Light, Dos y KeikoKeiko les echó una mano, lanzándoles un
omniéter. Dos pequeñas alas negras se abrieron a la espalda de Fátima, que salió disparada hacia el cielo. Dark Light la siguió con la mirada, atento y preparado para contraatacar. Quizás la consideraba mayor amenaza por ser quien organizaba a los aprendices.
—
¿En serio vas a seguir luchando para que este mundo sea destruido, al igual que Villa Crepúsculo? ¡La abuela y los demás están arriesgando su vida! ¡Deja de hacer el gilipollas!Por un momento, la copia vaciló. Hubo algo en el fondo de su mirada, un recuerdo escarbado en lo profundo de sus memorias falsas. Bajó levemente la espada. Entonces Gaomon se aferró a su pierna
—
Si quieres matar a Light tendrás que acabar conmigo primero.
La expresión de Dark Light se ensombreció y sus labios se tensaron en una mueca. Puede que a Light solo se lo pareciera pero… ¿hubo dolor en su expresión? No lo supo, por que de inmediato la réplica alzó la espada y la hundió en el costado de Gaomon. Light extendió los brazos de hielo de inmediato en un intento de salvar a su mascota. Solo consiguió atrapar uno, el otro fue destrozado por la espada de Dark Light. Pero fue suficiente para que…
—
¡AHORA, ATACAD CON TODO!Clío no esperó. Empezó a disparar estacas de piedra y también de fuego contra Dark Light, a la vez que Keiko arrojaba sus lanzas de luz. Dark Light recibió unas cuentas de lleno y rugió de rabia a la vez que intentaba librar su brazo del hielo y agitaba las alas frenéticamente para no cae al suelo. Consiguió asestarle una patada en la herida a Gaomon, que se desplomó en el suelo con un inquietante sonido seco. Aturdido, no quedó en disposición para proteger a su amo. Dark Light trató de rematarlo, pero Dos lo atacó en ese momento. Por desgracia para ella, incluso herido y controlado, Dark Light era mucho más rápido y solo acertó un golpe tras saltar para alcanzarlo. La réplica acertó a la droide con el pomo de la espada y la mandó directa contra Keiko.
Light, entonces, se preparó para su siguiente ataque. Dark Light lo vio y trató de ir a por él. Por suerte para Maestro, Clío aterrizó en un tejado y entretuvo a Dark Light con golpes de viento y disparos para que él arrojara su
Zantetsuken.
Entre una cosa y otra, Dark Light apenas sí pudo esquivar el ataque y lo alcanzó de costado. El joven salió disparado hacia lo alto y Clío se arrojó a atraparlo con un remolino de aire. ¡Ya casi…!
Entonces la muchacha dio un salto en el aire y esquivó unos naipes que fueron a hundirse contra el suelo. Uno de ellos, cercano a Keiko, creció hasta tener la misma altura que ella y, cuando la chica quiso darse cuenta, estaba dentro del naipe. Incapaz de moverse, pero sí de ver todo. El naipe se redujo de tamaño y subió volando solo hasta el tejado.
Un Portal de Oscuridad se abrió al lado de Dark Light, que había aterrizado en un tejado, y de él salió Andrei, que miró con frialdad al herido joven al tiempo que atrapaba el naipe y lo doblaba con los dedos. Si los Caballeros trataban de atacar lo partiría en dos, seguro.
—
¿Qué se supone que estás haciendo?—Dejó caer una poción frente a él—.
Estamos trabajando, no hay tiempo que perder.Y saltó a un callejón. Dark Light dirigió una mirada de rencor a los Portadores y a Clío, pero fue detrás de su creador.
—
¡Rápido!—gritó Clío desde el tejado, dándose impulso con sus alas—.
¡No podemos perderlos de vista!Apenas si recorrieron un par de callejones y Andrei y Dark Light desaparecieron dentro de la planta baja de un edificio pegado a la barrera. Clío entró primero y les llamó: era un bar pequeño, con las sillas y mesas derribadas de cuando la gente debió empezar a huir de los monstruos. Había una puerta abierta de par en par que debía descender hasta el almacén.
Clío se quedó mirando la puerta un momento y luego dijo:
—
Esto pasa por debajo de la barrera. ¿Por qué iban a llevarnos hasta…?No pudo terminar la frase. Se escuchó un brutal chasquido en el cielo, infinitamente peor a un trueno, y después el suelo vibró, acompañado de un grave e inquietante gemido. A su alrededor llovieron vasos, platos y cuadros. Tuvieron que aferrarse a las paredes para no caer.
