[Port Royal] Los muertos no cuentan cuentos

Adam, Lastic, Simbad & Jeanne + Fátima

La aparente traición de Tierra de Partida en un acuerdo de paz provocó el anuncio de la guerra por parte de Bastión Hueco. Los aprendices deben enfrentarse entre sí, entre antiguos amigos y compañeros. ¿Cómo lograrán sobrevivir cuando otras amenazas acechan?

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro, Sombra

Re: Ronda 9

Notapor xXOrbOOkXx » Vie May 15, 2015 7:18 pm

Me miró y asintió con la cabeza. Me mostró de forma más reducida lo que estaba pasando allí. El muchacho estaba montando a caballo con alguien más, y cuando Illua murmuró las palabras ininteligibles que me mostrarían la visión. Vi a a un hombre rubio.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Francis... —murmuró—. El chico está con el Rey de la Montaña. —Fruncí el ceño—. No sé que está haciendo aquí, pero si ha bajado al puerto seguramente sabe que la Perla está a punto de arribar a Tortuga. Quizá vaya a reunirse con Henry...

Había algo que no encajaba en todo aquello. Quizás el Rey del Puerto había reclamado la presencia de todos. Tenía tanto sentido que casi parecía una locura.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Estaba claro que era el padre del chaval, sus ojos lo mostraban. Casi me pareció ver a Illua sonreír, aunque no estuve muy seguro.

Este es el Rey del Puerto, Henry Hicks, parece que hoy está en... —Unos segundos de silencio— una taberna, a unas calles de aquí. Creo que se llama «Albatros».

Henry, el Rey, hablaba con otras personas que no pude ver. Aquello parecía una reunión clandestina.

****

Esperamos hasta que la Perla Negra atracó tras eliminar un cabo de la bahía. El miedo era palpable en el aire.

Intentan intimidarnos —me comentó. Lo cierto era que era impresionante.

La tripulación bajó a tierra. Y yo me recordé mi principal objetivo: recopilar información sobre lo que estaban haciendo, unirse a su favor o destruirlo si era imposible. Los piratas se fueron repartiendo, como si sólo quisieran dar un paseo; no parecía que estuvieran buscando pelea. Noté como Illua, intimidada, trató de esconderse tras de mi.

Spoiler: Mostrar
Imagen


¡Venga, fuera, ni que no nos hubierais visto jamás! —Gritaron los dos piratas que iban en cabeza.

Entonces tomé aire. Me armé de valor y me dirigí a Illua.

Voy a intentar establecer contacto. —informé—. Intentaré averiguar a qué han venido. Puedes avisar al Rey del Puerto, aunque es obvio que ya sabe que ha echado el amarre. Si las cosas se tuercen...

Negué con la cabeza y vacié mi cabeza de todo pensamiento. Las manos me temblaron violentamente, aunque me obligué a mantener un gesto frío y duro. Miré a los piratas que iban en cabeza y me acerqué a una distancia prudencial; la suficiente para que me oyeran, pero también para que no me atacaran.

Mal día para que unos "honrados piratas" vengáis a tomar unas copas, ¿no creéis? —Compuse una sonrisa torcida, como si fuera el mismo demonio—. Justo cuando los peces gordos están maquinando contra vosotros —mi expresión se volvió burlona—. Qué inoportunos que habéis sido.

>>A no ser que hayáis venido a por un tesoro —me rasqué la perilla—. Es lo que hacéis los piratas, buscáis las monedas más doradas y la plata más brillante ¿no? Qué buena vida la del pirata... Navegar eternamente sobre la marea. Daría mi alma por volver a ser... un hombre de negocios. —Reí por lo bajo.

Me encogí de hombros, como si estuviera dispuesto a irme. Había sido una mentira a medias. Estaba claro que yo no quería ser pirata, porque no era un asesino, pero sí era un ladrón y un mentiroso, y desde luego sí me gustaría navegar en un barco tan hermoso como aquél.
~Un cuarto de hora de risa, equivale a un año más de vida...~


Proyectos:



UseBars:

Spoiler: Mostrar
Imagen

Imagen

Imagen

Imagen


Rol:

Ficha

Wiki

Spoiler: Mostrar
Tercera Saga:

Prólogo de Simbad
"Bastión Hueco" Choque de culturas (Encuentro)
"Bastión Hueco" Novatos bajo la lluvia (Primer encuentro - Saga Novatos)
"Tierras del Reino" El nacimiento de un príncipe (Trama)
"Islas del Destino" ¡Buscad a mi perro! (Misión)
"Castillo de Bestia" Solos entre lobos (Primer encuentro - Saga Délaissé)
"La Cité des Cloches" Los miserables (Encuentro)
"Villa Crepúsculo" Una visita guiada (Encuentro)
"Selva Profunda" Día de monos (Encuentro)
"Port Royal" Los muertos no cuentan cuentos (Trama)
"Tierra de Dragones" Linda Flor (Misión)
"Bastión Hueco" Novatos bajo el amanecer (Segundo encuentro - Saga Novatos)
"Ciudad de Paso" Lo que vale la pena (Encuentro)
"Ciudad de Paso" The Game Never Ends (Trama)
"Torre de los Misterios" Orden en la Biblioteca (Misión)
"Evento Global" El esclavo del olvido
"Evento Global" Ruta de los perdidos

Evento Halloween 2014
"Especial libre" El laberinto de los corazones
"Especial libre" San Valentín III
"Islas del Destino" Yincana veraniega
"Evento libre" La Mansión Encantada II: La Venganza

Cuarta Saga:


"Ciudad Inexistente" Dos velas para el diablo (Encuentro)
"Port Royal" De copas con la muerte (Encuentro)
"Bastión Hueco" De magdalenas y vicios franceses (Encuentro)
"La Cité des Cloches" Insomnia (Primer encuentro - Saga La Musique du Silence)
"La Cité des Cloches" Somnia (Segundo encuentro - Saga La musique du Silence)
-"Port Royal" El barco que desaparece en la niebla (Misión)
"Tierras del Reino" Donde duermen los gigantes (Trama)
"País de los Mosqueteros" Todos Para Uno (Trama)
"Ciudad de Paso" Un nuevo Crepúsculo (Trama)
"Ciudad de Halloween" El ataque de Boogieman (Trama)
"La Cité des Clochés" Fuego Infernal (Trama)
"Espacio Profundo" Planta 313 (Encuentro)
"Mundo Inexistente" Pasajes Oscuros (Trama)
"Tierra de Partida" Penúltima Parada (Encuentro)
"Evento Global" El principio del fin
"Atlántica" Perdona pero quiero casarme contigo (Encuentro)

"Especial libre" El laberinto de los corazones II: Escape
"Especial libre" World War Christmas
"Especial libre" El San Valentín está aquí
"Especial libre" ¡Exámenes finales
"Especial libre" La inocencia perdida
"Especial libre" Misión: Salvar la Navidad

Timeskip (Finales 1013-1017)

"Tierra de Partida" Examen de Maestría (30 Diciembre 1013)
"Jardines de Tierra de Partida" Doomsnight (Libre) (31 Diciembre 2013)
"País de las Maravillas" El último regalo (Minitrama) (Julio 1014)
"Jardines de Tierra de Partida" El Regreso (Libre) (Finales de Marzo de 1017)

Saga final:

"La Cité des Clochés" Santuario (Trama)
"La Cité des Clochés" La última noche en París (Libre)
Avatar de Usuario
xXOrbOOkXx
51. Rueca Fatal
51. Rueca Fatal
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 1528
Registrado: Jue Dic 27, 2012 10:39 pm
Dinero: 278,842.76
Banco: 0.00
Ubicación: Detrás de tí. !Bu!
Sexo: Femenino
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 8

Re: [Port Royal] Los muertos no cuentan cuentos

Notapor Suzume Mizuno » Dom May 17, 2015 5:21 am

Intentando por todos los medios llevar bien las riendas del caballo, con Jeanne aferrada a ella, Fátima se concentró en mantenerse recta y con las piernas bien apretadas contra los flancos del animal. Se dijo que había hecho ejercicios que requerían más equilibrio y los había superado sin problema, pero aun así la idea de entrar al galope le ponía los pelos de punta. Por suerte, el Rey de la Montaña no parecía tener mucha prisa.

El problema, muchacho, es que la Perla Negra está a punto de amarrar en el puerto y no sabemos qué ha venido a hacer. Normalmente no recala en Tortuga, prefiere descargar sus botines en Isla de Muerta... —Fátima abrió mucho los ojos y se giró hacia Jeanne. Después miró de reojo a Rob, preguntándose qué estaría pensando ahora que aquellos piratas estaban tan cerca—. Y Ronin se ha puesto muy nervioso, seguramente haya ido a reunirse con Henry para ponerle al día, ya sabéis... como soléis hacerlo. Si Barbossa convoca a sus demonios como siempre hace, bueno... Tendremos que pelear, y necesitaremos ayuda.

No entendió a qué se refería con «como soléis hacerlo», si bien le pareció captar cierto retintín que no le hizo demasiada gracia. En cualquier caso, el resto de la información captó toda su atención. Si le había cabido alguna duda sobre la Perla Negra, esta estaba resuelta. La pregunta era si Francis lo había sabido desde un principio. Suspiró. Si hubieran ido con Ronin todo habría sido más sencillo. Con todo, era extraño: parecía como si Francis se sintiera decepcionado por alguna razón. ¿Quizás no le gustaba la idea de que Ronin les echara una mano contra los Sincorazón? Orgullo de hombres, casi seguro.

Por cierto, esto... Majestad . No nos hemos presentado. Él es Vaan, y yo Joseph.

Enchanté, mes amis.

Fátima iba a hacer un amago de sonrisa, pensando que el francés sonaba muy bien en los labios de aquel hombre, cuando escuchó el resoplido de Robert y se puso tensa. Un chico no debería comportarse así. Estaba tan acostumbrada a que la aceptaran como una mujer que se estaba olvidando de las cosas más básicas. Maldiciendo para sus adentros agachó la cabeza y clavó la mirada en la acera durante el resto del camino, hasta que alcanzaron lo que parecía ser una taberna o una posada. Tendió una mano a Jeanne para ayudarla a desmontar y después saltó ella al suelo, conteniendo un suspiro de alivio.

Llévalos atrás, Robert, estaremos dentro con tu padre.

Sí, sí, como digas.

Mientras Robert se llevaba los caballos al cobertizo, Fátima fue consciente de que quizás no volviera a verle o no tuvieran tiempo de despedirse. Si de verdad había llegado la Perla Negra, entonces Ronin querría hacerles frente y comprender cómo invocaban Sincorazón. Así que tenía que aprovechar ahora que podía.

Dile a Ronin lo de Bastión Hueco—susurró Fátima a Jeanne—. Y que tengo algo que darle. Ahora mismo voy, ¿de acuerdo?

Echó a correr detrás de Robert y carraspeó cuando llegó a su lado.

Sólo quería despedirme—dijo, tendiéndole una mano—. No sé si vamos a tener tiempo. Aunque ha sido por poco, me alegra haber podido hablar contigo Rob.—También le hubiera gustado decirle que se sentía orgullosa de haber podido ayudarle antes de que las cosas se torcieran demasiado, pero no quería herirle en el orgullo. Así que se limitó a sonreír—: Espero que podamos coincidir alguna otra vez, sin persecuciones ni nada por el estilo.

Escucharía si Rob quería decir algo y luego se dirigiría hacia la taberna.

Justo entonces escuchó el disparo del cañón y dio un brinco al tiempo que el corazón se le subía a la garganta. Al mismo tiempo que se precipitaba en busca de Ronin le vinieron desagradables recuerdos de su estancia en Port Royal. Esa vez habían podido esconderse de los piratas. En esta ocasión, esperaba, contarían con el apoyo de una isla entera. A menos que todos les tuvieran tanto miedo como Rob. Y mientras corría se le vino a la cabeza lo que el chico le había dicho. Que no podían morir. Paladeó un desagradable sabor amargo y aceleró el paso.

Cuando llegara junto a Ronin diría:

Maestro, tengo un objeto que está relacionado con la invocación de los Sincorazón. Creemos que está relacionado con la Perla.—Si se lo pedía, le entregaría el doblón.

En caso de que Ronin no estuviera en la taberna saldría a buscarlo lo más rápido que pudiera.
Imagen

¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Suzume Mizuno
63. Komory Bat
63. Komory Bat
 
Mensajes: 1883
Registrado: Vie Mar 02, 2012 9:52 pm
Dinero: 1,462,577.72
Sexo: Femenino
Karma: 6

Ronda 10

Notapor Tanis » Lun May 25, 2015 3:33 pm

Simbad


Ilua miró a Simbad en silencio antes de que este empezara a caminar hacia los piratas. Acto seguido retrocedió unos cuantos pasos y se internó en la pequeña calle cercana. El sonido de sus tacones al correr se perdieron en la lejanía.

