Quiero que se sepa que la idea de la música es de Roxas13® y que no se puede usar sin su consentimiento...
Capítulo 6 Miembro XV
Ya hacía rato que Félix había terminado su práctica. Roxas le había enseñado algunas técnicas nuevas, además de que le mostró su enigmática arma.
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-Esta… Es una Llave-Espada. Sólo hay unos pocos elegidos, no sé porque, pero yo soy uno de ellos. Tiene muchos poderes, pero aún no he descubierto ninguno.
-No puedo decir que comprendo, debe ser difícil saber el porqué llevas un arma que sólo elige a pocas personas, si eres un Incorpóreo.- le respondió Félix.
-Bueno, de hecho no es una.- Roxas materializó una Llave-Espada blanca en su mano libre. -Son dos…
-Bizarro. Deben de ser muy útiles.- Félix se dio cuenta de que Roxas tenía la mirada ausente, por lo que cambió de tema: -Oye, ¿Qué te parece si vamos a comer un helado? Ayer trabajé de cartero para ganar unos cuantos platines.
“Una Llave-Espada… No estaría mal tener una, supongo.”
Fueron a comprar los helados de Sal marina, Félix insistió en pagar, puesto que ahora no se sentía tan inútil. Se aparecieron en la torre del reloj.
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-Mañana será tu duelo.- dijo Roxas.
-Lo sé. Estoy muy nervioso. Ustedes, ya sabes, la Organización, me dieron algo, algo que ser, una razón. Quiero mi corazón de vuelta, quiero estar completo. Tal vez… Recuperar algunos recuerdos, no lo sé.- expresó Félix.
-Yo tampoco recuerdo nada. Pero la mayoría de la Organización lo hace.
Félix mordió un trozo de su helado. Se quedó mirando el atardecer. Y entonces a espaldas de Félix, se escuchó el característico sonido que hacen los Incorpóreos al aparecer.
-¿Están aquí y no me han invitado?- dijo Axel, acomodándose la capa.
-Lo siento.- se disculpó Félix. Además de Roxas, Axel era quien había pasado más tiempo con él.
-Malas noticias. Vexen traicionó a la Organización. He tenido que ejecutarlo.-dijo Axel, mientras se sentaba al lado de Félix.
-¿Vexen? ¿Siendo uno de los Altos?- preguntó Félix.
-Así es.
-¿La Organización cambiará de nombre? Espera… No lo haría, está Xion. ¿Por qué no se llama Organización XIV?
-No lo sé. El Superior tendrá sus razones.
-¿Y si me hago miembro?
-Tal vez cambie. No lo sé.
- Mañana será la decisión.
Hablaron de varias cosas más, del tipo de cosas que hablan los amigos. Se terminaron sus helados y luego cada quien volvió a sus hogares. Félix lavó sus ropas en la posada.
“Mañana tal vez no vuelva a esta habitación.”
Se acostó sobre su cama, mirando al techo, dejándose llevar por las tranquilas olas de su soñar.
Y durmió tan nervioso cómo nunca lo había hecho… o recordara…
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Al día siguiente, se vistió y se apareció en el Mundo Inexistente. Tomó aliento y empujó las enormes puertas, sus pasos resonaron en el enorme salón y la puerta hacia la Sala de los Tronos se materializó frente a él.
Sólo nueve miembros estaban presentes, había algo distinto esta vez. El centro de la habitación estaba más elevado de lo normal, formando un ruedo. Una extraña máquina azul estaba acomodada en el centro.
-Sé bienvenido de nuevo, Xefil. Hoy será el día en que la decisión será tomada. Ese artefacto que ves- señaló la máquina azul -será tu ruleta hoy. Señalará quien será tu oponente hoy. Adelante.
Félix se materializó en el centro del ruedo, vio que el bizarro artilugio tenía un enorme botón. Miró a Roxas, quien asintió con la cabeza. Félix presionó el botón, y una esfera de luz empezó a girar con rapidez sobre las cabezas de los miembros de la Organización. Poco a poco, la velocidad fue aminorando; Félix creyó que iba a detenerse en Xion, pero con el último impulso, la ruleta se detuvo en Xemnas…
“¡Debes estar bromeando, me tocó luchar contra el Superior!”
Xemnas se apareció en el centro del ruedo y de sus manos aparecieron dos sables de luz.
-En guardia, Xefil…-
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Félix materializó su espada, y sin que nadie se diera cuenta, también sus dagas en la cintura. La ruleta desapareció, luego de la nada se escuchó un gong.
Xemnas fue muy rápido para Félix, a quien atacó con uno de sus sables. Félix se apartó, pero se había hizo un corte en la mejilla. Intentó atacar con un giro recto, pero Xemnas desapareció para reaparecer por el lado contrario.
-¿Podemos aparecernos?- preguntó Félix, sin bajar la guardia.
-Sólo una regla: Quien caiga del ruedo pierde.
Xemnas dio un salto enorme, imposible para las habilidades humanas. Félix intentó hacer lo mismo, pero sólo logró un salto ordinario. De pronto sintió una corriente de aire: Se apartó justo a tiempo; el ataque de Xemnas sólo había logrado rasgar su ropa. Félix se materializó en la cima de la cúpula y luego se dejó caer con la espada apuntando hacia Xemnas, quien aún seguía buscándole por el suelo.
“¡No! ¡Si no se da cuenta, lo mataré!” pensó Félix, preocupado.
Se desvió un poco hacia la derecha y sus espada asestó en el suelo, soltando chispas.
-¡No tengas piedad con tu oponente!- gritó Xemnas, quien le logró dar un golpe en la pantorrilla.
Entonces Félix abrió el Camino de la Oscuridad, pero en lugar de pensar en un destino, corrió dentro de él, abriéndolo y cerrándolo continuamente. El resultado fue increíble: Solamente aparecían imágenes vagas de Félix alrededor del ruedo, lo cual logró confundir a Xemnas. Finalmente se apareció por detrás de su oponente y le dio un fuerte golpe; la parte inferior de la capa de Xemnas cayó al suelo, mojada en sangre.
Luego Félix recordó uno de sus entrenamientos con Roxas:
-Piensa en tu elemento. ¿Con qué te identificas?
-No lo sé. ¿Tú?
-Personalmente, con la luz.
-Pues… Yo no lo sé. ¿Por qué preguntas?
-Porque tenemos distintas habilidades: Controlar un elemento, mandar a un tipo específico de Incorpóreo…
Fuera de sus recuerdos, Félix apuntó con la espada a Xemnas y gritó con todas sus fuerzas:
-¡¡¡AERO!!!
Ambos luchadores salieron despedidos por una fuerte corriente de aire. Xemnas se estrelló con un estruendo en la pared y luego cayó al suelo, mientras que Félix cayó sobre uno de los tronos vacíos…
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-Bienvenido a la Organización XV. Xefil, miembro XV.- dijo Xemnas.
Félix se encontraba parado en el centro de la habitación, con su recién adquirida capa puesta. No pudo evitar una sonrisa ni decir.
-Estoy listo para mi próxima misión…
Espero que les haya gustado! Y Repito: IDEA DE MÚSICA POR ROXAS13®
Siguiente capítulo: Gárgolas de plata.
-¿Me obedecerán?- preguntó Félix, observando los Incorpóreos. ¿Cómo había podido considerarlos feos?
-Ajá. No hay un método exacto para mandarles. Solamente... Tu mente, transmitirles tus pensamientos- explicó Xion...