[Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 6

We Are

Nunca olvidarás que tomaste parte en alguno de estos jolgorios. Kazuki tampoco.

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro, Sombra

We are 480 minutes from the end

Notapor Soul Artist » Mié Jul 10, 2013 10:59 pm

We are 480 minutes from the end



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Mientras Zait recuperaba parte de su vitalidad los demás Jugadores se prepararon para la ofensiva contra Ariasu. Felix contestó a las palabras de la mujer, pero esta no pudo devolverle las palabras: Fátima había hecho uso de sus elementos para pulverizar la tierra e invocar polvo que comenzó a rondar la cabeza de la mujer, lo que le llevó a taparse la vista como acto reflejo inmediato al notar la molestia de las partículas de tierra intentando entrar por sus ojos.

Este momento fue perfectamente aprovechado por Light, que se lanzó contra su enemiga corriendo y procurando hacer sonar bien sus pasos. Ariasu hizo un corte en su dirección con la Llave Espada mientras se tapaba los ojos, pero la estratagema de Light consistió en, más bien, engañar sus oídos para golpearla directamente por la espalda, a lo que la mujer contestó soltando un gruñido y dejando de taparse la vista.

La Game Master se agachó y sus ojos brillaron un momento, casi expulsando chispas. Una intensa onda eléctrica salió de su cuerpo y rodeó todo lo cercano a ella, incluyendo a Light. Mientras sus ojos expulsaran chispas sería inútil seguir atacando con aquel polvo. La mujer cogió al cercano Jugador por el cuello y apretó con fuerza, levantándole del suelo.

¿Un berrinche a Avatar, dices? —la mirada de Ariasu se clavó en Felix, furiosa y electrizante —. ¿Entiendes que no estás ayudando a ese joven de ahí ni a sus amigos? Es el propio Avatar quien los está cazando para dominar en este mundo. Estáis ayudando directamente al enemigo y a nadie más. Tú lo entiendes, ¿no, Laforet? —la mirada de la Game Master se detuvo en la fémina del grupo—. Debes entenderlo. No ayudas a nadie.

Ariasu invocó un Electro en la mismísima nuca de Light, provocándole espasmos de dolor. Fátima detuvo el ataque con un bumerán ígneo que Ariasu no vio venir, concentrada en hacer sufrir al chico. Soltó al joven y se concentró en Felix, quien corría hacia ella para hacerle frente.

La Maestra cambió su Llave Espada por una más versátil: la perteneciente al Xefil original, pudiendo separarla en dos mitades. Bailó para esquivar el primer ataque y no tuvo dificultades para hacer lo mismo con el segundo, al cual contestó girando sobre ella misma y provocando un doble corte en el rostro del muchacho. El joven contraatacó clavando su arma en el vientre de la Game Master, pero los bailes de esta, aunque no evadieron del todo el ataque, sólo le provocaron un muy superficial corte en ella.

Ariasu se preparó para otro ataque directo al muchacho esperando que este retrocediera, pero su previsión falló: lanzó un Morfeo contra la mujer que, aunque perfectamente podía luchar contra ello, provocó que detuviera su ataque contra el chico. Se llevó una mano a la cabeza y se tambaleó, notando vértigo de golpe. Volvió a incorporarse completamente recuperada para descubrir que una lanza se dirigía directamente contra ella, la cual al intentar esquivar le dañó parte del costado, obligándole a soltar un gruñido contra su portador, Crow.

¿¡Que este mundo termine con vosotros!? —bramó la Maestra llena de ira, volviendo a enderezarse y colocar sus armas preparada para la batalla—. ¿Sois tan egocéntricos, tan idiotas, que trabajáis para Avatar sólo para ver este mundo destruido? ¿¡Es eso lo que queréis!?

»Yo luché por esta gente, por mis compañeros, incluso por Neku en su día. Y vosotros reconocéis abiertamente que preferís ver todo esto destruido a aceptar por lo que luchamos un día. ¡Yo daría mi vida por proteger esta ciudad, y vosotros la vuestra por masacrarla!

Ariasu liberó con un grito la electricidad cargada en su cuerpo, lanzando los rayos por todo el hall de la mansión. Pese a que no golpeó a ninguno de ellos, estos tocaron do cosas: los orbes de luz situados tras ella, los cuales aumentaron de tamaño durante la carga eléctrica; y la lámpara, situada justo encima de su cabeza y comenzando a balancearse, amenazando con caerse de un momento a otro. Mientras se movía la oscuridad se apoderó durante unos instantes de las paredes de la habitación, pudiendo registrar Crow con su Libra pequeñas voces y risas esperando lanzarse sobre todos ellos. Datos corruptos esperando su oportunidad.

Ariasu continuó descargando su electricidad durante aproximadamente diez segundos, tras los cuales bajó la mirada y jadeó para recuperar el aliento, dejando que su gorro cayera al suelo mientras lo hacía y sin molestarse en recogerlo. Crow pudo registrar que los efectos de la habilidad Revitalia se habían esfumado; sin embargo, pese a parecer más cansada, algo había cambiado en ella. Parecía más llena de determinación que nunca.

Pues que así sea.


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Crow
VIT 26/38
PH 2/3

Zait/Antizait/David/Vaas/Raiden
VIT 35/50
PH 2/3

Maya
VIT 28/48
PH 5/6

Felix
VIT 12/36
PH 1/4

Fátima
VIT 34/46
PH 1/1

Light
VIT 18/30 (Fin de Suspiro Lunar)
PH 2/4



Nombre: Game Master Ariasu
VIT: 161/400 (Fin de Revilatia)
PH: Infinito
Observaciones:
* ???
* ???
* Capaz de invocar las Llaves Espada de los Jugadores.
* Capaz de hacer uso de las habilidades de los Jugadores.

Habilidades:
>>TODAS<<

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Fecha límite: sábado 13 de julio de 2013, 18.00 hora peninsular española.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 6

Notapor Light » Sab Jul 13, 2013 3:13 pm

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La vía de escape de Light desapareció en cuanto la Game Master liberó una onda eléctrica que, sin lugar a dudas, le impediría esquivar su siguiente ataque. Como si se tratara de un simple e inútil muñeco, la mujer le agarró por el cuello y comenzaría a alzarle sin compasión, asfixiándole. El joven intentó por todos los medios liberarse: pataleando, haciendo presión con sus manos sobre las de la mujer, pero todos sus intentos fueron en vano.

¿Un berrinche a Avatar, dices? —dejó de prestarle atención para concentrarse en uno de sus compañeros—. ¿Entiendes que no estás ayudando a ese joven de ahí ni a sus amigos? Es el propio Avatar quien los está cazando para dominar en este mundo. Estáis ayudando directamente al enemigo y a nadie más. Tú lo entiendes, ¿no, Laforet? —observó a Fátima, esperando que corroborara sus palabras—. Debes entenderlo. No ayudas a nadie.

El joven Light apenas prestó atención a sus palabras, pues en aquellos críticos momentos lo único que podía hacer era luchar por su vida. Además, para rematar la faena, Ariasu liberó una pequeña descarga eléctrica a muy corta distancia que arrasó su cuello, obligando al chico a soltar un alarido de dolor. El ataque podría haber ido a más, pero afortunadamente Fátima lanzó a tiempo su boomerang envuelto en llamas para liberarle. Caería al suelo y gatearía por éste durante breves segundos, todavía aturdido y desorientado por la feroz ofensiva de la Game Master.

A continuación, Xefil y Crow atacaron con sus respectivas armas, acertando en el blanco con éxito.

¿¡Que este mundo termine con vosotros!? —la Game Master estalló por las palabras de Xefil. Light se levantó prestamente del suelo y se giró hacia la mujer—. ¿Sois tan egocéntricos, tan idiotas, que trabajáis para Avatar sólo para ver este mundo destruido? ¿¡Es eso lo que queréis!?

"E-ellos vendrán a matarnos. Van a destruir mi mundo."

"No digas eso ni en broma..."

Qué irónico que ahora seamos nosotros los que vayamos a destruirlo, ¿verdad…?

Todo porque habían sido creados por Avatar. Todo porque no les quedaba otra que seguir la voluntad del Creador. Al principio, todo había pintado relativamente fácil: sólo había tenido que seguir las órdenes de su Maestro, como siempre había hecho en Tierra de Partida.

Pero… habían empezado a darse cuenta de su ceguera. ¿Hasta dónde les llevaría su suicida misión? ¿Cuánta gente había perecido en las peleas con los Reaper’s? ¿De qué servía obtener la tan ansiada libertad, si no tenían ningún lugar al que ir ni compañeros con los que poder disfrutarla?

Yo luché por esta gente, por mis compañeros, incluso por Neku en su día. Y vosotros reconocéis abiertamente que preferís ver todo esto destruido a aceptar por lo que luchamos un día. ¡Yo daría mi vida por proteger esta ciudad, y vosotros la vuestra por masacrarla!

Light vaciló por un segundo, después de escuchar las palabras de la Game Master, cargadas de una determinación que parecía eclipsar la suya propia.

¿Es esto lo que quiero? ¿Villa Crepúsculo destruida o dominada por Avatar…?

Irónicamente, al principio había decidido proteger el mundo que siempre había detestado. Ahora, irónicamente también, estaba luchando como un peón para salvar su vida; e indirectamente, ayudando a Avatar a apoderarse de aquel mundo.

