[País de Nunca Jamás] Nuestro tesoro

Trama de Light, Hana, Freya, Myxa y Jeanne

La aparente traición de Tierra de Partida en un acuerdo de paz provocó el anuncio de la guerra por parte de Bastión Hueco. Los aprendices deben enfrentarse entre sí, entre antiguos amigos y compañeros. ¿Cómo lograrán sobrevivir cuando otras amenazas acechan?

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro, Sombra

Re: [País de Nunca Jamás] Nuestro tesoro

Notapor 15nuxalxv » Mié Abr 08, 2015 5:27 am

Una vez llegué al interior de la roca, vislumbré al fondo un cofre. El corazón me estalló de alegría. ¡Al fin! Casi ni podía creerlo.

Iba a tomar el camino largo y seguro cuando un Sincorazón apareció. Entonces, quedé bloqueada. Además, para colmo, una Sombra apareció detrás de mí; arañándome la pierna con ganas. Me mordí el labio dolorida, aunque no tuve mucho tiempo para lamentaciones. El demonio volador me dirigió un golpe con uno de sus puños (que se había rodeado de una fantasmagórica aura azul) en toda mi mejilla. Me iba a dejar marca, seguro. Recé para que mis gafas no hubiesen salido dañadas.

Debido a la inercia, mi cuerpo se precipitó al vacío irremediablemente. Mi labio comenzó a sangrar cuando lo mordí con aún más saña, tratando de evitar gritar. La Sombra se lanzó hacia mi corazón, pero acabó por evaporarse en una nube de oscuridad. Cerré los ojos, preparándome para un fuerte impacto con el mar que bañaba el fondo de la cueva.

Sin embargo, ese momento no llegó. Unos brazos me agarraron por la cintura en el último segundo, depositándome en el agua como una pluma. Abrí los ojos, algo aturdida, y vi a mi salvadora: la sirena.

Tú también usas magia, puedo olerla. Pero aquello que buscas no está aquí. El Tesoro se encuentra mucho más abajo; ven conmigo.

Antes de poder asimilar aquella información, la joven híbrida se sumergió. En parte por miedo a que huyera y en parte por el Tesoro, la seguí enseguida.

Nos internamos en las profundidades oceánicas durante un largo rato. Estaba cansada por todo la magia que había realizado y me picaban los ojos por la sal (pese a que las gafas ayudaran a protegerlos), pero traté de seguir el ritmo de aquella innata buceadora. Llegamos hasta una grieta en una roca que desembocaba en un oscuro túnel. Me habría gustado seguir, pero me ardían los pulmones por la falta de oxígeno y me dolía la cabeza por la presión del agua. Con las pocas fuerzas que me quedaban, comencé a ascender. La sirena me acompañó hasta la orilla, comprendiendo lo que me sucedía.

No podéis seguir sin usar magia más poderosa… Sólo nosotras somos capaces de entrar. ¿Y tú? ¿Acaso vas a ayudar a tus compañeros contra los piratas de Garfio?

Me parecía algo extraño que de pronto quisiese ayudarme, pero no insistí, sobre todo por el potente cañonazo que resonó en la lejanía. El eco se intensificó cuando el ruido rebotó en las paredes de la cueva, provocándome un escalofrío. Sin duda, mis compañeros debían estar en problemas.

Salí del agua y me senté en la orilla, evaluando mis posibilidades. Con un vistazo pude ver que la sirena podría llevarme perfectamente hasta el galeón… Si estaba dispuesta, claro. Recordé el cofre del piso superior… Al igual que el dolor de la pierna y la mejilla. No quería vérmelas de nuevo con ellos, y Light y Hana (y por lo que habían dicho los niños, Freya) me necesitaban.

Esto, señorita —Tragué saliva—. ¿Sería tan amable de llevarme hasta mis compañeros? No creo que llegase a tiempo por mi misma.

Si me respondía afirmativamente, partiríamos al momento. Una vez venciéramos a los piratas (prefería pensar positivamente), tal vez ellos conocieran una “magia más poderosa”... O en todo caso, podríamos buscar a Ronin.

Yo ya había hecho todo lo posible, y no había sido poco.

Spoiler: Mostrar
Permiso para matarme por fallar la ronda anterior concedido xd.
Avatar de Usuario
15nuxalxv
49. Mandrágora
49. Mandrágora
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 1461
Registrado: Dom May 20, 2012 3:55 pm
Dinero: -600,907.82
Banco: 33,068.83
Ubicación: Kimbolton Castle
Sexo: Femenino
Estantería de objetos
Karma: 14

Re: [País de Nunca Jamás] Nuestro tesoro

Notapor Crystal » Jue Abr 09, 2015 9:37 pm

Cuando salí, para mi suerte, no tropecé con nada y por lo tanto no me caí ni salí herida. Para mi suerte, aquel polvo había surgido efecto ¡Y estaba volando! Mi cuerpo estaba suspendido en el aire; era una sensación increíble.

Parece que la clave es desearlo con fuerza. —comentó Fran; Campanilla asintió con la cabeza.

Por lo visto yo lo había hecho. Me alegré de que así fuera.

Justo entonces, se acercó a Fran un hombre bastante elegante y apuesto que portaba una escopeta. Me quedé mirándolo con asombro; por su actitud parecía que ya se conocían de antes, o aquella confianza era inexplicable.

Qué sorpresa, no esperé que nos fuésemos a encontrar en estas circunstancias. Puedo imaginar que ya lo has encontrado, ¿no? —Fran asintió, y sacó aquel mapa que había guardado tan rápidamente antes. ¿Qué narices era aquello?— ¿Y estos niños? Oh… No me digas que nos está saliendo competencia.

—¿¡A qué estáis esperando para acabar con ellos!?

Dejé de prestar atención a aquel señor cuando empecé a escuchar a los piratas acercándose. Debíamos actuar con rapidez si no queríamos salir mal parados de allí.

Eso parece.

En ese momento escuché un disparo desde alguna parte que no tardé en identificar: la vela. Fui lo suficientemente rápida para esquivarlo, lanzándome hacia el otro lado; toda una suerte. Los demás empezaron a estar rodeados de más piratas también. Light recibió la compañía de lo que nos aclaró que era su mascota.

Entonces se escuchó un cañón. Me giré para ver de dónde provenía el sonido y pude ver una barca a la lejanía.

¡Hana!

Supuse que esa tal Hana había sido usada de proyectil. Aunque me hubiese gustado preocuparme un poco más por ese asunto, no podía dejar de lado la disputa que se iba a generar en el barco.

―¡Ellos son los ladrones que nos robaron la otra vez!

―¡Esta vez acabaremos con todos!

―¡Que no salga nadie!

Tras aquello, se lanzaron sobre todos. Era momento de luchar. Justo después, una gran nube de oscuridad apareció encima del barco. Miré con asombro lo que había: un gran sincorazón.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Es el Sincorazón, Fran. Hay que acabar con él como sea.

Eso, si nos lo permiten.

¡Freya! —exclamó Garfio, llamando mi atención— ¡Tanto tú como tu maestra… Me habéis engañado! ¡No creáis que vais a salir de aquí! ¡Sin piedad, muchachos!

¡Descuide, capitán! —repliqué—. Saldremos antes de lo que cree.

Dado que Light parecía encargarse de la parte del barco, decidí que yo me encargaría de aquel odioso sincorazón. Poder volar me ayudaría a llegar hasta él, y quizás Fran y su amigo también colaborarían. Pero no podía ir sola.

Campanilla, échame una mano.

Volar al principio fue un poco complicado. Era demasiado extraño el hecho de no tener los pies en la tierra; literalmente hablando. Pero no me costó demasiado cogerle el truquillo. Una vez manejado eso, me elevé más en el cielo, hasta poder acercarme lo suficiente.

Sacaría una de las pistolas, y con la mano derecha invocaría la Llave Espada. Cuando tuviese a tiro al sincorazón, dispararía bastantes veces con la pistola, en una de las cuales utilizaría una Bala Oscura. Si decía contraatacar, intentaría esquivarlo o bloquear el ataque con la Llave.

Si alguno de abajo necesita ayuda, no dudes en ir a por ellos —le aclararía al hada.

Finalmente, intentaría lanzar una Flama Tenebrosa, deseando que aquello lo hubiese debilitado. Aunque solo fuese un poco.

Spoiler: Mostrar
▪ Bala oscura (HM) [Nivel 5] [Requiere Poder Mágico: 5; Puntería: 3]. Disparo de oscuridad que al impactar contra el objetivo le provoca daños afines a Oscuridad. Consume una bala.

▪ Flama tenebrosa (HM) [Nivel 3] [Requiere Poder Mágico: 4] Ataque básico de elemento Oscuridad. Proyectil de penumbras lineal en forma de llama, con muy pocas posibilidades de cegar al enemigo.
Imagen
Imagen
Spoiler: Mostrar
Imagen

Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Avatar de Usuario
Crystal
27. Trepador
27. Trepador
The Unknowns
 
Mensajes: 808
Registrado: Lun Jul 21, 2014 3:19 pm
Dinero: 593,885.90
Banco: 15,509.00
Ubicación: En busca de Tidus.
Sexo: Mucho, gracias por preguntar
Clan: The Unknowns
Estantería de objetos
Karma: 17

Re: [País de Nunca Jamás] Nuestro tesoro

Notapor Nell » Sab Abr 11, 2015 12:18 am

Gracias a que estuvo indagando entre sus improvisados compañeros durante la travesía en la barca, pudo enterarse de varias cosas. Por ejemplo, que no iba a fiarse un pelo de Balthier, porque le recordaba a sí misma y eso nunca era bueno. El secreto del vuelo no le despertó mucho interés (¿sabría Light algo?) y perdió todo el que tenía en la puerta en cuanto se enteró de que Jeanne la conocía. Si así era, detrás de ella no estaba lo que buscaban.

Al final, para su sorpresa, Wendy aceptó marcharse con los niños y Hana se quedó con Peter Pan, Smee y Balthier. Algo le decía que no debía quitar el ojo de encima a ninguno (Peter era un cretino, Smee un rehén y Balthier iba a quitarle los tesoros), pero había nacido con dos y ellos eran tres. Se decidió por no quitar la atención de este último.

Cuando llegaron al barco, sin más accidentes (salvo para el pirata desgraciado al que le habían dado varios bocados), tuvo lugar una riña infantil entre Peter Pan y el supuesto Capitán Garfio. Comprendió cómo este podía tener de enemigo acérrimo a un niñato volador en cuanto le escuchó decir un par de palabras: era un pirata de tres al cuarto al que los demás se habrían comido en Port Royal. Como las sirenas. Incluso cuando les sorprendió con que tenía a alguien también capturado, Hana no se inmutó mucho.

De hecho, a la muchacha le parecía todo cada vez más divertido. ¿Light, capturado? ¡Venga ya! Y en el hipotético caso de que fuera cierto, no tenía más que pasearse por la tabla, dejarse caer y convocar el glider. Iba a ser todo un espectáculo, sin duda. Sin embargo, se vio interrumpido cuando Garfio descubrió que se había escapado, junto a un hada. El berrinche le duró poco, porque una melodía rara comenzó a sonar en el interior del barco. Hana no se percató de que Light acababa de delatarse, solo entendió que había llegado la hora de las tortas.

Y en realidad, meditó, ¿qué hacía ella allí? Si Light había escapado, no tenía ni que preocuparse por él. En realidad, si había estado ya allí, podía descartar el barco de Garfio como una localización del tesoro que Ronin les había ordenado buscar. Por lo tanto, aquella lucha era totalmente innecesaria. Ella tenía otra misión.

Empieza la fiesta. ¿Te apuntas?

Pues no. Prefiero recoger los cachitos ―respondió, irónicamente, ignorando lo que venía a continuación.

