por Pictor Iocus » Vie Nov 14, 2008 6:33 pm
Siento mucho el retrasoooo >.<. Es que esta semana he estado un poco atareado en clase =S, pero bueno aquí dejo por fin mi prologo (no te preocupes Lex, que aunque esta vez haya tardado, no creo quese repit[COLOR=#000000]a [/COLOR]mucho =) ). Es un poco largo, pero es que entre una cosa y otra me ha quedado asi!! jaja:
Para él aquel día era el más importante, ¡por fin lo tenia!.
Yik estaba practicando técnicas de lucha con su madre en uno de sus entrenamientos matutinos. Ambos se movían con una fluidez hipnótica. Cada uno de sus ataques, fundamentalmente propinados con las manos, tenían una precisión milimétrica.
De repente los movimientos se detuvieron en seco. El brazo de Yik había sido bloqueado por la diestra de su madre, mientras que la otra se encontraba frente a su cara, a escasos milímetros.
- Te has descuidado un poco con el último ataque, Yik – dijo su madre.
- Sí… tienes razón. ¡Pero casi te alcanzo ¿eh?! – respondió él entre risas.
- La verdades que me has sorprendido, además, te noto contento esta mañana.Ha sido un buen entrenamiento Yikky, te felicito – añadió la mujer dándose la vuelta a la vez que empezaba a reir.
- ¡¡No me llames asi!! Me da vergüenza, no tengo 10 años…
- Para mí si, jaja. Aunque tu control de chakra es de más edad,lo reconozco. Vamos, recuerda que ahora debemos reunirnos en el edificio principal – Al decir esto, la cara de Yik palideció al instante.
- Ah… ya. Pero…¿por qué tenemos que ir? Casi nunca os escuchan a papá y a ti,y a decir verdad, algunos ni nos miran a la cara. No me gusta nada la atmósfera que se crea, me siento como… como…
- ¡Yik! Sabes que tenemos que ir, y además, las cosas están cambi…
- ¡No!¡No han cambiado para nada en estos 19 años que he asistido! Es verdad que me han explicado muchas veces por qué existen la rama principal y las derivadas en el clan Hyuuga, y en cierto modo entiendo la situación. Pero…
- ¿Entonces? Ya hemos hablado muchas veces sobre esto, tenemos deberes que cumplir, al igual que la rama principal. Hasta ahora no hemos tenido problemas ¿cierto?.
- Sí, por eso digoque en cierto modo lo entiendo y acepto la situación. Pero hay gente del clan con la que no aguanto cruzarme, no se, es como si fuéramos“cosas” que pueden usar, incluso chicos más jóvenes me tratan así.
- Pero ahora son una minoría. Las cosas cambian.
- Pues aunque haya una sola persona que nos vea con esos ojos, para mí nada habrá cambiado. ¡Por eso he decidido marcharme!, para olvidar y conocer a personas que no me miren como a un ninja secundario del clan– con este comentario, su madre se acercó a él con gesto de sorpresa.
- ¿Irte? ¿Qué quieres decir? No digas estupideces. Siento mucho decirte que es muy difícil que nadie nos vea con esos ojos “juzgantes”, ha sido así desde tiempos lejanos y no creo que ahora cambie de buenas a primeras, mucho ha cambiado ya.
- ¿De verdad puedes estar día tras día tranquila en esta situación? Porque yo no,mamá. Quiero ser alguien capaz de cambiar radicalmente las jerarquías del clan, pero no podré hacerlo mientras haya gente como esa por ahí, porque me impiden seguir mi camino y evolucionar. El sólo pensar que hay gente así me reprime, me ata, y no consigo caminar hacia delante. Y no sólo en este país, sino que en el mundo entero hay personas de esa calaña. Así que para convertirme en alguien con la fuerza y madurez necesarios para hacer “algo”, necesito irme lejos, muy lejos, donde incluso no se conozca nuestro clan.
- Pero el clan Hyuuga es conocido en todo el mundo por su gran influencia en la historia.
- Encontraré la manera de hacerlo, de hecho, creo que ya la he encontrado. Quiero irme hoy mismo.
Tras aquellas palabras, ambos se miraron. La mujer podía ver en los ojos de Yik una gran determinación. Estaba confusa por todo lo que su hijo sentía.
- No sabía que querías llegar tan lejos.
- Nadie lo sabe. Pero creo que es hora de hacer algo. También lo hago por papá y por ti – En ese momento la madre de Yik rodeó a su hijo con sus brazos y lo apretó con fuerza.
- Pues entonces debes seguir tu camino – Susurró ella mientras una lágrima se deslizaba por su mejilla – No quiero que te marches, pero si es lo que te dice tu corazón, te apoyaré, siempre creeré en ti. Pero debes prometerme una cosa…
- ¿Eh?
- … prométeme que volverás cuando estés listo.
- … pues claro, lo prometo. Además; ¿de qué me sirve marcharme para convertirme en la persona adecuada si después no vuelvo para ponerlo en práctica? – dijo el chico dedicándole una sonrisa burlona a su madre, y ella rió.
