[Espacio Paranoico] En busca del corazón

TdP: Neru, Saxor y Lyon - BH: Celeste

La aparente traición de Tierra de Partida en un acuerdo de paz provocó el anuncio de la guerra por parte de Bastión Hueco. Los aprendices deben enfrentarse entre sí, entre antiguos amigos y compañeros. ¿Cómo lograrán sobrevivir cuando otras amenazas acechan?

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro, Sombra

[Espacio Paranoico] En busca del corazón

Notapor Nell » Jue Jul 02, 2015 11:50 pm

Bastión Hueco


Hacía poco tiempo que Celeste había llegado a Bastión Hueco. Sin embargo, ya había sido llamada por el recién contratado psicólogo Pepito Grillo, que hacía un seguimiento a cada aprendiz de la organización para asegurarse de que tenían la cabeza en su sitio. La razón de que se hubiera fijado en ella tan pronto era un misterio. Aquella mañana, la citó a mediodía para que se presentaran mutuamente.

Mi nombre es Pepito Grillo. Vuestros Maestros me han contratado para ayudaros en lo que pueda. Distinguir entre el bien y el mal no es tan sencillo como parece. Soy una conciencia y, como tal, te ayudaré siempre que necesites una guía.

Pepito Grillo, un animal trajeado y con una afable sonrisa, parecía aún más diminuto sobre la mesa en la que tenía que ponerse para quedar a la altura de la cintura de Celeste, sentada frente a él. Le pidió que se presentara y le preguntó si quería hablar sobre algo en particular. Además, le dejó algo muy claro: si en algún momento no quería responder a sus preguntas o asistir a las citas, era libre de saltárselas. Más de uno lo hacía. A él le pagaban por horas, aunque estaba triste por no poder ayudar más.

Hiciera o no una propuesta, Pepito tenía una sugerencia especial:

¿Quieres que hablemos de lo que pasó cuando conociste al Maestro Ryota? ¿Qué ocurrió y cómo te sentiste?

Tal y como le había dicho antes, Celeste podía ignorar la pregunta o contestarla. En cualquier caso, a los pocos minutos, fueron interrumpidos por Diana, una aprendiza con la que quizá la chica se hubiera topado ya por los pasillos o de la que hubiera oído hablar.

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Siento interrumpir. ¿Puedo llevarme a Celeste? ―preguntó con amabilidad.

Sí, claro ―contestó, mirando dubitativo a su paciente—. Nos vemos otro día, si quieres.

Después de que se despidieran de Pepito Grillo, Diana la guio por los pasillos hacia su destino, sin decir ni mu. Si estaba o no interesada en la sesión que había mantenido con el psicólogo, no dio muestras de ello. Entraron a una habitación oscura, donde otra de las aprendizas veteranas tecleaba en un ordenador, enfrascada en su tarea.

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La sala parecía específicamente hecha para el uso de ese ordenador. El teclado era extensísimo, y el aparato estaba conectado a una estructura circular en el lado opuesto de la pared. Diana observó el círculo con cautela, como si fuera a comerla.

¿A quién has traído? ―preguntó Alexis, sin apartar la vista de la pantalla.

A la nueva aprendiza de Ryota.

Después de unos cuantos segundos más en silencio, Alexis finalizó lo que fuera que hacía y se giró hacia Celeste, mirándola de arriba abajo.

Servirá, seguramente. Mi nombre es Alexis, encantada ―se presentó, apoyando el peso sobre su inseparable paraguas―. ¿Te ha dicho Diana por qué estás aquí?

He preferido esperar a que tú misma se lo contaras ―declaró Diana, ganándose una mirada ceñuda de la aprendiza.

El caso es que hemos detectado... Diana ha detectado ―corrigió, cuando la aludida arqueó una ceja― una brecha de seguridad en nuestro sistema informático. Verás, seguramente no lo sepas, pero existen varios mundos digitales donde viven programas, en vez de humanos. Podemos acceder a ellos a través de este tipo de dispositivos ―señaló la estructura de la pared―, pero otros también pueden hacerlo. ¿Te ha hablado alguien de qué es Tierra de Partida?

Alexis esperó a que Celeste le explicara qué sabía exactamente (luego compensaría su información) antes de continuar:

Sería peligroso que crearan una vía de acceso a nuestro castillo mediante ese mundo. Y muy útil que fuéramos nosotros quiénes nos hiciéramos con una unidireccional. El mundo del que te hablo se llama Espacio Paranoico y últimamente no permite ningún tipo de acceso a los usuarios. Es decir, a nosotros. Antes podíamos entrar incluso si los programas del mundo eran hostiles. Quiero averiguar qué está sucediendo exactamente en él y cómo podemos aprovecharlo. Y para eso, te necesito.

»Por supuesto, he conseguido crear una entrada alternativa. Consiste en cargarte dentro del mundo con una identidad falsa, que corresponda a un programa y no a un usuario, como ha sido lo habitual. Como no existen registros de ti en su base de datos, será muy difícil que te detecten. En cambio, tanto Diana como yo hemos estado dentro y podrían descubrirnos. Por eso eres una de las pocas ahora mismo que podría hacerlo. ¿Qué me dices? ―le preguntó, finalmente, su opinión―. Sé que no es una misión oficial procedente de un Maestro, pero te dará méritos cuando les expliquemos nuestra iniciativa. Shinju, la Maestra, nos apoya, aunque no reportará nada hasta que no tengamos resultados.

»Ni Diana ni yo podremos entrar contigo, así que te ayudaremos en lo que podamos desde aquí. Si en algún momento quieres escapar, te buscaremos una salida. Además, creo que he encontrado un programa que te ayudará desde dentro.

Diana carraspeó y añadió:

He buscado algún otro novato, pero están todos ocupados y no sé quién habrá entrado ya al mundo y quién no. Lo siento, estás sola.


Tierra de Partida


Había pasado una semana desde la repentina desaparición de Akio. Nadie sabía adónde había ido, ni por qué no había vuelto. Era un secreto a voces que los Maestros estaban preocupados, aunque se rotaban los horarios de entrenamiento que habían correspondido al Maestro niño y daban largas a quienes preguntaban por la búsqueda.

Uno de los rumores más extendidos es que alguien de Bastión Hueco lo había matado. Estaban en guerra, al fin y al cabo. Hasta que no encontraran su cuerpo o el bando rival confesara el asesinato, no averiguarían la verdad. Por supuesto, no era la única teoría que se barajaba. Había de todo, desde el bulo de que alguno de sus aprendices se había vengado de su despotismo encerrándole en uno de los muchos sótanos de Tierra de Partida, hasta el de que se había hartado de ser Maestro y se había ido a Islas del Destino para estudiar.

El hecho es que no había noticias sobre él. Ni una mísera pista.

Aquel día, les llegó a mediodía un mensaje a Neru, Saxor y Lyon (por móvil o carta) que no tenía ningún tipo de relación con Akio, pero que desde luego les interesaría:

Sé tu secreto, novato. Si no vienes a la sala del ordenador cagando leches, lo colgaré en Tuipper para que seas el hazmerreír del comedor en la cena.


Cuando llegaron a la habitación, les esperaban dos personas. Una de ellas la reconocerían como Simon, el confiable amigo de la Maestra Rebecca, quien tenía una Nave Gumi propia y solía proveer de suministros a Tierra de Partida. La otra era una joven de unos diecisiete años, que miraba el ordenador y el láser digitalizador con muchísima curiosidad. Los tres podían intuir que no se trataba de ninguna aprendiza, puesto que no la habían visto nunca.

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Verían también que Simon estaba tenso y claramente alejado del ordenador. En la pantalla de este, se veía un mensaje de advertencia de intrusos parpadeante, y que emitía un irrisorio pitido.

Hola, muchachos. Soy Simon, por si no me conocéis. Siento la mentira, no conozco ninguno de vuestros secretos y, creedme, de saberlos, no os avisaría. Estarían ya en Tuipeer y serían TT en Tierra de Partida ―les aseguró, mientras se le escapaba una sonrisa nerviosa―. Necesitaba la ayuda de varios aprendices y Becca me ha dado vuestros nombres, puesto que estáis libres hoy y os cree capaces. Seguro que habéis escuchado hablar de la desaparición de Akio; pues bien, tenemos una pista. Ella ―señaló a la chica, que en ese momento se estaba acercando demasiado al láser―. ¡No toques eso! ¡Aún no sabemos cómo de peligroso es! ―le advirtió, alejándola de la pared.

Ah, perdona, no sabía que se podía activar ―se disculpó, antes de volverse hacia los aprendices―. Mi nombre es Hime. ¿Y los vuestros?

En cuanto acabaron las presentaciones, continuó:

Soy la hermana de Akio y vivo en Ciudad de la Navidad. Hace unas horas, recibí este mensaje suyo ―explicó. Sacó el móvil y tras toquetearlo un poco, les mostró la pantalla. En ella, ponía: Avisa Orden. Estoy en Coso―. Llamé a Simon para que me fuera a buscar y ambos vinimos aquí para investigarlo.

No sé si lo sabréis, pero el Coso es un espacio digital que se habilitó hace tiempo en el mundo de Espacio Paranoico con datos de antiguos enemigos para que los aprendices practicaran con ellos. Se bloqueó sin más hace unos meses. No se sabe por qué, así que Kazuki y Akio lo estaban investigando. He llegado a la conclusión de que en uno de esos intentos por ponerlo en funcionamiento de nuevo, algo le ocurrió a Akio y ahora está dentro de Espacio Paranoico ―expuso―, porque el mundo se ha cerrado completamente en banda. Es imposible acceder a él y eso nunca había pasado, aunque siempre hubiésemos tenido problemas como usuarios. Kazuki habrá estado tan liado en la búsqueda en otros mundos que no se habrá dado cuenta. He llamado a Becca y nos ha dado permiso para inspeccionarlo mientras ella vuelve.

El mundo ahora mismo es inaccesible, como ha dicho Simon, pero creo saber la forma de colaros ―intervino Hime―. Me gustaría ayudaros tanto como fuera posible. Y si queréis, acompañaros ―propuso, para que lo decidieran ellos mismos.

¿Qué? ¿Os atrevéis? ―les retó el conductor.


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Primera ronda, por lo que podéis usar algún turno de más para presentaros, si queréis. Y plantear preguntas, claro.


Fecha límite: 7 de julio.
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Awards 2010-2011, 2012, 2013, 2014 y 2015
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Re: [Espacio Paranoico] En busca del corazón

Notapor Darkness Seeker » Vie Jul 03, 2015 12:44 pm

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Los días en Tierra de Partida se volvían más y más demoledores a medida que pasaban. Entre lo poco que dormía por culpa de mis pesadillas y las últimas misiones no daba a vasto. para colmo, hacían ya varios días que mi propio maestro, Akio, conocido como el "Rey del Paintball", había desaparecido sin dejar ni la más mínima señal.

Lo extraño, es que incluso los demás maestros parecían desconocer su situación, pues trataban de evadir las preguntas sobre su situación durante los entrenamientos y clases que el joven maestro debería de estar dando. Como era de esperar, no tardaron en surgir los rumores más terribles sobre su desaparición, como la posibilidad de que hubiera sido asesinado por maestros de Bastión Hueco. Obviamente no les hacía ni el más mínimo caso, al fin y al cabo, eran rumores. O eso esperaba.

La cuestión, es que pronto averiguaría algo sobre su situación de una forma curiosa, para ser precisos, con una carta:

Sé tu secreto, novato. Si no vienes a la sala del ordenador cagando leches, lo colgaré en Tuipper para que seas el hazmerreír del comedor en la cena.


¿Mi secreto?—me pregunté mirando la carta en busca de más pistas—¿De qué diablos estará hablando?

Tratando de encontrarle lógica a aquél mensaje le di mil y una vueltas, sin encontrar pista alguna. Tampoco parecía que estuviera equivocado o que fuera para otra persona, pues el sobre dejaba claro mi nombre. Aún dudoso, bajé las escaleras de la Fortaleza de la Luz en busca de respuestas. Lo que me encontré en la entrada fueron otros dos aprendices, que quizás podrían haber llegado incluso casi a la vez que yo. Uno de ellos ya lo conocía, se trataba de Saxor: un chico con el que descubrimos los secretos de la Torre de los Misterios unas semanas atrás. Del otro aprendiz no tenía ningún recuerdo, probablemente porque no lo hubiera visto jamás.

¿Vosotros también estáis aquí por un "secreto" o algo así?—le pregunté a los dos aprendices, para luego dirigirme al desconocido —.Soy Neru, un placer.

Una vez entramos, la Sala de Ordenadores tenía ya a dos invitados en ella. Uno era un hombre algo mayor, aunque no demasiado, y el otro era una chiquilla de mi edad, que miraba los ordenadores curiosa, como si nunca hubiera visto uno. La cosa es que aquella sala me traía recuerdos, y no muy buenos precisamente. Para ser exactos, del caso "DATASTREAM", en el cuál nos vimos atrapados en un mundo digital y nos enfrentamos a un programa increíblemente poderoso, del cuál aún sigo preguntándome quién sería y que motivos tendría para atacarnos.

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Hola, muchachos. Soy Simon, por si no me conocéis. Siento la mentira, no conozco ninguno de vuestros secretos y, creedme, de saberlos, no os avisaría. Estarían ya en Tuipeer y serían TT en Tierra de Partida ―comentó con una sonrisa picarona―. Necesitaba la ayuda de varios aprendices y Becca me ha dado vuestros nombres, puesto que estáis libres hoy y os cree capaces. Seguro que habéis escuchado hablar de la desaparición de Akio; pues bien, tenemos una pista. Ella. ¡No toques eso! ¡Aún no sabemos cómo de peligroso es! ―le advirtió, alejándola de la pared.

Ah, perdona, no sabía que se podía activar ―dijo la joven algo desilusionada―. Mi nombre es Hime. ¿Y los vuestros?

El mío es Neru, un placer. ¿Qué es lo que sabemos de Akio?

Soy la hermana de Akio y vivo en Ciudad de la Navidad. Hace unas horas, recibí este mensaje suyo:

Avisa Orden. Estoy en Coso


Llamé a Simon para que me fuera a buscar y ambos vinimos aquí para investigarlo.

¿"Estoy en Coso"?—le pregunté a la chica que al parecer era ni más ni menos que la hermana de Akio. La verdad es que no sabía siquiera que tenía familia.

No sé si lo sabréis, pero el Coso es un espacio digital que se habilitó hace tiempo en el mundo de Espacio Paranoico con datos de antiguos enemigos para que los aprendices practicaran con ellos. Se bloqueó sin más hace unos meses. No se sabe por qué, así que Kazuki y Akio lo estaban investigando. He llegado a la conclusión de que en uno de esos intentos por ponerlo en funcionamiento de nuevo, algo le ocurrió a Akio y ahora está dentro de Espacio Paranoico, porque el mundo se ha cerrado completamente en banda. Es imposible acceder a él y eso nunca había pasado, aunque siempre hubiésemos tenido problemas como usuarios. Kazuki habrá estado tan liado en la búsqueda en otros mundos que no se habrá dado cuenta. He llamado a Becca y nos ha dado permiso para inspeccionarlo mientras ella vuelve.

El mundo ahora mismo es inaccesible, como ha dicho Simon, pero creo saber la forma de colaros ―intervino Hime―. Me gustaría ayudaros tanto como fuera posible. Y si queréis, acompañaros.

¿Qué? ¿Os atrevéis?

¡Claro! Pero...—me dirigí a Simon—.¿Estamos hablando del mismo mundo en el que "Erased.data" nos intentó matar a todos hace unos meses, durante el "DATASTREAM"? De ser así quizás podríamos buscar dentro la ayuda de Quorra o de los caballeros de la Orden que nos ayudaron por aquel entonces...

Sobre tu propuesta de acompañarnos Hime... no sé si será buena idea. No me malinterprete, sólo lo digo porque el mundo podría estar repleto de sincorazón o programas hostiles. Además, si el mundo está bloqueado tal y cómo decís, es posible que necesitemos ayuda externa para salir una vez encontremos a Akio.

En realidad, en principio no tendría mucho problema con que viniera o no, pero... Como le pasara algo Akio caería con furia visigoda y armado con blásters de agua sobre nosotros tres. La decisión corría a cargo del grupo.

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Un placer rolear con vosotros ^^

En general Neru no tiene problema con que se venga Hime o no, sólo expone esos detalles. En caso de que Saxor y Lyon comenten buenas razones para que se venga, postearía de nuevo para dar mi visto bueno final~
LET YOUR HEART SURRENDER BY THE DARKNESS¡

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Logros ~ Neru
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Re: [Espacio Paranoico] En busca del corazón

Notapor Denna » Sab Jul 04, 2015 6:09 pm

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Esto no tiene nombre.

El día había empezado como cualquier otro. De hecho, no tenía la menor intención de variar mi rutina, que consistía en leer hasta desfallecer en la biblioteca, entrenar un poco, y leer todavía más. Vale, quizás no tuviese una vida passionnant, pero era mejor que pulular por la Corte de los Milagros como un fantasma.

¡Ya sabía que las cosas en Bastión Hueco serían muy distintas en comparación a París! Por eso mismo leía tanto, por eso me esforzaba en aprender, y por eso había optado por un cambio de vestuario más acorde a mi nueva vida como portadora. Tenía que integrarme. Adaptarme a las costumbres de ese nuevo y curioso mundo, por extrañas que me parecieran.

Pero todo tenía su límite. Y un insecto trajeado y parlante que pretendía ejercer como médico para mi cabeza no entraba dentro de ese límite.

Mi nombre es Pepito Grillo. Vuestros Maestros me han contratado para ayudaros en lo que pueda. —Sí, prácticamente ya podía ver a Ariasu muerta de risa. Apostaría un brazo a que todo aquello había sido idea de la Maestra del sombrero gracioso—. Distinguir entre el bien y el mal no es tan sencillo como parece. Soy una conciencia y, como tal, te ayudaré siempre que necesites una guía.

Ésta me la pagas, Ariasu,” juré, mientras Pepito me pedía que me presentara y me indicaba que no tenía por qué responder a algo que considerara violento. Pero, ¿qué clase de preguntas podía esperarme de un grillo? ¿Preguntas sobre mi pasado? ¿Sobre mi mundo? ¿Sobre mi familia?

A pesar de lo absurdo de la situación, opté por quedarme. Tenía la opción de irme cuando quisiera, pero me picaba la curiosidad.

Bueno, eh… muchas gracias, supongo —balbuceé—. Me llamo Celeste, y vengo de la Cité des Cloches. R-recién llegada —añadí, intentando dar a entender de la forma más sutil posible que no estaba acostumbrada a tratar con médicos grillo—. Y no tengo ni idea de qué quiere que hablemos, la verdad…

Para bien o para mal, mi autodenominado psicólogo sí que parecía tener ideas.