Balthier saltó hasta el barco, desde donde se escuchaban los primeros ruidos de una pelea. Hana no estaba interesada en inmiscuirse en ella y, con las tonterías de fondo que se soltaban Peter y Garfio (con Smee flotando por ahí), comprendió que era el mejor momento para escabullirse. Estaba pensando en seguir a Jeanne hacia la Roca Calavera cuando escuchó un cañonazo y la barca sobre la que estaba explotó.

Cayó al agua, completamente aturdida por la impresión y el desconcierto del impacto. Sin embargo, bajo el mar, se recompuso con facilidad y entendió que le habían atacado desde el barco. ¡Eso le pasaba por quedarse urdiendo planes y no poniéndose en marcha!

¡Hana!

Apenas le escuchó, porque otra figura había captado su atención. Más al fondo, se encontraba un cocodrilo que, hasta entonces, se había dedicado a acechar bajo el navío a la espera de más presas como el pirata devorado. Enseguida se dio cuenta de que acababa de ser fichada como siguiente presa, por lo que miró a su alrededor, desesperada, en busca de una escapatoria. Al ver las rocas, empezó a nadar con ímpetu hacia ellas, aunque pronto se dio cuenta de que no llegaría a tiempo.

Ni siquiera se planteó otra posibilidad, puesto que competía contra la criatura en un medio que no era el de su cuerpo humano. Se transformó en sirena y nadó con su nueva rapidez hacia las rocas, donde planeaba escalar con las manos y quedarse a resguardo del cocodrilo. En la cubierta, seguía la batalla, pero no le podía interesar menos. Si se libraba de Balthier, todos los tesoros serían suyos.

Se quedaría así, por el momento, hasta que el cocodrilo se marchara y ella pudiera buscar a Jeanne.

Spoiler: Mostrar
Transformación sirénica (HM) [Nivel 15] [Personalizada] Habilidad que transforma a Hana en una sirena si ella lo desea y las condiciones son adecuadas. Le permite respirar bajo el mar y aumentar su velocidad y fuerza +2 puntos. Por contra, es más débil al fuego, le atrae la luz artificial y si se sale durante cierto tiempo o se seca (dos turnos), se revierte a su forma humana de nuevo.
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Awards 2010-2011, 2012, 2013, 2014 y 2015
Spoiler: Mostrar
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
ImagenImagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen

¡Gracias a todos los que votasteis!
Avatar de Usuario
Nell
161. Kairixula
161. Kairixula
The Unknowns
 
Mensajes: 6373
Registrado: Jue Dic 17, 2009 10:18 pm
Dinero: 19.43
Banco: 48,402.75
Ubicación: Intentando desengancharme de la Lotería ;_;
Sexo: Femenino
Estantería de objetos
Karma: 65

Re: [País de Nunca Jamás] Nuestro tesoro

Notapor Tsuna » Vie Abr 17, 2015 12:27 am

Jeanne

La sirena no se lo pensó dos veces, apenas Jeanne había terminado de hablar la agarró por el rostro con sus frías y blancas manos y la sumergió en el agua, empapando a la aprendiza de arriba a abajo otra vez.

Dadle una lección a Garfio, que no la olvide jamás.

Y tras esas enigmáticas palabras ambas partieron a través del mar a gran velocidad, hasta el navío del capitán pirata. Además, Jeanne podría haberse arrepentido de su decisión cuando seguramente empezase a tiritar por el frío: el agua cada vez estaba más helada. La sirena con casi la totalidad de su cuerpo desnudo no tuvo problemas, estaría acostumbrada a esas alturas, pero la pobre aprendiza lo pasó bastante mal durante un trayecto que podría haber durado perfectamente cinco minutos.

Al poco tiempo la Isla de la Calavera se quedó sola, sin nadie más que le diese vida. Las corrientes de aire entraban con fuerza en su interior, provocando un eco un tanto escalofriante. Y sin embargo alguien llegó a su interior, alzando la cabeza hasta la cima, donde el reluciente cofre comenzaba a brillar nuevamente gracias a los rayos del sol.

Light y Freya

Spoiler: Mostrar

Light no lo dudó dos veces. Invocó a Gaomon y se armó de valor con sus dos espadas, dispuesto a luchar en la cubierta contra todos los piratas si quería salir vivo de allí. La situación no podía ir a peor, pues además estaban atrapados en una enorme barrera que les impedía cualquier salida, y el Sincorazón no era fácil de alcanzar. Tanto Fran como Balthier no se inmutaron ante la aparición del can mágico, quizás ya acostumbrados a ver magia de todo tipo en el vasto intersticio.

—Un crío como tú no debería jugar con cosas tan peligrosas, ¿sabes? Te puedes hacer daño.

El mismo pirata que le había golpeado en el rostro amenazó a Light, mofándose de él y sin perderlo de vista. Parecía que estaba dispuesto a todo con tal de humillarlo allí, el aprendiz tendría que mantenerse alerta, y así lo hizo: dos piratas se adelantaron con sus espadas de forma peligrosa, pero el aprendiz consiguió bloquearlos con éxito. No tardaron en sumarse varios más en un mismo grito de guerra, pero la ayuda de Gaomon le vino de perlas, pues consiguió morder sus piernas dejando a estos agonizando sobre la madera del galeón.

Light no lo dudó dos veces y arremetió contra los dos hombres que le impedían el paso. Le costó un poco, pues parecían bastante resistentes a pesar de su aspecto. Y ahí no acabó la cosa, sino que de inmediato se le lanzaron algunos más. Menos mal que tenía gran destreza con las armas blancas, porque de lo contrario no hubiese sido capaz de aguantar un encuentro de semejante calibre. Eso, por supuesto, no le libró de recibir algún que otro tajo en el costado. Su mascota tampoco fue la excepción, la pobre recibió un disparo de lleno en el pecho desde arriba. Pero ambos conseguían aguantar.

Aunque Light no lo supiese, Fran y Balthier no se llegaron a separar de él, todo lo contrario, se colocaron a sus espaldas aprovechando su destreza en los combates directos. La mujer de grandes orejas apuntó a los piratas situados en los pisos superiores, abatiendo algunos de ellos, mientras que el hombre rubio dio unos fuertes disparos desde su escopeta, acabando directamente con la vida de varios corsarios. Y si pensaba que la cosa podía ir a mejor, se equivocaron, porque las puertas se abrieron y todos los que habían ido a buscar al aprendiz por el navío se unieron a la lucha sin pensarlo dos veces.

¿Tú solo contra todos? No te vendría mal la ayuda del protagonista de esta historia. Hazme caso.

Pero Light no atendió a razones, sino que empleó un nuevo hechizo para intimidar a los piratas, volviendo sus ojos tan rojos como la sangre. Muchos de los corsarios tragaron saliva y retrocedieron por alguna razón ante la presencia del joven, incapaces de entender qué estaba sucediendo, sus piernas temblaban, y las espadas se les resbalaban de las manos. No obstante, el comentario de Freya no le sentó nada bien al capitán, que gruñó furioso ante su burla. Cada vez más enfadado, la amenazó con su garfio.

Campanilla por su parte asintió a sus palabras, mientras la aprendiza ascendía hasta lo alto del mástil para verse las caras contra el peligroso Sincorazón, y el hada bajó, perdiéndose entre la multitud. Y gracias a que los piratas estaban intimidados por Light, la chica no sufrió ninguna emboscada más en su camino. El chico consiguió alzarse en el aire gracias a un pilar de roca, pero no duró mucho en esta posición porque de pronto, y antes de alcanzar su altura máxima, recibió un fuerte tajo en el costado donde ya le habían provocado una herida anteriormente.

Durante la caída pudo ver al culpable: el capitán Garfio. Apenas le había visto llegar, y el hombre había sido capaz de saltar hasta la cima del pilar con una rapidez increíble y tirarlo de un solo tajo de su espada al suelo. Pero la voluntad del chico era superior, se convenció a sí mismo de que tenía que hacerlo, y así lo hizo. El cuerpo de Light quedó suspendido en el aire a pocos centímetros del suelo, recubierto por un fino polvo dorado. Garfio se colocó frente a él y sus dos compañeros, alzando su arma a modo de amenaza.

¡Ya eres mío, Light! ¿Cómo conseguiste escapar, y de qué conoces a Peter Pan? ¡Habla ahora mismo!

No importa lo que el aprendiz fuese a hacer, porque alguien de improviso le propinó otro puñetazo en el moflete: el mismo pirata que le había fichado desde el comienzo. Por fortuna Gaomon ya se había anticipado a esa situación y logró hacerlo retroceder en forma de esfera luminosa, protegiendo además a Fran y Balthier de otros corsarios que decidieron atacar.

Ya te lo he dicho, una ayudita no te vendrá mal, chico.

Esto no acabará nunca si no nos centramos en el enemigo principal.

Fran no lo dudó dos veces, y gracias a Gaomon consiguió atravesar la primera línea de enemigos, escalando hasta lo alto con una agilidad y elasticidad sorprendentes. Desde allí, apuntó al Sincorazón con el arco en llamas.

>Lo haremos juntas.

Y ambas atacaron. Freya disparó numerosas veces, llegando a utilizar una bala de oscuridad incluso. Mientras que Fran disparó con una puntería excelente al galeón Sincorazón, consiguiendo que ardiese en llamas.

Pero nadie pudo predecir lo que sucedió a continuación. Si Freya pensaba que bloqueando al Sincorazón con su Llave Espada conseguiría algo, estaba profundamente equivocada. El monstruo se viró hacia las dos, cargando energía blanca y azul alrededor de todo su cuerpo para lanzarse segundos después a toda velocidad hacia ellas. La potencia del golpe fue brutal, y aunque la mujer del arco consiguiese escapar de la embestidas girando en el aire con una elasticidad envidiable, Freya no lo consiguió. Esta última salió volando hacia atrás y cayendo cerca del timón del barco, rompiendo la madera del suelo y llevándose un golpe tremendo. Ni siquiera pudo lanzar la Flama Tenebrosa. A su lado, se encontraría a un pobre pirata regordete y rojo como un tomate por los nervios, asustado.

E-e-esa cosa va a destrozar el barco…

El Sincorazón no se hizo de rogar y continuó atacando. Numerosas bombas cayeron desde sus cañones hasta la cubierta, dañando tanto a los piratas como a Light, Gaomon y Balthier; las explosiones consiguieron cuanto menos, aturdirlos. El barco de pronto se vio lleno de humo, cuerpos inconscientes repartidos por el piso y llamas. Dónde estaban cada uno, no lo podría saber Light, a excepción de su mascota. Apenas podía ver a dos palmos del suelo, pero algo le decía que Garfio todavía rondaba por ahí. Aun así, sus pies ya estaban suspendidos en el aire sobre la madera, era totalmente libre.

El Sincorazón, en cambio, se dedicó a relajarse y volar tranquilamente sobre el navío de Garfio como había hecho hasta ahora, con algunas llamas sobre él y una zona del casco algo maltrecha por los golpes que le habían lanzado. Tenían que acabar con él cuanto antes si querían salir con vida.

Spoiler: Mostrar
Light Hikari:
VIT: 18/54
PH: 09/38

Gaomon:
VIT: 09/36
PH: 06/20

Freya:
VIT: 14/20
PH: 04/12


Hana y Jeanne

Hana lo tuvo claro desde el primer momento, se mantuvo al margen del combate en su forma de sirena sobre las rocas. El cocodrilo tampoco se lo pensó dos veces y se asomó, mirando a la muchacha con curiosidad y relamiéndose, parecía incluso como si se estuviese burlando de ella. La situación en la cubierta tampoco fue a mejor. Los gritos y los disparos se sumaban a los ruidos metálicos que sonaban por las espadas chocando entre sí. Si allí se encontraba Light, su compañero, no lo tendría que estar pasando precisamente bien. Lo que ella no sabía es que también se vio atrapada dentro de una enorme barrera mágica que cubrió el galeón y sus inmediaciones.

