Re: [Mundo Inexistente] Alianza en las penumbras
Publicado: Dom Dic 15, 2013 3:34 am
Spoiler: Mostrar
─Alexis, no creo que sea buena idea enfrentarse a ellos... Pero podríamos entretenerlos.
La niña no pudo ocultar su extrañeza debido a las palabras de Xayim. Aunque era evidente que aquella idea ya se había cruzado con la mente de Alexis, los detalles y las especificaciones que su compañero había ideado era lo que le interesaba, por supuesto. ¿Pero podía ser la idea del joven mejor que cualquiera de las que se le pudieron ocurrir a Alexis?
Esperando tenderle una trampa a sus oponentes, el joven Xayim se preparó para tomar la delantera en la pelea que estaba a punto de estallar. Captando la atención de todos los presentes, echó su brazo hacia atrás, disponiéndose a lanzar su ataque. Kazuki reaccionó inmediatamente alzando su bastón para repeler cualquier cosa que se dirigiera hacia ellos, mientras el Aprendiz gordito decidió que era mejor idea cubrirse la cara con los brazos y soltar un curioso gemido.
─Aquí va a haber cacería.
Sin embargo, lo que salió de la palma del joven Aprendiz no fue ningún hechizo. Todos los presentes reconocieron la familiar silueta apenas ésta comenzó a tomar forma entre los dedos de Xayim, quien finalmente ejecutó el movimiento final, a la par que un grito resonaba a sus espaldas:
—¡¡No!!
Para cuando Alexis reaccionó, ya era demasiado tarde. La Llave-Espada terminó de materializarse en el aire, pero desafortunadamente, la estrategia no funcionó como Xayim esperaba. Si la habilidad hubiera sido suya, todo hubiese funcionado perfectamente; pero era Alexis la que había girado el eje de gravedad, no de uno, sino de ambos. En otras palabras, todo lo que entrase en una 'burbuja' por así decirlo, estaría atrapado en la gravedad alterada.
De manera que, irremediablemente, la Llave-Espada no cayó al suelo, sino que regresó al muro en una perfecta parábola y se deslizó por el ladrillo hasta que se quedó atascada en una ventana, a sólo dos plantas por debajo de Xayim.
—¡Tú- tú- tú-! ¡...idiota! —gritó Alexis, mirando alarmada alrededor, como si esperara que algo llegase a atraparla en cualquier momento. Aunque su entorno no había cambiado en lo más mínimo, todos sabían lo que estaba por venir.
El primero en moverse fue Kazuki, quien salió disparado en dirección al muro, sin decirle nada a Neas ni a Derhe. Para la terrible sorpresa de los dos Aprendices de Bastión Hueco, el Maestro se alzó en el aire con un Doble Salto, esperando alcanzar a los que se encontraban sobre el muro. Derhe fue el que se quejó primero, gritando el nombre del Maestro, claramente molesto por haberlo dejado solo con Neas; la siguiente fue Alexis, que sólo gritó algo como "¡Aléjate!" antes de que su voz se viera enmudecida.
Una especie de disparo se escuchó bajo los pies de Kazuki, que se había pegado a la pared para no evitar caer durante unas valiosas milésimas de segundo. Suficientes para que el joven mago se impulsara con un último hechizo de viento que lo levantó otro par de metros. Ayudado por su encantamiento, el Maestro 'cayó' sobre el campo de Alexis con una ágil voltereta. Inmediatamente tomó la Llave-Espada de Xayim con su mano libre e hizo ademán de lanzarla en dirección a la chica y su compañero.
Y sin embargo, todo se vino abajo para Xayim, quien ya no pudo ver nada más. De pronto, su cuerpo recuperó su eje original e irremediablemente se vio arrastrado hacia el pavimento, desde cuatro plantas y media de altura. Neas pudo contemplar, no obstante, el escenario completo: sin tiempo para pensar, Alexis retrocedió con un amplio salto hasta que alcanzó el borde de la azotea. Recuperando un severo semblante, trazó un amplio arco con el brazo y apuntó en dirección al Maestro, quien súbitamente perdió la gravedad que lo sostenía en su sitio, al igual que el Aprendiz ataviado en su Armadura.
Antes de que cualquiera de los dos Caballeros se estrellara contra el pavimento, Neas y Derhe contemplaron con horror cómo el agua de lluvia a su alrededor comenzaba a teñirse de color negro...
Los Sincorazón venían. Y esta vez, eran más de los que podrían detener, especialmente sin Kazuki a su lado.