por Pictor Iocus » Mar Ene 13, 2009 3:08 am
Ya estoy escribiendo el capiii. Llevo ya un cacho =D, si os esperais un poquito podreis leerlo hoy!^^ aunque no estoy demasiado inspirado. Chocofan me alegro un monton de que te gustara lo de oso yogui y lo de tron via ^^, a ver si se me ocurre algo nuevo.
Y es verdad que la personalidad de leonhart cambió un poco, pero la verdad es que llevan ya un tiempo todos juntos, y algo tenía que decir el pobre!! pero bueno seguiré haciéndolo serio, que es verdad que quiza es mucho cambio (aunq lo que hizo fue decirle envidioso a yik, fea a alexia, y les "ayudó" de una manera muy brusca a llegar a las torres xDDDD) (pero está bien, es que al hacerlo serio, me cuesta darle protagonismo, y me gusta darles a cada uno el suyo =P). Bueno sigo escribiendo.
Por cierto Lex, el poder de yuki me parece una m........ maravillaaaaaaaaaaaa (jiji), en seriooo me encanta, vaya que ojalá que mi personaje tuviera ese poder jaja, muy bien^^. Ahora será algo más entretenido al tener todos su poder. Saludosssssssssss
P.D: CHOCO! he visto lo de los cumples, y por si quieres el mio es el 30 de octubre jeje, y bonitas firmas
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[EDIT =PP] NUEVO CAPÍTULO LISTO! aquí lo teneis
Tras el viaje dimensional, todos aparecieron en una zona urbana. Estaban rodeados de casas, aunque no parecía una calle transitada.
- Bueeeeno. ¿Dónde nos habrá enviado este Yoichi? – dijo risueño Yik a la vez que observaba el lugar.
- Ojalá pudiera escoger los lugares de destino… - se lamentaba él.
- Chic…
- Bueno, aunque parezca una zona segura más vale que estemos atentos – advirtió Alexia al ver que los demás empezaban a desperezarse.
- Chicos…
- Pero es que hace días que no dormimos – dijo Yoichi mientras se le escapaba un bostezo.
- ¡¡Chicos!! ¡Escuchadme! – la voz de Yuki resonó en toda la calle y todos se quedaron mirándola sorprendidos. Hasta Leonhart fijó su atención en ella. - ¡Mirad allí! – y todos miraron hacia donde señalaba la chica. Era un edificio bastante grande que estaba algo alejado, pero en el cual se podía leer perfectamente…
- ¡¡¿Instituto Seiko?!! ¿Pero ese no es..?
- …mi instituto! – Yoichi se quedó mudo. - ¡Es verdad! Esta calle me es muy familiar. ¡Paso por ella todos los días! Con el sueño que tengo no me había fijado.
- Qué raro. No creí que repitiéramos mundos tan fácilmente. Quizá sea porque hemos viajado por tus tatuajes – opinó Alexia pensativa.
- Aalaaa… pues puede ser. O a lo mejor a sido gracias a mis maravillosos poderes… - añadió apenada Yuki. El hecho de carecer de cualquier poder le inquietaba un poco. Se veía fuera de lugar.
- ¡Váh! No te preocupes Yuki. Seguro que pronto nos sorprendes con algún truco, ya lo verás – comentó Yik poniéndole la mano en el hombro y dedicándole una gran sonrisa, cosa que tranquilizó a la joven.
- …vale. ¡Ah! – Yuki se puso colorada de repente. – Yik… tu pantalón…
- ¿Mi pantalón? ¿A qué te refieres?
- Se te ve la ropa interior… - aclaró Alexia al ver a lo que se refería Yuki. Yik tenía un pequeño boquete en la parte trasera de su pantalón, seguramente debido al fuego de la última batalla.
- ¡Vaya! Que corte… - él también se puso colorado. – Será mejor que compre unos nuevos, aunque pensándolo bien no se cómo ni dónde
- Yo os puedo llevar de compras – puntualizó Yoichi al instante con una sonrisa. – Recordad que pertenezco a este mundo, y Yuki también. Al abandonar tu hogar llevarías contigo dinero ¿verdad? – preguntó a Yuki, y ésta asintió. – Perfecto, yo también puedo dejaros algo, aunque tendremos que ir a un banco
- ¿Banco? ¿Vamos a descansar primero?– preguntó Yik. Aunque a decir verdad, Alexia y Leonhart tampoco sabían muy bien a qué se refería. Yuki rió.
