¿Qué podemos hacer hoy?Me levanté pensando en lo aburrido que iba a ser el día, había dormido un poco más debido al cansancio que llevaba encima así que lo primero que hice fue darme una ducha de agua fría para aclarar mis ideas. Quizá más tarde iría a dar una vuelta por algún mundo. Ciertamente no tenía muchas ganas de hacer nada y estaba seguro de que el día iba a ser de lo más aburrido.
Apenas había acabado de vestirme, cuando algo extraño me llamó la atención.
Sálvame.¿Qué coño?...Busqué la fuente del sonido por todos lados, hasta que al sentarme en mi cama vi que aquello se estaba reproduciendo en mi “móvil” el cual no llegaba a dominar completamente debido al poco tiempo que llevaba con él. Es más, apenas me gustaba aquella clase de tecnología extraña, pero era de lo más útil, entre otras cosas, para comunicarse.
Vaya, no me digas que este cacharro ya se ha roto…La pantalla estaba llena de unas peculiares manchas las cuales me impedían ver la imagen que se representaba en la pantalla, pero a simple vista parecía la imagen de una mujer, no demasiado mayor.
Te necesito de vuelta. Tienes que venir.De repente se empezaron a mostrar imágenes de una mansión en la que no recordaba haber estado nunca, ni siquiera me sonaba haber oído hablar de aquel lugar. También se mostraron varias estatuas en forma de caballo que parecían resguardar el lugar y vigilarlo, como si de un templo se tratase. A continuación, las puertas de la mansión se abrieron, y la oscuridad lo engulló todo.
Si esto es una broma no tiene gracia… En absoluto.En el fondo empezaba a temer que aquello no fuese una broma… ¿Quién se tomaría las molestias de preparar algo ton sofisticado para una mera broma?
Código clave:Durante un momento aquellas manchas cubrieron a la chica que no conocía por completo. Entonces, pude ver mejor los ojos que tenía. Unos ojos amarillos parecía que me observasen detrás de la pantalla, provocándome una sensación de vacío y miedo que no había experimentado hasta el momento.
Pegué un considerable bote de mi cama, inclusive estuve tentado a tirar el móvil por la ventana y olvidarme del asunto pero no podía dejar las cosas así, tenía que continuar con aquello… después de lo que me parecieron una cantidad de terroríficos minutos o segundos intentando aguantar aquella mirada que me daba escalofríos, dijo:
Datastream.Aquella extraña sensación desapareció, ahora me invadía la curiosidad por saber qué estaba pasando. Y, naturalmente, me moría por saber quién era aquella mujer que había aparecido en mi pantalla de móvil como si por arte de magia se tratase.
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¡A los sótanos! ¡Ahora mismo!Aquello me pilló desprevenido, antes siquiera que me diese tiempo a contestar a la voz que me había llamado a la puerta de la habitación, esta ya se había perdido en la lejanía, parecía que no era al único al que estaban avisando.
Decidí que lo mejor sería hacer caso lo antes posible, por lo que rápidamente recogí todas mis cosas, incluyendo a mi Guadaña o mejor dicho, a Alice, la cual me colgué en mi espalda. Mientras salía por la puerta, reculé vacilando.
Será mejor que lo coja por si acaso…Recogí el teléfono que se encontraba en mi cama y lo guardé en el bolsillo de mi chaqueta, aunque este seguía repitiendo el curioso mensaje, quizá más tarde pudiese servirme para cualquier cosa.
Acaté las órdenes correctamente y me dirigí al sótano bajando por las escaleras. Por el camino me encontré al resto de aprendices y algunos Maestros pero por alguna extraña razón no me pareció ver al Maestro Ryota entre los mencionados anteriormente, aunque seguramente él ya nos estuviese esperando abajo.
Por lo que vi no había sido el único aprendiz de Bastión Hueco en recibir aquel extraño mensaje de “reclutamiento”, me parecía escuchar al resto de móviles de los aprendices repetir el mismo mensaje que me había tocado a mí anteriormente, por lo que quizá el asunto en cuestión a tratar fuese ese. Antes de llegar también me pareció escuchar como Shinju o alguna de las otras chicas hacía mención a que el Maestro Ryota había salido de Bastión Hueco, que no se encontraba allí. ¿Era aquello verdad? De ser así, ¿Por qué había hecho eso mi Maestro?...
