Concentrada, debía concentrarme hasta que el maestro se diese por satisfecho. Esperaba desde lo más profundo de mí interior no decepcionarlo, ni a la maestra Ariasu por supuesto.
—
¡Fiuu, fiuuu! —Silbó la maestra, impresionada por algo.
No debía abrir los ojos bajo ningún concepto, si lo hacía detendría la prueba por mi parte, no cedería hasta que el maestro Ryota así lo dijera. Aunque de inmediato mis oídos me transmitieron cómo éste se levantaba del sitio.
—
Vaya, parece que ha sido provocado —¿Provocado? Era evidente que se refería a Saito, pues yo era hembra.
Fuera como fuera, mantuve los ojos cerrados, concentrada, hasta que pudiese sentir un extraño líquido en mis tobillos que me hiciese abrir los ojos de golpe. ¿Qué demonios pasaba? Primero me observé a mí misma, pues había conseguido generar una extraña energía alrededor de mi brazo, mostrando pequeños y finos tentáculos se humo oscuros. Pero en cuanto observé a Saito... aquello me hizo retroceder un poco, impactada.
¿¡Pero qué..!?Al joven lo rodeaban unos grandes tentáculos de color negro y con algunas tonalidades púrpuras, éste permanecía en una especie de trance. De Saito también emergió un líquido negro que inundó en pocos segundos la Sala del Trono, sin llegar a los maestros situados sobre las escaleras.
—
¿¡Quién es el imbécil que está atrayendo a los sincorazón!? —Preguntó de inmediato otro joven Usuario que irrumpió con prisas en la Sala del trono. Lo recordé vagamente, aunque desconocía su nombre de Usuario, creía haberlo visto en alguna que otra ocasión, pero entre el cansancio, el frío, el molesto sudor que recorría mi cuerpo y lo que le sucedía a Saito formaron un cúmulo en mi mente que me impidió recordar con claridad.—
Oh, vale: afinidad. Entiendo. Siento interrumpir, si me disculpan.. —Y así tal cual, el joven se marchó de la Sala tranquilamente.
Fuera como fuera, me planteé qué le estaba sucediendo a Saito, ¿acaso no era capaz de controlar el poder de su interior y éste estaba a punto de destruirlo? ¿O simplemente su poder era así de grande? Me decanté por el primer razonamiento, pues en el combate anterior Saito no estuvo a la altura de tal poder, aunque poco comprendía yo sobre los poderes de los Usuarios, muchas cosas escapaban a mi comprensión, como la Oscuridad interior, o la Luz, esas cosas.
—
Ryota, me parece que vamos a tener que hacer algo. Como siga así, tendremos que eliminarlo, ¿no crees? —¿Eliminarlo? ¿Por qué razón? Efectivamente, el mundo de los Usuarios era idéntico al del PCM, Ariasu y Ryota pasaron a sustituirlo, si yo fracasaba, sería eliminada también. Saito pareció hacer algo mal, pero no entendía el qué.
Seguí concentrándome, en ningún momento dejé de lado la prueba, pude observar como la energía que me rodeaba a mí crecía en ocasiones, en otras se volvía más pequeña, pero ahí estaba, la lograba mantener.
—
No te precipites, Ariasu. Saito, escúchame. Sé que aún puedes. Aprovecha esa oscuridad, pero no dejes que te controle. Demuestra que eres más fuerte que ella. Dale forma, no dejes que la misma te de forma a ti, atrapándote. Si no, te convertirás en sincorazón.. y no tendremos otra opción que eliminarte. Y no podrás cumplir tus objetivos. —Entonces comprendí todo, si se dejaba superar por su poder se transformaría en una de esas cosas tan agresivas, por el contrario, si lo controlaba, éste no se transformaría. ¿Me sucedería lo mismo a mí? Cierto era que todo llevaba una parte positiva y otra negativa, mucho poder conllevaba a eso, a perder tu identidad, y tu existencia. Me concentré mucho más para controlar el poder que había en mí, no me podía permitir la derrota habiendo llegado tan lejos.
—
¡Así que ya sabes, Saeko! ¡Si la cosa se pone fea, tendrás que actuar! —Me ordenó la maestra.
Mi rostro no pudo evitar esbozar una siniestra sonrisa, la idea de eliminar a Saito me gustaba, así concluiría el combate anterior. Pero de inmediato me volví a mostrar seria, intentando mantener la concentración, observando mi brazo en todo momento.
—
Maestra, no le quepa duda de ello, cuente conmigo. —Mi cansancio no sería una excusa para no actuar, bajo ningún concepto.
Entonces la Oscuridad que rodeaba a Saito comenzó a ceder, o eso pude percibir por el rabillo del ojo.
—
Gracias Maestro Ryota, si no hubiese sido por usted me hubiese costado más despertar … Espero que con esto, les demuestre que soy digno de confianza para otras misiones más adelante. —Explicó, ¿lo considerarían los maestros como alguien apto para los cometidos más importantes? Yo no opinaba lo mismo, había estado al borde de transformarse en un Sincorazón, al contrario que yo, que logré mantener mi poder equilibrado.—
Por mucha oscuridad que haya en el camino, siempre habrá un haz de luz al final por el cual te podrás guiar… Ahora, desapareced de mi vista. —Concluyó, intentando controlar la situación que momentos atrás le había superado.
Yo me mantuve al margen de todo lo relacionado a él, no haría falta intervenir para eliminarlo. Ni el maestro Ryota ni la maestra Ariasu dijeron en ningún momento que la prueba hubiese finalizado, pero Saito lo interpretó como tal. Yo seguí concentrada en mi poder, intentando que creciera, sintiéndome poderosa, pero poniendo cierto control, aprendí bastante de la lección explicada por el maestro y por el fallo de Saito, ya sabía lo que no debía hacer.
—
La prueba no ha finalizado, no te quedes ahí como un pasmarote y sigue. —Le dije a Saito.
Yo volví a cerrar los ojos, tranquila y segura de mí misma. No sería eliminada jamás.