Cuando terminó, notaron que el ambiente estaba mucho más… frío, pesado. Y hasta había motitas extrañas en el aire. Algunas parecían de oscuridad. Otras simplemente brillaban y se arremolinaban en formas imposibles.
—
No tenemos tiempo. Vamos.Clío bajó la primera, preparada con su arma. Efectivamente, les aguardaba un almacén pero también una entrada a un pasadizo… que se perdía en la oscuridad. Clío invocó unas pequeñas llamas y las envió por delante. Caminaron durante unos interminables minutos y la sensación de pesadez se volvió más y mas intensa, hasta que por fin hubo algo más. La sensación de magia. Una magia desatada y escalofriante.
Salieron a una cueva. Quizás Light la hubiera visitado, porque la reconocería como la casa de Merlín… Solo que el agua se había congelado y levantado en torres y figuras indescriptiblemente retorcidas. De las ventanas de la casa de Merlín salían unas luces extrañas y pudieron ver a un hombre a través de una ventana que iba de un lado a otro con nerviosismo.
Dos probablemente se fijaría en algo más: había cables que salían de la casa y que se hundían en el agua. ¿Encontrarían ordenadores dentro?
Lo que sí dieron fue con Keiko. La chica estaba espabilándose tras haber estado en el naipe unos minutos. Andrei la había arrojado contra una de las columnas de hielo y se había marchado con Dark Light sin prestarle más atención. Lo único que había escuchado, y que podría compartir con sus compañeros, fue:
—
Gabranth ha debido ir a por los que están con Verdín. No tenemos más que hacer aquí.No tenían ni idea de qué estaba pasando pero, en cualquier caso, parecía que habían entrado dentro de la barrera. Y más les valía darse prisa.
Esos temblores no anunciaban nada bueno.
Bond la próxima vez que no pongas lo que usas y tus habilidades, como todos tus compañeros (y no tienes excusa de ignorancia) te cuento el post como nulo. Tú verás.
Light
VIT: 68/76
PH: 24/72
Alas de nefilim: 1 ronda restante
Gaomon
VIT: 20/36
PH: 17/20
Dos
VIT: 11/20
PH: 9/16
Keiko
VIT: 32/32
PH: 12/26
Simbad y MayaMaya empleó su hechizo contra los Sincorazón. Y fue… útil. Con los primeros. Porque había
muchos. A pesar de la luz del casco de Ukki no pudieron orientarse bien en medio de ese laberinto y ya que las alas de Simbad sólo habrían molestado a Maya, Simbad tuvo que cargarla en brazos.
Entre una cosa y otra, Maya no estuvo preparada cuando los Sincorazón y Umbríos que no habían sido afectados por el aroma de Maya empezaron a atacar. Y eran… muchos.
Los golpes les llovieron por todos lados y Simbad tuvo que aterrizar un momento para recuperar el equilibro y arrojarse a lo alto. Los Umbríos se aferraron a sus piernas y amenazaron con arrancarles a Ukki de las manos.
Les salvó el estruendo. Incluso dentro de Correos escucharon ese monstruoso trueno, que sonó dolorosamente cercano, y las estructuras del lugar se resintieron cuando el terremoto comenzó a sacudirlo todo. Aunque llovieron cartas y cajas, Simbad pudo coger altura y ver cómo algunos Sombra y Umbríos acababan aplastados o, desconcertados, chocaban unos con otros buscando apoyo.
Empezó a hacer frío. Un frío que no tenía mucho que ver con la temperatura, sino con algo más siniestro, y el mundo se llenó de motitas de oscuridad. Y de algo más. De colores indefinidos, que se arremolinaban en formas sin sentido. No parecían peligrosas, pero sí… eran extrañas.
A ello se sumó la pesadez. Algo le pasaba al mundo. Y ellos estaban perdiendo el tiempo sin saber bien a dónde dirigirse.
Entre tanto movimiento, Simbad alcanzó a ver la puerta de lo que debía ser la oficina de la estación de correos. Esquivando sincorazón por doquier, el trío consiguió entrar en su interior y cerrarla tras de si, logrando algo de tiempo seguro sin enemigos. Pero, al menos, dentro encontraron algo bueno y algo malo.