"¡Vivan los héroes!"

"¡Viva!"

No… aquel mundo no era la verdadera Villa Crepúsculo, sino una simple copia digital. ¿Por qué tendría que preocuparse por algo irreal…?

Aunque… yo también soy una copia digital…

Se volvería loco, definitivamente.

Je” observó al cadáver de Ragun y soltó una breve carcajada. ¿Habría Ragun cedido como él, o habría seguido luchando contra Ariasu? Lo segundo, seguramente: siempre había luchado por sus vidas, sin importarle lo que le pasara a este mundo digital.

A partir de aquel momento, él haría igual. Sobreviviría en este combate, y después, alcanzaría al Creador.

Light se volvió hacia atrás, contemplando como la lámpara del techo se balanceaba peligrosamente a causa de las descargas de Ariasu. Un mal presentimiento: ¿qué ocurriría si ésta descendía de golpe y perdían su única fuente de iluminación? Después de lo acontecido al principio de la batalla, era consciente de que la oscuridad no les podía ayudar en absoluto, eso seguro; tendrían que defender la lámpara a toda costa y proteger la luz.

Creo que proteger la lámpara es nuestra prioridad —Light se dirigió a Fátima y a los demás—. ¿Puede alguien de vosotros estabilizarla para que no caiga estrepitosamente?

Pues que así sea.

A partir de aquel momento, se mantuvo en guardia y esperó a que Fátima, Xefil y Neku le dieran una oportunidad con sus ataques. Antes de que el compañero de Fátima atacara, se acercaría a Maya.

Maya, creo que nos toca —dijo rápidamente, en voz baja—. Necesito que me cubras. Atacaré ahora a Ariasu de tal forma que tú puedas atacarla fácilmente por su espalda y que no coja tu sombrero, ¿vale?

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Mi personaje atacará después de que Neku use su pin contra Ariasu


Si la pequeña bruja accedía, saldría corriendo hacia Ariasu para golpearla con la red una vez más (en la nuca de la mujer, como represalia, acercándose por su espalda o por algún flanco desprotegido, a ser posible). Después, se alejaría de la Game Master y se posicionaría de tal forma que Ariasu le diera la espalda a su compañera Maya, y por ende, que fuera incapaz de agarrar su sombrero al vuelo.

Y volvería a la retaguardia otra vez, sin olvidarse de que dos ataques más de Ariasu significarían automáticamente su eliminación. Si, y sólo si Ariasu volvía a lanzarse contra él, liberaría una Onda Lunar por sorpresa para derribarla.

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Si muero ahora, los PX van a mi mascota (?)
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 6

Notapor Zodiark » Sab Jul 13, 2013 3:29 pm

Tras recuperarme del todo del ataque que me había propinado Ariasu, fui corriendo hasta Felix, que acababa de ser atacado por la mujer, que le había dejado un doble corte en el rostro.

Aguanta, compañero —murmuré colocándole la mano en la cara—. Cura+.

Tras curar a Felix, hice regresar a mi sombrero, que todavía seguía en el suelo tras haber sido pisoteado por la Game Master. Al mismo tiempo, la mujer liberó toda la electricidad que había estado cargando, y ello provocó que la lámpara del techo se desestabilizase un poco.

Creo que proteger la lámpara es nuestra prioridad. ¿Puede alguien de vosotros estabilizarla para que no caiga estrepitosamente?

Claro, si nos la lámparaza se caía y se rompía nos quedaríamos a oscuras de nuevo, siendo una presa fácil para nuestra enemiga. Pero poco podía hacer yo, así que esperé a que los demás tuvieran alguna idea.

Maya, creo que nos toca —me dijo en voz baja Light mientras yo seguía pensando algún plan, siempre en guardia—. Necesito que me cubras. Atacaré ahora a Ariasu de tal forma que tú puedas atacarla fácilmente por su espalda y que no coja tu sombrero, ¿vale?

Asentí con la cabeza y esperé a que Light arremetiese contra ella. Mientrastanto, hice levitar el sombrero a mi alrededor y, cuando tuviese la oportunidad que me brindaría Light, golpearía a la Game Master por la retaguardia múltiples veces, alternando entre la nuca, la espalda y los gemelos. Después de propinarle unos dos o tres golpes en cada parte de su cuerpo, haría regresar al sombrero ipso facto a mi cabeza y me volvería a poner a la defensiva, pues seguramente Ariasu volvería a intentar herirme.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 6

Notapor Suzume Mizuno » Sab Jul 13, 2013 5:35 pm

Tú lo entiendes, ¿no, Laforet? —Fátima, que había estado más ocupada mirando a Neku con ansiedad, a la espera de que su compañero recobrara la capacidad de movimiento, se volvió con los ojos entrecerrados hacia la Game Master, sorprendida porque la llamara directamente por su apellido—. Debes entenderlo. No ayudas a nadie.

Fátima no había ni entendido a qué se refería cuando atacó a Light con un Electro, de modo que no se detuvo a pensar en ello y lanzó un bumerán para liberar al joven.

Evadió los ataques de Ariasu, escuchando de fondo sus gritos. Sólo pensó por encima que ella no trabajaba para destruir la ciudad, que sólo quería sobrevivir ante una cuenta atrás que cuando llegara a cero supondría su transformación en un monstruo —si lo que decía Avatar era verdad—, pero dudó bastante que su opinión le fuera a interesar a una mujer empeñada en matarla.

Así pues, se concentró en la lámpara, que vio balancearse violentamente por culpa de la descarga eléctrica que había propiciado la Game Master. Recordó que, cuando estaban a oscuras, no habían podido usar sus poderes. ¿Y si las velas se apagaban? Se estremeció al comprender que quedarían en las manos de Ariasu.

¿Cómo impedirlo?

Fuera como fuera, lo dejaría en manos de otros. Quizás alguien pudiera volar o, simplemente, alcanzar la lámpara si veían que se iba a desmoronar.

Aunque esperaba que pudieran librarse de Ariasu antes. O, al menos, dejarla muy debilitada.

Miró de soslayo a Neku, pensando en la mejor combinación que se les había dado hasta el momento y asintió ligeramente para sí misma. Materializó rápidamente un cubo de tierra, que separó en tres pedazos. Los aplanó hasta que se convirtieron en discos y afiló sus bordes para volverlos lo más cortantes posibles. Entonces invocó el viento y los arrojó uno tras otro contra Ariasu, tratando de que siguieran trayectorias distintas. No había terminado de impactar el último cuando hizo aparecer toda el agua que le permitían sus poderes y la arrojó hacia la Game Master.

Retrocedió entonces, esperando que alguien aprovechara que Ariasu probablemente se centrara en ella, para atacarla por la espalda. Luego se giró hacia Neku y exclamó, imperativa;

¡Neku! ¡Electricidad!

Y rodó a toda velocidad hacia un lado, dispuesta a materializar un escudo, aunque Ariasu probablemente pudiera destruirlo o arrebatárselo.

Después, Fátima miró con angustia hacia la lámpara, temerosa de que se apagara si no conseguían acabar con Ariasu cuanto antes. En caso de que nadie tratara de sujetarla y amenazara con dejar de iluminarles, le gritaría a Neku que utilizara su telequinesis para sostenerla.

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¡Gracias por las firmas, Sally!


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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 6

Notapor Zee » Sab Jul 13, 2013 7:21 pm

Ugh, no seas ridícula—murmuré, todavía retrocediendo a trompicones a causa del corte que me había dejado en el rostro. Maya se ocupó de sanar todas mis heridas, rápidamente—. Gracias, pequeña —susurré.

Nuestro tiempo se terminaba, al igual que el de Ariasu. Nuestros ataques estaban surtiendo efecto, pero la GameMaster también se las arreglaba para morder de regreso. La lámpara de techo, lo único que nos protegía de la oscuridad, se balanceó peligrosamente, y todos lo notamos cuando amenazó con caerse y dejarnos en las penumbras.

Creo que proteger la lámpara es nuestra prioridad. ¿Puede alguien de vosotros estabilizarla para que no caiga estrepitosamente?

Asentí con la cabeza ante las palabras de Light y luego volví a gritar:

¡Es una metáfora, mujer! Lo único que espero ver destruido en este mundo es la dictadura, tanto de los Reapers como de Avatar.

Si nos quedábamos quietos, viviendo nuestras vidas con tranquilidad, sin interactuar con el resto del mundo exterior... ¿qué importaba entonces nuestra existencia? ¿Por qué no podía aquel mundo vivir, con todos sus habitantes, desconectado y libre de cualquier intervención?

Si buscar una oportunidad para aquella Villa Crepúsculo me volvía egocéntrico e idiota... pues estaba satisfecho.

¡Gravitón! —exclamé, mientras por primera vez en mi vida, real o digital, lograba que el poder de la gravedad envolviese mi cuerpo y me liberase de todas cadenas. Comencé a flotar, a levitar... a... a... ¡a volar! ¡Estaba volando!

Aquel entusiasmo, aquella felicidad... ¿quién podía arrebatármela? Toda mi vida había deseado eludir la prisión de la tierra y alzarme en el cielo, y por eso hallaba un increíble regocijo en el Glider y en mi mascota. ¡Y ahora lo estaba haciendo por mi cuenta, con mis propias habilidades! ¿¡Quién podía arrebatarme eso!? No era nada más que una marioneta digital, pero dentro tenía un corazón. Un alma perfectamente funcional, que me volvía quien era y sólo eso.