- No es eso. Venga vamos, te lo explicaremos por el camino. ¿Venís todos, no?
- Sí – respondió Alexia. – Pensándolo bien. Si vamos a estar un tiempo en este mundo, y ya que Yoichi y Yuki vienen de aquí, será mejor que también nosotros compremos ropa nueva para no llamar la atención
- ¡Tiene razón! Vamosss. ¡Seguidme!
Con estas palabras todos se pusieron en marcha tras los pasos de Yoichi. Como era de esperar, parecía conocer muy bien el lugar, y les estuvo contando a todos curiosidades sobre su mundo con la ayuda de Yuki.
Poco tiempo después se encontraban en un gran centro comercial buscando qué tienda sería la más adecuada, ya que no tenían excesivo dinero. Leonhart parecía no estar muy de acuerdo en cambiar de vestimenta e intentaba eludir los comentarios de los demás, aunque poco a poco parecía ceder al darse cuenta de que atraía muchas miradas. Yik, en cambio, más que mirando ropa, se quedaba maravillado con cada elemento de aquel edificio que le parecía tannn gigante para tratarse de una “tienda”, que era lo que esperaba. Alexia tampoco podía disimular su asombro, ya que tampoco estaba acostumbrada, pero prestaba más atención a los consejos de Yuki y Yoichi sobre qué debían ponerse.
- ¡Yik! Mira éstos pantalones, son muy parecidos a los que llevas ahora. Puede que te vengan bien. ¿Sabes qué talla usas? – Yik dejó de mirar al techo para prestar atención a la chica. Al fin y al cabo, estaba siendo bastante considerada al buscarle ropa.
- A verrr…. Pues la verdad es que no sé qué talla podré tener en este mundo. Y en mi aldea casi siempre me han hecho la ropa a medida por estar destinado a la lucha
- Bueno pues… yo creo que esta es la tuya. Ahora lo que tienes que hacer es ir a aquellos probadores para ver si están bien
- De acuerdo. Muchas gracias Yuki – la joven enrojeció haciendo ademán de que no hacía falta el cumplido.
- Espera Yik, llévate esto también. Te he cogido algo de ropa, a ver si te gusta – añadió Yoichi mientras ponía algunas prendas encima del pantalón. – Y para el señor sonrisas… - Leonhart le fulminó con la mirada. - …creo que esto te vendrá bien, aunque la realidad eres bastante alto, pruébatelo mejor – pero éste cogió la ropa sin mirarle y se quedó inmóvil.
- Leonhart. Aunque no quieras hacerle caso a Yoichi, si te vas a quedar la ropa que te ha dado, mejor ponértela aquí que en la calle, ¿no te parece? – comentó Alexia despreocupada, y consiguió que empezara a mirar los probadores, pero aún no se movía.
- A lo mejor te he dado una camiseta de chica y no te darías ni cuenta… - añadió risueño Yoichi como último recurso contra el espadachín, que en efecto fue de mala gana hacia los probadores. – Uf… menos mal. Me estaba arrepintiendo de haber hecho ese comentario, he temido por mi vida – Yuki rió, y Alexia dejó escapar una pequeña sonrisa.
- Yuki. Si te resulta muy problemático escogerme ropa, no hace falta que te molestes, ya miraré yo algo – se sentía algo culpable al ver la cara de indecisión de Yuki. Ésta, al sacar una percha, se puso más roja que un tomate, lo que llamó la atención de Alexia sobre lo que había cogido. Se trataba de una camiseta roja que como mucho medía treinta centímetros, y lucía un escote considerablemente grande. Al darse cuenta de lo que era, Alexia se puso colorada al temerse lo que Yoichi y Yuki estaban viendo en su imaginación. Al instante le arrebató la prenda para ponerla en el otro extremo de la estantería. – Eh… bueno. ¿Qué tal en esa estantería de ahí? – añadió intentando parecer calmada, y siguieron ojeando ropa.