De improviso, Hana comprobaría que a las rocas llegarían la sirena a la que le había echado en cara que los niños estuviesen en peligro y su propia compañera, Jeanne. La aprendiza estaría prácticamente tiritando y tendría sus labios morados por las aguas que había atravesado hasta llegar allí desde la Isla de la Calavera. La sirena la colocaría con cuidado frente a la aprendiza para que entrase en calor.

Lo sabía, tú también eres como nosotras.

¡Hana, menos mal que estás bien! ―exclamó Peter desde el aire, acercándose el grupo que se había formado de pronto sobre el arrecife― Anda, tú por aquí María. ¿Ayudando a estas chicas?

Pretenden lo mismo que esos extranjeros del aire, Peter.

Peter se cruzó de brazos y miró a las nubes, como restándole importancia a ese asunto.

Bueno, lo importante es que estáis bien. Ahora tenemos que encargarnos del bacalao de Garfio, esos de ahí no podrán con él. ―y señaló al galeón

>Hace tiempo que me gustaría verlo derrotado.

Y como salida de la nada, apareció Campanilla revoloteando a su alrededor. No pasaron ni unos pocos segundos cuando unas enormes explosiones resonaron entre los sonidos de la batalla, y la cubierta se vio envuelta en una negruzca humareda.

¡Campanilla, menos mal que has llegado a tiempo! Venga chicas, vamos a darle una lección a ese fracasado. ―y sonrió con malicia

Peter agarró entonces a Campanilla, agitándola levemente sobre Jeanne y Hana. Del hada cayó un fino polvo dorado que se esparció alrededor de las muchachas, y si tenían alergia… ¡Era lo peor que les podría haber pasado en todo el día!

>Creed en las hadas, creed que podéis volar y lo conseguiréis. ¡Andando!

Peter se puso en marcha hacia el barco, independientemente de si ambas querían acudir en su ayuda. Fuera como fuera, el Cocodrilo que hasta ese entonces se había apoyado sobre la roca, aburrido, volvió a abrir los ojos con sorpresa y las observó, casi con alegría, a la espera de que fracasaran y cayesen al mar. ¿De verdad merecía la pena arriesgarse y saltar creyendo en hadas? ¡Era una locura! Aunque los gritos de agonía del barco no eran muy alentadores, y Light estaba allí dentro...

Spoiler: Mostrar
Hana Shimizu:
VIT: 34/46
PH: 00/32

Jeanne Mars:
VIT: 10/20
PH: 03/20


Spoiler: Mostrar
Fecha límite: Martes 21 de Abril.

Faltas:
15nuxalxv (1)
Nell (2)

Si veis que por cualquier cosa no podéis postear a tiempo, enviad un MP o contactad por Skype si me tenéis agregada. Lo agradeceré mucho :)
Avatar de Usuario
Tsuna
57. Ferrocustodio I
57. Ferrocustodio I
The Unknowns
 
Mensajes: 1680
Registrado: Mar Ene 03, 2012 5:12 am
Dinero: 691,216.48
Banco: 0.00
Ubicación: Perdida en el océano.
Sexo: Femenino
Clan: The Unknowns
Estantería de objetos
Karma: 17

Re: [País de Nunca Jamás] Nuestro tesoro

Notapor Light » Lun Abr 20, 2015 12:17 am

Aquella mirada tan espeluznante debía haberles impresionado de verdad, pues algunos piratas incluso retrocedieron. Pero la habilidad quizás no bastara para amedrentar a todos, o puede que durara solo unos breves momentos, así que aprovechó que sus enemigos estaban inmovilizados para elevarse con su torre de roca y resguardarse. Además, si ganaba la suficiente altura quizás pudiera acertar con algún hechizo al galeón Sincorazón…

«¿Qué?».

De todas formas, no vio venir el siguiente ataque que le arrojó de la cima de la roca. Llegó a captar al responsable mientras se precipitaba hacia el suelo: el capitán de los piratas, el hombre obsesionado con Peter Pan que había negociado con la Maestra de Bastión Hueco: Garfio.

Fue entonces cuando, en plena caída, deseó mantenerse en el aire y así ocurrió. Tras imaginarse a sí mismo consiguiendo su objetivo, abrió los ojos y comprobó que la gravedad dejaba de atraerle; en efecto, estaba volando: escasos centímetros separaban sus pies del suelo. Con la respiración aún acelerada, reclinó su cuerpo lentamente y se quedó mirando anonadado el polvo dorado que le rodeaba.

Light mostró una pequeña sonrisa, maravillado. Obviamente no era la primera vez que volaba, pero en aquella ocasión no necesitaba ni un vehículo ni unas alas. Bastaba con desearlo.

El líder de la banda pirata se plantó delante de ellos y les amenazó con su garfio.

¡Ya eres mío, Light! ¿Cómo conseguiste escapar, y de qué conoces a Peter Pan? ¡Habla ahora mismo!

¿Qué? ¿Estás ciego? Pues con magia obviamente. —Señaló la torre de roca que había levantado. Puso los brazos en jarra—. Sobre Peter Pan, creo que Nanashi te ha timado. No sé casi nada de él, y aunque lo supiera no iba a contarte nada —declaró sin tapujos.

En ese preciso momento intentó elevarse por sí mismo —seguro que Garfio se disponía a zurrarle tras aquella contestación—, pero todavía no era muy diestro volando y no llegó a despegar siquiera. El mismo esbirro del capitán pirata que anteriormente le había golpeado en la cara volvió a repetir su jugada, pillándole por sorpresa como la última vez. Light retrocedió por el impacto del golpe y su mascota se interpuso inmediatamente, protegiéndole con su habilidad. Convertido en una luna móvil, empezó a girar en círculos, rechazando a todos los piratas que se lanzaban a por ellos.

Ya te lo he dicho, una ayudita no te vendrá mal, chico.

Supongo que tienes razón.

Esto no acabará nunca si no nos centramos en el enemigo principal.

Fran decidió avanzar hasta alcanzar una zona elevada: desde ahí dispararía al Sincorazón. Tanto Light —no estaba dispuesto a quedarse parado como un pasmarote— como Gaomon ayudarían a despejar su camino: el primero seguiría repartiendo tajos a diestro y siniestro y el segundo todavía continuaría embistiendo con Luna Protectora. El aprendiz, que se aprovecharía de su capacidad de volar, se abalanzaría sobre sus enemigos desde el aire, sin contemplaciones. Si el mismo pirata que le había golpeado dos veces estaba a la vista, le zurraría con su Llave Espada hasta dejarlo inconsciente.

«¿¡Bombas!?».

O hasta que el Sincorazón que les mantenía atrapados les atacara. En ese caso, dejaría de prestar atención a los corsarios y se centraría en resguardarse de las bombas que el galeón volador soltaba. Incapaz de esquivarlas a tiempo, se cubrió la cabeza con los brazos en un acto reflejo y rogó salir vivo de aquel bombardeo. El impacto de la explosión le desequilibró, le dolió y le atontó brevemente, pero afortunadamente no bastó para matarle.

Lentamente, retiró sus brazos heridos de la cabeza y echó un vistazo a su alrededor. Afortunadamente él seguía de una pieza, ¿pero y los demás? No pudo comprobarlo porque la visibilidad era nula por culpa del humo. El escenario de batalla acababa de convertirse en un infierno: las llamas ocupaban la cubierta, si no hacían algo el barco sería destruido.

«Esto se pone muy feo...».

—¡Garfio! ¡Esta batalla es absurda! —clamó tras ascender unos cuantos metros. No le localizaría por culpa del humo, así que gritó lo suficientemente fuerte para asegurarse de que le escuchaba—. ¡Deja de joder y pon de tu parte para acabar con ese buque volador! ¡Te quedarás sin barco si dejas que esa cosa siga campando a sus anchas; o peor, acabaremos todos muertos!

Que los enemigos piratas les ayudaran quizás era demasiado pedir... ¿Pero acaso no estaban todos en el mismo barco? (Y literalmente, de hecho era así). Si no acababan con aquella criatura sería su fin.

No insistió más y se lanzó a por el Sincorazón responsable del bombardeo. Se acercaría lo más rápido posible a éste por un flanco y, cuando estuviera lo suficientemente cerca —a escasos metros—, agitaría la llave y liberaría con rabia dos Ondas Lunares seguidas. Después, se aproximaría aún más y atizaría con saña al galeón, usando la susodicha arma (en esta ocasión tampoco le atacaría de frente, sino que golpearía en una de sus zonas laterales).

Gaomon, como no podía ayudar a Light desde la cubierta, se desmaterializó para evitar recibir posibles daños.

Spoiler: Mostrar
▪ Onda lunar (HC) [Nivel 3] [Requiere afinidad a luna; Combate con arma blanca: 7; Fuerza:7]. El movimiento personal de Light. Sacude la llave espada raudamente para liberar un rayo, lineal y en forma de luna creciente. Es ligeramente cortante y de baja potencia. x2
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen

Spoiler: Mostrar
Imagen

Imagen
Imagen
Avatar de Usuario
Light
144. Xion Forma Final
144. Xion Forma Final
The Unknowns
 
Mensajes: 4309
Registrado: Mar Ago 24, 2010 7:20 pm
Dinero: 116.22
Banco: 474,840.29
Sexo: Masculino
Clan: The Unknowns
Estantería de objetos
Karma: 59

Re: [País de Nunca Jamás] Nuestro tesoro

Notapor Nell » Jue Abr 23, 2015 12:04 am

A pesar de que parecía que el combate en la cubierta estaba emocionante, Hana no sentía ningunas ganas de unirse. Y de todas formas, le habría sido imposible: tras subirse a las rocas, no había podido hacer otra cosa que observar atentamente al cocodrilo que le acechaba, vigilando que no la alcanzara y esperando a que se cansara. Pretendía continuar así hasta que pudiera poner rumbo hacia la Roca de la Calavera.

Sin embargo, cuando aparecieron Jeanne y la sirena, tuvo que cancelar sus planes. Al parecer, no iba a hacer ninguna falta que se acercara.

Lo sabía, tú también eres como nosotras.

Ni se molestó en responderla. No hacía ni una hora que la había acusado de bruja, y ahora afirmaba que desde el principio había sospechado de la auténtica condición de Hana. Y un cuerno.

Hana se limitó a ayudar a Jeanne a acoplarse en la roca, justo cuando Peter se acercaba volando a ellas.

¡Hana, menos mal que estás bien! ―Ah, sí, que se suponía que había volado en pedazos junto con su barca― Anda, tú por aquí María. ¿Ayudando a estas chicas?

Pretenden lo mismo que esos extranjeros del aire, Peter ―No hacía falta ser un lince para comprender que se refería al tesoro que Ronin perseguía y que, por sus palabras, Balthier también.

Bueno, lo importante es que estáis bien. Ahora tenemos que encargarnos del bacalao de Garfio, esos de ahí no podrán con él.

»Hace tiempo que me gustaría verlo derrotado.

Bah, Light está ahí y me burlaría de él durante semanas si no pudiera con ese botarate de Garfio ―opinó, quitándole importancia al asunto. Dudaba de que el capitán supiera luchar.

Peter tenía otros planes. Al igual que él, apareció volando un hada por allí que, a juzgar por su expresión, estaba enfurruñada. Hana simplemente se quedó mirándola boquiabierta. ¡Un hada! Qué mundo de locos. Era enanísima, brillaba, agitaba las alas como un bichito… Vamos, era todo lo que se contaba de las hadas. La única pega es que parecía no saber hablar.

El niño, tan caballeroso como era, la agarró sin compasión y empezó a zarandearla por encima de ellas. Hana no le tenía alergia a ningún polvo (de hadas), pero aun así estornudó.

