[Especial libre] El laberinto de los corazones

por **Tanis** » Vie Dic 26, 2014 2:56 am

La suerte se le estaba acabando. O no, porque al menos había agorado salir ileso de esa habitación, fuera lo que fuera el amigo de la cueva. La suerte se esfumaba poco a poco, ya que había llegado a una sala nueva en la que se requería, como en la otra que llevaba al cuarto del cohete, de dos llaves.

En este caso de dos Llaves-Espada.

—¡Fátima!

Casi sin dejar de correr, Malik pasó de largo y se dirigió hacia el sur, alzando la voz por el camino, con la esperanza de que Fátima pudiera oírle. Si querían avanzar por la puerta de las cerraduras, tendrían que reunirse.

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por **James Bond** » Vie Dic 26, 2014 12:29 pm

La muchacha emprendió de nuevo su viaje a través del laberinto, caminando a través de aquellos pasillos que parecían no acabarse nunca. ¿Dónde estaba el centro?, se preguntaba Keiko para sí misma. Empezaba a aburrirse de tanto andar.

Cuando por fin llegó a donde tenía planeado llegar, comprobó que estaba en una estancia bastante amplia, en la cual había dos puertas, y otros dos pasillos: uno hacia el norte, y otro hacia el oeste.

¿Era cosa suya, o acababa de oir como golpeaban una de las puertas? Podía ser, claro. Pero eran dos, y no había garantía alguna de saber de cual provenía aquellos golpes. Además, también existía la probabilidad de que no hubiera nada.

Decidió de ignorar aquellas dos puertas, y escogió ir por el pasillo del norte.

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por **Sombra** » Vie Dic 26, 2014 2:07 pm

Tras elegir ese camino llegué a una amplia sala cuyo suelo era de cristal, aunque parecía roto por algún motivo. A lo lejos vi como algo azul que hacía sonidos gelatinosos se alejaba a toda velocidad arrastrándose como si persiguiese a alguien. Obviamente no pensaba ir a ver que era aquella cosa por lo que tras meditarlo unos instantes cogí el camino del sureste... Aunque con tantos caminos posibles quizás volvía atrás más tarde para ver lo que me esperaba en otros caminos. No estaba seguro de si tenía todo el tiempo del mundo o no y en el fondo me daba igual un premio, pero prefería ganarlo yo que alguien de Tierra de Partida y por desgracia las posibilidades de que alguien de Bastión Hueco encontrase primero el premio eran mucho menores, nosotros éramos muchos menos al fin y al cabo.

Menos pero mejores, eso sí.

—Será mejor que me ponga en marcha.

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por **Zodiark** » Vie Dic 26, 2014 3:42 pm

Avancé por el pasillo sola, y pronto alcancé una nueva sala. Sólo había una salida, un pasillo hacia el oeste, y lo único que se encontraba en dicha sala era un misterioso cofre negro en una de las esquinas. Me acerqué a ficho cofre y lo observé atentamente. No sabía si abrirlo, pues su color no parecía indicar que dentro hubiese algo precisamente bueno, pero después de la extraña sala de la puerta con la advertencia escrita con letras rojas, sabía que en aquel laberinto no había que fiarse de las apariencias.

—Bueno, veamos qué ocultas en tu interior...

Así pues, me agaché para ponerme a la altura del cofre, y así poder abrirlo. Esperaba que fuese otro ítem útil.

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por **H.S Sora** » Vie Dic 26, 2014 3:47 pm

Tras un buen rato avanzando, llegamos a un punto que parecía que no fuese a acabarse nunca dado que otro nuevo cruce de caminos con tres opciones se interponía ante nosotros en esta ocasión: continuar avanzando el la misma dirección que habíamos tomado con anterioridad, o tomar dos pasillos; uno que daba al norte y otro al sur. La única peculiaridad de una de aquellas opciones, era que la del sur se encontraba totalmente a oscuras y no se podía adivinar ninguna clase de sonido, tan solo oscuridad que se adentraba en un misterioso lugar.

¿Será buena idea escoger un camino así, o será una trampa?...