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Si esto es cosa de Saavedra deberías hablar, Ariasu.¿Andrei Saavedra? ¿Qué pinta ese en todo esto?...—
¿Cómo puedes sugerir que Andrei tiene que ver en esto?―
Logró el título de Maestro hace un mes y no ha vuelto al castillo desde entonces. Después, la Federación contactó con nosotros para reclamar que le entregáramos por haber violado las leyes de intervención en otros mundos. Es el único experto en ordenadores con suficiente nivel para hacer algo así, aquí o en Tierra de Partida.La situación se tornaba más extraña por momentos. ¿Andrei se había convertido en Maestro? Sabía que tenía un nivel alto, pero de ahí a ser capaz de pasar la Prueba que se realizase para ser Maestro… Aunque aquello era ahora lo de menos, ¿Había violado Andrei las normas? ¿Por que motivo? ¿Tenía él algo que ver con aquello tal y como insinuaba Nanashi? Cada vez las cosas se tornaban más y más extrañas y confusas…
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¡Qué graciosa, Nanashi! —Ariasu parecía descartar aquella posibilidad—
. Cuando Andrei vuelva verás que él nunca nos gastaría una broma así.Después de un rato caminando, llegamos a una amplia sala en la que no recordaba haber estado nunca. En ella había un gran ordenador junto al cual había un gran número de aparatos cuya utilidad desconocía por completo, pero que alguna función tenían que tener. Y allí estaba de nuevo, la misma chica extraña repitiendo aquel mensaje que seguía sin comprender del todo aún.
Cuando pareció que estábamos todos los que teníamos que estar, Wix se dirigió a la entrada de aquel sitio bloqueándola, mientras que Ariasu se puso con el teclado de aquel ordenador y Nanashi se dirigía hacia nosotros con cara seria y de pocos amigos. Miré a mi alrededor pero ni Ryota ni Andrei estaban por ninguna parte.
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Hoy, a las doce y cuarto de la tarde, todo el castillo de Bastión Hueco ha sufrido un ataque en forma de virus a ordenadores y dispositivos de comunicación ―dijo la Maestra Nanashi mientras señalaba la grabación que se iba repitiendo una y otra vez―
. Cualquier modo de comunicación con otros mundos se ha visto anulada. Hemos intentado enviar una respuesta al transmisor del mensaje, pero también nos hemos visto bloqueados.¿Acaso el Maestro Ryota había previsto tal cosa? Ya que si decían que le habían visto irse antes, aquello ya era demasiada casualidad... Una casualidad que no me gustaba en absoluto...
»
De esta forma, nos vemos obligados a viajar hasta el lugar del que proviene la señal, un mundo llamado la Red. Desconocemos las intenciones de quien envió el mensaje, por lo que nos mantendremos vigilantes y estaremos preparados para lo peor.Ante aquello, pensé en Saeko. ¿Acaso ella no prevenía de un mundo digital también? En aquellos instantes no conseguía recordar el nombre del mundo concreto que me había dado, ¿Espacio Paranoico, quizá?... Fuese el lugar que fuese, nosotros nos disponíamos a llegar hasta ese mundo, la Red, y allí solucionar todo el problema.
»
¿Preguntas?No tenía planeado hacer ninguna, por varios motivos: la misión me había quedado bastante clara, no había demasiado que preguntar, y la Maestra Nanashi no parecía querer que nadie preguntase nada. Aquello no parecía hacerle mucha gracia a la Maestra, y no quería irritarla más de lo que pudiese estar. Pero mis compañeros no pensaban igual.
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¿Es seguro que todo el mundo abandone el castillo? ―miré a Ragun, que era el aprendiz que había formulado aquella pregunta. En cierta medida, quizá tuviese razón, y que todo el mundo abandonase sus puestos no sería lo más sensato―.
Quizás el objetivo del que esté haciendo esto sea que todos dejemos desocupado este lugar y así lanzar un ataque sin que podamos impedirlo.―
Igualmente, los Maestros ya han decidido. ―Intervino Saeko. Me alegraba que ella también estuviese allí, aunque parecía que todo Bastión Hueco estaba reunido allí.
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¿Y dónde está Ryota?—Dijo alguien qué no conocía. Decidí ignorar aquella pregunta, ya que todo el mundo estaba evitando precisamente hacer aquella misma cuestión que acababa de formular, por un mismo motivo: O no lo sabían, o no querían decírnoslo.
Pasado unos segundos, tomé aire y añadí:
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Ragun, seguramente ya hayan pensado en eso. Seguramente Wix sea la encargada de vigilar durante nuestra ausencia… además, de momento no tenemos otra opción que ir a la Red y ver qué demonios está pasando, o seguiremos sin poder tener contacto con los otros mundos… y seguro que esa eso es lo que menos nos preocupará si seguimos sin saber lo que está pasando.Tras esto, me empezaría a preparar mentalmente para el viaje que nos esperaba y estaría atento a lo que dijese la Maestra Nanashi al respecto, o si Ariasu quería decir algo.