¡Campanilla, menos mal que has llegado a tiempo! Venga chicas, vamos a darle una lección a ese fracasado.

»Creed en las hadas, creed que podéis volar y lo conseguiréis. ¡Andando!

Bueno, no era muy difícil creer en ellas, contando que tenían una delante de sus ojos. Sin embargo, a Hana le seguía sin hacer mucha gracia entrometerse en la batalla. No era su problema, allí no se le había perdido nada. Por eso, antes de nada, se volvió hacia su compañera.

Jeanne, ¿qué ha ocurrido en mi ausencia? ¿Sabes algo de nuestro objetivo? ―preguntó, y añadió con retraso―. ¿Y de esa puerta dorada del bosque?

Escucharía atentamente su respuesta, mientras deshacía la magia de su cola y volvía a tener piernas, puesto que con el cocodrilo por allí no podría hacer nada en el agua. Quedó desnuda de cintura para abajo, como siempre que se transformaba; intentando fingir que no le importaba, se vistió con unos pantalones de recambio que llevaba en la mochila.

Tendríamos que ir a buscar el tesoro… ―murmuró, casi más para sí misma, antes de tomar una decisión y dirigirse a Jeanne―. Adonde sea que quieras ir, te acompaño. Al barco u a cualquier otro lugar. Tú mandas.

El cambio de opinión vendría condicionado por el relato de Jeanne y sus averiguaciones sobre el tesoro. Puesto que había tenido más éxito en seguirle la pista, Hana se uniría a ella a partir de entonces. Si la aprendiza quería ir al barco, aunque la idea no le gustase, le acompañaría (y ojalá no fuera el caso). Cerraría con fuerza los ojos, se imaginaría a un montón de haditas como aquella revoloteando, saltaría con fe...

Y a volar.
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Awards 2010-2011, 2012, 2013, 2014 y 2015
Spoiler: Mostrar
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
ImagenImagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen

¡Gracias a todos los que votasteis!
Avatar de Usuario
Nell
161. Kairixula
161. Kairixula
The Unknowns
 
Mensajes: 6373
Registrado: Jue Dic 17, 2009 10:18 pm
Dinero: 19.43
Banco: 48,402.75
Ubicación: Intentando desengancharme de la Lotería ;_;
Sexo: Femenino
Estantería de objetos
Karma: 65

Re: [País de Nunca Jamás] Nuestro tesoro

Notapor Crystal » Dom Abr 26, 2015 12:47 am

Fran decidió venir a ayudarme, cosa que agradecí bastante.

>Lo haremos juntas.

Mientras yo me encargaba de disparar varias balas, Fran fue la que consiguió que el galeón del Sincorazón acabase en llamas.

Acto seguido, el bicho se giró hacia nosotras, cargando una especie de energía que liberó hacia nosotras de una manera rápida. No supe si Fran había conseguido esquivarlo; pero yo no pude. El golpe fue demasiado fuerte, y acabé saliendo disparada e impactando cerca del timón del barco. La madera del suelo se rompió con mi caída. Me dolía todo el cuerpo, pero no tardé en recomponerme; no era momento para entretenerse con dolores. Había alguien a mi lado.

E-e-esa cosa va a destrozar el barco…

Bien visto. —dijo, a la vez que se levantaba.

—¡Garfio! ¡Esta batalla es absurda! —Escuché la voz del chico desde alguna parte—. ¡Deja de joder y pon de tu parte para acabar con ese buque volador! ¡Te quedarás sin barco si dejas que esa cosa siga campando a sus anchas; o peor, acabaremos todos muertos!

Tenía razón. Más le valía a Garfio espabilarse, o acabaríamos todos mal. Esperaba que con el pequeño discurso aquel, se animase a colaborar.

Intentaría volver a acercarme al Sincorazón lo máximo posible para usar una Flama Tenebrosa, puesto que antes no había podido hacerlo. Decidí no arriesgarme a apalizar el galeón desde cerca, sino con ataques a distancia. Así que me encargaría de seguir disparando con las pistolas desde una distancia razonable. Si en algún momento el chaval necesitara ayuda, entonces no dudaría en ir a socorrerle.
Imagen
Imagen
Spoiler: Mostrar
Imagen

Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Avatar de Usuario
Crystal
27. Trepador
27. Trepador
The Unknowns
 
Mensajes: 808
Registrado: Lun Jul 21, 2014 3:19 pm
Dinero: 593,885.90
Banco: 15,509.00
Ubicación: En busca de Tidus.
Sexo: Mucho, gracias por preguntar
Clan: The Unknowns
Estantería de objetos
Karma: 17

Re: [País de Nunca Jamás] Nuestro tesoro

Notapor 15nuxalxv » Lun May 04, 2015 11:07 pm

Spoiler: Mostrar


Si la idea de nadar junto a una sirena me había sonado fantástica en alguna ocasión, no era aquella. Mi ropa se caló completamente, tenía la carne de gallina, incluso sentía entumecidos los dedos. Me agarré con fuerza a la sirena, y traté de no pensar en ello, y disfrutar (si podía ser) del viaje.

Al fin, llegamos a tierra firme. Sentí un impulso casi infantil de besar el suelo que pisaba cuando la sirena me dejó frente a una joven que reconocí como Hana. No me sorprendió encontrarla allí, más bien cómo la encontré: sus piernas habían desaparecido, de cintura hacia abajo era un… pez.

Lo sabía, tú también eres como nosotras.

Yo no comenté nada, me limité a abrazarme a mí misma, totalmente helada, mientras un escalofrío recorría mi columna vertebral. Me froté las manos tratando de calentarlas. Cuando me secara estaría mejor, me dije.

La Aprendiza no respondió al comentario, sino que se dedicó a ayudarme a colocarme en la roca. Iba a agradecérselo cuando se acercó un niño de ropajes verdes… Volando.

Verdaderamente todo era posible en aquel mundo. Sería un lugar fantástico en el que vivir.

¡Hana, menos mal que estás bien! Anda, tú por aquí María. ¿Ayudando a estas chicas? ―Al parecer, la única desconocida era yo.

Pretenden lo mismo que esos extranjeros del aire, Peter ―No iba a ser yo quien lo negara.

Bueno, lo importante es que estáis bien. Ahora tenemos que encargarnos del bacalao de Garfio, esos de ahí no podrán con él.

>>Hace tiempo que me gustaría verlo derrotado.

Bah, Light está ahí y me burlaría de él durante semanas si no pudiera con ese botarate de Garfio.

Me dediqué a observar el galeón, al niño volador y a las tres sirenas, tratando de entrar en calor y sin abrir la boca. Observé mi alrededor. Sentí de nuevo un escalofrío, esta vez de terror, al ver una enorme bestia rondándonos como si fuéramos pedazos de carne. Traté de no volver a mirarlo de nuevo.

De pronto, un brillante objeto apareció flotando a nuestro alrededor, al que no pude dedicar mucha atención al escuchar una explosión en el barco. Me preocupé por Light y por Freya, que tal vez siguieran allí.

¡Campanilla, menos mal que has llegado a tiempo! Venga chicas, vamos a darle una lección a ese fracasado ―El muchacho le habló a la fuente de luz. ¿Tal vez fuese un hada?

Entonces, lo agarró y lo agitó sobre nuestras cabezas. Un polvo dorado cayó de ella, volviendo mi pañuelo amarillo. Cogí un poco para examinarlo más de cerca, curiosa. Estornudé, pero no por alergia, sino porque había cogido un catarro por culpa del viaje.

>>Creed en las hadas, creed que podéis volar y lo conseguiréis. ¡Andando!

¿Qué? ¿Volar? ¿Sólo creyendo en ello? ¿Pero qué decía? Cierto era que, mirándolo a él, tal vez fuera posible… Aunque no tenía cara de no haber roto nunca un plato, precisamente.

Jeanne, ¿qué ha ocurrido en mi ausencia? ¿Sabes algo de nuestro objetivo? ―La voz de Hana me devolvió a la realidad.

¡Sí! Yo… ―Volví a estornudar―. He descubierto dónde está el tesoro, o al menos ―Señalé a María con la cabeza―, he encontrado alguien dispuesta a ayudarnos. Está en la Roca de la Calavera.

¿Y de esa puerta dorada del bosque?

La miré extrañada. ¿Qué puerta dorada?

Lo siento, no he escuchado nada acerca de algo así ―confesé.

Mientras tanto, la chica había vuelto a su estado normal, es decir, completamente humana… Aunque esperé que no fuese normal en ella el estar desnuda de cintura para abajo. No pude evitar sonrojarme, pero no dije nada. Simplemente la miré vestirse con unos pantalones que sacó de su bolsa. Al menos el bochorno me hacía sentir calor.

Tendríamos que ir a buscar el tesoro… ―susurró, aunque sin hablarle a nadie en particular―. Adonde sea que quieras ir, te acompaño. Al barco o a cualquier otro lugar. Tú mandas.

Yo mandaba. Suspiré.

Bueno, tú misma has dicho que Light no tendría problemas ―apunté―, y cuenta con su ayuda ―Señalé al muchacho volador―. No me gusta arriesgar mi vida por nada, aunque nuestro compañero esté en ello. Además… Si hay otros buscando el tesoro, hemos de ser lo más rápidas posible.

>>Necesitamos tu… Habilidad para conseguir llegar al tesoro. Está demasiado profundo y mis pulmones no lo soportarían. Te agradecería ―me dirigí a la sirena― que nos acompañaras, ya que tú sabes bien dónde está.

Yo había visto parte del trayecto, pero desconocía si había algo más allá de la cueva. Si no nos acompañaba, nos tendríamos que arreglar con eso.

>>Así que... Supongo que habrá que volar ―concluí. No quería acercarme al agua con un cocodrilo por las inmediaciones, y no creía poder aguantar otro chapuzón.

Me giré hacia la Roca de la Calavera. Sólo necesitaba fe… ¿Tal vez el mismo tipo de fe que cuando invoqué la Llave-Espada por primera vez?

La parte más lógica de mi cerebro me decía que era una locura, que iba a ser pasto de aquel monstruo verde. La acallé y cerré los ojos. Había visto sirenas, hadas, piratas y un niño volando. Era miembro de la Orden, viajaba entre mundos, combatía contra seres de oscuridad. Era impensable no poder volar.

¿Lista? ―le preguntó a Hana―. Tres, dos, uno…

Salté hacia adelante, ahogando un grito.

Había visto una con mis propios ojos, de niña siempre había soñado con encontrarme una.

Creía en las hadas.

Spoiler: Mostrar
Perdón por el retraso, exámenes por doquier D:
Avatar de Usuario
15nuxalxv
49. Mandrágora
49. Mandrágora
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 1461
Registrado: Dom May 20, 2012 3:55 pm
Dinero: -600,907.82
Banco: 33,068.83
Ubicación: Kimbolton Castle
Sexo: Femenino
Estantería de objetos
Karma: 14

Re: [País de Nunca Jamás] Nuestro tesoro

Notapor Tsuna » Sab May 09, 2015 2:07 am

¡Ey Light, cuidado! —logró exclamar Balthier con preocupación, desde atrás y con algún que otro pirata herido agarrándole la pierna desde el suelo

Toda la cubierta se vio envuelta en una nube de humo negruzco, varias lenguas de fuego brotaban de algunas zonas y los cuerpos de incontables piratas estaban desperdigados por aquí y por allá. Hikari puso el empeño de volar hacia arriba, y lo consiguió por poco, gracias al pirata del aire. Antes de siquiera ver nada en aquella negrura el silbido de una hoja cortando el aire lograría hipnotizarle por unos momentos, cuando quiso darse cuenta Balthier se encontró a su lado bloqueando con su escopeta la espada del capitán Garfio.

Uh… Venga, déjame este a mí.