No iba a dejar que semejante creación fuese destruida.

Me alcé en el aire y, buscando el elemento sorpresa, pasé por encima de Ariasu hasta situarme detrás suya. Esperando que no hubiese notado mi presencia, bajé en picada con mi daga en mano e intenté clavarla en su espalda; hasta el fondo, hasta que la empuñadura acariciase su piel manchada de sangre.

Este mundo no le pertenece sólo a tus Reapers —murmuraría, para luego alejarme tan rápido como mi nueva habilidad de me lo permitía. Desde las alturas, vigilaría la lámpara de techo que, de cualquier manera, Neku parecía estar sosteniendo. Si Ariasu volvía a hacer algo que la sacudiese, podríamos estar perdidos. Afortunadamente, desde mi posición, tal vez pudiese sostenerla.

¡Haha, estaba volando!
—You're like that coffee machine: from bean to cup, you fuck up—

~Dondequiera que el arte de la medicina es amado,
también hay un amor a la humanidad~


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We are 450 minutes from the end

Notapor Soul Artist » Sab Jul 13, 2013 9:01 pm

We are 450 minutes from the end



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Fátima fue la primera en lanzarse contra el enemigo, invocando afilados discos de tierra con los que atacar a Ariasu en la distancia, apoyándose en el uso del viento.

Pero la Game Master no estaba de humor para aquella pérdida de tiempo. Con su Llave Espada doble cortó en el aire no uno, sino los dos primeros discos que la joven le envió a pesar de intentar distintas trayectorias. Fátima intentó que el tercero le diese de frente, pero Ariasu fue mucho más rápida: soltó su arma para dirigir la palma de su mano hacia el disco. Este giró en el aire directamente hacia su mano, le provocó un corte en la palma... Y cerró el puño, guardando el propio arma que Fátima había contra ella con apenas daños.

Ariasu agarró el disco con fuerza y volvió a lanzarlo contra Fátima, clavándoselo en el hombro. Volvió a invocar su Llave Espada en la mano para que justo la chica, en forma de contraataque, le enviase una masa de agua que la empapó por completo: Ariasu no le dio ninguna importancia. Dirigió su Llave en su contra, frunciendo el ceño.

Marcha a tu Exilio.

Bajo los pies de la chica surgieron decenas de brazos de oscuridad que comenzaron a tirar de ella, arrastrándola hacia el mismísimo infierno. Fue entonces cuando Neku despertó, cayendo al suelo bruscamente, mientras Fátima intentaba agarrarse a algo para no ser tragada por aquellas extremidades que tan desesperadamente le cogían de las piernas y subían a su cintura.

¡¡Fátima, no!!

Neku se levantó apresuradamente e intentó alcanzarla para agarrar por el brazo a su compañera, pero no llegó a tiempo. Fátima Laforet había sido engullida a un infierno digital del que quizás no podría volver a salir si no derrotaban a Ariasu.

Neku clavó la mirada en Ariasu, enfurecido, y cargó una esfera de electricidad. La Game Master le observó con escepticismo, sabiendo lo que se proponía.

¡¡Zorra!! ¡¡Era mi amiga!!

El Jugador lanzó la esfera contra la Game Master, pretendiendo alcanzarla y paralizarla gracias al agua que todavía la mojaba. Sin embargo, Ariasu no se sorprendió lo más mínimo: observó atentamente cómo se acercaba, transformando la Llave Espada en, de nuevo, su vara habitual.

Predecible.

Ariasu golpeó con la vara la esfera, repeliéndola y devolviéndola contra Neku, el cual fue empujado hasta la pared por el shock del ataque. El éxito del ataque había sido nulo, por tanto.

Light se lanzó de frente contra el enemigo con la red dorada en alto para vengar a sus compañeros, pero Ariasu apenas se molestó en él. Golpeó su mejilla con su vara antes de que le alcanzara, echándole hasta una de las esferas de luz situadas a su espalda. Se giró hacia él y transformó de nuevo su arma en una Llave Espada, concretamente la que poseía Ronin.

El arma de vuestro padre Avatar. Ideal para terminar con vosotros.

La Game Master alzó su arma contra el muchacho, preparada para asestar el golpe final contra él. Sin embargo, el filo de la Llave acabó a unos centímetros de su pelo, desviado por dos traicioneros ataques por parte de Maya Zawrid con su sombrero en su espalda y cabeza. El arma de la chica retrocedió antes de que Ariasu lo tomase y acabase con ella, pero no fue impedimento para su enemiga.

Volcano.

Intensas llamas surgieron bajo Maya y la rodearon con una intensa erupción hacia el techo, quemando su rostro y parte del pelo. Sabiendo que no podría molestarla, volvió a centrarse en Light, tomando posesión de su Llave Espada. Fue interrumpida, sin embargo, por una Onda Lunar de este.

Ariasu se cubrió cuanto pudo con sus dos brazos y, aunque no pudo evitar el ataque, no se movió de su sitio. Volvió a clavar su mirada llena en él y agarró con furia su Llave Espada, con la cual atacó con todas sus fuerzas contra su rostro. La nariz de Light se rompió al entrar en contacto con el arma, así como su labio superior se cortaba de manera brusca y la parte trasera de su cabeza chocaba contra el cristal que tenía detrás resquebrajándolo ligeramente, aunque la cortina estuviera ahí de amortiguador.

Le diese por muerto Ariasu o no, se echó un par de pasos hacia atrás sólo para ser sorprendida por un traicionero ataque de Felix, caído del cielo justo en su espalda, donde le clavó la daga obligándola a soltar un alarido de dolor. La mujer comenzó a girar sobre sí misma, buscando agarrar al chico, hasta que finalmente lo logró. Soltó su propia arma para agarrarle por ambos lados de la cabeza y comenzar a aplastársela, llena de ira, a la vez que invocaba dos Piros que comenzaron a quemarle ambos lados de esta, haciéndole sufrir hasta los sesos.

¡Eh!

Ariasu soltó a Felix y dejó caer su cuerpo al suelo, fijando su mirada en la fuente de aquella llamada de atención. Neku estaba cargando de nuevo una esfera de electricidad, lleno de rabia.

¿¡Dónde está tu raqueta de tennis ahora!?

Neku soltó la esfera contra Ariasu, sabiendo que en aquella ocasión no podría evadir su destino. La Game Master invocó en su mano su vara de nuevo para contrarrestar el ataque del joven, pero la suerte estaba echada: recibió de pleno el ataque eléctrico, el cual no tardó en recorrer todo su cuerpo empapado por la magia elemental de Fátima.

Ariasu gritó de dolor hacia el techo mientras la electricidad recorría todo su cuerpo y gran parte del hall. Los rayos se liberaron por todas partes, alcanzando tanto las esferas de luz, que se hincharon e iluminaron con mucha mayor intensidad al ser tocadas por la electricidad, como la lámpara del techo, que comenzó a agitarse con mucha mayor fiereza que antes. Al ver peligrar esta tanto Neku como Felix, recuperado del ataque de la Game Master, intentaron alcanzarla para estabilizarla, pero los rayos de la mujer se interponían en su camino; un movimiento en falso y estarían fritos.

Pero llegado un punto dio igual. La lámpara se agitó con tanta fuerza que inició su superación del techo, soltándose ligeramente; estaba a punto de caerse, y era absolutamente inevitable. La oscuridad se apoderaba de la habitación a segundos, sólo librándose las dos esferas de luz situadas en la zona norte del hall. Ni siquiera Ariasu, con toda la electricidad que recorría su cuerpo, se veía libre de aquella presencia oscura.

¡Rápido! —señaló Neku con un grito a Felix, señalando en dirección a Light—. ¡Las esferas de luz! ¡Son nuestra única...!

¡¡Vosotros!! ¡¡Vosotros!!

Con chispas saliendo de los ojos de Ariasu, la Game Master saltó impulsada por la misma fuerza gravitatoria que movía a Felix contra Neku, al cual derribó en el aire. Su cuerpo seguía desprendiendo pura electricidad, como una batería humana. Comenzó a ahogar la Jugador hasta tirarse ambos al suelo, estrangulándole hasta la muerte.

¡¡Vuestra Shibuya, vuestra Corrupción, vuestro egoísmo está condenando a este mundo!! Creéis que no merecemos vivir, que sólo somos basura, ¡¡que la muerte es inevitable para nosotros!!

Un campo de pura electricidad rodeó ambos cuerpos, aislándolo de todos los demás Jugadores. Si alguien intentaba atacar en la distancia a Ariasu el hechizo se desvanecería; si intentaban acercarse a ellos, el capo eléctrico comenzaría a dañar severamente el cuerpo del Jugador que estuviese realizando aquel sacrificio. Ni siquiera era posible atraerlos, pues el campo iría adonde ellos fueran.

¡¡Ellos no te ayudaran!! —le gritó Ariasu con los ojos expulsando puro odio en forma de pequeños rayos eléctricos, mientras Neku alzaba su brazo en dirección a Crow—. Sus vidas merecen mucho más que la tuya, ¡¡son mucho más valiosas que tu egoísmo!! ¡¡Jamás nadie te apoyará, nadie será tu amigo!! ¡¡Y si voy a morir, vienes conmigo al infierno!!