Los piratas detuvieron sus pasos en cuanto el aprendiz alzó la voz y le miraron como si estuviera diciendo algo demasiado gracioso para tenerlo en cuenta. Los dos a la cabeza del grupo intercambiaron una mirada y rieron, secundados después por sus propios compañeros. Las palabras de Simbad no parecieron intrigarlos, ni asustarlos, ni provocar una reacción más allá de la diversión.

Entonces, tras el eco de las risas, justo cuando Simbad ya realizaba el amago de retirarse, sonó una voz y un hombre se abrió paso a través del resto de piratas, quienes le dejaron pasar con respeto.

Así que darías tu alma...

Spoiler: Mostrar
Imagen


Es una lástima que tu deseo llegue tarde a mis oídos, mi tripulación está completa, muchacho.

Aquel hombre tenía porte y se le notaba, no hacía falta tener muchas luces para saber, además de sus palabras, que era el capitán del barco negro. Acarició el cuello peludo del mono que llevaba al hombro y dejó que el animal bajara por su brazo hasta el suelo. Con un correteo rápido, el simio se perdió entre las piernas de los piratas. Luego, el capitán le hizo una seña con la cabeza a sus hombres y añadió:

Está cerca, buscadlo y traédmelo.

El grupo de piratas del Perla Negra murmuró en diversos grados de conformidad y pronto se dispersó por las calles que conectaban el pueblo con el puerto. El capitán sin embargo, echó a andar tranquilamente hacia el camino principal, como si no tuviera prisa alguna. Los demás piratas y estibadores se apartaron de su camino, y regresaron corriendo a sus puestos anteriores, como si eso pudiera mantenerlos a salvo.

La estrategia de Simbad para llamar la atención no había dado tan buenos resultados, pero todavía podía seguir al capitán del navío y retomar la conversación quizá por otros derroteros más acordes al objetivo de la misión de Nanashi.

Fátima, Jeanne y Adam


Robert se volvió hacia Fátima al oír su carraspeo y asintió. Le estrechó la mano con fuerza y quizá un poco de camaradería. No se conocían desde hacía siquiera un día, pero el hecho de haberle quitado encima el medallón que causaba la aparición de los demonios parecía bastar para el muchacho.

Lo mismo digo, Vaan. —Rob sonrió—. Quizá algún día me haga a la mar, con mi propio barco, así que si te interesa te dejaré unirte a la tripulación.

Era una oferta muy generosa viniendo de un pirata, aunque fuera de uno tan joven. Robert no añadió nada más y retomó su pequeña tarea cuando Fátima le dejó a solas.

Cuando la aprendiza rodeó el edificio para entrar a la taberna, se encontraría con que ambos reyes y el propio Ronin estaban saliendo de ella, seguidos del pirata bonachón que anteriormente había aparecido junto a ella en el callejón. El maestro de maestros alzó levemente las cejas ante la información y dijo:

Muéstramelo.

En cuanto Fátima sacara a la luz el doblón, Ronin lo cogió y examinó en la propia palma de su mano. Asintió con la cabeza, palmeó el hombro de la aprendiza y dijo con un murmullo:

Buen trabajo.

Henry y Francis se adelantaron a ambos, el primero terminando de cargar una de sus pistolas y el segundo ajustando la correa que sujetaba su espada a la cintura. Ronin se guardó la moneda en uno de sus bolsillos, le echó un vistazo a los piratas y apartó un poco a Fátima de ellos.

Escucha, Henry y Francis van a entablar negociaciones con Barbossa. Son peligrosos, así que ten cuidado y no te acerques mucho a ellos. No podremos vencerlos, pero sí encargarnos de los sincorazón que traigan consigo, ¿has entendido? Con un poco de suerte entablaremos la conexión entre el doblón y esos pobres diablos.

Ronin volvería a darle una palmada en el hombro tras la respuesta de Fátima. Justo entonces oirían el taconeo de zapatos de tacón y verían a una mujer doblar la esquina, visualizarlos y acercarse rápidamente.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Henry, Francis —dijo al llegar, algo parecido a un saludo—. Barbossa ha pisado puerto.

A pesar de las circunstancias, el semblante de la mujer era frío, serio, no asustado ni preocupado. Tanto Henry como Francis, en cambio, sí que se mostraron sorprendidos de ver a aquella mujer en concreto, justo allí. ¿Quién era? Saltaba a la vista que era conocida de los reyes, pero no fue hasta que Henry habló, que Fátima no podría entablar conexión.

¿Ilua, qué... ? —Henry frunció levemente el ceño.

Ilua desvió la vista por un segundo hacia Fátima y a Ronin, sin que su expresión cambiara y replicó:

No tengo tiempo para explicaciones, los piratas de la Perla aparecerán pronto y con ellos...

Aparecerían los sincorazón, si es que no lo habían hecho ya en alguna parte. No hizo falta que ella terminara la frase. Los reyes se miraron, Francis asintió.

Muy bien, démonos prisa. Ilua, quédate aquí.

Ella no dijo nada, pero asintió y se apartó de ellos, situándose junto a la puerta de la taberna. Henry se metió la pistola entre el cinturón y encabezó la comitiva. Henry le siguió al instante, por supuesto, y también Gibbs. Ronin le echó un vistazo a Ilua, no muy confiado, para mirar después a Fátima.

Vamos.

El maestro iría tras los piratas entonces, como segunda escolta. Al otro lado de la calle, en dirección opuesta, la aprendiza podría escuchar más voces, desconocidas para ella, que parecían estar acercándose.

¡Lo siento, Pintel, sé que está cerca!

¡Pero tú qué vas a sentir! ¡Y ten cuidado, no se te caiga el ojo!

Junto a la intersección de la calle, aparecieron entonces dos hombres ocupados en la búsqueda de algo, por su conversación, que no repararon ni en Ilua ni en Fátima.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Ilua chasqueó la lengua y se deslizó silenciosamente al interior de la taberna sin hacer ruido con la puerta. Fátima todavía podía seguir a Ronin y a los demás, meterse a la taberna tras la mujer de pelo azul, o... quizá acercarse a aquellos dos piratas aunque pareciera una terrible idea.

¿Qué estaban buscando? ¿Qué querían? ¿Tendrían relación con la Perla Negra?

Spoiler: Mostrar
Fecha límite: 30 de mayo


Spoiler: Mostrar
Ausencias: Astro (I), Nuxal (I)
Avatar de Usuario
Tanis
28. Samurai
28. Samurai
 
Mensajes: 813
Registrado: Mar Feb 19, 2013 10:20 pm
Dinero: 75,353.31
Banco: 15,572.00
Sexo: Mucho, gracias por preguntar
Karma: 5

Re: [Port Royal] Los muertos no cuentan cuentos

Notapor xXOrbOOkXx » Mar May 26, 2015 7:43 pm

Illua desapareció por las calles. No sabía a dónde se dirigía, y no me sorprendería si hubiera huido. No me extrañaría en absoluto y tampoco se lo reprocharía. Esperé pacientemente mientras los piratas se reían, pero. me giré abruptamente en cuanto escuché una voz.

Así que darías tu alma...

Spoiler: Mostrar
Imagen


Es una lástima que tu deseo llegue tarde a mis oídos, mi tripulación está completa, muchacho.

Aquella frase, junto con su tono burlón y misterioso, me hizo creer que no iba de broma. Desde que llegué a la Orden, me había transformado en un animal, había aprendido a hacer magia, y había visto cosas que jamás creí ver. Unos piratas malditos y sin alma no me sorprendieron en absoluto.

El mono que aquel hombre se perdió entre las piernas de los piratas, después... el jefe añadió:

Está cerca, buscadlo y traédmelo.

Entonces me alejé y sonreí, como si todo tuviera sentido.

Vi dispersarse como ratas a todos los piratas, mientras el capitán se internaba en lo que parecía la calle principal sin ninguna prisa. Los marineros, acongojados, se apartaron a su paso como si fuera un hierro candente. Entorné los ojos mientras me decía que no había ido tan mal.

Como de una revelación, me había dado cuenta de algo que me había pasado por alto. Los piratas buscaban algo, y ese algo estaba relacionado con la Perla Negra, así mismo, con su tripulación que invocaba a los Sincorazón. Si no habían invocado todavía a ninguna sombra viviente, significaba que aquello que buscaban no era otra cosa que la moneda. El esquema era bien simple: ellos tenían la moneda y atacaban los puertos con su poder, pero, sin embargo, en algún punto de la historia llegaron a perderla; el cómo sabían su paradero quizá tuviera que ver con la magia negra que abundaba en ella... o algo así (no me importaba en demasía). Y en ese momento estaban en Tortuga dispuestos a recuperarla.

Era una estúpida teoría, me dije, mientras veía cómo se alejaba el capitán. Me dirigí hacia la misma dirección. No pensaba hablarle, porque no tenía sentido llamarle la atención de nuevo. Pero sí a seguirle. Iría con mucho cuidado, mezclándome entre la gente que hubiera, con la cabeza gacha y las manos en los bolsillos, a una distancia prudencial y sin llamar la atención. Si se giraba y me llamaba la atención, frunciría el ceño, con mis dotes de actor y le replicaría con un:

Por aquí se va a mi casa, unas cuantas calles más adentro. —Y me encogería de hombros. Por suerte, si existía algún problema, recordaba el camino a casa de Illua; con toda seguridad, se habría dejado la puerta abierta ante nuestra precipitada carrera hacia el puerto.

La verdadera cuestión era el paradero de la moneda. El muchacho probablemente ya no la tenía, y aunque estuvieran en la taberna, no podía presentarme allí e ir partiendo cabezas. Si mi teoría era correcta, sólo necesitaba la moneda y entregársela a Nanashi o destruirla. Por otra parte era la misteriosa actitud del capitán.

En todo momento intentaría pasar desapercibido, si paraba en alguna calle, me detendría metros atrás y me apoyaría en el suelo, lejos de su vista. Si entraba a un establecimiento, procuraría asomarme por una ventana entreabierta o lo que pudiera. Pero si era más listo que yo, y se internaba en un callejón para deshacerse de mí... no me quedaría más remedio que luchar.
~Un cuarto de hora de risa, equivale a un año más de vida...~


Proyectos:



UseBars:

Spoiler: Mostrar
Imagen

Imagen

Imagen

Imagen


Rol:

Ficha

Wiki

Spoiler: Mostrar
Tercera Saga:

Prólogo de Simbad
"Bastión Hueco" Choque de culturas (Encuentro)
"Bastión Hueco" Novatos bajo la lluvia (Primer encuentro - Saga Novatos)
"Tierras del Reino" El nacimiento de un príncipe (Trama)
"Islas del Destino" ¡Buscad a mi perro! (Misión)
"Castillo de Bestia" Solos entre lobos (Primer encuentro - Saga Délaissé)
"La Cité des Cloches" Los miserables (Encuentro)
"Villa Crepúsculo" Una visita guiada (Encuentro)
"Selva Profunda" Día de monos (Encuentro)
"Port Royal" Los muertos no cuentan cuentos (Trama)
"Tierra de Dragones" Linda Flor (Misión)
"Bastión Hueco" Novatos bajo el amanecer (Segundo encuentro - Saga Novatos)
"Ciudad de Paso" Lo que vale la pena (Encuentro)
"Ciudad de Paso" The Game Never Ends (Trama)
"Torre de los Misterios" Orden en la Biblioteca (Misión)
"Evento Global" El esclavo del olvido
"Evento Global" Ruta de los perdidos

Evento Halloween 2014
"Especial libre" El laberinto de los corazones
"Especial libre" San Valentín III
"Islas del Destino" Yincana veraniega
"Evento libre" La Mansión Encantada II: La Venganza

Cuarta Saga:


"Ciudad Inexistente" Dos velas para el diablo (Encuentro)
"Port Royal" De copas con la muerte (Encuentro)
"Bastión Hueco" De magdalenas y vicios franceses (Encuentro)
"La Cité des Cloches" Insomnia (Primer encuentro - Saga La Musique du Silence)
"La Cité des Cloches" Somnia (Segundo encuentro - Saga La musique du Silence)
-"Port Royal" El barco que desaparece en la niebla (Misión)
"Tierras del Reino" Donde duermen los gigantes (Trama)
"País de los Mosqueteros" Todos Para Uno (Trama)
"Ciudad de Paso" Un nuevo Crepúsculo (Trama)
"Ciudad de Halloween" El ataque de Boogieman (Trama)
"La Cité des Clochés" Fuego Infernal (Trama)
"Espacio Profundo" Planta 313 (Encuentro)
"Mundo Inexistente" Pasajes Oscuros (Trama)
"Tierra de Partida" Penúltima Parada (Encuentro)
"Evento Global" El principio del fin
"Atlántica" Perdona pero quiero casarme contigo (Encuentro)

"Especial libre" El laberinto de los corazones II: Escape
"Especial libre" World War Christmas
"Especial libre" El San Valentín está aquí
"Especial libre" ¡Exámenes finales
"Especial libre" La inocencia perdida
"Especial libre" Misión: Salvar la Navidad

Timeskip (Finales 1013-1017)

"Tierra de Partida" Examen de Maestría (30 Diciembre 1013)
"Jardines de Tierra de Partida" Doomsnight (Libre) (31 Diciembre 2013)
"País de las Maravillas" El último regalo (Minitrama) (Julio 1014)
"Jardines de Tierra de Partida" El Regreso (Libre) (Finales de Marzo de 1017)

Saga final:

"La Cité des Clochés" Santuario (Trama)
"La Cité des Clochés" La última noche en París (Libre)
Avatar de Usuario
xXOrbOOkXx
51. Rueca Fatal
51. Rueca Fatal
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 1528
Registrado: Jue Dic 27, 2012 10:39 pm
Dinero: 278,842.76
Banco: 0.00
Ubicación: Detrás de tí. !Bu!
Sexo: Femenino
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 8

Re: [Port Royal] Los muertos no cuentan cuentos

Notapor Suzume Mizuno » Mié May 27, 2015 8:35 pm

Lo mismo digo, Vaan. Quizá algún día me haga a la mar, con mi propio barco, así que si te interesa te dejaré unirte a la tripulación.

