[Coliseo del Olimpo] De cero a héroe

Fátima Laforet, Ragun, Malik & Nikolai Everard + Saxor Meian & Bavol Trené

La aparente traición de Tierra de Partida en un acuerdo de paz provocó el anuncio de la guerra por parte de Bastión Hueco. Los aprendices deben enfrentarse entre sí, entre antiguos amigos y compañeros. ¿Cómo lograrán sobrevivir cuando otras amenazas acechan?

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro, Sombra

Re: Ronda #5 - De cero a héroe

Notapor Sombra » Mié Feb 18, 2015 4:00 pm

Llévate un buen trozo de carne —aconsejó Diana. Entendí por qué perfectamente puesto que ya había visto a aquel chucho de tres cabezas por lo que asentí para después ver como la mujer se alejaba entre los espectadores. ¿Querría ver los combates?

¡Ragun, aquí! —Justo cuando había acabado de escribir el mensaje una voz familiar resonó entre el gentío, me giré hacia el aprendiz con el que había llegado al Coliseo y le saludé con la mano—. ¿Hay alguna nove…? —Preguntó, sin embargo se vio interrumpido por su propio teléfono móvil, al que probablemente le acababa de llegar el mensaje que había enviado hacía unos instantes—. Oh, ya veo que te las has podido apañar tu solo.

>>Pues manos a la obra, ¿no?

Sí, manos a la obra —confirmé.

Nikolai y yo abandonamos el coliseo en dirección a las escaleras que descendían hacia Tebas, donde se suponía que estaba la entrada al inframundo, sin embargo no pudimos llegar hasta allí puesto que una mano se cerró en torno a nuestros hombros impidiéndonos continuar la marcha.

¡Vaya, vaya, pero si es mi aprendiz de la llave griega favorito!

<<Esa voz...>>

Incluso sin girarme supe de quien se trataba, pero aún así me di la vuelta para verle de frente. Un "hombre" muy alto, de piel azulada... ¿o tal vez gris? Vistiendo una lujosa túnica griega negra con un "clip" de calavera adornándolo y por supuesto su pelo, que era fuego literalmente.

Dios Hades —nombré haciendo una reverencia.

Te llamabas... Espera, no me lo digas. —me señaló como si tratase de hacer memoria—. Julio, ¿verdad? Tienes cara de Julio. ¿Y tú eres?

Es Ragun, Dios Hades —evitando sonar demasiado tajante. Era un dios al fin y al cabo, ¿quién sabe lo que podría llegar a hacer si era ofendido por un mortal?

El dios del inframundo esperó a que Nikolai se presentase también.

Hades, Señor de los Muertos, qué tal, cómo lo lleváis. —Nos ofreció su mano para estrechársela, algo que al menos yo sí acepté—. Veréis, me dirigía yo tan contento al coliseo tan contento para presenciar los Juegos cuando entonces, ¡pum! Veo aquí a este encantador jovencito con su brazo negro y todo. Y supongo que tú también serás uno de esos de la llave mágica, ¿qué se os ha perdido a ambos en el coliseo?

Pues precisamente veníamos a... —traté de hablar, sin embargo el dios del inframundo era demasiado hiperactivo como para escuchar siquiera.

En ese momento empecé a escuchar unos gritos y explosiones, sin embargo... ¿Eran gritos de emoción y las explosiones cohetes? No podía estar seguro ya que me resultaba imposible escuchar bien cuando Hades no cerraba el pico ni un segundo.

Uh, la juerga ya debe de haber empezado. ¿No os habéis apuntado a los Juegos? Oh, qué pena, me habría encantado veros participar. Aunque mejor para vosotros, ¿sabéis? El torneo de hoy es muy especial para mí, ya que los perdedores me entregarán su alma. Qué, ¿no lo sabíais? —El dios chasqueó los dedos haciendo aparecer un pergamino de la inscripción y una lupa—. Está todo en la letra pequeña, mirad.

Cogí los objetos con cierta desconfianza e hice caso apuntando con la lupa al lugar que señalaba:

"Precio de inscripción: ¡Tener el alma de un guerrero!"


Pero ahí no pone nada de... ¡Oh! —exclamé al leer un poco más abajo.

"A la hora de registrarse, no se tendrán en cuenta las palabras «Tener», «De», «Un», ni «Guerrero»."


En la hoja de registro se advierte de que los que pierdan pagarán el precio de la entrada y bla bla bla, ya os hacéis una idea. Incluso los que no se presenten a su combate serán míos. —Lancé una rápida mirada a Nikolai... Él estaba apuntado por lo tanto debía presentarse a su combate... ¿No?—. Bueno, os dejo, tengo unas almas que recoger, unos planes malvados que seguir, lo de siempre. Como estoy generoso, si necesitáis algo de mí solo tenéis que decir "oh, gran Hades, yo te invoco" y me pasaré a haceros una visita, ¿lo pilláis? Chao~

¡Oye esp... —me volví a detener cuando el dios desapareció en una nube de humo negro—...era!

En ese momento me giré bruscamente hacia Nikolai y agarré sus hombros con firmeza.

Sé que no es nuestra misión, pero vamos a tener que tomar un desvío. Es tu alma lo que está en juego y creeme cuando te digo que Hades no bromea con estas cosas. Si esto no funciona tendrás que participar en los torneos —advertí a Nikolai y aclaré la voz. Hades había dicho que con decir "Oh gran Hades, yo te invoco" vendría, ¿no?

>>¡Oh gran Hades, yo te invoco!

Dije por todo lo alto, si aparecía esta vez no esperaría a dejarle hablar siquiera, cogería la carta que guardaba Nikolai y se la entregaría al Dios del Inframundo.

Es de parte de mi Maestra y escucha un momento, Hades. ¿Puedes perdonar el alma de mi compañero? Somos socios, ya sabes —le pediría también en caso de que apareciese—. Hay un par de almas especialmente jugosas participando que te interesarán más que la de mi compañero. Y son portadores de la llave espada, ¿por qué no hacemos un trato y perdonas a mi compañero?

Si por el contrario llamarlo no servía de nada no nos quedaría más remedio que dirigirnos al Coliseo nuevamente, Nikolai tendría que participar en los torneos y ganar si no quería perder su alma, algo que no iba a permitir. No se iba a repetir lo que había pasado con Ban en Villain´s Vale.
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Re: [Coliseo del Olimpo] De cero a héroe

Notapor Drazham » Jue Feb 19, 2015 1:41 am

Sin ningún asunto pendiente en el coliseo, Nikolai y Ragun salieron de allí para poner rumbo a Inframundo ahora que conocían el camino para llegar, pero nada más alcanzar las escaleras que bajaban al patio exterior, Niko notó que alguien le estaba agarrando del hombro, reteniéndole

¡Vaya, vaya, pero si es mi aprendiz de la llave griega favorito!

Se giró de inmediato para comprobar que el que les había detenido resultó ser una figura bastante imponente: alto, piel cenicienta, vestimenta negra, rostro maquiavélico y… ¿pelo en llamas?

Saltaba a la vista que el tipo no era humano, y por sus pintas siniestras, más bien parecía un demonio.

Dios Hades —pronunció Ragun con una reverencia.

¿Hades? ¿Entonces él era el Dios del Inframundo al que estaban buscando? Pues de ser así, se habían ahorrado un buen paseo.

Te llamabas... Espera, no me lo digas. —Apuntó a su compañero con el dedo mientras se rascaba la barbilla—. Julio, ¿verdad? Tienes cara de Julio.

Es Ragun, Dios Hades —le corrigió

>>¿Y tú eres?

Me llamo Nikolai, Dios… Hades —titubeó, no muy seguro de como dirigirse al dios—. Es un placer.

Hades, Señor de los Muertos, qué tal, cómo lo lleváis. —El dios les estrechó la mano, y después de que Ragun le devolviese el gesto, Nikolai hizo lo mismo por su parte, aunque apenas le dio tiempo en cuanto Hades comenzó a hablar sin parar—. Veréis, me dirigía yo tan contento al coliseo tan contento para presenciar los Juegos cuando entonces, ¡pum! Veo aquí a este encantador jovencito con su brazo negro y todo. Y supongo que tú también serás uno de esos de la llave mágica, —Niko hizo ademán de responderle, pero Hades siguió parloteando— ¿qué se os ha perdido a ambos en el coliseo?

Pues precisamente veníamos a...

Ragun se vio interrumpido por una serie de gritos y explosiones que provenían del coliseo. Fuese lo que fuese aquel griterío, no fue suficiente para frenar el bombardeo de palabras descontrolado de Hades.

Uh, la juerga ya debe de haber empezado. ¿No os habéis apuntado a los Juegos? Oh, qué pena, me habría encantado veros participar. Aunque mejor para vosotros, ¿sabéis? El torneo de hoy es muy especial para mí, ya que los perdedores me entregarán su alma.

Espera… ¿Qué? —saltó Niko, confuso.

>> Qué, ¿no lo sabíais? —Hades chasqueó los dedos e hizo aparecer una hoja de papel deteriorada y una lupa—. Está todo en la letra pequeña, mirad.

El aprendiz del brazo negro agarró la hoja y la lupa con algo de inseguridad y comenzó a examinar la parte que el dios les estaba señalando, justo en la que decía “Precio de inscripción: ¡Tener el alma de un guerrero!". Niko se acercó con una expresión escéptica para comprobarlo con sus propios ojos.

Pero ahí no pone nada de... —Entonces, la lupa reveló debajo de la frase una pequeña anotación—. ¡Oh!

"A la hora de registrarse, no se tendrán en cuenta las palabras «Tener», «De», «Un», ni «Guerrero»."


La letra era tan retorcidamente pequeña que en el papel ni se percibía que ahí hubiese algo escrito, resultando imposible leerlo sin ayuda de la misteriosa lupa.

<Esto tiene que ser una broma.>

En la hoja de registro se advierte de que los que pierdan pagarán el precio de la entrada y bla bla bla, ya os hacéis una idea. Incluso los que no se presenten a su combate serán míos. —A Nikolai se le desencajó el rostro de lo absurda, y peliaguda al mismo tiempo, que se había vuelto su situación—. Bueno, os dejo, tengo unas almas que recoger, unos planes malvados que seguir, lo de siempre. Como estoy generoso, si necesitáis algo de mí solo tenéis que decir "oh, gran Hades, yo te invoco" y me pasaré a haceros una visita, ¿lo pilláis? Chao~

¡Oye esp... —Los intentos de Ragun por detener a Hades fueron inútiles. Ya había desaparecido en una nube de humo—...era!

Pero Nikolai no reaccionó, se quedó allí plantado, con la mirada perdida, hasta que segundos después abrió la boca para balbucear:

¿Acabo de ofrecerle mi alma a un Dios del Inframundo?

Pero no tardó en reaccionar en cuanto su compañero le agarró de los hombros.

Sé que no es nuestra misión, pero vamos a tener que tomar un desvío. Es tu alma lo que está en juego y creeme cuando te digo que Hades no bromea con estas cosas. Si esto no funciona tendrás que participar en los torneos.

Qué remedio… —suspiró y asintió con desgana. Solo él se podía meter en estos líos—. ¿Cuál es tu plan?

El chico de pelo oscuro se aclaró la voz y pronunció las siguientes palabras.

>>¡Oh gran Hades, yo te invoco!

Acto seguido, le pidió a Niko el sobre que Nanashi les había ordenado mandar, quien se lo entregó sin rechistar.

Es de parte de mi Maestra y escucha un momento, Hades. ¿Puedes perdonar el alma de mi compañero? Somos socios, ya sabes.

La idea de pedirle a Hades que dejase pasar el “pequeño” desliz del aprendiz quizás era un poco simplona, aunque si ya había cierta confianza con el dios, podía colar.

Pero entonces Ragun no tardó en añadir un inesperado aliciente para terminar de convencerle:

>>Hay un par de almas especialmente jugosas participando que te interesarán más que la de mi compañero. Y son portadores de la llave espada, ¿por qué no hacemos un trato y perdonas a mi compañero?

¡No, eso es totalmente innecesario! —gritó, exaltado—. No voy permitir que otros tengan que pagar por mí. —Apretó los puños con fuerza—. Me niego.

Nikolai miró a su compañero con rechazo, ¿pero en qué demonios estaba pensando? Claro que quería conservar su alma, pero no condenando a los otros Portadores solo porque fuesen del bando contrario. Maldita guerra, no hacía más lavarles la cabeza a todos.

Aun así, seguía estando a merced de Hades, y de él dependía si podía perdonarle el desliz de la inscripción o participar en sus puñeteros juegos.
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Re: [Coliseo del Olimpo] De cero a héroe

Notapor Tidus Cloud » Jue Feb 19, 2015 7:59 pm

Bavol abrió los ojos y la boca muy ofendido ante el comentario del sátiro. ¡Otro que le decía que era demasiado pequeño! ¿Pero es qué no se había mirado él mismo en el espejo?

El gitano estuvo a punto de replicarle con alguno de sus típicos comentarios fuera de tono o incluso conjurar algún pequeño hechizo contra él, pero tal y como se había imaginado, Saxor y posteriormente Fátima comenzaron a interrogar a Fil por la misión, de manera que decidió contenerse por el momento.

Maldita cabra enana, gorda y fea… —se limitó a murmura mientras el sátiro explicaba la situación a sus compañeros.