La lámpara se caía. En muy poco tiempo, la oscuridad se tragaría a ambos y a cualquiera que no se mantuviera a salvo. Neku bajó el brazo, entendiéndolo.

¡¡Di adiós!!


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Crow
VIT 26/38
PH 2/3

Zait/Antizait/David/Vaas/Raiden
VIT 35/50
PH 2/3

Maya
VIT 16/48
PH 4/6

Felix
VIT 24/36
PH 1/4

Fátima
VIT 26/46
PH 1/1

Light
VIT 2/30
PH 1/4



Nombre: Game Master Ariasu
VIT: 24/400
PH: Infinito
Observaciones:
* ???
* ???
* Capaz de invocar las Llaves Espada de los Jugadores.
* Capaz de hacer uso de las habilidades de los Jugadores.

Habilidades:
>>TODAS<<

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Fecha límite: martes 16 de julio de 2013, 18.00 hora peninsular española.

Suzume Mizuno se ausentará aproximadamente cinco rondas de Global por falta justificada. Pasa el control de Neku enteramente a Light.

LightHelco también está un poco ausente aunque, si no postea la siguiente ronda, sus eventos transcurrirán por sí solos por necesidad del Global (con la consecuencia de no poder tomar decisiones).

Igualmente, os ha sobrado el tiempo y todo, wow.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 6

Notapor LightHelco » Lun Jul 15, 2013 11:46 am

Al ver a nuestro enemigo relajarse, pensé que tendríamos una oportunidad de atacar, pero este estaba preparado y con un ligero movimiento de muñeca atrapó a Iwashi con unos brazos de oscuridad que empezaron a hundirla en el suelo.

Soy un liberador, Reaper. Vengo para liberaros de la luz y los pecados que crea para vuestro tormento. Ven a mí... —explicó ofreciéndome su mano.

No me dio siquiera tiempo a replantearme mi jugada, ya que al instante mi visión empezó a nublarse y mi cabeza se lleno de susurros y gritos. Me llevé las manos a la cabeza sintiendo como si esta fuese a explotar debido a las voces cada vez más fuertes. Sentía perder el sentido cuando una imagen apareció ante mí.

Lo que se encontraba en frente mío cruzaba la línea de lo macabro. Una joven que ahora sustituía al encapuchado, me miraba con unos ojos llenos de lágrimas, al fijarme mejor podía ver las heridas y manchas de sangre que cubrían a esta. Me miré las manos para encontrar un bisturí manchado con la sangre de la joven en una de ellas.

¿Qué era todo eso? ¿Una visión del futuro? ¿Un recuerdo de aquel hombre? No, no podía ser lo primero, había llegado a matar a gente, pero no era de los que disfrutaba torturándola hasta morir, era imposible que acabara de esa forma por lo que solo…

Un fuerte dolor en el costado hizo que todo aquello desapareciera y volviera a tener frente a mí al encapuchado, el cual había aprovechado para atravesarme con uno de sus sables mientras me encontraba en aquel estado de hipnosis. Esté se alejó unos cuantos pasos riendo de forma satisfactoria.

Al final yo había sido el engañado.

Me llevé una mano a la herida para impedir que saliera demasiada sangre fijándome en los movimientos del enemigo, aunque este lo único que había hecho era volver a tomar aquella posición defensiva. Giré para ver la situación de Iwashi viendo así que seguía atrapada por los brazos de oscuridad.

La situación se había torcido, ahora no solo debía tener cuidado con mi enemigo, sino que también tenía que salvar a Iwashi sin que este pudiese detenerme. Gruñí por lo bajo intentando pensar el que hacer, aquel hombre realmente estaba jugando con nosotros, ya que aun con aquel velo de oscuridad podía notar lo mucho que le divertía el verme intentando llegar a algo.

Así que tu idea de liberación es la de matar a esa persona por lo que veo ¿O acaso haces como todos aquellos que veneran únicamente a la Luz o la Oscuridad? —reí por lo bajo escondiendo algunas cartas —. Me recuerdas a un compañero mío, el cual se encuentra tan cegado por la Luz que no es capaz de ver los errores que esta comete, al igual que tu solo ves la perfección en la Oscuridad.

>Pero yo no puedo verlo así, porque la Luz y la Oscuridad son solo elementos a mi disposición, elementos que uso para cumplir mis objetivos. No me guío por que sea una cosa u otra, si no por las razón que le dé para hacerlo —alcé el brazo para reunir energía en él y crear dos esferas de aire —. Yo decidiré que está bien o mal ¡yo me castigaré por cualquier pecado que cometa!

De inmediato envié las dos esferas contra el enemigo, sabía que las bloquearía o esquivaría, pero solo eran un señuelo para poder llevar a cabo el rescate de Iwashi.

Ah, y ya que me conoces tan bien, deberías saber que los magos siempre tenemos un As bajo la manga —confesé con una sonrisa a la vez que dejaba escapar de debajo del brazo los cuatro ases de la baraja que volaron directamente hacia los brazos de oscuridad que mantenían a Iwashi atrapada, para así cortarlos y seguidamente aumentar su tamaño y hacer de pala para sacarla de ahí —. Y dime, montón de datos ¿Cuál es tu razón para estar aquí? Algo me dice que no puedes encontrar ninguna ya que solo eres un desecho de este mundo, un ser que se mueve por instinto. Adelante, Datos, muéstrame todo lo que quieras, ya que no voy a caer ante nada.

Todas las cartas empezaron a girar alrededor mío a modo de escudo esperando a que el encapuchado atacase para repeler el ataque y contraatacar con fuerza.

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Debido a que solo puedo conectarme desde ordenadores ajenos y tampoco estoy mucho tiempo con el mio, creo que sera mejor que me retire del Global, al menos hasta poder conectarme con mas facilidad.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 6

Notapor Light » Mar Jul 16, 2013 2:42 pm

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Ariasu impidió que el primero de los ataque de Light se llegara a realizar. Con un simple pero potente movimiento de vara, la mujer fue capaz de enviarle hasta la posición de una de las bolas de luz, colocadas adrede por ella para eliminar la oscuridad de aquella esquina de la habitación.

Todavía seguía arrojado sobre el suelo cuando se dio cuenta de que la Game Master estaba enarbolando un llavero de color grisáceo y con un diseño bastante simple; bastante conocido, también. Se trataba de la mismísima Llave Espada del Maestro Ronin.

El arma de vuestro padre Avatar —Light observó enfurecido el arma y maldijo a su portadora. Era consciente de que Ariasu aprovecharía aquella a oportunidad ideal para rematarle, aunque una personita podría impedírselo—. Ideal para terminar con vosotros.

El corazón se le salía del pecho. Temía por su vida, pero confiaría en su compañera Maya de todas formas. Tal como planearon, la pequeña bruja utilizó su sombrero flotante para sorprender a Ariasu por la espalda, desviando el peligroso ataque que posiblemente habría significado su eliminación. El Jugador ileso aprovecharía los valiosos segundos otorgados por su compañera para levantarse y alejarse de Ariasu, mientras ésta respondía al ataque de la brujita con una increíble erupción.

Light supuso bien: Ariasu volvería para rematar la faena.

No tan rápido —el muchacho alzó la diestra, en dirección a su adversaria, quien se disponía a abalanzarse sobre él de nuevo.

Sin dudarlo, materializó una hoja cortante de su mano. La Onda Lunar recorrió escasos metros hasta impactar contra la mujer, que se había cubierto a tiempo para no recibir el ataque de lleno. Ella respondió a su ataque con una brutal e ineludible estocada, produciendo un serio corte en su nariz y en el labio superior; impulsándole hacia la ventana y haciéndole chocar con ella, agrietando el cristal por el impacto.

Posteriormente, Light permaneció tendido boca abajo en el suelo, ensuciando éste con la sangre de su rostro cortado. Al borde de la inconsciencia, se resentía del terrible y permanente dolor de su nuca, una vez más. Apretó el puño derecho y se dispuso a levantarse, sin éxito.

No vamos a perder aquí.

Así durante unos cuantos segundos. Si alguien decidía curarle, las heridas de su rostro desaparecerían y recuperaría las fueras necesarias para levantarse rápidamente del suelo, preparado para volver al combate.

Gracias… —manifestaría sonriente.

El chico contempló como la Game Master sufría en sus carnes la descarga provocada por el pin eléctrico de Neku. Nuevamente, la electricidad desbordante alcanzó las esferas de luz, hinchándolas y potenciando su poder luminoso.

¡La lámpara…!

La lámpara, en cambio, volvió a desequilibrarse, amenazando a todos los presentes. Si ésta descendía, se sumergirían nuevamente en la más profunda oscuridad…

No… No nos hace falta la lámpara si tenemos… esto —musitaba, examinando de cerca los improvisados focos de luz que la misma Ariasu había arrojado minutos atrás: la iluminación que ellos necesitaban. Aquella reacción de la Game Master (cuando lanzó aquellas esferas tras escuchar a Crow) bastaba para darse cuenta de que aquellas esferas servirían para protegerles de la oscuridad.

Ya prácticamente se había despegado del techo. Si sus compañeros no se apresuraban hasta la posición de los focos de luz, algo malo podría ocurrirles.

