—
Eh, eh, eh ¡No tan rápido chico! Una por una. — dijo el hombre de rojo.
Di otro sorbo a la taza mientras esperaba las respuestas, pero en su lugar recibí un comentario de la mujer de orejas raras que seguramente era debido a alguna especie de brujería.
—
Ronin, no contestes. Alguien como él no merece saber esa clase de cosas—
Sonreí ligeramente. Ya sabía el nombre del secuestrador número dos: Ronin.
—
Lyn, relájate mujer. Estás más guapa cuando estás tranquila— él respondió tranquilamente y con una pizca de burla.
Y por fin descubrí el nombre de la chica: Lyn.
—
Oh, ¡cállate! — irritada, giró el rostro sonrojado.
—Qué situación más cómica— ironicé en voz baja y seguidamente di otro sorbo a la taza.
A continuación Ronin se froto la cabeza y tragó un montón de aire por la boca. Luego se sentó a los pies de la cama y me miró.
—
En primer lugar, no estás secuestrado. Si lo deseas, puedes marcharte de inmediato — señaló a la puerta—.
Estamos a las afueras de la aldea, a doscientos metros de la casa más cercana, si siguieses el camino a la derecha la verías, no tiene pérdida. Abrí los ojos de par en par sorprendido, no estaba seguro de que aquel hombre de parche dijera la verdad, pues no tenía ningún motivo para hacerlo. ¿Y si había alguna especie de trampa esperando a ser activada por mí?, como si fuera una animal y ellos los pacientes cazadores.
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Esas criaturas que os atacaron... —hizo una pausa, que según mi punto de vista, era muy dramática y falsa—.
Son lo que llamamos sincorazón, monstruos que matan a la gente para devorar sus corazones, o almas si prefieres llamarlo así. Lo hacen para reproducirse. Supongo que cuando has preguntado sobre una "joya" te referías a una con forma de corazón, eso es de lo que se alimentan esos monstruos. Me quedé mudo durante unos segundos. Se me hacía difícil procesar la información. ¿Criaturas que comen corazones para reproducirse? ¡Eso era imposible! Los corazones no eran tan bellos cuanto aquella cosa que vi flotar hasta el cielo, los corazones no poseían ninguna hermosura, eran llenos de sangre y tenían forma ovalada. Yo lo sabía mejor que nadie, pues era cazador y en varias ocasiones tuve que abrir algunas criaturas para quitar sus entrañas, pudiendo ver sus corazones paralizados. Aparte, la joya tenía pinta de poseer un gran poder misterioso que me intrigaba y eso dejaba claro que ningún corazón normal tendría. Era obvio que ellos no me habían contado todo.
Estaba tan sumergido en mis pensamientos que ni me di cuenta de que Ronin se había levantado y en seguida una luz cegadora surgió de su mano (no pude evitar dar un pequeño grito) dando lugar a una especie de espada con un formato bastante peculiar que obviamente llamó mi atención, ¿cómo había hecho eso?
—
Lyn, yo y otros muchos de nuestra orden nos encargamos de exterminar esos monstruos, no crearlos. La Llave Espada es la única arma con la que es posible destruirlos por completo —pude notar en su voz que él quiso destacar, por algún motivo que desconozco, que no los creaba—.
Y no, ella no es ningún tipo de experimento, simplemente es una híbrida. Una raza de humano diferente de la nuestra, pero nada semejante a uno de los Hombres Lobo que se muestran en esas historias de terror vuestras. Miré de reojo a la mujer de orejas de perro, pero luego me sobresalte con su objeción.
—
Ronin, es suficiente. Ha visto demasiado y no todo el mundo está preparado para saber este tipo de cosas, menos aún la gente de un mundo tan atrasado como este. —¿Perdón? — pregunté de forma sarcástica.
—
Está bien — y otro haz de luz hizo el arma desaparecer—.
Siento que te contásemos todo esto, chico. La taza medio llena de té se cayó al suelo al momento, rompiéndose en mil pedazos.
¿Qué? Fue lo único en lo que pude pensar.
No me pude creer lo que estaba ocurriendo. Mi cabeza me daba vueltas como una peonza con tanta información, ¿qué pretendían?, ¿dejarme loco?, porque lo estaban consiguiendo. ¿Qué significaba todo esto?
Ronin dejo el arco y el carcaj a mi lado. Al momento supuse que quería que me marchara. Y no dude en hacerlo. Recogí mis cosas y me levante. Tenía que salir de esa casa de lunáticos que hablaban sobre guerras contra criaturas malignas que comen corazones que no parecían con corazones. Tenía que esclarecer mis ideas, porque por otra parte, había visto personas transformarse en monstruos delante de mis narices.
Estaba totalmente confuso.
Me dirigí a la puerta y luego acaricie el pomo. Cerré los ojos y retrocedí la mano. No me creía lo que yo mismo estaba a punto de hacer, pero tragué saliva y me gire para observar a la pareja.
—
¿Cómo puedo saber que no me estáis mintiendo? — susurré nerviosamente.
En mi mente cruzo imágenes de todo lo ocurrido durante esta noche. Añadiendo como extra, una imagen de Alice y de mis padres. Si todo eso fuera verdad, cabrá la posibilidad de que ellos fueran asesinados por esos monstruos llamados de sincorazón.
Siento no haber posteado antes, es que estaba de viaje.