Eso no supuso impedimento alguno para que hubiera aprendices que decidieran escaquearse y tomárselo como un día libre. Los que pringaron se encontraron con Ariasu a la entrada de Bastión Hueco al atardecer. La Maestra no comentó nada, ni pasó lista, sino que se limitó a guiarles hasta el mundo donde tendría lugar la excursión. Lo único que hizo fue prohibir que llevaran las naves gumis: quería que fueran todos juntos en manada con sus gliders.
Y se encaminaron hacia un nuevo mundo (para algunos).
Aterrizaron a las afueras de una isla rodeada de rocas. Desde las alturas pudieron entrever que en el centro se alzaba un gigantesco parque de atracciones cuyas luces iluminaban la noche que se cerraba, aunque no parecía en movimiento. Frente a ellos quedó una enorme puerta doble que los separaba de la diversión.
―¿Todos listos? ¡Os prometí una excusión y aquí la tenéis! No me gusta demasiado eso de mandar deberes, así que podéis simplemente divertiros y decirle a Ryota que habéis aprendido mucho en, eh… el campo.
Mientras lo decía, Ariasu repartía varios folletos del parque a cada uno. En ellos venían recogidas las principales localizaciones que podrían visitar:
- Bar 8. ¡Come, bebe, fuma y juega al billar! Nadie te lo impedirá.
- Circo. ¡Observa nuestros espectáculos o participa en ellos! Todos podéis ser artistas.
- La Casa de las Riñas. ¡Peleas, solo peleas! Hay un jugoso premio esperando un ganador.
- La Casa de la Vidente. ¡Leerá tu porvenir! Y a un módico precio.
- La Zona de los Destrozos. ¡Destruye todo lo que quieras! Muebles, arte, juguetes de hermanas…
- Mak quing. ¡La peor comida basura que puedas encontrar! No volverás a probar el brócoli.
- Montaña rusa. ¡Súbete a dar una vuelta por todo el parque! Puedes incluso arrojarte desde el asiento.
- Noria. ¡La atracción más divertida del mundo! Los vómitos no se limpian.
- Tiovivo. ¡Nuestros inanimados caballos te esperan! No se detiene, dará vueltas durante toda la noche.
―¡El parque será para nosotros solitos durante toda la noche! Bueno, no exactamente para nosotros solamente…
En ese momento llegaban, también desde el aire, los aprendices de Tierra de Partida capitaneados por Akio. El Maestro les había alertado de la excursión escolar, aunque no insistió en su obligatoriedad y se limitó a colgar un cartel en el comedor.
―Ahí están —murmuró Ariasu―. Seguro que les ha dicho que nos hemos hecho cargo de todos los gastos cuando ha sido una invitación… y yo a su vez le he invitado a él. Por esa nueva política de intentar no matarnos.
―Y más os vale portaros bien, porque hemos preparado la excursión especialmente para vosotros —les decía Akio mientras aterrizaban tras el grupo de Bastión Hueco—. Ronin me ha nombrado jefe de la excursión, A MÍ, y tendréis que obedecerme todos, novatos. —A Fátima y a Light les habían dicho que fueran si quisieran. Ninguno de los otros Maestros había mostrado interés.
―¡Hola, peque! ¿Os habíais perdido?
―¿Es que en Bastión Hueco no había ningún otro Maestro disponible?
―Ninguno que quisiera aguantarte. Te he traído una mantita por si te entra sueño. Avísame cuando la necesites.
―Nunca. ¡A ver, todos, miradme! —gritó para hacerse oír entre todos los aprendices, subiéndose a una caja que había al lado de la puerta―. Nos abrirán las puertas a las diez en punto para darnos la bienvenida. Esto es un parque de atracciones, así que, como todos imaginaréis, están totalmente prohibidas las armas. —Señaló la caja sobre la que se había subido―. Debéis depositarlas aquí antes de entrar. Podréis recogerlas a la salida.
»Imagino que no os hará mucha gracia la idea porque cada vez que salimos nos metemos en problemas, sin excepción, pero esta vez será diferente. Llevo días comprobando los alrededores y no hay sincorazón, no hay Maestros antiguos locos ni tampoco hay Villanos excéntricos cuyo motivo de existencia sea incordiar. Lo prometo. Así que sed buenos y desarmaros por una vez. En caso de peligro tendréis de todas formas vuestra Llave Espada. Todo está controlado.
A continuación el Maestro se bajó para supervisar el depósito de las armas. Ariasu se acercó a él para murmurarle algo (no parecía en contra de la idea). Aún quedaba un poco de tiempo hasta que se abrieran las puertas, por lo que podían charlar entre sí, preguntar sobre la redacción posterior a la excursión y hacer amigos.
Fecha límite: lunes 3 de octubre.
Este será un post breve de apertura, para que os relacionéis un poco y tal.