¿Quieres que hablemos de lo que pasó cuando conociste al Maestro Ryota? ¿Qué ocurrió y cómo te sentiste?

¿Sólo eso? ¿En serio? —pregunté, soltando una carcajada de puro alivio—. Oh, l-lo siento si le he ofendido, es que no me esperaba una pregunta tan… —Alcé la mano en un gesto dramático y dejé la frase en el aire—. Bueno, a lo que iba.

»Supongo que le conocí de la forma en que todos conocen a sus Maestros: metiéndome en problemas de los que no podía salir por mí sola. En mi caso, una pelea un contre un con un Sincorazón. Y poco más. Después de eso quise enterarme de qué ocurría con esos “demonios”, como los llamaba yo, y acabé aquí gracias a mi curiosidad.

Me encogí de hombros dando por finalizada la historia; si bien era un resumen bastante pobre, no veía la necesidad de dar más detalles.

Esperé a que Grillo comentara algo al respecto —o quizás hiciese otra pregunta—, pero apenas habían pasado unos minutos cuando una chica rubia y de ojos grises hizo acto de presencia, trayendo más sorpresas consigo:

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Siento interrumpir ―dijo con dulzura―. ¿Puedo llevarme a Celeste?

Sí, claro. —Grillo sólo vaciló un segundo antes de mostrarse conforme—. Nos vemos otro día, si quieres.

La llegada de la chica que preguntaba por mí me sorprendió tanto que tardé un poco en asentir. Me puse en pie y me despedí con la mano mientras la seguía por los pasillos, mirándola de reojo. ¿Debía conocerla? Ella sabía mi nombre, pero no era Maestra, de eso estaba segura. Caminaba en silencio con una gracia y una seguridad envidiables, y no hizo un solo comentario respecto a la sesión; quizás por educación, quizás porque no le importaba.

Perdona —acabé por decir, harta del silencio—, pero es que ahora mismo no recuerdo cómo te llamas. ¿Hemos hablado antes..?

Me sabría mal que se ofendiera, pero no me gustaba nada no saber el nombre de alguien. Ironías de la vida, supuse.

Al final entramos en una habitación que aún no conocía, oscura y llena de máquinas raras que trasteaba una segunda chica. Identifiqué un ordenador, ya que había leído un poco sobre ello en la biblioteca, pero las demás seguían siendo un misterio. Cuando me acerqué más, reconocí a Alexis, otra aprendiza a la que recordaba por su aspecto peculiar. Su pelo azul de punta, concretamente.

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¿A quién has traído? ―preguntó sin dejar de teclear.

A la nueva aprendiza de Ryota.

Uh, hola. Soy Celeste ―dije tras otros incómodos segundos de silencio. Alexis se alejó por fin la mirada del ordenador, apoyándose sobre un paraguas con una calabaza en la punta, y me miró fijamente como si me evaluara.

Servirá, seguramente. Mi nombre es Alexis, encantada. ¿Te ha dicho Diana por qué estás aquí?

Pues…

He preferido esperar a que tú misma se lo contaras ―saltó la susodicha. Miré a Diana, y luego a una ahora-irritada-Alexis, y de nuevo a Diana, esperando que a ninguna de las dos se le ocurriera lanzarse al cuello de la otra.

El caso es que hemos detectado... Diana ha detectado una brecha de seguridad en nuestro sistema informático ―prosiguió Alexis bajo la mirada de la rubia―. Verás, seguramente no lo sepas, pero existen varios mundos digitales donde viven programas, en vez de humanos.

No tenía ni idea, pero asentí de todas formas.

Podemos acceder a ellos a través de este tipo de dispositivos ―señaló un inmenso círculo en la pared de enfrente―, pero otros también pueden hacerlo. ¿Te ha hablado alguien de qué es Tierra de Partida?

Sé sólo lo básico: que son otro grupo de portadores y que estamos en guerra con ellos ―respondí con cierto recelo. Creía entender por dónde iba la joven de pelo azul, y no me gustaba. ¿Acaso pretendían que tuviera un encontronazo con alguien del bando rival? ¡Era una novata!

Y ahora que lo pensaba… ¿no había empezado esa guerra en un mundo digital?

Sería peligroso que crearan una vía de acceso a nuestro castillo mediante ese mundo. Y muy útil que fuéramos nosotros quiénes nos hiciéramos con una unidireccional. El mundo del que te hablo se llama Espacio Paranoico y últimamente no permite ningún tipo de acceso a los usuarios. Es decir, a nosotros
―explicó―. Antes podíamos entrar incluso si los programas del mundo eran hostiles. Quiero averiguar qué está sucediendo exactamente en él y cómo podemos aprovecharlo. Y para eso, te necesito.

Asentí, despacio.

Entiendo. Pero dices que no hay forma de acceder a ese mundo, y yo no entiendo de máquinas. ¿Qué podría hacer?

Por supuesto, he conseguido crear una entrada alternativa. Consiste en cargarte dentro del mundo con una identidad falsa, que corresponda a un programa y no a un usuario, como ha sido lo habitual.
―Contuve una risita histérica. ¿Una identidad falsa? ¡Hablando de ironías!―. Como no existen registros de ti en su base de datos, será muy difícil que te detecten. En cambio, tanto Diana como yo hemos estado dentro y podrían descubrirnos. Por eso eres una de las pocas ahora mismo que podría hacerlo. ¿Qué me dices? Sé que no es una misión oficial procedente de un Maestro ―agregó―, pero te dará méritos cuando les expliquemos nuestra iniciativa. Shinju, la Maestra, nos apoya, aunque no reportará nada hasta que no tengamos resultados.

Ya me parecía bien desde el principio ―sonreí con pedantería, haciendo crujir mis nudillos―. Me apetece ver ese mundo digital… y si encima puedo ser de utilidad a la Orden, ¡perfecto! ¿Cuándo nos vamos?

Ni Diana ni yo podremos entrar contigo, así que te ayudaremos en lo que podamos desde aquí. Si en algún momento quieres escapar, te buscaremos una salida. Además, creo que he encontrado un programa que te ayudará desde dentro.

Toda la emoción se esfumó de golpe. ¿Iba a tener que ir sola a ese mundo de programas hostiles? El nombre de Espacio Paranoico no me sonaba demasiado bien. Miré a Diana, suplicante, pero ésta sólo carraspeó.

He buscado algún otro novato, pero están todos ocupados y no sé quién habrá entrado ya al mundo y quién no. Lo siento, estás sola.

Chasqueé la lengua. “Saito, maldito mentiroso.”

Bueno, pues habrá que ir de todas formas, ¿no? Supongo que podré arreglármelas. ¡Cuando quieras, Alexis!

¡Allons-y, mundo digital!

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Considero que para Celeste ya han pasado varios días desde su llegada a Bastión Hueco y, por lo tanto, ya está al tanto de algunas cosas, así como también ha pasado ya su encuentro con Saito. Si hubiese algún problema, agradecería un MP y lo editaría enseguida ^^

Encantada de rolear con vosotros :3

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Re: [Espacio Paranoico] En busca del corazón

Notapor Saxor » Dom Jul 05, 2015 4:51 am

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...

...

...

Estaba en frente de la puerta, preguntándome si debería entrar o no. Cada vez que daba un paso, retrocedía dos y daba media vuelta. Al minuto regresaba al punto de partida.

...pff.

...Uh...

¿...Eh?

Sujetaba nerviosamente el objeto origen de aquella situación con la mano derecha. Con la izquierda, temblando como mil demonios, estaba intentando alcanzar el pomo de la puerta. Claramente, sin éxito. ¡Es que no podía, narices!

...pfff ¡Jajajajajajaja!

¡¡¡Agh, cállate de una vez!!!

Guilmon no entiende nada.

Entre que Xayim no paraba de burlarse de mí y que Guilmon me miraba con una cara de embobado no podía hacerlo. ¡¡Llevaba así horas!! Todo ese tiempo había estado enfrente de la entrada a la biblioteca. ¿La razón? Tenía un libro de esa biblioteca que no había devuelto desde hacía dos años.

Lo había cogido antes del incidente de Ocaso de una Estrella, para hacerse una idea del tiempo que había pasado desde entonces. Debido a que Xayim había poseído mi cuerpo durante ese incidente, hasta Datastream no había podido regresar a Tierra de Partida, y para ese momento ya había pasado su tiempo. Y desde que volví había retrasado una y otra vez la decisión de devolver el libro porque estaba seguro que como me presentara por la puerta me llevaría la bronca del siglo.

Claro... ¿Y si lo dejo sin que me vean encima de una mesa y me voy disimuladamente...?

No señor, debes presentarte y devolverlo mediante el procedimiento reglamentario. Es mejor hacer las cosas bien hechas.

...Tú lo que quieres es que me echen la bronca.

Qué va, si solo me preocupo por tu bien.

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Estaba por dejar de hacerle caso e intentar mi plan, cuando oí el tono de mensaje de mi móvil. Con un suspiro pesado, metí mi mano en el bolsillo y saqué el aparato. Al abrir los mensajes mi expresión cambió radicalmente.

Sé tu secreto, novato. Si no vienes a la sala del ordenador cagando leches, lo colgaré en Tuipper para que seas el hazmerreír del comedor en la cena.


Mis nervios cambiaron de tener que entrar a la biblioteca al chantaje usando... Uno de mis secretos. ¿Pero a qué secreto se refería? ¿Que oía voces en mi cabeza? Aquello ya era un secreto a voces, como pude comprobar cuando me tocó ir a Ciudad de Paso, por lo que lo dudaba... ¿Y si era lo de la biblioteca? Maldita sea, tenía que ir pero ya.

***


Cuando Guilmon y yo llegamos hasta la entrada de la sala del ordenador, me encontré con que no había sido el único chantajeado. Dos personas más se encontraban allí. Uno de ellos era Neru, con quien tuvimos una desventurada misión en la Torre de los Misterios, mientras que el otro chico no lo conocía para nada. Quizás fuera nuevo o algo así.


¿Vosotros también estáis aquí por un "secreto" o algo así?

Pues... al parecer sí—comenté con los brazos cruzados y ladeando la cabeza. Dudaba que una clase de chantaje así fuera colectivo... ¿Para qué rayos era aquel mensaje y quién lo había enviado?

Soy Neru, un placer.

Yo Saxor—imité a mi compañero, presentándome al desconocido. Por cordialidad, extendí mi mano para estrecharla. Después de que nos dijera su nombre, entramos en la sala del ordenador. Estaba igual que como lo recordaba, todo lleno de cables, el ordenador y la máquina láser que podía digitalizar y "realizar" cosas, incluyendo personas. Allí se encontraban dos personas. Una de ellas lo había visto en alguna ocasión en Tierra de Partida, aunque desconocía su nombre, pero la chica de aproximadamente mi edad no la había visto en mi vida.

¡Anda, la chica de la estrella!

¡Es Hime!—vale, tenía la impresión de que se me estaba escapando algo...

Espera, ¿la conocéis?

Sí, la conocí un día bastante divertido...

Por cómo hablaba, parecía haberla conocido cuando estaba poseyendo mi cuerpo, o lo que era lo mismo, cuando estaba en Bastión Hueco. Eso empeoraba la situación aún más. ¿Y si la había tratado mal? ¡¿Cómo me excusaría entonces?!

Hola, muchachos. Soy Simon, por si no me conocéis. Siento la mentira, no conozco ninguno de vuestros secretos y, creedme, de saberlos, no os avisaría. Estarían ya en Tuipeer y serían TT en Tierra de Partida ―se presentó el hombre con una sonrisa pícara. Me alivié en parte de que no conociera mis secretos, aunque por otro lado pensé que sería mejor que él no se enterase de ninguno de ellos por mi propio bien―. Necesitaba la ayuda de varios aprendices y Becca me ha dado vuestros nombres, puesto que estáis libres hoy y os cree capaces. Seguro que habéis escuchado hablar de la desaparición de Akio; pues bien, tenemos una pista. Ella. ¡No toques eso! ¡Aún no sabemos cómo de peligroso es!

Akio... La verdad era que sí que había oído sobre su desaparición. La principal prueba de aquellas afirmaciones era obvia: llevábamos una semana muy tranquila en el castillo. Por otra parte, tenía entendido que los otros Maestros lo habían sustituido en los entrenamientos. Alguna vez había preguntado sobre su búsqueda por mera curiosidad, pero no obtuve respuestas que digamos.

Ah, perdona, no sabía que se podía activar ―respondió Hime desilusionada al verse apartada por Simon―. Mi nombre es Hime. ¿Y los vuestros?—cuando preguntó por nuestros nombres, se me vino un nudo a la garganta. Tenía que dirigirme a ella...

El mío es Neru, un placer. ¿Qué es lo que sabemos de Akio?

Y-yo soy S-Saxor—y eso significaba que mi tartamudeo empezaba a hacer de las suyas. Aparté la mirada, algo sonrojado. Maldita sea, debía hacer algo sobre aquello o me iba a poner en ridículo.

Soy la hermana de Akio y vivo en Ciudad de la Navidad. Hace unas horas, recibí este mensaje suyo:—cuando mencionó aquello, miré hacia el teléfono que la sorprendentemente hermana de Akio sacó con curiosidad. Allí ponía "Avisa Orden. Estoy en Coso"― Llamé a Simon para que me fuera a buscar y ambos vinimos aquí para investigarlo.

¿"Estoy en Coso"?—Neru me quitó las palabras de la boca. ¿Qué clase de significado debía tener?

No sé si lo sabréis, pero el Coso es un espacio digital que se habilitó hace tiempo en el mundo de Espacio Paranoico con datos de antiguos enemigos para que los aprendices practicaran con ellos. Se bloqueó sin más hace unos meses. No se sabe por qué, así que Kazuki y Akio lo estaban investigando. He llegado a la conclusión de que en uno de esos intentos por ponerlo en funcionamiento de nuevo, algo le ocurrió a Akio y ahora está dentro de Espacio Paranoico, porque el mundo se ha cerrado completamente en banda. Es imposible acceder a él y eso nunca había pasado, aunque siempre hubiésemos tenido problemas como usuarios. Kazuki habrá estado tan liado en la búsqueda en otros mundos que no se habrá dado cuenta. He llamado a Becca y nos ha dado permiso para inspeccionarlo mientras ella vuelve.

Ni en broma.                        Ni de coña.


Espacio Paranoico era uno de los mundos que tenía más arriba en mi lista negra. La última vez que acabé allí me habían arrastrado a la Rejilla de Juegos para participar en un juego mortal en medio de un laberinto lleno de trampas con el único fin de divertir a unos programas aburridos. Me negaría en rotundo a entrar otra vez si por culpa de ello participaba en otros juegos de ese estilo.

El mundo ahora mismo es inaccesible, como ha dicho Simon, pero creo saber la forma de colaros. Me gustaría ayudaros tanto como fuera posible. Y si queréis, acompañaros.

¿Qué? ¿Os atrevéis?—aunque el reto de Simon no me afectó lo más mínimo, me quedé pensativo respecto a la misión... Ya que era más que probable que uno de los Maestros se encontrara allí atrapado, y le debía demasiado a Tierra de Partida. Mientras lo pensaba, Guilmon había ido a saludar a Hime y a pedirle mimos, ya que había dejado de hablar. No se le veía muy en contra de participar en la misión.

Supongo que no hay otro remedio...

¿Es en serio? Vale, si quieres suicidarte, al menos llévate a la chica: Pelea bastante bien. Así al menos no morirás patéticamente.

Muchas gracias por los ánimos.

De acuerdo, iré—expresé mi opinión al final.

¡Claro! Pero... ¿Estamos hablando del mismo mundo en el que "Erased.data" nos intentó matar a todos hace unos meses, durante el "DATASTREAM"? De ser así quizás podríamos buscar dentro la ayuda de Quorra o de los caballeros de la Orden que nos ayudaron por aquel entonces...

No, son mundos distintos. Espacio Paranoico es peor—respondí yo mismo, ya que sabía la respuesta—Allí por el mero hecho de ser Usuario te pueden arrastrar a un juego a muerte.

Sobre tu propuesta de acompañarnos Hime... no sé si será buena idea. No me malinterprete, sólo lo digo porque el mundo podría estar repleto de sincorazón o programas hostiles. Además, si el mundo está bloqueado tal y cómo decís, es posible que necesitemos ayuda externa para salir una vez encontremos a Akio.—si lo que decía Xayim era cierto, era mejor que nos acompañara. Sabía lo hostiles que eran en aquel mundo, y era mejor tener más fuerzas ofensivas una vez llegáramos allí.

Yo creo que debería venir. Sus habilidades de combate son bastante buenas, y con la cantidad de enemigos que hay, vamos a necesitar mucha fuerza ofensiva.

