaban cultivando, tío! ¡Y ahora alguien se la ha zampado! ¡Jooooooooo! ¡Hay que largarnos de aquí, hay que decirle a Kerchak antes de que esos fenómenos de dos patas regresen!
—Nos estás vacilando, vale ya...
—¿Te parece ésta la cara de alguien que os está vacilando? ¿Eh? ¡No! ¡Ésta es mi cara para vacilar! ¡Ésta- no! ¡Ahora muévete, hay que dar el aviso!
Y dejando a Sorkas tan confundido, simplemente se alejaron corriendo.
*¨*¨*
El brillo que el encantamiento despedía era hipnótico y cautivador. También era algo reconfortante, tranquilizador para su alma, pero eso ya no sabría si atribuirlo al hechizo o a la Maestra que lo convocaba. La mano de Rebecca pasaba por encima de su pierna con cuidado y delicadeza, subiendo y bajando lentamente conforme la herida iba cerrando poco a poco. La luz verdosa parecía acariciarlo también, llenándole la zona con una reparadora calidez; y los pétalos rosados, etéreos y casi transparentes, caían sobre su piel y acababan con el escozor en un instante.
—
Lamento no haberte puesto más atención en ese momento, Enok —se disculpó Rebecca, posando su mano sobre su piel para darle los últimos toques: sólo quedaba la piel, la herida a esas alturas parecía más una mancha que nada. Si no fuera por la sangre seca, nadie sabría que allí lo habían lastimado—.
No estaba exactamente, um… bien
>>Me alegra que a ti no te haya inyectado veneno. …pudo haber sido peor… para los dos.Sí, aquello se había quedado sin explicación, lo de Rebecca prácticamente agonizando y él encontrándose perfectamente bien. Seguramente lo había notado tras ponerse a pensar un poco. ¿Había sido la naturaleza de la herida o decisión propia del animal? Y si hubiera sido esto último, ¿por qué lo había decidido así? ¿A quién había decidido matar y a quién devorar? ¿Había diferencia alguna entre ambas cosas?
—
Debiste decir algo cuando llegamos los dos al campamento… merecías ser cuidado tanto… o más que yo, como Aprendiz —continuó. Detuvo también el hechizo, dando por acabado finalmente su trabajo. Habían vuelto a la casa del árbol para eso, para descansar un poco, cuidar de sus heridas como era debido y buscar a su compañero extraviado—.
Aunque también… es, um, es bueno que hayamos esperado para curarte. ¿Sabías que las heridas que son sanadas con magia dejan con frecuencia cicatrices y secuelas si se hacen apresuradamente; por ejemplo, en batalla? —explicó con una sonrisa que, aunque lo intentó, no pudo ocultar. De verdad le gustaba conversar sobre magia, ¿verdad?
Aunque pareció de pronto darse cuenta de qué estaba hablando, pues apartó su mano derecha con rapidez y ocultó la mitad de su rostro con su cabello. Sin quererlo siquiera, había atraído la atención de Enok a un tema algo… incómodo. Ella misma exhibía cicatrices en la mitad de su cuerpo, después de todo.
—
Otras cosas son imposibles de reparar —terminó en un susurro. Las palabras sabrían amargas incluso para Enok, que no las había pronunciado.
Rebecca forzó una sonrisa y se levantó de la madera donde había estado arrodillada. Las tres figuras que entraron a la cabaña fueron una muy buena excusa. Fyk y Yami, quienes habían buscado a Sorkas en los alrededores de la casa del árbol, habían vuelto exitosos. La Maestra cargaba con éste último del brazo, puesto que si bien no se hallaba completamente inconsciente, no parecía poder mantenerse en pie de manera adecuada.
—
Nos lo hemos encontrado bajo la cabaña, derrumbado en el suelo y sabrá Dios qué habrá comido. ¡Mira sus pupilas, Bequita, son como dos pequeños hoyos negros superdensos que lo tragan todo! ¿Algún honguito atractivo de la selva? ¿Los vapores de una planta quemada por casualidad? Ay, no, mi pajarito... *¨*¨*
Casi la encontraban. La pelirroja con corazón roca y la paliducha inconforme, por poco y hallaban el secreto en su catarata. Se habían quedado de pie observándola detenidamente y luego una de ellas, la pequeña, había sacado una especie de báculo de metal. Había apuntado directamente hacia la laguna y había removido las energías, ella lo había percibido. Y lo había ocultado: las dos mujeres creyeron sus esfuerzos infructuosos.
