[center]Project Akumu[/center]
Prólogo
Itsuki sintió unos casi insonoros pasos detrás suya. Supo al instante de quién se trataba. Se detuvo en seco y preguntó:
-¿Qué quieres?-
Aquel hombre se quedo quieto, estaba cabizbajo. Itsuki se dio la vuelta y lo miró atentamente. El hombre subió lentamente la cabeza y se fijó su mirada en los ojos de Itsuki.
-Sabías perfectamente que ella tenía que morir- Dijo Itsuki bastante tranquilo.
-¡¿Y por qué no la encarcelasteis?!- Gritó el hombre mientras varias lágrimas caían por su cara.
Itsuki se dio la vuelta dispuesto a seguir y dejar a ese hombre solo. Cuando le hubo dado la espalda, el hombre se aferró a su hombro y tiro de él, obligándole a mirar a sus ojos llenos de odio.
-Ha segado la vida de muchas personas y destruido familias. ¿Quieres acaso que la encarceláramos? Sabes perfectamente que hubiera conseguido salir hasta de la más blindada prisión- Dijo Itsuki levantando la voz.
Aquel hombre se quedó quieto, oprimiendo fuertemente su puño.
-¿Hubieras preferido tú eso? Ryunosuke, también podría haberte matado a tí- Dijo Itsuki más serio de lo que ya estaba.
-¿Y qué hay de sus derechos?- Dijo Ryunosuke bastante desesperado.
-¿Pensó ella en los derechos de las personas a las que asesinó?- Preguntó retóricamente Itsuki. Se quedó unos segundos, mirando a Ryunosuke, esperando alguna otra reacción. Cuando se hubo cansado dio media vuelta y empezó a andar. Después de meditarlo varios minutos, antes de que Itsuki se alejara mucho más, levantó lentamente su mano derecha. Tenía en ella una larga pistola.
Notó el ruido de la pistola al cargarse y dio media vuelta.
-No quiero hacerte daño- Dijo Itsuki tan pasible como siempre.
-¡Tú la mataste! ¡Mereces morir!- Gritó Ryunosuke.
Itsuki volvió a darse la vuelta dispuesta a no aguantar más a Ryunosuke.
Entonces en esa oscura y silenciosa noche se escuchó un sordo disparo. Los dos hombres estaban mirándose. Itsuki levantaba una pistola de tres cañones en la mano.
Entonces, Ryunosuke cayó al frío suelo tirando a un lado la pistola. En pocos momentos todo se llenó de sangre.
Itsuki dio media vuelta y se fue de aquél pequeño barrio.
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Capítulo 1
Japón – 2009
- ¡Itsuki! ¡Baja ya vago!-
Era un sábado por la mañana en un pequeño barrio de las afueras de Tokio. Todo eran pequeñas casas de dos pisos, todas con jardín. De entre todas, una de las ventanas de la parte de arriba de una de ellas se abrió. De ella salió un joven de unos diecisiete años, pelo castaño y ojos verde oscuro. Estaba despeinado y llevaba algo parecido a un pijama.
-¡¿Qué quieres ahora Ryunosuke?!- Gritó Itsuki. Parecía molesto.
-¡¿Qué que quiero?! ¡Llegamos tarde imbécil!- Le contestó Ryunosuke, más molesto aún.
-¿Por qué no me has avisado?- Dijo Itsuki medio bostezando.
-Llevo aquí toda la mañana, gritándote-
Itsuki se cambió rápidamente y se comió un bol de arroz a velocidad de vértigo. Luego salió disparado de su casa, al encuentro de Ryunosuke.
Ryunosuke era de la misma edad que Itsuki, tenía el pelo negro y ojos de igual color.
-Buenos días- Le saludó algo cansado.
-Igualmente- le contestó Itsuki sonriendo.
Los dos entablaron conversación sobre lo que hicieron. De repente, Itsuki se paró en seco y miró a Ryunosuke, luego se miró el reloj.
-Bastardo… ¡No llegamos tarde, me mentiste para que llegáramos hoy temprano! Yo te mato, me he dejado medio desayuno en casa-
-Siempre te levantas tardísimo, alguna táctica tendría que inventar, ¿no?-
-¡Ven aquí! Ahora mismo te mato, ¡te juro que cuando lleguemos al instituto me pagas el almuerzo!
-¡Eh!, tú tienes dinero de sobras, macho. ¡A mi no me pidas nada!-
-Cabró…-
-¡Tú!- Dijo una tercera persona, varios metros calle arriba.