Era consciente de que nos estábamos arriesgando a recibir la ira de Akio por eso, pero que viniera con nosotros aumentaría nuestras posibilidades de sobrevivir.
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Gracias a Ita por la firma~
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RolKHWorld: Cronología
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Primer Arco: Corrupción

1ª Saga
Prólogo: Sólo los más fuertes... [Bastión Hueco]
Encuentro: Recién llegado [Tierra de Partida]
Trama: Un paso atrás [Tierra de Partida]
Trama: Y digo ¡salta! [Coliseo del Olimpo]
Encuentro: La ciudad eterna [El Mundo Inexistente]
Encuentro: Persecución enmascarada [Villa Crepúsculo]
Encuentro: Un lugar al que regresar [Espacio Profundo]
Trama: ¿¡Es que nadie piensa en los niños!? [Islas del Destino]
Misión: Cuidado con los asteroides [Espacio Profundo]
Encuentro: Perros, lagartos y osos parlantes [Bosque de los 100 Acres]
Encuentro: Las apariencias engañan [Tierra de Partida]
Trama: ¡Se me ha metido placton en la nariz! [Atlántica]
Evento Global: Ocaso de una estrella (Primera parte) [Bastión Hueco]
Evento Global: Ocaso de una estrella: Ruta 3 (Segunda parte) [Bastión Hueco]
Evento Global: Ocaso de una estrella (Parte final) [Bastión Hueco]

Segundo Arco: Perdición

2ª Saga
Misión: Dulces olores [Monstruo] (Inconclusa)
Trama: Ángeles Caídos [Intersticio entre los mundos]
Encuentro: Laberinto Paranoico [Espacio Paranoico]
Trama: Alianza en las Penumbras [El Mundo Inexistente]
Encuentro: ??? [???]
Encuentro: Pasado olvidado [Ciudad de Paso]
Encuentro: Coincidencias alarmantes [País de Nunca Jamás] (Inconcluso)
Trama: Cada loco con su tema [País de las maravillas]
Evento Preglobal: The End Is Where We Begin (Day 0: The Introduction) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 1 - Sector 1: Crepúsculo) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 2 - Sector 3: Ocaso) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 3 - Sector 4: Túneles) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 4 - Sector 3: Ocaso) [Villa Crepúsculo Virtual]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 5 - Sector 2: Atardecer) [Villa Crepúsculo Virtual]
Evento Global: Datastream (Primera parte) [La Red]
Evento Global: Datastream - Ruta de la Eliminación (Segunda parte) [La Red]
Evento Global: Datastream (Parte final) [La Red]

Tercer Arco: Rebelión

3ª Saga
Trama: Crisis de tierras sin dueño [Ciudad de Paso]
Encuentro: Día de monos [Selva Profunda]
Trama: Asalto a la Torre [Torre de los Misterios]
Trama: De cero a héroe [Coliseo del Olimpo]
Trama: En busca del corazón [Espacio Paranoico]
Evento Global: El Esclavo del Olvido (Primera parte) [Castillo del Olvido]
Evento Global: El Esclavo del Olvido - Ruta del Caído (Segunda parte) [Castillo del Olvido]
Evento Global: El Esclavo del Olvido (Parte final) [Castillo del Olvido]
Secret Episode: Another Side, Another Story - The Last Twilight [Villa Crepúsculo]

Cuarto Arco: Colisión

4ª Saga
Trama: Leyendas se contarán [Tierra de Dragones] (en proceso)


No Canon
Especial libre: San Valentín [Tierra de Partida] [Corrupción]
Especial libre: Halloween [Ciudad de Halloween] [Perdición]
Especial libre: ¡Feliz Navidad 2012! [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: Historias de San Valentín [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: Venid, mis pequeños [Villa Crepúsculo] [Perdición]
Especial libre: ¡Feliz Navidad 2013! [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: La mansión encantada [Ciudad de Halloween] [Rebelión]
Especial libre: El laberinto de los corazones [???] [Rebelión]
Especial libre: ¡Los reyes han llegado! [Tierra de Partida] [Rebelión]
Especial libre: La Mansión Encantada II: La Venganza [Ciudad de Halloween] [Rebelión]
Especial libre: World War Christmas [Tierra de Partida] [Colisión]
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Re: [Espacio Paranoico] En busca del corazón

Notapor Marioxulo » Mar Jul 07, 2015 10:14 pm

Estaba en mi cuarto cuando aquella extraña carta llegó a mis manos. ¿De qué demonios hablaba? Tan solo había una cosa que no había ido promulgando a los cuatro vientos, y era el hecho de que pudiese transformarme en foca. Sin embargo, me importaba más bien poco si lo contaba, total, en algún momento mi sensual cuerpo de foca tendría que salir a la luz.

Decidí averiguar quién era el graciosillo que lo sabía, por mera curiosidad más que nada. Allí, en la puerta de la sala de ordenadores había otros dos aprendices esperando.

¿Vosotros también estáis aquí por un "secreto" o algo así?

Pues... al parecer sí —comentó el otro aprendiz.

Si… La verdad, me parece raro de cojones, pero al menos quiero saber quién es el gracioso.

Aquellos dos aprendices, que por lo que parecía se conocían de antemano, repararon en que yo era el completo desconocido, así que se presentaron ante mi.

Soy Neru, un placer.

Yo Saxor—dijo el otro, mientras me ofrecía la mano como señal de cordialidad.

Encantado, soy Lyon —les dije, mientras estrechaba la mano de aquel aprendiz—. Un placer conoceros.

Decidí fijarme un poco más en ellos. El primero, Neru, tenía el pelo negro y los ojos verdes, y vestía con unas cadenas y una gabardina. Saxor, por el contrario, tenía el pelo azul y los ojos amarillos, además de llevar ropa bastante corriente: unos vaqueros y una camiseta.

Entonces entramos en la sala. Dentro había dos personas: un joven que me sonaba haber visto en alguna ocasión con la maestra Rebecca y otra chica, la cual no conocía de nada.

Hola, muchachos. Soy Simon, por si no me conocéis. Siento la mentira, no conozco ninguno de vuestros secretos y, creedme, de saberlos, no os avisaría. Estarían ya en Tuipeer y serían TT en Tierra de Partida ―se presentó el hombre―. Necesitaba la ayuda de varios aprendices y Becca me ha dado vuestros nombres, puesto que estáis libres hoy y os cree capaces. Seguro que habéis escuchado hablar de la desaparición de Akio; pues bien, tenemos una pista. Ella. ¡No toques eso! ¡Aún no sabemos cómo de peligroso es!

Había escuchado hablar por los pasillos y el comedor de la desaparición de Akio. Sin embargo, como no tenía ni la más mínima idea de quien era, no le había tomado mucha importancia.

Ah, perdona, no sabía que se podía activar ―respondió Hime―. Mi nombre es Hime. ¿Y los vuestros?

El mío es Neru, un placer. ¿Qué es lo que sabemos de Akio?

Y-yo soy S-Saxor.

Soy Lyon, encantado.

Soy la hermana de Akio y vivo en Ciudad de la Navidad. Hace unas horas, recibí este mensaje suyo:—nos enseñó el móvil, donde podía verse un mensaje: "Avisa Orden. Estoy en Coso"― Llamé a Simon para que me fuera a buscar y ambos vinimos aquí para investigarlo.

¿"Estoy en Coso"?—Neru dijo lo que todos pensábamos: que no teníamos ni pajolera idea.

No sé si lo sabréis, pero el Coso es un espacio digital que se habilitó hace tiempo en el mundo de Espacio Paranoico con datos de antiguos enemigos para que los aprendices practicaran con ellos. Se bloqueó sin más hace unos meses. No se sabe por qué, así que Kazuki y Akio lo estaban investigando. He llegado a la conclusión de que en uno de esos intentos por ponerlo en funcionamiento de nuevo, algo le ocurrió a Akio y ahora está dentro de Espacio Paranoico, porque el mundo se ha cerrado completamente en banda. Es imposible acceder a él y eso nunca había pasado, aunque siempre hubiésemos tenido problemas como usuarios. Kazuki habrá estado tan liado en la búsqueda en otros mundos que no se habrá dado cuenta. He llamado a Becca y nos ha dado permiso para inspeccionarlo mientras ella vuelve.

Entonces teníamos que ir a un mundo bloqueado a buscar a una tía. Bastante simple, la verdad.

El mundo ahora mismo es inaccesible, como ha dicho Simon, pero creo saber la forma de colaros. Me gustaría ayudaros tanto como fuera posible. Y si queréis, acompañaros.

¿Qué? ¿Os atrevéis?

Cuenta conmigo. No tengo un plan mejor, así que adelante.

De acuerdo, iré.

¡Claro! Pero... ¿Estamos hablando del mismo mundo en el que "Erased.data" nos intentó matar a todos hace unos meses, durante el "DATASTREAM"? De ser así quizás podríamos buscar dentro la ayuda de Quorra o de los caballeros de la Orden que nos ayudaron por aquel entonces...

No, son mundos distintos. Espacio Paranoico es peor —respondió Saxor―. Allí por el mero hecho de ser Usuario te pueden arrastrar a un juego a muerte.

Sobre tu propuesta de acompañarnos Hime... no sé si será buena idea. No me malinterprete, sólo lo digo porque el mundo podría estar repleto de sincorazón o programas hostiles. Además, si el mundo está bloqueado tal y cómo decís, es posible que necesitemos ayuda externa para salir una vez encontremos a Akio .

Yo creo que debería venir. Sus habilidades de combate son bastante buenas, y con la cantidad de enemigos que hay, vamos a necesitar mucha fuerza ofensiva .

La verdad, estoy de acuerdo con él. No sabemos que nos vamos a encontrar, además con un par de ojos más será más fácil encontrar a Akio.

>>Que… hablando de eso… ¿Quién es Akio?

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Encantado de rolear con vosotros ^^ Os dejo el color de Lyon por si os es más comodo mirarlo aquí.

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Do u even heingue?

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To mi amol pa Aru por las lindas firmas
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Re: [Espacio Paranoico] En busca del corazón

Notapor Nell » Mié Jul 15, 2015 3:40 am

Celeste


Diana y Alexis intercambiaron una mirada. Quizá habían esperado que se negara o les sorprendía los ánimos que se gastaba en aquella posible peligrosa misión.

No tengas tanta prisa. Primero, ponte esto ―Diana le entregó un pinganillo, que podría colocarse en la oreja y disimularlo con el pelo―. Si quieres hablar con nosotras, solo tienes que apretar el botón. Y si descubrimos algo, te avisaremos por ahí. Recuerda: tienes que buscar el acceso a Tierra de Partida. Creo que desde aquí podremos hacer el resto.

Cuenta conmigo ―sonrió Alexis, desenvolviendo una piruleta y metiéndosela en la boca.

Luego, vuelve al lugar donde accediste. Te sacaremos y veremos la forma de bloquear la entrada desde el mundo a este.

Y no estaría mal que tú misma lo averiguaras ahí dentro. Haz un par de preguntas ―propuso. Luego, se giró de nuevo hacia la pantalla del ordenador y la recorrió con el dedo―. Tengo varias propuestas de identidades que he conseguido recopilar y piratear para ti. Veamos, son… Programa de Seguridad Vial, Programa de Mantenimiento de Discos, Programa Piloto de Reconocedores y Programa de Seguridad Ciudadana. No me gustaría estar ahora mismo en tu pellejo, todos suenan bastante mal. Puedo cargarte dentro del mundo con uno de estos cuatro datos. ¿Cuál quieres?

Había conseguido los datos accediendo al sistema de incógnito, con tan solo unos segundos de acción debido a que era rápidamente detectada por los programas de seguridad. Por lo tanto, no sabía mucho sobre las identidades que había pescado. Cualquiera que eligiera Celeste le parecería bien. Al fin y al cabo, era ella quien tendría que interpretar ese papel mientras estuviera dentro.

Una vez hubiese escogido, Alexis se enfrascaría de nuevo en el ordenador para ultimar los detalles. Después de varios minutos tecleando y saltándose otras cuantas barreras de seguridad, se separó del ordenador e indicó a Celeste que se pusiera frente al láser. Tanto Diana como Alexis se retiraron a una prudente distancia. Supieron que estaba a punto de activarse cuando comenzó a pitar insistentemente.

Buena suerte.

El círculo proyectó una luz brillante hacia ella y Celeste desapareció de la sala.

* * *


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Cuando la luz menguó, estaba en un lugar diferente. Era un espacio abierto, sin paredes. Estaba sobre una plataforma a cuyo alrededor no había nada, solo vacío en un fondo de colores azulados. Como mucho vería algunos raíles que circulaban en una única dirección, pero estaban demasiado lejos para alcanzarlos y no parecían sólidos.

A su alrededor, en la plataforma, vería varios terminales en cuyas pantallas figuraban imágenes de lugares que no pudo reconocer, como una ciudad en puesta de sol o el interior de una nave. Comprobó que había venido desde uno de ellas, el cual mostraba la sala del ordenador donde se encontraban Diana y Alexis, observando la pantalla de su propio pc y ajenas a lo que hacía Celeste.

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Se daría cuenta de que ella misma había cambiado. Su ropa había sido sustituida por un traje gris con varias líneas luminosas, y en su espalda encontraría un disco de luz o identidad, donde se hallaban almacenados los datos pirateados por Alexis. El color de estas dependía de la función que hubiese escogido:

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Programa de Seguridad Vial: blanco.
Programa de Mantenimiento de Discos: amarillo.
Programa Piloto de Reconocedores: blanco.
Programa de Seguridad Ciudadana: verde.


¿Qué tal por ahí? ¿Ha salido todo bien? ¿Dónde estás? ―Escuchó la voz de Alexis en su oreja―. Debes de darme suerte, porque acabo de conseguir el plano de la sección en la que te encuentras. Parece que no has ido a una zona común de Espacio Paranoico, porque no la reconozco. Y da la impresión de que todos los accesos desde el exterior se redirigen ahí. Ten cuidado, puede que sea una trampa.

La imagen de la sala del ordenador fue sustituida por el mapa prometido:

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Punto verde. El punto amarillo no es visible.
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Es bueno, ¿eh? Deberías memorizarlo, porque no podré mostrártelo en ningún otro lugar. Estás en la Sala de transferencias 2. Busca un terminal que acceda a Tierra de Partida. ―indicó Alexis, después de que Celeste le describiera su alrededor.

Creo que ella nunca ha visto Tierra de Partida…

Oh, vale. Seguramente muestre una sala del ordenador muy parecida a la nuestra. Se la copiamos a ellos. Si no está ahí, probablemente se halle en la Sala de transferencias 1.

En ese momento, una plataforma suspendida en el aire llegó siguiendo los raíles hasta la suya. En ella, aparte de un interruptor para activar el transporte, había una chica de su edad que se bajó, dio un par de pasos y miró a su alrededor, pasando por alto a Celeste, ensimismada.

XXX… XXX…

La muchacha dio una vuelta por toda la plataforma, examinando hasta el más mínimo detalle e incluso asomándose bajo las terminales. Si Celeste no ocultaba el mapa de alguna forma, lo vería.

Cuando terminó de revisar cada palmo de aquel lugar, se agachó y frotó con un dedo el suelo, como si así fuera a sacar algo. Totalmente vencida, pero sin levantarse, levantó la cabeza hacia Celeste y le dirigió por primera vez la palabra:

¿No habrás visto el archivo XXX.rar por aquí, ¿verdad? ―le preguntó. Parecía cansada, incluso tenía ojeras bajo los ojos (si eso era posible en un programa)―. Me han dicho que estaba aquí. Que aquí tenía que eliminarlo. Eliminar… rar… Ay, no está, ¿verdad? Otra vez no. ―Ahora estaba claramente decaída―. Soy un fracaso. Cualquier día iré a reinserción. No sirvo bien.

Al igual que ella, la chica vestía con un traje gris. Las líneas de este eran blancas. En todo lo demás, parecía humana como ella.

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¿Y tú quién eres? ¿Nueva? ―le preguntó. Daba la impresión de estar desorientada, ahora que no sabía qué hacer―. Yo soy Papelera de reciclaje. Mi tarea es la de eliminar. ¿Sabes de algo que tenga que eliminar?


Neru, Saxor y Lyon


Durante las presentaciones, Hime les fue saludando de uno en uno, hasta que el tartamudeo de Saxor le llamó la atención. Le observó atentamente, entrecerrando los ojos y forzando la memoria hasta recordar dónde le había visto antes.

¡Tú eres el chico que me besó! ―exclamó de pronto, señalándole acusadoramente―. ¿Te has cambiado de nombre?

En cuanto comenzaron a aceptar formar parte de la misión, Hime se retiró al ordenador para empezar a preparar el viaje. Mientras tanto, Neru y Saxor ponían en común su información sobre los dos mundos digitales, y entre los tres aceptaban la participación de la chica. Esta esbozó una sonrisa desde su asiento, por conseguir salirse con la suya.

En efecto, aquel asuntillo tuvo lugar en la Red. Vosotros iréis a Espacio Paranoico, un mundo abiertamente hostil contra los Usuarios. Pero si el plan sale bien, no sabrán que lo sois. Os vamos a colar como programas. Hemos estado trasteando antes y hemos conseguido algunos datos para cargaros con ellos. Cuando acabe de programar la ruta de acceso, Hime os dará la lista.

»¿Akio? ―Simon enarcó una ceja, en respuesta a la pregunta de Lyon. Acto seguido, soltó una carcajada―. Un Maestro de Tierra de Partida. Supongo que Neru y Saxor te podrán informar mejor de él, porque de vista seguro que no lo reconoces.

¿Por qué dices…? Ah, ya. Está cerca de dar el estirón, ¿sabes? Acaba de cumplir trece.

Esa es la peor edad. Quizá esta misión no sea buena idea y nos convenga esperar unos cuantos años a que se le acabe el pavo.

Hime le sacó la lengua, sin tomarle en serio, y les pasó a los aprendices una hoja donde había anotado una lista de las identidades que podía darles dentro del mundo.

Tenéis a elegir entre los cinco siguientes: Programa de Seguridad Vial, Programa de Diseño del Campo de Juego, Programa Piloto de Reconocedores, Programa de Detención de Usuarios y Programa de Retención de Desertores. A mí me da igual, escogeré uno al azar entre los que dejéis o el que os dé buenos pálpitos.

Volvió a sumergirse en el ordenador, introduciendo los datos necesarios según iban dando su respuesta los aprendices. Mientras tanto, Simon les preguntó si tenían móvil e intercambió su número con Saxor y Neru. A Lyon, para compensarle que no tuviera una forma con la que comunicarse con él, le dio algo que calificó como «mejor»: una especie de pantalla portátil, en aquel momento apagada.

No la enciendas aún, o se gastará. Si todo va bien, se digitalizará contigo.

¡Listo, señor! ¡Todos a sus puestos! ―saltó Hime, haciendo el saludo militar.

Simon se apartó hasta la puerta, por si acaso. Por otro lado, Hime les indicó que se colocaran frente al rayo digitalizador. Cuando estuvieron preparados, pulsó un botón del ordenador y se puso junto a ellos. Una luz deslumbrante les envolvió y los cuatro desaparecieron de la sala.

* * *


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Cuando la luz menguó, estaban en un lugar diferente. Era un espacio abierto, sin paredes. Estaba sobre una plataforma a cuyo alrededor no había nada, solo vacío en un fondo de colores azulados. Como mucho verían algunos raíles que circulaban en una única dirección, pero estos estaban demasiado lejos para alcanzarlos y no parecían sólidos.

A su alrededor, en la plataforma, verían varios terminales en cuyas pantallas figuraban imágenes de lugares que Neru y Saxor reconocerían, como Ciudad de Paso o Espacio Profundo. Habían venido desde uno de esas terminales, la cual mostraba la sala del ordenador, donde Simon acababa de sentarse en el anterior lugar de Hime.

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Se daría cuenta de que ellos mismos habían cambiado. Sus ropas habían sido sustituidas por un traje gris con varias líneas luminosas, y en su espalda encontrarían un disco de luz o identidad, donde se hallaban almacenados los datos que había captado Hime. El color de estas dependía de la función que hubiese escogido:

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Programa de Seguridad Vial: blanco.
Programa Piloto de Reconocedores: blanco.
Programa de Diseño del Campo de Juego: amarillo.
Programa de Detención de Usuarios: verde.
Programa de Retención de Desertores: verde.


Al encender el portátil que Simon le había dado, Lyon vería cómo se desplegaba en la pantalla un mapa detallado de la instalación donde se encontraban, con su situación. Puesto que estaban señalados los nombres de sus compañeros, deduciría que si se separaban conocería la ubicación de cada uno.