Lo bueno: un viejo mapa sobre la mesa con planos de construcción de la oficina, en el que sí se veía un viejo túnel que llevaba directo hacia las alcantarillas del Distrito 2. Parecía auténtico, y viejo, y resultaba difícil imaginar que Verdín (¿o Verdulio?) hubiera podido falsificarlo, aunque todo era posible.
Lo malo: al acercarse a la mesa donde estaba en el mapa, el que primero lo hizo pisó una baldosa hueca, que provocó un sonoro
click que provocó que estallara un globo que habían ocultado y pegado al techo. De su interior cayó un líquido verde, que salpicó tanto a Simbad como a Maya y su mono. Además, en el techo pudieron ver que el pringue había dejado dibujada la cara de Verdín. Qué cachondo.
De primeras, salvo mancharles, no notaron nada raro. El líquido era algo pegajoso, pero no demasiado. ¿Una simple broma del enano cabezón...?
Fuera como fuese, los sincorazón e incorpóreos no tardarían en invadir la oficina. El dúo de Caballeros debían decidir qué hacer: si buscar el pasadizo (ubicado en el sector sur, solo tenían que mover un poco uno de los contenedores y golpear la pared para descubrir una vieja puerta); si preferían salir de la estación de correos y reunirse con los demás en la plaza o en el Distrito 1; o si preferían seguir peleando sin fin en correos. Lo que decidieran, debían hacerlo rápido.
Maya
VIT: 40/40
PH: 34/46
Ukki
VIT: 10/10
PH: 6/6
Simbad
VIT: 48/48
PH: 33/48
Ragun, Nikolai, Nicoxa, Kairi, Saito y Malik Nicoxa y Kairi se llevaron una buena decepción —aunque quizás deberían haberlo previsto— cuando sus ataques prácticamente no tuvieron efecto. Zande ni les dedicó más que una mirada de desprecio antes de enviar su lanza contra ellas. Y la lanza era dolorosamente veloz, así que hirió a la primera en un costado y a la otra en el cuello antes de quedarse danzando a su alrededor para atacarlas cada vez que intentaran levantar la Llave Espada… Y atacarlas a matar. Se hundió un par de vez en el suelo, una promesa de que se convertirían en pinchitos morunos si no se movían rápido.
Entre tanto, Saito se precipitó. Porque ¿cómo esperaba que a pleno grito fuera a poder despertar de una poderosa ilusión a Ragun? Tuvo que atacar por su cuenta, sin refuerzo del Maestro —y, en realidad, de ningún compañero—, y a pesar de su Baile de Sombras, se encontró con que Zande no tenía miedo a desgarrarse las pantorrillas con tal de liberarse de su ataque.
Cuando disparó a lo alto, buena parte de su magia cayó sobre Zande. Este, sin embargo, había sido rápido y cargó contra él para cogerlo por la cintura y levantarlo como si fuera una pluma:
—
¡¡IDIOTA, la próxima vez no grites antes de atacar!!La verdad, que te lo dijera un Villano no muy conocido por su sutileza… Pero Saito no tuvo tiempo para responder. Zande lo estampó de nuca contra el suelo y se le ennegreció la visión. Luego lo levantó y corrió directo contra Nikolai, que trataba todavía de espabilar a Ragun. Este intentó atacar al ver que el gigantesco hombre se acercaba, pero cuando lo hizo, Zande arrojó a Saito, que se tragó la mitad del ataque.
Probablemente incluso más de no haber llegado en el último momento Malik y desviado su brazo con un Tiro Mortífero.
Y… hubo algo más.
De pronto los ojos de Zande se abrieron de golpe y se le fallaron las fuerzas. Apenas sí se notó un cambio a su alrededor. Los Caballeros y aprendices, desde luego, no tuvieron mucho margen de tiempo para notar cómo, quizá, se le acentuaban las arrugas a la vez que se quedaba completamente inmóvil. Gracias a eso, parte del ataque de Nikolai acertó junto al de Malik.
Entonces llegó el trueno. Supieron que venía de la barrera, que se inflamó y algo pareció estallar en su interior. Acto seguido los sacudió un terremoto tan terrible que Zande cayó derrumbado al suelo y empezó a retorcerse, apretando los dientes y buscando con ojos inyectados en sangre en derredor.