Tanto Bavol como Colibritany — y como el resto de nosotros — se encontraba cansado de todo aquello, y lo expresaron bastante bien con algunas quejas a desgana de lo tedioso que resultaba encontrase siempre con los mismos cruces, ¿acaso estábamos dando alguna clase de rodeo y lo que hacíamos era alejarnos en vez de acercarnos al supuesto premio? La otra chica que nos acompañaba trató de sonar positiva en aquellas circunstancias, pero el hecho de tener razón no quitaba el sentimiento de desesperanza que comenzó a surgir en mí tras perder a Keiko y no volver a saber nada de ella por el momento.

Fuese como fuese, quedarse plantados en medio de un cruce de caminos no era ni por asomo la opción más indicada. Mis compañeras parecían seguir a Bavol por algún extraño motivo fuese cual fuese el camino que este eligiese, ¿acaso tenía él alguna experiencia previa con lugares así? No había manera de saberlo, pero de todas formas habría escogido la opción que el niño había propuesto en aquella ocasión, ya que parecía ser el camino para llegar al centro y finalizar aquel juego de una vez.

—Yo también creo que avanzar por el este sería una buena idea —comenté, dirigiéndome hacia mis compañeros y esperando ver que nos aguardaba en aquella ocasión al final del camino.

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por **Nell** » Vie Dic 26, 2014 4:15 pm

Así, a lo tonto, había llegado al camino tras la puerta con dos llaves que no había podido cruzar anteriormente, si su sentido de la orientación no le estaba fallando. Vaya vuelta más tonta, y todo por ser una loba solitaria, ea.

Nuevamente, como todo laberinto que se aprecie, tenía varias opciones a su disposición: o seguir abriendo puertas, o continuar en otra dirección. De algún lugar salía el ruido de un reloj, pero no quería pensar mucho en ello porque la última vez había caído en una trampa por dejarse llevar por un soniquete. Sin pararse mucho a decidirlo, escogió volver a probar con la puerta, a ver si encontraba al menos otro fabuloso tesoro antes de morir (y podría irse contentilla a la tumba).

[Hana abre la puerta norte]

por **Aru** » Vie Dic 26, 2014 6:10 pm

Aru encontró dos nuevas rutas por las que pasar, tenía bastante prisa ya que las quemaduras seguían extendiéndose y agravándose. La muchacha decidió rasgar su capa y amarrarselas como vendajes en los brazos, y seguir con esperanza de encontrar algún remedio.

—¡¿ALGUIEN CON SPRAY SOLAR?! ¡¿Alguien por aquí cerca?!—seguía gritando la peliazul

Aru esperó pero como la ultima vez, nadie respondió a su llamada de auxilio, así que decidió ir por el oeste.

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por **Astro** » Vie Dic 26, 2014 8:07 pm

Bavol, Colibritany, Nicoxa & Saito
Una vez más al este, y lo que se encontraron el cuarteto fue una bonita estancia con una preciosa fuente en medio, decorada con una pequeña estatua de un delfín. Todo precioso.

¿Lo malo? Que volvía a haber una nueva división de caminos. Sí, otra vez. Hacia el norte y hacia el sur se abrían dos salas oscuras, sin puertas por en medio; mientras que si miraban hacia el este verían una reluciente puerta plateada a lo lejos.

¿Por dónde ir?

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Light, Simbad & Jeanne
Una estancia rectangular les esperaba, sin nada destacable. Hacia el este, se abría una nueva sala igual de grande de la que estaban. Hacia el oeste había un pequeño pasillo que parecía acabar en otra estancia, y si miraban hacia el sur verían un gran portón dorado con dos cerraduras.

Eran tres, así que podrían abrirlo.

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Saxor
Las dos preguntas se iluminaron de verde cuando contestó, pero la tercera... Toda la pantalla holográfica se puso roja. ¡Había fallado!

—¡Incorrecto, kupó! —aplaudió el moguri—. ¡Vuelve a intentarlo!

Una nueva pantalla apareció, con tres preguntas:

¿Cuál es el elemento afín de Yami?