Fátima reprimió una risa. No le atraía nada convertirse en pirata, pero agradeció el ofrecimiento, en especial porque apenas se conocían. No era difícil darse cuenta de que Rob se sentía en deuda. Aun así, creía que si hubieran tenido tiempo para hablar no se habrían llevado mal.

*


Muéstramelo.—Fátima le entregó el doblón sin rechistar—.Buen trabajo.—Ronin le dio una palmadita y Fátima no pudo reprimir una sonrisa, mezcla de orgullo y de alivio.


Mientras los otros dos piratas —había uno pelirrojo que era muy guapo y por el parecido no le costó deducir que se trataba del Rey del Puerto— preparaban sus armas, Ronin se la llevó un poco aparte.

Escucha, Henry y Francis van a entablar negociaciones con Barbossa. Son peligrosos, así que ten cuidado y no te acerques mucho a ellos. No podremos vencerlos, pero sí encargarnos de los sincorazón que traigan consigo, ¿has entendido? Con un poco de suerte entablaremos la conexión entre el doblón y esos pobres diablos.

Fátima asintió con seriedad. Si Ronin lo decía, entonces significaba que de verdad eran peligrosos, hasta para ellos. No tenía ningún motivo para desobedecer. Además, se sentía más segura enfrentándose a los Sincorazón, cuyos patrones más o menos podía reconocer, que a los piratas.

De acuerdo.

Ronin volvió a palmearla. Justo entonces apareció una mujer de cabello azulado, baja pero muy bonita. A Fátima le sorprendió. Estaba convencida de que las piratas no eran tan reconocibles a primera vista por su propia protección. ¿Quizás era alguien reconocida en Tortuga?

Spoiler: Mostrar
Imagen


Henry, Francis. Barbossa ha pisado puerto.

¿Ilua, qué... ?

Arqueó las cejas. Ilua. ¿No era el nombre de la mujer a la que Rob había robado? Ilua observó a Fátima y a Ronin sin demasiada curiosidad y dijo:

No tengo tiempo para explicaciones, los piratas de la Perla aparecerán pronto y con ellos...

No le hizo falta terminar. Los reyes se dieron por enterados y Fátima también. Había llegado el momento de pelear contra los Sincorazón.

Muy bien, démonos prisa. Ilua, quédate aquí.

Vamos.

Fátima iba a ir tras él cuando escuchó unas voces al otro lado del callejón, aunque todavía no podía ver a sus dueños.

¡Lo siento, Pintel, sé que está cerca!

¡Pero tú qué vas a sentir! ¡Y ten cuidado, no se te caiga el ojo!

Dos hombres que parecían salidos de un dueto cómico —uno muy sucio y de mal gusto— doblaron por una esquina. Uno era alto y descargabado y el otro más bajo y ya no recio, sino directamente gordo. A Fátima no dejaba de sorprenderle que pudiera haber piratas que comieran tan bien como para tener ese nivel de tripa.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Ilua desapareció en el interior de la taberna sin decir nada. No sabía si conocía a aquellos tipos o no, pero Fátima no iba a quedarse para comprobarlo. No lo pensó dos veces y echó a correr detrás de Ronin, que había dicho bien claro que fuera con él para enfrentarse a los Sincorazón. Invocaría la Llave Espada para defenderse si era necesario y se apresuraría a acercarse a él para protegerle las espaldas. El corazón le latía con fuerza en el pecho. Iba a ver por fin al capitán de la famosa Perla Negra. Se preguntó qué haría Jack si estuviera por ahí…
Imagen

¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Suzume Mizuno
63. Komory Bat
63. Komory Bat
 
Mensajes: 1883
Registrado: Vie Mar 02, 2012 9:52 pm
Dinero: 1,462,577.72
Sexo: Femenino
Karma: 6

Ronda #10 - Los muertos no cuentan cuentos

Notapor Astro » Dom May 31, 2015 1:39 am

Tras haberse distraído un poco mirando las musarañas, Adam volvió a centrar su atención en Fátima y los demás que la rodeaban. Como mantenía la distancia para no ser visto, no terminaba de escuchar bien, y algunas palabras se le escapaban. Pero, al parecer, iba a haber algún tipo de negociación con alguien malo. Pues vaya... Todavía no había sincorazón a la vista.

¡Incluso apareció la mujer azul, la que había dejado con Simbad! ¿Qué colmillos hacía ella allí? Habló con los hombres para decirles algo, y se quedó en la puerta de la taberna mientras los demás se iban. Adam se preparó para seguirles, pero otras voces captaron su atención.

¡Lo siento, Pintel, sé que está cerca!

¡Pero tú qué vas a sentir! ¡Y ten cuidado, no se te caiga el ojo!

Eran dos hombres, bastante feos, y de aspecto sucio. Parecían piratuchos de la isla, pero estaban montando un buen alboroto con sus gritos.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Pues mira, parecían interesantes. Adam miró de reojo que la mujer azul entraba en la taberna, y que Fátima se iba con el hombre que la había llamado "aprendiza", pero decidió no seguir a ninguna de las dos. En su lugar, probaría a hablar con los piratones recién aparecidos.

¡Hola, compadres! —exclamó, sonriente, acercándose a ellos con los brazos abiertos—. ¿Estáis buscando algo? ¿Puedo ayudaros?
Imagen
Spoiler: Mostrar
Imagen

Imagen

Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Avatar de Usuario
Astro
57. Ferrocustodio I
57. Ferrocustodio I
 
Mensajes: 1689
Registrado: Jue Sep 06, 2012 12:49 pm
Dinero: 598,528.05
Banco: 15,646.59
Sexo: Masculino
Estantería de objetos
Karma: 7

Re: [Port Royal] Los muertos no cuentan cuentos

Notapor 15nuxalxv » Mar Jun 02, 2015 11:51 pm

Una vez llegamos a la taberna, esperé a que Fátima terminara de hablar con Rob y después le seguí hacia la entrada de la taberna, dispuestas a encontrarnos con los reyes y el Maestro. Y a estos vimos salir del local, seguidos de Gibbs. Ante las palabras de la Aprendiza, Ronin respondió:

Muéstramelo.

La chica sacó a la luz la moneda, que fue cogida por el maestro. Él asintió y nos felicitó.

Henry y Francis siguieron caminando. No pude evitar fijarme en sus diferencias y similitudes. Una de ellas su atractivo físico, sin lugar a dudas. ¿Dónde estaba los típicos piratas mugrosos y con aliento a ron? Aunque bueno, no oirían quejas por mi parte.

Alejé esos pensamientos y me centré en lo que estaba diciendo Ronin, que se había apartado de los dos.

Escucha, Henry y Francis van a entablar negociaciones con Barbossa. Son peligrosos, así que ten cuidado y no te acerques mucho a ellos. No podremos vencerlos, pero sí encargarnos de los sincorazón que traigan consigo, ¿has entendido? Con un poco de suerte entablaremos la conexión entre el doblón y esos pobres diablos.

Ambas mostramos nuestro acuerdo con seriedad. Aquello había sido un mero calentamiento, ahora las cosas empezarían en serio. Aquellos piratas estaban malditos, me recordé.

También me acordé de lo que mi compañera me había pedido, así que carraspeé.

Maestro, tengo que...

Entonces, una mujer apareció en escena: era de baja estatura y de pelo azulado. Me había ido acostumbrando a los colores insólitos de cabello, pero ¿en Port Royal? ¿Y a la vista? Puede que fuera conocida como bruja, o algo parecido.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Henry, Francis —saludó—. Barbossa ha pisado puerto.

¿Ilua, qué... ?

La mujer, Ilua, desvió un instante su mirada, gélida como el invierno, hacia nosotros tres. Sin duda, eran unos ojos difíciles de olvidar.

No tengo tiempo para explicaciones, los piratas de la Perla aparecerán pronto y con ellos...

Los sincorazón, me dije. Era hora de luchar.

Muy bien, démonos prisa. Ilua, quédate aquí.

Vamos.

Y comenzamos la marcha hacia el puerto, primero Henry, y después Francis, Ronin, Fátima y yo. Entonces, escuché unas voces en el otro lado de la calle que se aproximaban:

Spoiler: Mostrar
Imagen


Los típicos piratas mugrosos y con aliento a ron… Bueno, aquí los tengo.

Me pregunté qué estarían buscando. Pero no era asunto mío, ni repararon en nosotros, así que no les di más importancia. Ahora debía centrarme en la misión. No pude evitar pensar, sin embargo, dónde estaría Simbad y aquel albino. Eso me recordó que debía avisar a Ronin. Aceleré el paso para ponerme a su lado y susurré:

Maestro, Bastión Hueco está aquí. Dos Aprendices, al menos.

Esperaría su respuesta (si llegaba), y entonces volvería al lado de Fátima, con una sonrisa tímida.

¿Preparado, Vaan?
Avatar de Usuario
15nuxalxv
49. Mandrágora
49. Mandrágora
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 1461
Registrado: Dom May 20, 2012 3:55 pm
Dinero: -600,907.82
Banco: 33,068.83
Ubicación: Kimbolton Castle
Sexo: Femenino
Estantería de objetos
Karma: 14

Ronda 11

Notapor Tanis » Mar Jun 16, 2015 3:13 am

Adam


La aparición de Adam sobresaltó a los dos piratas, que retrocedieron atropelladamente ante la visión del alto chico albino acercándose a ellos a la vez que le apuntaban con sus espadas. El más espigado y alto habló con cierto tartamudeo, quizá provocado por el miedo que la imagen de Adam le provocaba.

¡N-No estamos buscando nada!

No hables con él, Ragetti, mira su pelo y sus ojos... —masculló el pirata más gordo.

Los dos retrocedieron un poco más. Fue entonces cuando una tercera voz se alzó, una que Adam ya había oído antes, en el puerto.

Lo que queréis no está aquí.

Pintel y Ragetti se dieron la vuelta. Tras ellos, tras haber girado la esquina de la parte posterior de la posada, caminaba Ilua con su porte frío. Arrastraba a Robert, el hijo de Henry, del brazo y cuando estuvo a una distancia considerablemente corta, lo lanzó al suelo, hacia los piratas. Robert gruñó dolorido al aterrizar en el suelo de rodillas, a los pies de los piratas.

¡Ya te he dicho que no sé de qué estás hablando! —protestó.

Ilua terminó por acercarse y le empujó con el pie hacia Pintel y Ragetti.

Espero que esto os sirva como moneda de cambio, nunca mejor dicho. Si sabe lo que le conviene, no intentará escapar, ¿verdad, Robert?

Bruja...

La mujer negó con la cabeza y saludó a Adam con un movimiento sutil de cabeza. Los piratas la miraron a ella, al muchacho y a Adam, como si no entendieran muy bien qué estaba pasando ahí. Aun así, Pintel se adelantó y levantó al chico del brazo, quien se revolvió al principio, pero que resignado, terminó por aceptar su situación. Empezó a arrastrarlo por donde habían venido. Como tenían que pasar junto a Adam, iniciaron un rodeo junto a su figura. Ilua no dijo nada más, y no se movió.

Adam contemplaría la escena, por supuesto y quizá le sería interesante lo que había dicho la mujer. El chico ahora era una moneda de cambio, ¿por qué? ¿A cambio de qué? ¿De lo que buscaba Ilua? ¿Por qué el chico ya no convocaba sincorazón? ¿Podía aprovecharse de alguna forma de esa situación? Todavía debía de tener en cuenta la misión...