¡Arg! ¡Insolente!

Y Light consiguió ascender hasta arriba, cosa que al principio pudo resultarle una mala idea porque terminó asfixiado gracias a la cantidad de humo que subía hacia el cielo.

¡Garfio! ¡Esta batalla es absurda! ¡Deja de joder y pon de tu parte para acabar con ese buque volador! ¡Te quedarás sin barco si dejas que esa cosa siga campando a sus anchas; o peor, acabaremos todos muertos!

Garfio desde la distancia gruñó, sin dejar de forcejear contra Balthier en un intento de rebanar su pescuezo a la mínima oportunidad que tuviera. Parecía que el capitán no estaba dispuesto a colaborar, ni mucho menos.

¡Cómo si fuera a ayudaros, a vosotros! ¡Peter Pan sabrá lo que…!

Pero de pronto, entre la oscuridad del humo todos pudieron verlo y escucharlo. Numerosos corazones ascendieron desde los cuerpos de los piratas al cielo para desaparecer en el aire y dejar tras de sí unas criaturas que los aprendices conocerían bien: Sincorazón. Freya y Hana los reconocerían sin problemas, puesto que habían enfrentado algunos ese mismo día. Garfio dejó de forcejear y retrocedió, observando con asco y perplejidad los nuevos monstruos que comenzaban a sustituir su tripulación.

Gaomon decidió desmaterializarse, dejando a Balthier solo en aquella cortina de humo frente a los piratas, Garfio, y los Sincorazón. Al menos, el capitán pareció replantearse las palabras de Light al ver cómo los nuevos invitados avanzaban por el barco con sus amenazantes espadas. Pero no llegó a hacer nada.

Spoiler: Mostrar


Hana y Jeanne por su parte decidieron seguir con la búsqueda del tesoro y regresar a la Isla de la Calavera. Puede que fuese por el sonido de las explosiones y la batalla, pero a medida que iba pasando el tiempo se pudo escuchar con más fuerza una especie de Tic Tac proveniente de un reloj… o del cocodrilo, en este caso. El por qué el animal tenía algo así dentro de su estómago, era un misterio. Las dos se atrevieron a saltar, aun con el enorme cocodrilo verde bajo ellas, relamiéndose con ilusión y alegría. Pero nada sucedió, sino que cayeron y cayeron, cada vez más cerca de sus fauces hasta que… ¡Sus cuerpos salieron disparados hacia las nubes! El animal hizo amago de saltar para comérselas, pero consiguieron evitarlo a tiempo.

Y ambas fueron directas a la Isla de la Calavera… en vano. Al alejarse un poco del barco chocaron irremediablemente con lo que parecía una barrera mágica, que en efecto, no desaparecería a menos que derrotaran al Sincorazón que sobrevolaba el galeón de Garfio. Campanilla de pronto, enfadada, se acercó a Hana y le tiró del pelo. La pequeña estaba furiosa por algo, quizás el brillo carmesí que emitía su cuerpo les ayudase a comprender su estado de ánimo. Si la aprendiza intentaba atraparla no conseguiría nada: era muy escurridiza. Tampoco pasó la ocasión de darle a Jeanne una patada en la nariz, que apenas le dolió. Simplemente sintió como si le hubiesen clavado la punta de una aguja.

No obstante, desde allí las dos pudieron ver el panorama del barco y cómo la batalla llegaba a su fin.

Light voló hasta el enorme Sincorazón para lanzar dos Ondas Lunares a bocajarro, sin piedad. Ambas surtieron el efecto esperado y destrozaron dos cañones del barco. Unos grandes trozos de madera cayeron a la cubierta. Freya se apresuró también a volar en su dirección y ayudarlo, disparando una Flama Tenebrosa . Cuando el chico intentó acercarse más al barco para continuar atacando vería cómo el barco giraba por sorpresa en el último momento para disparar un cañonazo que le impactó de lleno en el estómago. La aprendiza de Bastión Hueco continuó disparando desde atrás, y el monstruo no pudo hacer nada por evitar tantos ataques sobre él.

Con el poder de su Llave Espada, fue Light el que le dio finalmente el golpe de gracia. La quilla y el mástil se partieron, dejando al capitán pirata que manejaba el bote malherido, incapaz de seguir pilotando, y de su pecho brotó un reluciente corazón que terminó desvaneciéndose en el aire. Entre sombras, el resto del barco se evaporó como si nunca hubiese estado allí.

Ya podían respirar en paz, la humareda del barco empezaba a disiparse. Fran, viendo cómo Light y Freya habían vuelto a la lucha, optó por bajar y ayudar a Balthier a liquidar a los Sincorazón que vagaban por la cubierta. Los pocos piratas que quedaban conscientes miraban atónitos el campo de batalla.

Y de entre todo eso, mientras la enorme barrera desaparecía entre pequeños fragmentos de luz, pudieron escuchar los sonidos de dos objetos metálicos chocando sin parar. Allí, en una de las velas casi en lo alto del barco, Garfio y Peter Pan luchaban sin tregua.

¿Qué te pasa, bacalao? ¿Estás muy viejo para estas cosas?

¡Me dan igual los demás, me da igual el barco! Si sólo consiguiera acabar contigo de una vez… ¡Niño del demonio!

El niño de traje verde enfrentaba al capitán con su pequeño puñal, y por sorprendente que fuera, lograba bloquear todas las estocadas del capitán con una agilidad asombrosa. Aunque era él quien terminaba retrocediendo poco a poco, o puede que lo llevase hasta el borde a propósito, no les faltaba mucho para verlo. Garfio, en cambio, propinaba unas estocadas veloces y violentas, para nada típicas de alguien experto con la espada, más bien como si estuviese atacando sin ton ni son de forma desesperada, y era esa desesperación la que hacían de sus ataques algo mortífero.

Un solo descuido y Peter lo pagaría con su vida. Pero a pesar de todo el niño no se rendía, se lo seguía tomando como un juego. Uno que Garfio estaba condenado a perder siempre.

¡Tú me cortaste la mano y se la diste a esa bestia! ¡Ahora me persigue a todas partes! ¡Tengo pesadillas todas las noches! —exclamaba con rabia, con sus ojos casi salidos de órbita

Oh vamos, creo que te lo tomas muy a pecho. Deberías relajarte, que te va a dar algo hombre.

Garfio gruñó, completamente histérico, mientras acercaba a Peter al borde. La velocidad de sus estocadas se hizo todavía más rápida, Light comprendió que como espadachín le faltaba todavía muchísimo camino para estar a la par que el capitán. Y Hana por supuesto nunca habría visto en Port Royal a un pirata que luchase de esa forma tan absurda y peligrosa a la vez.

¿¡Pero por qué no te mueres de una vez!?

Pero Peter consiguió esquivar su última estocada, volando hacia el trasero de Garfio y clavándole el puñal allí. El hombre pegó un fuerte respingo y cayó al mar, donde le esperaba el Cocodrilo. Todos podrían pensar que aquel era el fin de aquel loco capitán pirata, nada más lejos de la realidad, al ver a la bestia consiguió sobreponerse hasta el punto de situarse entre las fauces del depredador, resistiendo con fuerza las mandíbulas de la bestia, que se revolvía sin parar en el agua hacia el horizonte intentando devorarlo. Si se fijaban bien y eran perspicaces, se darían cuenta de que los bigotes del capitán bailaban para arriba y abajo al ritmo del Tic Tac.

¡¡¡SMEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!

Suerte que la barrera desapareciese por completo en ese momento, abriendo el paso al cocodrilo y al pirata hacia el horizonte, o quién sabía hasta donde eran capaces de llegar. Eso indicaba que el odio de Garfio hacia Peter Pan debía ser inmenso, hasta el punto de negarse a morir por querer vengarse. Igual, cuando se enteró de que Light y Campanilla habían escapado, de que Freya le había traicionado o de que Smee fuese un rehén de su mayor enemigo, la oscuridad de su corazón atrajese a aquel peligroso Sincorazón.

¡C-capitán... ! ¡Oh, vamos, que alguien me deje un b-bote! No os quedéis mirando.

¡Próximo destino, la Isla de la Calavera!

De cualquier modo, los aprendices tenían vía libre para ir a la Isla de la Calavera. Podían volar a través de todo Nunca Jamás con total libertad: Jeanne y Hana buscaban el tesoro, Light había encontrado un mapa que indicaba esta isla como posible destino, y Freya se lo había arrebatado… Todos, de una forma u otra, tenían como objetivo el mismo lugar. Aquella enorme estructura de roca que podían divisar sin problemas, volando, no tardarían ni cinco minutos en llegar. Por su parte, Fran y Balthier hablaban de algo en la cubierta, podían acercarse a escuchar si querían. Peter en cambio, quedó cruzado de brazos y sonriente, mirando cómo los piratas se organizaban y se trataban las heridas, a la espera de que los aprendices se pusieran en marcha.

Era hora de decidir, pues…

Spoiler: Mostrar
Light Hikari:
VIT: 12/54
PH: 03/38

Gaomon:
VIT: 09/36
PH: 06/20

Freya:
VIT: 14/20
PH: 01/12

Hana Shimizu:
VIT: 34/46
PH: 00/32

Jeanne Mars:
VIT: 10/20
PH: 03/20


Spoiler: Mostrar
Fecha límite: Jueves 14 de Mayo.

Faltas:
15nuxalxv (1)
Nell (2)
Avatar de Usuario
Tsuna
57. Ferrocustodio I
57. Ferrocustodio I
The Unknowns
 
Mensajes: 1680
Registrado: Mar Ene 03, 2012 5:12 am
Dinero: 691,216.48
Banco: 0.00
Ubicación: Perdida en el océano.
Sexo: Femenino
Clan: The Unknowns
Estantería de objetos
Karma: 17

Re: [País de Nunca Jamás] Nuestro tesoro

Notapor Light » Mié May 13, 2015 1:11 pm

¡Cómo si fuera a ayudaros, a vosotros! ¡Peter Pan sabrá lo que…!

«Este tío es tonto».

Y las cosas solo iban a peor. Los corazones de los piratas fallecidos subieron y surgieron nuevos Sincorazón. Si el tozudo capitán no estaba dispuesto a ayudarles, se transformaría muy pronto en uno de ellos. Allá él si quería poner fin a su vida.

Temeroso de morir ahogado en aquella humareda, Light se tapó la boca y la nariz con la mano que antes había usado para coger la katana, ahora desmaterializada. Con la extremidad restante, agarró con fuerza el arma legendaria y atacó sin cuartel al Sincorazón. Las lunas que formó con sus tajos impactaron contra su objetivo, destrozando sus peligrosos cañones.

La aprendiza Freya —había llegado a divisar su llave materializada, no cabía duda de que era una Portadora— le apoyó, disparando un hechizo oscuro. Light miró a la chica de soslayo y recordó algo que había oído anteriormente.

¡Tanto tú como tu maestra… Me habéis engañado! ¡No creáis que vais a salir de aquí! ¡Sin piedad, muchachos!”.

Su maestra no era una cualquiera: se trataba de una Maestra de la Llave Espada.

«Claro, es de Bastión Hueco», dedujo inmediatamente.

Decidió olvidarse de Freya y, con arma en ristre, se lanzó contra el Sincorazón. Sin embargo, algo le detuvo en seco: recibió un cañonazo en el estómago que le dejó sin respiración. Condujo la extremidad que sujetaba la llave hasta la zona de su cuerpo que había sido dañada y apretó los dientes, aguantando el dolor. Por suerte seguía vivo.

Una vez se recuperara de aquel impacto, reanudó el ataque. Ignoró lo mejor que pudo el dolor y, por última vez, salió impulsado hacia aquel enemigo problemático. Liberó un rugido de furia y puso todas sus fuerzas en su próximo golpe.