¡La lámpara está a punto de caer! ¡Venid todos aquí, ahora! —vociferaba Light a sus compañeros tras la advertencia de Neku, comprendiendo lo que el joven de Shibuya quería comunicarles. Desgraciadamente, Ariasu había interrumpido al muchacho. Dispuesta a asesinarle a toda costa, se había abalanzado sobre su cuello para estrangularlo.

>>¡Neku!

Ariasu volvió a descargar electricidad, creando con ésta un campo de electricidad para encerrarse con Neku, para que nadie les interrumpiera. Desesperadamente, intentaría aniquilar allí mismo a una de las llaves de Avatar.

¡Neku tiene que venir aquí inmediatamente! ¡Tenemos que liberarle! —bramó. Aún sin saber qué hacer para ayudarle, rechazaba la idea de abandonar a uno de sus camaradas, fuera una llave o no.

La única que va a morir hoy aquí vas a ser tú, Ariasu.

Parecía que sus compañeros habían dado con el modo de salvar a Neku. A partir de aquel momento, Light permaneció contiguo a las esferas luminosas capaces de combatir aquella oscuridad, deseando que todos salieran ilesos de aquella situación crítica.

Sin excepciones.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 6

Notapor Zodiark » Mar Jul 16, 2013 5:06 pm

Gracias a mi ataque, conseguí que Ariasu no acabara definitivamente con Light, pero ésta contraatacó sin que yo tuviera oportunidad de defenderme.

Volcano.

Unas llamas aparecieron a mis pies y, antes de que yo pudiera reaccionar, me rodearon en una gran erupción que llegaba hasta el techo. Un sonoro grito salió de mis pulmones ante aquel insoportable dolor que me provocaban las quemaduras de mi rostro y, cuando las llamas se disiparon, caí al suelo de rodillas, jadeando dolorida.

Cu... Cura+... —musité, temblando todavía atemorizada por el infierno que acababa de pasar.

Tras sentirme bastante aliviada al realizar el hechizo curativo sobre mí misma, me levanté y miré a mi alrededor para ver cómo estaba la situación, y la imagen no era demasiado agradable: Ariasu cortó el rostro de Light con su arma que le impulsó hacia la ventana, agrietándola.

¡Light! —exclamé preocupada mientras el chico caía al suelo boca abajo— Aguanta...

Estiré mi brazo hacia el lugar donde estaba tumbado el chico, que intentaba levantarse con las pocas fuerzas que le quedaban. Con la palma de la mano abierta y apuntando a su cara, le lancé un hechizo Cura+ para sanar sus heridas.

Gracias… —me agradeció el chico, sonriente.

Ya me debes dos —le respondí en tono de broma guiñándole un ojo.

Pero no era momento para eso, el combate contra Ariasu no había acabado todavía. No podíamos rendirnos, teníamos que vencer a Ariasu. Por Fátima y por todos los que habían sido eliminados.

Como consecuencia del potente ataque de Neku hacia la Game Master, la lámpara del techo comenzó a tambalearse más y más, amenazando con caerse en cualquier momento, sumiéndonos de nuevo en la oscuridad, dejándonos vulnerables ante la poderosa mujer.

Neku podía volver a estabilizar la lámpara con sus poderes, pero Ariasu le derribó y comenzó a estrangularle. A su alrededor, la mujer había creado una barrera eléctrica para evitar que nos acercásemos y ayudásemos a nuestro compañero.

Tras las palabras de Neku antes de ser capturado por la mujer, Light nos llamó para que nos acercásemos a las esferas de luz que la misma Ariasu había lanzado a las esquinas del hall. Yo también lo comprendí: si la lámpara caía, las esferas de luz serían la única forma de combatir la oscuridad. Mientras no nos quedásemos en la total oscuridad no estaríamos a merced de la cruel Game Master, y para ello nuestra única fuente de luz serían aquellas esferas.

Los demás parecían tener un plan para salvar a Neku, y Light, por su parte, se quedó junto a las esferas. Yo corrí hacia allí también y me quedé al lado de mi amigo.

No podemos permitir que estas esferas sean destruidas si la lámpara se cae —le susurré al chico—. Tenemos que protegerlas si pasa algo.

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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 6

Notapor Little Sho » Mar Jul 16, 2013 5:14 pm

Zait observó consternado el desarrollo de toda la acción. La Game Master parecía haberse convertido en un verdadero demonio. Se libró fácilmente de Fátima, de Neku, de Light e incluso de Felix.

En ese momento, Neku volvió a aparecer para descargar una esfera de electricidad contra Ariasu, algo que pareció dolerle bastante. Sin embargo, las consecuencias fueron nefastas para el joven. La habitación se llenó de rayos de potente electricidad que chocaron contra todas las superficies del hall de la Mansión. Además, Ariasu se las apañó para envolverse junto a Neku en un gran orbe de electricidad y así comenzar a estrangularlo. La vida del joven parecía llegar a su fin.

La lámpara amenazaba con caerse, por lo que el resto de jugadores decidieron acercarse a las esferas que Ariasu había lanzado a las esquinas. A la joven copia no le parecía una gran idea, pero aún así se acercó, con bastante más cautela que los demás.

Sin embargo, se percató de algo.

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Los demás contemplaban expectantes cómo la vida de Neku se contaba en segundos hacia atrás. Boquiabierto, Zait pestañeó varias veces y frotó sus ojos. Lo que veía en su imaginación, era a Ariasu con forma de Espectro. Un Espectro negro como su capa y frío como el profundo invierno norteño. Con sus agarras agarraba el cuerpo de Nate, en cuya cabeza se proyectaba el número doce.

Su corazón se paró de golpe. ¿Estaba dispuesto a permitir que otra persona muriese delante suya? En aquellas condiciones. Probablemente. Seguramente. Vaas hubiera apoyado a su muerte. ¿Pero él? ¿Quién era él? Realmente, no era nadie. No era Zait. No era David. No era Vaas. No era Raiden. No era un estúpido incorpóreo. Era un amasijo de datos. Pero podía pensar por sí mismo. Sentir. Sufrir. Y sin embargo aún no sabía quién era. Cómo pensaba, sentía, vivía… Tan sólo tomaba decisiones sin sentido, sin razón. Quizá… Como la que estaba a punto de tomar.

Susurró la palabra Cura, sintiendo cómo el hechizo rodeaba y recorría su cuerpo. Ahora su vitalidad estaba al completo. De los allí presentes, era el jugador con más resistencia. ¿Era aquella su ventaja? Sonrío para sus adentros. ¿Era por eso por lo que el verdadero Zait había sufrido tanto? ¿Tan sólo porque era la persona idónea? ¿La que más aguantaría?

Al fin y al cabo, se había acostumbrado al sufrimiento. Le gustaba sentirse vivo. Humano. Frágil. Porque sabía que podía mejorar aquello. Aunque ya no le importaba.

Su capa sobrevoló la estancia con la máxima velocidad que pudo. Al atravesar el orbe de electricidad que rodeaba a la Game Master y al jugador, no pudo hacer nada por retener un fuerte chillido de dolor, que casi le hace caerse al suelo. Su rodilla derecha flaqueó, pero intentó mantener la compostura. Poco antes de un segundo de tocar a Ariasu, cerró fuertemente los ojos y conjuró para sus adentros. Gastaría su último punto habilidad en atacar a la Game Master con todas sus fuerzas. Con un Golpe Circular.

Un golpe que sería una sentencia. Un golpe que quizá le devolvería una fe perdida. Un golpe usando su último aliento. Entonces, con su capa, envolvió a Neku, haciendo todo lo posible por salir de allí.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 6

Notapor Demyx » Mar Jul 16, 2013 6:53 pm

En medio del caos del combate Crow logró atar cabos y pudo confirmar lo que ya había sospechado en alguno que otro momento en el pasado. El Ronin que se les había aparecido al final del tercer día era aquel a quien llamaban Avatar. Sin embargo, no le dio importancia en aquel momento, no solo porque se encontraban en una situación peliaguda sino también porque seguramente de todos los jugadores, junto a su amigo Zait, era el que menos sabía acerca de aquel mundo digital y de las manos invisibles que lo manipulaban. Esa era la razón por la que todos los reproches de la Game Master hacia los jugadores le eran completamente indiferentes. Nadie se había molestado en contarle nada a aquel pobre muchacho, ni los Reapers, ni el Compositor, ni Avatar. Nadie de nadie. Sólo sabía que era una copia digital de un chico llamado Edge Lemmons al cual consideraba un necio y un cobarde. Su único propósito era salir de toda aquella falacia, ser libre y poder empezar una vida nueva, dejarlo todo atrás. Ni Tierra de Partida, ni Bastión Hueco, ni el Juego, ni Avatar, nada de todo aquello le importaba lo más mínimo. Haría lo fuese necesario para poder salir de allí, para dejarlo todo atrás, pero lo haría a su manera. No era un héroe sino un superviviente.

La lucha estaba llegando a su fin, o eso por lo menos intuía el muchacho peliazul. Una ya debilitada Ariasu rodeada de un campo eléctrico acometía contra aquel jugador llamado Neku, el cual también parecía estar en las últimas. Fue entonces cuando aquel chico de los cascos alzó con dificultad su brazo y señaló a Crow. Éste sonrío con amargura y musitó:

No necesito que me digan qué es lo que tengo que hacer ―él también se había percatado. Ante la absoluta oscuridad inminente sólo se resistían aquellas esferas de luz.