Fátima y Jeanne


Así que dos aprendices, ¿eh? Espero que no den problemas, sería lo último que nos faltara.

La voz de Ronin fue un murmullo casi inaudible. Ronin miró a Jeanne de lado y palmeó ligeramente su hombro mientras caminaban. La comitiva la encabezaban Henry y Francis, seguidos de Gibbs. Cerraba la marcha Ronin y las dos aprendizas. Cualquiera de las dos podía adelantarse al maestro y tratar de entablar algún tipo de conversación con los otros tres piratas, si querían.

Sin embargo, la caminata por las calles de Tortuga no fue muy larga. Enseguida, tanto el Rey del Puerto como el de la Montaña, ralentizaron el paso al entrar a una calle más ancha que las demás.

Parece que ha venido a buscarnos —dijo Henry.

Avanzaron hasta detenerse casi a mitad de calle.

Simbad


La estrategia de seguimiento de Simbad no salió del todo mal, pero tampoco del todo bien. El capitán caminó despacio, sin prisa, tranquilamente hacia el destino que tuviera en mente, sin preocuparse demasiado por él. Sin embargo, se detuvo al llegar a mitad de una calle, en silencio, como si esperase a algo. El aprendiz podía acercarse más, claro, o simplemente mantenerse a una distancia prudencial por si acaso. Hiciera lo que hiciera, una pequeña figura se interpondría en su camino.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Un mono, el mono que se había escabullido anteriormente entre las piernas de los piratas, que le apuntaba con una diminuta pistola.

Iih iih —amenazó el animalito con gestos que recordaban vagamente a un pistolero de verdad.

No parecía representar un peligro, más que una distracción ligeramente divertida ya que el capitán pirata continuó allí plantado, en medio de la calle... Hasta que alzó la voz y dijo:

Vaya, vaya, pero si ha venido la realeza al completo a recibirme.

Si Simbad se fijaba, daría cuenta de que un grupito de hombres y muchachos habían aparecido por la bocacalle frente al capitán y se encaminaban a encararlo. También quizá, que uno de esos muchachos, le resultaba vagamente familiar.

Fátima, Jeanne y Simbad


Spoiler: Mostrar


Henry realizó un gesto con la mano para indicar que se quedaran quietos y avanzó unos cuantos pasos en dirección al hombre en medio de la calle. Tras él, Fátima y Jeanne podrían ver a Simbad y aun pequeño mono con un pistola en miniatura.

Héctor Barbossa, me resulta extraño verte en Tortuga.

El capitán pirata sonrió de forma torcida.

Bueno, de vez en cuando conviene visitar a los viejos amigos. —Se medio giró y señaló a Simbad—. Ese muchacho no será vuestro, ¿verdad? Lleva siguiéndome un buen rato.

Henry se volvió hacia Ronin, el cual frunció el ceño y negó. Barbossa clavó la vista en el maestro y dio un par de pasos hacia el grupo. Henry no hizo ademán de interponerse, pero se le notaba tenso a la vista, al igual que Francis.

Voy a ir al grano, caballeros. Hay algo que tenéis que me pertenece, de modo que si lo recupero sin que nadie arme escándalo, prometo no hacerle daño a nadie.

¿Cómo sabemos que tus demonios no destruirán Tortuga después, Barbossa? —terció Francis, adelantándose hacia Henry.

El capitán se encogió de hombros y desvió la vista hacia ambos lados de la calle. Enseguida el característico sonido de la aparición de sincorazon les alertaría y tanto Henry, como Francis y Gibbs echaron mano de sus espadas, sin llegar a desenvainarlas. Si los aprendices alzaban la vista, verían que sobre los tejados habían aparecido una cantidad de sincorazón sombras a tener en cuenta, que los observaban como aves de presa.

Brujería... —murmuró Gibbs.

Ronin, sin embargo, no se precipitó en convocar su arma, si no que avanzó hasta colocarse ligeramente por delante de Fátima y Jeanne y extrajo la moneda de su bolsillo. Se la mostró a Barbossa.

¿Es esto lo que buscas, capitán?

El pirata levantó levemente las cejas y sonrió.

Precisamente, si eres tan amable... —extendió la mano.

Ronin no se la dio y preguntó.

¿Puedo saber para qué la quieres? Me han dicho que es un artefacto peligroso, maldito.

Ante la mención de la palabra «maldito», Barbossa arqueó las cejas, digno.

Lo que vaya a hacer con el medallón no es de tu incumbencia, ni la de ninguno de vosotros.

El maestro de Maestros fingió una expresión tristona.

Lástima. —Se guardó la moneda de nuevo y convocó su Llave-Espada, dando a entender que las posibles negociaciones se habían terminado.

Barbossa asintió, coincidiendo con él.

Lástima, sí —suspiró resignado, o con lo que parecía ser resignación.

Acto seguidó desenfundó su pistola, apuntó a Francis y apretó el gatillo. El disparó tronó en el silencio de Tortuga y el Rey de la Montaña se tambaleó hasta caer de espaldas. Una mancha roja se extendió en su pecho.

¡Francis! —gritó Henry, antes de recibir otro disparo en el pecho.

Ronin, Llave-Espada en mano se lanzó a por él y logró sostenerlo antes de que cayera por completo al suelo. Al mismo tiempo que Barbossa disparaba, los sincorazón saltaron de los tejados y se abalanzaron a la calle. Cuatro sombras aterrizaron cerca de Fátima y de Jeanne, y otras tres cerca de Simbad, que no dudaron en dirigirse hacia los portadores. Gibbs no perdió el tiempo y se precipitó a por uno de los sincorazón, espada en ristre para combatirlo.

¡Moveos! —ordenó Ronin.

El maestro hurgó en sus ropas hasta extraer dos frascos de líquido verde, que administró a los dos reyes. Sin embargo, las heridas casi fatales empezaron a sanar muy despacio por alguna razón. Frustrado, Ronin levantó la Llave-Espada y apuntó con ella a Barbossa. Una bola de hielo impactó contra el pirata, que no intentó esquivarla y que gritó de dolor. El hielo resquebrajó su carne y le hizo sangrar... pero nada más. Ronin bajó el arma lentamente, desconcertado, sorprendido y sobrecogido.

Ocupados o no con las sombras, los aprendices también verían aquello, ya que en cuanto Barbossa fue alcanzado, los sincorazón ralentizaron sus movimientos. ¿Qué debían hacer? ¿Eliminar a los sincorazon a riesgo de que Barbossa pudiera convocar más? ¿Reducir al capitán pirata? Estaba dispuesto a matar por la moneda, aunque fueran piratas... ¿Podrían contra él? ¿Ayudarse entre ellos, quizá? Ronin todavía estaba ocupado con los heridos, pero no tardarían en poder enfrentarse a Barbossa.

Las posibilidades eran amplias.

Spoiler: Mostrar
Fecha límite: 21 de junio
Avatar de Usuario
Tanis
28. Samurai
28. Samurai
 
Mensajes: 813
Registrado: Mar Feb 19, 2013 10:20 pm
Dinero: 75,353.31
Banco: 15,572.00
Sexo: Mucho, gracias por preguntar
Karma: 5

Re: [Port Royal] Los muertos no cuentan cuentos

Notapor Suzume Mizuno » Dom Jun 21, 2015 2:21 am

Parece que ha venido a buscarnos —dijo Henry.

Fátima se detuvo al lado de Jeanne, tragando saliva.

Vaya, vaya, pero si ha venido la realeza al completo a recibirme.

Había un hombre en medio de la calle. Entrado en años, muy sucio pero con un aura de poder que le puso los pelos de punta, llevaba la típica vestimenta de los piratas. Había algo en su postura, en su tranquilidad, que no le gustó nada de nada.

Héctor Barbossa, me resulta extraño verte en Tortuga.

«Barbossa. Así que es él».

El capitán de la Perla Negra. El barco con el que Jack estaba obsesionado.

Bueno, de vez en cuando conviene visitar a los viejos amigos. . Ese muchacho no será vuestro, ¿verdad? Lleva siguiéndome un buen rato.

Ronin negó con la cabeza y Barbossa dio un par de pasos al frente. Fátima trató de respirar hondo, pero le costaba una barbaridad. Podía sentir una tensión ridícula en el aire. Sólo había que ver las posturas de Henry y Francis. ¡Por Dios, si eran seis contra uno! Y, aun así, no podía evitar contagiarse y querer ser muy precavida.

Voy a ir al grano, caballeros. Hay algo que tenéis que me pertenece, de modo que si lo recupero sin que nadie arme escándalo, prometo no hacerle daño a nadie.

«Pero, ¿cómo lo sabe?». Fátima abrió mucho los ojos. Aquello confirmaba que el doblón venía de la Perla Negra pero no explicaba que el pirata supiera que estaba en sus manos.

¿Cómo sabemos que tus demonios no destruirán Tortuga después, Barbossa?

Barbossa se encogió de hombros y Fátima apretó las mandíbulas. ¡Cómo se atrevía a ser tan…! No pudo ni terminar de enfadarse porque, entonces, el sonido de los Sincorazón al manifestarse la puso en guardia. Barbossa los controlaba.

Ronin decidió que era el momento de pasar a la acción y le mostró la moneda a Barbossa.

¿Es esto lo que buscas, capitán?

Precisamente, si eres tan amable...

¿Puedo saber para qué la quieres? Me han dicho que es un artefacto peligroso, maldito.

Sí, eso. ¿Era gracias a la moneda que dominaba a los Sincorazón? No, porque ahora mismo no tenía ninguna y aun así los había convocado. Entonces, ¿había otras o se trataba de un don natural? En caso de que fuera la última opción, ¿para qué diantres quería el doblón? A menos que pretendiera dárselo a alguien más, claro…

Lo que vaya a hacer con el medallón no es de tu incumbencia, ni la de ninguno de vosotros.

Lástima.

Ronin invocó su Llave Espada. Fátima miró de reojo a Jeanne, asintió, e hizo lo propio.

Lástima, sí

El disparo la cogió por sorpresa y se le heló la sangre cuando el Rey de la Montaña se desplomó con el pecho empapado en sangre.

¡Francis!

Henry no pudo ni dar un paso antes de desplomarse también. Mientras Ronin corría a socorrerlos, los Sincorazón se lanzaron contra Fátima y Jeanne.

¡Moveos! —ordenó Ronin, al tiempo que disparaba una bola de hielo contra Barbossa. El grito le arrancó una sonrisa a Fátima, no tanto de satisfacción como de alivio porque después de que cayeran dos de sus aliados si no hubieran conseguido hacer daño a ese tipo, que no tenía nada de especial y…

¿Que seguía en pie?

A Fátima no se le pasó por alto, mientras maniobraba con la Llave Espada para mantener a las Sombras a distancia, que los movimientos de las mismas se habían vuelto más erráticos cuando Barbossa fue herido. Pensó rápido. Las Sombras eran los Sincorazón de más baja categoría y no serían difíciles de vencer. Podían hacerles heridas superficiales pero no matarles, o eso esperaba. Ese tipo, entre tanto, era su líder. Si lo noqueaban entonces no podría invocar refuerzos. Toda la lógica le decía que se enfrentara al alfa de los Sincorazón.

Hizo un gesto en dirección a Jeanne y cuchicheó:

¡Vamos a por el pirata! ¡Atácale en primer lugar y trata de eliminar a alguna Sombra por el camino! ¡Luego cargaré yo!

Dicho esto arremetería con su Llave Espada contra los Sincorazón que se interpusieran en el camino de Jeanne. Cuando la joven hubiera atacado —o intentado atacar, al menos— e independientemente del éxito o el fracaso de su acción, prepararía un Oleaje que levantaría a Fátima del suelo. Maniobraría entonces para precipitarse contra Barbossa, saltando en el último instante por si acaso intentaba disparar. Si lograba tumbarle se precipitaría sobre él para arrancarle la pistola de la mano e inmovilizarlo con su Llave Espada.

Si no lograba nada y se veía amenazada por su pistola retrocedería e intentaría buscar refugio. Si, en cambio, tenía que enfrentarse a él con arma blanca trataría de resistir antes de estamparle un Piro.


Spoiler: Mostrar
▪ Oleaje (HC) [Nivel 15] [Requiere Poder Mágico: 15, Elasticidad: 15] El usuario crea una ola de agua que no sólo le permite desplazarse a gran velocidad alrededor de un enemigo, sino que embiste con la misma.