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Punto amarillo. El punto verde no es visible.
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Si Akio está aquí, estará en las celdas ―reflexionó Hime, mirando por encima del hombro de Lyon―. Si lleva tanto tiempo aquí, lo habrán capturado y lo estarán reteniendo en una de ellas.

En cuestión de minutos, mientras Hime merodeaba por la plataforma buscando alguna salida, una plataforma diferente se deslizó por los raíles hasta la suya, donde se ancló (tenía un interruptor para activarla). De ella bajaron dos personas: una ancianita encantadora y un chico de piel azul y estatura muy por debajo de la suya. Ambos vestían el mismo traje gris, pero sus líneas eran diferentes.

Mira, solo son nuevos. Estás exagerando… ―murmuró la anciana, sonriéndoles. Sus líneas eran rojas.

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¡Te equivocas! ¡Han saltado todas las alarmas en cuanto han pisado un pie aquí! Las lecturas dicen que vienen de otro mundo. ¡No son Programas! ―acusó su pequeño compañero, con el ceño fruncido, mientras miraba y pulsaba un disco frenéticamente. Sus líneas eran verdes.

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Tonterías, sé reconocer a un Programa cuando lo veo. Y el acceso a los Usuarios está ahora mismo prohibido, por si no lo recuerdas. ¿Quiénes sois? ―preguntó con dulzura―. Yo soy el Programa de Integración a la Base. Os guiaré por el complejo cuando este amable señor deje de dar la vara.

Soy uno de los encargados de nuestra seguridad. ¡Muestra un poco más de respeto, vieja bruja! ¡Ajá! ¡Aquí está! ―exclamó, triunfante, al ver algo en su disco―. ¡Tú! ―señaló a Saxor―. Tus datos son confusos. Parece que tengas un fallo en tu programación, porque los registros que tengo de ti no coinciden. Aunque el sistema está dando problemas y no me deja acceder a más información.

¿Qué hay de los demás?

… Están limpios. Pero tú, ¡explícate!

Hime se había quedado callada. Miró a Saxor con urgencia, sin saber cómo sacarle de aquella situación. Incluso la anciana le observaba con interés y sin intervenir, a la espera de que el muchacho se explicara o quedara patente que las sospechas del Programa eran ciertas. Y tomara medidas.


Fecha límite: 20 de julio.
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Awards 2010-2011, 2012, 2013, 2014 y 2015
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Re: [Espacio Paranoico] En busca del corazón

Notapor Denna » Vie Jul 17, 2015 7:14 pm

Tras cruzar una rápida mirada con Alexis, Diana procedió a darme un pequeño objeto que me mantendría en contacto con ellas. Siguiendo sus indicaciones, me lo puse en la oreja y comprobé que mi pelo lo ocultara.

Si quieres hablar con nosotras, solo tienes que apretar el botón. ―Tanteé en busca de dicho botón, no muy convencida. Tanta tecnología rara me daba cierto repelús―. Y si descubrimos algo, te avisaremos por ahí. Recuerda: tienes que buscar el acceso a Tierra de Partida ―repitió―. Creo que desde aquí podremos hacer el resto.

Cuenta conmigo ―convino Alexis con una sonrisa.

Luego, vuelve al lugar donde accediste. Te sacaremos y veremos la forma de bloquear la entrada desde el mundo a este.

Asentí.

O sea, que yo me encargo de encontrar el camino a Tierra de Partida y regresar a dondequiera que aparezca, ¿no? Y vosotras buscáis cómo cortar el camino a Bastión Hueco.

Y no estaría mal que tú misma lo averiguaras ahí dentro. Haz un par de preguntas.

Volví a afirmar con la cabeza, pensativa. Así que… el mayor problema iba a ser hacerme pasar por un programa sin levantar sospechas. ¡Menudo reto! A pesar de que la misión ―aparentemente sencilla―, podía torcerse y acabar bastante mal, algo en mí hervía de emoción ante la idea de engañar a un mundo entero haciéndome pasar por algo que desconocía del todo. Por no hablar de que, si la misión tenía éxito…

De regreso al ordenador, Alexis me señaló la pantalla, y me obligué a mí misma a poner los pies en la tierra.

Tengo varias propuestas de identidades que he conseguido recopilar y piratear para ti. Veamos, son… Programa de Seguridad Vial, Programa de Mantenimiento de Discos, Programa Piloto de Reconocedores y Programa de Seguridad Ciudadana. ―Como cabía esperar, no entendí ni la mitad. Y lo poco que capté era bastante ¿penoso? Es decir, ¿Mantenimiento de Discos? ¿Qué clase de mantenimiento necesitaría un disco?―. No me gustaría estar ahora mismo en tu pellejo, todos suenan bastante mal.

»Puedo cargarte dentro del mundo con uno de estos cuatro datos. ¿Cuál quieres?


Me incliné sobre la pantalla, como si buscara alguna pista en ella que me ayudara a decidir. Pero como no fue el caso, seguí mi segunda opción: elegir uno al azar.

Ése último no parece tan malo. Programa de Seguridad Ciudadana… ―Leí, tratando de retener en mi cabeza el nombre exacto―. No deja de ser lo que hacemos aquí, ¿no? Proteger gente de Sincorazón y esas cosas.

Alexis ya estaba tecleando de nuevo antes de que hubiese acabado de hablar.

Y… ¿algún consejo de última hora? ―pregunté mientras esperaba―. Ya sabéis, ¿alguien a quien no deba atacar, algo que no deba decir..?

Con respuesta o sin ella, Alexis se alejó del ordenador pocos minutos más tarde y me pidió que me pusiera frente al “láser”, que interpreté como el círculo grande y rojo que había delante del ordenador. Cuando las dos chicas se apartaron, empezó a emitir ruidos estridentes.

Buena suerte. ―Fue lo último que escuché antes de que una luz repentina me obligara a cerrar los ojos.

***


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Espacio Paranoico, ¿eh? Bien, pues el nombre le va que ni pintado.

El mundo digital me parecía, en una palabra, criard. No llevaba ni cinco minutos ahí y la cabeza me dolía como si tuviese el maldito campanario de Notre Dame dentro. Había aparecido en una habitación sin paredes, y todo lo que podía ver eran lucecitas multicolores, azul, y más lucecitas multicolores. Apabullante. Sólo esperaba que el resto no fuese igual.

Al girarme para inspeccionar mi alrededor descubrí que mi ropa había cambiado acorde con el sitio. Ahora iba vestida con un traje gris que me cubría el cuerpo entero, con líneas verdes brillantes y una especie de disco en la espalda. No pude evitar suspirar de alivio, pensando que aquel nuevo vestuario parecía mucho más cómodo que el que llevaba en Bastión Hueco. Y que, al menos, tapaba un poco más.

¿Qué tal por ahí? ―preguntó la voz de Alexis en mi oído, haciendo que pegara un respingo―. ¿Ha salido todo bien? ¿Dónde estás?

Parece que sí… ―empecé a decir, sólo para recordar luego que tenía que mantener el botón del pinganillo pulsado para que me escucharan. Avergonzada, me llevé una mano a la oreja y volví a hablar―. ¡T-todo bien, sí! He aparecido en una especie de, eh, plataforma en medio de la nada. Estoy sola, aquí sólo hay unos ordenadores amarillos con pantallas gigantes que muestran lugares distintos… Bastión Hueco sale en uno, de hecho, y os veo a vosotras mirando al ordenador. ¿Podéis verme?

Saludé con la mano en dirección a la pantalla, olvidando por un segundo que estaba en una misión seria. Carraspeé y añadí:

Y… ¿sabéis por un casual dónde estoy exactamente y cómo salgo?

La respuesta de Alexis no se hizo esperar.

Debes de darme suerte, porque acabo de conseguir el plano de la sección en la que te encuentras. Parece que no has ido a una zona común de Espacio Paranoico, porque no la reconozco. Y da la impresión de que todos los accesos desde el exterior se redirigen ahí. Ten cuidado, puede que sea una trampa.

La imagen de las aprendizas desapareció del ordenador y, en su lugar, ahora veía un mapa.

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Es bueno, ¿eh? Deberías memorizarlo, porque no podré mostrártelo en ningún otro lugar. Estás en la Sala de transferencias 2. Busca un terminal que acceda a Tierra de Partida.

Observé mi situación en el mapa. Según éste, sólo había un camino que me sacara de ahí; luego tendría que ir eligiendo…

Creo que ella nunca ha visto Tierra de Partida… ―apuntó Diana.

Oh, vale. Seguramente muestre una sala del ordenador muy parecida a la nuestra. Se la copiamos a ellos. Si no está ahí, probablemente se halle en la Sala de transferencias 1.

Algo entró en mi campo de visión. Otra plataforma venía usando los raíles hacia donde yo estaba.

Entendido ―susurré, a toda velocidad―. Os aviso en cuanto tenga algo, que viene alguien. Y… ¡quitad el mapa!

La plataforma aterrizó y una chica bajó de ella. Debía de ser otro programa, a juzgar por el mismo traje gris y de líneas brillantes que llevaba. La observé de reojo, fingiendo que trabajaba en el ordenador y buscando a la vez la sala de ordenadores de Tierra de Partida, pero ella no pareció reparar en mí. En cambio, empezó a pasearse por toda la plataforma, murmurando para sí misma «XXX… XXX…» e inspeccionando todo lo que veía. ¡Hasta se agachó a mirar el suelo!

¿Has perdido algo? ―pregunté, cuando creí que la situación no podía ponerse más rara.

La chica, todavía en el suelo, alzó la mirada.

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¿No habrás visto el archivo XXX.rar por aquí, ¿verdad? ―inquirió. Su voz sonaba muy cansada.

La verdad es que no. ―¡Cómo si supera qué era un archivo XXX.rar!―. Llevo un rato aquí y no he visto pasar a nadie. Lo siento.

Me han dicho que estaba aquí ―insistió, desorientada―. Que aquí tenía que eliminarlo. Eliminar… rar… Ay, no está, ¿verdad? Otra vez no. Soy un fracaso. Cualquier día iré a reinserción. No sirvo bien.

La desazón en su voz me sorprendió. Es decir, era un programa, ¿no? ¿Los programas digitales tenían emociones? ¿Y… ojeras?

¡Eh, no digas eso! ―dije, abandonando la pantalla y acercándome hacia ella―. No eres un fracaso. Sólo has llegado un poco tarde. Si te han dicho que ese XXX.rar estaba aquí, no puede andar muy lejos.

¿Y tú quién eres? ¿Nueva? Yo soy Papelera de reciclaje. Mi tarea es la de eliminar. ¿Sabes de algo que tenga que eliminar?

No me gustaba nada cómo hablaba de “eliminar”. Sonreí, intentando calmar mis nervios, y opté por presentarme como una amiga:

Soy un Programa de Seguridad Ciudadana. Y sí, podríamos decir que soy nueva. De hecho, soy tan nueva que me han dicho que vaya a la Sala de Transferencias 1 y no sé cómo hacerlo. Ya ves tú, las dos estamos en un lío.

»Te propongo una cosa
―añadí, entusiasmada con la idea que se me acababa de ocurrir―: yo te ayudo a encontrar a XXX.rar para que puedas eliminarlo y no tengas que ir a reinserción. A cambio, tú me enseñas el camino a la Sala de Transferencias 1. ¿Qué me dices? ¿Tenemos un trato?
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Mundos Digitales

Notapor Darkness Seeker » Lun Jul 20, 2015 12:28 pm

Finalmente, terminada la presentación a Hime y habiendo decidido que sería conveniente su ayuda en el mundo digital, que además resultó no ser el mismo que yo conocía, comenzamos a elaborar un plan. O eso íbamos a hacer hasta que...

¡Tú eres el chico que me besó! ―exclamó Hime señalando de forma muy descarada e infantil a saxor―. ¿Te has cambiado de nombre?

No pude evitar reirme un poco ante la situación, pues me pareció graciosa la reacción de Hime y la cara de Saxor, que parecía estar a nada de estallar de lo roja que estaba.

»¿Akio? ―preguntó Simón dirigiéndose a Lyon―. Un Maestro de Tierra de Partida. Supongo que Neru y Saxor te podrán informar mejor de él, porque de vista seguro que no lo reconoces.

¿Por qué dices…? Ah, ya. Está cerca de dar el estirón, ¿sabes? Acaba de cumplir trece.

Esa es la peor edad. Quizá esta misión no sea buena idea y nos convenga esperar unos cuantos años a que se le acabe el pavo.

Akio es el Maestro más joven de Tierra de Partida—le expliqué de forma breve a Lyon y con una sonrisilla de pensar en lo que iba a decir—.Pese a su edad, es de los Maestros más cabezones que hay, pero se le coge cariño con rápidez.

Tenéis a elegir entre los cinco siguientes: Programa de Seguridad Vial, Programa de Diseño del Campo de Juego, Programa Piloto de Reconocedores, Programa de Detención de Usuarios y Programa de Retención de Desertores. A mí me da igual, escogeré uno al azar entre los que dejéis o el que os dé buenos pálpitos.

Sin pensarlo demasiado, escogí el Programa de Diseño del Campo de Juego, pues era el que mejor sensación me daba, y con mi pequeña experiencia en modelación 3D y programación de Bases de Datos quizás pudiera hacer alguna cosilla si lo requería la situación.

No la enciendas aún, o se gastará. Si todo va bien, se digitalizará contigo.

¡Listo, señor! ¡Todos a sus puestos! ―comentó Hime, increíblemente alegre pese a estar a punto de ir a un mundo hostil en busca de su hermano.

Acto seguido, Simon se hizo a un lado y comprobé como una extraña luz comenzaba a salir de la sala de ordenadores...

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Para cuando la luz volvió a la normalidad, me noté algo extraño, y me bastó comprobar la zona para hacerme una idea. Estaba en un espacio de lo más abstracto, prácticamente negro y con franjas de colores subdividiendo el terreno y el espacio de la propia plataforma en la que estábamos. Habíamos llegado a Espacio Paranoico.

A mi alrededor, pude ver que se encontraban también Hime, Lyon y Saxor, sólo que con la ropa increíblemente cambiada. Extrañado, comencé a inspeccionarme para percatarme de que yo también había cambiado de ropa, si es que se le podía llamar así: Compuesta de placas de lo que parecía una armadura, el traje estaba iluminado en muchos de sus sectores por líneas amarillentas e iluminadas que iban de un lado a otro sin un orden claro. Además, a mi espalda había algo, un círculo resistente y con una serie de franjas del mismo color que el resto de la armadura.

Una preguntita — les comenté mientras inspeccionaba aquél "frisbee" de lo más particular —¿Qué es esto?

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Saxor y Hime parecían ocupados comprobando una pantalla que había allí. De hecho, cuando me acerqué comprobé que la pantalla estaba llena de toda clase de datos, incluso imágenes sobre mundos externos al digital. Incluso Lyon comenzó a comprobar en el portátil que le había prestado Simon, en el cuál se mostraba un mapa de toda la zona.

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Punto amarillo. El punto verde no es visible.
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Si Akio está aquí, estará en las celdas ―reflexionó Hime, mirando por encima del hombro de Lyon―. Si lleva tanto tiempo aquí, lo habrán capturado y lo estarán reteniendo en una de ellas.

Por cierto Hime, ¿Sabes por un casual lo que hace cada programa de los que hemos elegido?—le pregunté —. Así sabremos cómo actuar aquí dentro ...

Mira, solo son nuevos. Estás exagerando…

De pronto, una plataforma apareció de la nada y atracó al lado de la nuestra, en la que iban dos programas, uno anaranjado y otro verde. Y el tema de su conversación no me gustaba demasiado.

¡Te equivocas! ¡Han saltado todas las alarmas en cuanto han pisado un pie aquí! Las lecturas dicen que vienen de otro mundo. ¡No son Programas!

Tonterías, sé reconocer a un Programa cuando lo veo. Y el acceso a los Usuarios está ahora mismo prohibido, por si no lo recuerdas. ¿Quiénes sois? Yo soy el Programa de Integración a la Base. Os guiaré por el complejo cuando este amable señor deje de dar la vara.

Soy uno de los encargados de nuestra seguridad. ¡Muestra un poco más de respeto, vieja bruja! ¡Ajá! ¡Aquí está! ―exclamó alegremente mirando algo en su frisbee verde―. ¡Tú! Tus datos son confusos. Parece que tengas un fallo en tu programación, porque los registros que tengo de ti no coinciden. Aunque el sistema está dando problemas y no me deja acceder a más información.

¿Qué hay de los demás?

… Están limpios. Pero tú, ¡explícate!

Con algo de nerviosismo, decidí mantenerme callado hasta que la situación se arreglara. Una vez todo se aclarara y con suerte, estuviéramos fuera de peligro, acompañaría a la señora que afirmaba hacernos de guía por el mundo, esperando que así el resto de programas no se percataran demasiado en nosotros.

Disculpe— me dirigí a la señora que tan amablemente nos había recibido —.Es un poco vergonzoso pero... al ser un programa recién llegado apenas tengo idea de cuáles son nuestras nuevas funciones en el sistema, ¿Podría hablarnos de ellas?

Quizás con un poco de suerte pudiéramos averiguar aquello que teníamos que hacer para aparentar ser programas.

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Neru escoge el Programa de Diseño de Campo de Juegos y pregunta a Hime y al Programa de Integración a la Base las funciones de los trajes que elejimos. En caso de que Hime me respondiera antes de hablar con el Programa de Integración, no le preguntaría nada a ésta.
LET YOUR HEART SURRENDER BY THE DARKNESS¡

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Logros ~ Neru
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Awards

~ 2014 ~

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Re: Mundos Digitales

Notapor Marioxulo » Lun Jul 20, 2015 11:47 pm

¡Tú eres el chico que me besó! ¿Te has cambiado de nombre?

Tuve que aguantarme la risa ante la cara que había puesto Saxor ante la afirmación de Hime.

En efecto, aquel asuntillo tuvo lugar en la Red. Vosotros iréis a Espacio Paranoico, un mundo abiertamente hostil contra los Usuarios. Pero si el plan sale bien, no sabrán que lo sois. Os vamos a colar como programas. Hemos estado trasteando antes y hemos conseguido algunos datos para cargaros con ellos. Cuando acabe de programar la ruta de acceso, Hime os dará la lista.

»¿Akio? ―dijo Simón dirigiéndose a mí―. Un Maestro de Tierra de Partida. Supongo que Neru y Saxor te podrán informar mejor de él, porque de vista seguro que no lo reconoces.

¿Por qué dices…? Ah, ya. Está cerca de dar el estirón, ¿sabes? Acaba de cumplir trece.