Fil parecía bastante enfurecido con el problema de los sincorazón, que al parecer habían conseguido incluso apuntarse en las competiciones que organizaba. Bavol se cruzó de brazos mientras le escuchaba hablar, sin duda aquel tipo no podía ser un entrenador de héroes muy bueno si se le colaban en los Juegos criaturas como los sincorazón.

Calma, Fil, calma.

¿Eh? Ah, sí. Como iba diciendo, esos malditos bichos no dejan ni un respiro a Hércules, nuestro héroe. El pobre ya tenía suficiente con los monstruos habituales que aparecían por la ciudad, pero ahora no tiene ni un día de descanso. Si esto sigue así, chavales, dos palabras: no acabará bien.

Es cierto, a Herc se le empieza a ver muy... cansado. Últimamente no tiene buen aspecto.

A lo mejor hacen falta nuevos héroes —comentó para sí mismo pensando en la posibilidad de sustituir al tal Hércules.

¡Por eso quería que Lyn viniera en persona! Y en su lugar me manda a un puñado de...

El gitano se giró al instante al escuchar aquel chillido que resonó en todo el lugar. La gente estaba huyendo a toda prisa del lugar, debido a que acababa de aparecer un enorme sincorazón en el centro de la arena disparando rayos a través de sus ojos.

Bavol se quedó un tanto sorprendido por el aspecto que tenía el sincorazón que acababa de aparecer. Era exactamente igual que un camaleón, sólo que más grande.

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¡Anda, es como yo! —exclamó divertido mientras invocaba su Llave Espada. Se estaba refiriendo por supuesto al aspecto que él mismo adquiría en Tierras del Reino.

¡Todo el mundo fuera de la arena! ¡Que alguien avise a Hércules!

El niño se giró levemente mientras alzaba una ceja molesto ante la repentina reacción de Fil. Él era un Caballero de la Llave Espada y era perfectamente capaz de enfrentarse a un sincorazón. Le tenía que demostrar a todos que independientemente de la edad que tuviera o de lo pequeño que fuera, podía ser tan fuerte como el mayor de los guerreros.

Si quieres que alguien vaya a avisarle, ve tú mismo —replicó el gitano aún un poco resentido por el desprecio que el sátiro le había mostrado antes—. Yo mientras te voy a enseñar cómo se comporta un verdadero héroe.

Para aturdirlo un poco, Bavol conjuró un Hielo directo contra la cara del sincorazón. Imaginaba que eso le molestaría bastante, así que estaría listo para esquivarlo si decidía lanzarse a por él. Incluso si en algún momento lo llegaba a ver lo suficientemente aturdido o no estaba muy concentrado en el Aprendiz, le golpearía directamente contra su Llave Espada, aunque el combate directo no fuera el favorito del pequeño.

En cambio, en caso de que el camaleón se lanzara directamente contra alguno de los espectadores o contra alguna persona indefensa, emplearía Sagrada Persecución contra su enemigo para llamar su atención, además de para intentar conseguir dañarlo de gravedad.

Esperaba también que Saxor y Fátima no se hubieran acobardado y se hubieran unido a la pelea. En caso de que lo hubieran hecho, el pequeño decidió compartir algo de información útil, que había aprendido tras sus misiones en aquel reino animal.

Ey, tened cuidado, los camaleones se pueden ocultar, ¡pero tranquilos, no se pueden hacer invisibles! Podemos saber siempre dónde está —comentó sin quitarle el ojo de encima a su enemigo.

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▪ Hielo (HM) [Nivel 2] [Requiere Poder Mágico: 3]. Proyectil de hielo lineal, con muy pocas posibilidades de congelar.

Y sólo si las cosas se ponen chungas o ataca a alguien indefenso:

▪ Sagrada Persecución (HM) [Nivel 15] [Requiere Afinidad a Luz; Poder Mágico: 20; Puntería: 15]. Sus manos se cargan con energía sagrada para después disparar múltiples rayos de luz que se dirigen contra un único enemigo. La habilidad tiene una ligera capacidad persecutoria.
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Re: [Coliseo del Olimpo] De cero a héroe

Notapor Suzume Mizuno » Vie Feb 20, 2015 2:16 am

Llámame Fil —respondió el sátiro, cruzándose de brazos. Contuvo un suspiro de alivio. Al menos no parecía que los fuera a rechazar a patadas—. Esas criaturas negras, sincorazón o como quiera que las llaméis, llevan un tiempo actuando de una forma extraña. ¡No conseguimos librarnos de ellos, aparecen en todas partes! ¡No paran nunca! ¡Hasta consiguen apuntarse en mis torneos, y no entiendo cómo!

Aquello la dejó un poco descolocada.

¿Se apuntan?—repitió, mirando a sus compañeros con extrañeza, preguntándose si habría escuchado bien. Además, se preguntó dónde andaría Malik—. Pero, si se supone que no tienen inteligencia…

Lo cual significaba, claro, que alguien estaba detrás de ellos. ¿No? Aunque, ¿los Sincorazón podrían entender las reglas de un torneo…? Sacudió la cabeza e intentó concentrarse en lo importante. Por una parte, parecía que podía hablar sin problemas de los Sincorazón. Por otra, al fin entendían lo que era ese «comportamiento extraño». Además, ¿por qué aparecían en los torneos si podían matar sin necesidad…? Porque dudaba y mucho que aspiraran a un título de aprendiz de héroe.

Entre tanto, Fil había levantado tanto el tono y estaba tan rojo que parecía que fuera a cargar de un momento a otro con sus cuernos por delante. Vio cómo la gente se alejaba y ella misma tuvo que contenerse para no imitarles.

Calma, Fil, calma.—Intervino el joven de pelo negro.

¿Eh? Ah, sí. Como iba diciendo, esos malditos bichos no dejan ni un respiro a Hércules, nuestro héroe. El pobre ya tenía suficiente con los monstruos habituales que aparecían por la ciudad, pero ahora no tiene ni un día de descanso. Si esto sigue así, chavales, dos palabras: no acabará bien.

Fátima contó mentalmente y frunció el ceño, mordiéndose la lengua. Había oído hablar de Hércules, pero le sorprendió saber que le estaban dejando de verdad todo el trabajo a él. ¿No sería más fácil intentar organizarse para enfrentarse a los Sincorazón? O… Bueno, Filoctetes parecía saber que Lyn se encargaba de ellos. Quizás si hubieran pedido ayuda… Aunque, claro, no tenían forma de comunicarse con ella.

Es cierto, a Herc se le empieza a ver muy... cansado. —Fátima no pudo menos que mirar al joven con las cejas arqueadas. ¿Y qué se esperaban si obligaban a una persona a luchar contra tantos enemigos? ¿No estaban dependiendo demasiado de él? Debía ser una carga insufrible. Sobre todo porque… Sin Llave Espada, los Sincorazón volvían a aparecer—. Últimamente no tiene buen aspecto.

¡Por eso quería que Lyn viniera en persona! Y en su lugar me manda a un puñado de...

Fátima ya estaba abriendo la boca, indignada, cuando un chillido hizo que se volviera bruscamente, buscando su origen. Sus ojos fueron a detenerse sobre el Sincorazón que se había materializado en medio de la arena. Se le puso la carne de gallina al reconocer a la misma criatura a la que se habían enfrentado en Bastión Hueco, justo antes de conocer a Ryota.

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No tuvo tiempo para asustarse. Los espectadores estallaron en alaridos de pavor y echaron a correr despavoridos hacia las salidas al mismo tiempo que el Sincorazón comenzaba a disparar rayos.
¡Todo el mundo fuera de la arena! ¡Que alguien avise a Hércules!

¿Qué? Fátima lo miró con ojos como platos. ¡Pero si estaban en un coliseo lleno de guerreros! ¿En serio iban a esperar a que viniera ese tipo? ¿Mientras podían morir personas?

Ah, no. Ni en broma.

Invocó su Llave Espada y se precipitó al frente. Vio a Bavol atacar al Sincorazón y después exclamó:

¡Si trata de ocultarse buscad su sombra! ¡No le perdáis de vista!

Eso era al menos lo que le había funcionado en la anterior pelea. Los camaleones sólo se fusionaban con su alrededor, pero la luz seguía impactando contra su cuerpo. Era imposible que les atravesara. Por lo cual, tenía que crear una sombra.

¡Y cuidado con sus embestidas!

Apuntó con un Blanco Fijado y aguardó a que Bavol hubiera terminado su ataque para lanzar un Piro +. En caso de que el Sincorazón desapareciera y no pudiera apuntar bien, se acercaría a él buscando su sombra y emplearía, Llave Espada en mano, un Aturdidor.

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En caso de que el camaleón no se haga invisible/no impida que se le pueda hacer blanco fijado:

▪ Blanco Fijado (HC) [Nivel 5] [Puntería: 7]. Aumenta la Puntería del usuario en 5 puntos y disminuye en un nivel el gasto en habilidades de arma de fuego. El usuario permanece inmóvil durante el uso de esta habilidad. Al desconcentrarse o moverse, sus efectos se anulan.
▪ Piro+ (HM) [Nivel 15] [Requiere Piro; Poder Mágico: 16]. Proyectil de fuego más grande y lineal, con ciertas posibilidades de producir quemaduras y más potente.

En caso de que se haga invisible:

▪ Aturdidor (HC) [Nivel 8] [Fuerza: 12] Aturde a los enemigos cercanos con un solo golpe, impidiéndoles lanzar ataques físicos.
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¡Gracias por las firmas, Sally!


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Re: [Coliseo del Olimpo] De cero a héroe

Notapor Tanis » Vie Feb 20, 2015 3:27 pm

Malik salió del Coliseo bastante resuelto, decidido a encontrar pistas que le llevaran al rastro de Bastión Hueco, pero ni siquiera le hizo falta dar más de dos pasos. En cuanto pisó suelo fuera de la antesala, vio más adelante a dos muchachos. Uno le era desconocido, el otro...

«¿Por qué de todo Bastión Hueco tienes que ser tú?».

Había conocido a Ragun —o Alex, como él le llamaba—, durante aquella escapadita al País de las Maravillas. Juntos habían plantado cara a Hein, un malvado esqueleto vivo que aterrorizaba a las pobres criaturas del Mundo. Juntos habían salvado a la actual mascota de Malik, Asah... Incluso el muchacho había tenido la amabilidad de acercar a Malik a Tierra de Partida en su nave gumi. Pero todo eso había sido antes del estallido real de la Guerra y Malik no estaba seguro de que fuera buena idea acercarse sin más, a saludar. Por eso tuvo el acierto de deslizarse y esconderse tras uno de los grandes pebeteros dorados de la entrada, con cuidado de que ninguna llama le prendiese nada.

Entonces vio la humareda espectral, apareciendo de la nada, y a aquel... hombre, si es que podía denominársele así. Malik aguzó el oído, a sabiendas de que aquello era muy importante, con el presentimiento de que no sólo era importante, si no vital. La figura oscura y llameante, tan antinatural en un ser humano, le encendió las alarmas. Malik llevaba ya bastante tiempo en la Orden, había visto casi de todo. Aquel individuo era algo sobrenatural, estaba seguro de ello. Se mantuvo quieto, lo más fuera de vista posible, mientras espiaba la inminente conversación.

Hades, Señor de los Muertos, qué tal, cómo lo lleváis.

Hades, Señor de los Muertos... A Malik no le hizo falta pensar mucho para saber qué podía significar ese título, esas apariencias y esa forma de aparecer, tan teatral y... prepotente.

«Un dios... Bastión Hueco tiene tratos con un dios». Y no uno cualquiera, estaba ya más que claro de qué era Dios ese en concreto.

Veréis, me dirigía yo tan contento al coliseo para presenciar los Juegos cuando entonces, ¡pum! Veo aquí a este encantador jovencito con su brazo negro y todo. Y supongo que tú también serás uno de esos de la llave mágica, ¿qué se os ha perdido a ambos en el coliseo?

Malik frunció el ceño. Hades hablaba condenadamente deprisa, le costaba escucharlo bien desde su escondite. Pero no podía acercarse más sin riesgo a que le descubrieran. No había lugar para esconderse. De hecho le sorprendía que un dios no le hubiera descubierto ya a esas alturas, ahí escondido. Intentaba asomarse lo suficiente para seguir la conversación cuando oyó los gritos y el revuelo... y las detonaciones. Miró hacia el Coliseo. Espera, ¿explosiones? ¿Serían parte de los Juegos? No... esos gritos no parecían de júbilo, estaba lo suficientemente cerca de la entrada como para distinguirlos. Algo estaba pasando, algo malo... Y las palabras de Hades parecían confirmarlo.

Uh, la juerga ya debe de haber empezado. ¿No os habéis apuntado a los Juegos? Oh, qué pena, me habría encantado veros participar. Aunque mejor para vosotros, ¿sabéis? El torneo de hoy es muy especial para mí, ya que los perdedores me entregarán su alma. Qué, ¿no lo sabíais? —Malik giró la cabeza de nuevo hacia el trío, ceñudo. Espera, ¿qué estaba diciendo?—. Está todo en la letra pequeña, mirad.

Malik no pudo verlo, pero un repentino escalofrío le recorrió la espalda. Sintió un sudor viscoso deslizándose por la nuca y las sienes, culpa del súbito miedo y la angustia. Los perdedores del torneo... Fátima y Saxor habían hecho cola para inscribirse y así poder entrar más fácilmente...