▪ Piro (HM) [Nivel 2] [Requiere Poder Mágico: 3]. Ataque básico de elemento Fuego. Proyectil ígneo lineal, con muy pocas posibilidades de producir quemaduras en el enemigo.
Imagen

¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Suzume Mizuno
63. Komory Bat
63. Komory Bat
 
Mensajes: 1883
Registrado: Vie Mar 02, 2012 9:52 pm
Dinero: 1,462,577.72
Sexo: Femenino
Karma: 6

Re: [Port Royal] Los muertos no cuentan cuentos

Notapor xXOrbOOkXx » Dom Jun 21, 2015 7:58 pm

¿Por qué un mono me estaba apuntando con una maldita pistola?

Tras detenerme a una distancia más que prudencial al lado de una pared y ver que el capitán también se había detenido, aquel animalejo se había interpuesto en mi camino. Podía ser una distracción, pero aquella pistola tenía pinta de ser completamente de verdad.

Vaya, vaya, pero si ha venido la realeza al completo a recibirme.

El capitán había hablado, y no me di cuenta por qué hasta que vi el pequeño grupo de hombres que se acercaron a la calle. Eran cinco. Dos, lo más probable que de la realeza, a juzgar por sus ropas y el comentario del capitán ¿se refería al Rey del Puerto? Uno, con ropas estrafalarias, y un parche en el ojo, dándome a entender... Entonces algo paró. Simplemente dejé de pensar. En cuanto mi vista rozaron aquellos ojos, aquellas gafas, la reconocí inmediatamente. Jeanne. Iba disfrazada de hombre, al lado de quizás otra aprendiz. Me intenté mantener inexpresivo.

Tierra de Partida. Aquello me decía quién me había golpeado con un chorro de agua y que mis posibilidades de cumplir la misión eran escasas ¿dónde se había metido Adam?

Héctor Barbossa, me resulta extraño verte en Tortuga.

Un hombre de la avanzadilla se había adelantado, muy digno. El capitán, sin achantarse, sonrió torcidamente.

Bueno, de vez en cuando conviene visitar a los viejos amigos. —Me señaló—. Ese muchacho no será vuestro, ¿verdad? Lleva siguiéndome un buen rato.

Bien. Si había dicho que me había descubierto era buena señal, aquello quería decir que estaría ojo avizor con todas las probabilidades de ataque que pudiera realizar contra él. Y que quizás no reaccionara contra una situación más absurda. Solté el aliento de golpe, aliviado, cuando lo que parecía el Maestro de Jeanne negó la cabeza. Aquello quería decir que no me había delatado... o que no le había dado tiempo.

Voy a ir al grano, caballeros. Hay algo que tenéis que me pertenece, de modo que si lo recupero sin que nadie arme escándalo, prometo no hacerle daño a nadie.

Aquello quería decir que Tierra de Partida estaba allí para hacer negocios. Quizá su objetivo fuera el mismo que el mío. En ese caso...

¿Cómo sabemos que tus demonios no destruirán Tortuga después, Barbossa? —replicó uno de los dos hombres. Buena pregunta, aunque si mi teoría era cierta, no podrían.

Pero como si me hubieran atizado con un manguerazo de agua fría, mi teoría se desmoronó, se precipitó hacia el suelo y se consumió en el desastre. Sincorazón recién salidos del horno se amontonaron en el tejado, dispuestos a rebanar y mutilar.

Lo que parecía el Maestro se adelantó y enseñó... la moneda. En ese momento estaba más claro que el agua lo que buscaban. Pero ¿para qué? Ya podían invocar Sincorazón sin ayuda de la moneda.

¿Puedo saber para qué la quieres? Me han dicho que es un artefacto peligroso, maldito.

Tierra de Partida tampoco lo sabía. Pero había algo, algo en la expresión del capitán cuando él había dicho el término <<maldito>>. Había pensado que era un rumor como tantos otros, nacido de historias. Ya no estaba tan seguro.

Lástima —Soltó el Maestro, acto seguido invocó su Llave dispuesto a luchar. No me lo podía creer.

Lástima, sí —coincidió el capitán. Dos disparos, dos tiros certeros y adivinad qué: dos cadáveres al hoyo. No ahogué un grito, ni siquiera me sorprendí más que por el ruido de los disparos. Era un pirata, y por lo tanto, tenía derecho al juego sucio.

Las sombras saltaron. Fue muy rápido. Primeramente invoqué la armadura, para reducir daños y porque ya sabían que era del bando contrario, sería tontería no luchar.

Arrementería contra la primera sombra con la Llave y esquivaría los posibles ataques de las demás. Los ataques físicos no eran mi fuerte, pero me contentaría con ello porque no pensaba gastar mis fuerzas en hechizos más que para el capitán.

Los Sincorazón ralentizaron sus movimientos y no tardé en darme cuenta por qué. Un hechizo hielo había impactado contra el pirata, pero éste en lugar de tambalearse y caer, se quedó impávido como una roca.

Un déjà vu me recorrió. Había ocurrido lo mismo con Adam y el disparo. Malditos, recordé. Adam era un vampiro. ¿Podría ser que ellos también fueran seres sobrenaturales? ¿Habían más monedas? ¿Serían mucho más resistentes si lo eran?

Con los movimientos ralentizados, arremetí de nuevo en contra de las sombras, y una vez pasado el efecto, daría media vuelta encarando al capitán. Correría hacia un lado de la calle, el lado contrario de los miembros de Tierra de Partida.

Si no podía negociar con el enemigo, lo eliminaría. Ya intentaría buscar una forma de conseguir la moneda después.

Apuntaría con cuidado, a los ojos si era posible. Independientemente si el otro bando atacaba, lanzaría un Perla, si le daba me lanzaría con un Aturdidor con toda la fuerza que poseyera. Sin embargo, si fallaba el Perla y el pirata me apuntaba con su pistola, no dudaría en intentar esquivar el tiro, aún sabiendo que la armadura podría protegerme.

Spoiler: Mostrar
▪ Perla (HM) [Nivel 3] [Requiere Poder Mágico: 4] Ataque básico de elemento Luz. Proyectil de luz lineal en forma de esfera, con muy pocas probabilidades de cegar al enemigo.
▪ Aturdidor (HC) [Nivel 8] (Fuerza: 12) Aturde a los enemigos cercanos con un solo golpe, impidiéndoles lanzar ataques físicos.
~Un cuarto de hora de risa, equivale a un año más de vida...~


Proyectos:



UseBars:

Spoiler: Mostrar
Imagen

Imagen

Imagen

Imagen


Rol:

Ficha

Wiki

Spoiler: Mostrar
Tercera Saga:

Prólogo de Simbad
"Bastión Hueco" Choque de culturas (Encuentro)
"Bastión Hueco" Novatos bajo la lluvia (Primer encuentro - Saga Novatos)
"Tierras del Reino" El nacimiento de un príncipe (Trama)
"Islas del Destino" ¡Buscad a mi perro! (Misión)
"Castillo de Bestia" Solos entre lobos (Primer encuentro - Saga Délaissé)
"La Cité des Cloches" Los miserables (Encuentro)
"Villa Crepúsculo" Una visita guiada (Encuentro)
"Selva Profunda" Día de monos (Encuentro)
"Port Royal" Los muertos no cuentan cuentos (Trama)
"Tierra de Dragones" Linda Flor (Misión)
"Bastión Hueco" Novatos bajo el amanecer (Segundo encuentro - Saga Novatos)
"Ciudad de Paso" Lo que vale la pena (Encuentro)
"Ciudad de Paso" The Game Never Ends (Trama)
"Torre de los Misterios" Orden en la Biblioteca (Misión)
"Evento Global" El esclavo del olvido
"Evento Global" Ruta de los perdidos

Evento Halloween 2014
"Especial libre" El laberinto de los corazones
"Especial libre" San Valentín III
"Islas del Destino" Yincana veraniega
"Evento libre" La Mansión Encantada II: La Venganza

Cuarta Saga:


"Ciudad Inexistente" Dos velas para el diablo (Encuentro)
"Port Royal" De copas con la muerte (Encuentro)
"Bastión Hueco" De magdalenas y vicios franceses (Encuentro)
"La Cité des Cloches" Insomnia (Primer encuentro - Saga La Musique du Silence)
"La Cité des Cloches" Somnia (Segundo encuentro - Saga La musique du Silence)
-"Port Royal" El barco que desaparece en la niebla (Misión)
"Tierras del Reino" Donde duermen los gigantes (Trama)
"País de los Mosqueteros" Todos Para Uno (Trama)
"Ciudad de Paso" Un nuevo Crepúsculo (Trama)
"Ciudad de Halloween" El ataque de Boogieman (Trama)
"La Cité des Clochés" Fuego Infernal (Trama)
"Espacio Profundo" Planta 313 (Encuentro)
"Mundo Inexistente" Pasajes Oscuros (Trama)
"Tierra de Partida" Penúltima Parada (Encuentro)
"Evento Global" El principio del fin
"Atlántica" Perdona pero quiero casarme contigo (Encuentro)

"Especial libre" El laberinto de los corazones II: Escape
"Especial libre" World War Christmas
"Especial libre" El San Valentín está aquí
"Especial libre" ¡Exámenes finales
"Especial libre" La inocencia perdida
"Especial libre" Misión: Salvar la Navidad

Timeskip (Finales 1013-1017)

"Tierra de Partida" Examen de Maestría (30 Diciembre 1013)
"Jardines de Tierra de Partida" Doomsnight (Libre) (31 Diciembre 2013)
"País de las Maravillas" El último regalo (Minitrama) (Julio 1014)
"Jardines de Tierra de Partida" El Regreso (Libre) (Finales de Marzo de 1017)

Saga final:

"La Cité des Clochés" Santuario (Trama)
"La Cité des Clochés" La última noche en París (Libre)
Avatar de Usuario
xXOrbOOkXx
51. Rueca Fatal
51. Rueca Fatal
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 1528
Registrado: Jue Dic 27, 2012 10:39 pm
Dinero: 278,842.76
Banco: 0.00
Ubicación: Detrás de tí. !Bu!
Sexo: Femenino
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 8

Re: [Port Royal] Los muertos no cuentan cuentos

Notapor 15nuxalxv » Dom Jun 21, 2015 10:07 pm

Tras informar a Ronin, volví al lado de Fátima, donde me mantuve hasta que llegamos a lo que parecía ser nuestro destino.

Parece que ha venido a buscarnos —dijo el Rey del Puerto.

Vaya, vaya, pero si ha venido la realeza al completo a recibirme.

Una vez llegamos a la mitad de la calle, nos detuvimos por orden de Henry, quien siguió avanzando al encuentro de un hombre que lo esperaba. Lo observé en silencio. Por su vestimenta, su forma de mantenerse en pie y de mirar al pelirrojo, mi instinto me dijo que era él.

Héctor Barbossa, me resulta extraño verte en Tortuga.

Bueno, de vez en cuando conviene visitar a los viejos amigos. —Barbossa dibujó una sonrisa torcida, y después señaló a un joven que se encontraba detrás de él—. Ese muchacho no será vuestro, ¿verdad? Lleva siguiéndome un buen rato.

Lo reconocí al instante. Simbad. Por suerte, si me reconoció (lo cual tampoco era muy difícil) no dio muestras de ello. Traté de no mirarlo, centrando la atención en el pirata.

Ronin negó conocer al gitano, y Barbossa se acercó a nosotros. Noté cómo ambos reyes se tensaban. Recordé lo que decían de la tripulación de la Perla Negra. Estaban malditos. Si era cierto, sin duda su capitán debía ser el mismísimo Diablo.

Voy a ir al grano, caballeros. Hay algo que tenéis que me pertenece, de modo que si lo recupero sin que nadie arme escándalo, prometo no hacerle daño a nadie.

¿Cómo sabemos que tus demonios no destruirán Tortuga después, Barbossa?

Por su respuesta, supe que no teníamos ninguna seguridad de que no lo hiciera. Un sonido desgraciadamente conocido me alertó: sincorazón. Eché una mirada alrededor de reojo. Incontables Sombras nos observaban desde las alturas, ávidas de corazones.

Brujería…

Sí, algo así.

Aunque los tres piratas se llevaron la mano a sus armas instintivamente, nuestro Maestro no hizo lo propio, sino que tras colocarse delante de nosotras (¿tratando de protegernos?) sacó el doblón, enseñándolo.

¿Es esto lo que buscas, capitán?

Precisamente, si eres tan amable... —Con una sonrisa que me puso los pelos de punta, extendió la mano, complacido.

¿Puedo saber para qué la quieres? Me han dicho que es un artefacto peligroso, maldito.

Lo que vaya a hacer con el medallón no es de tu incumbencia, ni la de ninguno de vosotros.

Lástima. —Sin duda, no habrían más negociaciones.

Lástima, sí —En cuanto pronunció aquellas palabras con un tono de falsa tristeza, supe que la batalla iba a empezar. Tensé mis músculos, pero en cuanto el disparo sonó, sentí que perdía la fuerza.