Esa es la peor edad. Quizá esta misión no sea buena idea y nos convenga esperar unos cuantos años a que se le acabe el pavo.

Espera un momento. Eso quiere decir que…

Akio es el Maestro más joven de Tierra de Partida—me dijo Neru, quitándome las palabras de la boca—. Pese a su edad, es de los Maestros más cabezones que hay, pero se le coge cariño con rapidez.

Tenéis a elegir entre los cinco siguientes: Programa de Seguridad Vial, Programa de Diseño del Campo de Juego, Programa Piloto de Reconocedores, Programa de Detención de Usuarios y Programa de Retención de Desertores. A mí me da igual, escogeré uno al azar entre los que dejéis o el que os dé buenos pálpitos.

Bueno, no tengo ni la más mínima idea de ordenadores y demás aparatos, es decir, no existía nada como eso en mi mundo. Pero me gusta cómo suena el Programa de Seguridad Vial. ¿En qué se basa?

Aprovechó para compartir números con Neru y Saxor con unos extraños aparatos. Como yo no tenía, me dio una especie de cristal raro que por lo visto servía para comunicarse.

¿Y cómo dices que funciona esto? ―le dije, dándole unos golpecitos con el dedo.

No la enciendas aún, o se gastará. Si todo va bien, se digitalizará contigo.

¡Listo, señor! ¡Todos a sus puestos!

Una extraña luz salió entonces del ordenador, enviándonos a todos a aquel extraño mundo.

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Nos encontrábamos en un lugar bastante extraño, totalmente abierto y con varios extraños ordenadores a ambos lados. Era una especie de plataforma. Me fijé además en que nuestros trajes habían cambiado, y teníamos además unos extraños discos de colorines.

Una preguntita —dijo refiriéndose a aquellos discos— ¿Qué es esto?

Si… ¿Qué carajos es?

Observé un poco más aquel cristal que me habían dado. Me fijé en que tenía algunas marcas que sobresalían en los bordes, y cuando pulsé en una de ellas, una extraña imagen apareció. Me sobresalté y se cayó al suelo, aunque por suerte no sufrió daño alguno. Me fijé que se trataba de un mapa de lo que parecía el lugar.

Eh, chicos, venid a mirar esto.

Si Akio está aquí, estará en las celdas ―dijo Hime, mirando el mapa de mi pantalla―. Si lleva tanto tiempo aquí, lo habrán capturado y lo estarán reteniendo en una de ellas.

Por cierto Hime, ¿Sabes por un casual lo que hace cada programa de los que hemos elegido? Así sabremos cómo actuar aquí dentro ...

Mira, solo son nuevos. Estás exagerando…

De un lado, una plataforma trajo hacia nosotros otras dos personas: una de ellas algo anciana y la otra bastante joven y más pequeña.

¡Te equivocas! ¡Han saltado todas las alarmas en cuanto han pisado un pie aquí! Las lecturas dicen que vienen de otro mundo. ¡No son Programas!

Tonterías, sé reconocer a un Programa cuando lo veo. Y el acceso a los Usuarios está ahora mismo prohibido, por si no lo recuerdas. ¿Quiénes sois? Yo soy el Programa de Integración a la Base. Os guiaré por el complejo cuando este amable señor deje de dar la vara.

Soy uno de los encargados de nuestra seguridad. ¡Muestra un poco más de respeto, vieja bruja! ¡Ajá! ¡Aquí está! ¡Tú! Tus datos son confusos. Parece que tengas un fallo en tu programación, porque los registros que tengo de ti no coinciden. Aunque el sistema está dando problemas y no me deja acceder a más información.

¿Qué hay de los demás?

… Están limpios. Pero tú, ¡explícate!

No sbaía a que se referían, y a riesgo de equivocarme y cagarla, decidí mantenerme en secreto tal y como hacía Neru también. Una vez el interrogatorio terminó, Neru se dirigió hacia ellos.

Disculpe. Es un poco vergonzoso pero... al ser un programa recién llegado apenas tengo idea de cuáles son nuestras nuevas funciones en el sistema, ¿Podría hablarnos de ellas?

Intenté por todos los medios disimular mi falta de conocimientos de informática y sacar algo de información de aquellos programas

Eh… Si, eso mismo, yo, eh, estoy como él, confuso y desorientado. Una ayudita vendría bien.
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Do u even heingue?

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To mi amol pa Aru por las lindas firmas
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Re: [Espacio Paranoico] En busca del corazón

Notapor Saxor » Mar Jul 21, 2015 1:14 am

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Hime pareció prestarme más atención a mí que al resto, tal vez por el tartamudeo. En un principio no me extrañó, ya que me conocía, pero lo que vino después casi me da un ataque al corazón.

¡Tú eres el chico que me besó! ―me señaló―. ¿Te has cambiado de nombre?

¡¡¿Q-q-queeeeeeeeeeeee?!!—mi cara estaba completamente roja. ¡¿Que rayos había hecho Xayim?!

¡¿Que has hecho QUÉ?!

Y me arrepiento mucho más de lo que crees...

No podía ocultar mi vergüenza. ¿Que Xayim había besado a Hime? ¡¿Y ahora cómo la miraba a la cara?! Daba igual lo (sospechosamente) arrepentido que estuviera, el hecho seguía ahí, y no podía quitármelo de la cabeza. ¡Como dijeran eso por ahí, sería el foco de las trastadas de Akio (una vez lo rescatásemos) se centrarían en mí por décadas! Y eso era en el mejor de los casos...

»¿Akio? ―tuve un ligero respiro cuando Lyon preguntó por el Maestro desaparecido, ya que la atención pasó de mí al chico―. Un Maestro de Tierra de Partida. Supongo que Neru y Saxor te podrán informar mejor de él, porque de vista seguro que no lo reconoces.

¿Por qué dices…? Ah, ya. Está cerca de dar el estirón, ¿sabes? Acaba de cumplir trece.

Esa es la peor edad. Quizá esta misión no sea buena idea y nos convenga esperar unos cuantos años a que se le acabe el pavo.

Yo estoy de acuerdo. ¿Por qué no esperar unos años más? Total, ese Akio solo causa problemas.

Mientras Xayim se quejaba (obviamente para no entrar a ese mundo de mil demonios), Hime nos pasó una hoja con una lista de programas, que al parecer íbamos a usar como tapadera (mejor).

Tenéis a elegir entre los cinco siguientes: Programa de Seguridad Vial, Programa de Diseño del Campo de Juego, Programa Piloto de Reconocedores, Programa de Detención de Usuarios y Programa de Retención de Desertores. A mí me da igual, escogeré uno al azar entre los que dejéis o el que os dé buenos pálpitos.

Conté un segundo la lista de identidades, viendo que nos eran justitos, contando a Guilmon. No sabía si podrían hacer algo con él, pero lo intenté.

Em... Guilmon es un programa fugitivo de ese mundo. Estaría bien que se le pudiera dar otra identidad a él también—advertí mientras elegía qué programa (o programas) nos vendrían bien a Guilmon y a mí. Sabía que él era medianamente capaz de manejar un sistema si lograba piratearlo, y como debíamos buscar a Akio, lo más probable es que estuviera preso. Por lo tanto...—Yo me quedo con el de Retención de Desertores, y si es posible que Guilmon tenga el de Piloto de Reconocedores.

Mientras Hime toqueteaba el ordenador, Simon intercambió su número de teléfono con el nuestro, aunque advertí que mi teléfono era realmente el disco de Guilmon, por lo que no sería yo exactamente quien lo llevara consigo.

¡Listo, señor! ¡Todos a sus puestos! ―con un saludo militar, Hime nos indicó que nos colocáramos en el centro. Guilmon parecía algo nervioso, aunque era normal... La última vez que estuvimos allí no fue nada agradable. Al menos aquella vez no entrábamos como "usuarios". Cuando el rayo nos golpeó, todos mis sentidos se desvanecieron.

* * *


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Cuando el brillo cesó, pude volver a sentir cada parte de mi cuerpo. Como había esperado, todos nosotros habíamos cambiado a una coloración de escala de grises, a excepción del circuito que recorría los trajes. A diferencia de la otra vez, que había tenido una circuitería de color azul, esta vez los haces de luz que rodeaban mi cuerpo mostraban el color verde, además de que Guilmon había cambiado el color verde lima de la otra vez por un blanco impoluto. En mis manos se encontraba el disco que correspondía a Guilmon, mientras que el mío ya se encontraba a mi espalda.

Rezando para mis adentros que no tuviera la marca que tanto temía (la de los Sincorazón), entregué el disco a su legítimo dueño y observé a mi alrededor. Era un espacio abierto incluso más grande que la Rejilla de Juego, dejando solo a la vista una especie de raíles demasiado lejos para intentar alcanzarlos. Nosotros nos encontrábamos en medio del basto espacio, en una plataforma flotante y circular. La plataforma estaba rodeada de terminales, que por lo que recordaba se parecían bastante (si no iguales) al que vi en la Torre I/O. Varios mundos se mostraban en cada uno, y entre ellos se encontraba Tierra de Partida, donde podía ver a Simon.

Una preguntita. ¿Qué es esto?—volví a prestar atención a mis compañeros tras la pregunta de Neru. Estaba señalando su propio disco.

Si… ¿Qué carajos es?

Esto es un disco de datos. Contiene nuestra información y... creo que también las funciones de un programa—mencioné recordando la batalla contra el clon de Kit. Habíamos conseguido derrotarlo hackeando su disco, así que mi idea no podía estar desencaminada. Mientras respondía, a Lyon se le calló la tablet, lo que hizo que me pegara un susto. ¿Y si se había roto? Por suerte no, ya que la pantalla estaba intacta.

Mira, no eres el único patoso.

Eh, chicos, venid a mirar esto.—no hizo falta que me lo dijera para acercarme a observar la pantalla. En ella se mostraban un mapa con varias localizaciones, entre ellas el lugar donde nos encontrábamos y las celdas.

Si Akio está aquí, estará en las celdas. Si lleva tanto tiempo aquí, lo habrán capturado y lo estarán reteniendo en una de ellas—explicó Hime tras observar el mapa. Al parecer había tenido la misma deducción que yo.

Por cierto Hime, ¿Sabes por un casual lo que hace cada programa de los que hemos elegido? Así sabremos cómo actuar aquí dentro ...

Mira, solo son nuevos. Estás exagerando…

¡Te equivocas! ¡Han saltado todas las alarmas en cuanto han pisado un pie aquí! Las lecturas dicen que vienen de otro mundo. ¡No son Programas!—Me dio un respingo al oír aquellas voces, sobre todo por la del programa que nos había cazado. Nuestra tapadera no había durado ni un minuto.

Tonterías, sé reconocer a un Programa cuando lo veo. Y el acceso a los Usuarios está ahora mismo prohibido, por si no lo recuerdas. ¿Quiénes sois? Yo soy el Programa de Integración a la Base. Os guiaré por el complejo cuando este amable señor deje de dar la vara.

Soy uno de los encargados de nuestra seguridad. ¡Muestra un poco más de respeto, vieja bruja! ¡Ajá! ¡Aquí está! ¡Tú! Tus datos son confusos. Parece que tengas un fallo en tu programación, porque los registros que tengo de ti no coinciden. Aunque el sistema está dando problemas y no me deja acceder a más información.—y lo peor es que la fuente de problemas parecía ser yo. ¿Era porque ya había estado antes en Espacio Paranoico, o había sido un error en la implementación de la identidad falsa?

¿Qué hay de los demás?

… Están limpios. Pero tú, ¡explícate!

Perfecto, fin del juego. Gracias por jugar, Saxini.

Habría gruñido ante el comentario de Xayim si no estuviera en una situación como aquella. A ese paso, nos iban a pillar enseguida, y todo por mi culpa. Como no consiguiera convencer al Programa de Seguridad, acabaríamos otra vez en los Juegos. Así que usando algo de improvisación, ideé la excusa más rápida que se me pudo ocurrir.

¿Otra vez? ¡Ya estoy hasta las narices! Ese maldito gestor de transferencias nunca da una a derechas, siempre me envía mal.—me expliqué con una expresión de enfado en el rostro—Como no lo actualicen voy a enviar una queja.

Una vez terminé mis explicaciones, Neru y Lyon preguntaron por sus funciones. Yo me quedé callado, deseando con todas mis fuerzas que se tragaran la trola.
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Gracias a Ita por la firma~
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RolKHWorld: Cronología
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Primer Arco: Corrupción

1ª Saga
Prólogo: Sólo los más fuertes... [Bastión Hueco]
Encuentro: Recién llegado [Tierra de Partida]
Trama: Un paso atrás [Tierra de Partida]
Trama: Y digo ¡salta! [Coliseo del Olimpo]
Encuentro: La ciudad eterna [El Mundo Inexistente]
Encuentro: Persecución enmascarada [Villa Crepúsculo]
Encuentro: Un lugar al que regresar [Espacio Profundo]
Trama: ¿¡Es que nadie piensa en los niños!? [Islas del Destino]
Misión: Cuidado con los asteroides [Espacio Profundo]
Encuentro: Perros, lagartos y osos parlantes [Bosque de los 100 Acres]
Encuentro: Las apariencias engañan [Tierra de Partida]
Trama: ¡Se me ha metido placton en la nariz! [Atlántica]
Evento Global: Ocaso de una estrella (Primera parte) [Bastión Hueco]
Evento Global: Ocaso de una estrella: Ruta 3 (Segunda parte) [Bastión Hueco]
Evento Global: Ocaso de una estrella (Parte final) [Bastión Hueco]

Segundo Arco: Perdición

2ª Saga
Misión: Dulces olores [Monstruo] (Inconclusa)
Trama: Ángeles Caídos [Intersticio entre los mundos]
Encuentro: Laberinto Paranoico [Espacio Paranoico]
Trama: Alianza en las Penumbras [El Mundo Inexistente]
Encuentro: ??? [???]
Encuentro: Pasado olvidado [Ciudad de Paso]
Encuentro: Coincidencias alarmantes [País de Nunca Jamás] (Inconcluso)
Trama: Cada loco con su tema [País de las maravillas]
Evento Preglobal: The End Is Where We Begin (Day 0: The Introduction) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 1 - Sector 1: Crepúsculo) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 2 - Sector 3: Ocaso) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 3 - Sector 4: Túneles) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 4 - Sector 3: Ocaso) [Villa Crepúsculo Virtual]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 5 - Sector 2: Atardecer) [Villa Crepúsculo Virtual]
Evento Global: Datastream (Primera parte) [La Red]
Evento Global: Datastream - Ruta de la Eliminación (Segunda parte) [La Red]
Evento Global: Datastream (Parte final) [La Red]

Tercer Arco: Rebelión

3ª Saga
Trama: Crisis de tierras sin dueño [Ciudad de Paso]
Encuentro: Día de monos [Selva Profunda]
Trama: Asalto a la Torre [Torre de los Misterios]
Trama: De cero a héroe [Coliseo del Olimpo]
Trama: En busca del corazón [Espacio Paranoico]
Evento Global: El Esclavo del Olvido (Primera parte) [Castillo del Olvido]
Evento Global: El Esclavo del Olvido - Ruta del Caído (Segunda parte) [Castillo del Olvido]
Evento Global: El Esclavo del Olvido (Parte final) [Castillo del Olvido]
Secret Episode: Another Side, Another Story - The Last Twilight [Villa Crepúsculo]

Cuarto Arco: Colisión

4ª Saga
Trama: Leyendas se contarán [Tierra de Dragones] (en proceso)


No Canon
Especial libre: San Valentín [Tierra de Partida] [Corrupción]
Especial libre: Halloween [Ciudad de Halloween] [Perdición]
Especial libre: ¡Feliz Navidad 2012! [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: Historias de San Valentín [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: Venid, mis pequeños [Villa Crepúsculo] [Perdición]
Especial libre: ¡Feliz Navidad 2013! [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: La mansión encantada [Ciudad de Halloween] [Rebelión]
Especial libre: El laberinto de los corazones [???] [Rebelión]
Especial libre: ¡Los reyes han llegado! [Tierra de Partida] [Rebelión]
Especial libre: La Mansión Encantada II: La Venganza [Ciudad de Halloween] [Rebelión]
Especial libre: World War Christmas [Tierra de Partida] [Colisión]
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Re: [Espacio Paranoico] En busca del corazón

Notapor Nell » Mié Ago 12, 2015 10:33 pm

Celeste


Papelera pareció animarse un poco gracias a los consuelos de Celeste. No desconfió ni un poquito de ella, ni de su historia, ni de su trato (y en Bastión Hueco fueron rápidas quitando el mapa). El color verde de su uniforme le daba vía libre para que el resto de Programas se fiaran de ella con facilidad, pues como había dicho, su tarea seguía siendo la misma: proteger a las personas.

Alexis le hizo una breve aclaración por el pinganillo: el traje no era importante, ya que todos vestían allí igual; sin embargo, Celeste no debía perder el disco que llevaba a su espalda, puesto que guardaba los datos de su nueva identidad. Y cuanta menos gente lo examinara, mejor.

Por otro lado, tal vez para futuras presentaciones pudiese tener en cuenta el último consejo que había pedido a Alexis y que esta le había proporcionado sin necesidad de pensarlo mucho: «Tú di que el PCM mola y todo irá bien». Lástima que no le hubiese dado tiempo a explicar qué era eso del PCM (aunque podía preguntarle cuando quisiera).

Claro, qué buena idea ―la elogió. Estaba a punto de esbozar una sonrisa cuando, repentinamente, cambió de parecer y en su lugar se puso de nuevo alicaída―. Te enseñaré el camino. Y si necesitas que elimine algo, te ayudaré. Solo tienes que decirme el nombre o señalarlo, si está presente, y bastará con que lo toque para que sea borrado del sistema. Esa es mi función ―recalcó, explicando el funcionamiento de su habilidad―. Hacemos una buena combinación. Tú nos proteges de los errores y yo desecho lo inservible.

Papelera regresó a la plataforma donde había venido y le indicó a Celeste que se subiera con ella. Una vez encima, accionó el interruptor y se pusieron en marcha, siguiendo el raíl luminoso bajo la superficie. Daba la impresión de no ser tangible.

Avanzaron por aquel espacio vacío a una velocidad moderada, lo cual era un alivio, puesto que no había barandilla que les protegiera de los desequilibrios. Papelera se sentó sobre la plataforma, sujetándose al mando que tenía el interruptor para sentirse estable y olvidar su evidente miedo a caerse. En cuanto estuvo segura, volvió a dirigirse a Celeste con algo que le rondaba por la cabeza:

¿Nunca has estado en la Sala de Transferencias 1? Qué raro. La mayoría llegamos allí. Dicen que los venidos desde la Sala 2 son muy especiales, porque se integran aquí con mucha facilidad. ¿O acaso tú eres…? ―Bajó el volumen de su voz y se acercó a Celeste, como si estuvieran compartiendo un secreto―. ¿Eres una pura?