Cuando por fin dieron con algunas piezas, Alexia también se dirigió a los probadores, y Yoichi y Yuki esperaron a que alguno de sus compañeros saliera. El primero fue Yik, que ahora lucía vaqueros negros, una sudadera abierta de rayas y una camiseta blanca debajo. Justo después salieron Leonhart y Alexia: Leonhart, muy serio, llevaba unos pantalones holgados de color negro junto a una sudadera roja con capucha pero sin mangas; mientras que Alexia llevaba una minifalda negra con medias, una camisa rosada y un jersey gris sin mangas encima (con una diadema nueva). Todos tenían un aspecto bastante bueno, y por otro lado, de esa forma no destacarían por las calles debido a sus ropas. Los seleccionadores estaban realmente satisfechos del resultado obtenido, así que tras darle una gomilla a Yik para que se sujetara el pelo pagaron la ropa escogida y se marcharon del centro comercial.
- Mi ropa anterior era bastante más cómoda – opinó pesadamente Leonhart.
- Vaya por dios… el oso yo…
- Ni se te ocurra volver a decirlo. Te lo permití la última vez sólo porque estábamos en una pelea, pero no lo volveré a hacer. Yo que tú me volvía a mi charca como buen renacuajo
- Vaaya… ya decía yo. Pensaba haber visto algo de simpatía en tus actos. Pero bueno, seguiré en mi charquita junto a mis amigos Yoichi y Yuki, que me han elegido una ropa bastante interesante, me gusta. Y g-r-a-c-i-a-s de nuevo por comprármelas. Que sé que alguien no aprendió esa palabra de pequeño…
- ¡Chicos, basta! No debéis pelearos – dijo Yuki apaciguadora. – Hablemos de otra cosa. Alexia ¿al final estás cómoda con la ropa?
- Pues la verdad es que sí. Es ligera y suave. Hacía tiempo que no cambiaba de indumentaria – Yuki sonrió aliviada. Se sentía responsable de que aquel mundo y todo lo que se encontraba en él fuera del agrado de los forasteros, y algo parecido pasaba con Yoichi, que no sabía muy bien a dónde dirigirlos.
Durante un rato estuvieron conversando sobre anécdotas de sus diferentes mundos. Recordaron también lo vivido hasta el momento desde que se encontraron todos en el instituto de Yoichi, y echando en falta la compañía de los perdidos Ichi y Serene.
- ¿Cómo estarán esos dos? Espero que estén bien – comentó Yik algo confuso.
- Y yo… No puedo evitar sentirme culpable. Ojalá hubiera podido controlarlo – se culpó Yoichi
- No le des vueltas a eso. Serene e Ichi sabían defenderse muy bien por lo que vimos. Yo también estaba preocupada por el hecho de que estamos en mundos diferentes y que no tenemos ni idea de cómo encontrarlos, pero si los tatuajes de Yoichi nos separaron, pueden volver a juntarnos en cualquier momento
- ¡Así se habla, Alexia! Seguro que pronto estaremos juntos. Yo estoy muy contento de haberos encontrado. Tuve mucha suerte teniendo en cuenta que no tenía ni idea de qué hacer una vez abandonara mi mundo
- Más me alegro yo. ¡Que de un día para otro he pasado de tener una vida monótona de instituto a estar viviendo unas aventuras extraordinarias con viajeros de mundos! Jamás lo hubiera creído… - en ese momento cayó en la cuenta de algo – Oye Yuki. ¿Te ocurre algo? Estás muy callada
- ¿Eh? Ah… no. Qué va, no es nada. Sólo que…
- Dispara – ayudó Yik haciendo como si su mano derecha fuera una pistola.
- Pues… en realidad no es nada… - la chica aferró con fuerza su libro – Es que yo no tengo… que me gustaría…
- Escúpelo
- … ir a un sitio que he visto antes
------ FIN DEL CAPÍTULO
Por cierto Lex. Me dijiste que Yoichi tenía el uniforme de jin kazama, pero no se muy bien a cual te refieres. Si me pudieras enviar una foto para poder dibujarlo de una vez por todas... xDDDD
Espero que os gustara el capitulo, saludosss
Última edición por
Pictor Iocus el Mar Ene 20, 2009 11:58 am, editado 2 veces en total