—
¡Zorra... zorra NO puedes... ah… quitármelo…!La lanza volvió bruscamente a sus manos y luchó por levantarse. La primera vez cayó, igual que los Caballeros sintieron que las rodillas los empujaban hacia el suelo cuando una súbita pesadez se apoderó de todo. Si alguno miraba hacia la barrera, vería que parecía filtrar una especie de lluvia morada y brillante. Algo luchaba por escapar de su interior… Y lo estaba consiguiendo.
—
Tenemos que… matarlo. Ahora.
Cloud sacudió la cabeza y se incorporó con ayuda de Aeris. ¿Cómo había conseguido despertarlo la chica? Seguramente no habrían tenido tiempo para verlo pero, en vez de gritar, Aeris se había calmado y… lo había abrazado. Le había susurrado algo al oído, pero claro, no tenían ni idea de qué.
Pero si querían que Ragun volviera quizás…
En cualquier caso, Aeris asintió con el ceño fruncido —incluso si no se mostró muy entusiasmada con la idea— ante lo que dijo Cloud. El joven recogió su gigantesca espada del suelo y se tambaleó, mirando un momento a los Caballeros.
¿Lo harían… o preferirían perdonarle la vida a Zande?
Ragun
VIT: 109/144
PH: 36/72
Nikolai
VIT: 44/44
PH: 23/36
Saic
VIT: 22/22
PH: 12/12
Nicoxa
VIT: 35/46
PH: 22/32
Kairi
VIT: 22/30
PH: 38/38
Awa-chan
VIT: 14/14
PH: 7/10
Saito
VIT: 40/80
PH: 0/42
Malik
VIT: 62/62
PH: 25/40
HiroHabían pasado años desde que se encontraron, pero Hiro todavía no estaba a su altura. Y aunque al principio contó con la ayuda de Yuffie, tampoco se organizó del todo con sus compañeros. De ese modo, pudo saltar hasta la cara de Kefka, pero este no dejó que le estropeara la cara. Lo cogió por la muñeca, dio una vuelta sobre sí mismo y lo arrojó contra una pared. El golpe fue tan fuerte que, de no haber sido por Goei, Hiro habría perdido el conocimiento por unos segundos.
—
¡Aguanta! —
¡Aguanta, aguanta, no te vayas a calcinar la ropa! Kefka cogió aire y disparó una brutal lengua de fuego que se precipitó contra Hiro y Yuffie, que había llegado a su lado e intentaba ayudarlo a levantarse. Por suerte para el joven, la Ninja consiguió echarlo a un lado y arrojar su enorme shuriken contra Kefka. A la vez, Hiro disparó. Kefka evitó dos de los cuatro disparos, aunque los que le acertaron… Bien, no le hicieron demasiado efecto.
Entre tanto, Squall casi había conseguido sacar por la puerta a los residentes, a mandoble y disparo limpio. Soltó un grito de dolor cuando un Sincorazón consiguió tumbarlo y varios Umbríos le saltaron encima. Kefka estalló en carcajadas histéricas de gozo.
Yuffie cogió a Hiro por un brazo y espetó:
—
¡No vamos a conseguir nada! ¡Tenemos que encontrar el modo de romper la barrera! —
¡Grita más alto, ratita, a lo mejor no te OIGO! Kefka les mandó una lluvia de esferas de fuego y a una horda de Sincorazón y Umbríos detrás, haciéndolos retroceder más y más hacia un callejón, no muy lejano a la casa de Merlín. Si Hiro o Goei se fijaban, notarían que había una fuerza extraña, latente, cubriendo la puerta de entrada.
Probablemente por sí solos no podrían hacer nada… Además, ¿sería importante…?
De cualquier forma, no tuvieron mucho tiempo para pensar porque entonces la barrera emitió un estallido brutal que los ensordeció a todos por un momento. Incluso Kefka, cogido por sorpresa, se llevó las manos a las orejas y emitió un grito que se tragó el gemido que acompañó al siguiente terremoto. El payaso flotaba, pero miraba de pronto con preocupación a su alrededor, como si valorara algo.
¿Sería su oportunidad? Había que elegir sabiamente.
Hiro
VIT: 17/28
PH: 26/38
Goei
VIT: 18/18
PH: 5/10
Fecha límite: martes 9 de mayo a las 23:59
Faltas:
RedXIII: 1
Tanis: 2