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Corrió hacia el norte del hall junto a sus compañeros y aquellas esferas de luz. Observó en el proceso como Zait mandaba a Nate contra la Game Master para rescatar a Neku. Realmente aquello era una estrategia arriesgada.

“El loco de Zait, ¿eh?”

Sonrió.

“Quizá ambos por si solos tengamos miedo… Pero juntos infundimos coraje”.

Invocó su lanza eléctrica que apareció chispeante en la palma de su mano. ¿Su objetivo? Las esferas de luz. Había visto como antes aumentaban de tamaño y se iluminaban con mucha más intensidad al recibir uno de los rayos de Ariasu. Si la lanza por si sola no era suficiente, ejecutaría un Electro intentando cargarlas al máximo.
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Mentos escribió:Lemons es Don gato pardo bañado en diarrea galletosa comiendo limones con su mayordomo viejo que se tira pedos llamado Mentos que se quedó encerrado en el congelador

Hollowriku escribió:Pues que mal ¿no? =(

Hollowriku escribió:Omg, ¡muchas gracias por el primer puesto en User invisible! No me esperaba algo así :cry:
En realidad he trabajado duro para conseguirlo, creo que me lo merezco xD

Edgar13 "en resultados en el test de kh ¿k personaje sois?" escribió:Primer post: lo hago para buscar gente compatible con otras personas y hacer amigos :)
Doblepost: esto es para hacer amigos
Triplepost: asi k si alguien cree ke su personaje es compatible con otros ke aya , k venga
Cuadruplepost: tanto chicos como chicas pueden entrar

Kiba/Littlesho escribió:Es que no sabeis hacer otra cosa que insultar?=Nop, topotamadre

Jeanny escribió:Demyx: What?
Jeanny: No sé, what tú.

Kurogane escribió:No sex, no fun here

Claus escribió:Maldito psicópata, la has cagado tio, porque en el remite viene tu dirección, y pienso ir allí pegarte una paliza por listo

Artema escribió:Antes se pilla a un Zerkdo que a un cojo

En una multi de verano escribió:Red: Yo soy especial
Demyx: Especialmente tonto
Vanitas: xDDDDDDDDDDDDDDDD

CHRIS IN THE LiGHT escribió:a finales de este verano sere mod
apuesto tds mi platines
os jugais muxo tu i mentos
sere el rei de los mods

^Sure
Vanitas3, actual Velacrow, & Demyx escribió:Demyx: Darcnesssss es true pawah qVanitas3
Vanitas: Demyx, puta xDDD

Gambit Van Cooper escribió:
Sombra escribió:Una opcion es crear un foro completamente nuevo en otro servidor como puede ser puntoforo o ir al foro de Miké que ya está echo y seguramente os daría a los Mods y Admin los rangos que aqui teniais

Buen chiste.

La derrota de Mentos: http://khworld.webcindario.com/phpbb/viewtopic.php?p=608521#p608521

Jrucsora escribió:OYE SITO TU QUE DICES DE QUE TENGO LOS PECHOS PROMINENTES Y GLUTEOS COMPACTOS MENTIROSO ¬¬

RedXIII en la KHW Family escribió:Dios ¿Porque coño no me despierto como el calvo de los serrano?

RedXIII escribió:COMUNISTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS *Señala el gorro de Soda*

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#Y todo el mundo sabe, al fin y al cabo, que Nell es Larxene.

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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 6

Notapor Zee » Mar Jul 16, 2013 7:02 pm

Este lugar se cae a pedazos. Maldita sea, estamos tan cerca y...

La luz de la lámpara de techo parpadeó varias veces, amenazando con apagarse y dejarnos en la oscuridad. No sabía qué sucedería si las sombras se apoderaban de la habitación, pero era innegable que Crow había visto algo con su Libra; además, Ariasu les temía: había hecho lo posible por mantenerse alejada de ellas, materializando así orbes de luz que mantenían a la oscuridad a raya.

¡Rápido! —me gritó Neku, sin que yo pudiese agradecerle. Había llegado en el momento preciso para acabar con mi sufrimiento, cuando Ariasu había logrado atraparme entre sus manos e intentó quemarme en vida con un par de hechizos—. ¡Las esferas de luz! ¡Son nuestra única...!

No había tiempo que perder, por lo que no dije nada al respecto. Ya le agradecería a Neku más tarde; primero había que acabar con Ariasu y recuperar a Fátima, quien continuaba aprisionada en algún lugar fuera de nuestro alcance. Intenté amainar el dolor de mi cabeza al echarme aire con las palmas de las manos, pero aquello lo empeoró todavía más; entendiendo que el daño que Ariasu había logrado era grave, pues el olor a chamuscado no era sólo mi cabello, agradecí no poder ver la quemadura. Contemplarla habría hecho las cosas más complicadas.

Raudo, floté inmediatamente hacia el orbe de luz en el que todos se estaban agrupando. Con la lámpara a punto de caer, no quedaban más que aquellas dos curiosas linternas para protegernos. Maya, Light, Crow, Zait...

¿Neku? ¿Dónde estaba Neku?

¡Neku!

Me giré en mi sitio para observar a Ariasu. Cuando mi mente procesó lo que estaba ocurriendo, quise soltar un alarido de desesperación. ¡Tenía a Neku aprisionado en una cerca de electricidad; no podía salir! La oscuridad iba a tragarse a los dos si no hacíamos algo al respecto, iba a acabar con sus vidas. Y no podíamos permitir que Neku se convirtiese en ninguna clase de sacrificio.

¡Neku tiene que venir aquí inmediatamente! ¡Tenemos que liberarle! —gritó Light en ese momento. Exasperado, respondí inmediatamente:

¡Lo sé, ¿pero cómo?! ¡Esa barrera va a freír a cualquiera que la cru-!

Pero tuve que interrumpirme cuando el espectro que acompañaba a Zait cruzó la habitación como una flecha, ignorando cualquier advertencia. El fantasma se sumergió en el campo eléctrico, provocando que el chico que todavía estaba con nosotros se retorciera por el dolor.

¡Zait, te vas a...! ¡Agh, maldita sea!

Tenía que funcionar. Zait podía morir si no era así. Teníamos que lograrlo, aquel debía ser el golpe definitivo. No, iba a ser el golpe definitivo. Y cuando lo fuese, aquella barrera se disiparía, dándome un hueco perfecto para... ¡Oh, brillante! ¡Había una manera de traer a Neku hasta nosotros!

¡Magneto! —conjuraría después del ataque de Zait, intentando atraer a nuestro compañero hasta el único lugar seguro que nos quedaba en aquel infierno. Oh, aquel cretino no iba a morirse todavía. Tenía muchas cosas que reclamarle.
—You're like that coffee machine: from bean to cup, you fuck up—

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We are 420 minutes from the end

Notapor Soul Artist » Mar Jul 16, 2013 9:06 pm

We are 420 minutes from the end



Las esferas contestaron tal y como Crow esperaba: se iluminaron con mucha más potencia cuando su lanza las tocó, salvando en su luz a los Jugadores al acecho de la oscuridad. Estaban fuera de peligro al menos mientras Crow aguantara: las esferas no se movían de su sitio y la oscuridad esperaba su oportunidad.

Zait, sin embargo, salió de la cálida y segura luz que le protegía. Decidido a no dejar a nadie de lado se lanzó contra la defensa eléctrica de Ariasu, chocando de frente con esta. Era como un muro inquebrantable, absolutamente irrompible. Pero no había llegado allí para rendirse: siguió golpeando, haciendo fuerza, aunque el contacto con la electricidad le sentara como agujas clavándose en sus dedos.

Ariasu observó de reojo a Zait, sabiendo lo que intentaba.

¡Vete de aquí! ¡No puedes romper la barrera!

Pero aquello no detuvo al joven. Siguió intentándolo con todas sus fuerzas, logrando atravesar unos pocos centímetros con las yemas de sus dedos. Era terriblemente doloroso, pero podía notar el progreso gracias a su determinación. No se iría de allí sin Neku, y menos sin acabar con aquella zorra.

Pero Ariasu tenía otras ideas. Tomó su Llave Espada y dejó de estrangular a Neku para girarse de golpe y apuntar contra el Jugador, disparando una esfera de fuego contra él y su capa. Zait tuvo que detenerse un momento, pero siguió atravesando la capa, decidido. La Game Master le lanzó un bloque de hielo contra su pecho, abriéndole una herida que pronto comenzó a sangrar: pero ni con esas le lograba detener.

¡Quien está sola, Ariasu...! —Neku hizo un esfuerzo por enderezarse entre tosidos y el dolor del campo eléctrico— ¡... Eres tú!

La Game Master reaccionó con un grito, impotente ante sus acciones para detener a Zait. Gritó de furia y dolor y se levantó, con la Llave Espada en mano mientras el chico entraba en el campo eléctrico. Y, en un rápido movimiento, le detuvo de forma definitiva. Clavó su Llave en su estómago, atravesándole de costado a costado.

Zait notaba el dolor y la sangre brotando de su boca. Quizás su cuerpo fuese digital, pero aquello no quitaba que su dolor fuese real. Igual que su orgullo cuando pudo escuchar, con los labios de Ariasu pegados a su oído, una pequeña risa de satisfacción de enemiga. Estaba agotada, casi muerta, pero había ganado.

Pero incluso así, al borde de la muerte, Zait seguía decidido a no rendirse.