«Joder, no... ».

Apretó los dedos contra la base de piedra del pebetero, sintiendo las terribles ganas de salir, invocar la Llave-Espada y zurrar a ese capullo malnacido de Hades. Si hubiera tenido quince años menos quizá lo habría hecho, pero no el Malik adulto y estoico. No el responsable. Tenía que pensar, y rápido. A su espalda los gritos y explosiones continuaban. Tenía que ser algo gordo, culpa de Hades... Y Bastión Hueco estaba aliado con él, tenía que avisar al resto, y ayudarles con lo que fuera que hubiera aparecido. No dudaba de las capacidades de Fátima, la aprendiza más fuerte de Tierra de Partida, ni de Saxor, ni siquiera de las de Bavol. Todos allí eran portadores, y llevaban tiempo siendolo, así que dudar de ellos era estúpido, pero... Eso no impedía que se preocupase.

«Me estoy haciendo viejo... ».

Estaba a punto de escabullirse hacia la entrada cuando volvió a oír a Hades, confirmando su temor. Quién no ganase perdería su alma, y esta se la quedaría Hades. Así que tenían un problema gordo. Si ambos, Saxor y Fátima, se habían apuntado... Sólo podía ganar uno, no podían negarse a participar, Hades se los llevaría igual. Tampoco quedar en empate, ¿o sí? Malik le dio vueltas a aquello. No, igualmente los que perdieran serían reclamados. Con un gruñido irritado se apuntó las indicaciones de Hades, sobre su invocación, si es que no era una broma y se deslizó hacia el acceso del Coliseo para adentrarse y ver qué demonios estaba pasando. No quería perder más tiempo, ni siquiera se quedó a ver cómo el dios desaparecía.

Tenía información demasiado importante que comunicar. Tenía que... ayudar a Fátima y a Saxor a conservar su alma.
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Re: Ronda #5 - De cero a héroe

Notapor Saxor » Lun Feb 23, 2015 1:21 am

El sátiro mostró una negativa bastante penosa respecto a la petición de Bavol de entrenarle, diciéndole que esperara algunos años más. Fue después de eso que mencioné lo de nuestra misión.

¡Ya era hora! Pensé que esa mujer no aparecería nunca. ¿No ha venido con... vosotros? ¿Cuántos sois?—comentó, como si hubiera estado esperando bastante tiempo. Aunque no pareció mencionar el tema de la otra vez, así que no pude saber si me reconoció o no.

Eh... No, no ha venido. Nos ha enviado a Bavol, a mí y a otros dos aprendices más...—expliqué, pero inmediatamente después Zack me masacró a preguntas, casi pegado a mí.

¡¿Eres un discípulo de la gran Lyn?! ¡Qué envidia, esa mujer es lo más! ¿Cómo conseguiste convencerla? ¿Es tan dura con los entrenamientos como dicen? ¿Va a venir? ¿Eh? ¿Eh?

Bu-bueno... —coloqué mis manos frente a mi cuerpo mientras encorvaba la espalda, antes de intentar responder a las preguntas—Es una de las personas que me entrena, pero no soy su discípulo directo... Tampoco sé si va a acabar viniendo.

Mientras me explicaba, Fátima acabó apareciendo por lo lejos. Parecía que había logrado entrar (aunque me sorprendió haber entrado antes que ella).

Fue en ese momento cuando apareció Fátima, uniéndose al grupo y consiguiendo que el tema volviera a centrarse en el problema con los sincorazón.

¿Señor Filoctetes? Discúlpeme; no sé si mis compañeros se lo han dicho, pero venimos de parte de Lyn. Estamos investigando acerca de unas criaturas negras, con los ojos amarillos, que podrían estar causando problemas. Lyn nos aseguró que podíamos recurrir a usted, porque está al tanto de lo que ocurre en la ciudad

Mientras ella repetía más o menos lo mismo que yo, el teléfono me empezó a vibrar. Disimuladamente, metí la mano en la bolsa y miré al móvil con él aún dentro de la bolsa, para ver el mensaje.

Recibido. Mientras habláis con Filoctetes iré hacia la salida y reconoceré el terreno por si acaso Bastión Hueco anda cerca e intenta algo. Nos veremos a la salida.

Malik.


Llámame Fil —cuando Fil volvió a tomar la palabra, apagué la pantalla y cerré la bolsa—. Esas criaturas negras, sincorazón o como quiera que las llaméis, llevan un tiempo actuando de una forma extraña. ¡No conseguimos librarnos de ellos, aparecen en todas partes! ¡No paran nunca! ¡Hasta consiguen apuntarse en mis torneos, y no entiendo cómo!

¿Y no podéis hacer un chequeo y descalificarlos o algo así?—arqueé la ceja mientras se quejaba, mientras el sátiro estaba cada vez más rojo de ira—. Y quizás sea alguien de la administración colando nombres...—aunque era realmente un dato interesante. Quizás fuera esa persona la que estuviera alterando a los sincorazón.

Calma, Fil, calma.—le pidió Zack mientras le sujetaba un poco. Tras calmarse, siguió con la explicación.

¿Eh? Ah, sí. Como iba diciendo, esos malditos bichos no dejan ni un respiro a Hércules, nuestro héroe. El pobre ya tenía suficiente con los monstruos habituales que aparecían por la ciudad, pero ahora no tiene ni un día de descanso. Si esto sigue así, chavales, dos palabras: no acabará bien.

Al parecer un entrenador no necesita saber matemáticas.

Al final, lo extraño era que aparecían con mucha mayor frecuencia. Crucé los brazos, pensativo. Tal vez fuera un aumento exponencial que acababa pasando en todos los mundos, pero su experiencia en Ciudad de Paso era una clara evidencia de que alguna persona podía influir directamente en la cantidad que aparecían si estaban bajo su control. En ese caso habría que pararle los pies a esa persona... Que por el momento no teníamos ni idea de quién era.

Es cierto, a Herc se le empieza a ver muy... cansado. Últimamente no tiene buen aspecto.—sentía también un poco de curiosidad por ese tal Herc. Parecían depender demasiado de él. ¿Es que no había más guerreros por la zona que se enfrentaran a esos sincorazón? Sin tener en cuenta que si no era un portador no serviría de mucho...

¡Por eso quería que Lyn viniera en persona! Y en su lugar me manda a un puñado de...

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Ni siquiera me dio tiempo a quejarme cuando un chillido hizo que girara la cabeza. ¿La razón del alboroto? Un sincorazón con aspecto de camaleón gigante. Inmediatamente invoqué mis armas, con la llave espada en la mano izquierda, materializada con sombras. Estaba atacando a los espectadores mientras huían despavoridos.

¡Todo el mundo fuera de la arena! ¡Que alguien avise a Hércules!

¡No hay tiempo para eso!—me quejé mientras me colocaba a la ofensiva.

Bavol fue el primero en actuar, atacando con hechizos a distancia. Fátima le siguió atacando desde más cerca.

Ey, tened cuidado, los camaleones se pueden ocultar, ¡pero tranquilos, no se pueden hacer invisibles! Podemos saber siempre dónde está

¡Si trata de ocultarse buscad su sombra! ¡No le perdáis de vista! ¡Y cuidado con sus embestidas!

Teniendo en cuenta ambos consejos, me dirigí al sincorazón a la vez que Fátima, teniendo cuidado de no ponerme en medio de su hechizo si llegaba a lanzarlo. Lo primero que haría sería una Agua Maldita. Si el sincorazón llegaba a ser aturdido, saltaría hasta el lomo del sincorazón (haría un Doble Salto si no alcanzaba) y clavaría ambas espadas en su cuerpo para sostenerme. Guilmon, de mientras, había atacado con una Bola de Fuego. En todo momento me fijaría en su sombra desde el momento en el que lo hiciera (si es que se volvía invisible), así que no tendría problemas para saber dónde está.

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▪ Agua maldita (HM) [Nivel 6] [Requiere Aqua] [Requiere afinidad con Oscuridad]. Pequeña ola de agua fría con poca fuerza, que si toca a alguien afecta como un débil ácido. Tiene pocas posibilidades de producir quemaduras.
▪ Bola de fuego (HM) [Nivel 4] [Requiere Afinidad con Piro; Poder Mágico: 6]. Bola de fuego concentrada un x1.25 más potente que piro, con posibilidades de producir quemaduras y tiene un ligero mayor alcance.

Si se aturde y necesita saltar más alto para llegar al lomo:

▪ Doble salto (HC) [Nivel 3] [Requiere Elasticidad: 4]. El usuario es capaz de saltar mucho más alto que los demás, alcanzando lugares más inaccesibles.
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Gracias a Ita por la firma~
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RolKHWorld: Cronología
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Primer Arco: Corrupción

1ª Saga
Prólogo: Sólo los más fuertes... [Bastión Hueco]
Encuentro: Recién llegado [Tierra de Partida]
Trama: Un paso atrás [Tierra de Partida]
Trama: Y digo ¡salta! [Coliseo del Olimpo]
Encuentro: La ciudad eterna [El Mundo Inexistente]
Encuentro: Persecución enmascarada [Villa Crepúsculo]
Encuentro: Un lugar al que regresar [Espacio Profundo]
Trama: ¿¡Es que nadie piensa en los niños!? [Islas del Destino]
Misión: Cuidado con los asteroides [Espacio Profundo]
Encuentro: Perros, lagartos y osos parlantes [Bosque de los 100 Acres]
Encuentro: Las apariencias engañan [Tierra de Partida]
Trama: ¡Se me ha metido placton en la nariz! [Atlántica]
Evento Global: Ocaso de una estrella (Primera parte) [Bastión Hueco]
Evento Global: Ocaso de una estrella: Ruta 3 (Segunda parte) [Bastión Hueco]
Evento Global: Ocaso de una estrella (Parte final) [Bastión Hueco]

Segundo Arco: Perdición

2ª Saga
Misión: Dulces olores [Monstruo] (Inconclusa)
Trama: Ángeles Caídos [Intersticio entre los mundos]
Encuentro: Laberinto Paranoico [Espacio Paranoico]
Trama: Alianza en las Penumbras [El Mundo Inexistente]
Encuentro: ??? [???]
Encuentro: Pasado olvidado [Ciudad de Paso]
Encuentro: Coincidencias alarmantes [País de Nunca Jamás] (Inconcluso)
Trama: Cada loco con su tema [País de las maravillas]
Evento Preglobal: The End Is Where We Begin (Day 0: The Introduction) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 1 - Sector 1: Crepúsculo) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 2 - Sector 3: Ocaso) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 3 - Sector 4: Túneles) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 4 - Sector 3: Ocaso) [Villa Crepúsculo Virtual]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 5 - Sector 2: Atardecer) [Villa Crepúsculo Virtual]
Evento Global: Datastream (Primera parte) [La Red]
Evento Global: Datastream - Ruta de la Eliminación (Segunda parte) [La Red]
Evento Global: Datastream (Parte final) [La Red]

Tercer Arco: Rebelión

3ª Saga
Trama: Crisis de tierras sin dueño [Ciudad de Paso]
Encuentro: Día de monos [Selva Profunda]
Trama: Asalto a la Torre [Torre de los Misterios]
Trama: De cero a héroe [Coliseo del Olimpo]
Trama: En busca del corazón [Espacio Paranoico]
Evento Global: El Esclavo del Olvido (Primera parte) [Castillo del Olvido]
Evento Global: El Esclavo del Olvido - Ruta del Caído (Segunda parte) [Castillo del Olvido]
Evento Global: El Esclavo del Olvido (Parte final) [Castillo del Olvido]
Secret Episode: Another Side, Another Story - The Last Twilight [Villa Crepúsculo]

Cuarto Arco: Colisión

4ª Saga
Trama: Leyendas se contarán [Tierra de Dragones] (en proceso)


No Canon
Especial libre: San Valentín [Tierra de Partida] [Corrupción]
Especial libre: Halloween [Ciudad de Halloween] [Perdición]
Especial libre: ¡Feliz Navidad 2012! [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: Historias de San Valentín [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: Venid, mis pequeños [Villa Crepúsculo] [Perdición]
Especial libre: ¡Feliz Navidad 2013! [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: La mansión encantada [Ciudad de Halloween] [Rebelión]
Especial libre: El laberinto de los corazones [???] [Rebelión]
Especial libre: ¡Los reyes han llegado! [Tierra de Partida] [Rebelión]
Especial libre: La Mansión Encantada II: La Venganza [Ciudad de Halloween] [Rebelión]
Especial libre: World War Christmas [Tierra de Partida] [Colisión]
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Ronda #6 - De cero a héroe

Notapor Astro » Lun Feb 23, 2015 3:04 pm

Bastión Hueco

Dicho y hecho. En cuanto Ragun pronunció las palabras, Hades volvió a presentarse frente a los dos aprendices, con los brazos cruzados y una ceja levantada.

Vaya, eso ha sido rápido. ¿Queréis algo, nenes-espada?

Tras coger la carta que le ofrecían, a la cual apenas prestó atención y la hizo desaparecer entre humo, el dios escuchó la petición y propuesta de Ragun, y sonrió ampliamente cuando Nikolai se negó a aceptar aquel trato.