La observó con perplejidad y expectación. Daba la impresión de que esperaba una respuesta positiva, aunque quedaba a decisión de Celeste el arriesgarse a dársela o no. A juzgar por el mutismo de Alexis y Diana, ellas tampoco sabían qué significaba el vocablo.

Finalmente, divisaron un muro sólido que cortaba su camino. Al llegar a su altura, la atravesaron limpiamente (al igual que las vías, no debía de ser material) y tras ella accedieron al edificio en sí. Al contrario que en el anterior espacio vacío, se encontraban en un lugar más acogedor, delimitado por paredes y puertas. Aquel sitio en concreto era el final de un largo pasillo, todo de gris, repleto de puertas con un panel cada una. Había varios Programas (todos de color verde) examinando dichos paneles o conversando entre ellos, con tranquilidad. Ninguno se fijó en ellos.

Papelera echó a andar en línea recta, adoptando su rol de guía.

Este lugar no me gusta. No me gusta nada. Pasemos rápido, por favor ―le pidió, agachando la mirada y caminando con largos pasos. Celeste notaría que se esforzaba por fijarse en nada de lo que la rodeaba, solo en su camino.

El largo pasillo fue desembocando en otros. Era un auténtico laberinto y, de no haber seguido las instrucciones de Papelera, probablemente habría dado con varios callejones sin salida. Al final, a Celeste el camino se le haría monótono y aburrido, siempre con las mismas puertas cerradas y los mismos paneles ininteligibles para ella (reflejaban secuencias y números que no le dirían nada). Solo en una ocasión se toparon con que una parte de la pared era de cristal, por lo que se podía ver el interior. En esa estancia, había tres Programas azules apuntando las órdenes de un Programa rojo. Los subordinados parecían tenerle miedo al superior. Papelera ni siquiera echó una ojeada, en su empeño por atravesar aquella sección ignorando a todos.

Llegaron hasta el final de un pasillo y se detuvieron. En vez de una plataforma, allí había una terminal parecida a las que Celeste había dejado atrás en la Sala de Transferencias. Papelera se adelantó para activarla y, por lo que pudo atisbar la aprendiza de la máquina, esta les preguntaba por su destino.

Para llegar a la Sala de Transferencias 1 podemos elegir entre dos rutas. La primera es pasando por la ciudad. Supongo que no querrás que te vea algún Programa de tu base, ya que no has cumplido la misión. Sin embargo, en el comedor, está el Programa que me ordenó la eliminación de XXX.rar y podría preguntarle de camino. La segunda es atravesando las celdas. Es un lugar horrible y terrorífico, porque ahí se encierra a los peores errores, los que no se pueden eliminar. Aunque allí no nos cruzaremos con casi nadie y tú seguro que no les tienes miedo.

»¿Qué quieres hacer?

Papelera esperó la respuesta con paciencia. Daba la impresión de que le daba igual, ya que Celeste le había prometido ayudarla con su búsqueda de XXX.rar (fuera antes o después de su llegada a la Sala de Transferencias 1) y no tenía nada que temer en las celdas con un Programa de Seguridad Ciudadana a su lado. La decisión quedaba en manos de la aprendiza.

Entonces, alguien puso una mano sobre el hombro de Celeste. Al girarse, vería que se trataba de un chico, también joven, que miraba con altivez a Papelera. Las líneas de su traje eran de color verde, similares a las de la propia Celeste.

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Hola, Papelera. No ha pasado mucho tiempo. ¿Te han mandado otra vez aquí? ¿Adónde ibais? ―les preguntó, inofensivamente, como si solo tuviera curiosidad.

Papelera no dijo nada. Debía de conocerlo y, a juzgar por su expresión, la muchacha habría dado cualquier cosa por no cruzarse con él. Miró a Celeste con apremio, como si la elección rápida de su destino pudiera sacarla del apuro de contestar.


Neru, Saxor y Lyon


Desgraciadamente, Hime no sabía nada acerca de las funciones que desempeñaban los Programas que habían escogido. Ya le había costado bastante rescatar esas identidades, fisgonear sobre ellas podría haber activado las alertas. Pero, al contrario que Neru, parecía muy confiada en que desempeñarían muy bien su papel con solo conocer el nombre y seguir las órdenes de cualquiera que pareciera un superior. Por otro lado, los trajes eran completamente normales en aquel mundo y no guardaban nada en especial. Los colores parecían decorativos, aunque llamaba la atención que variaran de uno a otro. Hime solo señaló que lo más importante de ellos era el disco que se había materializado a sus espaldas, puesto que en él estaba su identidad (como Saxor también había explicado).

Así, cada uno eligió una identidad: Programa de Diseño del Campo de Juego para Neru (amarillo), Programa de Seguridad Vial para Lyon (blanco), Programa de Retención de Desertores para Saxor (verde), Programa Piloto de Reconocedores para Guilmon (blanco) y, por descarte, el Programa de Detención de Usuarios para Hime (verde). La chica le previno de que tuviera cuidado con mostrar a Guilmon. Aunque la nueva identidad le haría pasar por otro individuo, no estaba segura de qué medidas tomaban contra los fugitivos. De hecho, quedó palpable en el posterior interrogatorio a Saxor que no había previsto aquello.

Después de la llegada de la pareja, Neru preguntó a la ancianita sobre sus funciones, haciéndose el despistado. No hizo ninguna falta fingir, ya que el Programa sonrió con amabilidad y, como la más tierna de las abuelas, agarró tanto a Neru como a Lyon de las manos y les arrastró hasta la plataforma donde se acababa de bajar.

Eso es completamente normal, no tengáis vergüenza por preguntar. Todo el mundo llega y no sabe muy bien qué hacer o cómo actuar. Para eso existo, para integraros en nuestra encantadora base. Venid conmigo a la Zona de Prácticas 1, os haré la introducción ―explicó.

Les animó subir a la plataforma y le hizo señas a Hime para que les siguiera.

Por cierto, no sabía que el PCM contaba con Programas de Seguridad Vial ―comentó la ancianita, dirigiéndose a Lyon.

Hime tenía cara de circunstancias, tras saltar otra cosa más imprevista. En esta ocasión, sí trató de sacar a Lyon del apuro.

¡Por supuesto que sí! ¡Con lo prácticos que son! Y este tiene una larga carrera, ¡les será muy útil!

Me alegro, muchacho, me alegro.

Mientras tanto, Saxor aguantaba la inspección del Programa, que no le quitaba el ojo de encima como si esperara que en cualquier momento echara a correr (a saber dónde).

Así que te ocurre a menudo, ¿eh? ¿Por qué será…? ―murmuró el Programa, en absoluto convencido, y fijándose repentinamente en Guilmon―. Déjame que le eche un vistazo a tu disco de identidad…

¿Has terminado ya de molestar a ese pobre Programa? ―interrumpió el Programa de Integración a la Base (PIB a partir de ahora)―. Ya has visto que no tiene nada que esconder. Pediré que reparen su disco en cuanto pueda. Por el momento, si no le importa, agente, este joven necesita la misma orientación que sus compañeros. ―Entonces, señaló algo a la espalda del Programa de Seguridad―. Mire, ¿no debería revisar eso? Parece como si un Usuario estuviera indagando otra vez.

El Programa de Seguridad miró el terminal señalado, que para horror de todos, era el de Tierra de Partida. PIB se refería a Simon, al cual se le veía mirando fijamente la pantalla del ordenador y tecleando cosas de vez en cuando, aunque daba la impresión de que no tenía ni la más remota idea de lo que hacía.

Tiene razón. Idos ahora mismo, este es un problema de seguridad.

Claro, agente. Gracias, agente.

PIB cogió a Saxor del brazo y, al igual que a sus compañeros, lo arrastró hasta la plataforma. Una vez estuvieron todos subidos, accionó el interruptor. Inmediatamente, la superficie móvil se puso en marcha, siguiendo el raíl inmaterial que había bajo sus pies, aparentemente hacia la nada. La ancianita estaba muy tranquila, contando que se encontraban suspendidos en el aire (a saber adónde irían a parar de caerse) y que no había ni una barandilla de seguridad.

Ahora que estamos solos, decidme, muchachos, ¿quiénes sois? ―preguntó con amabilidad.

¡Yo soy el Programa de Detención de Usuarios! Encantada, señora

Esperó a que cada uno de ellos finalizara su presentación para volver a hablar:

A veces los Programas de Seguridad Ciudadana se ponen muy pesados. Si os encontráis con alguno así, lo mejor es dejar que crean que tienen el control y buscar alguna tarea que los mantenga ocupados. Ya veis, piensan que son los mejores protectores de la base, pero se equivocan. Es gracias a Programas como Retención de Desertores y Detención de Usuarios por los que estamos a salvo. ―Miró con dulzura a Saxor y Hime―. Y no sabéis lo mucho que me alegra poder dar la bienvenida a más.

Finalmente, divisaron un muro sólido que cortaba su camino. Al llegar a su altura, la atravesaron limpiamente (al igual que las vías, no debía de ser material) y tras ella accedieron al edificio en sí. Al otro lado se encontraron con una inmensa habitación gris. Era una especie de auditorio, con varias butacas en fila y en cuyo frente se había instalado un escenario. La única salida era una puerta que daba acceso a otra habitación.

Sentaos donde queráis ―les indicó.

Al bajarse el último de la plataforma, PIB pulsó otra vez el interruptor de la plataforma para que esta regresara a la Sala de Transferencias 1. Puede que el Programa de Seguridad no le cayera bien, como había dado a entender, pero tuvo la deferencia de no dejarle abandonado.

Acto seguido, PIB se subió al escenario para ser visible por los nuevos reclutas. En él, había un puesto de mando, que manipuló para poner imágenes en la pantalla instalada a su espalda, a la vista de todos. En ese momento reflejó un enorme edificio, titulado «Base del PRU», al que se le había marcado una zona roja. Dado el mapa que tenían a su disposición, parecía que les estaban enseñando uno tridimensional.

Sé que vuestra decisión no ha sido fácil y por eso quiero felicitaros. Gracias a este paso que habéis dado, vosotros y otros muchos otros, dentro de poco lograremos que el sistema sea un lugar mejor para todos. Me imagino que ahora mismo os estaréis preguntando si ha merecido la pena. Creedme cuando os digo que la respuesta sí. Enseguida comprobaréis que no os equivocabais cuando decidisteis darle la espalda al PCM.

»El PCM ha hecho mucho por nosotros. Nos dio un lugar donde vivir, una función que desempeñar y nos protegió de los Usuarios, que no hacían otra cosa que darle un mal uso al sistema. Pero, ¿es esto lo correcto? ¿Debemos aislarnos de los Usuarios, ser agresivos con ellos y aceptar esa política (supuestamente temporal) de no intervención en los mundos humanos? El PRU pensó que no. Y por ese creó esta base, aislada del resto del sistema, para demostrar que el PCM estaba equivocado.

En la pantalla se fueron sucediendo más imágenes: de personas (normales, antropomórficas y extraterrestres por igual) en su día a día, caminando por la calle o en actividades de ocio. Finalmente, se reprodujo el vídeo de una ciudad diferente a las demás, lleno de Programas que iban y venían, mecánicamente, encargándose de sus tareas.

Los Usuarios nacieron mal programados. No sé si alguna vez habréis visto alguno, pero debéis saber que no son como nosotros. Su individualidad provoca que vivan en sistemas defectuosos y erróneos. ¡Algunos ni siquiera tienen una función u ocupación específica! ―Se sobresaltó, como si fuera algo impensable―. Solo nosotros podemos arreglarlos. Con las instrucciones pertinentes, hemos demostrado ser capaces de recalibrar a cualquier Usuario y convertirlo en un Programa competente.

»Para eso existimos. Bienvenidos, puros, bienvenidos seáis a la base del Programa de Reinserción de Usuarios.

PIB apagó la pantalla y sonrió a todos con candidez, esperando una respuesta positiva de su público.

Si tenéis alguna pregunta, no tengáis miedo de formularla. Al contrario que bajo el mando del PCM, aquí no necesitáis ocultar las opiniones impopulares. Recibimos con alegría cualquier sugerencia que nos haga funcionar mejor ―aseguró―. Ahora, venid por aquí.

Les indicó que la siguieran por la única puerta de salida. Tras ella, se extendía otra habitación más pequeña, pero que daba acceso a otros lugares a juzgar por las puertas que se extendían por la pared izquierda.

En este lugar vamos recibiendo a los Usuarios que logramos captar desde nuestras redes. Pasan los primeros días en la Zona de prácticas 1, donde se les reconfigura. Y a continuación, se les conduce a la Zona de prácticas 2 y ponen a prueba su funcionalidad como nuevos Programas. En cuanto están listos, se incorporan como uno más a la base. No hacemos distinción entre puros y reinsertados.

PIB les dirigió hasta el final de la sala, donde había una terminal parecida a la que habían usado para llegar a Espacio Paranoico. Al lado, se encontraba un escritorio tras el que se sentaba un chico joven, aparentemente distraído y muy aburrido, que no hizo ni el esfuerzo de levantar los ojos para verlos.

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Vuestras funciones no serán diferentes a las que ya desempeñabais a las órdenes del PCM. Pero para ubicaros, necesitaréis la ayuda de Recursos Humanos. Saluda, Recursos Humanos, son nuevos.

El aludido levantó la mano con desgana.

¿Qué queréis saber?

No seas grosero, que acaban de llegar ―le regañó, recordándole lo que había dicho antes―. Podéis empezar por decirle vuestros nombres y preguntarle por vuestros superiores, que os ayudarán a asentaros. Algunos Programas prefieren primero visitar la base. Para eso, solo tenéis que usar este terminal. Desde aquí podéis acceder a la ciudad. ―Y a las celdas, aunque PIB no lo dijo.

»Vosotros dos estaréis deseosos de visitar las celdas, para aseguraros de que todo está correctamente ―teorizó, aunque parecía muy convencida, dirigiéndose a Saxor y Hime. Luego, le tocó el turno a Guilmon y Lyon―. Os encontraréis con los vuestros en la ciudad, en la base del PSC o patrullando, como buenos Programas. ―Finalmente, fue el turno de Neru―. ¡Y a los tuyos os conozco muy bien! No existen Programas más satisfechos con su función. Siempre, siempre deseando trabajar. Muy bien, seguro que te será más difícil localizarlos, pero algo podremos hacer. Veamos… creo que ese tonto Programa de Seguridad de antes me dijo que había uno dando problemas en el comedor.

Recursos Humanos se quedó a la espera de que se decidieran, aunque PIB ya había suplantado algo de su función (como cualquier secretario que se aprecie, no tuvo inconveniente). El escritorio, como podrían ver, era en realidad un enorme panel que el chico usaba con soltura, introduciendo órdenes y secuencias que ninguno entendería (quizá Guilmon, si se asomaba). Por otro lado, también podían aprovechar la sugerencia de PIB de visitar la base y marcharse por su cuenta, para no tener que pasar por aquel proceso y empezar la búsqueda de Akio cuanto antes.

Hime se quedó un poco apartada, impaciente, meciéndose sobre sus talones.

¿Alguien más cree que estos tipos están como una cabra? ―les susurró, en voz baja, para que ninguno lo escuchara.

La chica no tenía ni idea de lo que hacer a continuación. Si nadie la invitaba a ir con ella o le daba alguna instrucción, probablemente se dirigiera a las celdas, donde había pensado antes que estaba Akio.


Fecha límite: 17 de agosto.
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Re: [Espacio Paranoico] En busca del corazón

Notapor Darkness Seeker » Lun Ago 17, 2015 2:53 pm



El mundo digital era increíblemente extraño para mí. Ya había estado en uno parecido, La Red, pero "Espacio Paranoico" se me hacía increíblemente extraño. Por suerte, parece que todo saldría bien.

Eso es completamente normal, no tengáis vergüenza por preguntar. Todo el mundo llega y no sabe muy bien qué hacer o cómo actuar. Para eso existo, para integraros en nuestra encantadora base. Venid conmigo a la Zona de Prácticas 1, os haré la introducción ―nos dijo la sonriente anciana.

Por cierto, no sabía que el PCM contaba con Programas de Seguridad Vial

¡Por supuesto que sí! ¡Con lo prácticos que son! Y este tiene una larga carrera, ¡les será muy útil!—le respondió Hime incluso antes de que Lyon pudiera abrir la boca.

Me alegro, muchacho, me alegro.

¿Has terminado ya de molestar a ese pobre Programa? ―comentó PIB (Programa de Integración a la Base) dirigiéndose al hombrecito que no paraba de molestar a Saxor―. Ya has visto que no tiene nada que esconder. Pediré que reparen su disco en cuanto pueda. Por el momento, si no le importa, agente, este joven necesita la misma orientación que sus compañeros. Mire, ¿no debería revisar eso? Parece como si un Usuario estuviera indagando otra vez.

Extrañado me giré para encontrarme con que se refería a la plataforma en la que habíamos aparecido... ¡Y en la pantalla se podía ver claramente a Simon! ¿Qué es lo que haría el hombrecillo ahora? ¡¿Desconectarle?! ¡De ser así no podríamos regresar!

Finalmente la anciana y el resto del equipo nos subimos sobre una plataforma que comenzó a ascender en diagonal hacia lo desconocido. Intrigado me dió por asomarme un poco al filo, para comprobar que bajo la plataforma había una fina línea de luz que debía de servir de agarradera para la plataforma. No parábamos de ascender más y más, y teniendo en cuenta que no había ni una simple barrera para evitar caídas me preocupaba la posibilidad de que hubiera un accidente.

Ahora que estamos solos, decidme, muchachos, ¿quiénes sois?

¡Yo soy el Programa de Detención de Usuarios! Encantada, señora

Yo soy el Programa de Diseño del Campo de Juego...—le respondí tratando de recordar al pie de la letra el nombre del programa que había escogido—Es un placer conocerla, PIB

A veces los Programas de Seguridad Ciudadana se ponen muy pesados. Si os encontráis con alguno así, lo mejor es dejar que crean que tienen el control y buscar alguna tarea que los mantenga ocupados. Ya veis, piensan que son los mejores protectores de la base, pero se equivocan. Es gracias a Programas como Retención de Desertores y Detención de Usuarios por los que estamos a salvo. Y no sabéis lo mucho que me alegra poder dar la bienvenida a más.

Eso habría que tenerlo en cuenta y recordarlo, a saber que ocurriría si descubrieran que éramos usuarios. En cualquier caso, llegamos a una zona sin aparente salida hasta que la propia anciana atravesó una pared que parecía sólida. Increíblemente desconcertado, hice lo mismo y atravesé la pared, para encontrarme con lo que parecía un auditorio completamente vacío.

