—
Qué triste es vuestra existencia.Los aprendices que se lanzaron contra los encapuchados encontraron serias dificultades desde el inicio de sus combates. Contaban con todas las habilidades de las que había hecho alarde el propio
Erased Data en algún momento de su existencia: invocar Sincorazón, echar a la gente a pozos de oscuridad, desaparecer y volver a surgir a espaldas de alguien... Y no tuvieron problema en volver a exagerar de su poder.
Los grupos que se enfrentaban a él eran débiles y pequeños. Y todos lo sabían: aquel ser era, por sí solo, mucho más poderosos que ellos. Los sables de oscuridad pronto comenzaron a provocarles cortes y magulladuras; algunos de ellos se vieron de pronto volando por los aires o asfixiándose en la oscuridad cuando
Erased Data les agarraba súbitamente por la espalda y les atraía hacia sus propias sombras.
Kousen y Xefil avanzaron a gran velocidad hacia el enemigo. Shinju no se mostró excesivamente social, pero accedió a ayudarle. El enemigo percibió los movimientos de los jóvenes y una de las mascotas, Gaomon, se lanzó directamente sobre el chico que portaba el disco. Sin embargo, lo atravesó y el joven se disipó en el aire como si fuese humo. Se trataba, en realidad, de una ilusión de Shinju hecha para ganar tiempo a Xefil:
―
¡No, no, no! ―se burló Shinju, sacando la lengua al falso eidolón―
. ¡No se toca al muchacho!Las mascotas comenzaron a ser acorraladas por sus dueños originales; se rebelaron con violencia desde el primer momento, rebelándose contra ellos. Sin embargo, un factor importante entró en juego. Pese a los ataques que sufrieron, encontrarse con sus dueños supuso algo inesperado para
Erased Data: estos intentaban que volviesen a su ser, a excepción de Hiro con MoguDer.
Tandy, Ilana, Gaomon y Guilmon reaccionaron a sus peticiones de formas muy distintas, cada uno a su manera; aullaron, se revolvieron, maullaron con dolor y se llevaron las patas a la cabeza. El color de sus ojos se volvió de un amarillo más intenso, incapaces de controlarse.
―
¡Erased!MoguDer logró esquivar los ataques que le venían encima y lanzó una bomba especial en dirección a Kousen. Tandy se interpuso en el camino con un rápido salto y el proyectil le acertó en el estómago, eliminando en cubitos de parte de su ser y dejándolo seriamente malherido.
Guilmon e Ilana se lanzaron contra su antiguo líder, situándose junto con Hiro y los demás y batallando con todas sus fuerzas. Guilmon rugió y, tras transformarse, se lanzó rápidamente hacia su principal enemigo, ignorando a Light.
Xefil y Kousen llegaron entonces hasta el nivel de
Erased Data. El pilar no estaba indefenso; el suelo se resquebrajó bajo él y de las fisuras comenzaron a surgir tentáculos de oscuridad que se sacudieron alrededor de los muchachos, asestando secos y peligrosos latigazos a diestro y siniestro. Y comenzaron a romperse los planes.
El muchacho afín a espacio saltó para apoyarse sobre las manos de Kousen, pero el enemigo fue más rápido. Uno de los tentáculos agarró con fuerza a Kousen y lo arrancó de las manos de su compañero. El falso Ronin rió en alto mientras aplastaba a Kousen, hasta el punto de que casi llegó a asfixiarlo.
—
Habéis llegado tan lejos y seguís sin entender nada —se burló el pilar de oscuridad, adoptando la voz distorsionada del Maestro de Tierra de Partida—
. Ni siquiera sabéis qué hacéis aquí. Habéis sido llamados para ser eliminados.El tentáculo que mantenía prisionero a Kousen se cortó de pronto en el aire, liberando al muchacho y arrojándolo junto a Xefil. El suelo sobre el que se estaban terminó de quebrarse y un charco de oscuridad emergió entre ambos; sin embargo, no tenían tiempo para preocuparse por ello.
Erased Data no mostró dolor alguno por perdido aquel miembro. Dirigió su mirada hacia su atacante y encontró a Gaomon en forma cabalgadura, fulminándole con sus dos enormes ojos amarillos.
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Perro malo.—
¡¡Xefil, ahora!!El muchacho se apoyó sobre las manos de Kousen, saltando en aire con el disco en la mano. Se teletransportó dos veces y llegó hacia su rostro. El virus le desafió con la mirada. Pero no llegó a tocarlo;
Erased Data alzó una gigantesca mano y lo atrapó en pleno salto, cuando estaba indefenso. Comenzó a apretar.