Y por fin lo derrotó. El barco, bastante destrozado de por sí, terminó completamente destruido. No dejó de golpear hasta que el corazón cautivo de la criatura fue liberado; hecho que le confirmó que habían acabado con su vida. Retrocedió ligeramente mientras presenciaba la desaparición de su enemigo y el ascenso del reluciente objeto.

El efecto de la derrota del Sincorazón fue inmediato: aquel humo se disipaba y sus pulmones lo agradecerían. Además, la barrera también desaparecía, lo que suponía un tremendo alivio.

¿Qué te pasa, bacalao? ¿Estás muy viejo para estas cosas?

¡Me dan igual los demás, me da igual el barco! Si sólo consiguiera acabar contigo de una vez… ¡Niño del demonio!

Desde las alturas, el aprendiz comprobó el panorama actual. Fran y Balthier se encargaban del resto de Sincorazón que quedaban, mientras que Peter Pan se encontraba combatiendo contra el jefe de los piratas. Cuando les vio batallar, Light no pudo evitar acercarse a estos para prestarle su ayuda al enemigo de Garfio (¡solo era un niño!). Pero no la necesitaba, por lo que no llegó a intervenir directamente en su enfrentamiento. Increíblemente, el joven de verde bloqueaba con mucha maña las rápidas estocadas de su adversario. Incluso parecía que estaba jugando con el capitán, no le tomaba en serio.

¡Tú me cortaste la mano y se la diste a esa bestia! ¡Ahora me persigue a todas partes! ¡Tengo pesadillas todas las noches!

Pobrecito… —Aunque ahora comprendía los motivos por los que odiaba al joven volador, le seguían pareciendo injustificables sus acciones y su actitud.

Oh vamos, creo que te lo tomas muy a pecho. Deberías relajarte, que te va a dar algo hombre.

El chico del puñal se iba acercando al borde del barco. Resultaba normal que retrocediera, pues la sucesión de estocadas del capitán enloquecido era muy rápida. Su forma de luchar le parecía… completamente insana. No la describiría como hábil precisamente, más bien peligrosa. Si estuviera en el lugar de Peter, se vería incapaz de bloquear esos ataques y seguramente no tardaría ni tres segundos en ser desarmado.

¿¡Pero por qué no te mueres de una vez!?

Finalmente el combate llegó a su fin. El niño volador se las arregló para alcanzar el trasero de Garfio y clavar ahí mismo su cuchillo. Light abrió los ojos como platos y presenció enmudecido lo que aconteció justo después: el pirata se precipitó sobre el mar, abandonando su propio barco. Un cocodrilo le esperaba allí abajo…

«Dios…», presenció el forcejeo que tuvieron el pirata y el animal, pasmado. Apostaría que Garfio acababa devorado sin pensarlo.

Para fortuna de Garfio, éste no resultó devorado por el reptil y se salvó… de momento. No llegó a saber cómo acabó esa persecución, pues tanto el animal como el pirata se perdieron en el horizonte.

Menudo personaje —declaró estupefacto. Al capitán Garfio no le faltaba voluntad precisamente, pocos hubieran sobrevivido a aquella caída. Se giró hacia Peter—. Si te soy sincero te había subestimado, no pensé que te las arreglarías tan bien. ¡Pero has estado increíble, yo no hubiera podido bloquear esas estocadas! —admitió, bastante impresionado—. ¿Quién te enseñó a luchar?

Tras conversar con Peter Pan, buscó con la mirada a dos de sus compañeras: Hana y Jeanne. Las llamó en voz alta por sus nombres y se reunió con ellas sin más dilación. Antes de explicarles la situación, se alejaría de la multitud para asegurarse de que nadie llegaba a escucharles.

Iré al grano. Nanashi está aquí e irá tras el tesoro, tenemos que conseguirlo antes. Y esa chica… es una Portadora, seguramente ha venido con esa Maestra. —Disimuladamente, se volteó un momento hacia Freya—. No hay tiempo que perder, ¡vamos!

Peter Pan ya les confirmó en voz alta el lugar al que debían dirigirse. No tenía la completa certeza de que allí se localizara su tesoro… pero, al menos, había que intentarlo. Solo esperaba que Nanashi no se les adelantara.

Le hubiera gustado acercarse a Fran y Balthier para intercambiar algunas palabras con ellos y darles las gracias, pero tenía mucha prisa. Ni siquiera se entretuvo más hablando con sus compañeras. Volaría raudamente hacia la dichosa Roca de la Calavera e iniciaría la búsqueda del tesoro en cuanto alcanzara su destino. Precavido, se giraría de vez en cuando para comprobar quiénes le seguían. Ojalá Freya no fuera con ellos: cuanto más lejos estuviera de esa isla, mejor.

Durante el vuelo recordó que había recibido un mensaje, posiblemente de Ronin. Los piratas y el Sincorazón le habían mantenido tan ocupado que no había podido comprobarlo. Iba siendo hora de leer la respuesta de su Maestro: al fin, sacaría del bolsillo su dispositivo de comunicación y revisaría la bandeja de entrada.
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen

Spoiler: Mostrar
Imagen

Imagen
Imagen
Avatar de Usuario
Light
144. Xion Forma Final
144. Xion Forma Final
The Unknowns
 
Mensajes: 4309
Registrado: Mar Ago 24, 2010 7:20 pm
Dinero: 116.22
Banco: 474,840.29
Sexo: Masculino
Clan: The Unknowns
Estantería de objetos
Karma: 59

Re: [País de Nunca Jamás] Nuestro tesoro

Notapor 15nuxalxv » Vie May 15, 2015 5:29 pm

Sentí cómo me precipitaba al vacío, el viento golpeando mi rostro, el olor a sal, un rítmico sonido de fondo cada vez más cercano…

Durante una milésima de segundo, el tiempo se paró. Después, una fuerza extraña me impulsó hacia arriba. Abrí los ojos y no pude ahogar una exclamación.

Estaba volando.

Spoiler: Mostrar


Observé todo mi alrededor, totalmente fascinada, como si hubiera bebido de la fuente de la felicidad. Miré hacia abajo y vi a la bestia verde, que se había quedado sin merienda, y no pude evitar reír.

Una parte de mí temía no saber cómo moverme y terminar cayendo a las fauces del cocodrilo, pero la adrenalina me impedía pensar con claridad. Moví los brazos como si nadara en un mar imaginario, y para mi sorpresa, conseguí moverme. Probé a dar unas cuantas vueltas alrededor del arrecife, para asegurarme que lo controlaba bien, y bueno, porque… Aquello era fantástico.

¿Vamos? —apremié a Hana, con una sonrisa adornando mis labios.

Una vez respondiera, pondría rumbo a la Isla de la Calavera, hacia el tesoro de Nunca Jamás...

… Hasta que me golpeé de bruces contra algo invisible.

Me recoloqué las gafas, algo desorientada, y traté de tocar aquello que me separaba de mi misión. ¿Acaso sería una barrera?

Al parecer, hoy es el día de chocarse contra cosas invisibles —observé. No era la primera vez que me ocurría, después de todo.

Entonces, la pequeña hada que había acompañado a Peter apareció y tiró del pelo a mi compañera. Su fulgor dorado se había teñido de rojo, así que no era difícil adivinar que estaba enfadada por algo. Y así lo demostró, cuando me dio una patadita en la nariz, que me recordó a la picadura de un mosquito.

¿Qué le pasa? —pregunté, aunque seguramente tampoco lo sabría la Aprendiza— Bueno, no creo que podamos cruzar por ahora.

Suspiré y observé el galeón pirata. Desde allí teníamos una vista espléndida de la batalla. Deseé que ningún conocido resultara herido.

****


Vi como un reluciente corazón ascendía hacia el cielo, y de pronto el muro invisible comenzó a desintegrarse en pequeños fragmentos luminosos. Me coloqué la mano frente a los ojos, molesta por el brillo. Cuando la retiré, volví a tratar de tocar la barrera, pero ya no estaba. Sonreí de satisfacción.

Bueno, ¿vamos? —le pregunté a Hana— No querrás que se nos adelanten.
Avatar de Usuario
15nuxalxv
49. Mandrágora
49. Mandrágora
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 1461
Registrado: Dom May 20, 2012 3:55 pm
Dinero: -600,907.82
Banco: 33,068.83
Ubicación: Kimbolton Castle
Sexo: Femenino
Estantería de objetos
Karma: 14

Re: [País de Nunca Jamás] Nuestro tesoro

Notapor Nell » Jue May 21, 2015 2:22 am

Ninguna se precipitó al agua para ser el aperitivo del cocodrilo. La magia funcionó y ambas volaron, gracias al polvo de hadas. Hana se sentía extraña, flotando sin mucho manejo y desplazándose a base de brazadas. Definitivamente, le gustaba más el mar.

Había cedido el mando a Jeanne y no se arrepintió, ya que parecía tener claro sus objetivos. Tras librarse por los pelos del reptil, se dirigieron hacia la Isla de la Calavera… y chocaron con una barrera.

Al parecer, hoy es el día de chocarse contra cosas invisibles ―comentó. Hasta entonces, Hana se había librado.

Entonces, Campanilla comenzó a comportarse estúpidamente. Le tiró del pelo a Hana y, muy indignada, le propinó también una patada a Jeanne.

¿Qué le pasa? ]Bueno, no creo que podamos cruzar por ahora.

Que se ha vuelto loca. ¿Es que no ves que no podemos avanzar? ―le indicó, poniendo una mano sobre la barrera y comprobando que, efectivamente, era infranqueable.

Desde allí tenía una buena vista de lo que estaba ocurriendo en el barco. Como Light tenía la situación controlada, se limitó a ponerse cómoda y a observar con impaciencia. A Hana le hacía gracia la disputa entre Garfio y Peter Pan; sin embargo, entendía muy bien a este primero. A ella también le habría gustado darle un par de bofetones a ese niñato consentido. Internamente, no le habría importado que el capitán ganara la lucha si no fuera por Wendy.

El combate llegó a su fin de manera precipitada, cuando Peter logró que el pirata se cayera al mar. Garfio se puso repentinamente paranoico, ante un tic-tac que Hana llevaba escuchando un buen rato, pero que no lograba ubicar hasta que relacionó los acontecimientos: por algún motivo, procedía del cocodrilo, y este además le tenía unas ganas impresionantes a Garfio. Qué criatura más rara, se dijo que eguro que no era un cocodrilo de verdad si hacía un ruido así.

Al final, huyendo de la criatura, Garfio pasó por donde supuestamente estaba la barrera y Hana comprobó, con alegría, que esta había desaparecido.

Bueno, ¿vamos? No querrás que se nos adelanten.

Espera, tenemos que recoger a Light.

Descendió como pudo para encontrarse con su compañero, sin poner los pies en la tierra. Temía que, si dejaba de volar, no pudiera volver a hacerlo y en ese momento era su mejor recurso para llegar rápido a la Isla.

Iré al grano. Nanashi está aquí e irá tras el tesoro, tenemos que conseguirlo antes. Y esa chica… es una Portadora, seguramente ha venido con esa Maestra.

¿Y te estás fiando de ella? ―le reprochó Hana―. ¡Nanashi, la que declaró la guerra! Si es su aprendiz, no es de confianza ―sentenció, no queriendo entrar a discutirlo debido a que el tiempo corría en su contra―. Pero estoy de acuerdo en que hay que darse prisa. ¡Vamos!

»Y por casualidad, ¿no sabréis alguno ya qué diablos es ese dichoso tesoro?