Francis, el Rey de la Montaña, el joven con apariencia de ángel, se desplomó en el suelo, con su pecho manchado de carmín. Y lo mismo le pasó a Henry, el misterioso violinista, mientras lanzaba al cielo el nombre de su compañero. Ahogué una exclamación.

Ronin, con el arma ya desenvainada, recogió al Rey del Puerto. Entonces, los sincorazón se lanzaron hacia nosotras.

¡Moveos! —ordenó Ronin.

No hace falta que lo digas dos veces. Materialicé mi Llave-Espada, y comencé a realizar tajos intentando mantener a raya a las Sombras. Mientras, de reojo, vi a Fátima, Gibbs y Simbad luchando, y a Ronin atendiendo a los heridos. Después, con la Llave Espada en ristre, lanzó un poderoso hechizo de hielo a Barbossa. Sonreí mientras seguía atacando y esquivando los posibles ataques de los Sincorazón, con el ceño fruncido. Aunque parecía que se habían ralentizado con el ataque a su invocador, cosa que aproveché para atacarlos.

Pero ambos gestos desaparecieron para dar paso a una expresión de incredulidad. No le había hecho ni cosquillas. ¿Cómo era posible?

No puede ser humano...

Vi a mi compañera señalándome, para después murmurarme:

¡Vamos a por el pirata! ¡Atácale en primer lugar y trata de eliminar a alguna Sombra por el camino! ¡Luego cargaré yo!

Asentí con una decisión que en el fondo no sentía. Si Ronin no le había hecho ni tambalearse, ¿qué podríamos hacer nosotras? Pero había que hacer algo, y seguir eliminando sincorazón no era muy viable si en cualquier momento podía invocar más.

Así que corrí lo más rápido que pude hacia Barbossa, propinando estocadas a cualquier Sombra que se cruzara por mi camino. Una vez estuviera bastante cerca, invocaría una Flama Tenebrosa, lanzándola hacia el pirata. Seguramente tratara de dispararme, así que rodaría hacia un lado. Después, en cuanto pudiera le propinaría un Quasar, y volvería a dar una voltereta. Mi objetivo era distraerlo para que no atacara a Fátima. Y de paso, no salir muy herida del proceso.

Una vez atacara la Aprendiza, si él contraatacaba, recibiría otra Flama Tenebrosa de mi parte.

Spoiler: Mostrar
▪ Flama tenebrosa (HM) [Nivel 3] [Requiere Poder Mágico: 4] Ataque básico de elemento Oscuridad. Proyectil de penumbras lineal en forma de llama, con muy pocas posibilidades de cegar al enemigo.
▪ Quasar (HM) [Nivel 3] [Requiere Poder Mágico: 4] Ataque básico de elemento Espacio. Pequeña distorsión espacial que se proyecta hacia adelante, empujando a los enemigos en un corto alcance, y con pocas probabilidades de causar aturdimiento.
Avatar de Usuario
15nuxalxv
49. Mandrágora
49. Mandrágora
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 1461
Registrado: Dom May 20, 2012 3:55 pm
Dinero: -600,907.82
Banco: 33,068.83
Ubicación: Kimbolton Castle
Sexo: Femenino
Estantería de objetos
Karma: 14

Ronda #11 - Los muertos no cuentan cuentos

Notapor Astro » Lun Jun 22, 2015 7:11 pm



¡N-No estamos buscando nada! —tartamudeó el larguirucho.

No hables con él, Ragetti, mira su pelo y sus ojos... —le ordenó el gordito.

Eh, que eso ofende. ¿Acaso os habéis mirado al espejo? —protestó Adam, rascándose la nariz mientras les miraba con curiosidad.

Para su desgracia, ambos piratuchos intentaron alejarse de él, pero pararon en seco cuando alguien más apareció en escena.

Lo que queréis no está aquí.

Ilua, o la mujer azul como Adam la llamaba, caminaba hacia ellos arrastrando por el brazo al mocoso rufián con el que se había encontrado al poco de llegar al mundo. Sí, ese que parecía poder invocar sincorazón a voluntad.

¿Qué haces tú aquí? ¿No estabas con Simbad? —cuestionó el vampiro, con los brazos cruzados.

Cuando llegó hasta ellos, lanzó al chico al suelo frente al dúo de piratas, como si estuviera entregándoselo. ¿Qué pretendía...?

¡Ya te he dicho que no sé de qué estás hablando! —se defendió el principito, aunque sólo consiguió que la mujer le diera una patada para acercarle todavía más a los hombres.

Espero que esto os sirva como moneda de cambio, nunca mejor dicho. Si sabe lo que le conviene, no intentará escapar, ¿verdad, Robert?

Bruja...

Los dos piratas, la verdad, no tenían mucha pinta de entender lo que estaba pasando. Más o menos como Adam. Pero eso no evitó que el gordito cogiera a Robert del brazo y empezara a llevárselo cual prisionero. ¿Qué colmillos estaba pasando aquí? ¿Para qué querían al rufián? Serviría de moneda de cambio, ¿a cambio de qué?

Adam no se lo pensó demasiado. Cuando Pintel pasó al lado de él, el aprendiz dio una rápida zancada y agarró con fuerza el brazo libre de Robert con una mano, mientras que usaba la otra para propinarle un puñetazo a la cara del pirata. Si era necesario, incluiría patadas o más puñetazos para conseguir lo soltara.

Si lo conseguía, le agarraría por los hombros con fuerza para que no se escapara, reclamándolo con prisionero suyo, y retrocedería un poco.

Me lo quedo —declaró, satisfecho y vigilante de que los otros no intentaran acercarse—. Si alguno intenta hacer algo para quitármelo, pues no sé, igual le rompo el cuello o algo por el estilo, así que quietecitos, ¿vale? También va por ti.

Lo último lo añadió mirando al pequeño rufián. Si estos tres estaban tan interesados en él, fijo que no querían que acabara muerto. Con un poco de suerte, conseguiría la información que necesitaba para la misión a base de amenazas. ¡E igual descubría el secreto de cómo invocar sincorazón, y así luchar contra ellos cuando quisiera!

»¡Turno de preguntas y respuestas! Quiero saber porque este mocoso es tan importante y por qué puede invocar a los sinco... demonios negros —rectificó a tiempo—, a voluntad. ¿Algún voluntario?
Imagen
Spoiler: Mostrar
Imagen

Imagen

Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Avatar de Usuario
Astro
57. Ferrocustodio I
57. Ferrocustodio I
 
Mensajes: 1689
Registrado: Jue Sep 06, 2012 12:49 pm
Dinero: 598,528.05
Banco: 15,646.59
Sexo: Masculino
Estantería de objetos
Karma: 7

Ronda 12 - Última Ronda

Notapor Tanis » Jue Jul 16, 2015 9:20 pm

Fátima, Jeanne, Simbad


Spoiler: Mostrar


Barbossa disparó contra Jeanne, aunque recibió de refilón su ataque y la joven pudo esquivar la bala por unos centímetros. Al mismo tiempo, el capitán pirata recibió el Perla de Simbad por la espalda, desequilibrándolo lo suficiente para que Fátima se abalanzara hábilmente sobre él con su Ola, que lo arrolló y arrastró consigo varios metros hacia adelante. Cuando el agua se disipó, Barbossa estaba tendido bocabajo y el pequeño mono que anteriormente había apuntado a Simbad con su pistolita, correteó hacia él y chilló.

Podía parecer que lo habían vencido, pero el capitán se incorporó con algo de dificultad, a pesar de todos los ataques, y se levantó sin más. No parecía excesivamente herido. Al contrario, se colocó bien el sombrero y lanzó una mirada furibunda a Ronin y a los aprendices.

¡Necios. Cuánto más tardeis en darme esa moneda, más demonios aparecerán y cubrirán el mundo de sombras! ¡Y ni siquiera yo podré hacer nada!

Ronin, que había eliminado a unos cuantos Sincorazón sin mayor esfuerzo, miró al pirata y se advirtió un titubeo en su mirada y movimientos. Tras despachar a la última sombra, se adelantó un paso hacia Barbossa antes de detenerse y observarle en silencio. Entre tanto, los reyes habían recobrado las fuerzas gracias a las pociones y comenzaban a incorporarse apretando los dientes. Gibbs ensartó a otra sombra y corrió a ayudar a los piratas.

Ronin... no... le escuches —musitó Francis, casi de rodillas.

Sin embargo, Ronin volvió a dudar. Miró de reojo a los aprendices, luego a Henry y a Francis, después a Barbossa, y dijo:

Explícate.

Adam


Adam fue rápido y pilló desprevenidos a los piratas. Pintel cayó de bruces por su zancadilla y antes de que Robert pudiera reaccionar, el vampiro lo atrapó por un brazo y lo arrastró consigo, apartándose a toda velocidad.

¡Serás…! —Ragetti sacó su pistola y apuntó a Adam.

Adam amenazó entonces con romperle el cuello. Pintel aferró a su compañero y lo obligó a bajar el arma. Ante las preguntas del vampiro, los dos piratas se miraron entre sí, nerviosos y sin saber bien qué contestar. Al final, con un pequeño resoplido de impaciencia, fue Ilua la que se adelantó y dijo:

El chico no es importante, Adam, lo era el objeto que quería recuperar de sus manos. Era con eso con lo que inconscientemente invocaba a los demonios.

Robert intentó revolverse a pesar del miedo, a la vez que Ilua se acercaba a ellos. Los tacones de las botas resonaron en el silencio de las calles, sólo roto por el rumor no tan lejano del combate contra Barbossa. Ilua señaló a Pintel y a Ragetti.

Estos hombres forman parte de la tripulación del legítimo dueño de dicho objeto. Podría decir que el muchacho ya no sirve para nada, pero... estaría mintiendo.

La mujer hizo un gesto con su mano y un aura azul se desprendió de sus dedos. De pronto, Adam sintió un pequeño mareo y, cuando quiso darse cuenta, había desaparecido —junto con Robert, a quien se negaba a soltar— del callejón, para aparecer en la misma calle donde se encontraba Simbad y Tierra de Partida.

Todos


Spoiler: Mostrar


¡Barbossa!

La voz fría de una mujer resonó en medio de la batalla antes de que el capitán pudiera contestar a la exigencia de Ronin. Durante los instantes en los que Ronin había titubeado, aparecieron más Sincorazón que rodeaban, ansiosos, a los aprendices y a sus aliados.

Barbossa, con su mono en el hombro, contemplaba la batalla con desinterés, aunque todavía chorreaba agua. Se volvió y miró a la mujer, que estaba junto a Adam y Robert. El joven, al ver a su padre con sangre en el pecho, se puso pálido y trató de librarse de las garras del vampiro.

¡Padre! —gritó.

Ilua avanzó un paso y le siseó:

Yo que tú no intentaría escapar. No si no quieres morir. Lo mismo te digo a ti. —Concretó para Adam. Acto seguido volvió a dirigirse hacia los presentes—: Muy bien. Entregadle la moneda a Héctor Barbossa si no quereis que el muchacho muera.

Para resultar veraz en su amenaza, Ilua arañó la mejilla de Robert con una de sus uñas azules e inmediatamente la piel rasgada empezó a congelarse y a extender hielo. El chico gritó de dolor. En un intento de rescatarlo, Henry se adelantó con su espada, pero Francis le sujetó del brazo y negó con la cabeza. Frustrado, Henry se volvió hacia Ronin. De repente no parecía tan digno, ni tan fuerte, sino que tenía el rostro desencajado. Carcomido por la repentina angustia de ver a su hijo en las garras de quién consideraba una amiga, suplicó a Ronin.

Ronin. Ronin, por favor. Mi hijo...

El Maestro apretó los labios y alternó la mirada entre Barbossa, que parecía ligeramente sorprendido aunque, a su vez, interesado por el devenir de los acontecimientos, e Ilua. Durante un largo minuto se debatió consigo mismo. Ni los Sincorazón ni Ilua se movieron, aguardando a la resoluciónm del maestro. Al final Ronin masculló algo por lo bajo, gruñó una maldición, extrajo el doblón y lo arrojó contra Barbossa. El pirata lo atrapó en el aire y esbozó una sonrisa desagradable. Al instante, la herida de hielo de Robert revirtió e Ilua apareció al lado de Barbossa, intercambió una mirada con él y asintió con la cabeza. El capitán pirata torció un poco el gesto y acarició bajo el mentón de su mono, que lanzó un chillido.

Siento que las cosas hayan terminado así, Henry, Francis... Pero no puedo dejar estos objetos en manos de cualquiera.

Ronin alzó el mentón.

¿Qué quieres decir?

Quiero decir que es asunto mío, y de mi tripulación. Si quereis que los ataques terminen, tendréis que dejarnos marchar en paz.