Así que tenemos aquí a un pobre despistado, veamos... —Chasqueó los dedos, y una serie de papeles aparecieron entre sus manos. Si alguno cotilleaba, verían que eran los formularios para registrarse en los Juegos—. Aquí estás. Nik Komet, bonito nombre. ¡¿Tu favorito es ese presumido?! Qué poco gusto.

Soltó un bufido, haciendo desaparecer de nuevo los papeles, y se llevó una mano a la barbilla, reflexionando la idea unos instantes.

Veréis, soy un dios muy legal, no puedo hacer excepciones si aquí nuestro querido Komet firmó el formulario. —explicó, avanzando lentamente hacia las escaleras que bajaban hacia Tebas—. Si pierde o no se presenta, su alma será mía, así son las reglas, claras como el agua.

Hizo una pausa para darle un efecto dramático, y que de paso los aprendices pudieran asimilarlo, antes de soltar la bomba.

»¡Sin embaaargo! Puedo ofreceros un trato distinto. En el Inframundo había una grandiosa sauna privada que me encantaba usar, los masajes en ese sitio eran maravillosos, pero el todopoderoso Zeus —pronunció las dos últimas palabras con un notable desprecio—, tenía envidia de ella, así que la clausuró. He oído que vuestras llavecitas pueden abrir cualquier tipo de candado, así que este es el trato. Abrid la cerradura que la mantiene sellada para mí, y yo liberaré del contrato de los Juegos todas las almas que vosotros queráis.

Extendió la mano, para que uno de los dos la estrechara.

¿Tenemos trato?

Hades sonrió con malicia. ¿Aceptarían hacer un trato con el dios de la muerte?

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Tierra de Partida

El acechador intentó volverse invisible para proseguir su ataque, pero no tuvo oportunidad alguna. Los hechizos de Bavol, Fátima, Saxor y Guilmon impactaron en el monstruo con mucha potencia, sin piedad. El sincorazón se tambaleó, claramente derrotado e incapaz de contraatacar. Estaba tan débil, que un golpe más habría sido suficiente para destruirle, y que cualquiera de los aprendices habría podido dar.

Pero, antes de que alguno tuviera la ocasión, alguien se les adelantó. Un potentísimo puñetazo mandó al camaleón por los aires, elevándose hacia el cielo hasta desvanecerse, derrotado. Por desgracia, no se liberó corazón alguno.

¡Calma todo el mundo, el peligro ya ha pasado! —resonó una voz por toda la arena.

El efecto fue asombroso. La mayoría de los espectadores no habían tenido la oportunidad de abandonar la zona para ponerse a salvo, y cuando escucharon aquella voz todos se volvieron para mirar a su héroe.

¡Es Hércules! —gritó una mujer.

¡Hércules nos ha salvado! —afirmó otro hombre.

Alto, extremadamente musculoso sobre todo en la parte superior del cuerpo, con el pelo naranja y llevando una armadura marrón, el famoso Hércules sonreía y saludaba a todos los presentes, mientras recibía aplausos y vítores por lo que acababa de hacer.

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Sí, los tres aprendices habían hecho todo el trabajo duro, pero nadie parecía haberse fijado y todo el mérito se lo llevaba el héroe local. Aunque había alguien que sí que lo había visto.

No ha estado mal, muchachos. —Fil se acercó hasta ellos, rascándose la perilla y observándoles de arriba a abajo de nuevo—. Todavía estáis muy verdes, pero no ha estado mal.

Eh, vosotros también habéis ayudado, ¿verdad? —Hércules en persona se acercó también a ellos, todavía sonriente y recibiendo piropos desde las gradas—. Debéis de tener más cuidado, esas criaturas son muy peligrosas.

Son los enviados de Lyn —comentó el viejo sátiro.

¿De verdad? Vaya, es fantástico, espero que podáis ayudarnos con esta plaga de los ojos amarillos. Contad con mi ayuda en todo lo que necesi...

No —le interrumpió Fil, tajante—. Tú te vienes conmigo a hablar con los participantes y luego te marchas a descansar. Te necesito en plena forma para el combate contra el ganador de los Juegos.

¡P-pero Fil...!

¡Nada de peros, los Juegos empiezan en cinco minutos, andando! —Señaló el camino de la verja, y el héroe no tuvo otra opción que ceder. Se despidió con un gesto de la mano de los aprendices, y echó a andar en la dirección marcada. Fil, antes de seguirle, dijo unas últimas palabras a los jóvenes—. ¿Necesitáis algo más? Si no, ¡a trabajar!

Respondería a sus dudas, antes de girar sobre sus pezuñas y seguir a Hércules. Malik llegaría en ese momento a la arena, tras atravesar la antesala, y vería a sus compañeros sin problemas.

Guau, eso ha sido genial —comentó Zack, que había desenvainado su espada cuando apareció el sincorazón pero no había tenido oportunidad de participar en la pelea—. Eh, Bavol, ¿te apetece venir a entrenar fuera? Ahora que Fil no nos ve igual puedo enseñarte algún movimiento que no sepas.

Con o sin la compañía del pequeño gitano, Zack saldría pitando hacia la salida, tan enérgico como siempre. Los espectadores habían vuelto a las gradas, y la emoción y la alegría no había tardado nada en resurgir (debían de estar muy acostumbrados a los ataques de monstruos).

Por su parte, los aprendices tenían completa libertad para ir a donde quisiesen, ya fuese seguir a Hécules y a Fil, ir a sentarse en las gradas, o acompañar a Zack fuera (aunque sólo había invitado a Bavol). Aunque puede que Malik tuviera algo que contarles que lo cambiara todo...


Fecha límite: domingo 1 de marzo.
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Re: Ronda #6 - De cero a héroe

Notapor Sombra » Lun Feb 23, 2015 8:11 pm

Vaya, eso ha sido rápido. ¿Queréis algo, nenes-espada?

Y tan rápido que había sido. Tal y como el dios había dicho con solo pronunciar aquellas palabras que había pronunciado se había personado al momento, obviamente sorprendido. Le entregué la carta, que Nikolai me permitió coger segundos antes y Hades la hizo desaparecer en humo para leer más tarde, supuse. En ese momento hablé proponiéndole un trato, sin embargo Nikolai rechazó en rotundo mi propuesta. No entendí que veía de malo en acabar con un par de aprendices enemigos. Al fin y al cabo todos los secuaces de Ronin merecían la muerte tanto como él.

<<Cuando sea más fuerte yo mismo decapitaré a ese malnacido>>

Así que tenemos aquí a un pobre despistado, veamos... —Volvió a chasquear los dedos, esta vez haciendo aparecer un puñado de papeles que resultaron ser ni más ni nada menos que los formularios del torneo—. Aquí estás. Nik Komet, bonito nombre. ¡¿Tu favorito es ese presumido?! Qué poco gusto.

Miré interrogante al aprendiz sin entender muy bien a que se refería con eso. De la misma forma que los hizo aparecer se desvanecieron soltando un bufido, tal vez enfadado por no haber puesto lo que él quería, se llevó la mano a la barbilla pensativo.

Veréis, soy un dios muy legal, no puedo hacer excepciones si aquí nuestro querido Komet firmó el formulario. —explicó alejándose unos pasos hacia las escaleras que descendían hasta Tebas—. Si pierde o no se presenta, su alma será mía, así son las reglas, claras como el agua.

¿No podemos hacer algo a cambio? —pregunté en la pausa que el Dios hizo.

¡Sin embaaargo! Puedo ofreceros un trato distinto. En el Inframundo había una grandiosa sauna privada que me encantaba usar, los masajes en ese sitio eran maravillosos, pero el todopoderoso Zeus —no se nos pudo escapar a ninguno el tono de odio al pronunciar las dos últimas palabras—, tenía envidia de ella, así que la clausuró. He oído que vuestras llavecitas pueden abrir cualquier tipo de candado, así que este es el trato. Abrid la cerradura que la mantiene sellada para mí, y yo liberaré del contrato de los Juegos todas las almas que vosotros queráis.

Nos acercó su mano para que se la estrechásemos. Antes de decidir nada busqué la mirada de Nikolai esperando que él decidiese si debíamos o no aceptar, no había muchas más opciones que esa que nos daba pero al final era a él a quien le afectaba directamente el trato.

¿Tenemos trato?

Entonces, liberarás a los civiles participantes y a Nikolai —quise confirmar antes de estrechar su mano—. Los otros participantes que poseen Llave-Espada al igual que nosotros puedes usarlos para tu disfrute personal. Aunque estaría bien que te encargases de que ninguno de ellos ganase —sonreí con cierta malicia.

>>Aceptamos el trato. Primero nos pasaremos un momento por Tebas a por un buen chuletón de carne, no quiero tener que volver a patear a ese perro tuyo de tres cabezas. ¿O puedes encargarte de él? —acabé preguntándole a Hades.

Dependiendo su respuesta tendríamos que bajar al mercado a por un filete para entretener a Cerbero... Aunque si Hades se encargaba de mantener a ese perrito al márgen podríamos ir directamente.
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Re: [Coliseo del Olimpo] De cero a héroe

Notapor Drazham » Vie Feb 27, 2015 3:03 pm

Vaya, eso ha sido rápido. —Invocado por las palabras de Ragun, Hades se volvió a aparecer delante de ellos con una expresión escéptica—. ¿Queréis algo, nenes-espada?

Ragun aprovechó la oportunidad para entregarle al dios la carta de Nanashi, la cual hizo desaparecer por arte de magia sin prestarle apenas atención. Después, los aprendices le explicaron el “problemilla” que tenían, y en cuanto Nikolai rechazó la propuesta de su compañero, Hades se permitió sonreír.

Así que tenemos aquí a un pobre despistado, veamos... —Repitiendo el mismo truco de antes, materializó chasqueando los dedos lo que parecían ser los formularios del torneo y se puso a ojearlos—. Aquí estás. Nik Komet, bonito nombre. ¡¿Tu favorito es ese presumido?! Qué poco gusto.

Niko se encogió de hombros, indiferente por la decepción de Hades. Fue el primer dios que se le ocurrió y desconocía si en aquel mundo era un presumido o no. Mientras, el Señor del Inframundo se mesó la barbilla, pensando en que hacer.

Veréis, soy un dios muy legal, no puedo hacer excepciones si aquí nuestro querido Komet firmó el formulario. —<¿Legal?> esbozó una mueca de disgusto. <¿Engañar a guerreros para que te donen sus almas es ser legal?>—. Si pierde o no se presenta, su alma será mía, así son las reglas, claras como el agua.

Nikolai suspiro y se cruzó de brazos, notando el dramático parón de Hades tras dar las malas noticias. ¿Iba a dejarles así sin más?

¿No podemos hacer algo a cambio?

¡Sin embaaargo! Puedo ofreceros un trato distinto —les propuso finalmente—. En el Inframundo había una grandiosa sauna privada que me encantaba usar, los masajes en ese sitio eran maravillosos, pero el todopoderoso Zeus —mencionó al dios que se le atribuía el título de Señor del Olimpo con repulsividad—, tenía envidia de ella, así que la clausuró. He oído que vuestras llavecitas pueden abrir cualquier tipo de candado, así que este es el trato. Abrid la cerradura que la mantiene sellada para mí, y yo liberaré del contrato de los Juegos todas las almas que vosotros queráis.

Un trato que resultaba muy tentador. Se libraba de tener que luchar por salvar su alma y conseguía rescatar las de otros muchos además de la suya, pero aun así, era evidente el olor a chamusquina que desprendía la propuesta de Hades, más que la de su cabeza en llamas.

¿Una sauna, decía? Los dioses podían ser caprichosos, pero que alguien como el gran Zeus la sellase por pura envidia no le dejaba en muy buena posición. Alguna otra razón habría para que se cerrase esa “sauna”.

¿Tenemos trato? —Les extendió el brazo, mostrando una sonrisa que no inspiraba mucha confianza.

Entonces, liberarás a los civiles participantes y a Nikolai —cuestionó Ragun—. Los otros participantes que poseen Llave-Espada al igual que nosotros puedes usarlos para tu disfrute personal. Aunque estaría bien que te encargases de que ninguno de ellos ganase.

Resignado, se limitó a ignorar el taimado comentario de su socio. Llegaba a entender que sus compañeros les guardasen rencor a los Maestros de Tierra de Partida por los eventos que iniciaron el conflicto, pero ya no le hacía tanta gracia que tuviesen que pagarla con los que no eran más que meros peones en esa Guerra de Maestros, estando él en la misma situación que ellos.

Dejando ese asunto al lado, se centró en lo que realmente importaba ahora mismo: recuperar su alma. Sabía que el pacto con Hades tendría truco, pero desgraciadamente, era la única opción que le convencía de las pocas que tenía.

Está bien, Hades. —Le estrechó la mano, sellando el acuerdo—. Acepto el trato.

Aceptamos el trato —añadió Ragun, incluyéndose—. Primero nos pasaremos un momento por Tebas a por un buen chuletón de carne, no quiero tener que volver a patear a ese perro tuyo de tres cabezas. ¿O puedes encargarte de él?

Es verdad, Ragun le mencionó a ese perro tricéfalo que ya le dio problemas la última vez que estuvo en el Coliseo del Olimpo. Esperaba que Hades tuviese el detalle de hacerse cargo de su “mascota” en su estancia por el Inframundo.

