Aterricé "sobre la pared" con una voltereta, levantando una nube de tierra al raspar contra la roca sólida. Me puse en cuclillas y busqué a mis compañeras con la mirada, esperando no encontrarlas vueltas picadillo en el fondo del pozo. Ya no había forma de alcanzarlas, pues caían mucho más rápido de lo que yo podía correr; no había forma de alargar el brazo y agarrarlas a las dos, mucho menos sostener el peso de ambas. Mi mente empezó a trabajar de forma acelerada, intentando encontrar una forma de ayudarlas, cuando Colibritany actuó con astucia y clavó su arma en el muro. Ambas fueron capaces de frenarse por los pelos.
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Cerdo irresponsable. No estás solo en esto —me recriminé en voz alta. Por poco y dejaba a dos jovencitas inocentes convertirse en puré. Si quería ser un mejor Portador, tenía que empezar a pensar en los demás.
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¿La nota no es... individual?Me crucé de piernas, ignorando las palabras de mi corrupta consciencia. Apenas había comenzado a recuperar el aliento y a superar el susto cuando un poderoso jalón tiró de mí hacia abajo, arrastrándome por la pared incluso con mi eje de gravedad semi-invertido. Grité una maldición e invoqué mi Llave-Espada, intentando imitar a Colibritany para poder anclarme a la pared, pero la fuerza invisible superó la mía propia y arrancó el metal de la roca con facilidad. Las estacas se acercaron peligrosamente, ya estaban a punto...
Pero ya no eran estacas. Colibritany y la otra chica de pelo azul habían aterrizado con comodidad en un suelo cubierto de cojines. Se me salió un suspiro de alivio. Solté mi arma y me dejé llevar, cayendo en la mullida y gruesa alfombra al lado de mis compañeras. Tras incorporarme, noté que todo el alumnado había terminado en el mismo lugar; y una rápida mirada a nuestro alrededor me confirmó que todos estaban a salvo.
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Perdón por no haber podido ayudar —les dije a las dos chicas, incorporándome e intentando sacudirme la tierra de los pantalones (en vano)—.
Supongo que me ganó el instinto de supervivencia.Torcí la boca en una mueca. Estábamos en el interior de un túnel muy estrecho y oscuro. Una muy apenas perceptible pendiente indicaba que se sumergía todavía más hacia las profundidades, extendiéndose más allá de lo que los ojos de cualquiera eran capaces de alcanzar. Parecía no haber salida; al menos a la vista.
La tierra rugió.
Estuve a un instante de cuestionar qué demonios había ocurrido cuando el túnel me gritó su respuesta. Una enorme roca apareció de las penumbras, avanzando con rapidez hacia nosotros. Escuché exclamaciones de asombro por todos lados, e incluso los pasos de la gente que ya había comenzado a correr. Un aprendiz rechoncho con la muy mala suerte de haber estado al frente desapareció en algún lugar detrás de la gigantesca esfera, la cual sólo dio un brinquito pero no se frenó ni un poco.
Había visto una película así una vez. Había sólo dos opciones: o detenerla, o correr.
Me di la media vuelta y avancé unos cuantos pasos; pero luego recordé a las dos chicas que me acompañaban. No estaba solo. Entre todo el gentío que iba corriendo, alcancé a ver a Ragun fusionándose con el suelo, sujetando con fuerza a Fátima y a Light para llevarlos consigo. Y eso me dio una buena idea.
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¡Lancen sus Llaves; hay que intentar atascarla! —Apenas les di aquella indicación a Colibritany y a la otra niña, invoqué a Azathoth y la aventé con tanta fuerza como me fue posible a la parte superior de la roca, sin detener mi carrera. Con suerte y con suficientes materiales, se quedarían atrapadas entre la enorme bola y el túnel, deteniendo su movimiento.
Pero nosotros no nos íbamos a quedar a ver si funcionaba. Después de que las chicas hicieran lo mismo con sus armas (o tal vez no), indiqué:
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¡Coli, Azul, ustedes y yo le sacaremos la vuelta! —Dejé de correr y tomé a cada una de las chicas por la cintura, acercándolas a mi cuerpo como si estuviera abrazándolas. Las guié a darse la media vuelta y nos plantamos frente a la roca, como si fuéramos a enfrenterla.
El radio era limitado. Espera.
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No me suelten.Siguió avanzando hacia nosotros, rápidamente. Pero no estaba lo suficientemente cerca.
Espera.
Ya lo había hecho antes. Una vez conseguí arrastrar a Ragun y a Ban juntos. Iba a poder hacerlo de nuevo. Pero tenía que reducir la distancia al mínimo. Espera un poco más...
Vista al frente en el objetivo, para una correcta canalización del flujo de magia. Intersección de los ejes colocada en el centro del campo visual. Aristas equidistantes en relación a la fóvea. Punto focal visualizado. Destino; decisión; desenvoltura...
Cuando la roca estuvo a menos de un metro de nosotros, me disipé en un niebla invisible, arrastrando a Coli y a la Azul conmigo. Nos convertimos en una nube de polvo intangible que se arrastró por el espacio, hacia el frente, a través de la roca y más allá... Al cruzar la inexistencia, recé para que aquello funcionara. No quería terminar en el interior de una piedra, con mis moléculas fusionadas con las de alguien más como en esa película con la máquina y la mosca.
▪ Elusión Mágica (HM) [Nivel 8] [Requiere Afinidad a Espacio; Poder Mágico 12, Reflejos 15]. El usuario se teletransporta en un parpadeo a un sitio completamente distinto en un radio de cinco metros. Útil para esquivar ataques o confundir al enemigo.