Ronin apretó los labios en una línea fina, al igual que apretó los dedos en torno a la empuñadura de su arma, todavía invocada. No miró a nadie más que a Barbossa, quien se mostraba serio. Segundos largos de debacle interno en silencio dieron a entender que tampoco tenían muchas más opciones. Finalmente desconvocó el arma y suspiró.

No confío en vosotros, Barbossa, pero por alguna razón nada te hace daño y no voy a poner más en peligro la vida de nadie con este combate. Idos.

Barbossa asintió con la cabeza, en una despedida de deferencia tal vez y volvió a recolocarse el sombrero. Le hizo un gesto a Ilua con la mano. La mujer asintió de nuevo y le lanzó una última mirada a los aprendices de Bastión Hueco, antes de medio volverse para darle la espalda al grupo de Tierra de Partida. Levantó ligeramente la mano, de uñas largas y azules.

¡Ilua!

El grito de Henry detuvo el movimiento de la mujer por un segundo, quien le miró con un gesto más triste que serio. Por de nuevo segundos más largos de lo que deberían, ambos se miraron en silencio, hasta que Ilua terminó de ejecutar el hechizo. En un abrir y cerrar de ojos, tanto ella como Barbossa y los sincorazón se desvanecieron.

Se formó un silencio denso y pesado.

¿Puedes soltarme ya? —espetó entonces Robert a Adam, blanco como un fantasma.

Lo hiciera o no, Henry se precipitaría hacia él para asegurarse de que estaba bien. Casi arrancaría al muchacho de las manos del vampiro, sin importarle que este fuera peligroso y terminaría abrazandolo con fuerza. Mientras tanto, Ronin se masajeó el puente de la nariz. Cuando los aprendices se acercaran a él miraría a Bastión Hueco y diría:

... Dejadlos ir, nuestra misión ha terminado. —Con un suspiro largo, Ronin empezó a alejarse hacia el interior de la calle, por donde habían venido, al mismo tiempo que Henry llevaba a su hijo de los hombros y Francis envainaba su espada. A los pocos pasos se detuvo y murmuró—: Así que en realidad lo está arreglando...

¿Ronin? —Francis se acercó a él para luego mirar a las aprendizas con aire de duda.

Ronin se pasó los dedos por el pelo y miró al cielo antes de volverse hacia Jeanne y Fátima.

Chicos, nos vamos, tenemos mucho que hacer.

Con aire ensimismado y taciturno, Ronin retomó sus pasos y se dirigió a la taberna de la que habían salido anteriormente, seguido de Henry, Robert, Gibbs y Francis. Atrás quedaba el combate y Bastión Hueco.

Era el momento de que se despidieran.

Bastión Hueco, por su parte, podían intentar finalizar lo que se suponía que tenían que hacer: la Perla Negra todavía seguía en puerto, así como su capitán. Ahora que sabían más cosas, podían cumplir con el encargo final de Nanashi.

Spoiler: Mostrar
Ay, siento haber tardado tanto en actualizar. Debido a mi mala gestión he metido turbo así que esta es la ÚLTIMA RONDA. Aunque no por ser la última no teneis que escatimar en contenido, teneis libertad para un montón de cosas. ¡Ánimo y siento el retraso!


Spoiler: Mostrar
Fecha límite: 21 de julio
Avatar de Usuario
Tanis
28. Samurai
28. Samurai
 
Mensajes: 813
Registrado: Mar Feb 19, 2013 10:20 pm
Dinero: 75,353.31
Banco: 15,572.00
Sexo: Mucho, gracias por preguntar
Karma: 5

Re: [Port Royal] Los muertos no cuentan cuentos

Notapor xXOrbOOkXx » Mar Jul 21, 2015 7:08 pm

Todo ocurrió muy rápido. El pirata disparó a Jeanne, pero por suerte, la esquivó. Mi ataque lo desestabilizó suficientemente para que el otro aprendiz se lanzara con un hechizo que me pareció de lo más poderoso formado por una ola con agua. Recordé quién podría haber empapado al principio de la misión, no había duda de que había sido él. El capitán se quedó boca abajo en el suelo, y su fiel animalito se fue en su ayuda. Al parecer, los ataques lo habían dejado inconsciente...

Pero no era cierto. Para pasmo mío, Barbossa se levantó tranquilamente (con algo de dificultad, eso sí). Se recolocó el sombrero y miró al Maestro del otro bando.

¡Necios. Cuánto más tardeis en darme esa moneda, más demonios aparecerán y cubrirán el mundo de sombras! ¡Y ni siquiera yo podré hacer nada!

Arqueé una ceja, suponiendo que sus palabras eran una mentira. Si aquello fuese verdad, las sombras que habían eliminado se habrían multiplicado por tres cada una, después de todos los ataques que le habíamos realizado. Los disparados habían recuperado el color, y el Maestro se dirigió hacia el pirata.

Explícate.

Sin embargo, una perturbación en el aire hizo que me pusiera en garde. Cual fue mi sorpresa al ver a Ilua y Adam apareciendo de repente en la calle, el niño, hijo del Rey del Puerto estaba en las firmes manos de Adam. Me pregunté si de verdad había contribuido a la misión o se había encontrado con Ilua por casualidad. ¿Habría averiguado la última pieza del rompecabezas?

¡Barbossa!

Aparecieron más Sincorazón. Bufé con hastío, pero no me moví de mi posición para prestar atención a los hechos que se avecinaban. El niño se revolvía desesperado, gritando hacia su padre que tenía el pecho ensangrentado.

Yo que tú no intentaría escapar. No si no quieres morir. Lo mismo te digo a ti. —Se dirigió hacia Adam—: Muy bien. Entregadle la moneda a Héctor Barbossa si no quereis que el muchacho muera.

Rechiné los dientes. Esa moneda, ¿para qué querían la moneda los piratas? Maldita Ilua, sabía que no era de fiar, aunque me había ayudado a desentrañar la mayoría del misterio. Sólo había unas pequeñas incógnitas sin resolver. Para qué querían la moneda, por qué no sufrían tanto daño y... el término maldito que había escuchado durante toda la aventura. Todo estaba unido por el quid de la cuestión.

Ilua arañó la mejilla del chico, y el hielo comenzó a extenderse por su piel. El padre intentó llegar hasta allí, pero le detuvieron con sabiduría. El silencio ocupó toda la plaza. Me habría escapado tan tranquilamente, pero mi objetivo seguía allí, y Adam tenía una moneda de cambio... muy valiosa. Sin embargo, los vencedores resultaron ser los piratas, que consiguieron la moneda.

Siento que las cosas hayan terminado así, Henry, Francis... Pero no puedo dejar estos objetos en manos de cualquiera.

¿Qué quieres decir? —Exactamente. Yo también quería saber qué quería decir.

Quiero decir que es asunto mío, y de mi tripulación. Si queréis que los ataques terminen, tendréis que dejarnos marchar en paz.

El Maestro del bando contrario asintió con la cabeza. Repentinamente, me percaté de que habíamos terminado la misión de alguna forma. Era cierto que no habíamos pactado ni eliminado a los piratas, pero no se me ocurría ninguna forma de pactar con ellos, y de eliminarlos... Si las habilidades vistas en el Capitán la tenía toda la tripulación iba a ser prácticamente imposible. Después de que Ilua se "despidiera" del Rey, desaparecieron en un hechizo.

Pero entonces, cuando el padre se abalanzó sobre su hijo, capturado por Adam, me di cuenta de que estábamos en grave peligro. Tierra de Partida estaba al acecho, y el vampiro seguramente se lanzaría contra ellos sin pensar en las consecuencias.

... Dejadlos ir, nuestra misión ha terminado. —Sin embargo, el Maestro contrario me sorprendió—. Así que en realidad lo está arreglando...

Me quedé pasmado. Por las palabras que acababa de decir -que no tenía ni puñetera idea de lo que significaban- y porque no iba a atacarnos. Sin decir nada, me giré y me dirigí hacia Adam, mortalmente aliviado. No pude evitar darme la vuelta y ver de refilón a el grupo de Tierra de Partida alejarse. A un miembro de Tierra de Partida en concreto. Querría haberla llamado, hablar con ella, aunque solo hubieran sido unos minutos. Pero era demasiado arriesgado. Simplemente le dedicaría una sonrisa y un gesto con la mano muy sutilmente y si me estaba mirando.

Cuando estuviera al lado de Adam y Tierra de Partida hubiera desaparecido, intentaría detenerle si iba tras ellos y negaría con la cabeza. Me quitaría la armadurya que no la iba a necesitar.

No sé qué has hecho durante todo este tiempo —le diría—. Pero si sabes algo desembucha. Aunque Tierra de Partida, al parecer, nos ha hecho todo el trabajo y no saben más que nosotros.

Esperaría unos momentos por si quería añadir algo, y le explicaría todo lo que había averiguado. Sin excepciones. Comenzaría a andar hacia el puerto, si no había inconveniente. Lo menos que quería era estar parado. Si Adam quería compartir la información, le escucharía, y si solo había estado ganduleando... Pues no podía hacer más.

>>Hay algo que quiero preguntarte —añadiría, rascándome la perilla—. El Capitán no recibía todo el daño que debería haber recibido con los ataques, es más, casi parecía como si fuera un vampiro, como tú, ¿sabes algo?

Lo cierto fue que era bastante irónico. Adam, que se había esfumado del mapa sin dejar rastro, reaparecía como por arte de magia, con Ilua y un cambio de moneda que hubiera podido aprovechar a nuestro favor, pero las cosas no habían salido como planeaba.

Solo quedaba una pieza... ¿Para qué querían las monedas?—me diría a mí mismo—. Supongo que ya da igual.

Pero no podía dejaba de pensar en ello, le daba muchas vueltas a la cabeza, y me hubiera gustado muchísimo averiguar la razón exacta. Revolví la cabeza.

Para terminar la misión necesitábamos elminarlos, pero no podremos vencer a alguien a quién no le afectan los golpes. Y no hay más monedas para pactar con ellos.

>>Bueno. —Me encogería de hombros—. Yo voy al puerto a ver el barco, y de paso a ver si averiguo algo más, si encuentro a Nanashi le contaré toda la información y que hemos despachado a los piratas. Si pregunta por Tierra de Partida... —Lo pensé un momento—. Ellos han hecho el trabajo sucio y se han esfumado.

No era mentira, pero tampoco era una verdad completa. De todas formas nos íbamos a llevar una reprimenda por no perseguir a Tierra de Partida -al menos en mi caso- por lo que daba igual si no intentábamos pactar con el Capitán. Aunque sería de imbéciles después de atacarles tan descaradamente.

Con Adam o sin él, me dirigiría de nuevo a puerto. Si había multitud, me internaría en ella, y si no, esperaría en algún callejón. El caso era que quería ver el barco una vez más, pero no tenía intención de intentar rematar a los piratas cuando la misión estaba hecha: habíamos eliminado el auge de Sincorazón de Tortuga.

Si me encontraba con Nanashi le contaría la misión, solidificando algunos detalles de Tierra de Partida y alegando que necesitábamos saber más sobre el Capitán y sus habilidades.

Miraría con detenimiento el barco, hubiera zarpado o no. Escucharía con atención las charlas de los marineros si hablaban sobre él... Como lo que se murmuraba de que estaban malditos. No sabía qué cierto podría ser, pero ya me lo creía todo.

Intentaría que no me viera el Capitán ni ningún otro miembro de la tripulación y menos Ilua, tomando muchas más precauciones que en mi anterior intento.

Se me ocurrió algo. Ilua había dejado la puerta de su casa abierta. Si no había algo que me lo impidiera, abandonaría el puerto -tras ver La Perla Negra zarpar- casi corriendo e intentaría buscar su casa. Me había conducido a ella, y tenía buena memoria para memorizar los caminos. Si me cruzaba con Adam le diría mi destino.

Si llegaba, me asomaría con cautela por la ventana, y si no había nadie, me deslizaría con cuidado en el interior. Si el gato me atacaba, le lanzaría un Ráfaga para dejarlo atontado.

Una vez allí rebuscaría por todas partes algo referente a los piratas, dejando cada cosa que no me servía en el suelo, simulando un robo, atento por si entraba alguien y tenía que luchar. Si encontraba el dibujo de la moneda que me había mostrado y además algo de utilidad referente a la misión me lo guardaría y saldría de la casa para buscar a Adam.