¿Quién disparó un hechizo de luz a Andrei para luego echar a correr en el primer evento global?

¿Quién fue el único aprendiz que se cambió de bando a Tierra de Partida durante los eventos de Datastream?

¡Segundo intento! Sin embargo, desde la sala del pozo, el sonido de unos pasos se acercaba...

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Alec
Los cristales fueron expulsados en cuanto el último fue colocado por Alec. Toda la pared se iluminó de rojo.

Se había equivocado.

Y le costó caro. El flan gigante se abalanzó sobre él, hambriento y despiadado.

Ñam ñam.

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Neru & Nikolai
Una estancia oscura, eliminada por un par de antorchas, les esperaba. Cuando llegaran al centro de la sala, una lengua de fuego iluminaría todo: las llamas habían bloqueado el camino que llevaba al norte.

Un letrero en una pared indicaba:

"Para avanzar por las llamas, la poción correcta debes tomar. Elige sólo una, y tienta a la suerte.

El premio aguarda."

En un rincón, estarían los objetos que le daban sentido a la frase: una vieja mesa de madera sobre la que había cinco frasquitos de cristal. En el interior de cada uno, un líquido de un color diferente: uno rojo, otro azul, otro verde, otro trasparente y el último negro.

Podían atreverse a beber uno y cruzar las llamas... O elegir otro camino, pues no había barreras que evitaran que pudieran salir por otra dirección.

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Saeko
La impresión del pozo debió ser muy fuerte para los demás, porque ni Myxa ni Xefil hicieron nada. Sola, Saeko tuvo que probar suerte con la primera esfera...

Que tampoco funcionó. El cristal se iluminó de rojo, indicando que era el erróneo.

La tapa del agujero desapareció, y algo apareció en la sala.

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El zombie con forma de alegre ratón dio un par de pasos hacia los aprendices, todavía torpe. Pero por poco tiempo.

Tenían una última oportunidad.

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Fátima & Malik
Cada uno por un lado, pero ambos acabaron en la misma sala. Que parecía... Un teatro.

Poco tiempo tendrían para saludarse o ponerse al día de lo que les había pasado a cada uno tras separarse. Sus piernas se movieron solas, obligando a ambos a sentarse en una butaca uno al lado de otro.

El telón se abrió, revelando la decoración de una especie de pantano. Y empezó la música:

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Una rana tocando y cantando. Les gustara o no, descubrirían tarde o temprano que no podían levantarse de su asiento. Tendrían que aguantar hasta que acabara... ¿Cuánto tardaría?

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Keiko
La valiente y solitaria aprendiza optó por el pasillo... Pero se encontró con una desagradable sorpresa: un portón dorado, con dos cerraduras a cada lado.

Por allí no podría pasar, le faltaba una. Tendría que elegir otro camino.

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Ragun
Por el sureste, encontró una gran sala con seis palancas de madera en las paredes, tres en la izquierda y tres en la derecha.

Hacia el sur, un gran portón plateado resplandecía. Y un letrero indicaba cómo abrirlo:

"Baja las tres palancas en la combinación correcta para abrir el portón plateado.

El premio aguarda."

De seis palancas, tendría que bajar las tres adecuadas y en el orden correcto.

... Qué marrón.

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Lyon
Lyon no tuvo la ocasión de abrir la puerta. Cuando alargó la mano para tocar el picaporte, la pared estalló, y algo salió de la habitación.

Un sincorazón. ENORME.

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El Bégimo rugió, elevándose sobre las patas traseras y apunto estuvo de aplasta el aprendiz.

¿Qué opciones tenía Lyon? Fácil: CORRER.

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Maya
Del cofre podría haber salido cualquier cosa. Desde un monstruo, a que explotara al abrirlo o que saliera un montón de dinero.

Pero lo único que encontró Maya fue...

¡Maya encuentra Gafas de sol!

Y encima de las baratas.

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Hana
Cuando la sirena abrió la puerta, una oleada de agujas salieron disparadas hacia ella. La pobre Hana acabó como si de un cactus se tratase, había vuelto a abrir una puerta-broma.