Y otra cosa. —Alzó el dedo índice—. ¿Puedes darnos algún detalle sobre esa sauna y en qué lugar la podemos encontrar?
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Re: [Coliseo del Olimpo] De cero a héroe

Notapor Tidus Cloud » Vie Feb 27, 2015 5:53 pm

Afortunadamente Saxor y Fátima decidieron ayudar a Bavol con la lucha contra el sincorazón. Los hechizos combinados de los tres Aprendices surtieron mucho efecto, incluso parecía que estaban a punto de derrotarlo; sin embargo, no tuvieron la oportunidad de hacerlo, ya que fue otra persona la que se les adelantó.

¡Calma todo el mundo, el peligro ya ha pasado!

El gitano contempló con curiosidad al que había sido su ”salvador”. Se trataba de un fornido guerrero de cabellos cortos y anaranjados. Nada más percatarse de su presencia, los espectadores estallaron en vítores y en gritos de admiración al ver a su querido héroe Hércules. Bavol, enfadado, realizó una pequeña mueca de desprecio. Ellos eran los que habían hecho el trabajo duro, ¿por qué a ellos no les vitoreaban?

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No ha estado mal, muchachos. Todavía estáis muy verdes, pero no ha estado mal.

¿Cómo que no ha estado mal? ¡Ha estado muy bien! —replicó Bavol marcándose una pose de héroe, muy orgulloso de sí mismo.

Eh, vosotros también habéis ayudado, ¿verdad? Debéis de tener más cuidado, esas criaturas son muy peligrosas.

Son los enviados de Lyn.

¿De verdad? Vaya, es fantástico, espero que podáis ayudarnos con esta plaga de los ojos amarillos. Contad con mi ayuda en todo lo que necesi...

No —le cortó el malhumorado sátiro—. Tú te vienes conmigo a hablar con los participantes y luego te marchas a descansar. Te necesito en plena forma para el combate contra el ganador de los Juegos.

¡P-pero Fil...!

¡Nada de peros, los Juegos empiezan en cinco minutos, andando!

Fil le indicó que entrara dentro de una vez y el héroe decidió obedecer a su entrenador, por lo que se despidió de ellos. El gitano se cruzó de brazos mientras esperaba a que el sátiro también se marchara, ya que al parecer aún no parecía muy por la labor de entrenarle.

¿Necesitáis algo más? Si no, ¡a trabajar! —preguntó el sátiro antes de seguir a Hércules.

Pues podrías decirnos claramente qué quieres que hagamos —propuso Bavol molesto con la actitud despectiva del entrenador—. Nos has dicho que hay muchos sincorazón y que se te cuelan en los torneos. Venga, vale, ¿pero qué hacemos? ¿Acaso sabes por qué hay tantos o cuál es la causa?

El gitano escucharía la respuesta que le quisiera dar el sátiro. Seguramente le volvería a gritar como si todo hubiese quedado perfectamente claro, en tal caso Bavol se limitaría a entornar los ojos a la vez que le daba la espalda y volvía con el resto de sus compañeros.

Guau, eso ha sido genial

Gracias, Zack. La próxima te dejaremos que te unas —bromeó sonriente el niño haciendo referencia a la espada que había desenfundado su nuevo amigo.

Eh, Bavol, ¿te apetece venir a entrenar fuera? Ahora que Fil no nos ve igual puedo enseñarte algún movimiento que no sepas.

¡Sí, claro! —exclamó eufórico.

Sin dudarlo ni un solo segundo, Bavol se lanzó a la carrera para seguir a su vigoroso compañero. No obstante, en el último momento se percató de que el resto de sus compañeros se habían reunido.

Tranquilos —comenzó a decir girándose un momento hacia ellos—. Estaré bien. Si veo algo raro, estaré pendiente.

El pequeño gitano estaba convencido de que Fátima, Malik y Saxor serían capaces ellos solos de controlar la situación dentro del Coliseo durante los Juegos, así que no pasaba nada porque él se fuera a entrenar con Zack. De todas formas y para no olvidarse completamente de su misión, estaría pendiente de si se encontraba con algún miembro de Bastión Hueco o si conseguía descubrir la causa por la que los sincorazón habían aumentado tanto en aquel mundo.

Después de haber avisado a sus compañeros, Bavol se volvió y acompañó a Zack al lugar hacia el que se había marchado.
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Re: [Coliseo del Olimpo] De cero a héroe

Notapor Tanis » Sab Feb 28, 2015 4:53 am

Malik llegó a la arena cuando todo peligro ya había pasado. Con el aliento un poco tomado avanzó a zancadas, la capa arrebolada a la espalda, sin preocuparse de mantenerse a un lado, por las gradas. Cruzó la arena de cabo a rabo, directo hacia sus compañeros. Por el camino se cruzó con Filoctetes, y el que debía ser Hércules, el campeón de Tebas.

La gente todavía aplaudía y gritaba y Malik supuso que fuera el peligro que hubiera sido, aquel joven debía de haber intervenido antes de que las cosas se pusieran peor. Sin embargo vio a los demás con las armas en mano... y creyó comprender un poco todo lo demás. No hizo caso del camino del sátiro o el héroe, tampoco se preocupó por Bavol y su amigo. Ellos no debían de haberse inscrito así que no tenían por qué alborotarse con la información. Bavol incluso estaría mejor, más a salvo, si le mantenía apartado del fregado.

Asintió en cuanto el niño expresó su intención de seguir al otro muchachito y esperó a que se alejara.

¡Perfecto! Malik, Filoctetes ha dicho que…

Cortó a Fátima y los medio llevó a ella y a Saxor de los brazos y los hombros, fuera de la arena, junto a la grada más cercana. Estaba alterado y no era para menos.

Escuchad—pidió en voz baja y ronca—. Estamos jodidos.—Utilizó el plural. Él también lo estaba. No sabía cómo iba a hacer para recuperar el alma del que perdiera—. Bastión Hueco es aliado de Hades, el dios de los muertos.

¡Qué!—farfulló.

Aunque eso no es lo más… importante. Hades ha gafado el torneo, todo aquel que pierda durante los Juegos tendrá que entregarle su alma como pago, así que ya podemos ir pensando cómo hacer para que no se lleve las vuestras.

Por supuesto, él no tenía idea de que sólo Fátima se había inscrito y asumía que uno de los dos a la fuerza tendría que perder. En consecuencia, tendrían que rescatar la de aquel que lo hiciese. Miró por un segundo a Fátima, serio y preocupado, para luego desviar la vista. Se sentía un poco perdido, tenían que armar un plan, los Juegos no podrían tardar mucho más en empezar, ¿verdad?

Observó a ambos, más a Fátima que a Saxor, quien de repente necesitó apoyo y se sentó en la grada. No se sorprendió por su reacción. No se sentó y miró en derredor, vigilando tal vez que nadie más se acercara u oyera algo de aquello. Aquellos segundos, en los que la muchacha parecía estar a punto de echar a correr a gritos, se le hicieron eternos.

Entonces es una suerte que sólo yo haya firmado. A Saxor no le pasará nada.

Miró al muchacho y suspiró con algo de alivio. Al menos se habían quitado un problema de encima: No tendrían que pelear entre ellos.

De acuerdo… Entonces tengo que ganar… Pero, entonces, ¿qué pasa con el resto de esta gente?

Malik torció un poco el gesto, bastante elocuente en ello. Estaba bastante claro.

¿Los de Bastión Hueco saben esto?

Sí, y uno de ellos fue bastante cercano con el dios, Ragun, para ser más exactos... —Sabía que Fátima le conocía por ese nombre, así que desechó con el que se presentó el muchacho cuando se conocieron—. ¿Sabéis si alguno de ellos participa?

Sí. El compañero de Ragun. A este lo echaron porque ya había participado antes o algo así. Está claro que entonces no vendió por error su alma a nadie. Pero… no tiene sentido. ¿Por qué se apuntaría si están aliados con Hades?

Malik meditó sobre las palabras de Hades, intentando no olvidarse de nada. La ansiedad le estaba jugando malas pasadas demasiado pronto. Chasqueó la lengua.

Porque no lo sabían, Hades habló de una... letra pequeña en la hoja de inscripción, creo que se sorprendieron tanto como yo. Y que Hades tampoco sabía que ellos vendrían...

Ya veo. Entonces… Tengo que ganar. Eso está claro. Dios, qué mala líder soy. Vosotros id a buscar qué sucede con los Sincorazón.

Fátima...

Si pierdo… B-bueno. Tendríamos que intentar ver qué… Qué pasa con las almas que…

Casi podía sentir cómo se le iban las fuerzas y apretó los dientes, casi mordiéndose la lengua. Maldito fuera aquel torneo, maldito fuera Hades, malditos fueran todos.

Saxor, ¿te importa… dejarnos un minuto a solas?

Malik desvió la vista hacia el muchacho y asintió, y antes de que se fuera, se acercó y le paró sujetándole del hombro. Y bajó la voz, como un confidente.

Escucha, voy a quedarme entre el público para vigilar... No sé si Bastión Hueco sigue ahí fuera, pero si sales... ten cuidado.

Le dio una palmada amistosa en el hombro y le dejó alejarse. En cuanto se volvió hacia Fátima, notó que ella le abrazaba.

Tiene que haber alguna forma de evitarlo. Ha-hablaré con Filoctetes. Quizá si suspende todo… O… Tiene que haber alguna forma…

Suspiró. Estrechó a Fátima contra su cuerpo, fuerte, y le acarició el pelo quizá intentando calmarla sólo con eso. Sabía que no bastaba, pero no sabía qué hacer, no mucho más. No dijo nada enseguida, estaba pensando en todo lo que había oído y sabía de antemano que no serviría de nada que se suspendiera el torneo. «Incluso los que no se presenten a su combate serán míos», recitó para sí las palabras de Hades. Sintió ganas de convocarle y darle un puñetazo en la boca.

Cálmate ¿de acuerdo? —murmuró, separándola de él un poquito para que pudiera verle, tomando su rostro entre las manos—. Eres fuerte, ganarás el torneo, tú sólo... preocúpate por ti, olvídate de las almas de los demás.

Su voz sonó con una súplica muda, de que por una vez, por favor fuera egoísta.

Me quedaré en las gradas por si aparece algún sincorazón furtivo durante los combates, Saxor quizá intente sonsacarle más cosas a ese sátiro, o a Hércules, ¿qué te parece, jefa?

Sonrió un poquito ante el propio intento de Fátima y le dejó un beso en la frente.

¿De verdad? ¿Te quedas conmigo?

Claro.

¿Cómo podría dejarla sola cuando su alma dependía de un torneo así? ¿Cómo iba a dejarla sola cuando cualquier sincorazón podía aparecer y estropearlo? Malik no tenía escrúpulos cuando se trataba de proteger a Fátima, si tenía que hacer trampas, las haría.

Gracias… Y lo siento tanto, no quería causar problemas de este tipo. Joder.

Notó sus brazos abrazándole más fuerte y siseó para calmarla, como si dijera que no pasaba nada, que estaba bien, casi meciéndola en el abrazo.

Voy a ganar. Como sea.

Como sea —repitió, igualmente convencido.

¿Te importaría pedirle a Saxor que avise de esto a Filoctetes y Hércules?

En lo absoluto —mintió con todo el descaro del mundo.

No pensaba decirle a Saxor que avisara a Filoctetes. Estaba convencido de que si se suspendía el torneo, Hades se presentaría igual y se llevaría todas las almas, que consideraría perdedoras. La separó de sí entonces y levantó su barbilla, besándola de forma fortuita y fugaz, antes de apartarse del todo e indicarle que más le valía prepararse con los demás participantes.

En cuanto se fuera, se quedaría en los gradas, dispuesto a vigilar el torneo desde allí, por si cualquier cosa aparecía... y jodía las cosas.

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Tanis
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Re: [Coliseo del Olimpo] De cero a héroe

Notapor Suzume Mizuno » Sab Feb 28, 2015 5:09 am

¡Calma todo el mundo, el peligro ya ha pasado!

Fátima bajó su arma, desconcertada. Todo había sido tan rápido que no estaba segura de lo que había sucedido. Si ya casi lo tenían, sólo necesitaba un golpe más y… La ovación la dejó sin aliento. Durante un instante creyó que iba a dedicada a ellos. Después el nombre de Hércules comenzó a resonar por todas partes y sólo entonces se fijó en el joven que había en la arena. Llevaba el típico traje griego, aunque con un peto de cuero, y era muy, muy musculoso. Tanto que la cabeza le pareció pequeñísima en comparación con el pecho. Pero fue más una primera impresión. Saludaba a la gente con seguridad, acostumbrado a su cariño

No ha estado mal, muchachos. —Filoctetes se acercaba a ellos y le dio la impresión de que los veía con nuevos ojos—. Todavía estáis muy verdes, pero no ha estado mal.

Eh, vosotros también habéis ayudado, ¿verdad? —Hércules en persona se acercó también a ellos, todavía sonriente y recibiendo piropos desde las gradas—. Debéis de tener más cuidado, esas criaturas son muy peligrosas.

La irritación que comenzaba a quemarle el pecho —¿quién había sido el primero en salir corriendo?— se disipó un poco cuando Bavol estalló. Fátima se esforzó por respirar hondo y racionalizar la situación. Claro que habría sido bonito que los vitorearan, pero era normal asumir que el famoso Hércules había acabado con el Sincorazón. Además, ellos eran unos desconocidos y él, el héroe de Tebas. Por otra parte, sólo estaban haciendo su trabajo.