-¿Quién? ¿Yo?- Preguntó Itsuki mientras bajaba el puño. Ese que iba dirigido a Ryunosuke.
-Sí, tú y el otro-
-¿Yo?- Dijo algo dudoso Ryunosuke, el cual se cubría la cara con los brazos, que luego bajó y se incorporó.
Era una figura masculina. Era alto y delgado, tenía una extraña y negra capa. Vestía completamente de negro. Llevaba la cara al descubierto, y tenía una especie de sombrero picudo, negro al igual. El joven levantó lentamente el brazo, portaba un arma de fuego. Para ser exactos, una pistola larga de alto calibre.
Ryunosuke e Itsuki se quedaron atónitos y miraban fijamente a la pistola. Parecía adornada. Con partes rojas y negras.
-Vais a morir aquí y ahora-
-¿Qué cojon…?- Quiso decir Itsuki, pero Ryunosuke le cayo de un codazo.
El joven, sin más dilación, cargo el arma. El arma era elegante y estaba bastante cuidada, podía apreciarse que en uno de los lados estaba detalladamente, y bien chapado, “Hidra”. Seguidamente apretó el gatillo. Se oyó un sordo disparo y el arma lanzó fuertemente un proyectil fino, pero potente.
El proyectil estalló contra el hombro de Itsuki, el cual intentó esquivarlo, pero al menos evitó su muerte. Itsuki dio un alarido de dolor mientras se desangraba.
-¡¿Qué quieres?! ¡¿Por qué cojones haces esto?!- Dijo Ryunosuke mientras miraba antónimamente cómo su amigo se tambaleaba intentando mantenerse de pie, derramando sangre.
-Soy Souta, del proyecto Akumu. Una organización secreta. No diré más. Me han encargado matar a este individuo, presenció uno de nuestros crímenes. No puede haber testigos. Y, depende de lo que te haya contado, tú también morirás. Es simple.-
Souta volvió a apuntar a Itsuki, esta vez dispuesto a acabar con su vida. Y sin más dilación, lo hizo, de la punta del arma volvió a salir disparado un segundo proyectil; que volvió a alcanzar a Itsuki. Todo fue muy rápido, Souta disparó, e Itsuki se desplomó después de gritar de dolor.
Seguidamente, Souta miró fijamente a Ryunosuke, con una sonrisa en el rostro.
-¿Y bien, qué te ha contado?-
Ryunosuke tragó saliva. No sabía que hacer, ayudar a su tal vez ya muerto amigo, defenderse, intentar agredir a Souta, o simplemente, huir.
-Te he preguntado algo. ¿Es que no te han enseñado modales?-
Alegó Souta subiendo el tono.
-N-nunca me… ha contado… n-nada- Respondió Ryunosuke, bastante nervioso.
-Ah ¿No?- Dijo Souta algo decepcionado. –Bueno, eso es igual. Ahora, vete antes de que cambie de opinión y te mate, tengo que deshacerme del cuerpo de este idiota. No se lo digas a nadie, eso me traerá problemas, y ya sabes como acaba la gente que me trae problemas- Amenazó Souta mientras miraba al cuerpo de Itsuki.
Ryunosuke se quedó petrificado por unos momentos, estaba pálido, con la mirada vacía.
-¡Venga! Imbécil- Gritó Souta mientras disparaba cerca de Ryunosuke, el cual nada más sentir la bala cerca suya echó a correr.
-¿¡A dónde cojones vas, Ryunosuke!?- Gritó Itsuki, para sorpresa de Souta el cual lo miraba atónito intentando levantarse
Ryunosuke miró hacia atrás y tropezó. Se dio la vuelta y se quedó medio tumbado mirando hacia su amigo, y su supuesto asesino.
-Maldito bastardo ¿¡Por qué sigues vivo!?- Gritó Souta asombrado.
Itsuki levantó la cabeza y pudo mirar a Souta. El cual le miraba atónito.
-“Un momento”- Pensó Souta. -“No será… ¡Expediente 236-9! Imposible según esto, hace catorce años que mataron a los investigadores de este caso… No hubo ningún superviviente”-
Itsuki se levantó, radiaba una especie de Aura rojo oscuro. Tenía una amplia sonrisa en la cara. Entonces, pegó un salto sobrehumano, alzándose por encima del asombrado Souta. De repente, maniobró el aire y extendió la pierna, dándole una patada a Souta en toda la jeta, el cual retrocedió del golpe.