Fuese lo que fuese aquel artefacto, despedía magia. Y luz. Y oscuridad. Las bestias de las penumbras se agitaban.
Vio a las dos partir en una puerta hecha de estrellas. Aquello fue el punto definitivo que la obligó a reconocerlas como individuos de gran poder. De un poder incluso superior al de ella, tal vez.
No. ¿Cómo se le ocurría pensar eso siquiera? Sólo estaban fuera de su comprensión, eso no las hacía mejores. Después de todo, ella tenía la magia de sus ancestros, de un pueblo difunto, en sus manos; el obsequio de una fortuna sin igual, incomparable a cualquier cosa que la jungla pudiese ofrecerle; y el privilegio de su sangre real, reflejada en su insuperable belleza.
Sólo necesitaba entenderlas. Adquirirlas. A ellas o a aquel báculo singular. Y lo haría, estaba segura, a su debido tiempo.
Y entonces demostraría por qué ella, Reina La, era
superior.*¨*¨*
¡Buf!
Soul Eater, recibes 64 PX. Subes de nivel. Estoy bastante alegre de haber trabajado contigo, en serio. Habiendo sido la única de Bastión Hueco en apuntarse a la Trama, te sentí siempre muy desbalanceada comparada con el resto, muy ajena a la historia y a los NPCs. Pero supiste sacar lo mejor de las cosas; y lo que es mejor que eso, de una manera que personalmente considero única y llamativa.
El enfoque que le das a Gata me agrada bastante y creo que es un personaje con mucho potencial, en particular por toda esa hostilidad y esas ganas de desafiar a todo el mundo. Necesitas darle un poco más de cuerpo, hacerlo todo más sustancioso con acciones que reflejen inequívocamente su personalidad: por ejemplo, de verdad hacer o decir lo que piensa es un buen comienzo. Porque por dios, la niña piensa mucho.
Errores, sorprendentemente, no encontré muchos. Y digo sorprendentemente porque lo último tuyo que leí antes de esta Trama fue directamente tu Prólogo, y la mejoría destaca al instante. Los que sí tengo que señalar y que bajan tu puntuación, solo un poco, son básicamente tres cosas:
La primera y menos importante es el uso de los guiones que tuviste al principio de la Trama. Creo que no tengo que decirte nada al respecto, porque después de unas rondas entradas en ella, lo corregiste y cambiaste a guión largo. Así que solucionado ya está.
El segundo punto es que, sumergidos en los pensamientos de Gata, puede costar conectar las ideas. Hay algunas frases que se leen demasiado apresuradas, sin puntuación en ellas que le den al lector un sitio de dónde asirse. Esto es peligroso, porque si los detalles no se acomodan en el sitio correcto y en la medida apropiada, la idea principal puede perderse. Igualmente, es algo que no te he visto hacer muy frecuentemente, pero te lo señalo para que tengas más cuidado.
Lo último es algo que he visto contadas veces, pero que ha destacado en cuanto pasé mis ojos por encima: algunas de tus expresiones no cuadran. Por ejemplo, cuando Wix le ha dado la reprimenda a Gata por no apreciar su don, has señalado que la chica se siente “cohibida y despectiva”. ¿Despectiva? En todo caso es Wix la que está siendo despectiva con Gata. Es el último ejemplo que vi, y por eso el primero que se me vino a la cabeza.
Y finalmente tienes los problemas comunes con la repetición de palabras. Nada grave, pero te sucede de vez en cuando y puede llegar a ser algo chocante para el lector.
¡Sigue así! Sé que puedes ser mucho mejor. Y aprovecha muchísimo a tu personaje.
Sheldon, recibes 46 PX. Subes de nivel. Muchacho, tú eres un caso complicado. Y cuán complicado…
Esta sentencia que voy a darte no es sólo mía. Creo que al menos otros dos o tres GameMasters lo han comentado en algún punto aleatorio de nuestras reuniones: tu estilo es demasiado cargado. Si estuviéramos en Europa del siglo XVII, los críticos te amarían. Desgraciadamente, no estamos vaciando nuestra espiritualidad; estamos… roleando. Y es difícil para muchos seguir el hilo de un estilo que pretende pasar por barroco pero se aleja muchísimo de cualquier concepto estético y armónico. Hay una diferencia entre ser detallado y ser excesivo; necesitas aprender a marcar mejor esa línea.