Son los enviados de Lyn —les presentó Filoctetes ante Hércules.

Fátima no pudo que examinarlo con curiosidad ahora que lo tenía cerca. Ese era el hombre en el que confiaba todo el mundo. Un chico joven, probablemente no mucho mayor que ella, risueño y de mirada límpida. No era lo que había esperado, pero…

¿De verdad? Vaya, es fantástico, espero que podáis ayudarnos con esta plaga de los ojos amarillos. Contad con mi ayuda en todo lo que necesi...

No —interrumpió con severidad el sátiro. Fátima le dirigió una mirada algo rencorosa. Ese tipo no les estaba resultando de mucha ayuda—. Tú te vienes conmigo a hablar con los participantes y luego te marchas a descansar. Te necesito en plena forma para el combate contra el ganador de los Juegos.

«Contra el ganador… Vaya, sea quien sea, le deseo mucha suerte».

Incluso si había derrotado al Sincorazón cuando estaba en las últimas, estaba claro que Hércules era muy fuerte. Suerte que no tenía intención de participar.

¡P-pero Fil...!

¡Nada de peros, los Juegos empiezan en cinco minutos, andando! —A pesar de que se sentía mal por él, tuvo que reconocer que había algo de… gracioso en que un hombre tan alto y fuerte fuera tan maso con una criatura que ni le llegaba a las rodillas. Correspondió a la despedida de Hércules dirigiéndole una sonrisa titubeante y se dijo que Lyn era mil veces mejor entrenador que Filoctetes—. ¿Necesitáis algo más? Si no, ¡a trabajar!

Ya que Bavol se adelantó con sus preguntas, Fátima se limitó a escuchar. Después se despidió del niño, que se fue a jugar con Zack. Casi prefería que se quedara en un lugar seguro a que diera vueltas por ahí y acabara herido. Mejor que se marcharan ellos dos a… Entonces vio cómo se acercaba Malik.

¡Perfecto! Malik, Filoctestes ha dicho que…

Entonces se fijó en su expresión y supo que algo iba mal. En efecto, Malik los cogió a ella y a Saxor y los llevó con firmeza hacia las gradas. Se le encogió el corazón y le repasó con la mirada, asegurándose de que no estaba herido. ¿Habría pasado algo con Bastión Hueco o con un Sincorazón…?

Escuchad—dijo en voz baja. Fátima asintió, tan tensa como la cuerda de un arco—. Estamos jodidos.—Arqueó las cejas, sorprendidas. Malik no usaba palabrotas a menos que estuviera muy sacado de quicio. O angustiado. Y eso era lo que podía adivinar en sus facciones, por lo normal tranquilas y serias—. Bastión Hueco es aliado de Hades, el dios de los muertos.

¡Qué!—farfulló.

Aunque eso no es lo más… importante. Hades ha gafado el torneo, todo aquel que pierda durante los Juegos tendrá que entregarle su alma como pago, así que ya podemos ir pensando cómo hacer para que no se lleve las vuestras.

En un primer momento, Fátima no comprendió nada. Como si Malik hubiera hablado en otro idioma. Después recordó cómo había firmado en el maldito documento y la asaltó un golpe de vértigo tan violento que tuvo que palpar hacia atrás, buscando las gradas.

Cuando estuvo sentada, ocultó la cara entre las manos, respirando con violencia y sintiendo que el mundo giraba a una velocidad vertiginosa. Se le secó la boca y durante un buen rato sólo escuchó su propio pulso resonando en el interior de su cabeza. Ni siquiera se le ocurrió preguntarle a Malik cómo lo sabía, o si no se había equivocado, o incluso si tenía pruebas. Él jamás le haría una broma tan cruel.

Todo aquel que pierda durante los Juegos.

… no se lleve las vuestras.

«¡Oh Dios mío!».

Se le anegaron los ojos y una ola de desesperación amenazó con arrancarle un grito. Pensó si no debería salir corriendo, si no tendría que avisar a todos. Las plantas de los pies le hormiguearon y estuvo a punto de dejarse arrastrar por el pánico.

Su alma. Joder, ¡su maldita alma! ¡Todo por una asquerosa firma! ¡No podía ser más retorcido, más estúpido, más…!

Exhaló un gemido y se clavó las uñas en las piernas, obligándose con todas sus fuerzas a mantener el control. Batalló con su terror a lo largo de unos instantes que se le antojaron eternos y cuando consiguió encerrar sus miedos a duras penas, respiró hondo.

Entonces es una suerte que sólo yo haya firmado. A Saxor no le pasará nada.—Apenas sí le salió un hilillo de voz, pero al menos no rompió a llorar por el camino—. De acuerdo… Entonces tengo que ganar… Pero, entonces, ¿qué pasa con el resto de esta gente?

Miró a Malik y a Saxor, pero ella misma sabía la respuesta.

¿Los de Bastión Hueco saben esto?—inquirió de pronto, endureciendo la voz.

Sí, y uno de ellos fue bastante cercano con el dios, Ragun, para ser más exactos... —Apretó tanto los puños que se le pusieron blancos y se mordió la lengua hasta paladear el metálico sabor de la sangre. ¡Ragun! Y ella que había pensado que era una persona decente. Que era buen amigo de Nadhia y… Joder. ¿Cómo podían colaborar con una criatura que…? ¿Cómo podían saberlo y no hacer nada?—. ¿Sabéis si alguno de ellos participa?

Sí. El compañero de Ragun. A este lo echaron porque ya había participado antes o algo así. Está claro que entonces no vendió por error su alma a nadie. Pero… no tiene sentido. ¿Por qué se apuntaría si están aliados con Hades?—dijo, tratando de organizar sus pensamientos. Una tarea difícil, ya que a la vez se esforzaba por mantener las puertas de su mente cerradas a cal y canto. Y cada vez le costaba más.

Porque no lo sabían, Hades habló de una... letra pequeña en la hoja de inscripción, creo que se sorprendieron tanto como yo. Y que Hades tampoco sabía que ellos vendrían...

«Cerdo asqueroso. ¡Todos!»

No podía creer que hubiera albergado dudas sobre lo que era Bastión Hueco. Primero Ryota y Andrei, después ese chico, Ban. ¡Adam también era de ese maldito mundo! ¡Y ahora esto! La furia la sacudió y le sentó bien. Era más fácil estar enfadada que asustada. Pero temblaba igual, la dominara el sentimiento que fuera.

Ya veo. —Quiso decir que se lo merecían, pero se tragó las palabras. El rencor no le serviría para nada—. Entonces… Tengo que ganar. Eso está claro. Dios, qué mala líder soy. Vosotros id a buscar qué sucede con los Sincorazón. —¡La misión! Tenía que poner la misión por delante—. Si pierdo… B-bueno. Tendríamos que intentar ver qué… Qué pasa con las almas que…

Se le quebró la voz y supo que se iba a derrumbar.

Saxor, ¿te importa… dejarnos un minuto a solas? —le suplicó, sin atreverse a mirarle a la cara. Cuando el chico se hubo ido, aunque respondería a cualquier cosa que le dijera, Fátima se levantó con brusquedad y se abrazó a Malik con todas sus fuerzas. Quiso gritar que por qué era tan estúpida o cómo podía haber un dios tan avaricioso. ¡Si las almas le pertenecerían igual tarde o temprano! En su lugar enterró la cara contra su pecho y gimió—. Tiene que haber alguna forma de evitarlo. Ha-hablaré con Filoctetes. Quizá si suspende todo… O… Tiene que haber alguna forma…—No pudo continuar.

Malik la estrechó contra sí y consiguió calmarse un poco. Tuvo la estúpida sensación de que sólo con estar así podría protegerla de cualquier pacto, que no tendría por qué pasar nada, que sólo necesitaba esconderse contra su pecho hasta que todo se hubiera acabado. Sintió una de sus grandes manos acariciándole el pelo y sorbió por la nariz, haciendo un inmenso esfuerzo por no empezar a chillar.

Cálmate ¿de acuerdo?—le pidió al cabo de un rato. Su voz, tan familiar, tan serena a pesar de todo, le devolvió un poco de sentido común y dejó que la apartara lo suficiente para poder mirarse el uno al otro. Cuando le tomó el rostro entre las manos las cubrió con las suyas, mordiéndose los labios y tratando de escucharle—. Eres fuerte, ganarás el torneo, tú sólo... preocúpate por ti, olvídate de las almas de los demás.

Percibió que le estaba rogando y su visión se emborronó de nuevo.

«¡Pero es que no puedo!» quiso chillar.« ¿No ves que si gano siempre sabré que fue condenándoles para siempre? ¿Que tendría que decirles la verdad, para supieran que esto… que esto no es un juego?».

Se quedó congelada al pensarlo y se le sacudió todo el estómago. Porque sabía que no iba a decirlo, que no podía permitirse competir con gente que luchaba por su propia vida.

«Dios… Soy despreciable…»

Me quedaré en las gradas por si aparece algún sincorazón furtivo durante los combates, Saxor puede intentar sonsacarle más cosas a ese sátiro, o a Hércules, ¿qué te parece, jefa?

Al escuchar aquello último, consiguió arrancarle un asomo de sonrisa. Se daba cuenta de lo preocupado que estaba Malik por ella y que no estaba viviéndolo sola. Se apretó las manos contra los ojos hasta que se hizo daño y vio explosiones de luz.

«Por él. Por él. Por él»

¿De verdad? ¿Te quedas conmigo? —Sabía que sonaba infantil, pero sabía que se vendría abajo en caso de que no hubiera nadie… a su lado. Pero si Malik estaba allí, esperándola, recordándole que había alguien que no quería que su alma se fuera a la mierda…—. Gracias…—dijo de corazón—. Y lo siento tanto, no quería causar problemas de este tipo. Joder. —Se abrazó todavía más fuerte a él y luego se dijo, intentando sonar decidida—. Voy a ganar. Como sea.

O eso quería creer. Porque sabía que, cuando se enfrentara a sus oponentes, vería sus caras y… Sabría que les estaba condenando. Eso si no la derrotaban antes a ella, claro. Miró hacia Saxor y le saludó con un gesto cansado.

¿Cómo podía irse todo a la mierda tan rápido?

¿Te importaría pedirle a Saxor que avise de esto a Filoctetes y Hércules?—Lo último que quería era repetir lo que les esperaba ante esas personas que habían organizado el maldito evento.

Eso la llevó a preguntarse, por encima, si no sabrían lo que estaba sucediendo. Si no, ¿cómo había conseguido Hades que todas sus almas…?

Suspiró. En el fondo daba igual. Estaban todos condenados, ¿no? ¿Qué más daba si ese puñetero sátiro estaba metido en el asunto?

En lo absoluto.

Iba a darle las gracias, pero Malik la interrumpió dándole un beso. Se estremeció un poquito y se lo devolvió. Le dolió cuando se separó de ella, pero consideró que estaba bien no regodearse más en su miseria y asintió cuando le dijo que fuera preparándose.

Se dirigió hacia la arena, con los hombros hundidos y maldiciendo su suerte una y otra vez, casi agónicamente.

Pero tenía que ganar.

No quería acabar siendo el juguete de ningún dios.
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¡Gracias por las firmas, Sally!


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Re: [Coliseo del Olimpo] De cero a héroe

Notapor Saxor » Dom Mar 01, 2015 6:07 pm

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Antes de que mi cerebro procesara que solo íbamos a necesitar darle el golpe de gracia, un "nuevo combatiente" echó al sincorazón por los aires de un puñetazo. El intruso era un hombre joven, alto y muy musculoso, vestido con una armadura griega de cuero y el pelo naranja recogido. Solo bastaron los vítores casi ni merecidos del héroe local para reconocerlo como el mismísimo Hércules.

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¡Calma todo el mundo, el peligro ya ha pasado!

¿Esto es una broma de mal gusto?—no pude evitar murmurar, casi dejando caer las armas al suelo, aunque las mantuve sujetas.

No ha estado mal, muchachos. —a pesar de todo, Fil sí que se había fijado en nuestro combate—. Todavía estáis muy verdes, pero no ha estado mal.

...Eso ha sonado a Lyn—murmuré, recordando a sus felicitaciones a cuando derrotamos a aquella extraña Armadura. No, incluso Lyn había reconocido mejor nuestros esfuerzos a su manera.

Eh, vosotros también habéis ayudado, ¿verdad? Debéis de tener más cuidado, esas criaturas son muy peligrosas.

Son los enviados de Lyn.

¿De verdad? Vaya, es fantástico, espero que podáis ayudarnos con esta plaga de los ojos amarillos. Contad con mi ayuda en todo lo que necesi...—no sé si era hipocresía inconsciente, pero el mero hecho de mencionar a la Maestra había cambiado su visión de nosotros por completo. Habría aceptado algo receloso la ayuda, pero...

No. Tú te vienes conmigo a hablar con los participantes y luego te marchas a descansar. Te necesito en plena forma para el combate contra el ganador de los Juegos.

¡P-pero Fil...!

¡Nada de peros, los Juegos empiezan en cinco minutos, andando! —al parecer el malhumorado sátiro no le iba a dejar ayudarnos—. ¿Necesitáis algo más? Si no, ¡a trabajar!