Sentaos donde queráis ―les indicó.

Nos sentamos, y desde el sitio pudimos observar una serie de construcciones y logos holograficos que aparecían tras la figura de la anciana. Principalemente, y el más voluminoso, era un gigantesco edificio rojo con el nombre "Base del PRU"

Sé que vuestra decisión no ha sido fácil y por eso quiero felicitaros. Gracias a este paso que habéis dado, vosotros y otros muchos otros, dentro de poco lograremos que el sistema sea un lugar mejor para todos. Me imagino que ahora mismo os estaréis preguntando si ha merecido la pena. Creedme cuando os digo que la respuesta sí. Enseguida comprobaréis que no os equivocabais cuando decidisteis darle la espalda al PCM.

¿PCM? Ya había oído ese nombre antes... justo cuando la anciana se dirigió a Lyon. ¿Quién era ese programa? ¿Y a que se refería con "darle la espalda"?

»El PCM ha hecho mucho por nosotros. Nos dio un lugar donde vivir, una función que desempeñar y nos protegió de los Usuarios, que no hacían otra cosa que darle un mal uso al sistema. Pero, ¿es esto lo correcto? ¿Debemos aislarnos de los Usuarios, ser agresivos con ellos y aceptar esa política (supuestamente temporal) de no intervención en los mundos humanos? El PRU pensó que no. Y por ese creó esta base, aislada del resto del sistema, para demostrar que el PCM estaba equivocado.

Al parecer el PCM era el señor de este mundo, y había decretado un estado similar a una tiranía frente a los humanos, o eso parecía. Entonces, ¿Estábamos en un bando contrario al PCM? ¿En cierto sentido hasta rebelde? de ser así, y según lo que decía el PIB, entonces los usuarios éramos bienvenidos aquí, ¿no?

Los Usuarios nacieron mal programados. No sé si alguna vez habréis visto alguno, pero debéis saber que no son como nosotros. Su individualidad provoca que vivan en sistemas defectuosos y erróneos. ¡Algunos ni siquiera tienen una función u ocupación específica! Sólo nosotros podemos arreglarlos. Con las instrucciones pertinentes, hemos demostrado ser capaces de recalibrar a cualquier Usuario y convertirlo en un Programa competente.

»Para eso existimos. Bienvenidos, puros, bienvenidos seáis a la base del Programa de Reinserción de Usuarios.

¿Programa de Reinserción de Usuarios? ¡Claro, "PRU"! Pero... ¿Que era exactamente la "Reinserción de usuarios? Ya sólo el nombre me daba miedo.

Si tenéis alguna pregunta, no tengáis miedo de formularla. Al contrario que bajo el mando del PCM, aquí no necesitáis ocultar las opiniones impopulares. Recibimos con alegría cualquier sugerencia que nos haga funcionar mejor. Ahora, venid por aquí.

En este lugar vamos recibiendo a los Usuarios que logramos captar desde nuestras redes. Pasan los primeros días en la Zona de prácticas 1, donde se les reconfigura. Y a continuación, se les conduce a la Zona de prácticas 2 y ponen a prueba su funcionalidad como nuevos Programas. En cuanto están listos, se incorporan como uno más a la base. No hacemos distinción entre puros y reinsertados.

Un escalorío me recorrió la espalda, y por poco me paralizó durante unos segundos, hasta el punto de que quizás alguno necesitara llamarme la atención para continuar: ¿Y si Akio había sido... "reinsertado"? ¡Había que encontrarlo... y ya!

¿Qué queréis saber?

No seas grosero, que acaban de llegar. Podéis empezar por decirle vuestros nombres y preguntarle por vuestros superiores, que os ayudarán a asentaros. Algunos Programas prefieren primero visitar la base. Para eso, solo tenéis que usar este terminal. Desde aquí podéis acceder a la ciudad.

»Vosotros dos estaréis deseosos de visitar las celdas, para aseguraros de que todo está correctamente. Os encontraréis con los vuestros en la ciudad, en la base del PSC o patrullando, como buenos Programas. ―por último se dirigió a mí―. ¡Y a los tuyos os conozco muy bien! No existen Programas más satisfechos con su función. Siempre, siempre deseando trabajar. Muy bien, seguro que te será más difícil localizarlos, pero algo podremos hacer. Veamos… creo que ese tonto Programa de Seguridad de antes me dijo que había uno dando problemas en el comedor.

¿Alguien dando problemas? ¿En un comedor? ¡Sólo podía ser Akio!

¿Alguien más cree que estos tipos están como una cabra? ―les susurró, en voz baja, para que ninguno lo escuchara.

Tengo un muy mal presentimiento de lo que quiera que sea esa "reinserción de usuarios". Si es cierto que hay alguien dando problemas en el comedor, podría ser el propio Akio. Iré para allá aprovechando que es lo que me ha aconsejado PIB y trataré de informaros por dispositivo móvil si averiguo algo.

Tras comentar aquello entre nosotros y evitando que cualquier otro nos escuchara, me quedé para oír los comentarios del resto de nosotros y luego partí hacia los comedores. Si era necesario, preguntaría la dirección hacia el comedor. En cualquier caso, mi corazón deseaba que mis pensamientos no se cumplieran sobre mi joven Maestro.

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Me dirijo directamente al comedor aprovechando el consejo de PIB y además para así comprobar si las sospechas de Neru son ciertas. Como lo de la reinserción sea lo que me estoy imaginando sus mato a todos (?)
LET YOUR HEART SURRENDER BY THE DARKNESS¡

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Re: [Espacio Paranoico] En busca del corazón

Notapor Saxor » Lun Ago 17, 2015 5:25 pm

No se parecía tragar en absoluto mi excusa improvisada, lo que solo empeoraba las cosas para mí. ¿Por qué tenía tan mala suerte?

Así que te ocurre a menudo, ¿eh? ¿Por qué será…? ―tras murmurar aquello, se fijó de repente en Guilmon―. Déjame que le eche un vistazo a tu disco de identidad…

Mierda.

Si analizaban a Guilmon la habríamos fastidiado. Que me analizaran a mí, un "programa nuevo", podía tener alguna escapatoria, pero Guilmon ya era un programa fugitivo. Un análisis de su identidad podía ser suficiente para que nos descubrieran en milisegundos.

¿Has terminado ya de molestar a ese pobre Programa? Ya has visto que no tiene nada que esconder. Pediré que reparen su disco en cuanto pueda. Por el momento, si no le importa, agente, este joven necesita la misma orientación que sus compañeros. ―por suerte, el PIB me salvó de ese inquisidor programa de seguridad―. Mire, ¿no debería revisar eso? Parece como si un Usuario estuviera indagando otra vez.

Al igual que el programa de seguridad, yo también miré hacia donde señalaba la anciana PIB. Para nuestra desgracia, se refería al terminal donde Simon estaba toqueteando con el ordenador. ¿Y si por culpa de eso acabábamos sin posibilidad de salir de allí?

Tiene razón. Idos ahora mismo, este es un problema de seguridad.

Claro, agente. Gracias, agente.—el PIB me cogió del brazo y me arrastró hasta la plataforma, siendo seguido por Guilmon. Había que reconocer que nos había librado de un apuro, pero aún desconocía a qué precio.

Cuando todos estuvimos subidos en la plataforma, la guía pulsó un interruptor y ésta empezó a moverse flotando sobre esa caída sin fondo. Me preguntaba cómo se sostenía en el aire, aunque teniendo en cuenta que estábamos en un mundo informático, cualquier cosa nos podríamos encontrar.

Ahora que estamos solos, decidme, muchachos, ¿quiénes sois?

¡Yo soy el Programa de Detención de Usuarios! Encantada, señora

Yo soy el Programa de Retención de Desertores—respondí a su pregunta con los brazos cruzados. Me callé esperando la presentación de los demás, pero cuando vi que Guilmon iba a hablar también lo hice primero. Me temía que la primera vez que abriera la boca dijera su verdadero nombre en un descuido—Y él es el Programa Piloto de Reconocedores—tras esa última presentación, PIB habló de nuevo.

A veces los Programas de Seguridad Ciudadana se ponen muy pesados. Si os encontráis con alguno así, lo mejor es dejar que crean que tienen el control y buscar alguna tarea que los mantenga ocupados. Ya veis, piensan que son los mejores protectores de la base, pero se equivocan. Es gracias a Programas como Retención de Desertores y Detención de Usuarios por los que estamos a salvo. ―La anciana me miró con dulzura, a lo que inconscientemente respondí apartando ligeramente la cabeza y rascándome la mejilla izquierda―. Y no sabéis lo mucho que me alegra poder dar la bienvenida a más.

Vi mientras hablaba que nos estábamos acercando peligrosamente a una pared, lo que me puso bastante nervioso. Estuve incluso a punto de decir que nos íbamos a estrellar, pero la tranquilidad de la anciana fue tal que pensé que sería algo natural y no nos pasaría nada. Me alegré de estar en lo correcto, ya que la plataforma atravesó el muro sin problemas, llegando a una especie de auditorio.

Sentaos donde queráis

Como indicó PIB, nos acercamos a las butacas para sentarnos. Para prestar más atención (y porque llevaba gafas) me senté en la primera fila, sentándose Guilmon a mi lado. La señora subió al auditorio para activar la pantalla. En ella se mostró un mapa tridimensional del complejo en el que estábamos desde que habíamos puesto un pie en Espacio Paranoico: la Base del PRU.

Sé que vuestra decisión no ha sido fácil y por eso quiero felicitaros. Gracias a este paso que habéis dado, vosotros y otros muchos otros, dentro de poco lograremos que el sistema sea un lugar mejor para todos. Me imagino que ahora mismo os estaréis preguntando si ha merecido la pena. Creedme cuando os digo que la respuesta sí. Enseguida comprobaréis que no os equivocabais cuando decidisteis darle la espalda al PCM.

¿Darle la espalda a qué?

Aquello fue una sorpresa de campeonato. Habíamos acabado en una zona rebelde, algo que nunca me había imaginado. Sabía gracias a mi visita anterior que el PCM era el soberano de los programas, por lo que era extraño ver una zona que se opusieran a él.

»El PCM ha hecho mucho por nosotros. Nos dio un lugar donde vivir, una función que desempeñar y nos protegió de los Usuarios, que no hacían otra cosa que darle un mal uso al sistema. Pero, ¿es esto lo correcto? ¿Debemos aislarnos de los Usuarios, ser agresivos con ellos y aceptar esa política (supuestamente temporal) de no intervención en los mundos humanos? El PRU pensó que no. Y por ese creó esta base, aislada del resto del sistema, para demostrar que el PCM estaba equivocado.

Mientras hablaba sobre cómo deberían los programas restaurar relaciones con los Usuarios, estaba pasando diapositivas de habitantes de diversos mundos, de todo tipo de razas y especies. Incluso vi alguno que otro de Espacio Profundo.

Los Usuarios nacieron mal programados. No sé si alguna vez habréis visto alguno, pero debéis saber que no son como nosotros. Su individualidad provoca que vivan en sistemas defectuosos y erróneos. ¡Algunos ni siquiera tienen una función u ocupación específica! ―su definición sobre nosotros me parecía bastante absurda. Nos estaba comparando con ellos mismos, algo que ya de por sí era erróneo. Y esa forma tan objetiva y, en cierto sentido, con ciertos aires de superioridad, me estaba empezando a dar mala espina―. Solo nosotros podemos arreglarlos. Con las instrucciones pertinentes, hemos demostrado ser capaces de recalibrar a cualquier Usuario y convertirlo en un Programa competente.

»Para eso existimos. Bienvenidos, puros, bienvenidos seáis a la base del Programa de Reinserción de Usuarios.

Perfecto, hemos evitado una dictadura para acabar en una secta.

Lo que había dicho no me gustaba un pelo. Si había entendido bien, esa base estaba creada para "alterarnos" y convertirnos en programas. Aunque estaba completamente aterrado por la idea, intenté mostrar una expresión serena y me puse a aplaudir para mantener las apariencias. Esperaba que al menos no nos descubrieran... No sabía qué era peor: si un juego a muerte o un lavado completo de cerebro.

Si tenéis alguna pregunta, no tengáis miedo de formularla. Al contrario que bajo el mando del PCM, aquí no necesitáis ocultar las opiniones impopulares. Recibimos con alegría cualquier sugerencia que nos haga funcionar mejor. Ahora, venid por aquí.

Fuimos llevados a otra sala más pequeña, donde se encontraba principalmente un programa a lo lejos con un terminal, además de varias puertas.

En este lugar vamos recibiendo a los Usuarios que logramos captar desde nuestras redes. Pasan los primeros días en la Zona de prácticas 1, donde se les reconfigura. Y a continuación, se les conduce a la Zona de prácticas 2 y ponen a prueba su funcionalidad como nuevos Programas. En cuanto están listos, se incorporan como uno más a la base. No hacemos distinción entre puros y reinsertados.

Habría tragado saliva si no estuviera de incógnito. Mis sospechas prácticamente se confirmaron cuando mencionó lode "reconfigurarlos". En un programa tal vez fuera distinto, pero para una persona eso no era diferente de lavarle el cerebro... Y también desconocía cuánto tardarían en el proceso, pero en el peor de los casos Akio podía estar ya completamente reinsertado. Avanzamos hasta el final de la sala, donde un chico sin prácticamente espíritu estaba sentado sin hacer nada. Esperaba que no fuera un reinsertado...

Vuestras funciones no serán diferentes a las que ya desempeñabais a las órdenes del PCM. Pero para ubicaros, necesitaréis la ayuda de Recursos Humanos. Saluda, Recursos Humanos, son nuevos.—el Programa de Recursos humanos alzó la mano sin muchas energías.

¿Qué queréis saber?

No seas grosero, que acaban de llegar. Podéis empezar por decirle vuestros nombres y preguntarle por vuestros superiores, que os ayudarán a asentaros. Algunos Programas prefieren primero visitar la base. Para eso, solo tenéis que usar este terminal. Desde aquí podéis acceder a la ciudad.

»Vosotros dos estaréis deseosos de visitar las celdas, para aseguraros de que todo está correctamente ―aseguró la anciana, que aunque fuera por motivos distintos, había dado en el clavo. En el mejor de los casos, Akio podía estar encerrado ahí. Seguidamente, se dirigió a Guilmon y a Lyon―. Os encontraréis con los vuestros en la ciudad, en la base del PSC o patrullando, como buenos Programas. ―Neru fue el último al que habló. ¡Y a los tuyos os conozco muy bien! No existen Programas más satisfechos con su función. Siempre, siempre deseando trabajar. Muy bien, seguro que te será más difícil localizarlos, pero algo podremos hacer. Veamos… creo que ese tonto Programa de Seguridad de antes me dijo que había uno dando problemas en el comedor.

Tengo unas cuantas preguntas—comenté alzando la mano mientras Guilmon observaba a Recursos Humanos toquetear el panel de su escritorio—. Me gustaría conocer la eficiencia del PRU. ¿Cuánto tiempo se requiere de media para reinsertar un Usuario? ¿Cuántos Usuarios habéis logrado reinsertar con éxito? ¿Cuántos están en proceso de reinserción? ¿... Y ha habido algún caso donde la reinserción haya fallado?—esperaba para que me respondieran una pregunta para seguir con la siguiente, obviamente, intentando sacar alguna información interesante. Lo que había preguntado era información básica si queríamos localizar a Akio... Y ojalá que aún estuviera en las celdas—. Muchas gracias—cuando obtuve todas las respuestas, me junté con los demás para discutir un poco nuestro curso de acciones.


¿Alguien más cree que estos tipos están como una cabra?—susurró Hime cuando nos volvimos a juntar.

Como varias.

Tengo un muy mal presentimiento de lo que quiera que sea esa "reinserción de usuarios". Si es cierto que hay alguien dando problemas en el comedor, podría ser el propio Akio. Iré para allá aprovechando que es lo que me ha aconsejado PIB y trataré de informaros por dispositivo móvil si averiguo algo.

Buena idea. En mi opinión, Akio puede estar o en las celdas, o en proceso de reinserción, o ya reinsertado. Si está ya reinsertado, deberíamos buscar en las bases de todos, pero antes deberíamos mirar algunos en las zonas de prácticas—expresé mi opinión entre susurros—yo iré a las celdas. Y como mi teléfono lo tiene Guilmon... ¿P-podrías v-venir c-conmigo, Him-me?—pregunté como pude, ya que Hime no levantaría sospechas si venía conmigo, mientras que Guilmon sí... Debía inventarme una excusa para el tartamudeo. Tal vez lo del fallo en la transferencia me sirviera.

¿Y Guilmon qué hace?—preguntó el reptil con una expresión confusa, suspirando un poco, le dije lo que tenía que hacer.

Guilmon, en primer lugar, mientras estemos aquí te tienes que llamar a ti mismo PPR, ¿de acuerdo?—esperé hasta que asintió—En segundo lugar, di que por curiosidad quieres ver el proceso de reconfiguración y busca indicios de Akio por aquí. Si no encuentras nada, ve a la Ciudad.

Vale, PPR lo hará.

Tras suspirar aliviado, me acerqué al terminal y esperé a Hime para ir hacia las Celdas. Mientras esperaba, Guilmon se acercó al de Recursos Humanos (y a PIB)

PPR quiere ver cómo se hace Asignación de Funciones. ¿Por dónde es?

Y entonces nos dirigimos a las Celdas.

