Bajé tras Nadhia por la colina hasta llegar a las Terrazas. Me sentía nerviosa, y Nadhia parecía preocupada por mí, ¿cómo le diría lo que me pasó sin que se preocupase? No quería darle problemas, pues el Reapers Game terminaría acabando con nosotras si perdíamos el control... Los Reapers aprovecharían esa situación sin dudar, aunque hasta ahora no nos habíamos topado con ninguno, estábamos de suerte. ¿Se habría topado Ragun con algún Reaper? Él también era de Bastión Hueco, por lo que no tenía sentido que nos atacasen...
Calma, Saeko, tienes a Gengar y a Nadhia, no debes perder los estribos de esta forma. Seguro que ella me ayudará. ¿Acaso no confías en ella? ¿Y si fuera todo una ilusión de algún enemigo, tan débil soy yo?Eso quería pensar, pero en mi interior sentía como iba muriendo, como si todo lo que hubiese hecho anteriormente desde que estaba en Espacio Paranoico quedara en la nada. Me estaba transformando en otra persona, tenía miedo de perder a Gengar o a Nadhia si eso llegase a suceder... Y cuando alcanzara la Verdad, podría pasar a ser alguien completamente distinta. Miedo, eso era lo que tenía.
A pesar de todo, el maestro Ryota no parecía tan asustado por la idea, él quería conocimiento y poder. ¿Debía seguir su camino? ¿Enfrentarme y hundirme en la Oscuridad sola? Aunque dejase solo a Gengar, no tenía alternativa...
Mi corazón era débil, a diferencia del que poseía Nadhia.
Nadhia... Gengar... No podría soportar vuestra pérdida, junto a vosotros he sentido cosas que me han dado fuerzas para seguir adelante.Mientras descendía, me había olvidado por completo del Reapers Game, del mundo, de mis compañeros, de todo. Otro pensamiento invadió mi mente.
"...y para eso, lo primero que necesitas es Poder, Saeko."¿Para qué iba a necesitar yo poder? ¿Para qué? ¿Quién era aquel tipo? La respuesta era fácil, yo misma había encontrado la respuesta hace pocos minutos.
Mi corazón era débil.
Estaba a punto de derrumbarme allí mismo, no podía continuar. Estaba hecha pedazos por dentro, las dudas y la frustración me iban devorando, lenta pero inexorablemente. Pese a todo, debía aguantar, Nadhia y Gengar me acompañaban, era invencible junto a ellos, podríamos atravesar cualquier obstáculo, incluso si eso significaba enfrentarnos a todos los Reapers esos allí mismo. Sí, mi corazón se hizo fuerte cuando Nadhia me abrió los ojos, pero a la vez me hice más vulnerable. ¿Tanto me había afectado una visión de nada?
¿Sería lo suficientemente fuerte como para averiguar la Verdad y no volverme loca? Tenía que seguir al maestro Ryota, pese a sus acciones, tan criticadas por Nadhia, parecía seguro de sí mismo y no temía el poder ni el conocimiento. Gengar... Nadhia... Ryota... Todos me daban motivos para seguir adelante, pese a que fueran tan diferentes los unos de los otros.
Pero mi aliado más importante... Aquel que había olvidado en cuanto salí de las garras del PCM, era...
Al pasar por la fuente de antes pude ver un reflejo en el agua, me pareció familiar y extraño, es más, ¿de quién era ese reflejo si no había nadie ante el agua? En cuanto aproximé un poco pude presenciar algo que me dejó sin habla.
Yo me reflejaba en el agua.
¿¡Pero qué!?Mi figura, sonriente, desapareció a los pocos segundos, más bien parecía ser sustituida por otra más alta, cabello rubio, mechón de pelo azul, gafas, ropa blanca... En efecto, era la persona que había visto en aquella visión extraña.