-Imposible… No había ningún superviviente-
Itsuki parecía hacer oídos sordos a las palabras de Souta, no parecía el mismo. Y extrañamente, no tenía ninguna herida, habían sanado. Se crujió los hombros y se acomodó. Entonces empezó a combatir con puños. Souta alarmado empezó a dispararle e Itsuki se limitó a esquivar las balas. En una se agachó, puso las manos en el suelo e impulsándose con ellas dio una patada a Souta, el cual la recibió bastante mal. Seguidamente se levantó rápidamente y siguió combatiendo con las manos y esquivando las balas de souta.
Ryunosuke les miraba de lejos asombrado. Itsuki saltó a media altura y miró fijamente a los ojos a Souta, el cual permanecía de pie y perplejo, seguida y rápidamente Itsuki le asestó una patada en el pecho y Souta fue a parar al suelo.
-“Mierda… No puedo matarlo, he de llevarlo al cuartel, el jefe tiene que saber que queda un superviviente del “236-9”. Pero no puedo seguir así, acabaré mal, he de hacer algo ya”- Pensó Souta.
Itsuki se le acerco, con una sonrisa en la cara. Al mismo tiempo, Souta se levantó lo más rápidamente posible. Souta rió por lo bajo, al poco tiempo empezó a radiar un aura parecida a la de Itsuki, solo que de color Azul oscuro.
-¡Ahora verás, bastardo!- Grito mientras pegaba un salto. Itsuki pudo esquivar una patada dirigida a su cabeza, pero no la siguiente. En cuestión de un segundo Itsuki salió Disparado hacia un muro cercano, el cual fue destruido del golpe. Itsuki se levantó como pudo, la herida de la anterior bala se le volvió a abrir.
-¿Pensabas que conseguirías algo luchando contra mí?- Dijo Souta de manera chulesca - ¡Ja! Iluso…-.
Souta levantó su pistola, y apunto hacia Ryunosuke.
-Creo que tú, ya sabes demasiado- Dijo mientras cargaba su pistola.
De repente otro muro se rompió, golpeando a Souta, que cayó al suelo.
-¿Otra vez? Eres muy pesado niño- Dijo Souta Levantándose.
Se giró, eran unos lobos de tamaño anormal. Eran de pelaje oscuro y negro. Con ojos rojos, llenos de rabia. Poseían una especie de armadura metálica y un collar. Cada uno tenía una especie de dispositivo analizador en el ojo.
-¡Mierda! Rastreadores…- Dijo Souta mientras echaba a correr.
Uno de los lobos echó a correr detrás suya, los demás después de examinar a Ryunosuke, le ignoraron. Itsuki se levantó algo dolorido, cundo alzó la cabeza se vio rodeado por todos esos Rastreadores, según como los llamó Souta.
- ¿Estás bien? Itsuki- Dijo Ryunosuke ya levantado, algo más tranquilo, pero seguía perplejo. Se acercó lentamente hacia Itsuki, como si no le importasen los Rastreadores.
-¿¡Qué haces!?- Gritó Itsuki, y al hacerlo desencadenó la furia de uno, que directamente lo atacó haciendo terminar metros más lejos.
Ryunosuke se quedó atónito, entonces Itsuki lo comprendió todo, no podía verlos.
-Señor, ha de mandar un helicóptero a la zona, me persiguen rastreadores – Dijo Itsuki mientras corría y les disparaba – Pero son rastreadores potenciados, no los había visto antes-.
En cuestión de minutos apareció sobrevolando el cielo de aquél tranquilo barrio una aeronave bastante amplia. De ella salió un cable con un enganche. Souta saltó y se agarró a él.
-¡Ya estoy!- Grito mientras se aferraba a aquél cable. El cable se elevó lentamente hacía la nave, dejando a los rastreadores en el pavimento de la calle. En un breve momento, todos desaparecieron.
Itsuki saltó y le asestó una patada a uno. El más grande, parecía ser el jefe, se subió a un sito alto y aulló. Seguidamente todos se desvanecieron. Itsuki, ya cansado, se desplomó en el suelo.
-Quiero explicaciones, ¡y las quiero ahora!- Gritó una figura, en la penumbra, mirando fijamente a Souta.
-Señor, la persona a exterminar, Kurosali Itsuki, resultó ser un superviviente al proyecto Akumu. En un momento de lucha, aparecieron unos rastreadores y tuve que abandonar la zona.-
-¿Akumu? ¿Acaso quieres timarme?- Dijo aquel hombre incrédulo – ¡Eso es imposible!
- Es posible, señor, puedo asegurarlo –
El hombre se quedó callado durante un tiempo.
-Pues, ya sabes cual es tu siguiente misión… Reclutarlo-
EDIT: Espero que así se lea mejor.