—
Muchos han fallado en el pasado. No creas que tu luz es especial. Pero aquel no era el día en el que la Orden debía perecer.
Gaomon surgió de un enorme salto y aterrizó sobre el brazo del enemigo para lanzarse con las fauces abiertas contra el rostro de
Erased Data. En un acto reflejo, el gigantesco Ronin lanzó por los aires a Xefil hacia el cielo sin darse cuenta y dirigió ambas manos hacia Gaomon. Lo capturó de un manotazo y lo aplastó. Sus patas se deshicieron en diminutos cubitos.
En ese momento, Xefil cayó desde el cielo como un meteorito en un Juicio Final con el disco de Abraxas por delante. El disco se incrustó en el pecho del enemigo. Pero no se quedó ahí, sino que abrió camino a Xefil que, de pronto, se vio rodeado de oscuridad. Pero sólo duró un segundo. En un parpadeo aterrizó en el suelo, manchado de oscuridad. Cuando mirara hacia arriba, vería que estaba a la espalda de
Erased.
Los encapuchados detuvieron sus ataques de inmediato y emitieron un alarido mientras sus cuerpos se fragmentaban en pequeños píxeles que se disolvieron en el aire. Casi al mismo tiempo, las mascotas comenzaron a sufrir el mismo proceso, aunque mucho más lento: tuvieron una oportunidad para despedirse de sus no-dueños con miradas silenciosas pero repletas de
agradecimiento.
La Corrupción comenzaba a desaparecer de aquel mundo.
El pilar de oscuridad se derrumbó, amenazando con aplastar a Xefil y Kousen, mientras el falso Ronin se llevaba la mano al pecho agujereado. Sus ojos brillaban con fuerza, despidiendo rabia, y múltiples venas amarillas se extendieron por todo su cuerpo.
Gaomon dijo algo antes de desaparecer. Observó al auténtico Light y le sonrió. Incluso de no haber derrotado a la Corrupción, habría muerto al perder sus patas. Sólo tenía una petición que hacer, unas últimas palabras que dedicar a la persona por la que estaba obsesionado:
—
Cuida de él.El pilar cayó y el falso Ronin se dio de bruces en el suelo, sin piernas sobre las que levantarse. Golpeó el suelo con los dos puños y, durante unos segundos, tembló con brusquedad. Pero, entonces, soltó una carcajada. Y empezó a reír y a reír, mofándose de los aprendices durante los últimos segundos de vida que le quedaban.
No dio explicaciones. No hubo un discurso en el que les espetara lo patéticos que eran, ni cómo sus acciones habían sido completamente vanas. No iba a regresar.
Esta vez no.
Habían terminado con él para siempre. Los datos que se desprendían de su cuerpo eran absorbidos por el disco de Abraxas, el cual cada vez hacía más fuerza por dirigirse al cuerpo de
Erased Data.
Sin embargo, antes de desaparecer, dijo una última palabra.
—
Datastream. El disco de Abraxas se escapó de las manos de Xefil finalmente y atravesó por segunda vez el cuerpo de
Erased Data.
Y la Corrupción se desvaneció de forma definitiva, mientras el disco de Abraxas caía al suelo con dos palabras escritas en él:
Data erased.
* * *Pasó el tiempo. Ningún aprendiz era capaz de decir si habían sido minutos u horas, pero fue una espera eterna. Mientras esperaban, Crow, Fátima y Quorra se pusieron al día con todo lo sucedido: Dark Light seguía vivo, Andrei había desaparecido y, aunque
Erased había sido derrotado, las bajas en la Red habían resultado ser demasiado altas. Pese a todo, Quorra les dio las gracias.
―
Mi maestro os está eternamente agradecido ―aseguró la mujer, haciendo una reverencia a los dos jóvenes y dirigiéndose hacia todos los aprendices―
. Siempre seréis bienvenidos en la Red. Por favor, contad con mi ayuda en el futuro.La chica tomó de su cintura lo que parecía ser un bastón y dio la espalda a los aprendices, con el disco de Abraxas en su posesión. Invocó una moto de luz y desapareció en la distancia, alejándose de los aprendices. Mientras tanto, Crow y Fátima continuaban hablando de sus preocupaciones:
―
Debisteis matarlo, maldita sea. Ahora ha desaparecido y sabes que viene a por nosotros.—
Crow...―
¡Lo sabes! Andrei no es ningún santo. Él...―
De todas las cosas extrañas que he visto hoy, vosotros dos os lleváis la palma.Los aprendices de la Orden vieron cómo dos frentes se acercaban a su posición. Por un lado, Ronin y todos los Maestros de Tierra de Partida, a espaldas de los jóvenes; por el otro, Ryota, Nanashi y Ariasu.