Golpe circular.

El sonido del viento cortándose irrumpió el hall. La carga eléctrica de Ariasu cesó de golpe, con la Game Master sorprendida por lo que acababa de suceder. Se llevó la mano a su estómago y comprobó, con horror, que era ella la que tenía la Llave Espada clavada. La capa de Zait había arrancado esta de él en su golpe circular para devolverle su propio arma, dejándola con la boca abierta.

Ariasu echó una risa en shock, llevándose la mano al estómago y comprobando que, en efecto, sangraba. Zait seguía vivo frente a ella, aunque a duras penas. Y ella, sin embargo, sabía que estaba a punto de sucederle. Y no estaba dispuesto a ello.

La Game Master volvió a transformar su Llave Espada en su vara, con lo cual fue más fácil retirarla de su cuerpo. La tomó con decisión, clavando su mirada en Zait. Cayó de rodillas ante él, sin fuerzas.

Esto no ha terminado, maldito cabrón de...

Y sin más fuerzas, incapaz de seguir luchando, Ariasu se desplomó a sus pies. Había muerto por completo. La batalla había terminado al fin.

Neku se acercó al Jugador, cojeando. Le tomó de la mano para que se apoyara en su hombro y le ofreció una bebida que, en cuanto bebiera, le hizo sentir mejor, aunque no completamente curado. Y justo entonces, la lámpara se soltó sobre ellos, cayendo en su dirección para aplastarles.

¡Magneto!

Los cuerpos de Neku y Zait fueron arrastrados por el poder magnético de Felix, salvados a pocos centímetros de ser aplastados por la lámpara de araña, la cual cayó sobre el cuerpo inerte de Ariasu. Los chicos volvieron a estar todos juntos, a salvo.

Pero no para siempre. A la caída de la lámpara, la oscuridad se apoderó del hall completo, dejándoles arrinconados por completo. Antes o después, las esferas desaparecerían, y entonces todo habría terminado.

No tenían probabilidades de sobrevivir, incluso con Ariasu derrotada. Tenían, al menos, tiempo para hablar de todo lo sucedido. Y sería ideal si, también, Maya curase a Zait las tremendas heridas provocadas por el combate.

* * *

Incluso sufriendo el dolor que el desconocido le estaba provocando, Alec no estaba dispuesto a rendirse en combate. Las dos esferas de viento que lanzó explotaron al entrar en contacto con Erased Data, el cual no fue capaz de esquivar o bloquear en absoluto: recibió el ataque de lleno, dándole una oportunidad para liberar a Iwashi.

No perdió su oportunidad. El Reaper envió cartas de su baraja en dirección a los brazos que sujetaban a la mujer, cortándolos con éxito. Sin embargo, al hacerlo, esta cayó al agujero infernal a la que intentaban arrastrarla, provocando un grito por su parte; sin embargo, Alec notó cómo la recogía en el aire dentro del propio agujero con una de las cartas, vuelta de tamaño más grande.

Y dime, montón de datos, ¿cuál es tu razón para estar aquí? Algo me dice que no puedes encontrar ninguna ya que solo eres un desecho de este mundo, un ser que se mueve por instinto. Adelante, Datos, muéstrame todo lo que quieras, ya que no voy a caer ante nada.

Iwashi salió del agujero gracias a la carta, mostrándose agradecida. Se impulsó para saltar al suelo, pero de su sombra surgió una figura que la tomó por el cuello de espaldas.

De acuerdo. Caerá ella.

Los pies del encapuchado se convirtieron en cientos de pequeñas bocas oscuras que devoraron la carta del Reaper, dejando nada bajo sus pies excepto el agujero que él mismo había invocado. Ambos cayeron a su interior con la risa del encapuchado, pero Iwashi intentó resistirse agarrándose al bordillo. Sus ojos se llenaron de terror, clavándose en Alec y suplicándole que le salvara.

Sin embargo, no pudo. El Reaper notó cómo algo le atacaba por la espalda y notó cómo otro de los sables de oscuridad le atravesaba el cuerpo, mientras que un pie le empujaba contra el suelo para inmovilizarlo. El encapuchado había vuelto a aparecer justo detrás de él, como una sombra silenciosa, para atacarle otra vez y dejarle paralizado ante la Jugadora. Rió en alto y acercó una de sus armas al rostro del chico, obligándole a desviar la mirada en dirección a Iwashi.

Mira atentamente, pecador, mira y siéntete impotente —le dijo en alto mientras Iwashi intentaba salir de su agujero, luchando con todas sus fuerzas y mientras decenas de brazos de oscuridad volvían a surgir tras ella para agarrarla con fuerza—. ¿Quieres salvarla? Claro que no. Eres un Reaper, y en el fondo, te alegras de que la esté matando. Siéntete culpable. Alimenta la oscuridad de tu corazón.

Iwashi dejó de luchar contra los brazos para observar a los ojos de Alec sólo para ver si algo, lo más mínimo de lo que decía el desconocido, era cierto.

Porque mientras haya oscuridad en vosotros, yo seguiré existiendo.

Los brazos agarraron a la Jugadora por la boca y los ojos, tirando de ella con fuerza. Sus manos se soltaron, permitiendo que su cuerpo fuera arrastrado hacia aquel infierno digital lejos de Alec y el desconocido. El chico no puedo hacer nada para salvarla: estaba inmovilizado. Iwashi había sido eliminada, y como Reaper, lo notó en su corazón.

Y tras aquello, todo se volvió negro para Alec Ocus.

* * *

El tren de Nadhia llegó finalmente a la estación de trenes del Sector Crepúsculo. No hacía mucho que ya había estado allí, aunque fuera en los recuerdos de otra persona. Pero no se diferenciaba demasiado: nadie estaba allí, pese a ser una hora en la que normalmente la gente los tomara para regresar del trabajo.

Al salir de la estación, sin embargo, sí vio a gente. Tres chicos esperaban en el bordillo, mirando al eterno atardecer, con algo en la mano cada uno que desde la distancia Nadhia no pudo ver. Cuando se acercó, finalmente, percataron su presencia y se quedaron mirándola.

Llevaban unas jeringas con un líquido blanco. Sonrieron a Nadhia y dirigieron la vista de nuevo hacia el horizonte, concretamente hacia el bosque. Una masa de oscuridad se había tragado por completo la zona en la que anteriormente estaba la mansión.

Ha llegado la hora, chicos —señaló el chico rubio, afirmando a la chica de vestido naranja y el muchacho regordete que le acompañaban—. Tal y como Avatar profetizó: nuestros corazones han de ser liberados.

Y antes de que Nadhia pudiese hacer nada, se clavaron las jeringas en el cuello. Sus cuerpos sufrieron convulsiones, soltando estas de inmediato y cayendo al suelo de espaldas los tres. La joven pudo contemplar cómo algo salía de sus pechos, una masa de datos con forma de corazón, y se liberaba hacia el cielo.

Allí no terminó todo. Los cuerpos de los tres chicos comenzaron a transformarse, volviéndose su piel pálida y blanca como la leche: su pelo se vio sustituido por capuchas cerradas, sus extremidades se volvieron largas y puntiagudas. No pudo evitar acordarse de los monstruos que le atacaron a ella y a Saeko el segundo día, pues eran casualmente muy similares: y los ojos amarillos que surgieron de sus antiguos rostros lo confirmaron. Los cuerpos de los chicos se levantaron y dirigieron hacia Nadhia, soltando un ligero siseo al verla, con un movimiento parecido al de una serpiente capaz de levitar en el aire.

Pero la pesadilla no terminó allí. Nadhia comenzó a ver todo un flujo de datos de corazones volando en el cielo, surgiendo de todas partes de la ciudad: miles de personas habían hecho lo mismo. Miles de corazones se habían sacrificado para que sus corazones en forma de ceros y unos echaran a volar hacia el cielo, en dirección a nubes blancas que se habían formado frente al sol. Y cuando alcanzaron estas, se abrieron para dar paso a lo que Nadhia menos podía esperar ver.

La Torre de la Corrupción en el cielo, recibiendo en lo más alto toda la información de los corazones. Igual que en su visión: algo surgía entre las nubes bajo la figura de Avatar.

Uno de los monstruos siseantes atacó a la chica, distrayéndola de lo que veía. Eran sus enemigos ahora, pero apenas un minuto antes habían sido muchachos inocentes del pueblo en el que ella misma había crecido. La decisión de qué hacer estaba en sus manos.

* * *

Había pasado aproximadamente media hora, y el hall de la mansión seguía igual. Crow seguía aguantando su lanza en la esfera para poder dar algo de luz con la que subsistir a sus compañeros, pero no podía darles ningún método de salida. Todo lo que intentaran sería inútil.

Y finalmente, recibieron una señal que les otorgó algo de esperanza. Sus móviles vibraron para dar a entender un mensaje entrante

Enhorabuena, Jugadores. Veo que Ariasu, finalmente, ha caído. Ya puedo liberaros de las prisiones de este mundo.

Reuníos conmigo en la estación del Crepúsculo. Ignorad a las cosas blancas que encontréis en vuestro camino: las he programado para que no os ataquen a menos que lo hagáis vosotros.

Estoy muy orgulloso de vosotros.
~Avatar

La puerta del hall se abrió después de que leyesen los mensajes, liberando un haz de luz que les valió como pasillo para salir. Sólo tenían que sortear la lámpara, iluminada por la luz de la puerta y con el cuerpo de Ariasu bajo ella.