Spoiler: Mostrar
Nota de último post: Vale, me ha quedado súper laaargo, pero quería robar en una casa, oye. Y no tengo nada en contra de los gatos. Opinaré sobre la trama en cuanto acabe del todo ^.^.
~Un cuarto de hora de risa, equivale a un año más de vida...~


Proyectos:



UseBars:

Spoiler: Mostrar
Imagen

Imagen

Imagen

Imagen


Rol:

Ficha

Wiki

Spoiler: Mostrar
Tercera Saga:

Prólogo de Simbad
"Bastión Hueco" Choque de culturas (Encuentro)
"Bastión Hueco" Novatos bajo la lluvia (Primer encuentro - Saga Novatos)
"Tierras del Reino" El nacimiento de un príncipe (Trama)
"Islas del Destino" ¡Buscad a mi perro! (Misión)
"Castillo de Bestia" Solos entre lobos (Primer encuentro - Saga Délaissé)
"La Cité des Cloches" Los miserables (Encuentro)
"Villa Crepúsculo" Una visita guiada (Encuentro)
"Selva Profunda" Día de monos (Encuentro)
"Port Royal" Los muertos no cuentan cuentos (Trama)
"Tierra de Dragones" Linda Flor (Misión)
"Bastión Hueco" Novatos bajo el amanecer (Segundo encuentro - Saga Novatos)
"Ciudad de Paso" Lo que vale la pena (Encuentro)
"Ciudad de Paso" The Game Never Ends (Trama)
"Torre de los Misterios" Orden en la Biblioteca (Misión)
"Evento Global" El esclavo del olvido
"Evento Global" Ruta de los perdidos

Evento Halloween 2014
"Especial libre" El laberinto de los corazones
"Especial libre" San Valentín III
"Islas del Destino" Yincana veraniega
"Evento libre" La Mansión Encantada II: La Venganza

Cuarta Saga:


"Ciudad Inexistente" Dos velas para el diablo (Encuentro)
"Port Royal" De copas con la muerte (Encuentro)
"Bastión Hueco" De magdalenas y vicios franceses (Encuentro)
"La Cité des Cloches" Insomnia (Primer encuentro - Saga La Musique du Silence)
"La Cité des Cloches" Somnia (Segundo encuentro - Saga La musique du Silence)
-"Port Royal" El barco que desaparece en la niebla (Misión)
"Tierras del Reino" Donde duermen los gigantes (Trama)
"País de los Mosqueteros" Todos Para Uno (Trama)
"Ciudad de Paso" Un nuevo Crepúsculo (Trama)
"Ciudad de Halloween" El ataque de Boogieman (Trama)
"La Cité des Clochés" Fuego Infernal (Trama)
"Espacio Profundo" Planta 313 (Encuentro)
"Mundo Inexistente" Pasajes Oscuros (Trama)
"Tierra de Partida" Penúltima Parada (Encuentro)
"Evento Global" El principio del fin
"Atlántica" Perdona pero quiero casarme contigo (Encuentro)

"Especial libre" El laberinto de los corazones II: Escape
"Especial libre" World War Christmas
"Especial libre" El San Valentín está aquí
"Especial libre" ¡Exámenes finales
"Especial libre" La inocencia perdida
"Especial libre" Misión: Salvar la Navidad

Timeskip (Finales 1013-1017)

"Tierra de Partida" Examen de Maestría (30 Diciembre 1013)
"Jardines de Tierra de Partida" Doomsnight (Libre) (31 Diciembre 2013)
"País de las Maravillas" El último regalo (Minitrama) (Julio 1014)
"Jardines de Tierra de Partida" El Regreso (Libre) (Finales de Marzo de 1017)

Saga final:

"La Cité des Clochés" Santuario (Trama)
"La Cité des Clochés" La última noche en París (Libre)
Avatar de Usuario
xXOrbOOkXx
51. Rueca Fatal
51. Rueca Fatal
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 1528
Registrado: Jue Dic 27, 2012 10:39 pm
Dinero: 278,842.76
Banco: 0.00
Ubicación: Detrás de tí. !Bu!
Sexo: Femenino
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 8

[Port Royal] Los muertos no cuentan cuentos

Notapor 15nuxalxv » Mar Jul 21, 2015 9:46 pm

El combate fue, para mi sorpresa, rápido. Mientras corría, Barbossa me apuntó con su arma. No tuve apenas tiempo para pensar cuando un ruido sordo salió de ella. Esquivé la bala por los pelos, con el corazón a punto de estallar en mi pecho. Había faltado tan poco...

No hizo falta utilizar mi magia, puesto que el hechizo de Simbad se encargó de desequilibrarlo; algo que aprovechó mi compañera para arrollarlo con un poderoso hechizo acuático.

Suspiré, soltando la tensión contenida, mientras observaba al capitán pirata en el suelo, acompañado por el mono. No quería quitarle el ojo, por si aún le quedaban fuerzas para seguir luchando. No me apetecía que me dispararan de nuevo.

E hice bien en no hacerlo, pues Barbossa se incorporó; eso sí, a duras penas. Sin embargo, en cuanto estuvo en pie, se recolocó el sombrero, como si no acabara de sufrir ningún ataque. Apreté los dientes. ¿En verdad era tan poderoso?

¡Necios. Cuánto más tardeis en darme esa moneda, más demonios aparecerán y cubrirán el mundo de sombras! ¡Y ni siquiera yo podré hacer nada!

No me fiaba un pelo de él. No podía negar que la moneda era la causante de todo, ¿pero por qué dársela era la solución? Si no respondía a nuestras preguntas, ¿cómo íbamos a confiar en él?

Miré a Ronin esperando su reacción. Parecía... Dudar. Eso me hizo reflexionar: aunque hubiera otra posibilidad, no la conocíamos. Observé de refilón cómo Francis y Henry se recuperaban poco a poco y recibían la ayuda de Gibbs. Sentí que me liberaba de un gran peso en mi corazón. Pero aún quedaban asuntos pendientes

Ronin... no... le escuches —susurró el Rey de la Montaña, dolorido.

El Maestro lo desoyó, dubitativo. ¿En quién confiaría, en su enemigo o en su aliado?  Esperé su respuesta, sin pronunciarme. Porque en el fondo, confiaba en Ronin. Y comprendía que no teníamos muchas más opciones, contando con la resistencia (o tal vez incluso imbatibilidad) de nuestro enemigo.

Explícate.

Y, tal y como Barbossa había vaticinado, fueron apareciendo más Sincorazón. Me puse en guardia, por si se lanzaban al ataque de nuevo. Algo que podría suceder en cualquier momento.

¡Barbossa!

Estaba tan concentrada en los acontecimientos que no me percaté de la aparición de la mujer que habíamos dejado en la taberna. Y con ella, estaba el otro aprendiz de Bastión Hueco; que sujetaba a Rob, el hijo del Rey del Puerto. El muchacho, al ver la camisa sangrienta de su padre, trató de llegar hasta él.

¡Padre! —gritó.

Yo que tú no intentaría escapar. No si no quieres morir. Lo mismo te digo a ti —amenazó, tanto a Rob como al aprendiz—. Muy bien. Entregadle la moneda a Héctor Barbossa si no queréis que el muchacho muera.

Entonces, para demostrar que sus palabras no eran en vano, arañó la mejilla del chico, provocando que apareciera una escarcha comenzó a extenderse. Miré a Fátima. No conocía mucho al muchacho, pero la otra Aprendiza tenía un vínculo más fuerte con él. Confiaba en que no hiciese ninguna tontería. No parecía una chica impulsiva, de cualquier modo.

El que sí trató de detenerla fue Henry, espada en mano. Afortunadamente, Francis lo detuvo; así que se limitó a mirar suplicante a Ronin. Lo estaba pasando verdaderamente mal. Nada quedaba de la tranquila melancolía que había conocido. Sólo veía dolor desesperante. En aquel momento no era el Rey del Puerto, sólo un padre que veía sufrir a su hijo.

Ronin. Ronin, por favor. Mi hijo...

Durante un largo minuto, el tiempo se paró. El único que se movía era el Maestro, mirando al capitán pirata y a la bruja. De él dependía todo, y hasta yo sentía la presión del momento. Hasta los Sincorazón lo respetaron, como si también pudiesen percibirla.

Finalmente, Ronin masculló algo que parecía una maldición y le arrojó el doblón maldito a Barbossa, que lo recogió casi grácilmente. Su sonrisa hizo que se me resolviese el estómago de asco e impotencia a partes iguales.

Su inesperada aliada reaccionó enseguida: su hechizó desapareció, teletransportándose después junto al capitán; el cual le hizo una carantoña a su mono mascota.

Siento que las cosas hayan terminado así, Henry, Francis... Pero no puedo dejar estos objetos en manos de cualquiera.

Pero el Maestro no iba a dejarlo así como así.

¿Qué quieres decir?

Quiero decir que es asunto mío, y de mi tripulación. Si quereis que los ataques terminen, tendréis que dejarnos marchar en paz.

Entonces, durante unos segundos que me parecieron una eternidad, Ronin comenzó con un nuevo debate interno; a la vez que apretaba la empuñadura de su Llave-Espada. Y una vez más dejó que ganara el pirata, desinvocando su arma con un suspiro.

No confío en vosotros, Barbossa, pero por alguna razón nada te hace daño y no voy a poner más en peligro la vida de nadie con este combate. Idos.

Él asintió conforme, indicándole algo a la bruja mientras volvía a cambiar su sombrero de posición. Ella miró a Simbad y al otro Aprendiz, antes de darnos la espalda con una mano alzada.

¡Ilua!

La llamada del pirata la hizo detenerse unos segundos. Le devolvió una mirada llena de tristeza, y se la sostuvo antes de desaparecer con Barbossa del lugar.

Tras su marcha, me quedé quieta en mi posición, abrumada por los acontecimientos y el repentino silencio. Los piratas malditos (cada vez estaba más convencida) habían ganado aquella batalla... Pero no la guerra, me dije a mí misma.

¿Puedes soltarme ya? —El chico rompió el silencio con sus crudas palabras.

Ya libre de la amenaza de la bruja, su padre corrió hacia los dos, alejando a Robert del Aprendiz y abrazándolo con fuerza. No pude evitar mirarlos con una media sonrisa. Pensé en mi padre.

En silencio, me acerqué a Fátima, haciéndole una seña para que nos dirigiéramos hacia Ronin, que de masajeaba el puente de la nariz. Yo también tenía los nervios pulverizados. Miró a Bastión Hueco, antes de decirnos:

... Dejadlos ir, nuestra misión ha terminado. —No hacía falta que lo dijese dos veces. Tanto los reyes (Henry sin soltar a Robert) como Ronin se alejaron, el último susurrando algo que sin duda significaba algo—:Así que en realidad lo está arreglando...

¿Ronin? —El Rey de acento francés se acercó a él, mirándonos con dudas.

Tras pasarse la mano por su cabello oscuro, el Maestro nos miró.

Chicos, nos vamos, tenemos mucho que hacer.

Así, todos volvieron a la taberna. Suspiré. Pese a que había hecho todo lo posible, y estaba segura de que volveríamos; no podía evitar un regusto a derrota en la lengua. Busqué a Simbad con la mirada. Quería ir hasta él y hablar de todo aquello, pero no quería que mi Maestro me viera "confraternizando con el enemigo". Además, estaba cansada de todo aquello. Sólo quería ir a casa y dormir. Y tampoco sabría qué decir.

Me sorprendí un poco al ver al gitano mirándome, con un amago de sonrisa y un ademán de despedida. Le respondí a ambos gestos, sintiendo algo extraño en el estómago. Sí, sin duda estaba demasiado agotada.

Mientras esa sensación desaparecía poco a poco, me giré hacia Fátima sin borrar la sonrisa. Carraspeé.

Bueno, esto... ¿Vamos?

Una vez respondiera, seguiría los pasos del grupo. Miré aún algo preocupada a Francis, Henry y Rob; aunque supe que se recuperarían. Por un momento, me sorprendí comparando al Rey de la Montaña con Simbad. Sacudí la cabeza alejando aquellos pensamientos extraños.

Una vez llegásemos, me mantendría cerca de Fátima y Ronin; sin saber muy bien qué hacer. No obstante, tenía algo bien claro.

Habían ganado una batalla, pero no la guerra. Y para la próxima... Yo estaría allí, de nuevo.

Spoiler: Mostrar
Y con esto y una patata, ¡trama acabada!

Déjale las rimas a Jeanne, Nuxal.

En fin, pese a este final algo abruptillo y un ritmo algo lento; he de decir que la trama me deja un buen sabor de boca. Me ha permitido volver a mi mundo natal y ligarme algo más a su trama. Y el simple hecho de poder conocer a Francis hace que le de un diez (??????).

En fin, a Suzu ya la tengo en Castillo de Bestia, y a los demás, ¡espero veros pronto~!

PD: este post está hecho desde el móvil. S.O.S.
Avatar de Usuario
15nuxalxv
49. Mandrágora
49. Mandrágora
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 1461
Registrado: Dom May 20, 2012 3:55 pm
Dinero: -600,907.82
Banco: 33,068.83
Ubicación: Kimbolton Castle
Sexo: Femenino
Estantería de objetos
Karma: 14

AnteriorSiguiente

Volver a Tercera Saga

¿Quién está conectado?

Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 1 invitado

cron