Pero al menos, mientras se quitara las que pudiera de encima, encontraría algo bueno.

¡Hana encuentra Aguja dorada!

Menos es nada, ¿no? Lo negativo, era que se le acababa del tiempo. Ahora de verdad. Pero el sonido del reloj seguía sonando.

Contador: 1

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Aru
Aru llegó a una sala grande, donde lo que más destacaba era la oscura entrada a una cueva.

Pero allí había algo. O tal vez alguien...

—Miel... Venganza...

Era una especie de osito naranja, pero con pelo plateado, una ala negra que salía de su espalda y una larga espada.

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Sepoohroth desenvainó su espada, con la mirada fija en Aru. Y se abalanzó sobre ella a toda velocidad.

¡La mezcla malvada de Winnieh the Pooh y Sephiroth te persigue! ¡Elige una dirección para huir de él!

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MAPA:

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Fecha límite: sábado 27 a las 16:00

por **Tidus Cloud** » Vie Dic 26, 2014 8:24 pm

—Espera, ¿otra vez?

Bavol comenzó a apretar los puños furiosos cuando se dio cuenta de que de nuevo tenía varias opciones para continuar en el laberinto. Era la primera vez que entraba en un sitio así y estaba seguro que iba a ser la última. Como no le gustara el premio que había al final, le iba a dar una buena paliza a ese maldito moguri. Ni siquiera el detalle de la fuente le tranquilizó le consoló más mínimo; sin embargo, se percató de que había algo especial en uno de los caminos.

—¡Mirad! —exclamó Bavol señalando la puerta del este—. ¡Esta está hecha de plata, eso tiene que significar algo! Yo creo que es mejor que sigamos por ahí a tener que seguir yendo de un lado a otro sin ton ni son, ¿no?

Sus compañeros podían decir lo que quisieran, podrían incluso dudar del razonamiento del niño, pero Bavol estaba convencido de lo que decía. Sin más dilación, Bavol decidió cruzar la puerta plateada y seguir por el este.

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por **Light** » Vie Dic 26, 2014 8:33 pm

Light caminó con presteza por el pasillo que tanto él como sus compañeros habían elegido. Al principio había preferido ir solo, pero empezaba a darse cuenta de la utilidad de ir acompañado en aquel laberinto.

En especial en ese preciso momento. No tardó en atisbar otro de esos portones que requerían de dos llaves.

Light se acercó al portón dorado y se volteó hacia sus compañeros.

—Bueno, ¿lo abrimos?

Si uno de ellos estaba de acuerdo bastaría para abrir la gran puerta y seguir por el sur. Si los dos se negaban, no le quedaría otra que avanzar dirección oeste.

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por **15nuxalxv** » Vie Dic 26, 2014 8:57 pm

Los tres, Light, Simbad y yo; continuamos por aquel endemoniado laberinto. Casi ni me percataba, pero caminaba lo más sigilosa que podía, conteniendo la respiración. Podíamos encontrarnos cualquier cosa. Tal vez, si me hiciera lo suficientemente pequeña, lograría que los peligros no me encontraran.

Una esperanza vana, me decía la lógica.

Llegamos a una estancia con tres caminos: uno al este, otro al oeste y finalmente uno al sur. Distinguí de nuevo dos cerraduras junto a ella.

Light se acercó al último. Luego nos preguntó:

—Bueno, ¿lo abrimos?

Asentí, acercándome a él con la Llave-Espada ya materializada. Me coloqué dispuesta a abrir la puerta, mientras miraba a Simbad interrogativamente.

Habíamos dejado a Maya atrás, y me había dado cuenta de que no quería estar sola.

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por **Drazham** » Vie Dic 26, 2014 9:10 pm

Según Nikolai avanzaba por el pasillo, la iluminación del lugar se iba apagando más y más hasta que apenas podía discernir el camino con la tenue luz que había. Tanto él como el otro chico que eligió el mismo camino acabaron en una sala pobremente alumbrada por varias antorchas, dándole un toque tétrico.

