Hola a todos de nuevo!Bueno, pues hoy quería mostrar un pequeñísimo fanfic que hice en uno de esos momentos de inspiración momentánea, que conste que no va a tener más de este capítulo, pero espero que les guste, eso sí, me gustaría mejorar con vuestros comentarios
. Los acontecimientos son después de pasarte Kingdom Hearts II. Por favor, si no os gustan los fics romanticones no os molestéis en leer el fic.
Antes de que nadie me lo diga, el título también es de un libro de Isaac Asimov, que obviamente recomiendo.
POLVO DE ESTRELLASEl mar lamía animosamente la arena de la playa mientras Sora descansaba mirando las estrellas, deleitándose con el sonido de las olas mientras el aire salado se le colaba por las fosas nasales. Suspiró y resignadamente, se levantó, mirando la plateada luna menguante que se extendía como un disco luminoso. Una voz le distrajo de sus pensamientos.
-Veo que haces el vago, como siempre.
A su lado estaba Kairi, una chica de pelo rojo como el fuego y ojos tan azules como el mar que tenían delante. Se sentó a su lado, sin decir nada. Ambos sin decir nada. Sora se sentía feliz de volver a estar con ella y con Riku. Se rascó la cabellera marrón alborotada mientras dejaba sus cavilaciones sin decir nada. Ambos sabían que nada había acabado. Kairi suspiró, acurrucándose contra sí misma ante el contacto del frío aire marítimo.
-¿Tienes frío? -Preguntó Sora ante la reacción de su amiga. Al ver que no le llegaba respuesta alguna, se quitó su abrigo, pasándoselo por los hombros a la pelirroja.
-Gracias.
Se quedaron así, mirando el mar que tanto les había prometido: tantos mundos por descubrir, tantas aventuras que disfrutar... Tantos amigos que perder, tantos momentos de tensión acumulada. Tal vez para nadie signifiquen nada, tal vez se pierdan en el viento como las promesas de antaño. Pero se equivocan.
Kairi dejó escapar una pequeña lágrima que el viento y el pulgar de Sora se ocuparon de secar.
-Nada de caras tristes -susurró Sora con una gran sonrisa.
-Me cuesta creer que nos vayamos a separar de nuevo -contradijo Kairi negando con la cabeza.
Sora cogió suavemente la barbilla de Kairi, mirándola a los ojos.
-Nuestros corazones siempre estarán unidos.
De repente todo el cielo se inundó de estrellas fugaces, haciendo que nuestros pequeños héroes se maravillasen ante tal explosión de satélites.
-Pide un deseo -exclamó Sora, con emoción contenida.
Kairi cogió la mano del moreno, apretándola contra su pecho.
-No me hace falta -informó- tengo todo lo que necesito.
Acercaron sus cabezas lentamente, mezclando sus respiraciones, tan cerca como para querer...
-!Eh, vosotros!
Se separaron bruscamente totalmente ruborizados ante el grito de Riku, el joven peliblanco que se agazapaba ante el peñasco de la palmera de paopu. Seguidamente sacó su venda negra y se la anudo a los ojos.
-!Por mí no os cortéis! -continuó.
Los tres rieron. Rieron para el mar, para los mundos vistos, conocidos y desconocidos. Pero sobretodo, para la cúpula de estrellas, que parecía nieve contra la bóveda del cielo.
Bueno, pues hasta aquí todo
espero que les haya gustado, es muy muy corto, pero quería compartirlo con vosotros, espero opiniones
. También espero mejorar para la próxima. Ay, se me cayó una lagrimita al escribirlo