No pude evitar sonreír ante la inocente felicidad de Celeste, la cual llevaba así desde el momento en que había recibido una extraña invitación para la celebración de Halloween en mi mundo. Hasta ahí todo bien, pero lo extraño era que yo también había recibido dicha invitación, y a pesar de que estuve a punto de rechazar ir a aquella fiesta, poco tiempo le había faltado a mi amiga para arrastrarme recordándome una promesa que le había hecho de llevarla de turismo.
En el fondo el hecho de volver como aprendiz para aquel día tan señalado me causaba cierta emoción y nostalgia, hecho que quizá tuviese que ver con haberme dejado arrastrar con aquella facilidad tan asombrosa hasta la puerta de una gigantesca mansión, que sería el lugar donde celebraríamos dicha fiesta.
—En la Ciudad que es mi Hogar, el día de difuntos voy a celebrar...~~
Mi acompañante seguía encantada de la vida con su disfraz, el cual me causó mucho respeto por su nivel de detalle y realismo a pesar de que no sabía muy bien de que iba. ¿Sería una Zombie? No me atrevía a preguntarle dado que temía acabar recibiendo un jeringazo; por mi parte había encontrado un disfraz que me iba que ni pintado, creyéndolo como una elección más que apropiada.
—¿Entramos? No quiero ser de los únicos aprendices en quedarme fuera.
Aquel lugar era un tanto... raro. Parecía que aquel lugar no había sido habitado en mucho tiempo, pero aquello no era lo que me hizo desconfiar de todo aquello; al mirar la pared pude observar como había fotos enmarcadas de cada uno de nosotros y la vista al otro lado no era mucho más reconfortante, puesto que mirar la foto antigua de una familia con los rostros borrados no era mucho más alentador.
Entonces, de entre todos los aprendices que allí estábamos Derhe Yeno se manifestó con un disfraz poco original y unas ganas increíbles de chafarnos la fiesta.
—Bah, esto no da miedo. ¡Menuda chorradez!
Por algún motivo, había sido como si Dios o la Voluntad de aquella casa lo hubiesen escuchado, y no les había gustado aquello. Ya que nada más ponerse a avanzar, una cuchilla que nadie había avistado le partió en dos; me quedé a cuadros cuando en vez de sangre el aprendiz soltó bolitas de luz hasta que desapareció, a la par que su retrato empezó a incendiarse sin que nadie lo hubiese tocado.
Pensé entonces que quizá era una jugarreta de los Maestros, al fin y al cabo ellos no habían venido... debía ser eso ¿no?
—Parece que tenemos vía libre. Voy a explorar el resto de la mansión, a ver qué encuentro. ¿No tienes ganas de saber quiénes son esos? —miré en dirección al cuadro ya mencionado antes, con una mala sensación en el cuerpo por no poder ponerles cara a aquella familia.
—Precisamente creo que la familia de esta Mansión es un bonito misterio por el que empezar a investigar. Te acompaño.
»¡Quién sabe qué clase de historia Halloweenística nos espera!
—Y hasta que esa historia empiece, creo que te enseñaré a pronunciar la palabra Halloween y los posibles derivados que te dé por utilizar —apunté, con una sonrisa sin malicia mientras la seguía por el camino de la derecha.
>>Brilla la Luna en la Oscuridad...~~