Podían ver la luz, escuchar el sonido de los árboles empujados por el viento. La luz incluso les reconfortaba, les curaba del cansancio mental y físico. Era el sabor de la libertad.

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¡Aviso! Siento si me he equivocado en la interpretación del rescate de Neku: no queda claro en el mensaje si se lanza sólo la capa o si también va Zait, y los testigos mantienen ambas versiones. He tomado la versión de que Zait va con la capa, que sería la correcta para poder salvar a Neku. Si me he equivocado me disculpo de antemano.

LightHelco se ausenta hasta nuevo aviso. Cuando puedas, lo dices y vuelves.

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Fecha límite: viernes 19 de julio de 2013, 18.00 hora peninsular española.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 6

Notapor EspeYuna » Vie Jul 19, 2013 1:19 am

Pensé que nunca más volvería a ver la luz del crepúsculo —dije nada más se abrieron las puertas y salí del tren, con unas ganas inmensas de besar el suelo. Sin embargo, antes de salir de la estación, me fijé en las taquillas donde trabajaba mi padre—. No... no es mi padre. Es el de Nadhia.

Me llevé una mano a la frente y rocé mis dedos con la tela del sombrero. Me acordé entonces de cual era mi cometido en aquel mundo, en el virtual.

Se hace muy difícil estando aquí. Ahora mismo iría corriendo a casa o al desván del viejo cascarrabias —me dije, entremezclando una pizca de nostalgia y tristeza en las palabras que salieron de mi boca, a la par que sonreía—. Duele acordarse del dolor de Eileen. Pero es la cicatriz que me recuerda quién soy en realidad.

>> Y me siento orgullosa, a pesar de ser una copia.


Dándome ánimos sabiendo el inevitable destino que me depararía tarde o temprano, salí de la estación y, al ver a tres personas contemplando el bello atardecer de la villa, me acerqué a ellos tropezando torpemente con algunas baldosas levantadas. Al girarse hacia mí, su sonrisa me provocó un ligero escalofrío, al igual que las jeringas que portaban en sus manos.

Los conocía, o al menos la auténtica Nadhia Hoghes los había visto en su rutina diaria por la ciudad. Tres amigos inseparables. Siempre juntos, comiendo helado, apuntándose a las competiciones de Struggle o quejándose pocos días antes de terminar las vacaciones de verano.

Daba igual cuanto me esforzara. Seguía aferrada a Nadhia, y sería difícil deshacerse de aquellos sentimientos. Pero estaba claro cual era mi destino. Y aquellos recuerdos quizás impidieran que las voces del sombrero se apoderaran por completo de mi mente. Aún temerosa de ser devorada por los datos de El Corrupto, no cambiaría de parecer.

El líquido blanco que se encontraba en el interior de aquellas jeringas me dio mala espina desde el primer momento. Observando de nuevo el horizonte me asomé de pronto al darme cuenta que una gran masa de oscuridad se había tragado el bosque oculto de Villa Crepúsculo.

"La mansión", pensé, recordando la figura de Avatar durante aquella noche de tormenta.

Me estremecí, preguntándome qué había sido de las copias de mis amigos, de los de Nadhia.

Ha llegado la hora, chicos —me giré entonces hacia ellos, enarcando una ceja—. Tal y como Avatar profetizó: nuestros corazones han de ser liberados.

Escuchando el nombre del enemigo intenté detener a los muchachos, descubriendo qué iban a hacer, quizás por intuición, por un mal presentimiento o puede que gracias al sombrero que se había convertido en parte de mi cuerpo. Pero fue demasiado tarde. Los tres se clavaron la jeringa en sus cuellos, dejándome contemplar en parte horrorizada como sus corazones digitales desaparecían en el cielo rojizo. Y la transformación de sus cuerpos en aquellas criaturas me sorprendió.

"Son como los de aquella vez", recordé a Saeko y nuestra batalla contra aquellos seres, ágiles y duros de roer.

Lo siento mucho —dije arrepentida a las criaturas que parecían dispuestas a rodearme y atacarme con un fiero siseo como aviso—. ¿¡Pero q...!?

Me acerqué al bordillo, estupefacta al contemplar como miles de corazones digitales se alzaban desde todos los puntos existentes de la ciudad. Pero lo que más me sorprendió fue el destino de aquellas masas de ceros y unos llenas de recuerdos y sentimientos de sus originales.

¡No puede ser!

La Torre. Estaba apareciendo en el mismo cielo de la villa, recibiendo todos los corazones.

"Entonces era cierto. Vosotros sabéis lo que puede pasar. Y lo que puede cambiar", dije, refiriéndome a la visión del sombrero corrupto.

¡Agh!

Tenía que enfriar la cabeza. Aquellas bestias blanquecinas habían sido los vecinos de mi vida anterior, aquella que consideraba mía. Apreté los dientes y alcé la diestra para sacar mi arco, cuando recordé que el sombrero quizás me ayudaría.

Permitiré que descanséis en paz —recité, recibiendo la información del sombrero y usando su poder—. No os dolerá, lo prometo. Cerraréis los ojos antes de que os deis cuenta.

Y alzando mis manos, miré fijamente a los tres y recordé una antigua nana regocijada en algún lugar de mis falsos recuerdos. Mi intención era eliminarlos, pero permitiendo a sus cuerpos no percibir el dolor. Eileen lo hubiese querido así.

Una vez me encontrara libre de ataques sorpresa, clavaría mis ojos al paisaje del cielo anaranjado, hacia la torre. Me concentré en el poder del sombrero, le pediría ayuda.

¡No podemos permitir que Avatar se salga con la suya, esté donde esté! ¡No lo consentiré! —exclamé, alzando las manos— ¡¡Corazones, no vayáis con él!! ¡¡Venid a mí, yo os daré paz!! ¡¡Os lo suplico!!

Intentaría por todos los medios atraer la masa digital hacia mí*. Mientras, rogaría al sombrero por información, el qué debía hacer para llegar hasta Avatar. Todo cuanto estuviera en mi mano para llevarlo ante él y detenerle.

Pues aquel era mi cometido.

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Re: We are 420 minutes from the end

Notapor Zodiark » Vie Jul 19, 2013 3:09 am

Y se acabó. Ariasu, la Game Master, había sido eliminada. Lo habíamos logrado.

Ya... ¿Ya está? —me dirigí a mi compañero Xefil después de que la lámpara cayera sobre el cuerpo de Ariasu y nos hubiéramos reunido.

Me quedé mirando la lámpara, absorta. Todo había acabado, ¿pero qué íbamos a hacer nosotros? Seguíamos en aquel hall, iluminados solamente por la débil luz que emanaba de las esferas, las cuales seguían teniendo energía gracias a la lanza de Crow.

Oh —murmuré, volviendo a la realidad, y me acerqué a Zait—. Lo has hecho bien. Hemos vencido gracias a ti.

El chico estaba extremadamente malherido, en las últimas, así que le sané con un hechizo Cura+.

Me pregunto si Fátima habrá sido eliminada realmente... —comenté acto seguido, al recordar que había sido engullida por la oscuridad y percatarme de que no había regresado—. Ella me salvó cuando estaba a punto de morir en la batalla contra Andrei, no podría soportar la idea de pensar que ha muerto después de haber llegado tan lejos.

En cualquier caso, poco podíamos hacer por ella, estando allí encerrados a oscuras. Pero de pronto algo vibró en mi bolsillo. Un mensaje entrante en el móvil.

Enhorabuena, Jugadores. Veo que Ariasu, finalmente, ha caído. Ya puedo liberaros de las prisiones de este mundo.

Reuníos conmigo en la estación del Crepúsculo. Ignorad a las cosas blancas que encontréis en vuestro camino: las he programado para que no os ataquen a menos que lo hagáis vosotros.

Estoy muy orgulloso de vosotros.
~Avatar


Tras leer el mensaje, la puerta del hall se abrió, dejando entrar la luz crepuscular característica de aquella ciudad. Una enorme sonrisa se dibujó en mi rostro. Por fin, aquel juego había acabado, por fin saldría de allí.

¡Vamos! —exclamé emocionada mientras guardaba el móvil en mi bolsillo y emprendía la marcha.

Pero, conforme me acercaba a la salida de la mansión, comencé a darle vueltas a todo lo sucedido durante el juego. En menos de diez segundos después de haberme sentido ilusionada y también aliviada por el mensaje de Avatar, pasé a estar preocupada, a tener un mal presentimiento. ¿Y si Avatar no era de fiar? ¿Y si Ariasu seguía viva? ¿Y si, realmente al salir, no íbamos a tener nada, tal y como dijo la Game Master? "¿Y si...?", "¿Y si...?" Sólo esas palabras rondaban mi cabeza. Pero yo ya no podía hacer nada, el juego había llegado a su fin, y lo hecho, hecho está. Había confiado en Avatar y había llegado hasta el final. Ya no podía deshacer la senda recorrida durante El Juego, así que sólo me quedaba dar el último paso.

Se acabó... —pensé en voz alta mientras seguía caminando.

Sabía que aquello había llegado a su fin. Quizá el desenlace sería bueno para mí o quizá no tan bueno. En cualquier caso, era el final... ¿o quizá no?
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