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Saxor se va a las celdas con Hime. Guilmon se queda investigando en la zona de prácticas número 1.
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Gracias a Ita por la firma~
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RolKHWorld: Cronología
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Primer Arco: Corrupción

1ª Saga
Prólogo: Sólo los más fuertes... [Bastión Hueco]
Encuentro: Recién llegado [Tierra de Partida]
Trama: Un paso atrás [Tierra de Partida]
Trama: Y digo ¡salta! [Coliseo del Olimpo]
Encuentro: La ciudad eterna [El Mundo Inexistente]
Encuentro: Persecución enmascarada [Villa Crepúsculo]
Encuentro: Un lugar al que regresar [Espacio Profundo]
Trama: ¿¡Es que nadie piensa en los niños!? [Islas del Destino]
Misión: Cuidado con los asteroides [Espacio Profundo]
Encuentro: Perros, lagartos y osos parlantes [Bosque de los 100 Acres]
Encuentro: Las apariencias engañan [Tierra de Partida]
Trama: ¡Se me ha metido placton en la nariz! [Atlántica]
Evento Global: Ocaso de una estrella (Primera parte) [Bastión Hueco]
Evento Global: Ocaso de una estrella: Ruta 3 (Segunda parte) [Bastión Hueco]
Evento Global: Ocaso de una estrella (Parte final) [Bastión Hueco]

Segundo Arco: Perdición

2ª Saga
Misión: Dulces olores [Monstruo] (Inconclusa)
Trama: Ángeles Caídos [Intersticio entre los mundos]
Encuentro: Laberinto Paranoico [Espacio Paranoico]
Trama: Alianza en las Penumbras [El Mundo Inexistente]
Encuentro: ??? [???]
Encuentro: Pasado olvidado [Ciudad de Paso]
Encuentro: Coincidencias alarmantes [País de Nunca Jamás] (Inconcluso)
Trama: Cada loco con su tema [País de las maravillas]
Evento Preglobal: The End Is Where We Begin (Day 0: The Introduction) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 1 - Sector 1: Crepúsculo) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 2 - Sector 3: Ocaso) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 3 - Sector 4: Túneles) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 4 - Sector 3: Ocaso) [Villa Crepúsculo Virtual]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 5 - Sector 2: Atardecer) [Villa Crepúsculo Virtual]
Evento Global: Datastream (Primera parte) [La Red]
Evento Global: Datastream - Ruta de la Eliminación (Segunda parte) [La Red]
Evento Global: Datastream (Parte final) [La Red]

Tercer Arco: Rebelión

3ª Saga
Trama: Crisis de tierras sin dueño [Ciudad de Paso]
Encuentro: Día de monos [Selva Profunda]
Trama: Asalto a la Torre [Torre de los Misterios]
Trama: De cero a héroe [Coliseo del Olimpo]
Trama: En busca del corazón [Espacio Paranoico]
Evento Global: El Esclavo del Olvido (Primera parte) [Castillo del Olvido]
Evento Global: El Esclavo del Olvido - Ruta del Caído (Segunda parte) [Castillo del Olvido]
Evento Global: El Esclavo del Olvido (Parte final) [Castillo del Olvido]
Secret Episode: Another Side, Another Story - The Last Twilight [Villa Crepúsculo]

Cuarto Arco: Colisión

4ª Saga
Trama: Leyendas se contarán [Tierra de Dragones] (en proceso)


No Canon
Especial libre: San Valentín [Tierra de Partida] [Corrupción]
Especial libre: Halloween [Ciudad de Halloween] [Perdición]
Especial libre: ¡Feliz Navidad 2012! [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: Historias de San Valentín [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: Venid, mis pequeños [Villa Crepúsculo] [Perdición]
Especial libre: ¡Feliz Navidad 2013! [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: La mansión encantada [Ciudad de Halloween] [Rebelión]
Especial libre: El laberinto de los corazones [???] [Rebelión]
Especial libre: ¡Los reyes han llegado! [Tierra de Partida] [Rebelión]
Especial libre: La Mansión Encantada II: La Venganza [Ciudad de Halloween] [Rebelión]
Especial libre: World War Christmas [Tierra de Partida] [Colisión]
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Re: [Espacio Paranoico] En busca del corazón

Notapor Denna » Lun Ago 17, 2015 11:06 pm

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Claro, qué buena idea.

Solté todo el aire que había estado reteniendo en mis pulmones de golpe. Literalmente. Agradecí en silencio esa especie de compasión universal que inspiraba el papel de novata desorientada: sin duda, Papelera de Reciclaje parecía mucho más contenta, y el traje de líneas verdes contribuía a que empezara a confiar en mí.

Te enseñaré el camino. ―Arqueé una ceja. De pronto, y sin ningún motivo aparente, Papelera volvía a estar tan abatida como antes―. Y si necesitas que elimine algo, te ayudaré. Solo tienes que decirme el nombre o señalarlo, si está presente, y bastará con que lo toque para que sea borrado del sistema. Esa es mi función.

Es… bastante útil ―dije a modo de cumplido. Esos cambios de humor no me gustaban ni un pelo, y consideré que lo mejor sería mantenerla distraída de su faceta destructiva.

Hacemos una buena combinación. Tú nos proteges de los errores y yo desecho lo inservible.

Acto seguido, y dando por finalizada nuestra pequeña charla, la seguí de regreso a la plataforma. Mientras mi nueva guía la activaba, me asomé con cuidado por los bordes. Enseguida se me encogió el estómago. El raíl que en teoría nos sujetaba brillaba tanto que era como si estuviese hecho de luz. La idea era tan absurda que la descarté (tenía que ser sólido, ¿no?); pero lo que me preocupaba de verdad era el vacío que se extendía a mis pies. Sólo azul, no podía divisar nada más allá.

¿Qué pasaría si cayera por aquí? ―pregunté al darme cuenta de que no había ningún tipo de barrera que nos protegiera. Intuía la respuesta, pero esperé a que contestara para alejarme hacia el centro de la plataforma y sentarme como había hecho mi compañera.

Irónicamente, Papelera tenía aspecto de sentirse tan segura como yo. Se había agarrado a una especie de palanca, y tardó un rato en volver a entablar conversación.

¿Nunca has estado en la Sala de Transferencias 1? Qué raro.

¿Por qué lo dices?

La mayoría llegamos allí. Dicen que los venidos desde la Sala 2 son muy especiales, porque se integran aquí con mucha facilidad. ¿O acaso tú eres…? ―Me puse en tensión, con la espalda muy recta, al tiempo que ella se acercaba a mí como si fuese a revelarme un gran secreto―. ¿Eres una pura?

Su voz no era más que un susurro y, de nuevo, me pilló por sorpresa. ¿Una pura? ¿Qué demonios quería decir eso en Espacio Paranoico? En casa de DeWitt, en París, había oído en más de una ocasión cómo me llamaban mestiza, pero dudaba que Papelera se refiriese a una estúpida cuestión de genética.

Voy a ser sincera contigo. ―Hice una pausa para ganar algo de tiempo extra, sintiendo como mi mente trabajaba a toda velocidad―. Tengo prohibido contestar a esa pregunta. No sé por qué, pero creo que tiene que ver con lo que me espera en la Sala de Transferencias 1.

Sí, era una excusa malísima, pero no quería arriesgarme más de la cuenta. Al menos así me libraba de dar una respuesta errónea... O eso esperaba.

Te agradecería que no me preguntaras mucho al respecto. No me gustaría que te metieras en líos ―agregué, por si acaso―. Y que no le comentaras ese detallito a nadie. Confío en ti, ¿vale?

Por alguna razón, me supo algo mal mentirle de aquella manera. “Seré tonta,” me recriminé. “Esta misión es importante, y no puedo permitirme fallar. La ayudo con eso del XXX.rar para que se fíe y me facilite información. Estoy haciendo lo mejor para todos.”

***


No sabía cuánto tiempo había pasado, pero el aburrimiento era mortal. Tras zanjar el asunto de mi “pureza”, por fin dejamos atrás la plataforma y el abismo azul para internarnos en un pasillo. Al principio, daba gusto estar rodeada de paredes y techo y, desde luego, me sentía mucho más cómoda al ver a más programas por ahí ―y todos verdes, al igual que yo―. Pero nada más poner un pie en el suelo, Papelera de Reciclaje clavó la vista en el suelo y echó a andar a toda velocidad.

Este lugar no me gusta. No me gusta nada. Pasemos rápido, por favor.

Aunque me moría de curiosidad, no pregunté ni en ese momento ni durante el resto del camino. ¡Y eso que incluso la conversación más tonta me habría servido! A los pocos minutos, las puertas cerradas ya no despertaban ningún interés en mí, los programas que no nos hacían caso aburrían y los números mareaban. Y, por si fuera poco, el pasillo se había convertido en un laberinto en toda regla.

¡Ay! ―exclamé cuando Papelera se detuvo de repente y casi me choqué con ella―. ¿Por qué te has..?

Nos habíamos topado con un ordenador amarillo como los de la Sala de Transferencias 2. Abrí la boca para protestar de nuevo pero, al parecer, era lo que andábamos buscando. Papelera se abalanzó sobre la máquina y empezó a teclear, pero no pude entender demasiado lo que hacía; sólo reconocí que nos pedía indicaciones.

Para llegar a la Sala de Transferencias 1 podemos elegir entre dos rutas ―me explicó, solícita―. La primera es pasando por la ciudad. Supongo que no querrás que te vea algún Programa de tu base, ya que no has cumplido la misión. Sin embargo, en el comedor, está el Programa que me ordenó la eliminación de XXX.rar y podría preguntarle de camino. La segunda es atravesando las celdas. Es un lugar horrible y terrorífico, porque ahí se encierra a los peores errores, los que no se pueden eliminar. Aunque allí no nos cruzaremos con casi nadie y tú seguro que no les tienes miedo.

»¿Qué quieres hacer?


No tuve que pensarlo mucho. Quizás Celeste el Programa de Seguridad Ciudadana no temiera a los errores de las celdas, pero Celeste la aprendiza no quería ni oír hablar del tema.

Creo que será mejor ir por la ciudad ―dije. “Además”, añadí para mis adentros, “es el camino más rápido”―. Tú no te preocupes por mí, si alguien pregunta por mi misión diré que está en proceso todavía. Lo importante es averiguar más sobre el XXX.rar… ¡pero que conste que no tengo miedo de ir a las celdas, eh!

Apenas había acabado de decirlo cuando noté una mano posarse sobre mi hombro. Como era de esperar, me llevé un susto de muerte y estuve muy cerca de golpear en la cara a su propietario, temiendo ya encontrarme con un error que se había fugado o algo por el estilo.

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Tuve que mirarlo dos veces para darme cuenta de que se trataba de un chico. “Vaya pintas”. También era un programa verde, tenía las facciones finas y el cabello largo y violeta. No me gustó la superioridad con la que contemplaba a Papelera, ni tampoco como empezó a acribillarnos a preguntas:

Hola, Papelera. No ha pasado mucho tiempo. ¿Te han mandado otra vez aquí? ¿Adónde ibais?

Una mirada fue suficiente para entender que la chica habría dado cualquier cosa por desaparecer de ahí, y me vi obligada a actuar.

¡Hola! ―exclamé con una efusividad claramente exagerada―. ¿Cómo te llamas? Yo soy de Seguridad Ciudadana, ¿y tú? Verás, Papelera y yo nos dirigíamos a la ciudad, tenemos una misión muy, muy importante que cumplir. Alto secreto, claro ―añadí en tono confidencial, sin molestarme en ocultar lo “orgullosa” que estaba por ello―, ¡y no tenemos tiempo que perder!

»Por cierto ―agregué, recordando el consejo que Alexis me había dado antes de partir―, el PCM mola.
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Re: [Espacio Paranoico] En busca del corazón

Notapor Marioxulo » Mar Ago 18, 2015 12:31 am

―Eso es completamente normal, no tengáis vergüenza por preguntar. Todo el mundo llega y no sabe muy bien qué hacer o cómo actuar. Para eso existo, para integraros en nuestra encantadora base. Venid conmigo a la Zona de Prácticas 1, os haré la introducción ―nos dijo la sonriente anciana.

Por cierto, no sabía que el PCM contaba con Programas de Seguridad Vial ―comentó la ancianita, dirigiéndose a mi.

Me quedé con la mente en blanco, incapaz de responder, pero Hime supo sacarme las castañas del fuego.

¡Por supuesto que sí! ¡Con lo prácticos que son! Y este tiene una larga carrera, ¡les será muy útil!

Eh, si claro, por supuesto.

Me alegro, muchacho, me alegro.

Nos llevó entonces a una plataforma, y una vez estuvimos todos en ella, le dio a un botón y comenzó a moverse por el vacío. Me asusté un poco de que no estuviese sostenida sobre nada, pero la tranquilidad de la anciana me hizo creer que era seguro.

A veces los Programas de Seguridad Ciudadana se ponen muy pesados. Si os encontráis con alguno así, lo mejor es dejar que crean que tienen el control y buscar alguna tarea que los mantenga ocupados. Ya veis, piensan que son los mejores protectores de la base, pero se equivocan. Es gracias a Programas como Retención de Desertores y Detención de Usuarios por los que estamos a salvo. Y no sabéis lo mucho que me alegra poder dar la bienvenida a más.

Llegamos entonces a un muro y, a pesar de ir directamente hacia el, logramos atravesarlo sin mas, como si fuese una ilusión. Acabamos así en una sala gris, parecido a un auditorio, con una pantalla y una única salida a través d euna puerta.

Sentaos donde queráis

Me senté literalmente en el primer asiento que tenía al lado, y me puse a escuchar atentamente lo que tenía que decirnos aquella señora.

Sé que vuestra decisión no ha sido fácil y por eso quiero felicitaros. Gracias a este paso que habéis dado, vosotros y otros muchos otros, dentro de poco lograremos que el sistema sea un lugar mejor para todos. Me imagino que ahora mismo os estaréis preguntando si ha merecido la pena. Creedme cuando os digo que la respuesta sí. Enseguida comprobaréis que no os equivocabais cuando decidisteis darle la espalda al PCM.

¿El PC que?

El PCM ha hecho mucho por nosotros. Nos dio un lugar donde vivir, una función que desempeñar y nos protegió de los Usuarios, que no hacían otra cosa que darle un mal uso al sistema. Pero, ¿es esto lo correcto? ¿Debemos aislarnos de los Usuarios, ser agresivos con ellos y aceptar esa política (supuestamente temporal) de no intervención en los mundos humanos? El PRU pensó que no. Y por ese creó esta base, aislada del resto del sistema, para demostrar que el PCM estaba equivocado.

Conforme hablaba, diversas imágenes surgían en la pantalla, pero no me fijé mucho en ellas. Pensaba más bien en lo que decía la señora. Estábamos en una especie de grupo de resistencia contra aquella cosa rara, que al parecer era el amo del cotarro por esos lares.

Los Usuarios nacieron mal programados. No sé si alguna vez habréis visto alguno, pero debéis saber que no son como nosotros. Su individualidad provoca que vivan en sistemas defectuosos y erróneos. ¡Algunos ni siquiera tienen una función u ocupación específica! . Solo nosotros podemos arreglarlos. Con las instrucciones pertinentes, hemos demostrado ser capaces de recalibrar a cualquier Usuario y convertirlo en un Programa competente.

Habráse visto, programados sin función... Que desfachatez.

No entendía muy bien la definición tan peculiar que parecía estar soltando de nosotros, pero parecía extraña incluso sin saberlo. Ella seguía hablando mientras.

»Para eso existimos. Bienvenidos, puros, bienvenidos seáis a la base del Programa de Reinserción de Usuarios.

Joder, mas nombres extraños que aprenderme.

Si tenéis alguna pregunta, no tengáis miedo de formularla. Al contrario que bajo el mando del PCM, aquí no necesitáis ocultar las opiniones impopulares. Recibimos con alegría cualquier sugerencia que nos haga funcionar mejor. Ahora, venid por aquí.

Seguimos a la señora y fuimos a una habitación más pequeña.

En este lugar vamos recibiendo a los Usuarios que logramos captar desde nuestras redes. Pasan los primeros días en la Zona de prácticas 1, donde se les reconfigura. Y a continuación, se les conduce a la Zona de prácticas 2 y ponen a prueba su funcionalidad como nuevos Programas. En cuanto están listos, se incorporan como uno más a la base. No hacemos distinción entre puros y reinsertados.

Vuestras funciones no serán diferentes a las que ya desempeñabais a las órdenes del PCM. Pero para ubicaros, necesitaréis la ayuda de Recursos Humanos. Saluda, Recursos Humanos, son nuevos.

¿Qué queréis saber?

Bastante brusco y algo grosero. No ibamos a compartir muchas palabras, a juzgar por su forma de ser. Mejor. Cuanto menos tuviese que hablar, menos oportunidades de cagarla.

No seas grosero, que acaban de llegar. Podéis empezar por decirle vuestros nombres y preguntarle por vuestros superiores, que os ayudarán a asentaros. Algunos Programas prefieren primero visitar la base. Para eso, solo tenéis que usar este terminal. Desde aquí podéis acceder a la ciudad.

»Vosotros dos estaréis deseosos de visitar las celdas, para aseguraros de que todo está correctamente ―dijo dirigiéndose a Saxor y Hime. Luego se volvió hacia mi y hacia la mascota de Saxor, Guilmon―. Os encontraréis con los vuestros en la ciudad, en la base del PSC o patrullando, como buenos Programas. ―Neru fue el último al que habló. ¡Y a los tuyos os conozco muy bien! No existen Programas más satisfechos con su función. Siempre, siempre deseando trabajar. Muy bien, seguro que te será más difícil localizarlos, pero algo podremos hacer. Veamos… creo que ese tonto Programa de Seguridad de antes me dijo que había uno dando problemas en el comedor.

Tengo unas cuantas preguntas—comentó Saxor—. Me gustaría conocer la eficiencia del PRU. ¿Cuánto tiempo se requiere de media para reinsertar un Usuario? ¿Cuántos Usuarios habéis logrado reinsertar con éxito? ¿Cuántos están en proceso de reinserción? ¿... Y ha habido algún caso donde la reinserción haya fallado?. Muchas gracias.

¿Alguien más cree que estos tipos están como una cabra?—susurró Hime cuando nos volvimos a juntar.

Como unas putas regaderas. O al menos eso parece.

Tengo un muy mal presentimiento de lo que quiera que sea esa "reinserción de usuarios". Si es cierto que hay alguien dando problemas en el comedor, podría ser el propio Akio. Iré para allá aprovechando que es lo que me ha aconsejado PIB y trataré de informaros por dispositivo móvil si averiguo algo.

Buena idea. En mi opinión, Akio puede estar o en las celdas, o en proceso de reinserción, o ya reinsertado. Si está ya reinsertado, deberíamos buscar en las bases de todos, pero antes deberíamos mirar algunos en las zonas de prácticas[/b [b]yo iré a las celdas. Y como mi teléfono lo tiene Guilmon... ¿P-podrías v-venir c-conmigo, Him-me?

¿Y Guilmon qué hace?—preguntó el reptil con una expresión confusa, suspirando un poco, le dije lo que tenía que hacer.

Guilmon, en primer lugar, mientras estemos aquí te tienes que llamar a ti mismo PPR, ¿de acuerdo? En segundo lugar, di que por curiosidad quieres ver el proceso de reconfiguración y busca indicios de Akio por aquí. Si no encuentras nada, ve a la Ciudad.

Vale, PPR lo hará.

Yo debería buscar a mis supuestos superiores. A ver si así consigo hacerme a la idea de que carajos se supone que hago y puedo meterme mas en el papel de programa sectario y todo eso. Así que creo que me piro a la base del PSC —dije, con los brazos cruzados y meditabundo—. Además, cuanto más terreno cubramos, mejor.

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Lyon se marcha rumbo a la base del PSC~
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