Se reunieron los tres en el cielo y partieron hacia la Isla de la Calavera, ese tétrico lugar que, si no tenía un tesoro realmente bueno en su interior, Hana lo iba a pagar con alguien.
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Awards 2010-2011, 2012, 2013, 2014 y 2015
Spoiler: Mostrar
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
ImagenImagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen

¡Gracias a todos los que votasteis!
Avatar de Usuario
Nell
161. Kairixula
161. Kairixula
The Unknowns
 
Mensajes: 6373
Registrado: Jue Dic 17, 2009 10:18 pm
Dinero: 19.43
Banco: 48,402.75
Ubicación: Intentando desengancharme de la Lotería ;_;
Sexo: Femenino
Estantería de objetos
Karma: 65

Nuestro Tesoro

Notapor Tsuna » Jue May 21, 2015 7:46 pm

Jeanne, Light y Hana partieron sin demora a la Isla de la Calavera surcando los cielos. A medida que se acercaban el aire se volvía más y más frío, y las ráfagas de viento más violentas, pese a que el cielo estuviese totalmente despejado. Freya por su parte podía seguirlos o quedarse sobre el barco pirata de Garfio, si optaba por esto último, vería cómo Peter Pan, quién debía haber asesinado en un principio por órdenes del capitán, ponía rumbo a la Laguna de las Sirenas acompañado de la reluciente Campanilla. Balthier y Fran, en cambio, tras hablar un poco sobre cosas que la aprendiz no alcanzó a escuchar, se acercaron a la borda para ver materializado el Strahl, una enorme nave que había surgido de la nada, como si hubiese estado ahí desde hacía ya un buen rato…

Spoiler: Mostrar
Imagen


Y con la mirada llena de asombro de los piratas, la enorme nave despegó rumbo a la Isla de la Calavera también, a una velocidad increíble. Si la chica quería seguirles no tendría problema alguno, encontraría lo mismo que los demás. Por otro lado podía seguir investigando Nunca Jamás, aquella isla que apenas había investigado por su cuenta.

El mensaje de Ronin, sin embargo, tampoco tenía mucho que decir:
De Ronin, para Light:
ok


****


Spoiler: Mostrar

Los aprendices encontraron dentro de la enorme gruta lo mismo que Jeanne, excepto por algunos detalles que habían cambiado de forma misteriosa. Por un lado no apareció ningún Sincorazón, cosa que podía extrañar a la aprendiza —quizás la derrota del galeón había tenido algo que ver, o puede que no—, y por otra el cofre del tesoro se encontraba en un lugar distinto. En esta ocasión el preciado premio no estaba situado en lo alto, sino en la parte más baja, en la orilla donde Jeanne decidió ir con la sirena hasta el barco de Garfio tiempo atrás: entrando desde la boca podía verse el cofre justo en frente, en el centro de la habitación conformada de rocas, justo en el borde donde comenzaba a inundarse la calavera.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Antes de poder abrirlo escucharon un potente zumbido proveniente del exterior, como si un enorme aparato se hubiese detenido en seco o estuviese aterrizando. Si se asomaban, verían que se trataba del Strahl, la nave Gumi de los piratas del aire. Una trampilla se abrió en un lateral, dejando salir a los supuestos ladrones, esta vez acompañados por Nono, que no paraba de quejarse sobre que los aprendices eran unos desagradecidos por no haber esperado.

Y al poner las manos en el cofre, bastante pesado —aunque Light podía levantarlo sin problemas si se lo echaba a los hombros—, se dieron cuenta… Estaba cerrado. Jeanne lo había visto claramente en lo alto, y eso quería decir que alguien se le había adelantado. Tenía el consuelo de que al estar cerrado, simplemente hubiese optado por dejarlo allí tirado.

Bueno, bueno, entonces este es el famoso tesoro del que todo el mundo habla. Como comprenderéis, nosotros también somos ladrones, y en una situación normal no os dejaríamos conseguir el premio gordo, pero si es vuestra primera aventura por aquí no seré yo el que haga llorar a unos niños. —comentó Balthier de pronto, internándose dentro de la cueva.

Unos aprendices, para ser exactos. —Corrigió Fran, desde la entrada.

Kupó, ¿pero de verdad es este?

El cofre se encontraba totalmente sellado, pero bien sabían los aprendices ―si habían estudiado lo suficiente―, que la Llave Espada era capaz de abrir cualquier cerradura. Colocar el arma ante el cerrojo tendría como consecuencia un mágico destello hacia su interior, emitiendo el chasquido de una cerradura abriéndose. Y justo antes de poder echarle el guante...

¡Ey, ¿qué hacéis ahí como pasmarotes!?

Apareció Peter Pan volando desde el aire, acompañado por Wendy, su hermano, Zorrillo y Campanilla. Habían vuelto todos de la Laguna de las Sirenas. Se situaron junto al grupo para presenciar aquel precioso momento. Wendy observó a Hana sonriente, alegre porque la muchacha siguiera con vida.

¡Hana! Menos mal que estás bien, por un momento pensé que… bueno, habías terminado en el fondo del mar —expresó, con un gesto de disgusto en el rostro—. Desde la Laguna lo vimos todo: el humo, el cañonazo… Me preocupé bastante.

Zorrillo y John, en cambio, se dirigieron a Jeanne y Freya —si esta, por supuesto, había optado por seguirles—.

¡Ha sido increíble! ¿Habéis visto cómo partía el barco volador por la mitad con su espada? Chas, chus, ¡pam! —expresó Zorrillo, haciendo gestos exagerados en el aire con sus manos sobre el combate.

Debo admitir que ni yo mismo hubiese sido capaz de reunir tanto valor. Tenéis todo mi respeto por haberos enfrentado a Garfio sin miedo ninguno. —Y se ajustó el sombrero, caballeroso.

¡Bueno, y a qué estamos esperando! Light, los honores son tuyos. ―gritó Peter desde lo alto, con los brazos cruzados y sonriente, recordando su carrera en la playa con el aprendiz.

Y cuando por fin abrieron el cofre del tesoro, si no lo habían hecho ya por su impaciencia, se encontrarían su tan ansiado premio, aquel por el que Ronin y Nanashi les habían llevado a Nunca Jamás esa misma mañana, aquel que podía poner en peligro el Reino de la Luz y el equilibrio de los mundos. O igual no, porque…

Estaba vacío.


No encontraron nada dentro del cofre del tesoro. Un auténtico chasco, desafortunadamente. La reacción de todos los presentes fue más o menos la misma: se sobresaltaron con un gesto de decepción.

¡No me digáis que hemos perdido todo este tiempo para esto, kupópó!

Gajes del oficio. Pasa a menudo.

Y ante el posible enfado de Hana, Balthier se le acercó sonriente.

Para ser pirata no basta con saber salir con el rabo entre las piernas o tener una buena puntería. Necesitas paciencia, sino, te garantizo que terminarás en el fondo del mar, o pudriéndote en una mazmorra. Antes me has preguntado qué significaba ser un Pirata del Aire, ¿verdad? Bueno, a pesar de todas estas pequeñas decepciones, tenemos la fortuna de ser libres e ir a donde queramos surcando los cielos. ¿Lo entiendes? —Y esperó algún gesto por su parte— Quizás te viniese bien algo de aire fresco, ¿no crees? ―Le guiñó un ojo, por supuesto, le estaba proponiendo ir con ellos.

Y entonces Peter exclamó desde el aire, con un tono de voz que no pasaría desapercibido.

¡Bueno, bueno, tampoco es para sentirse así! Wendy, nuestra madre, nos contará muchos cuentos a partir de ahora sobre esta increíble aventura. Y para no olvidarla, ni olvidarnos, ¿qué os parece dejar algo importante dentro del tesoro? ―Peter, sin pensarlo dos veces, agarró su gorro y lo dejó caer dentro de la caja― Exacto, será Nuestro tesoro.

Campanilla comenzó a dar vueltas en círculos sobre sus cabezas, llenando el lugar de polvo dorado. La idea de Peter no estaba tan mal, al menos podrían recordar aquel día o ayudar a los niños perdidos a que nunca lo olvidaran. Aquellas aventuras quedarían grabadas para siempre en Nunca Jamás con ellos mismos si optaban por dejar allí algún objeto suyo. Podía tratarse de algo de valor, o cualquier cosa que considerasen importante. Nono, por ejemplo, dejó su llave inglesa, Fran el mapa del tesoro que había robado del barco de Garfio ―por alguna razón no lo necesitaba más―, y Balthier dejó uno de sus anillos. John decidió colocar su paraguas, y Zorrillo su maza para luchar, con la idea de hacerse con una nueva y más poderosa. Wendy en cambio se había apartado del grupo, cabizbaja y triste, posiblemente de un momento a otro decidiera revelar sus intenciones a Peter. Aunque claro, eso solo lo sabía Hana.

Les tocaba decidir qué dejar dentro del cofre del tesoro, de su tesoro. También podían marcharse, o no dejar nada. Tocaba decidir.

Spoiler: Mostrar
Nos acercamos al final ^^

Podéis dejar dentro del cofre algún objeto importante para vuestro personaje, lo tengáis o no en la ficha (si no lo tenéis en la ficha, lo tiene que llevar el personaje encima), como una poción, un peluche, un reloj… ¡Cualquier cosa! Podéis dejar la Llave Espada también, pero tendrá consecuencias distintas, así como no dejar nada. Elegid bien, porque esta oportunidad no volverá a repetirse.

Fecha límite: Viernes 29 de Mayo.

Faltas:
Crystal (1)
15nuxalxv (1)
Nell (2)
Avatar de Usuario
Tsuna
57. Ferrocustodio I
57. Ferrocustodio I
The Unknowns
 
Mensajes: 1680
Registrado: Mar Ene 03, 2012 5:12 am
Dinero: 691,216.48
Banco: 0.00
Ubicación: Perdida en el océano.
Sexo: Femenino
Clan: The Unknowns
Estantería de objetos
Karma: 17

Re: [País de Nunca Jamás] Nuestro tesoro

Notapor Light » Mié May 27, 2015 1:14 am

Sobrevolaron las aguas que rodeaban Nunca Jamás y soportaron las potentes corrientes de aire para llegar finalmente a la fea roca con forma de calavera. Light no dejaba de pensar en Nanashi y temía que se hiciera con el maldito tesoro: era una enemiga peligrosa y difícilmente serían capaces de quitárselo en ese caso. En cambio, la presencia de Freya no le preocupaba demasiado porque no aparentaba ser muy poderosa (se podía hacer a la idea de su fuerza porque había luchado con ella).

Spoiler: Mostrar


Se adentró en la cueva espeluznante de inmediato, sin esperar a que Peter y los demás les alcanzaran. En el interior de la roca encontraron un cofre que podía guardar el ansiado tesoro, no tardaron demasiado en dar con él. Su rostro se iluminó ligeramente al divisar el objeto y salió corriendo hacia éste sin mediar palabra.

De pronto, un sonido bastante fuerte le alertó, frenándole en seco. Intercambió fugaces miradas con Hana y Jeanne y empezó a caminar hacia el exterior de la cueva hasta alcanzar a ver el vehículo inmenso de los ladrones.

En efecto, no eran otros que Fran y Balthier, acompañados por un moguri que no conocía.

Claro. También vienen a por el tesoro ―dijo entre dientes.

No perdió el tiempo observándoles y dio media vuelta. Se acercó al misterioso cofre y se dispuso a abrirlo sin más demora. Desgraciadamente se le resistió: no cedía un ápice, estaba completamente cerrado. De todos modos aquello no suponía ningún problema: los Portadores eran propietarios de la llave maestra por excelencia.

Bueno, bueno, entonces este es el famoso tesoro del que todo el mundo habla. Como comprenderéis, nosotros también somos ladrones, y en una situación normal no os dejaríamos conseguir el premio gordo, pero si es vuestra primera aventura por aquí no seré yo el que haga llorar a unos niños.

¿Niños? —cuestionó en voz alta Light, volteándose hacia ellos. Enarcó una ceja. A su edad ni se le podía seguir considerando un adolescente.

Unos aprendices, para ser exactos —señaló Fran.