―
¡Una chuche para quien me explique qué pasa aquí! ―Ronin esperó unos segundos y gritó en alto, de forma anticipada o no―
: ¡De uno en uno, niños! ¡Sin empujaros!Después de que tanto Tierra de Partida como Bastión Hueco escucharan lo que tenían que decir los aprendices, ambas facciones afirmaron con la cabeza, dándose unos momentos para asimilar aquel torrente de información. Tomarían cartas en el asunto, no debía caberles duda.
―
Poco más tenemos por hacer aquí ―finalizó Ryota, despegando su dedo índice del labio inferior. Dirigió una mirada penetrante a Ronin y luego le dio la espalda―
. Vámonos.―
Ya habéis oído, todos a casita ―le imitó Ronin, comenzando a empujar a sus muchachos hacia la salida. Sin embargo, Fátima Data y Crow cortaron el paso a ambos grupos, con los brazos extendidos.
—
No, no os vais aún.―
Tenemos un mensaje para vosotros.Los Maestros se mostraron reacios a escucharles en primera instancia, pero las copias se negaron a permitir que se marcharan sin oír antes su mensaje. La situación a la que habían llegado aquel día era límite: no debía repetirse nunca más.
―
En el Reaper's Game tuvimos que colaborar todos juntos. Ni Tierra de Partida, ni Bastión Hueco. Hoy mismo muchos de vosotros habéis luchado codo con codo.—
¿No veis que hay un enemigo mayor ahí fuera? —razonó Fátima, lanzando a Ronin la verdad a la cara—
. Andrei, Villanos Finales, ¡Erased Data! Todos intentan acabar con vosotros.―
La guerra no puede continuar. Sólo los que conseguimos colaborar, sin pensar en nuestras diferencias, conseguimos llegar hasta aquí ―Crow desvió la mirada, recordando a su compañero caído―
. Si seguís así, vuestros enemigos serán los ganadores. Siempre.Tras un instante de silencio tras las palabras de Crow, los ojos de Ronin y Ryota se encontraron. Pero ambos Maestros se apartaron el rostro, esquivos, y comenzaron a cavilar.
Sin embargo, todos sabían que era cierto. Durante casi dos años, muchos habían sido los roces, para bien o para mal. Habían colaborado, luchado entre sí... Pero no podían seguir así, en ese juego ambiguo en el que ninguno tenía muy clara su posición. Había que elegir o un extremo o el otro.
Los dos Maestros atravesaron el mar de aprendices y se observaron, separados por varios metros de distancia. Nanashi se acercó a Ryota hasta ponerse en primera línea e intercambió una larga mirada con él. Después, asintió, aprobando su decisión; Kazuki se colocó junto a Ronin y le enfrentó, desafiante, dejando clara su disconformidad con lo que estaba a punto de hacer.
Pero el Maestro de Maestros le ignoró.
Ronin y Ryota se acercaron hasta encontrarse a escasos centímetros el uno del otro. Sus miradas chocaron por unos segundos, cargadas de tensión. Entonces el segundo extendió la mano.
―
Terminemos con esta guerra, Ronin.El Maestro de Maestros estudió la mano y levantó la mirada. Sonrió de medio lado y negó con la cabeza; extendió ambos brazos y se lanzó contra Ryota, estrechándolo con firmeza.
―
¿Qué mariconadas son estas? ¡Venga un abrazo!Ryota se puso en tensión y mientras su tez se enrojecía. Pero luego esbozó una sonrisa, a medias resignada, a medias aliviada, y devolvió con mucha menos efusividad el abrazo a Ronin.
Tanto los Maestros de Bastión Hueco como de Tierra de Partida mostraron su alegría por aquella decisión: aquel era un momento histórico. Tras descubrir que el enemigo estaba ahí fuera, Tierra de Partida y Bastión Hueco dejaban por fin de lado su guerra fría el uno contra el otro tras dos años de enfrentamiento.
Era el fin de una era.
Próxima fecha límite: sábado, 3 de mayo, 18:00.