Pues podrías decirnos claramente qué quieres que hagamos. Nos has dicho que hay muchos sincorazón y que se te cuelan en los torneos. Venga, vale, ¿pero qué hacemos? ¿Acaso sabes por qué hay tantos o cuál es la causa?

Pensé en mi cabeza mientras hacía esas preguntas que, si supiera algo al respecto del responsable, ya nos lo habría dicho, pero más valía prevenir que curar.

¿Hay algún lugar en especial donde hayan aparecido con mayor frecuencia?—formulé mi única duda sobre el asunto, de momento. Una vez nos respondió, pude ver cómo Malik se acercaba a nosotros. Parecía algo tenso.

Guau, eso ha sido genial. Eh, Bavol, ¿te apetece venir a entrenar fuera? Ahora que Fil no nos ve igual puedo enseñarte algún movimiento que no sepas.

El pequeño aprendiz aceptó casi de inmediato, bastante emocionado. Como nos mencionó que también estaría alerta, no mostré ninguna negativa al respecto, y dejé que se fuera con el Aprendiz de Héroe. Era el momento de comentarle a Malik lo que nos habían contado...

¡Perfecto! Malik, Filoctetes ha dicho que…

Pero antes de que pudiéramos decir nada, nos llevó sujetados de los brazos hasta una zona apartada del lugar, junto a las gradas. Su expresión me decía que no iba a decir nada bueno.

¿Ocurre algo?

Escuchad. Estamos jodidos.—y efectivamente, si empezaba así significaba que la cosa era grave—. Bastión Hueco es aliado de Hades, el dios de los muertos.

¡Qué!

¿Un... dios?—pregunté, atónito. Si el ser que gobernaba sobre la muerte misma estaba en nuestra contra, las cosas iban a ser peliagudas. Pero la cosa no acababa ahí...

Aunque eso no es lo más… importante. Hades ha gafado el torneo, todo aquel que pierda durante los Juegos tendrá que entregarle su alma como pago, así que ya podemos ir pensando cómo hacer para que no se lleve las vuestras.

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Mi expresión cambió a una cercana al terror al escuchar lo peor de la situación. Miré a Fátima con enorme preocupación. Ni Guilmon ni yo nos habíamos registrado en los juegos... ¿Pero ella? ¡Ella sí que estaba registrada, así que no había nada que hacer! Y su reacción, obviamente, fue de desesperación. Se había sentado tras buscar apoyo y estaba con las manos en la cara. Que te dijeran que tu alma iba a ser posesión de otro debía ser algo terrible. Y más pensando que la única forma de salvarte era ofreciéndole el resto de almas...

Entonces es una suerte que sólo yo haya firmado. A Saxor no le pasará nada—comentó Fátima con un hilo de voz, a lo que reaccionó Malik mirándome con alivio. Pero aún era Fátima la que lo estaba pasando peor. Estaba jugándose el alma, al fin y al cabo.

De acuerdo… Entonces tengo que ganar… Pero, entonces, ¿qué pasa con el resto de esta gente?

¿No podríamos retrasar los combates o... alargarlos?—sugerí, pensando en una forma de ganar tiempo... Pero en primer lugar, necesitaríamos hablar con ese Hades, cosa que sería bastante complicada. ¿Habría que rezarle en un templo o algo así?

¿Los de Bastión Hueco saben esto?

Sí, y uno de ellos fue bastante cercano con el dios, Ragun, para ser más exactos... ¿Sabéis si alguno de ellos participa?

¿Ragun ya había tratado con él? Aunque era bastante receloso con él desde el incidente de Datastream, sabía que en el fondo no era una mala persona... O al menos, hasta donde recordaba. ¿Habría cambiado?

Sí. El compañero de Ragun. A este lo echaron porque ya había participado antes o algo así. Está claro que entonces no vendió por error su alma a nadie. Pero… no tiene sentido. ¿Por qué se apuntaría si están aliados con Hades?

Porque no lo sabían, Hades habló de una... letra pequeña en la hoja de inscripción, creo que se sorprendieron tanto como yo. Y que Hades tampoco sabía que ellos vendrían...

En resumidas cuentas, que estaban en la misma encrucijada que nosotros. Me extrañaba bastante que el segundo chico lo dejara estar, así que... Lo más probable es que ya estén haciendo alguna negociación. Esperaba que al menos no nos involucrasen a nosotros en las compensaciones.

Ya veo. Entonces… Tengo que ganar. Eso está claro. Dios, qué mala líder soy. Vosotros id a buscar qué sucede con los Sincorazón.

Fátima...

Si pierdo… B-bueno. Tendríamos que intentar ver qué… Qué pasa con las almas que…

¿No podríamos negociar con ese Hades o...?—pensé en voz alta, pero fui interrumpido por Fátima, quien parecía haberse decidido por ganar.

Saxor, ¿te importa… dejarnos un minuto a solas?

Oh, e-eh... C-claro, no hay problema—regresé hasta donde había dejado a Guilmon, que se encontraba raspando en la arena, al parecer aburrido.

Y durante ese tiempo en los que dejé a Malik y a Fátima a solas, lo que hice principalmente fue pensar... Pensar en toda la información que habíamos adquirido hasta entonces. El número de sincorazón había aumentado drásticamente por aquellos días, ni Hércules podía dar abasto con tantos y...

...Los sincorazón se apuntan a los torneos.

Se mirase por donde se mirase, ese punto era de los más extraños de todos. Como había pensado previamente mientras Fil nos explicaba la situación, lo más probable era que alguien de la administración modificara las listas de participantes, pero... ¿Y si añadimos a la ecuación un dios que puede modificar las reglas del torneo a su voluntad? Si podía añadir una letra pequeña para arrebatarle el alma a los combatientes, podría perfectamente inscribir sincorazón en los juegos. Ese dios de los muertos era demasiado sospechoso para pasarlo por alto. Fuera realmente el causante de todo o no, ya teníamos algo por donde empezar.

Cuando vi que Fátima me saludó en la lejanía, le devolví el saludo, con una expresión algo preocupada. Esperaba que al menos pudiera aguantar hasta que encontrara la solución a todo aquello... Rápidamente me di la vuelta y me dirigí hacia donde Hércules y Fil habían entrado.

¡Fil, Hércules!—les grité desde la lejanía, esperando que se detuvieran. Cuando llegué, pensé en un poco cómo decir las cosas para que no cancelaran el torneo... Quizás omitiendo esa parte a menos que me preguntaran sería buena idea—Tengo una pista sobre quién puede ser el responsable de todo esto de la plaga... Creo que el mismo Hades es el que está detrás. ¿Podéis darme información sobre él y cómo llegar hasta él? O al menos poder contactar...

Si quería investigar al dios de los muertos, tenía que saber todo lo que pudiera.
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Gracias a Ita por la firma~
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RolKHWorld: Cronología
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Primer Arco: Corrupción

1ª Saga
Prólogo: Sólo los más fuertes... [Bastión Hueco]
Encuentro: Recién llegado [Tierra de Partida]
Trama: Un paso atrás [Tierra de Partida]
Trama: Y digo ¡salta! [Coliseo del Olimpo]
Encuentro: La ciudad eterna [El Mundo Inexistente]
Encuentro: Persecución enmascarada [Villa Crepúsculo]
Encuentro: Un lugar al que regresar [Espacio Profundo]
Trama: ¿¡Es que nadie piensa en los niños!? [Islas del Destino]
Misión: Cuidado con los asteroides [Espacio Profundo]
Encuentro: Perros, lagartos y osos parlantes [Bosque de los 100 Acres]
Encuentro: Las apariencias engañan [Tierra de Partida]
Trama: ¡Se me ha metido placton en la nariz! [Atlántica]
Evento Global: Ocaso de una estrella (Primera parte) [Bastión Hueco]
Evento Global: Ocaso de una estrella: Ruta 3 (Segunda parte) [Bastión Hueco]
Evento Global: Ocaso de una estrella (Parte final) [Bastión Hueco]

Segundo Arco: Perdición

2ª Saga
Misión: Dulces olores [Monstruo] (Inconclusa)
Trama: Ángeles Caídos [Intersticio entre los mundos]
Encuentro: Laberinto Paranoico [Espacio Paranoico]
Trama: Alianza en las Penumbras [El Mundo Inexistente]
Encuentro: ??? [???]
Encuentro: Pasado olvidado [Ciudad de Paso]
Encuentro: Coincidencias alarmantes [País de Nunca Jamás] (Inconcluso)
Trama: Cada loco con su tema [País de las maravillas]
Evento Preglobal: The End Is Where We Begin (Day 0: The Introduction) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 1 - Sector 1: Crepúsculo) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 2 - Sector 3: Ocaso) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 3 - Sector 4: Túneles) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 4 - Sector 3: Ocaso) [Villa Crepúsculo Virtual]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 5 - Sector 2: Atardecer) [Villa Crepúsculo Virtual]
Evento Global: Datastream (Primera parte) [La Red]
Evento Global: Datastream - Ruta de la Eliminación (Segunda parte) [La Red]
Evento Global: Datastream (Parte final) [La Red]

Tercer Arco: Rebelión

3ª Saga
Trama: Crisis de tierras sin dueño [Ciudad de Paso]
Encuentro: Día de monos [Selva Profunda]
Trama: Asalto a la Torre [Torre de los Misterios]
Trama: De cero a héroe [Coliseo del Olimpo]
Trama: En busca del corazón [Espacio Paranoico]
Evento Global: El Esclavo del Olvido (Primera parte) [Castillo del Olvido]
Evento Global: El Esclavo del Olvido - Ruta del Caído (Segunda parte) [Castillo del Olvido]
Evento Global: El Esclavo del Olvido (Parte final) [Castillo del Olvido]
Secret Episode: Another Side, Another Story - The Last Twilight [Villa Crepúsculo]

Cuarto Arco: Colisión

4ª Saga
Trama: Leyendas se contarán [Tierra de Dragones] (en proceso)


No Canon
Especial libre: San Valentín [Tierra de Partida] [Corrupción]
Especial libre: Halloween [Ciudad de Halloween] [Perdición]
Especial libre: ¡Feliz Navidad 2012! [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: Historias de San Valentín [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: Venid, mis pequeños [Villa Crepúsculo] [Perdición]
Especial libre: ¡Feliz Navidad 2013! [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: La mansión encantada [Ciudad de Halloween] [Rebelión]
Especial libre: El laberinto de los corazones [???] [Rebelión]
Especial libre: ¡Los reyes han llegado! [Tierra de Partida] [Rebelión]
Especial libre: La Mansión Encantada II: La Venganza [Ciudad de Halloween] [Rebelión]
Especial libre: World War Christmas [Tierra de Partida] [Colisión]
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Ronda #7 - De cero a héroe

Notapor Astro » Dom Mar 08, 2015 3:14 am

Bastión Hueco

Hades, sonriendo con complacencia, aceptó las manos de ambos, estrechándolas con fuerza. Una leve luz naranja surgió entre las palmas en las dos ocasiones. El trato estaba sellado.

Pues veréis... —Fue a decir, para responder a las preguntas de los aprendices, pero se detuvo cuando algo llamó su atención—. Un momentito.

Se llevó una mano a la oreja, como si estuviera escuchando algo, aunque ni Ragun ni Nikolai podían percibir nada. Lo que sí podrían ver era que una mosca se había posado en el hombro del dios. Y si miraban con un poco de empeño... ¿Esa mosca era verde? ¿Y tenía cara? Qué raro.

Oh, fantástico. Vuelve al trabajo, y no les pierdas de vista.

La mosca, tal como había llegado, salió volando a toda velocidad hacia el interior del coliseo.

Bueno, nenes-espada, tengo prisa. Unos Juegos que supervisar, unas almas que recoger, planes malvados que llevar a cabo, lo captáis, ¿verdad? La sauna está en un rincón del Inframundo que no me gusta demasiado visitar, huele demasiado a muerto. —Chasqueó los dedos, haciendo aparecer en su mano dos medallas de color violeta con forma de calaveras—. Tomad esto, os protegerá ahí abajo. Suerte y todo eso, y no os preocupéis, morir no es tan malo como dicen. Chao~

Lanzó una medalla a cada aprendiz para que las cogieran y, sin esperar a que pudieran preguntarle nada, dio una fuerte palmada. El suelo bajo los pies de Ragun y Nikolai se abrió, y ambos chicos cayeron sin control hacia el vacío.

El Inframundo les esperaba.

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Bavol

Siguiendo a Zack, el pequeño aprendiz de Tierra de Partida llegó hasta la antesala del coliseo. A diferencia de unos minutos antes, allí ya no quedaba nadie. Todos estaban ya en las gradas esperando que el espectáculo empezara, incluso los que habían acudido allí para refugiarse del ataque del sincorazón ya habían vuelto tranquilamente a sus asientos.

Zack, haciéndole un gesto al chico para que le siguiera, abrió la puerta y salió al exterior. Pero cuando el gitano fue a hacer lo mismo... El portón se cerró de golpe, golpéandole en la nariz con fuerza. Auch.

Qué testarudo es ese viejo chivo, ¿verdad?

A su espalda, una figura había aparecido de la nada. Un hombre, alto, con la piel de un tono azul grisáceo, que vestía con una larga túnica negra y tenía el pelo en llamas. Literalmente. En sus labios se surcaba una sonrisa, que debía de ser amigable, aunque los colmillos que mostraba no daban demasiada confianza.