«Así que también conocen la Orden», dedujo inmediatamente al escuchar a la mujer conejo. ¿Guardarían alguna relación especial con Tierra de Partida? ¿Serían sus aliados? ¿Sus enemigos...?

Kupó, ¿pero de verdad es este?

Sí. Bastará con usar nuestra llave, o eso espero ―le comentó a todos los presentes―. La curiosidad me va a matar, joder. Me pregunto qué demonios guardará este cofre, no puedo imaginármelo… ―expresaba, incapaz de contener la emoción. Por un momento sonaba como un niño chico.

¡Ey, ¿qué hacéis ahí como pasmarotes!?

Hablando de niños, algunos de estos ya habían acudido; Peter Pan se encontraba con estos. Light no conocía personalmente a ninguno de sus amigos, aunque recordaba que le había mencionado a unos Niños Perdidos. Posiblemente eran ellos.

Estos Niños Perdidos sí que parecían conocer a Jeanne y Hana. La única chica de este grupo expresó su alivio al encontrar a la joven de Port Royal sana y salva. Por su parte, los otros dos acompañantes de Peter se dirigieron a la otra aprendiza de Tierra de Partida. Cuando el chico disfrazado de zorro les recordó la victoria de Light, éste dejó escapar una pequeña risa.

Tampoco ha sido para tanto.

¡Bueno, y a qué estamos esperando! Light, los honores son tuyos.

Asintió enérgico con la cabeza y, al fin, se dispuso a abrir el condenado cofre. No tardarían ni cinco segundos en averiguar el objeto que se escondía dentro. Pronto podrían dar aquella misión por cumplida y regresar a su hogar con el botín.

Se puso de cuclillas, junto al cofre, y aproximó la punta de Alma Inquebrantable al cerrojo. No tardó en hacerse oír el chasquido que confirmaba que podían abrirlo ya.

Finalmente lo destapó y comprobó qué había en su interior. Y... no halló absolutamente nada. Sin duda aquella desagradable sorpresa supuso un enorme chasco para todos: habían superado múltiples peligros y al final no recibirían ninguna recompensa. Y la misión seguía sin estar cumplida. Light no reprimió su decepción y dejó escapar un gruñido, frustrado.

¡No me digáis que hemos perdido todo este tiempo para esto, kupópó!

Gajes del oficio. Pasa a menudo.

Entonces, Balthier se aproximó a Hana y empezó a hablarle de su oficio. Light, por su parte, se volvió hacia Fran.

Siempre nos quedará el botín que pillamos en el barco de Garfio —indicó optimista, sonriéndole a Fran y mostrándole el vale de la Tienda Moguri.

¡Bueno, bueno, tampoco es para sentirse así! Wendy, nuestra madre, nos contará muchos cuentos a partir de ahora sobre esta increíble aventura. Y para no olvidarla, ni olvidarnos, ¿qué os parece dejar algo importante dentro del tesoro? ―sugirió Peter Pan. Él fue el primero en depositar un objeto: su sombrero―. Exacto, será Nuestro tesoro.

Campanilla empezó a dar vueltas en el aire... ¿Quizás entusiasmada por la sugerencia de su amigo?

Pensativo, Light se rascó la sien. La idea de meter dentro de aquel cofre una de sus pertenencias no le parecía mala en absoluto. Difícilmente olvidarían aquella aventura si dejaban allí un objeto importante, algo que tuviera un significado especial y les uniera para siempre a ese mundo.

Quizás… podría dejar el bate de gomaespuma con forma de espada que había utilizado durante tantos años en Villa Crepúsculo. Difícilmente sus viejos tiempos como campeón de struggle volverían: se hacía mayor y tenía más responsabilidades, iba siendo hora de dejar el relevo a los más jóvenes. Seguro que otros niños de Nunca Jamás aparte de Peter y los demás ―si los hubiera― podían sacarle mejor partido a aquella inofensiva arma de juguete. Claro que, para eso, antes debían encontrar el tesoro.

Sí, ¿por qué no?

Finalmente tomó la decisión. Al igual que los demás, aportaría un objeto.

Supongo que soy demasiado mayor para ir llevando esto.

Sacó de su funda el bate que colgaba del mismo cinturón que su katana ―le invadía la nostalgia con solo agarrarlo― y lo colocó en el interior del cofre. Light dejaba un objeto que le había acompañado desde su temprana niñez. ¿Podía considerar aquella ofrenda como una especie de ritual para poner fin a la adolescencia y pasar a la juventud plena? Quizás.

Pensar que saldría de aquella isla con los “bolsillos” más vacíos le deprimía un poco. Al menos, los próximos que dieran con su tesoro no se llevarían una decepción como ellos.
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen

Spoiler: Mostrar
Imagen

Imagen
Imagen
Avatar de Usuario
Light
144. Xion Forma Final
144. Xion Forma Final
The Unknowns
 
Mensajes: 4309
Registrado: Mar Ago 24, 2010 7:20 pm
Dinero: 116.22
Banco: 474,840.29
Sexo: Masculino
Clan: The Unknowns
Estantería de objetos
Karma: 59

Re: [País de Nunca Jamás] Nuestro tesoro

Notapor 15nuxalxv » Sab May 30, 2015 1:44 am

Volando junto a Hana y Light, me dirigí hacia la Cueva de la Calavera. A medida que me acercaba, noté cómo ráfagas de aire cada vez más frío me golpeaban, como si me instaran a dar media vuelta y alejarme. No les hice caso.

Spoiler: Mostrar


Aterrizamos en la gruta, en la que pude ver leves cambios respecto a cómo estaba antes: a parte de los Sincorazón (que brillaron por su ausencia), el cofre había cambiado de lugar. Ahora estaba en la orilla, junto a donde la sirena me había salvado de una buena caída. Eso podía significar que, si era el tesoro, tal vez ya lo hubiesen vaciado.

Light se dirigió rápidamente hacia el tesoro, y yo le iba a seguir (más tranquila) cuando escuchamos un fuerte sonido. Miré a mis compañeros y seguí silenciosamente al Aprendiz, que se dirigía a la salida. Allí, pude vislumbrar lo que reconocí como la nave del pirata del aire.

Claro. También vienen a por el tesoro.

Entonces, ¿íbamos a luchar contra ellos o a ir a por el tesoro? El joven decidió antes: dio media vuelta y se dirigió hacia el tesoro, que no se dejó abrir. Por suerte, teníamos la Llave Espada. Pero seguramente quien lo hubiese dejado allí no había podido, así que no teníamos que temer. Por ahora.

Bueno, bueno, entonces este es el famoso tesoro del que todo el mundo habla. Como comprenderéis, nosotros también somos ladrones, y en una situación normal no os dejaríamos conseguir el premio gordo, pero si es vuestra primera aventura por aquí no seré yo el que haga llorar a unos niños.

¿Niños?

Hacía tiempo que había cumplido veintiún años, ya no era ninguna niña. Ni siquiera una adolescente. Aunque bien mirado, mi escasez de altura y de rasgos “maduros” podía engañar a la vista. Pero no creí que se hubiese fijado en ello.

Unos aprendices, para ser exactos. —Una mujer desconocida, con unas pintorescas orejas de conejo, le corrigió. Sin duda, conocían la Orden.

―Kupó, ¿pero de verdad es este?

Sí. Bastará con usar nuestra llave, o eso espero ―Recordé aquello que había mencionado María. Pensaba que el tesoro estaría allí―. La curiosidad me va a matar, joder. Me pregunto qué demonios guardará este cofre, no puedo imaginármelo…

¡Ey, ¿qué hacéis ahí como pasmarotes!?

El niño de verde con aspecto de duende que había visto antes apareció, acompañado por la pequeña hada, Zorrillo, John y una muchacha que intuí que sería su hermana. Al parecer, todos estaban esperando entusiasmados la apertura del cofre. No podía negar que yo también estaba bastante emocionada. Tampoco pude evitar buscar a Freya con la mirada, por si ella también aparecía. Aunque fuera del bando contrario, le había cogido bastante cariño.

La niña se acercó a Hana, bastante preocupada por el estado de la Aprendiza. En cambio, el niño zorro y su amigo se acercaron a mí.

¡Ha sido increíble! ¿Habéis visto cómo partía el barco volador por la mitad con su espada? Chas, chus, ¡pam! —me describió con pelos y señales. Sonreí divertida.

Debo admitir que ni yo mismo hubiese sido capaz de reunir tanto valor. Tenéis todo mi respeto por haberos enfrentado a Garfio sin miedo ninguno. —Incliné la cabeza como agradecimiento.

Gracias, aunque yo no he hecho gran cosa. Tenéis que agradecérselo a Light y Freya. ―admití, riendo.

Tampoco ha sido para tanto.

¡Bueno, y a qué estamos esperando! Light, los honores son tuyos. ―exclamó el chico de verde.

Él asintió con decisión y se dispuso a abrir el cofre. Me acerqué por detrás, deseando ver su interior. ¿Qué sería, si tan importante para la orden era? ¿Un arma, un mapa, unos datos desconocidos hasta la fecha? ¿O tal vez…?

O tal vez aire, por ejemplo. Por que eso era lo que había: nada. Estaba vacío. No pude evitar una exclamación de fastidio. ¡Había estado a punto de ser capturada por piratas, de morir de hipotermia y de ser devorada por un cocodrilo! ¿Esta era la recompensa?

¡No me digáis que hemos perdido todo este tiempo para esto, kupópó!

Gajes del oficio. Pasa a menudo.

El pirata se aproximó a Hana y Light a la mujer conejo. Yo me giré hacia el muchacho volador, que dijo:

¡Bueno, bueno, tampoco es para sentirse así! Wendy, nuestra madre, nos contará muchos cuentos a partir de ahora sobre esta increíble aventura. Y para no olvidarla, ni olvidarnos, ¿qué os parece dejar algo importante dentro del tesoro? ―Acto seguido, demostró sus palabras, dejando su gorro dentro― Exacto, será Nuestro tesoro.

Las palabras del niño, que podían ser tachadas de infantiles, me hicieron reflexionar. Lo importante de aquel viaje no era el objetivo (en este caso el tesoro), sino todo lo que habían vivido, la gran aventura que siempre viviría en sus corazones. Así que le pareció un acto bastante bonito el dejar un recuerdo dentro del cofre.

Nuestro Tesoro… —repetí. Me gustaba el nombre.

Rebuscó entre sus cosas, y por casualidad, encontró una pequeña y apresurada nota, que había sido entregada por un pequeño gitano una noche. No sabía qué hacía allí, pero le pareció apropiado dejarla; de algún modo era uno de esos pequeños tesoros que recibes inesperadamente. Su pequeño tesoro. La leyó una última vez y la depositó con cuidado en el fondo del cofre, como quien deja una flor en un jarrón.

¿Acababa todo así? No, sentía que aún quedaba un cabo suelto. Me acerqué a Hana y Light y les susurré:

María me dijo que el Tesoro que buscábamos estaba “mucho más abajo” —Señalé la parte del mar en la que me había sumergido con ella—. Y contando con que ese cofre estaba vacío, tal vez podríamos… Echar un vistazo, por si acaso. Yo no puedo sumergirme lo suficiente, pero seguramente tú —Miré a mi compañera— sí.

>>¿Qué opináis? Siento que de otro modo la misión se queda “a medias”, aunque no os voy a obligar si no queréis.
Avatar de Usuario
15nuxalxv
49. Mandrágora
49. Mandrágora
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 1461
Registrado: Dom May 20, 2012 3:55 pm
Dinero: -600,907.82
Banco: 33,068.83
Ubicación: Kimbolton Castle
Sexo: Femenino
Estantería de objetos
Karma: 14

AnteriorSiguiente

Volver a Tercera Saga

¿Quién está conectado?

Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 1 invitado

cron