Gengar me observó, preocupado, estaría pensando que se avecinaba algo no muy agradable. Yo retrocedí varios pasos hacia atrás, me quedé blanca por completo. ¿Me había vuelto completamente loca? Imposible, tenía que ser algún truco de los Reapers, ¿¡y por qué retrocedía!?
Porque era débil.
—
Imposible... Nadhia, ¿tú ves lo mismo que yo? —Pregunté, observándola durante un instante para ver su reacción.
Todo fue para peor, el reflejo de aquel sujeto extendió su brazo, logrando salir del agua de la fuente. ¿Qué locura era esa? ¿Algún Reaper nos había localizado y nos atacaba mediante ilusiones? Andrei con sus cartas no era capaz de eso, ni Shinju, pues pudo haberlo hecho el día anterior. ¿Qué estaba pasando? Gengar observaba la escena tan impresionado como yo, aunque no estaba asustado, se preparaba para el ataque y para defenderme. ¿Por qué huía? Debía deshacerme de esos pensamientos.
¿Acaso los Reapers se atrevían a jugar con mi mente, había sido todo mentira desde el comienzo? ¿Un ataque inesperado para hacer mella en la relación que tenía con Nadhia? El tipo emergió completamente, no tenía agua encima, ¿era una ilusión? ¿Una broma de mal gusto? Simplemente, se habían pasado si ese fuera el caso. ¿Diversión? ¿Qué gracia tenía aquello? Yo no le veía ninguna.
Apreté los puños con fuerza y grité con todas mis fuerzas al aire, completamente furiosa.
—
¡¡Dejad de jugar de una puta vez conmigo, cobardes!!¡Salid de una vez y dejaos de tonterías! —Obviamente, me refería a los Reapers.
Caí de rodillas al suelo, destrozada. Para descargar aquel cúmulo de sentimientos que me amargaba por dentro comencé a golpear la tierra del suelo con fuerza. Un puñetazo tras otro, sin descanso. Cualquier que me viese diría que me estaba volviendo loca.
—
Así que vosotras me habéis traído. Gracias. ¿Hay algún modo de compensároslo? —Habló mientras se colocaba las gafas correctamente, era real. O eso parecía.
No se trataba de ninguna ilusión, ¿era acaso él mismo un Reaper? ¿Qué locura era esa? ¿Jugó con mi mente en la colina? Me levanté rápidamente con un rostro invadido por la ira y la furia.
—
¿¡Quién... Quién eres tú!? ¿¡Para qué me dijiste que necesitaba Poder!? ¿¡Acaso me conoces!? —En ese momento recordé que Nadhia y Gengar se hallaban allí, los había olvidado por completo. Y sentí que aquella situación se había desembocado por mi culpa. No podía permitir que Nadhia cayese por mí, jamás de los jamases. Ella valía más que yo, a diferencia de mí, que dudé de su confianza en la colina. Me giré hacia mi compañera y la agarré por ambos hombros. Mirando sus ojos directamente. Ella podía notar la desesperación e incertidumbre que tenía en mi interior, quizás se preocupase.—
Nadhia... Todo esto ha pasado por mi culpa. En la colina, junto a aquel dolor de cabeza tuve una visión algo confusa, en ella aparecía él hablando conmigo, no quise decirte nada para no preocuparte, dudé de ti. Y ahora... te he puesto en peligro de algún modo, pues este tipo está relacionado conmigo. Tú no mereces caer por alguien como yo, así que ve a por el tren, siempre fue importante para ti, ¿cierto? —Lloré, no podía aguantar más. Quería serle útil a alguien, y Nadhia no caería por mi culpa.
Me volví hacia aquel sujeto. Con determinación, pero a la vez mucha inseguridad en mi mirada, quería preguntarle muchas cosas, pero no podía poner a Nadhia en peligro.
—
¿¡Y bien!? ¿¡Es que no vas a responder!? ¿¡Eres un Reaper o algo!? ¿¡Jugaste con mi mente o lo de la colina fue cierto!? ¡¡Responde!! —Grité, usando casi todas mis fuerzas, estaba debilitada. Aquello me superaba ya. Las lágrimas se fueron secando con el viento.