- Tienes razón. “((Suspiro))”. De algún modo tu padre y yo sentíamos que algo así pasaría, por eso te apoyaremos por muy lejos que estés.
Y así, al compartir aquellas palabras, Yik había conseguido por fin el empujón que le hacía falta para conseguir su deseo. Pero aunque había hablado con tanta seguridad, al caer la noche, no estaba tan seguro de poder conseguir su deseo de marcharse lejos.
Desde pequeño había sentido que en su entorno, su país, e incluso en cualquier parte de su mundo, no podría obtener lo que quería, por lo que había estudiado mucho acerca del chakra y sus aplicaciones, con la esperanza de encontrar alguna solución. La existencia de técnicas con las que poder cambiar el espacio o la materia de forma real sin ser una ilusión hacía que no se diera por vencido, hasta que dio con un pergamino antiguo y en mal estado (tras numerosas investigaciones). En el pergamino aparecían signos parecidos a los que había estudiado sobre teorías espacio/temporales en el uso de chakra, pero con modificaciones. También aparecían círculos que parecían globos terráqueos, pero con lapeculiaridad de que cada uno era distinto. La escritura era imposible de leer o recuperar, tan sólo era posible descifrarlo con la interpretación, y Yik sentía que era la clave que estaba buscando.
Por este motivo, había decidido irse aquella noche, sin dejarle opción a sus sentimientos de hacerle cambiar de opinión. Aprovechando que no estaban sus padres, porque de lo contrario quizá le hubiera resultado demasiado duro, se dirigía hacia su habitación tras dejarles una nota en la cocina. Aunque le había dicho a su madre que se iría muy lejos de allí para no preocuparla más de lo necesario, lo cierto es que él no pretendía irse a una isla escondida o a algún país recóndito, sino que pretendía marcharse a otra posible dimensión o mundo paralelo, donde sintiera una libertad total.
En su mente repasaba todas sus investigaciones para no cometer ningún fallo. Al llegar a su habitación cogió el preciado rollo (previamente escondido) y lo abrió despacio. No podía evitar albergar dudas acerca de si funcionaría o no (podía pasarle cualquier cosa por el distorsionado contenido del pergamino), pero había tomado una decisión. Mientras iba observándolo de principio a fin, fue dibujando símbolos por toda su habitación de forma concéntrica, teniendo como centro el mismo centro de la habitación. Dos horas tardó en dibujarlos, retocarlos, revisarlos y estar listo para llevarlo a cabo.
Se encontraba sentado en el centro de la habitación, rodeado de símbolos incluso en su propia piel, y entonces comenzó a concentrar chakra en todo su cuerpo, y luego en puntos previamente elegidos de la habitación con determinados signos.
- …88, 89, 90… ¡91 puntos cubiertos! – había terminado de concentrar el chakra en todos los puntos necesarios, y ahora sólo faltaba hacerlo estallar a la vez tanto en todos ellos como en su cuerpo y luego comprimirlo. …¿lo lograría?
- ¡¡¡¡¡¡¡Ahhh!!!!!!! – de pronto toda la casa tembló. Los objetos de su habitación salieron volando por los aires cuando hizo estallar aquella cantidad de chakra reforzada por los signos. Sintió un dolor desgarrador en todo su cuerpo que hizo que se levantara encogido, pero debía seguir, ahora sólo quedaba comprimir el chakra hasta su cuerpo.
- ¡¡Tengo que hacerlo!! ¡¡Vamos, un poco más!! – se concentró al máximo y empezó a comprimir el chakra. Poco a poco sentía que su cuerpo se desgarraba más y más. Dejó de sentir sus piernas, su tronco, sus brazos… pero por alguna razón no conseguía concentrarlo en su cabeza. - ¡¡Venga!! ¡Maldita sea! – algo fallaba. Era como si hubiera una barrera cubriendo su cabeza, como una tela que no dejara fluir el chakra por ella. Era la única zona donde no había sentido un desgarro. Al cabo de unos instantes empezó a perder el conocimiento a causa del esfuerzo físico y mental y se tambaleó. Sin apenas fuerzas, utilizó el pié como apoyo pisando uno de los 91 signos que se encontraba detrás suyo y corrió la tinta que lo dibujaba. En ese momento todo su cuerpo se paralizó, se activó su “ojoblanco” y vio débilmente las imágenes de un paisaje lluvioso, con caminos grises y edificios altos y geométricos donde un chico corría bajo las gotas. Entonces todo el chakra que aún lo rodeaba se comprimió en su cabeza, la barrera había desaparecido, del mismo modo que todo su cuerpo había desaparecido de ese mundo.
FIN DEL PRÓLOGO --
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Si hay algún problema me lo dices Lex^^. Espero que os guste! xD
Última edición por
Pictor Iocus el Lun Nov 17, 2008 12:36 am, editado 2 veces en total