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A ver si lo adivino, chico, quieres participar en los Juegos, ¿no? Pero no creen que puedas ser capaz de convertirte en un héroe porque eres demasiado joven y esas tonterías. ¿Estoy en lo cierto? ¡Claro que sí! Pues verás... ¡Se equivocan!

De pronto, se desvaneció en humo, para aparecer al segundo siguiente al lado de Bavol, posando una mano sobre su hombro.

Soy Hades, el Señor de los muertos, dios del Inframundo, bla, bla, bla, ¿Cómo lo llevas? —Esperó un momento para que el aprendiz pudiera responder lo que quisiera—. Pues verás, yo te miro y veo potencial. Así es, chaval, tienes potencial de sobras para ganar estos Juegos y darle en los morros a ese viejo sátiro. Créeme, sé de qué hablo, soy un dios. Es más, te daré una ayudita.

Chasqueó los dedos, y una hoja de papel apareció entre humano en sus manos. Se la acercó al pequeño, para que pudiera echarle un vistazo: era una hoja de inscripción para los Juegos.

No creerías la cantidad de burocracia que hace falta para apuntarse. A ver... Altura, peso... —Hades había hecho aparecer también una pluma, y estaba rellenando la hoja—. "¿Dios favorito?" Pff, venga ya. Pues Hades. Ea, pim-pam. Arreando. Ahora sólo hace falta...

Le tendió la pluma y la hoja a Bavol, para que rellanara los huecos que quedaban por rellenar. Nombre, arma, y la firma.

Dime, pequeño... ¿Te interesa demostrarles a todo el mundo lo que vales?

Hades sonrió. La decisión era de Bavol.

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Malik

Al poco de que Malik se sentara en las gradas, alguien ocupó enseguida el sitio a su lado.

Qué escena más bonita. Aunque deberíais tener cuidado con dónde decís las cosas, nunca sabes quién podría estar escuchando lo que os habéis dicho.

Era una mujer joven, esbelta, de ojos violetas y con una larga melena marrón recogida en una coleta. Vestida con una largo vestido rosa, sonreía con tranquilidad sin llegar a mirar a Malik directamente.

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Así que un problema con Hades. Mal asunto. Si ese asqueroso se empeña en algo, no parará hasta conseguirlo. Lo siento por tu novia, pero no parece capaz de ganar los Juegos —dijo, apoyando la barbilla en una mano y observando la arena con calma.

Pero... Puede que haya una forma de salvar las almas de todos estos desgraciados. Los rumores dicen que Hades busca a alguien capaz de abrir una extraña cerradura para él, y que recompensará con cualquier cosa a quien lo consiga. Si estás interesado en los detalles... —Se levantó con gracilidad, mirando por primera vez a Malik a los ojos—. Sígueme.

La misteriosa mujer echó a andar hacia la salida, caminando por las gradas con tranquilidad. Malik tenía la opción de seguirla, confiando en una extraña para conseguir salvar a Fátima y los demás participantes, o podría quedarse en el sitio y esperar que los Juegos empezaran. ¿Qué haría?

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Fátima & Saxor

No pasó ni un minuto, y una sirena resonó por toda la arena. Todos los participantes de los Juegos debían volver al gimnasio, pues empezarían en breves instantes. Por lo tanto, Fátima se encontró en el mismo camino que Saxor: por el oscuro túnel que había al fondo de la arena, siguiendo a Hércules y Filoctetes.

Cuando se acercaron, escucharon la teoría de Saxor y, tras intercambiar miradas, fue el sátiro quien habló.

No eres el primero que piensa eso, chico, pero no tenemos pruebas que lo demuestren.

Si las tuviéramos, podría pedirle a mi padre que interviniera, pero de momento no podemos acusarle de nada.

¿Contactar con él? Hay que estar loco para intentarlo. Ese chalado vive en el Inframundo, el hogar de los muertos. Tendrías que ser un loco o un suicida para bajar hasta ahí abajo.

También podrías probar a llamarle, pero no es probable que acuda a las peticiones de unos mortales. Ni tampoco es muy aconsejable, ¿sabéis?

Si estáis interesados en llegar al Inframundo podemos echaros una mano, pero tres palabras, muchachos: mala idea.

Sátiro y héroe continuaron andando hasta llegar al gimnasio, donde el resto de participantes esperaban. De alguna manera, habían conseguido dejar pegado a un pobre flacucho en el techo de la sala, y un gran grupo de brutos jugaban a tirarles pesas cual proyectiles. Afortunadamente para el blanco, ninguno tenía buena puntería.

¡Eh, eh, reservad energías para los combates! ¡Y bajad a ese del techo, por todos los dioses!

Tardaron cinco minutos en poder bajarle y poner orden y silencio en la estancia. Cuando finalmente reinaba la tranquilidad, Fil y Hércules pusieron en mitad de la sala, para hablar con todos los presentes. A su lado, estaba el hombre regordete que había estado entregando los formularios de registro, pero no había rastro de su compañero.

¡Atención todo el mundo! ¡Los Juegos están a punto de empezar! —gritaba el viejo chivo, imponiendo su autoridad—. ¡Quiero combates limpios! ¡Nada de trampas, ni golpes a la entrepierna! ¡Y nada de atacar a matar, estáis advertidos! ¡El ganador se hará con el título de "Aprendiz de héroe", y tendrá el privilegio de poder ser entrenado bajo mi supervisión! ¡Además, tendrá el honor de participar en un combate con Hércules aquí presente!

Hubo una gran aclamación cuando se nombró el nombre de Hércules, quien elevó la mano y sonrió. Incluso llevaron a caer encima de Fil unos calzoncillos. ¡Fanboys!

Espero que podamos tener unos grandes Juegos. ¡Y estoy seguro que entre vosotros se encuentran futuros grandes héroes, ánimo a todos!

¡Y recordad, regla número ochenta y nueve! ¡Los héroes se hacen, no nacen! ¡Buena suerte a todos!

Sátiro y héroe abandonaron la sala por la puerta por la que Fátima había entrado al principio, mientras el hombrecillo rechoncho empezaba a repasar papeles y les indicaba que esperan a que les llamaran para acudir a la arena a combatir. Saxor podía seguirles si seguía interesado en su idea de Hades, o volver a las gradas y ver los Juegos con Malik.

Fátima, por su parte, sólo podía esperar su turno si quería conservar su alma. Tenía la oportunidad de estirar para prepararse, e incluso de equiparse con alguna armadura vieja que había tiradas por allí. Eh, incluso podía intentar hacer amistad con los otros participantes, igual les caía bien, ¿no?

Su turno para pelear llegaría pronto.

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Ragun & Nikolai

El golpe fue doloroso. No mortal, ni siquiera para que acabaran con algo roto, pero se hicieron daño. Auch. Habían caído por una grieta abierta por Hades vete-a-saber-cuántos metros, hasta chocar contra el frío suelo. Al levantar la vista, ambos aprendices verían que se encontraban en un entorno completamente diferente.

Oscuro. Húmedo. Olía mal. Y no había rastro alguno del sol. Estaban en el Inframundo.

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Oh, ¿he mencionado que no estaban solos? Apenas se habrían levantado, cuando pequeños portales de oscuridad surgieron a su alrededor. Sincorazón. Y no habían aparecido para darles la bienvenida al Inframundo.

Concretamente, eran un grupo de cuatro Perros rabiosos y dos Enredaderas.

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Si querían avanzar y encontrar la famosa sauna, primero tendrían que librarse de ellos. ¡A luchar!



Fecha límite: domingo 15 de marzo.
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Re: [Coliseo del Olimpo] De cero a héroe

Notapor Drazham » Sab Mar 14, 2015 2:05 am

Satisfecho con las decisiones de los aprendices de Bastión Hueco, Hades les estrechó la mano para dar por hecho el trato. Entonces, Nikolai reparó en el resplandor naranja que salió de la palma de su mano en cuanto les dio la mano a Ragun y a él. Resultó ser inofensiva, ya que ni sintió nada raro ni le dejó marcas en la palma en cuanto se la examinó, pero tampoco estaba muy seguro de que solo se tratase de un truco de luces.

Pues veréis... —Antes de que llegase a responder a sus preguntas, se vio interrumpido por algo que captó su atención—. Un momentito.

El dios hizo el gesto de llevarse la mano al oído para escuchar mejor, aunque en ese instante no se percibía ningún ruido en especial, ya que el griterío de antes que provenía del coliseo había cesado.

¿Se trataba de algún sonido que solo los dioses captarían? ¿Alguien que le estuviese invocando como hicieron ellos? Pues no, resultaba que lo que estaba escuchando se encontraba nada menos que en el hombro del propio dios: una mosca.

Desconcertado, agudizó la mirada para fijarse mejor en el bicho que, aparte de tener un extraño tono verdoso, daba la sensación de que tuviese rostro y todo. Desde luego, había algo raro en esa mosca, pero con la vista de cerca tan problemática que tenía, no conseguía distinguirlo por mucho que forzase la vista.

Oh, fantástico. Vuelve al trabajo, y no les pierdas de vista.

Obedeciendo las órdenes de su… ¿jefe?, el insecto se largó revoloteando en dirección al coliseo. Así es, una mosca espía al servicio del Señor del Inframundo, aunque debía reconocer que era mucho más discreto que los cuervos de cierta Hada maligna.

Bueno, nenes-espada, tengo prisa. Unos Juegos que supervisar, unas almas que recoger, planes malvados que llevar a cabo, lo captáis, ¿verdad? La sauna está en un rincón del Inframundo que no me gusta demasiado visitar, huele demasiado a muerto.

<Pues bien que decías hace un rato que te encantaba usarla.> pensó con recelo. Cada vez le daba más mala espina el asunto de la sauna, pero con el trato de Hades aceptado, ya no había vuelta atrás.

Con un chasquido de dedos, Hades repitió por tercera vez el truco de la materialización de objetos, siendo en este caso un par de medallas púrpuras con el aspecto de una calavera que le lanzó a cada uno.

Tomad esto, os protegerá ahí abajo. Suerte y todo eso, y no os preocupéis, morir no es tan malo como dicen. Chao~

Niko llegó a abrir la boca para hacerle las correspondientes preguntas a Hades, pero enmudeció en cuanto le invadió una desagradable sensación de vértigo. Sin comerlo ni beberlo, sus pies dejaron de tener contacto con el suelo en cuanto la tierra se abrió de par en par, tragándoselos a él y a su compañero.

Y entonces, cayeron…

***


Para luego aterrizar en el duro suelo, y no precisamente de una forma delicada. Por lo menos Nikolai, que había caído de culo. Puñetero Hades y su impaciencia para todo.

¿Aparte de mi dolorida rabadilla ha habido algún percance más? —Intentando camuflar el dolor con un tono burlón, dirigió la pregunta a Ragun para asegurarse de que estuviese entero o, al menos, en mejores condiciones que él.

En cuanto las piernas le respondieron de una vez, se levantó entre tambaleos para comprobar que habían acabado en lo que se asemejaba a una gruta subterránea de grandes dimensiones, de apariencia lúgubre y con una terrible humedad que te calaba los huesos del frío.

Se imaginaba que el Inframundo sería un lugar bastante triste, pero no tanto.

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¿Y ahora a dónde…? —Fue comenzar a formular la pregunta, y aparecer varios portales de oscuridad a su alrededor que no debían de traer buenas noticias—. Vale, no he dicho nada.

Antes de plantearse por qué parte del inframundo buscar, primero tendrían que librarse de los seis Sincorazón que atravesaron los portales: cuatro Perros Rabiosos y dos Enredaderas.

Qué remedio… —Con un rápido movimiento de su brazo, materializó su Llave Espada y la enarboló—. Déjame la tarea de jardinería a mí.

Si Ragun no ponía pegas, su objetivo serían las dos Enredaderas. Por las clases teóricas destinadas a las distintas clases de Sincorazón, sabía que carecían de movilidad alguna al estar enterradas, pero no dejaban de ser un incordio por los disparos de semillas y el amplio alcance de sus raíces subterráneas.

¡Saic, échame un cable con esto!

Llamado por su usuario, el asistente virtual salió de la chaqueta de Niko en forma de datos, compactándose hasta que reconstruyeron su cuerpo en el mundo real.

¡Procesos de combate cargados, señor Niko! —exclamó, mostrando una mirada decidida en su visor.

Sin perder ni un segundo más, el aprendiz clavó su arma en el suelo para atacar por sorpresa a la Enredadera más cercana con un Tajo Planar, sirviéndole de señal a Saic para que lo rematase con un sencillo hechizo Electro. Seguidamente, echaría a correr hacia el segundo Sincorazón para atacarle directamente con la Llave Espada, llegando a pegar un salto en caso de que fuese necesario por si su enemigo intentaba retenerle con sus raíces o con las semillas.

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Acciones de Nikolai:

Tajo Planar (HC) [Nivel 5] [Requiere Afinidad a Nada: Fuerza: 7; Armas blancas: 6]. El usuario clava su arma en el suelo para luego hacer brotar de cualquier superficie sólida (no viva) una espada de energía que empalará a los enemigos. La espada se puede materializar en un radio de cinco metros.

Acciones de Saic:

Electro (HM) [Nivel 2] [Requiere Poder Mágico: 3] Ataque básico de elemento Rayo. Pequeño relámpago lineal, con muy pocas posibilidades de paralizar al enemigo.
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Drazham
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