Los fallos que te señalo a continuación son consecuencia del estilo que has intentado adoptar últimamente (porque en un principio, cuando llegaste al rol, tus escritos no eran así). Cuando intentas extenderte en detalles, terminas por perder el enfoque y el sentido de tus frases, al grado de que en (contadas) ocasiones, ¡ni siquiera terminaste la frase que empezaste en primer lugar! Y cuando te llegan a faltar las comas y todo se apresura y se comprime en un espacio demasiado pequeño para que podamos comprenderlo porque de pronto está avanzando muy muy rápido pues terminamos por ver que liberamos un salvaje huracán de confusión que—
Ah, allí está el siguiente punto. Las metáforas y analogías. Son una herramienta fantástica, pero hay que saber usarlas bien. Las tuyas llegan a ser muy, muy forzadas, tanto que ni siquiera hay punto de comparación entre los dos sujetos que intentas contrastar. Creo que esto lo haces porque, estando tan acostumbrado a detallar absolutamente todo lo que escribes, no soportas una frase directa y mundana, y necesitas añadirle algo que la adorne. Y a veces la decoración es demasiado chocante para soportarla.
Muy unido a esto se encuentra tu uso incorrecto de ciertos adjetivos, lo que termina creando expresiones que no son funcionales. “Un rostro empapado en una línea tenue de indiferencia”… Jane teniendo movimientos “enamoradizos aunque nerviosos”… “Enormes y agresivas manchas”… Agregas la palabra incorrecta a la mezcla y de pronto ya tienes tu receta para el desastre. Por esto mismo también interpretas de una manera completamente equívoca a otros personajes, como cuando dijiste que Fyk y Sorkas “se acercaron con cierto aire de desdén” a las Maestras, o que podías ver “desesperanza en los ojos de Yami” mientras examinaba la foto. Usas palabras que crees que pueden sonar bien, pero que no cuadran para nada con el escenario que se te presenta, por lo que terminas alejándote un amplio trecho del significado original y contradiciéndote con los posts de tus compañeros.
Veo también que de vez en cuando te fallan las tildes del pretérito en primera persona (‘quedo’ en lugar de ‘quedó’, por decir algún ejemplo), algunas tildes diacríticas y… algunos otros detalles, como poner ‘hacía’ en lugar de ‘hacia’.
Además, el metagame con Terk haciéndote señas… no sé qué justificación tomaste para llegar a tal razonamiento, pero… pues… no…? No tenías que descifrar su mensaje, simplemente seguirle el juego, pero aun así… puf, ha sido un tiro en la oscuridad, ha chocado demasiado y ha terminado por quitarte puntos. (Si quieres saber a qué se refería Terk, estaba llamando a Enok y a Yami “Tarzán”. No sólo es el nombre del conocido personaje, pero también significa “Aquél sin pelo” en el idioma de los gorilas. ¿Ves? La idea no era que descifraras el mensaje, sino que continuases interactuando con Terk).
Flan, no recibes puntaje por ser extra. Igualmente, creo que lo menos que esperas es una opinión. Por el poco contenido de tus posts (bueno, 'poco' relativo a los de los demás) no hay muchas cosas que se puedan señalar, así que siento no poder extenderme tanto como con Soul y Sheldon.
Es bastante raro ver a alguien que se concentre por completo al más puro estilo RPG, con todo mundo repitiendo los posts una y otra vez. No sé si es refrescante o chocante, francamente; debe ser opinión personal, por lo cual no quisiera en futuras ocasiones tomarlo como algo a calificar.
Tienes lo usual, algunas palabras repetidas por aquí y allá.
Sorkas, recibes 6 PX. Where the fuck were you mate? No puedo darte más porque participaste en tan pocas ocasiones que prácticamente no estabas aquí. Entre tus errores tengo que señalar el estilo tajante y apresurado, la falta de varias tildes y la repetición masiva de palabras.