Las siete maravillas - Fin
Publicado: Dom Ene 04, 2015 3:55 pm
—Yen Sid es un antiguo maestro de la llave espada, ya retirado —comenzó a explicar Akio, tras haber escuchado la explicación de Neru y las preguntas respectivas—. La Torre de los Misterios, la torre que habéis visto, es su hogar. El viejales no suele intervenir mucho en los asuntos de la Orden, ni siquiera ahora con la guerra...
—Y yo qué se —respondió a la pregunta de Myxa, encogiéndose de hombros—. Nunca había visto nada parecido, no parecen sincorazón. De todas maneras, no he estado muchas veces en la Torre, pero Yen Sid guarda allí muchos secretos y cosas... mágicas. Una vez escuché que incluso la entrada a un mundo raro. Sea lo que sea, descubriremos lo que es y le daremos una paliza.
Los cuatro ascendieron por las escaleras hasta llegar a un pequeño rellano, a poca distancia de la parte más alta de la torre. El pequeño maestro se giró, con los brazos cruzados, y miró a los aprendices.
—Enhorabuena, habéis sobrevivido sin mí. Puede que no seáis tan inútiles como me pareció esta mañana. —Hizo un leve gesto con la mano, creando un portal de luz entre ellos—. Volvamos. Tengo que hacer el marrón de informar de todo esto cuanto antes.
»Y tú necesitas un baño —añadió, señalando a Myxa.
Volvieron a Tierra de Partida. Ya habían tenido suficientes maravillas por hoy.
Shinju escuchó las explicaciones de Freya con aparente tranquilidad, dando pequeños sorbos a su té de vez en cuando y sin poner problemas a que la aprendiza cogiera todas las galletas que quiso. Aunque Lolo sí que soltó un leve graznido al verlo.
Cuando Freya terminó, Shinju esperó a que Enok añadiera algo, pero no tuvo suerte. Le lanzó una mirada de reproche, antes de terminarse el té y empezar a responder.
—Cualquier cosa —dijo, refiriéndose a la primera pregunta de la chica—. Yen Sid es un hechicero de los poderosos, y encima fue un maestro de la llave espada hace mucho. Dentro de la Torre hay muchas cosas raras, la última vez que la visité incluso encontré la entrada a otro mundo. Algo ha debido volverse contra él, habrá que investigarlo.
—Proteger la mansión del bosque de Akio, el maestro de Tierra de Partida, y hacer unas compras —explicó, a la pregunta de Enok, comiendo una galletita—. Cuando intenté invocar el tren fantasma para ir a buscaros, no hubo suerte. Encima Nanashi tenía razón: algo bloquea la entrada a la Torre por el intersticio, así que el tren es la única forma de acceder.
»Estáis vivos, así que tan mal no lo he hecho. Pero si volvéis a divertiros sin mí, os arrancaré los ojos con cariño. ¿Entendido?
Les hizo un gesto con la mano, indicándoles que la siguieran. Bajaron hasta las Terrazas del Atardecer, donde buscaron un pequeño callejón desierto. Allí, Shinju abrió un portal de oscuridad que les llevó de vuelta al Bastión.
Ya habían tenido suficientes maravillas por hoy.
Continuará...
Novata
El amo no está solo
???
—Y yo qué se —respondió a la pregunta de Myxa, encogiéndose de hombros—. Nunca había visto nada parecido, no parecen sincorazón. De todas maneras, no he estado muchas veces en la Torre, pero Yen Sid guarda allí muchos secretos y cosas... mágicas. Una vez escuché que incluso la entrada a un mundo raro. Sea lo que sea, descubriremos lo que es y le daremos una paliza.
Los cuatro ascendieron por las escaleras hasta llegar a un pequeño rellano, a poca distancia de la parte más alta de la torre. El pequeño maestro se giró, con los brazos cruzados, y miró a los aprendices.
—Enhorabuena, habéis sobrevivido sin mí. Puede que no seáis tan inútiles como me pareció esta mañana. —Hizo un leve gesto con la mano, creando un portal de luz entre ellos—. Volvamos. Tengo que hacer el marrón de informar de todo esto cuanto antes.
»Y tú necesitas un baño —añadió, señalando a Myxa.
Volvieron a Tierra de Partida. Ya habían tenido suficientes maravillas por hoy.
Shinju escuchó las explicaciones de Freya con aparente tranquilidad, dando pequeños sorbos a su té de vez en cuando y sin poner problemas a que la aprendiza cogiera todas las galletas que quiso. Aunque Lolo sí que soltó un leve graznido al verlo.
Cuando Freya terminó, Shinju esperó a que Enok añadiera algo, pero no tuvo suerte. Le lanzó una mirada de reproche, antes de terminarse el té y empezar a responder.
—Cualquier cosa —dijo, refiriéndose a la primera pregunta de la chica—. Yen Sid es un hechicero de los poderosos, y encima fue un maestro de la llave espada hace mucho. Dentro de la Torre hay muchas cosas raras, la última vez que la visité incluso encontré la entrada a otro mundo. Algo ha debido volverse contra él, habrá que investigarlo.
—Proteger la mansión del bosque de Akio, el maestro de Tierra de Partida, y hacer unas compras —explicó, a la pregunta de Enok, comiendo una galletita—. Cuando intenté invocar el tren fantasma para ir a buscaros, no hubo suerte. Encima Nanashi tenía razón: algo bloquea la entrada a la Torre por el intersticio, así que el tren es la única forma de acceder.
»Estáis vivos, así que tan mal no lo he hecho. Pero si volvéis a divertiros sin mí, os arrancaré los ojos con cariño. ¿Entendido?
Les hizo un gesto con la mano, indicándoles que la siguieran. Bajaron hasta las Terrazas del Atardecer, donde buscaron un pequeño callejón desierto. Allí, Shinju abrió un portal de oscuridad que les llevó de vuelta al Bastión.
Ya habían tenido suficientes maravillas por hoy.
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