—
Demasiadas preguntas. ¿Qué tal si lo arreglo haciendo que olvidéis que me habéis visto? Por supuesto, no puedo hacerlo desde aquí, pero existen métodos más... Eficaces de manteneros en silencio. —¿De qué hablaba? ¿Quién se creía que era para ignorarme de aquella manera?
Inmediatamente una luz nos cegó. Del origen del destello, había nacido una extraña criatura, esta portaba dos espadas, o katanas, en cierto modo parecidas a la que portaba yo antes de llegar a este sinsentido.
—
¿Un Sincorazón? ¿Un habitante de éste mundo? —Fuera lo que fuese, no tenía aspecto de ser débil. Y me fijé en los símbolos que llevaba tatuados en ambos brazos, eran blancos, me recordó vagamente a los que portaban los Sincorazón, pero éstos no se parecían en nada. No era humano, estaba claro.
Observé a Nadhia y a Gengar, no podía permitir que sufrieran por mi culpa, fuera lo que fuese aquello, la situación se desencadenó por mí, quizás el Reaper observara nuestra conversación y nos manipulara en la colina, o quizás fuese cierto y debido a la visión que tuve surgiera aquel ser ante nosotras.
No podían perder por mi culpa, aunque Gengar estaba atado a mí por el propio Reapers Game. Empujé a Nadhia hacia la salida, con la intención de que huyera de allí cuanto antes.
—
Nadhia, huye. —Mi voz se calmó, ya no estaba desesperada, tenía que enfrentar la situación.—
Ve a por ese tren, y encuentra un compañero con el que realizar un Pacto antes de que se acabe el día. No permitiré que por mi culpa ahora caigas tú también. Debo enfrentar a mi Oscuridad yo sola.Estaba dispuesta a ser eliminada si con ello Nadhia se salvaba. Gengar se aproximó a Nadhia y asintió con su cabeza, dando a entender que era la mejor opción.
—
¡No pienso dejarte aquí! ¡Estamos juntas en esto! —Respondió. No supe qué contestar, giré la mirada hacia otra dirección.
—
Elimínalas. —Ordenó a la par que retrocedía para evitar verse involucrado en el combate.
La criatura obedeció sin rechistar y se preparó para el combate. En ese instante recordé que mi mejor aliado siempre había yo misma, mi corazón, era lo que me permitió sobrevivir en Espacio Paranoico junto con el apoyo de Gengar.
Nadhia hacía que mi corazón fuese fuerte, acabaría con esa cosa y le sacaría respuestas a ese tipo como fuera.
—
Bien, acabemos con esto, y si quiere que le saquemos respuestas por las malas, así será. Gracias. —Susurré la última palabra, que iba dirigida hacia Nadhia. Tanto Gengar como yo nos quedamos cerca de ella, intentando cubrirla por si el enemigo se acercaba para atacarnos.—
Parece que se basa en habilidades cuerpo a cuerpo, estando a distancia no corremos peligro. Habrá que analizar bien sus movimientos y atacar cuando baje la guardia. Nadhia, confío en ti, y esta vez es de verdad. —Le sonreí, un poco avergonzada por aquella frase.
Si aquella criatura osaba acercarse lo suficiente como para ponernos en peligro con sus armas, utilizaría una
Flama Tenebrosa* en su cuerpo para aturdirlo y alejarme lo necesario de él junto a Nadhia, lo necesario para evitar que nos atacase directa e inmediatamente. Gengar nos cubriría a ambas en todo momento y, si tenía la ocasión, le intentaría quitar una de sus katanas para ofrecérmela a mí.
Off-Rol: Con Flama me refiero a Raiza Tenebrosa, es que como se ha cambiado en el manual del rol pero en el menú del móvil no, pues prefiero aclararlo, me refiero a esa habilidad.