Pero la falta de visibilidad dejó de ser un problema en el instante que un enorme muro de fuego se levantó delante de ellos violentamente. Niko retrocedió un par de pasos de la impresión y por el sofocante calor que desprendían las llamas, a las que miró con recelo ¿Un camino sin salida, tal vez?

No del todo. Las llamas alumbraron una mesa en la que no había reparado antes, con cinco frascos llenos de líquidos de diferentes colores: rojo, verde, azul, negro y uno transparente. Al lado había un cartel que informaba que bebiéndose la poción correcta de las cinco que había podrían cruzar el fuego y alcanzar de una vez el centro del laberinto, pero solo tenían una única oportunidad. Que encantador.

Nikolai se plantó delante de la mesa, analizando el variopinto contenido de los frascos: ninguna de las cinco le daba buenas vibraciones. Mientras que las cuatro de colores parecían estar llenas de pintura, la transparente daba la impresión de que se trataba de agua normal y corriente.

Beberse una posible mezcla de colorante y acetona o ser engañado por un mero vaso de agua. También podía olvidarse de las pociones y seguir por otro camino que había en un extremo de la sala, pero... ¿Y si era su última oportunidad para escapar de allí? La visión de que fuese devorado por las llamas no era, ni mucho menos, agradable, pero peor era la de ser devorado por uno de los monstruos que pululaban por el laberinto.

—Al cuerno con todo... —decidido, el aprendiz agarró la botella con el líquido negro y pego un buen trago sin paladearlo siquiera.

Y por último, se aproximo con paso firme a la vorágine de fuego y, tras detenerse a un palmo y tomar una gran bocanada de aire, se introdujo en ella.

Todo o nada.

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por **Darkness Seeker** » Vie Dic 26, 2014 10:33 pm

Tras el largo pasillo, llegamos a una oscura sala, iluminada sólo por unas pocas antorchas. Sin embargo, al poco de entrar una llama de fuego aparecería en el centro de la sala, provocando además que los caminos al norte quedaran obstaculizados por una serie de muros de fuego.

Pronto me fije en un letrero que había a un lado de los muros de fuego:

"Para avanzar por las llamas, la poción correcta debes tomar. Elige sólo una, y tienta a la suerte.

El premio aguarda."

Me contuve a mirar las diferentes pócimas. No estaba seguro de cuál podría ser la correcta, no había ningún tipo de señal ni indicación ni pista para averiguar la correcta. ¿Cómo pretendían que averiguara la correcta?

Algo molesto por la situación me fijé en un camino al oeste de la sala. Dispuesto a no dejarme achicharrar por las llamas, me encaminé hacia el pasillo al oeste de la habitación, esperando no acabar pasando de las llamas a las brasas...

por **Zodiark** » Vie Dic 26, 2014 11:18 pm

Al abrir el cofre, encontré en su interior unas simples gafas de sol. Las cogí, algo extrañada, y mientras me volvía a poner de pie, las observé, volteándolas con la mano, para ver si tenían algo especial. Y no sólo no tenían nada que no tuvieran otras gafas de sol, sino que además parecían algo cutres y endebles.

—Bueno, menos da una piedra —pensé en voz alta, encogiéndome de hombros.

Plegué las gafas y las guardé en uno de mis bolsillos, intentando ser cuidadosa esperando que no se rompieran, me giré hacia el pasillo oeste y continué avanzando.

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Canal de youtube · por **xXOrbOOkXx** » Sab Dic 27, 2014 12:31 am

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Intenté no tirarme de los pelos al llegar a una sala exactamente igual que el anterior.

El aprendiz, Jeanne y yo volvíamos a estar juntos en la travesía. Esa vez había una encrucijada de tres caminos, el aprendiz elegió la puerta que daba al Sur.

Yo lo pensé un largo momento, mirando la brújula. No estabamos en el centro, así que caminar hacia el Sur no era mala idea. Suspiré con hartazgo, en aquel laberinto no pasaba nada interesante.

Pero aquellos sonidos me intrigaban, quizá podía ser algo peligroso. Preparé la Llave para abrir la puerta.